domingo, 8 de junio de 2025

Cena con mamá - Ma Jian Poeta ,. Viernes - 13 - Junio ,. / Imprescindibles estrena en La 2 - Eduard Punset, la urgencia del tiempo , . Domingo - 8 - Junio ,. / De seda y hierro - 65.000 andaluces tienen diagnosticada una enfermedad rara ,. Domingo - 8 - Junio ,./ Luchar contra la enfermedad - ‘Ellas Cuentan’ homenajea a cuatro mujeres que hacen visible la lucha ante la enfermedad y la diversidad funcional ,.

 

TITULO: Cena con mamá -    Ma Jian Poeta ,.Viernes -  13 - Junio ,.

Viernes  - 13 - Junio    a las 22:00 en La 1, fotos,.

  Ma Jian Poeta,.

 El escritor chino Ma Jian

Ma Jian: «En un país autoritario, una generación entera puede vivir sin pensar»,.

Uno de los más afamados escritores chinos conversa con ABC para reflexionar sobre su participación en las protestas de Tiananmen y su evocación literaria en el 36º aniversario de la matanza,.

Quince días pasó Ma Jian acampado sobre los adoquines de la plaza de Tiananmen. Dos semanas más densas que muchas vidas, plasmadas en 'Pekín en coma' (Literatura Mondadori, 2008), la gran novela sobre el infame capítulo cuyo recuerdo el Partido Comunista pretende eliminar, como ya eliminara a los manifestantes que pedían democracia hace hoy 36 años. Ma, uno de los más afamados literatos chinos, eligió escribir en lugar de callar, y por ello vive en el exilio desde hace décadas. Ahora en Londres, desde donde atiende a ABC, aunque insiste en conversar en chino.

-¿Por qué?

-Es sencillo. Para mí el chino es como mi madre, es mi patria. Dondequiera que vaya lo llevo conmigo. Incluso en mi lápida quiero que estén grabados caracteres chinos. Simplemente no tengo la capacidad de expresar mis pensamientos en otro idioma.

-Antes de las protestas de Tiananmen, usted ya era un destacado artista y activista. ¿Cómo describiría el ambiente sociopolítico entonces?

-A finales de los ochenta el ambiente era muy opresivo, la gente no veía una salida, no sabíamos qué podíamos hacer ni si algún día tendríamos libertad. En 1987 el Partido Comunista lanzó una campaña contra el «liberalismo burgués», no sé con certeza por qué, pero sí puedo decir que todo comenzó con Fang Lizhi. Él era entonces rector de una universidad en Hefei y animó a los estudiantes a protestar. Poco después, los estudiantes de la Universidad de Pekín trataron de organizar su propia manifestación. Cientos de ellos marcharon hacia la plaza de Tiananmen, pero rápidamente les convencieron para que volvieran. La manifestación duró poco, pero Deng Xiaoping se puso nervioso. Apenas un mes más tarde lanzó una campaña masiva para decir que en el socialismo no había espacio para la libertad, que era algo malo e implicaba desobedecer al Partido. La campaña alcanzó todos los sectores de la sociedad y provocó la destitución del secretario general Hu Yaobang. Por eso, cuando en 1989 murió Hu, estalló una gran protesta, porque la gente no había sido derrotada del todo. Todos volvimos a la plaza. En ese momento no queríamos derrocar al Partido Comunista, solo esperábamos que permitieran la democracia, la libertad y los derechos humanos. El movimiento estudiantil de 1989 fue, en realidad, una reacción a la campaña contra el liberalismo burgués de 1987.

-¿Cuál es su recuerdo más vívido de aquellos días?

