FÚTBOL
Real Madrid
El sabio oculto del Retiro
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Desde la renuncia al protagonismo, -foto-Ancelotti triunfa en el Madrid
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Disfruta perdiéndose por el parque madrileño, con gafas de sol y gorra
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Mimó a Di María, cerró la puerta a Coentrao y apostó por Carvajal; todos le han respondido
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Se instaló en el barrio de Salamanca, a un paseo de su restaurante favorito
Carlo Ancelotti buscaba ayer un rato por la tarde
para cumplir con el ritual que más le relaja desde que vive en su nueva
ciudad: perderse por el Retiro. Discreto, con gafas de sol y gorra, ya sea a buen paso o directamente corriendo, el técnico del Real Madrid recorre el inmenso jardín de la capital, a veces con música, otras inmerso en sus pensamientos. Casi nadie le reconoce por el barrio de Salamanca,
las calles donde decidió instalarse con su mujer cuando llegó a la
capital el pasado verano. Nada de urbanizaciones de lujo, quería centro,
trajín de urbe y poder ir andando a sus restaurantes favoritos. En el
mes de mayo, tras haber metido al Madrid en la final de la Champions, sus paseos se van a complicar.
«Cómo no va a saber dirigir estos partidos. Si alguien sabe, es él», decía un alto ejecutivo del club el pasado lunes en el Allianz Arena, a 24 horas de presenciar una de las victorias más sonadas en la historia de la competición. El Madrid ha despachado en tres semanas a los dos equipos que han dominado el continente en los últimos tiempos. Antes de tumbar al Bayern de Guardiola, al Barça le ganó la Copa sin Cristiano en un ejercicio de eficacia defensiva, éxito que reforzó enormemente a un vestuario siempre apoyado por la confianza de su técnico.
Como dijo en una entrevista con EL MUNDO días antes de la final copera y repitió a sus futbolistas en la euforia de Múnich, si tenía que elegir una plantilla de cualquier club de elite para jugarse el final de temporada lo tenía claro: "Sería este Madrid". La gestión del italiano ha conquistado a sus jugadores primero y finalmente al club, donde Florentino Pérez le quiso ya en 2006. Hasta ahora se le tenía bajo observación, con la limitada paciencia ante las derrotas que conlleva el cargo en el Real Madrid, pero la eclosión del equipo le ha afianzado para el futuro. Pase lo que pase en la Liga o en la final de la Champions, sólo un terremoto podría hacer que el entrenador de la próxima temporada no fuera él. Se lo ha ganado de ley.
Sin revoluciones tácticas, ha conseguido un conjunto de varios registros a la hora de defender o crear, pero siempre con la mirilla puesta en la portería contraria. La letal verticalidad de este Madrid le ha convertido en el equipo más peligroso de Europa en la actualidad. "El trabajo del míster está siendo muy bueno", decía Xabi Alonso en Múnich, mientras maldecía la tarjeta amarilla más cruel de su vida, la que le impedirá estar en Lisboa. Él ha sido la prolongación de Ancelotti en el campo, una pareja, entrenador y futbolista, que seguro intercambiarán pareceres en los próximos días para dar con la mejor solución a su ausencia en la ansiada cita del 24 de mayo.
Carletto se ha ganado al vestuario desde la generosidad, la calma y el carisma que porta, a pesar de su adusto gesto inicial. No pierde la compostura, ni la elegancia, como demostró con Guardiola tras la goleada en Múnich. El brazo por el hombro que pasó al rival justo al finalizar el encuentro fue una de las imágenes de la noche. Después, en rueda de prensa, no abusó del resultado, al contrario: "Sólo es una victoria, nada más. La filosofía de Guardiola debe seguir siendo la misma porque con ella ha cosechado muchos éxitos".
Ancelotti, el hombre serio capaz de contar un chiste en medio de la charla previa a una final. Su sentido del humor ha calado tanto como su escaso afán de protagonismo. Nunca ha criticado a uno de sus chicos en público ni ha reclamado al club que le faltaran mimbres. Siempre se mostró satisfecho con el plantel, abrió la puerta a Mesut Özil para defender a Di María, al que volvió a mimar en diciembre, y convenció a Fabio Coentrao para que continuara. A los problemas ha echado agua limpia, que regenera. Las pequeñas crisis semanales que acompañan siempre al Madrid las ha ido resolviendo sin histerias, desde el sentido común.
"Nadie tiene más ganas que nosotros de la Champions", dijo antes del duelo ante el Bayern para reafirmar el protagonismo de su equipo, a la sombra de los alemanes desde el sorteo. La caseta está con él. ¿Su fórmula? Grandes dosis de inteligencia emocional, dando importancia a todos. Desde el principio reforzó los galones de los referentes de la plantilla, desde la portería, innovando con la alternancia para que Casillas jugara dos competiciones, hasta la defensa, leal con Ramos y Pepe, a pesar de la pujanza de Varane.
