lunes, 9 de septiembre de 2024

Domingo - 22 - Septiembre - LIARLA PARDO - Rafael Tarradas - Escritor ,./ Donde viajan dos - Adiós Imserso: El Corte Inglés pone el listón muy alto con su nueva oferta de crucero ,. / Escala humana - El misántropo , Miercoles - 18 - Septiembre ,./ LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea - Las tres necesidades ,. / ESPAÑOLES POR EL MUNDO - Eslovenia ,.

 

 TITULO: Domingo - 22 - Septiembre   - LIARLA PARDO -  Rafael Tarradas - Escritor ,.

 

El domingo - 22 - Septiembre   , a las 18:00 por La Sexta, fotos,. 

 

 Rafael Tarradas - Escritor,.

 

 

 
Rafael Tarradas Bultó. - El autor en la estación 'fantasma' de Chamberí del metro de Madrid. 

«Los espías españoles fueron cruciales para el desembarco de Normandía»,.

Explora en 'El hijo del Reich' la fascinación de la aristocracia británica por el nazismo y papel de los agente españoles españoles para combatirlo / «El 70% de los nazis huidos tras perder la guerra habrían contado con papeles falsos otorgados por El Vaticano»,.


La novela histórica es el género en el que brilla Rafael Tarradas Bultó (Barcelona 1977). Perteneciente a una estirpe de empresarios catalanes, el escritor publica 'El hijo del Reich' (Espasa). Es la historia de la deseperada y larga huida de una madre que quiere proteger a su hijo de su temible padre nazi. Un 'thriller' histórico que discurre en la Inglaterra previa la II Guerra Mundial, con una aristocracia británica seducida por el nazismo. También en una España de posguerra plagada de espías y en la Argentina a la que huyeron muchos capitostes nazis tras la derrota aliada.

«Es una historia de amor y amistad; de planes secretos y falsas identidades entre la España de posguerra, la Inglaterra de las grandes casas de campo y la Argentina que sirvió de refugio de tantos nazis. Todo con dos jóvenes involucrados en el mayor y más determinante engaño de la II Guerra Mundial, el desembarco de Normandía», resume su autor advirtiendo que «las novelas históricas no son lecciones de historia; por eso dosifico datos sin abrumar al lector».

El agente secreto del MI6 Jon Osbourne descubre en el caótico Londres de 1939 que dos de los espías nazis más buscados siguen la pista de la española Daisy García, con la certeza de que esta desconocida guarda un valioso secreto. Empleada por una aristócrata inglesa como señorita de compañía, quedó embarazada del jerarca nazi que la violó durante su estancia en Múnich. Desde entonces huye de quienes quieren arrebatarle a su hijo, considerado un príncipe del Reich. En su su huía dará con la mansión de los Epson, convertida parcialmente en un colegio donde esconder a su pequeño Pat entre los demás niños.

  Imagen - Portada del Libro.
 
Portada del Libro. 

Tarradas aborda la fascinación de la aristocracia británica por el fascismo «que se trató de ocultar» en una novela «es también un retrato de la convulsa vida de Europa de 1939 a 1945». «En situaciones extremas como la guerra emerge lo mejor y lo peor de cada uno», advierte el narrador, que destaca cómo sus personajes «actúan ante la injusticia».

«No me fío de quienes no tienen conflictos, de esas personas que no discuten con nadie», dice ante los manteles de hilo y los cubiertos de plata de Horcher, el restaurante de origen germano que más espías frecuentaron en el Madrid de posguerra y donde aún se sirve 'baumkuchen' la legendaria 'pastel de árbol' alemana.

La ciudad era un nido de espías de todos los bandos. Según Tarradas en España «había más de dos mil espías alemanes adscritos a la Spanien KO (Kriegsorganisation), la organización de guerra alemana, y se calcula que había más de 25.000 de todos los signos repartidos por el país». «Los alemanes sobornaban a militares españoles para que entraran en la guerra, pero fue el propio almirante alemán Wilhem Canaris, responsab d el inteligencia nazi, quien le dijo a Franco en privado que no se metiera en la contienda porque no duraría más de dos semanas», cuenta el escritor.

Filonazis 'british'

El origen de su cuarta novela es una historia real, la de las hermanas Diana y Unity y Headland, dos filonazis de alta cuna 'british'. Unity, obnubilada por Hitler, se mudó a Múnich para estar más cerca del futuro genocida. Allí conocerá a la española Margarita García, rebautizada como Daisy, violada por el gerifalte nazi del que Unity estaba enamora y del que huirá para salvar a su hijo.