-Mi recuerdo más vívido es uno que me toca directamente: cuando la Delegación de Escritores Chinos y el grupo del Instituto Literario Lu Xun desfilaron frente a mí. Había miles de personas, casi todos los escritores y poetas conocidos de China. Creo que Yu Hua y Mo Yan Yan [premio Nobel de Literatura en 2012] estaban, pero no estoy seguro, había tantos... Yo estaba haciendo fotos cuando alguien me reconoció, quizá la esposa de Yu Hua, no lo recuerdo bien. «¡Ese hombre con la cámara es Ma Jian!», gritó. De pronto todos se volvieron hacia mí y extendieron sus manos: «¡Hola, Ma Jian!», cantaron al unísono. Miles de escritores compartimos de pronto un momento de conexión íntima. ¿Por qué ese recuerdo es tan significativo para mí? Porque, 36 años después, ninguno de ellos ha escrito sobre lo que vivió en Tiananmen, nadie ha escrito sobre lo que hizo o pensó durante el movimiento. No tienen historia personal, a pesar de que siguen vivos. Se convirtieron en escritores cortesanos del Partido Comunista. Hubo, claro, algunas excepciones. Li Hong escribió un poema y fue condenado a siete años de cárcel. Cuando salió estaba en tan malas condiciones que solo podía mover los ojos. Otros, como Yu Hua o Mo Yan, han tenido mucho éxito. Eso me generó una impresión muy profunda: el pueblo chino cambia rápidamente, porque no tiene fe. Cuando el Partido Comunista reprime, la gente deja de hablar.

-¿Le parece reprobable que no escribieran al respecto?

-Hay varias formas de verlo. Si no me hubieran empujado al exilio y me hubiera quedado en China, ¿también me habría convertido en un escritor temeroso de hablar? ¿Habría empezado a escribir sobre emperadores, tramas de telenovelas baratas o historias de guerra entre nacionalistas y japoneses? Tal vez hubiera dejado de reflexionar sobre la realidad china, especialmente si el Partido me hubiera dado propiedades, una vida cómoda, y hubiera llenado las librerías Xinhua con mis libros. En un país autoritario, una generación entera puede vivir sin pensar. Puedes vivir media vida como un esclavo, obedeciendo órdenes, gritando «¡Xi Jinping es genial!» o fingiendo no decir nada. En un entorno así se puede escribir cualquier cosa, siempre que no se publique. O, tal vez precisamente en un entorno así, deberíamos escribir nuestras mejores obras. Siempre hay una excusa aceptable: estar tranquilo, proteger a la familia... Pero no se puede vivir toda una vida así. Si una carrera literaria dura cincuenta años, al menos la mitad debería vivirse siendo uno mismo.

 Imagen principal - Dos imágenes de la revuelta de Tiananmen, tomadas por el escritor, que actualmente vive en Londres

-Usted sí escribió: una novela. ¿Por qué recurrir a la ficción?

-Soy escritor, no historiador. La premisa es que, cuando un escritor escribe una novela, debe reorganizar y replantear los eventos históricos en los que se basa. Tomé muchos de los conflictos, alianzas e ideales compartidos entre los estudiantes y los concentré en unos pocos personajes para dar claridad narrativa. La historia es como la tierra, la literatura es como una semilla plantada en esa tierra. Lo que crece puede ser 

 Imagen secundaria 1 - Dos imágenes de la revuelta de Tiananmen, tomadas por el escritor, que actualmente vive en Londres

un árbol o una flor, pero se vuelve visible para los demás. Ya no es historia: está viva. La historia, en cambio, debería ser lo más estática e inalterable posible. Cumple una función distinta. En 'Pekín en coma', todo lo que cuenta el protagonista en estado vegetativo, cada experiencia que relata, es verídica. Pero el entorno en el que recuerda, la atmósfera que rodea esos recuerdos, es ficticia. Cuando una obra literaria entrelaza verdad y ficción, adquiere su mayor fuerza.



Imagen secundaria 2 - Dos imágenes de la revuelta de Tiananmen, tomadas por el escritor, que actualmente vive en Londres
 
1989:SUS FOTOS DE LA PRIMAVERA DE PEKÍN Dos imágenes de la revuelta de Tiananmen, tomadas por el escritor, que actualmente vive en Londres ,.

-La premisa está inspirada en su hermano, quien quedó en coma tras sufrir un accidente a finales de mayo de 1989. Usted abandonó la plaza y regresó a Qingdao, su ciudad, para atenderle, y sin saberlo escapó a la represión. ¿Suerte o desgracia?

