viernes, 17 de octubre de 2025

EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO -CENA - DOMINGO -LUNES - EL ARBOL DE TU VIDA - Martes - 28 - Octubre - Anabel Alonso ,. / Lunes - 27 - Octubre - Imprescindibles - John Wayne, el cobarde que se reinventó como un valiente patriota ,. / ELLA & - Compromiso ,. / EL BAR ESQUINA - REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - PESADILLA EN LA COCINA - Jueves - 23 , 30 - Octubre - Pastel cuajado de berenjena y calabacín ,.

 

 TITULO:  EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO -CENA - DOMINGO -LUNES - EL ARBOL DE TU VIDA - MARTES -  28 - Octubre - Anabel Alonso  ,.

EL ARBOL DE TU VIDA - MARTES -  28 - Octubre  ,. 

 
 Conducido por Toñi Moreno, el espacio investiga el árbol genealógico de los personajes más queridos de nuestro país. El martes -  28 - Octubre  
a las 22:30 por antena 3, etc.


 EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO - CENA - DOMINGO  -  Anabel Alonso  ,.

 EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO - CENA - DOMINGO - Anabel Alonso, fotos ,.

 Anabel Alonso,.

 Anabel Alonso: «Todo lo que atañe a la mujer ha sido el secreto mejor  guardado de la humanidad»

Anabel Alonso: «Todo lo que atañe a la mujer ha sido el secreto mejor guardado de la humanidad»,.

 Anabel Alonso: «Todo lo que atañe a la mujer ha sido el secreto mejor  guardado de la humanidad»

( Desayuno )

Barakaldo, 1964. Soy cómica y estoy en el Teatro Infanta Isabel de Madrid con 'La mujer rota', de Simone de Beauvoir, hasta el 16 de noviembre. Después iremos de gira por España,.

XLSemanal. Murielle –su personaje– está en casa sola, es Nochevieja, el bullicio de la gente no la deja dormir. 

Anabel Alonso. Ha quedado con su exmarido para hablar de la custodia de su hijo y lleva dos noches en blanco vomitando recuerdos y resentimientos.

 DESAYUNO CON TOSTA DE JAMON CON TOMATE

( Cena )

XL. Ha dedicado toda su vida a la familia: marido, madre e hijos.

A.A. Exacto y, cuando ellos desaparecen, no encuentra su lugar en el mundo: si no soy hija, esposa ni madre, ¿qué soy? La han dejado sola y culpándola.

«A los países que prohíben a la mujer hablar en público y estudiar les retiraría el saludo, pero se va allí a jugar al fútbol, donde no respetan los derechos de mujeres, de homosexuales ni de nada. ¿Qué coño pintamos jugando allí?»

XL. Simone de Beauvoir escribió esta obra hace sesenta años y hoy sigue vigente...

A.A. Es que hemos dado muchos pasos, pero no los suficientes. Ahora, al menos, podemos alzar la voz. Todo lo que atañe a la mujer ha sido el secreto mejor guardado de la humanidad. 

XL. ¿Por ejemplo…? 

A.A. La maternidad es dura, con luces y sombras; la crianza es un trabajazo; y hasta hace nada no se hablaba de la menopausia y nos han ocultado que conlleva osteoporosis, insomnio, irascibilidad, se te descuelga todo…

XL. Pare, pare, que hemos pasado de no contarlo a no hablar de otra cosa [risas]. 

A.A. Es que tiene muchísimos efectos y todos negativos, y hay que decirlo.

XL. ¿Qué haría con los países que prohíben a la mujer hablar en público y estudiar?

A.A. Pues retirarles el saludo. En cambio, van a jugar al fútbol a Emiratos Árabes, donde no respetan los derechos de mujeres, de homosexuales ni de nada. ¿Qué coño pintamos jugando allí? Nos da igual, queremos dinero y ya está. Pero si no hay que ir al Mundial de Fútbol no se va. Los regímenes que no respetan los derechos humanos no se blanquean...  

XL. No participar en Eurovisión era más fácil, pero… ¡con el fútbol hemos topado! 

A.A. Me da igual con quién topemos, no podemos blanquear regímenes que no respetan a la mitad de la población ni a los homosexuales ni al sursuncorda.  

XL. ¿Le ha sorprendido el machismo descubierto en las filas de partidos que enarbolan banderas feministas?

A.A. Cenutrios y machirulos hay en todas partes, y mujeres machistas también. Simone de Beauvoir comprobó cómo los camaradas eran igual de machistas que los conservadores. 