«Es la historia de una huida, de una madre que defiende con desesperación a su hijo de su terrorífico padre», reitera Tarradas. Ha visitado «casi todos» los escenarios en los que discurre para recrear mansiones, fincas y pueblos de una historia que sería carísima de llevara la pantalla

La novela aborda también el desconocido y crucial papel de los españoles en el desembarco de Normandía y las rutas de escape para los nazis que se diseñaron en buena parte desde Madrid. Lo hace cuando se cumplen ochenta años del día D, el desembarco aliado en Normandía, «en cuya preparación jugaron un papel crucial agentes dobles españoles» .«La novela encierra también un homenaje a aquella generación de luchadores españoles en guerra secreta contra el nazismo», dice Tarradas.

Unos nazis que tenían tres vías de escape, las llamadas 'líneas de ratas', a través de Suecia, España y el Vaticano. «La nórdica, a través de la neutral Suecia, y la del sur, a través de España, acapararon el 30% de los nazis huidos hacia Paraguay, Chile, Brasil o Argentina» calcula el escritor. «Pero la vía vaticana era la más segura. Tanto, que el 70% de los nazis huidos habrían contado con papeles falsos entregados por la iglesia», agrega.

«Toda mi familia aparece en mis novelas», reconoce el sobrino de José María Bultó, empresario asesinado por el 'Exèrcit Popular Català' con una bomba lapa pegada a su cuerpo el año que nació el escritor, que evoca divertido a «esa tía pesada que todos tenemos y que, en mi caso, no deja de corregirme sobre algunos detalles de las novelas».

Tarradas estudió diseño industrial y trabaja hoy en el sector de la comunicación. Interesado por el arte y el deporte, es un apasionado en la historia de los siglos XIX y XX. Arma sus historias en su refugio del valle del Tiétar, en Ávila. Antes que esta novela ficcionó y autoeditó la historia de su familia en 'El heredero' (2020). 'Cazado' por la editora Rosa Peréz publicó 'El valle de los arcángeles' (2021) y 'La voz de los valientes' (2023) novelas con las que ha sumado casi 200.000 lectores.

TITULO: Donde viajan dos - Adiós Imserso: El Corte Inglés pone el listón muy alto con su nueva oferta de crucero,.

 

Adiós Imserso: El Corte Inglés pone el listón muy alto con su nueva oferta de cruceros,.

Viajes El Corte Inglés ofrece cruceros pensados para mayores de 60,.

Cruceros por el Mediterráneo o por el mar Egeo,.

Zarpa hacia el verano de tus sueños con Princess Cruises y Viajes El Corte  Inglés
 
foto / Vista panorámica desde un crucero,.

Cuándo llegamos a los 60  y  sobre todo, cuando alcanzamos los 65 años y la edad de jubilación, son muchas las personas que comienzan a pensar en todos esos viajes que tienen pendientes de hacer. Por ello, programas como los viajes organizados por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) tienen tanto éxito y también desde Renfe tiene muy buena acogida la famosa Tarjeta Dorada para mayores de 60. Sin embargo, aquellas personas que se encuentran ya en la madurez, no deben pensar que estas son las únicas opciones para viajar barato, dado que El Corte Inglés no se queda atrás y ofrece también cruceros destinados a mayores de 60 años.

De sobras es conocido el servicio de viajes que tiene El Corte Inglés a través del cual contratar cualquier viaje sin importar la edad que tengamos. Sin embargo, para aquellos que ya sobrepasan los 60, El Corte Inglés cuenta con viajes especiales en forma de cruceros, que te llevarán a destinos de ensueño. Ha llegado entonces el momento de descubrir el placer de viajar a bordo de un yate con todo tipo de servicios, y hacer travesías de ensueño por el Mediterráneo y también por el mar Egeo. No lo dudes, porque son cruceros de El Corte Inglés que están ahora de oferta y que son diseñados de forma especial para personas mayores así que ha llegado por fin el momento de vivir el viaje que siempre habías soñado pero a un precio realmente económico.