-Todavía hoy me siento dividido. Antes de que mi hermano quedara en estado vegetativo, me había escrito una carta en la que decía algo así como: «El pez y el anzuelo pueden coexistir, pero si sigues resistiendo morirán tanto el pez como el anzuelo». Me fui el 28 de mayo, apurado y lleno de ansiedad. No esperaba lo que ocurrió después. Aún recuerdo a Liu Xiaobo [premio Nobel de la Paz en 2010] y Zhou Duo en ese momento: discutían si declarar una segunda huelga de hambre. Los estudiantes ya podían volver a sus dormitorios, la huelga de hambre había terminado. La plaza estaba cubierta de basura, apilada como montañas, y trabajadores, enfermeras y voluntarios ayudaban a limpiarla. Así que me fui, creyendo que el movimiento probablemente terminaría de forma tranquila, sin clímax. Los estudiantes habían resistido más de un mes, eso ya era algo, pero era hora de terminar. Si hubiera estado allí, tal vez habría regresado con Liu y Zhou a la plaza, pues eran mis amigos. Quizá hubiera llevado también a Fang Lizhi. Pero, cuando llegué a Qingdao, sentado junto a mi hermano en estado vegetativo, recibí la noticia de la represión. Los tanques no solo estaban rodeando Pekín, habían entrado directamente a la plaza de Tiananmen y, cuando los tanques entran, corre la sangre. No tenían proyectiles, solo estaban ahí para despejar el camino. Desde donde estaba, junto a mi hermano, entendí algo aún más aterrador: la represión después del 4 de junio sería mucho peor. Muchos fueron arrestados y muchos murieron no durante las protestas, sino después.

-Su libro retrata las luchas de poder entre los estudiantes y cómo acabaron replicando el modelo burocrático y autoritario contra el que protestaban. ¿Tuvo el movimiento un problema de liderazgo que condujo a su trágico final?

-Muchas personas de la sociedad civil que abogaban por la democracia y los derechos humanos formaron diferentes grupos. Querían apoyar a los estudiantes y unirse a ellos, pero los estudiantes eran muy reacios, creían que la participación de estos grupos provocaría la represión del Partido Comunista porque entonces ya no sería un movimiento estudiantil, querían mantenerlo puro. Se sumaron obreros, alumnos de secundaria, monjes, incluso policías, pero esa contradicción no se resolvió. Si estas fuerzas hubieran logrado unirse a los universitarios y transformar de verdad el movimiento en una lucha democrática nacional, tal vez el Partido Comunista habría cambiado. Pero esa esperanza no se hizo realidad. Desde un punto de vista literario e histórico, mi libro refleja fielmente la realidad de aquella época. La gente luchaba por poder e influencia. Algunos se casaban y se enamoraban en la plaza, otros usaban el dinero de las donaciones para comer, beber y divertirse, todo eso ocurrió. Frente al viejo Partido Comunista, esos estudiantes actuaban como «pequeños comunistas», por eso era imposible que vencieran a los auténticos.

-Usted solía realizar visitas esporádicas a China, pero desde 2011 las autoridades no le permiten regresar. ¿Cuál es su relación actual con su país?

-Desde que mi madre falleció, la conexión con mi tierra natal se ha ido volviendo cada vez más distante. Sus cenizas están conmigo ahora. [Se detiene un instante, estira la mano y alcanza una pequeña caja de madera que muestra a la cámara] Esta es mi madre. Cuando yo muera, seré enterrado junto a ella. Así que, aparte del idioma y los lazos familiares, este país ya no tiene casi nada que me despierte nostalgia. Aunque, si algún día el Partido Comunista dejase de existir, claro, compraría un billete de avión y regresaría de inmediato. Pero la posibilidad de que eso ocurra es extremadamente baja. Creo que una vida en el exilio es lo que me corresponde.

-Cuando mira al futuro, ¿qué ve?

-Tal vez algún día China pueda abrirse a un nivel similar al de Rusia o Singapur, pero no llegará a ser como Taiwán, China es simplemente demasiado grande. Incluso una pequeña relajación del control por parte del Partido Comunista sería vista como una amenaza para su régimen. China ha estado en la cima de la cadena global de suministros durante casi quince años. Ese nivel de fuerza económica sin duda ha cambiado a los chinos, y también la forma en la que el mundo ve a China. Hace apenas tres años, la Unión Europea y Estados Unidos aún querían acercarse a China. Pero, después de la pandemia de Wuhan, la gente se dio cuenta de que las mentiras pueden matarnos. Sin democracia, no sabemos la verdad sobre nuestras propias vidas. China cambiará, pero no será rápido. Cuando el crecimiento económico se ralentice, también lo hará el nacionalismo. Quizá entonces la sociedad comience a abrirse un poco, pero no creo que llegue a verlo en lo que me queda de vida. Solían hablar de una evolución pacífica, esa idea de que, a medida que la gente tiene propiedad privada y se enriquece, querrá proteger esos derechos y la sociedad cambiará. No. La historia china no funciona así. En China, el cambio solo ocurre cuando hay pobreza. Cuando hubo pobreza, más de mil emperadores surgieron entre los campesinos, gente sin educación que tomó el poder porque no tenía nada. Pero, cuando hubo riqueza, el país se mantuvo estable, como durante la dinastía Tang. El autoritarismo puede brindar por ahora prosperidad, pero no necesariamente durabilidad.