XL. ¿Y qué le parece que la ministra de Igualdad niegue los fallos de las pulseras telemáticas contra el maltrato?

A.A. Pues muy mal; se deberían depurar las responsabilidades de muchas cosas y ella, dimitir. Yo diría: «Lo siento, he metido la pata y aquí les dejo mi cargo porque no lo he hecho bien».

TITULO:  Lunes -  27  - Octubre -   Imprescindibles - John Wayne, el cobarde que se reinventó como un valiente patriota   ,. 


LUNES -   27  - Octubre  -  Imprescindibles  -  John Wayne, el cobarde que se reinventó como un valiente patriota   ,.
 
Imprescindibles, serie de documentales sobre los personajes más destacados de la cultura española del siglo XX cada semana en La 2, el lunes - 27  - Octubre , fotos,.
 
 John Wayne, el cobarde que se reinventó como un valiente patriota  ,.

Ha sido uno de los actores que más dinero han ganado en Hollywood; era imbatible jugando al ajedrez; un hombre muy culto, grande y conservador. Sigue siendo símbolo de América, pero también tuvo sus sombras. Te lo contamos.

Dos escenas marcaron el destino de John Wayne. En la primera aún no se llamaba así, sino Marion Robert Morrison, y era un becado de la Universidad del Sur de California. Formaba parte del equipo de fútbol americano, no tenía un centavo y era uno de los muchachos a los que el entrenador Howard Jones conseguía trabajillos en el cine para que se ganasen unos dólares. Marion, a quien todos llamaban Duke (un mote heredado de un gato que tuvo), era tercer ayudante de atrezzo en los estudios de la Fox. En 1928 se rodaba allí ¡Madre mía! El director, John Ford, se fijó en ese muchacho apuesto y fortachón.

-¿En qué posición juegas?, le preguntó John Ford.

- Defensa

- Yo también lo era. ¿Crees que podrías sacarme (empujar agachado en el futbol americano)?

-Sí, podría, contestó el joven.

Los dos se pusieron en cuclillas; uno, de 32 años, frente al otro, de 21, con sus 90 kilos y su 1,93 de altura. Ford, que confiaba en desplazar fácilmente a su rival, no consiguió mover a Morrison ni un milímetro. Y eso le picó. Le propuso otro reto. Le pidió que le placara. El joven lo hizo. Además, le pateó el pecho (con una maniobra algo marrullera) y lo despatarró en el suelo. Hubo un silencio mortal en el plató. El mal genio de Ford era temible. Pero no hubo explosión de ira. Se levantó y dijo. “Bien, volvamos al trabajo. Ya hemos hecho bastantes tonterías”.

John Ford le dijo: “Plácame”. Wayne lo despatarró en el suelo. Hubo un silencio mortal en el plató… y rodaron 20 filmes juntos

Ahí comenzó una amistad entrañable y muy fructífera para el cine: juntos hicieron más de 20 películas, algunas memorables como La diligencia, Centauros del desierto, El hombre tranquilo, Río Grande, La legión invencible, El hombre que mató a Liberty Valance o Fort Apache. Además del fútbol americano, compartían otras aficiones: el güisqui, las parrandas, las partidas de cartas.

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Empezando a hacer historia. Escena de La diligencia, 1939, de John Ford que pasará a ser considerada como 'la madre de todos los westerns'.

Con los años, Morrison dejó la carrera de Derecho, se coló de polizón en un mercante… Pero en 1930 le surgió la oportunidad de protagonizar La gran jornada, dirigida por Raoul Walsh, quien lo convenció para adoptar el nombre de John Wayne. Las críticas fueron buenas, y el actor fue portada de alguna revista. Pero el filme fracasó comercialmente, y Wayne se zambulló en casi una década de películas del Oeste de clase B, en seriales y cintas de bajo presupuesto.

Se había casado con Josephine Sáenz, tenía cuatro hijos y necesitaba dinero, así que trabajó a destajo: en 12 años hizo 44 wésterns y otros 25 filmes. Fue una experiencia agotadora, pero positiva: el especialista Yakima Canutt le enseñó a cabalgar, a caerse del caballo, a pelearse en el saloon y a manejar el revólver como nadie.

Se convirtió en el primer actor que hizo girar un rifle alrededor de un dedo como otros hacían girar los revólveres

En 1939 llega la segunda escena crucial para la carrera de John Wayne. Los protagonistas, los mismos: Ford y el actor. Se está preparando La diligencia. Los estudios quieren a Gary Cooper para el papel de Ringo Kid. Pero Ford se empeña en que lo haga Wayne, un desconocido para el gran público, una apuesta arriesgada.