El Corte Inglés y su nueva oferta de cruceros

Si tienes más de 60 años, Viajes El Corte Inglés ha preparado una selección especial de cruceros para mayores con destinos fascinantes y precios inigualables. Disfruta del Mediterráneo partiendo desde Barcelona a bordo del Costa Smeralda, explorando ciudades como Marsella, Génova, Roma, Nápoles y Cerdeña, todo con la comodidad y el lujo del barco. O quizás prefieras navegar por el Egeo, descubriendo las Islas Griegas, Sicilia, Malta y más, con Costa Cruceros o Celestyal, en itinerarios diseñados especialmente para ti. Lo único que tienes que hacer es entrar en la web de Viajes de El Corte Inglés y elegir tu fecha de salida y el itinerario que más te convenga.

El crucero más destacado de Viajes El Corte Inglés

Como decimos, sólo tienes que elegir el destino que prefieras y embarcarte a tu nueva aventura, pero si buscas el crucero definitivo, Viajes El Corte Inglés cuenta con él. Se trata del crucero por el Mediterráneo a bordo del Costa Toscana que tiene una duración de 8 días y cuyo precio es de tan sólo 329 euros.

Por ese precio los mayores de 60 años pueden disfrutar de una experiencia completa que incluye pensión completa y la posibilidad de descubrir ciudades como Palma de Mallorca, Palermo (Sicilia), Civitavecchia (Roma), Savona (Italia) y Marsella (Francia). Este precio tan atractivo es posible si se reserva para partir el 11 de noviembre, pero hay otras fechas disponibles a precios igualmente económicos, lo que hace que esta oferta sea difícil de ignorar.

Comodidad y servicios a bordo del mejor crucero

En términos de comodidad, el crucero no escatima en detalles. Las cabinas, aunque básicas en su categoría interior, ofrecen todo lo necesario para un viaje confortable: baño privado, aire acondicionado, televisión vía satélite, y más. Y para aquellos que deseen un toque adicional de lujo, por un pequeño suplemento es posible mejorar a una cabina exterior con vistas al mar.

Pero la experiencia va mucho más allá de la simple comodidad. El barco está equipado con instalaciones que bien podrían rivalizar con las de cualquier resort en tierra firme. Los viajeros pueden disfrutar de restaurantes donde se sirven menús completos y variados, con opciones que atienden a dietas especiales como la vegana, vegetariana o sin gluten. Además, las instalaciones deportivas son de primer nivel, incluyendo un gimnasio completamente equipado, clases de bienestar, piscinas al aire libre, jacuzzis, y hasta una pista de footing.

El entretenimiento a bordo es otro de los puntos fuertes de esta oferta. Los viajeros tienen acceso libre al teatro del barco, donde cada noche se presentan espectáculos de gran calidad, desde musicales hasta shows cómicos. Este tipo de actividades no solo garantizan diversión, sino que también fomentan la socialización, permitiendo a los viajeros mayores conocer a otras personas con intereses similares.

El Costa Toscana, el barco asignado para este crucero, es en sí mismo una joya del mar. Su «Sky Walk», un paseo suspendido a más de 65 metros sobre el nivel del mar, ofrece a los pasajeros vistas inigualables del océano y las costas que visitan. Este tipo de detalles son los que elevan la experiencia de un simple viaje a una auténtica aventura marítima.

¿A qué esperas para poder vivir el viaje con el que siempre soñaste? Entra en la web de Viajes El Corte Inglés y haz tu reserva para encontrar el precio antes señalado y antes de que te quedes sin billete.

 

TITULO : Escala humana - El misántropo  , Miercoles - 18 - Septiembre,.


El Miercoles  - 18 - Septiembre, a las 21:00 por La 2, foto,.

 

 El misántropo ,.

 

Cuarta temporada de 'Escala Humana', estreno en La 2


Estábamos en Carlstad, una localidad del oeste de Suecia. Era viernes por la noche. Los suecos, a pesar de su fama de civilizados, tienen la costumbre, los fines de semana, de sacar coches tuneados de gran cilindrada y pasear con ellos haciendo ruido y quemando neumáticos. Estuvimos contemplando el espectáculo desde la terraza del bar del hotel a orillas del lago. El Elite era añoso y crujiente como un balneario. Después fuimos a cenar. No había demasiada oferta, acabamos en un italiano. El encargado de los vinos —sumiller suena demasiado pretencioso para aquel local— era español y salió a hablar con nosotros. Le gustaba vivir allí. Aunque el invierno se hacía terriblemente largo y oscuro. También le encantaba Oslo, una ciudad limpia y manejable, construida a escala humana.