 

TITULO: Imprescindibles  estrena en La 2 -  Eduard Punset, la urgencia del tiempo , -Domingo - 8 - Junio,. 

Domingo -  8 - Junio  a las 21:30 horas en La 2, foto,.

Eduard Punset, la urgencia del tiempo

'Imprescindibles' nos acerca a Eduard Punset. El programa propone un viaje vital junto a un economista, político y divulgador científico que intenta apoderarse del tiempo para ofrecer lo mejor de sí mismo a la sociedad, lograr que la ciencia irrumpa en la cultura y encontrar qué hace felices a las personas. Más de un millón de libros vendidos y 18 años de emisión de 'Redes' en RTVE corroboran su éxito.

Personalidades de ámbitos muy distintos: familiares, amigos, científicos, políticos y humoristas particioan en 'Eduard Punset, la urgencia del tiempo', a descubrir una figura tan poliédrica como cambiante a lo largo de su vida. Material inédito familiar y del making of de los rodajes de 'Redes' muestran un Punset íntimo y real que a pesar de todo no traiciona a su propio personaje.

 

TITULO: De seda y hierro -  65.000 andaluces tienen diagnosticada una enfermedad rara   ,. Domingo - 8 - Junio,.  

 El Domingo - 8 - Junio  a las 20:20 por La 2, foto,.

65.000 andaluces tienen diagnosticada una enfermedad rara,.

En Andalucía hay identificadas cerca de cien dolencias poco frecuentes, como la hipertensión pulmonar.

Algunas podrían revertirse gracias a los nuevos fármacos en estudio.

 65.000 andaluces tienen diagnosticada una enfermedad rara

Luis María Ruiz es uno de los 65.000 andaluces diagnosticados con una de las llamadas enfermedades raras, es decir, una dolencia poco frecuente. La suya tiene una prevalencia de dos a cinco personas por millón de habitantes y año. Se llama hipertensión pulmonar.

Este 28 de febrero es el Día Mundial de las Enfermedades Raras. 65.000 andaluces tienen diagnosticada una de las casi cien dolencias poco frecuentes identificadas en nuestra comunidad. Algunas podrían revertirse gracias a nuevos fármacos que hay en estudio.

Es el caso de la hipertensión pulmonar, que se investiga en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla con novedades farmacológicas esperanzadoras, como explica la doctora Remedios Otero Candelera, neumóloga.

Para Luis, además de la atención médica, el apoyo psicológico y el familiar son fundamentales. Y como agricultor que fue, disfruta saliendo al campo y rozando los brotes verdes que también asoman para la dolencia que sufre.

Coincidiendo con la celebración de este Día Mundial, la Red de Enfermedades Raras del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha puesto en marcha una iniciativa pionera para conectar a pacientes y sus familiares con investigadores que han volcado su labor en el laboratorio en la búsqueda de tratamientos para combatir esas patologías.

La Sociedad Española de Neurología (SEN) ha puesto algunos datos sobre la mesa: se han definido más de 9.000 enfermedades raras, la mitad de ellas de tipo neurológico; afectan al 6 por ciento de la población mundial (a unos tres millones de personas en España); y no se conoce cura para el 95 por ciento de ellas.

También trabaja para evitar los efectos de un diagnóstico tardío. La ausencia de diagnóstico, debido al desconocimiento que rodea estas patologías, a la dificultad de acceso a la información necesaria o a la localización de profesionales y de centros especializados, provoca una demora en la valoración, que influye en el acceso a intervenciones terapéuticas y determina en muchos casos un agravamiento de la enfermedad que se podría evitar o paliar.