La entrada en escena de Ringo debía impactar. «Podrías necesitarme a mí y a este Winchester», decía al sheriff nada más empezar. A Ford se le ocurrió que por qué no hacía girar el arma alrededor de su dedo. Como Wayne tenía las manos gigantes, hicieron una pequeña modificación en el rifle y lo rodó; fue el primero en hacer girar un rifle como si fuera un revólver.

A partir de La diligencia –que tuvo la mala suerte de competir con Lo que el viento se llevó en los Óscar de 1939 y solo obtuvo dos estatuillas– comienza el estrellato para Wayne, un éxito sin comparación en Hollywood. «Wayne es un símbolo de América» –explica Scott Eyman, autor de su biografía, John Wayne. The life and the legend–. «Es algo más que una estrella de cine, está asociado con América misma, incluso si se trata de una América ya desaparecida».

El vaquero de voz cautivadora y andares cadenciosos es un símbolo, en eso coinciden todos. No tiene la aureola de prestigio de Marlon Brando o de Robert de Niro. Muchos consideran incluso que no era un gran actor. Otros creen que sí. “A quienes salen con el tópico de que era monolítico y estereotipado les recomiendo que vean Centauros del desierto: lo hace todo con la mirada”, afirma Juan Tejero, autor de John Wayne, el vaquero que conquistó Hollywood.

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Josephine Sáenz, una panameña. El día de su primera boda. Siendo estudiante, se enamoró de Josephine Alicia Sáenz. Le costó mucho que su familia, de clase alta, lo aceptara, y no se casaron hasta que se asentó en Hollywood. No fueron felices y las peleas eran sonadas.Foto: Getty Images

El público lo quiso. ¿Cómo lo logró?

Siendo él mismo, un tipo honesto, caballeroso con las mujeres, buen amigo, trabajador, grande, fuerte, bebedor, fumador. El estereotipo de hombretón bondadoso, no el de una estrella de Hollywood. «No es suficiente que un actor diga sus frases. Al público le tiene que llegar algo más –algo que no puede crear un director–, la cualidad de ser un hombre real», así lo explicaba John Ford.

Todos hablan bien de él. «En todas las películas hay un día en el que las cosas no funcionan. Y cuando no van bien, es ideal tener cerca a un hombre como Duke. Recorrerá medio valle para decirle al operador de la segunda unidad de cámara que vamos a hacer otra toma. Casi nunca pide a otro que haga algo que puede hacer él», contó John Ford.

«Era espontáneo, siempre entusiasta ante cada proyecto, ante la vida misma y con poco interés en la contemplación de los errores», dice Scott Eyman. Y siempre fue así, desde niño.

Marion Robert Morrison nació en Winterset, Iowa, en 1907. Era hijo de un empleado de farmacia y de un ama de casa de carácter difícil. Pese a que se burlaban de él por tener nombre de niña –Marion–, era buen estudiante, popular y trabajador. Cuando su familia se mudó para llevar una granja, él se levantaba a las cinco, ayudaba en las tareas, recorría un largo camino a la escuela en una vieja yegua y, al regresar, ayudaba de nuevo en la granja. Fueron buenas enseñanzas: aprendió a montar a caballo hasta dormido y a afinar la puntería cuando su padre lo mandaba matar serpientes con una escopeta.

Adoraba a su padre

Nunca se entendió con su madre. Cuando se separaron, la madre se llevó a Bob, su hijo favorito. A él, el fútbol americano le permitió obtener una beca universitaria y, desde allí llegar al cine. Su infancia fue modesta y le costó alcanzar una comodidad económica. Pero cuando se convirtió en una estrella, ganó mucho dinero.

En 1956 ya era el actor mejor pagado de Hollywood. Firmaba contratos de dos millones de dólares por cuatro películas. A partir de 1950, Wayne se subió en el podio: dominaba el oficio, su reputación era sólida y él se convirtió en un hombre de negocios al hacerse también productor.De 1960 a 1961 se embarcó en un proyecto que a punto estuvo de derribarlo todo. Según Tejero, «aquello paralizó sus energías como director, actor y productor y puso en peligro su reputación y agotó su fortuna personal». Aquel órdago para el que hipotecó sus bienes era El Álamo, una epopeya grandiosa sobre los esfuerzos de Texas por independizarse de México. Wayne perdió mucho dinero.