Nuestra ruta no pasaba por Oslo. Íbamos en coche de alquiler y, la siguiente noche, teníamos reserva en un hotel de Göteborg. Fantaseé con desviarnos hasta allí, pasamos a poco más de cien kilómetros. En realidad, fantaseé con ir a la casa donde vivía Kjell Askildsen. Sabía la dirección, cerca de las pistas de esquí, y circulaba la leyenda de que la cabeza de pelo blanco que se ve en Google Earth en el jardín de esa casa era la del propio escritor noruego. Todo cuadraba: el jardín, la imagen huidiza, el ocultamiento tras un matorral. Solo faltaba nuestra presencia allí para que se diera una de las escenas de silencio y perplejidad de los cuentos de Askildsen.
"Kjell envió un volumen dedicado a su padre. Este, riguroso pastor luterano, como el de Bergman por cierto, le informó de que lo había recibido y añadió: Quiero que sepas que lo he quemado"

Naturalmente, no fuimos. Naturalmente, me arrepiento. Dos años después el escritor murió, faltaba una semana para que cumpliera noventa y dos años. En 2006 la crítica señaló sus textos como la mejor prosa escrita en noruego en los últimos veinticinco años. Era un viejo alto, delgado, huesudo, con el pelo lacio, la mirada clara y el hablar pausado. Una imagen que encaja muy bien con sus cuentos. Aunque él, a diferencia de sus protagonistas, no era misántropo, ni infeliz en su matrimonio, y mantenía unas relaciones razonables con su familiares.

Últimas notas de Thomas F. para la humanidad (1983) es el libro que le dio la fama. Incluye diez relatos breves, menos de setecientas palabras cada uno, que son el legado de un hombre de ochenta y muchos años, hosco, acostumbrado a la soledad y asombrado de seguir viviendo. Aunque tendemos a identificarle con su protagonista, en la fecha de su publicación Askildsen tenía cincuenta y tres años. Antes hubo otros libros. El primero, también de cuentos: Desde ahora te acompañaré a casa (1953). El relato que da título a la colección narra de una forma delicada y deliciosa una primera experiencia sexual. Es conocido que cuando se publicó (el autor tenía veinticuatro años) la biblioteca de su ciudad natal, Mandal, sometió a votación el libro y decidió censurarlo. También se retiraron los ejemplares de la librería local. No es tan conocido que Kjell envió un volumen dedicado a su padre. Este, riguroso pastor luterano, como el de Bergman por cierto, le informó de que lo había recibido, y añadió: «Quiero que sepas que lo he quemado».

"Ibsen significó mucho para él, pero el punto de partida fue Hemingway. Luego estarían la nouvelle vague y el existencialismo"

Tras el incidente, su proyectada carrera de escritor sufrió un parón. Estaba casado y tenía dos hijos, trabajó en un muelle, fue guía turístico y empleado de periódico. No obstante, siguió escribiendo. Publicó tres novelas: El señor Leonard Leonard (1955), El hermano de David (1957) y Entorno (1969). Respecto a ellas Askildsen opinaba que, a pesar de las críticas positivas, no era de lo que más orgulloso estaba: «Prefiero escribir cuentos».

En las escasas entrevistas, aunque hablaba muy bien inglés y tradujo a Beckett, Pinter y otros, insiste en contestar en noruego para ser más preciso y evitar malentendidos. Medita las respuestas. Con el mismo método construye sus relatos. Piensa cada frase y las va colocando, piedra sobre piedra, aunque no sepa muy bien cuál va a ser el resultado final. «Escribo muy lento. Cada oración debe quedar muy bien para continuar con la escritura. La oración que sigue debe llevar adelante la historia. El ritmo también es muy importante y le presto mucha atención. Cuando los relatos terminan, terminan. Me gusta crear el efecto en el lector de que le hubiese gustado que yo hubiera continuado la historia. Nunca resuelvo los conflictos o finaliza la historia. Lo dejo todo en el aire». «Para mí el relato continúa aunque la escritura no».

"Los cuentos de Askildsen están llenos de jardines. Son una metáfora de la estable y cotidiana vida burguesa, donde la gente se oculta, vigila a los demás"