TITULO: Luchar contra la enfermedad -  ‘Ellas Cuentan’ homenajea a cuatro mujeres que hacen visible la lucha ante la enfermedad y la diversidad funcional ,.

‘Ellas Cuentan’ homenajea a cuatro mujeres que hacen visible la lucha ante la enfermedad y la diversidad funcional,.

Patricia González Velasco (Madrid), Joana Aramendía Duque (Navarra), Ángela Domínguez Dorado (Madrid) y Alba Saskia Rivas (Girona), son las cuatro mujeres cuyas historias han sido elegidas este año por la comunidad del Club de Malasmadres para recibir un reconocimiento que mejorará su calidad de vida y la de sus familias,.


 
foto / Un total de 98 mujeres han participado con sus testimonios en esta edición de la iniciativa solidaria, sumándose a las cerca de 800 historias recogidas en años anteriores,.

El Club de Malasmadres y Cinfa celebran la IV edición de la acción solidaria ‘Ellas Cuentan’ con el reconocimiento a cuatro mujeres inspiradoras. La iniciativa, lanzada en 2021 por ambas entidades, da voz a mujeres que afrontan grandes retos vitales: la enfermedad o discapacidad de un hijo o hija, o el desafío de convivir con su propia enfermedad o diversidad funcional.

Este año, un total de 98 mujeres de toda España han compartido sus historias, sumándose a las cerca de 800 historias presentadas en anteriores ediciones.

Las cuatro mujeres seleccionadas para recibir este año el reconocimiento de “Ellas Cuentan” y una ayuda de Cinfa para mejorar su calidad de vida y la de sus familias son Joana Aramendía Duque (Estella, Navarra) y Patricia González Velasco (Madrid), reconocidas en la categoría ‘Madres cuidadoras de hijos e hijas con enfermedades o necesidades especiales’; y Ángela Domínguez Dorado (Madrid) y Alba Saskia Rivas (Blanes, Girona), reconocidas en la categoría ‘Mujeres que conviven con una enfermedad o diversidad funcional’. 

Patricia González Velasco (@patrimakeupmadrid) es madre de un bebé de 17 meses diagnosticado con un linfoma ultrarraro, el único caso en España. Patricia convivió desde la adolescencia con el cáncer de su madre y esa enfermedad la enfrentó en años recientes a dos fallecimientos muy cercanos: el de su madre y el de su hermano. “Estas Navidades, mi mejor regalo es que mi bebé se cure y sé que mi madre y mi hermano, desde el cielo, están muy orgullosos de mí por este reconocimiento”, afirma Patricia. “Destinaré la ayuda a los gastos que suponen las curas, las medicinas y los viajes al hospital para una madre autónoma que no tiene el 100% de la CUME», señala.

Joana Aramendía Duque (@hodeilargicln6) es madre de tres hijos, dos de ellos diagnosticados con la enfermedad de Batten, una enfermedad rara degenerativa. Joana señala que su participación en ‘Ellas Cuentan’ ha sido “una oportunidad para dar a conocer nuestra historia y la enfermedad de Batten y, con ello, seguir luchando, investigando y tratando de mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por ella, como mis pequeños Hodei e Ilargi”. En concreto, la ayuda otorgada irá destinada “a la investigación, ya que justamente está previsto para el año que viene un ensayo clínico en California de terapia génica para la enfermedad de nuestros hijos, y toda la ayuda va a ser necesaria” añade.

Ángela Domínguez Dorado (@angela_paraciclista) fue diagnosticada con una lesión medular que la llevó a usar silla de ruedas tras años de complicaciones médicas. Además, también afronta las enfermedades de su hijo y su hija. Ángela es un ejemplo de superación y quiere que este reconocimiento sirva para continuar concienciando sobre las enfermedades y demostrar que su discapacidad no define quién es. “Para mí, ser una de las reconocidas significa tener la oportunidad de continuar demostrando que puedo tener una discapacidad, pero no permito que ella me tenga a mí. La ayuda recibida le permitirá “poder adquirir la bicicleta adaptada  con amortiguación que necesito y seguir concienciando acerca del síndrome de Tourette de mi hijo mediano, como he hecho hasta ahora”.