En 1964 le extirparon un pulmón y parte del otro. En su tumba está escrito en español: “Fuerte, feo y formal”

Pero se recuperó. Rodó muchas películas, tenía un buen caché y trabajó en filmes muy rentables como El hombre que mató a Liberty Valance, Primera victoria, El Dorado o Valor de ley, con la que logró el Óscar, en 1969, con un solo pulmón. En 1964 le habían extirpado el izquierdo, junto con parte del derecho y una costilla, debido al cáncer, una enfermedad que combatió con alma de cowboy. Wayne tuvo los arrestos de comparecer en público para hablar alto y claro sobre su enfermedad. «Tengo la gran C, pero he vencido al hijo de puta», dijo. Y anunció que regresaría con un wéstern, Las cuatro hijas de Katie Elder. «No me he hecho famoso haciendo comedias de tocador», apostilló.

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Su segunda mujer. Esperanza Baur era una mexicana culta de gran personalidad. Con ella fue feliz, aunque él no dejó de frecuentar a sus amigos, irse de acampada o navegar con su yate. Predicaba las bondades de la familia, pero no era un hombre familiar: antes que eso estaban los amigos.Foto: Getty Images.

Recibió más de 50.000 cartas de apoyo. «Wayne no ha tenido buena prensa entre los intelectuales, pero la gente siempre lo ha querido», explica Tejero. Ese cariño se ha dejado notar en las taquillas. En 1969, después de 19 años en las listas de actores más rentables, Wayne había proporcionado a los estudios de cine más de 400 millones de dólares. Más que nadie.

Tenía la audiencia, pero le faltaban los grandes premios. Su único Óscar lo logró por su mítico papel de Marshall tuerto, mascador de tabaco, bebedor y de extraordinaria puntería en Valor de ley. Un papel ‘muy Wayne’: un hombre lacónico que evita los problemas, pero que, si no queda más remedio, se levanta y dinamita a los malos.

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Pilar, una peruana. Su tercera mujer fue Pilar Pallete. La conoció en Latinoamérica y le gustó que ella, una peruana más joven que él, ignorara quién era John Wayne. Pilar fue su viuda. Él era un respetable padre de familia de siete hijos, pero también tuvo sus aventuras.Foto: Getty Images

Wayne era un poco así, pero hay otro Duke, más desconocido. En John Wayne: the life and legend, su hija Toni cuenta que el actor «era experto en las tribus indias y en arte de los nativos americanos. Sabía todo de la Guerra Civil americana. Era muy entendido en arte oriental. Sabía muchísimo de muchísimas cosas». También era un demonio en ajedrez, muy bueno jugando al bridge, un fumador empedernido (de seis cajetillas diarias), un bebedor imbatible (también por eso lo admiraba John Ford) y un gran aficionado a la literatura, que recitaba a Shakespeare de memoria, que había leído las obras completas de Churchill y que amaba a Dickens.

Tenía encanto, humor y dignidad. Lo demostró incluso en su última película. Otra escena muy cinematográfica: su personaje es un viejo pistolero enfermo de cáncer (como él); el director Don Siegel decidió que muriera de un tiro por la espalda, porque de frente nadie podría acabar con John Wayne. Se titulaba El último pistolero. Falleció en 1979, derrotado por el cáncer. Su epitafio está escrito en español y es escueto: “Fuerte, feo y formal”.

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La guerra, una losa en su vida. Era partidario de la guerra de Vietnam, pero él se libró de ser alistado alegando una lesión de oído. Esa reticencia a ir al frente fue una losa en su vida: lo acusaron de hipócrita y de aprovechar, además, la ausencia de otros actores que sí fueron a la guerra para copar las carteleras. Aquí, fotograma de Jet Pilot, 1957, película en la que comparte protagonismo con Janet Leigh.

¿Patriota y cobarde?

Era anticomunista, conservador y patriota. John Wayne entró a formar parte de la Alianza Cinematográfica para la Conservación de los Ideales Norteamericanos en 1944 y la presidió tres veces. Pero lo cierto es que no testificó contra ninguna figura de Hollywood durante la ‘caza de brujas’ del macarthismo. Defendió la intervención norteamericana en Vietnam. Dirigió e interpretó Boinas verdes, una indisimulada defensa de aquella guerra. Fue un republicano activo, pero, pese a que el partido se lo pidió varias veces, no se presentó como candidato porque creía que nadie tomaría en serio a un actor. Luego, él mismo apoyó a Ronald Reagan como candidato a Gobernador de California. Sin embargo, él –que interpretó a tantos militares heroicos– nunca fue a la guerra, como sí fueron Henry Ford, James Stewart, Clark Gable o Tyrone Power, alistados durante la Segunda Guerra Mundial. Wayne lo evitó alegando una lesión de oído. Esa reticencia a ir al frente fue una losa en su vida: lo acusaron de hipócrita y de aprovechar, además, la ausencia de otros actores que sí fueron a la guerra para copar las carteleras.