Ibsen significó mucho para él, pero el punto de partida fue Hemingway. Luego estarían la nouvelle vague y el existencialismo. Sobre todas las influencias, Julián Rodríguez destaca la de Hermann Broch. El autor de la trilogía de Los sonámbulos, que Askildsen tradujo del alemán al noruego, escribe sobre el derrumbe de los valores y se propuso, en la línea de la tradición centroeuropea, integrar el ensayo en la novela. Lo característico de los personajes de Askildsen, más que los rasgos físicos, que no existen, son sus pensamientos. No paran de pensar. A cada momento reflexionan sobre sí mismos, sobre los demás y sobre su situación en la vida. Están tan solos que no tienen otra cosa que hacer. Así van condensando tentativas de ideas que bien pueden considerarse un ensayo dentro del cuento. Según Rodríguez, sus historias no es que «no planteen conflictos, sino que las tensiones están desdramatizadas según las convenciones teatrales y psicológicas tradicionales». Muchas veces se le ha comparado con Carver y otros representantes del minimalismo. «No soy minimalista», protesta el escritor, «no escribo nunca menos de lo que tengo que decir […]. El pintor solo pone lo necesario y no más». Aunque es cierto que le bastan tres brochazos para describir un clima, un lugar, un personaje.

Los cuentos de Askildsen están llenos de jardines. Son una metáfora de la estable y cotidiana vida burguesa. En esos jardines, o en el bosque cercano, la gente se oculta, vigila a los demás. El escritor reconoce que uno de sus objetivos es provocar en el lector desasosiego. Recuerda, en cierto modo, a algunos libros de Patricia Highsmith donde la aprensión y la opresión son evidentes, solo que aquí la intriga, apenas dibujada, solo se intuye por los diálogos y lo central son las relaciones entre los personajes.

Para empezar, los protagonistas tienen problemas con sus padres. «Por qué, dijo Mardon, no dejamos de ser padre e hijo. Por qué no podemos ser simplemente personas […] no parientes, con quienes, se deben tener determinados derechos y deberes, quiero decir» (La noche de Mardon). Las relaciones, satisfactorias, entre padres e hijos (entre familia) son imposibles. El único consuelo son las relaciones elegidas.

"El narrador evita la lógica causal de que una cosa lleva a la otra. Narra de forma elusiva. Las frases caen por su propio peso"

Las parejas, que en sus primeros cuentos todavía funcionan, cambian en la madurez. Hay algo recurrente en ellas, la sensación de que no se conocen: «No soy capaz de entenderla, pensó, creía que la conocía, pero cada vez me cuesta más entenderla» (Pamela). «Ingrid tenía esa distancia en la mirada que a él no le gustaba nada porque le excluía» (Nada por nada). Muy a menudo esos desencuentros se cierran en falso: «Justo antes de que él se corriera, un grito desarticulado salió de ella, y un largo temblor le recorrió el cuerpo. Él no sabía qué creer, pero sabía lo que ella quería que creyese. Se sentía vacío y triste […]. Ahora todo es como antes, ¿verdad? Él se quedó pensando. Sí, contestó» (Todo como antes). El escepticismo y la hipocresía vuelven a reinar.

Pero volvamos a Últimas notas…: su personaje, Thomas, austero y misántropo, mantiene esporádicos contactos con los demás, en los que deja perlas inclasificables. A base de ser un odioso cascarrabias, víctima de su propia soberbia, acaba cayéndonos bien. En el primero de los cuentos, Ajedrez, el anciano decide visitar a su hermano, al que no ve hace tres años. «Me había llevado un bocadillo y él me ofreció un vaso de agua». Así son las relaciones en las familias de Askildsen. La conversación no va por buenos derroteros: «“De modo que tienes miedo a morir. Vaya, vaya”. “Tonterías, lo que pasa es que mi obra no está concluida”. Así de pretencioso se mostró, me entraron ganas de vomitar». Poco después anuncia: «Exactamente así era mi hermano. Por cierto, se murió ese mismo día». Es difícil ser más conciso y menos condescendiente. El narrador evita la lógica causal de que una cosa lleva a la otra. Narra de forma elusiva. Las frases caen por su propio peso. El efecto es demoledor. En ¡Vaya!, el protagonista rompe el enclaustramiento: «Era extraño salir después de tanto tiempo». Se encuentra a un amigo y «estaba tan poco acostumbrado a usar la voz que no me salió gran cosa». El intercambio acaba de forma abrupta: «Cada vez que me encuentro con alguien me encuentro más solo que antes». Pero, a pesar de todo: «¡Cuántos acontecimientos para un solo día!».

