foto - Jessica Chastain: "Hollywood ya no me intimida",.
Ya es una estrella consagrada, pero aún le persiguen
los fantasmas. Insegura e hiperexigente, vuelve con una nueva película
de Guillermo del Toro. Y da mucho miedo.
Con su famosa melena pelirroja perfectamente peinada, un vestido negro ajustado y zapatos de tacón a juego con su pelo, hoy no está aquí para rodar, sino para atender a la prensa. Está promocionando su nuevo trabajo, La cumbre escarlata (ya en cines), "una película de amor y de horror humano", en palabras de Guillermo del Toro, su director, que ha hecho una moderna historia de fantasmas, un cuento gótico "a su manera" situado en una tenebrosa mansión inglesa del siglo XIX.
En esta caravana, se nota que Chastain ya no es la actriz recién llegada a Los Ángeles con un título de Juilliard bajo el brazo que hace cuatro años dejó boquiabierta a la industria encadenando un papel con otro: 'El árbol de la vida', 'La noche más oscura', 'Criadas y señoras'... (por las dos últimas fue nominada a los Oscar). Ahora, además de la película de Guillermo del Toro estrena simultáneamente 'Marte' (The Martian).
Dice que ya no se siente como una novata, pero sigue siendo tan tímida, modesta y perfeccionista como siempre. También le sigue apasionando su oficio y continúa obsesionada con preservar el misterio. Hasta hace poco, ni siquiera se sabía su edad con exactitud (nació en 1974). Por la misma razón, Chastain ha jurado que jamás saldrá con un actor. Dice que preservar su intimidad es la única forma de poder desaparecer detrás de sus personajes.
De momento, ha cumplido su promesa y desde 2012 sale con el conde italiano y ejecutivo de moda Gian Luca Passi. Pero de eso no habla. Tampoco de si quiere o no ser madre. Chastain quiere seguir siendo un misterio. Y Mujerhoy entró en esa caravana para intentar desentrañarlo...
Mujerhoy. Este es su papel más inquietante hasta la fecha. ¿Le resultó divertido ponerse en la piel de un personaje tan oscuro?
Jessica Chastain. Pensé que sería divertido, pero empezamos a rodar y de repente... estaba totalmente deprimida. Mi personaje es como un animal maltratado, que por muy dulce que sea, cuando te acercas a ayudarle, no puede evitar morderte. Por eso, el sentimiento de soledad y de vacío que sentía era muy profundo.
MH. ¿Se lleva los personajes a casa?
JC. Habitualmente no, además es muy difícil llevarse un personaje como este a casa. También influyó que estábamos rodando en Toronto en uno de los inviernos más fríos que recuerdo. Después de meses sepultados bajo la nieve, te acabas preguntando inevitablemente: "¿Cuándo volveré a ver el sol?".
MH. De hecho, creo que después de esta película no quería actuar más...
JC. Sí, tenía previsto rodar una película justo después y no pude hacerlo. Recuerdo que le escribí un e-mail a Guillermo [del Toro] explicándole lo mal que lo estaba pasando. Después de sentir esa tristeza tan profunda durante cuatro meses, no puedes volver a ser feliz de la noche a la mañana.
MH. ¿Considera la felicidad su estado natural?
JC. Sí, soy una persona feliz. En realidad, estar triste es algo que requiere muchísima energía. Para mí, es más difícil interpretar a un personaje sombrío. Por eso, este ha sido el papel más duro de mi carrera.
MH. ¿Cree usted en fantasmas?
JC. Siempre es más divertido creer en estas cosas que no hacerlo, ¿no? Además, como soy una persona optimista, prefiero pensar que si hay un fantasma aquí con nosotras, tiene buenas intenciones. Hace poco, estaba poniéndome el pijama para meterme en la cama y todas las luces de la habitación se encendieron y se apagaron de pronto. Pensé: "Creo que ha sido un fantasma". Pero me fui a dormir tan tranquila [Risas].
MH. La entrevisté por primera vez en 2011. Estaba abrumada por la fama repentina y se sentía como pez fuera del agua en este negocio. ¿Ha cambiado esa sensación?