TITULO: ELLA & - Compromiso,.

Compromiso,.

 El compromiso de los empleados, esencial para alcanzar el éxito empresarial  - Fundación máshumano

foto / Fácil es comprometerse con lo que no depende de uno, con lo que pilla lejos, con lo que resolverán otros o no se resolverá. Más cuesta imponerse el deber de ser uno mismo el que asuma la responsabilidad, levante el peso o vadee el río, so pena de tener que rendir cuentas por no haber cumplido lo que se echó a la espalda. Hoy quien manda se desentiende con soltura de lo que prometió para que le pusieran la batuta en las manos, de los reveses habidos en su mandato, de que los proyectos a su cargo no avancen, languidezcan, naufraguen. Está de moda un liderazgo basado en la falta de todo compromiso efectivo o, lo que es peor, en que sean otros los que carguen con el descrédito si el tren que uno conduce descarrila. Hay quien cree que tamaña inconsistencia se suple con recursos narra-tivos. Ya se irá viendo.

TITULO: EL BAR ESQUINA - REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - PESADILLA EN LA COCINA - Jueves - 23 , 30 - Octubre - Pastel cuajado de berenjena y calabacín    ,. 


Jueves   -  23 , 30  - Octubre - Pesadilla en la Cocina es un programa de televisión español de telerrealidad culinaria, presentado por el chef Alberto Chicote, emitido habitualmente los jueves a las 22:30 en La Sexta. Nuevas broncas, enfrentamientos y arcadas; Alberto Chicote regresará con nueva temporada de Pesadilla en la cocina. Tras una temporada de descanso, Pesadilla en la cocina vuelve Alberto Chicote con las pilas bien cargadas. El chef de laSexta intentará reflotar nuevos restaurantes y se enfrentará a nuevos retos, etc.

EL BAR ESQUINA -  REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - Pastel cuajado de berenjena y calabacín   ,.   

EL BAR ESQUINA -  REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO -   Pastel cuajado de berenjena y calabacín ,. fotos,.

 Pastel cuajado de berenjena y calabacín ,.

 

 Pastel cuajado de berenjena y calabacín

 

Ingredientes,.

 

  • 2 cebolletas tiernas picadas 
  • 2 dientes de ajo picados
  • 5 berenjenas
  • 1 calabacín
  • 1 pizca de orégano
  • 100 ml de sofrito de tomate
  • 3 huevos
  • 150 ml de leche
  • 150 ml de nata líquida
  • 250 g de queso de nata en dados
  • 100 ml de AOVE
  • Sal y pimienta,.
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Del pesto:

  • 8 anchoas
  • 1 sopera de piñones o almendras tostadas
  • 1 manojo hermoso de albahaca
  • 4 soperas de AOVE,.
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Preparación

En un puchero con dos soperas de aceite sofríe las cebolletas, el ajo y una pizca de sal 10 minutos. Corta los extremos a las berenjenas y lávalas. Pártelas en dos y, de los centros con más diámetro, obtén 25 rodajas finas. Corta en daditos las otras berenjenas y el calabacín, y añade los dados al sofrito; también el orégano y el tomate. Deja pochar 20 minutos y, luego, que enfríe. Mientras, en una sartén con el AOVE restante, dora las rodajas de berenjena y escúrrelas sobre papel absorbente. En un bol bate los huevos, la leche y la nata, y salpimienta. Echa el sofrito de verdura y mezcla bien. En una fuente vierte la mitad de la mezcla y cubre con los dados de queso de nata, derramando el resto de la mezcla. Coloca las rodajas de berenjena fritas por encima, de forma vistosa, unas sobre otras. Hornea a 160 ºC 30 minutos: que quede temblorosa en el centro y no se seque. 

Acabado y presentación

En un mortero maja las anchoas y los frutos secos para crear una pasta, añade la albahaca. Maja más hasta formar una pasta verde; remata con el AOVE. Remueve para que quede un pesto ligado y emulsionado. Sirve el pastel con el pesto.

Truco

Podemos hornear la mezcla en pequeñas flaneras individuales, forrando las paredes del molde con las rodajas de berenjena para poder así desmoldarlas. 


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