"En Un repentino sentimiento liberador asistimos a los lacónicos encuentros de dos viejos que han tenido en el pasado un nexo revelador"

El viejo Thomas nos acaba de ganar cuando en relatos como En el café o En la peluquería hace esfuerzos ímprobos por establecer comunicación con alguien y vuelve escaldado. En otro de los cuentos se encuentra con su hija, a la que hace tiempo que no ve: «Pareció alegrarse de verme», deduce, «porque dijo “padre” y me dio la mano». No es extraño que el viejo ya no crea en nada. A los miembros de las sectas religiosas que llaman a su casa no les deja pasar: «Pues la gente que cree en la vida eterna no es racional, no se sabe lo que puede llegar a hacer». En el último relato de la serie, un Thomas terriblemente viejo, al que ya le resulta tan difícil escribir como andar, se encuentra con un joven que también se llama Thomas y que podría ser su nieto o su bisnieto, o él mismo de joven. Le da un pequeño búho tallado que tienen en la librería como quien traspasa un amuleto o un testigo. Después sigue viviendo y esperando, consciente de que debería haber muerto hace mucho tiempo.

A partir de este libro, Askildsen decide no volver a escribir novelas. «Soy de vía estrecha», dice, «y nada épico […] cuando escribo hay una sola historia que se desarrolla, y esa, es el relato». El cuento le da libertad para no tener que finalizarla.

En Un repentino sentimiento liberador, un cuento de una longitud y una densidad que anuncia sus piezas futuras, asistimos a los lacónicos encuentros de dos viejos que han tenido en el pasado un nexo revelador. El tema, sin que sea necesario hacerlo explícito, es la eutanasia, e incluso el suicidio.

"El objetivo confesado del autor es generar incomodidad. Parece un panorama devastador, pero no lo es"

Con temas semejantes, parece que lo normal sería ceder al impulso y arrojar los libros de Askildsen al fuego de la chimenea, virtual o real, antes que seguir leyendo. Pero él, y por eso es un maestro, nos los presenta como si tal cosa. Parece decirnos: «No pasa nada, la vida es así, y hay que tener la suficiente serenidad para afrontarla». Hace que la visión del lado oscuro de la existencia sea aceptable.

Los cuentos de Askildsen nos gustan porque son lo contrario de la verborrea vacía que está tan de moda. Cuando algo es escaso se vuelve valioso. Cada frase está pensada para dar valor al relato; si no aporta nada, se desecha en la memoria, antes de ser escrita. Solo se emplea lo que es útil para la narración. «No escribo sobre el temor, ni el amor, ni otros temas, sino sobre las relaciones humanas». Así es, sus personajes dicen y hacen cosas que nos afectan, que nos hablan de la soledad, la incomunicación, el desapego y el desamor. Pero también, a menudo, sobre sentimientos inconfesables, como el incesto, el desprecio a los padres o el hartazgo de la pareja. El objetivo confesado del autor es generar incomodidad. Parece un panorama devastador, pero no lo es. Porque, y ahí está el arte, Askildsen atrapa al lector.

A diferencia de otros escritores más elitistas, el noruego escribe para ser leído: «El cometido del autor es hacer leer al lector […]. Si consigues que muerda el anzuelo, hay que sacar también el pez del agua». Y si puedes, subirlo a tierra y dejarlo dando boqueadas. Prefiere los lectores que son capaces de completar lo que la escritura ha dejado sin decir.

"Sus cuentos transcienden el realismo. Cuando sus protagonistas niegan lo evidente, por ejemplo. O sublimando la realidad, en un ejercicio que recuerda un poco a Bergman"

En el siguiente libro, Un vasto y desierto paisaje (1992), hay, al menos, una obra maestra, el cuento que da título a la colección, y otros dos, El rostro de mi hermana y El estimulante entierro de Johannes, que también abordan las relaciones entre hermanos con un enfoque ambiguo, desmoralizador. Nadie es bueno, nadie es enteramente malo. O quizás sí, porque cuando nada tiene sentido, cuando se han derrumbado todos los valores, todo vale. El protagonista del primero se recupera de un accidente de coche en el que ha muerto su mujer, el día del entierro se esconde detrás de una gafas de sol y cuenta: «Todo el mundo me adjudicaba, claro está, un profundo dolor, no podían saber que yo estaba allí tumbado indiferente a todo». En lo que piensa es en su hermana Sonia, que es quien le cuida. En su cuerpo y en el pecho que vislumbra por su bata entreabierta. Mas adelante, ella reacciona con ira a sus alusiones y la madre de los dos intenta entender algo.