JC. Sí, ahora ya soy parte de esta industria. Pero también me siento... como un fraude [Risas]. ¿Sabes lo que quiero decir?
MH. No estoy segura...
JC. Cada vez que me enfrento a un personaje nuevo me aterroriza pensar que ese será el papel con el que todo el mundo se dará cuenta y dirá: "Sí, en realidad es una actriz horrible". [Risas]. Y sospecho que esa sensación se va a quedar conmigo para siempre. Pero ahora, al menos, ya no siento que no sé lo que estoy haciendo cuando estoy en un rodaje, haciendo una entrevista o en una alfombra roja. Ahora, entiendo el proceso.
MH. Es decir, que ha aprendido a controlar la presión, pero la inseguridad sigue intacta.
JC. Eso es. Y eso es lo que me hace trabajar más duro cada día.
MH. También confesaba que era una tímida enfermiza. ¿Lo ha superado?
JC. Sigue sin gustarme ser el centro de atención en una fiesta y que un montón de extraños me estén mirando. Prefiero sentarme en una esquina, relajarme y charlar con una persona, como si estuviéramos tomando un café. Eso me gusta.
MH. Se define como una perfeccionista. ¿Se da mucha caña a sí misma?
JC. Constantemente. No me gusta la pereza.
MH. Fíjese que con su expediente me cuesta creer que usted sea vaga...
JC. ¡Lo sé! Es cierto, no soy vaga, pero... En una película que hice, y de la que no diré el nombre, no trabajé lo suficiente en una escena en concreto y cuando la vi, pensé: "¡Es horrible! Podría haberlo hecho mucho mejor"... Te confesaré que la película era 'La noche más oscura'...
MH. Es consciente de que, probablemente, usted sea la única que lo sabe. ¿Verdad?
JC. Sí, lo sé. Pero me perseguirá siempre. Llevábamos meses de rodaje y la noche anterior estaba muy cansada, quería irme a dormir. Tenía que haberla preparado más.
MH. ¿Y la fama? ¿Cómo la ha encajado?
JC. Todo lo que me daba miedo cuando llegué a Hollywood, como si podría relacionarme con naturalidad o si tendría conversaciones normales con otras personas, se ha disipado. La gente es extremadamente educada y respetuosa conmigo. Para mí, la fama está siendo una experiencia muy positiva. Hollywood ya no me intimida. También es cierto que no vivo en Los Ángeles y que no estoy en el punto de mira de los paparazzi...
MH. ¿Y cómo afronta la competición con otras actrices por los mejores papeles?
JC. Yo no lo veo como una competición. Nunca veo una película de otra actriz y pienso: "Yo lo hubiera hecho mejor". Eso no entra dentro de mi vocabulario. Además, ahora me encuentro en una posición privilegiada en la que me mandan guiones, me reúno con los directores y soy capaz de elegir. Ya no tengo que esperar mi turno en una sala con otras cuatro actrices para hacer un casting. Eso sí es terrorífico.
MH. En cambio, se ha quejado amargamente de la falta de personajes interesantes para las actrices en Hollywood. Pero parece que usted sí ha conseguido escapar a los estereotipos. ¿Es señal de que algo está cambiando?
JC. Todavía queda muchísimo por hacer. Durante mucho tiempo, solo me ofrecían personajes en los que o era la novia del protagonista o la víctima. Y todavía los sigo recibiendo. Pero ahora, cuando alguien me manda un guión y el personaje no tiene diferentes dimensiones, no es que lo rechace, es que les digo: "Quiero trabajar contigo, pero tienes que revisar este guión. El personaje femenino no está bien escrito, no parece un ser humano". Incluso si no voy a hacer la película. Tengo muchísima suerte de poder elegir los personajes que tengo que interpretar, pero hay muchísimas actrices con más talento que yo y más famosas que yo a las que, por una u otra razón, no se les da la oportunidad de interpretar personajes complejos. Y eso tiene que cambiar.
MH. Lo que sí está cambiando es que las actrices están alzando la voz y denunciando el sexismo de esta industria. ¿Ser combativas es una necesidad?