Alba Saskia Rivas (@soyhope), diagnosticada con el síndrome de Brown-Vialetto-Van Laere, convive con una enfermedad rara que afecta su audición y movilidad. Para Alba, este reconocimiento es un impulso emocional y una plataforma para visibilizar las enfermedades raras. “Ser una de las reconocidas es dopamina en vena. Saber que mi historia conecta con tantas mujeres y nos empodera es muy reconfortante. Usar la voz, aquella que una vez se me quebró, para gritar ‘No somos invisibles’”. Sobre el apoyo económico, este lo destinará “a un tratamiento de neurorrehabilitación que estoy haciendo con mi osteópata. Hace 12 años que tengo distrofia muscular y este tipo de tratamientos me ayudan a rehabilitar la musculatura de la parte inferior”, afirma.

Una misión: dar voz a la diversidad funcional

Un año más, “Ellas Cuentan” nos recuerda el poder de las historias que visibilizan distintas realidades y transforman la sociedad. Detrás de las historias recibidas en esta cuarta edición, hay mujeres y madres que luchan por ser visibles y por que sus historias sean reconocidas como merecen. 

“Cada año, el proyecto de ‘Ellas Cuentan’ nos emociona porque detrás de las historias que llevamos recogiendo durante cuatro ediciones, hay grandes mujeres que nos inspiran por su resiliencia, su lucha y su compromiso y que merecen ser reconocidas. Alba, Ángela, Patricia y Joana se unen este año a la comunidad de mujeres ‘Ellas Cuentan’, pero hay muchas más que, gracias a esta iniciativa, han podido contar su historia y hacerla visible. Nuestro compromiso, el de Malasmadres y Cinfa, es hacer crecer la comunidad “Ellas Cuentan” para que no se sientan solas, porque el apoyo emocional es clave para todas ellas”, comenta Laura Baena, fundadora del Club de Malasmadres.

Por su parte, Enrique Ordieres, presidente de Grupo Cinfa, sostiene que “desde el comienzo de esta iniciativa, hemos podido conocer historias de superación y de fortaleza ante situaciones muy duras. Testimonios que nos permiten valorar la importancia de vivir intensamente cada momento, a pesar de las adversidades, y que nos reafirman en el convencimiento de seguir dando voz a tantas y tantas mujeres y familias que conviven con la enfermedad o la discapacidad en su día a día y nos sirven de ejemplo”.

El próximo 11 de diciembre, en una gala que tendrá lugar en Madrid y que podrá seguirse también online, Cinfa y la comunidad del Club de Malasmadres homenajearán a estas cuatro mujeres extraordinarias que son las abanderadas de todas las participantes de esta edición.

Esta gala, además, contará con la presencia de las embajadoras de la IV Edición de ‘Ellas Cuentan’: Lucía Mi Pediatra, embajadora de las tres anteriores ediciones; Sara Pereira, madre que lucha día a día con la enfermedad rara de su hijo Mateo, y Marta Brule, quien ha superado un cáncer al igual que su hijo, siendo un ejemplo de superación y esperanza.

Historias que merecen reconocimiento

Junto a las cuatro mujeres seleccionadas por el  jurado entre las cinco historias más votadas por la comunidad de Malasmadres, se encuentran otros testimonios que también han recibido un gran apoyo social.

En la categoría ‘Madres cuidadoras de niños y niñas con enfermedades o necesidades especiales’, están también las historias de Cristina Arias García, madre de una pequeña  de dos años con una enfermedad rara a la que nadie ha sabido ponerle nombre; Isabel Magro, madre de Mateo, que sufre una mutación de un gen llamado BCAP31, sin cura ni tratamiento, y Tamara Blanco Polo, madre de un niño al que le han diagnosticado la enfermedad de Tay-Sachs infantil, la cual no tiene cura y cuya esperanza de vida es de 3 a 5 años.

En la categoría de ‘Mujeres que conviven con una enfermedad o diversidad funcional’, también recibieron reconocimiento social historias como la de Lidia Obispo, que padece fibromialgia crónica e irreversible en grado severo, síndrome de fatiga crónica/encefalomielitis miálgica grave y sensibilidad química múltiple, entre otras afecciones; Aroa Estévez García, diagnosticada de autismo, fibromialgia y TEPT-C, y Bruna Corominas, con el diagnóstico de hipoacusia severa bilateral.

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