Askildsen no es un realista al uso, sus cuentos transcienden el realismo. Cuando sus protagonistas niegan lo evidente, por ejemplo. O sublimando la realidad, en un ejercicio que recuerda un poco a Bergman. En definitiva: «Lo cierto es que ocurrió lo que ocurre de vez en cuando: se te viene encima un gran vacío, es como si la misma falta de sentido de la existencia se te metiera y se extendiera como un inmenso y desnudo paisaje». También es antisentimental, pero su antisentimentalismo es tan radical que acaba apartándose de la lógica, rechaza esta, y termina convirtiéndose en algo parecido al sentimiento romántico.

"Elisabeth, un cuento reproducido muchas veces, es un ejemplo de sutileza de sentimientos, no todos positivos, y de complejidad que nos atrae irremisiblemente"

El territorio de Los perros de Tesalónica (1996) no es más amable. Matrimonios incomunicados, hermanos y hermanas que no se aguantan, pero intentan soportarse. Las historias están ahí. «Si no puedo inventar una intriga soy un escritor pésimo», pero esa intriga oculta en la trama hay que adivinarla, nada es explícito. Quizás porque, como reconoce el autor: «Cuando estoy escribiendo, no sé a dónde me va a llevar la historia».

Los cuentos de Askildsen reflejan un profundo vacío. Leídos en conjunto son un ensayo sobre la nada. No se trata, solo, de la nada que deja la ausencia de Dios en el existencialismo. Lo que anticipan es la nada del yo. Como si un neurocirujano, después de hurgar en los entresijos del cerebro, concluyera que la autoconsciencia, la esencia de lo que creemos ser, es una percepción más, es decir, no es nada.

Pero leerlos no tiene por qué ser un placer masoquista. Elisabeth, un cuento reproducido muchas veces, es un ejemplo de sutileza de sentimientos, no todos positivos, y de complejidad que nos atrae irremisiblemente. Lo que pasó entre los hermanos y lo que separó al protagonista y a la madre apenas se esboza. Lo que pasa delante de nuestras narices, ocurre sin que haga falta ni contarlo.

"Recuerda, una vez más, la anécdota de la publicación de su primer libro. La austeridad y disciplina de su padre. Vuelve al origen"

Poco después de este libro, Askildsen empezó a quedarse ciego. No dejó de trabajar en sus traducciones y siguió escribiendo algunos cuentos, pero a un ritmo menor, hasta que dejó de hacerlo. Casi veinte años después del anterior publicó una última colección, El precio de la amistad, con esos relatos. En ellos mantiene su estilo personal, pero quizás sin la causticidad y el escepticismo de los originales. Después el silencio. «Ya hay demasiadas palabras en circulación por el mundo», dice uno de sus personajes.

Conmueve verlo en una de sus últimas entrevistas. Askildsen en el salón de su casa frente a la chimenea acristalada. Con los ojos glaucos. Intentando expresarse con el laconismo y precisión de siempre. Explicando lo que es para él el arte. Con la misma autoexigencia de siempre: «Si el texto va a resultar merecedor de ser leído, es la forma la que lo hace merecedor de ser leído. Lo que yo he cultivado como autor es la forma». Habla de música y de cómo escucharla le consuela. Recuerda, una vez más, la anécdota de la publicación de su primer libro. La austeridad y disciplina de su padre. Vuelve al origen. Y reconoce que, aunque tiene muchos años, no piensa casi nunca en el tiempo, poco o mucho, que le queda por vivir.

 

TÍTULO: LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea - Las tres necesidades,.

LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea  - Las tres necesidades, fotos.

 

 

El Miercoles -  18 - Septiembre  ,  a las 22:00 por antena 3,.

 

 Las tres necesidades,.

 

 Cultura, ¿primera necesidad?

A principios del siglo XX, se desató una polémica ruidosa entre un ya reconocido Miguel de Unamuno y un intelectual incipiente llamado Ortega. El primero, ilustre rector de la universidad de Salamanca, había pronunciado la famosa frase «¡Que inventen ellos!», haciendo alusión al papel marginal que la ciencia había tenido a lo largo de la historia de España. A la carencia de visión científica en el país opone don Miguel la cultura literaria y artística, punta de lanza de la riqueza intelectual española. A esta provocación saltó el joven Ortega como un novillo. Se había criado filosóficamente en Alemania, y el hecho de que un prócer como Unamuno renegara de la ciencia a Ortega le parecía aberrante. El madrileño definió su actitud como una «desviación africanista del maestro y morabito salmantino». Tras varios dimes y diretes, Unamuno cerró la polémica argumentando que ciencia y cultura se complementan, y que tan bien está la ciencia alemana como la literatura española, tan aceptable es la metafísica germana como la mística hispánica. Y una frase maravillosa: «La literatura es la puerta de atrás de la sabiduría».