JC. Yo llevo mucho tiempo hablando de este tema. Una actriz que está empezando y que va de casting en casting, teme alzar la voz contra la industria y denunciar las injusticias a las que se enfrenta. Por eso, quienes estamos en una posición como la mía, tenemos que intentarlo. Y los hombres también tienen que empezar a hablar de ello...
MH. Pero muy pocos lo hacen...
JC. ¡Lo sé! Y me sorprende. Yo, por ejemplo, he denunciado la falta de papeles para las actrices afroamericanas. ¡No tengo miedo de que las actrices blancas vayamos a tener menos trabajo! Así que ellos tienen que empezar a denunciarlo.
MH. Ha contado que antes de ser famosa, jamás le habían dicho que era guapa. ¿La percepción que los demás tienen de uno modifica también la imagen propia?
JC. ¡No! Tienes que lidiar con las mismas inseguridades. Además, si cuando la gente te dice que eres guapísima te lo crees, también debes creerte lo contrario. Tienes que tener tu propia percepción de ti mismo. No sé si debería decir esto en alto, pero... Yo me siento guapa porque soy feliz. Si dejase que un juez externo determinara mi belleza, creo que nunca volvería a salir de casa.
MH. ¿Y qué es lo que le hace más feliz en estos momentos?
JC. Estar con mi familia, con mis amigos y con mis animales, ese sentimiento de estar conectando con otra persona... Me encanta la interpretación y estar en un rodaje porque para mí es como ir al colegio, siempre aprendo algo sobre mí misma y sobre los demás. Pero la felicidad, ese sentimiento de dicha, viene de estar con mis seres queridos.
MH. ¿Es de las que planifican su futuro al milímetro o prefiere dejarse llevar?
JC. Soy una chica de aquí y ahora. No me gusta hacer planes. Además, ahora mi carrera se ha estabilizado. Antes, sentía la necesidad de estar siempre trabajando. Ahora, me tomo mi tiempo para mí misma, algo que antes no me permitía. Pero ¿quién sabe lo que estaré haciendo dentro de 10 años? Ni si quiera sabemos si estaremos aquí... Me gusta funcionar con la filosofía de que hay que disfrutar como si este fuese tu último día.
- Terrorífica Jessica
TÍTULO: LA CHICA LUNES 19 OCTUBRE DOMINGO 25 OCTUBRE - Charli Howard, modelo,.
La ‘top’ -foto--Charli Howard, a su agencia: «No puedo cortarme los huesos»
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«Me siento culpable porque no alcanzo vuestros ridículos e insostenibles estándares de belleza mientras vosotros os pasáis el día sentados frente a un escritorio, devorando pasteles y galletas»
La modelo Charli Howard ha dejado la agencia que hasta ahora la representaba con un duro escrito en el que además revela que le habían advertido que perdería su empleo si no reducía su peso. "No puedo cortarme los huesos", se ha lamentado la top de 23 años en su cuenta de Facebook en un texto dirigido a la agencia de modelos hasta ahora la representaba. «Me siento culpable porque no alcanzo vuestros ridículos e insostenibles estándares de belleza mientras vosotros os pasáis el día sentados frente a un escritorio, devorando pasteles y galletas y criticándonos por nuestro aspecto físico», critica Howard. La joven modelo, que ha abandonado la agencia, usa la talla 34 que es el criterio mínimo exigido para desfilar en pasarelas como Cibeles o París.
Su agencia le ha reprochado que haga sus críticas en público. Según publica The Guardian, Annette-Marie Kjean, de la agencia Wilhelmina London —la que representaba a Charli Howard hasta hace unos días— ha contestado: "Para ser justos, deberías decir la verdad sobre nuestra representación contigo como modelo. Recuerda que una vez nos dejaste por otra agencia y decidiste volver por segunda vez y nosotros te dimos la bienvenida".
Sin embargo, la mayor parte de Internet ha apoyado a la modelo como se ha dejado sentir en los comentarios de Facebook, lo que ha llevado a Charli Howard a dar a las gracias a las miles de personas que le han expresado su respaldo. Y para la agencia, otro mensaje: «Cuando podáis representar la mujer que soy, llamadme175, ha escrito.