 

"En esta vieja y absurda rencilla entre ciencia y cultura, la primera gana por goleada en este siglo XXI que nos recibe pandémicos y encerrados"

En esta vieja y absurda rencilla entre ciencia y cultura, la primera gana por goleada en este siglo XXI que nos recibe pandémicos y encerrados. El motivo es evidente: la ciencia es rentable en términos económicos; la cultura no. Sé que me dirán que la cultura aportó al PIB un 3,2% en 2019, que da trabajo a un millón de personas, y que el turismo, motor económico del país, bebe en gran parte de la riqueza cultural que ofrece nuestro patrimonio. Pero estos datos son sólo árboles que ocultan el bosque: el sistema educativo obvia las humanidades porque no encajan en el engranaje productivo de esta sociedad mercantilista, los papás animan a sus hijos a ser médicos o ingenieros porque ahí está la pasta, y la masa ya adulta adopta términos como «titiritero» para despreciar a quien osa defender este pequeño cortijo, ése que un día flanqueó con fiereza Unamuno.

"La cultura se aísla. En contraposición, continúan al pie del cañón las reformas del Bernabéu, el chico que reparte pizzas para Uber y el proveedor de Marlboro"

La cultura se aísla. Lo ocurrido durante este confinamiento es el efecto práctico de lo que ya sugería eliminar cada vez más horas de enseñanza en disciplinas como historia, filosofía o latín. Las librerías, pese a no ser un negocio donde precisamente proliferen aglomeraciones, permanecen cerradas. Eso sí, abren las copisterías, las entidades bancarias y, casi, las peluquerías. Los cines y los teatros, pese a ser lugares donde podrían controlarse las distancias perfectamente, siguen trancados. En contraposición, continúan al pie del cañón las reformas del Bernabéu, el chico que reparte pizzas para Uber y el proveedor de Marlboro. Quiero dejar claro que no estoy diciendo que sea conveniente abrir librerías o cines, —varios amigos libreros se han pronunciado en contra de abrir sus negocios en este momento, por ejemplo—. Lo que digo es que, en la escala de necesidad, la sociedad ha decidido que negocios con un nivel de aglomeración similar, como una oficina de seguros o una papelería, son para ella más necesarios que el triste y decadente negocio de vender libros. El oxígeno lo insufló el ministro de Cultura con unas cuantas palabras funestas: «Primero la vida y luego la cultura». La nada hecha frase. Pienso de nuevo en Unamuno, en cómo asoció esa cultura literaria a la base del conocimiento, en cómo identificaba el humanismo con el motor del individuo. «Creo en el sustantivo concreto: el hombre», dice el propio Unamuno en el primer párrafo de su «sentimiento trágico», en clara alusión al humanismo que defendía. Mucho me temo que hace tiempo que hemos dejado de creer, don Miguel.

 

TITULO:  ESPAÑOLES POR EL MUNDO  -  Eslovenia  ,.

 

 

ESPAÑOLES POR EL MUNDO  - Eslovenia  ,. 

 

Eslovenia


foto / Viajamos hasta Eslovenia, antigua república de Yugoslavia. Un país de cuento lleno de leyendas, como el origen de su capital Ljubliana, y considerado uno de los tesoros verdes de Europa. Cinco guías ayudan a los espectadores a descubrir este país con salida al mar Adriático y limítrofe con los Alpes que cuenta con una capital vibrante y joven con una arquitectura extraordinaria.

El viaje comienza con Nerea, una vitoriana que lleva poco más de un año en Eslovenia y con la que conocemos el castillo de Ljubliana, donde se casó hace unos meses, y el centro de la ciudad en bicicleta.

Fernando, el siguiente protagonista, un joven sevillano que lleva tres años en el país, nos da la oportunidad de sobrevolar en parapente el valle del río Soca, que recorre el noreste de Eslovenia, con unas vistas espectaculares.

Con Carlos, que trabaja en una empresa de telecomunicaciones, recorreremos uno de los lugares más turísticos de Eslovenia, Bled, y nos adentraremos en el parque nacional de Triglay, el más importante del país.

Graciela nos muestra el deporte del floorball y la ciudad medieval de ¿kofja Loka. Y con Iñaki finalizamos el viaje: un arquitecto que lleva tres años en Eslovenia y con el que conoceremos el glamping, la moda de acampar con glamour. Además, una ruta enológica y una visita a la viña más antigua del mundo.

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