Tampoco dudó con Modric, su faro desde el comienzo, ni cuestionó jamás a Gareth Bale. A los jóvenes fichajes les ha dado minutos de calidad cuando ha tenido ocasión, como a Illarramendi o Isco, y ha tratado a los canteranos con delicadeza. Uno de ellos, Dani Carvajal, es ya una de las mejores noticias de una temporada pendiente del broche ideal.
TÍTULO: LA LISTA DE LA COMPRA,.CANCIÓN,.
En el mismo folio
la lista de la compra y una canción
como un cupón
de los ciegos
rima la soledad
con el atún en aceite vegetal
en oferta
¡vaya precios sin competencia!
una mano pide el cielo,
la otra en el cajón del pan
hay manchas de grasa
de llanto, de tinta
estoy harto de tanto frotar.
Tú que eres tan guapa y tan lista
tu que te mereces un príncipe, un dentista, ¡tu!
te quedas a mi lado
y el mundo me parece
más amable
más humano
menos raro.
¡Tú!
¡Qué bonito el mar!
cuando lo miro a tu lado
olvido las pateras
las mareas negras
los alijos incautados
la playa en donde
se dejan morir las ballenas
este infumable plato combinado
Y aunque me engañe
y me diga que no
siempre estás tú detrás
de mí mejor yo
que aunque no soy pa ti
que soy pa contigo
el mundo es tan redondo
como el “pirsin” de tu ombligo.
La cosa se pone dura sin tu aliento
siento con amargura
que estoy perdiendo la frescura
que se vuelve frío sin tu calor
y sin droga dura
«Cómo no va a saber dirigir estos partidos. Si alguien sabe, es él», decía un alto ejecutivo del club el pasado lunes en el Allianz Arena, a 24 horas de presenciar una de las victorias más sonadas en la historia de la competición. El Madrid ha despachado en tres semanas a los dos equipos que han dominado el continente en los últimos tiempos. Antes de tumbar al Bayern de Guardiola, al Barça le ganó la Copa sin Cristiano en un ejercicio de eficacia defensiva, éxito que reforzó enormemente a un vestuario siempre apoyado por la confianza de su técnico.
Como dijo en una entrevista con EL MUNDO días antes de la final copera y repitió a sus futbolistas en la euforia de Múnich, si tenía que elegir una plantilla de cualquier club de elite para jugarse el final de temporada lo tenía claro: "Sería este Madrid". La gestión del italiano ha conquistado a sus jugadores primero y finalmente al club, donde Florentino Pérez le quiso ya en 2006. Hasta ahora se le tenía bajo observación, con la limitada paciencia ante las derrotas que conlleva el cargo en el Real Madrid, pero la eclosión del equipo le ha afianzado para el futuro. Pase lo que pase en la Liga o en la final de la Champions, sólo un terremoto podría hacer que el entrenador de la próxima temporada no fuera él. Se lo ha ganado de ley.
Sin revoluciones tácticas, ha conseguido un conjunto de varios registros a la hora de defender o crear, pero siempre con la mirilla puesta en la portería contraria. La letal verticalidad de este Madrid le ha convertido en el equipo más peligroso de Europa en la actualidad. "El trabajo del míster está siendo muy bueno", decía Xabi Alonso en Múnich, mientras maldecía la tarjeta amarilla más cruel de su vida, la que le impedirá estar en Lisboa. Él ha sido la prolongación de Ancelotti en el campo, una pareja, entrenador y futbolista, que seguro intercambiarán pareceres en los próximos días para dar con la mejor solución a su ausencia en la ansiada cita del 24 de mayo.
Carletto se ha ganado al vestuario desde la generosidad, la calma y el carisma que porta, a pesar de su adusto gesto inicial. No pierde la compostura, ni la elegancia, como demostró con Guardiola tras la goleada en Múnich. El brazo por el hombro que pasó al rival justo al finalizar el encuentro fue una de las imágenes de la noche. Después, en rueda de prensa, no abusó del resultado, al contrario: "Sólo es una victoria, nada más. La filosofía de Guardiola debe seguir siendo la misma porque con ella ha cosechado muchos éxitos".
Ancelotti, el hombre serio capaz de contar un chiste en medio de la charla previa a una final. Su sentido del humor ha calado tanto como su escaso afán de protagonismo. Nunca ha criticado a uno de sus chicos en público ni ha reclamado al club que le faltaran mimbres. Siempre se mostró satisfecho con el plantel, abrió la puerta a Mesut Özil para defender a Di María, al que volvió a mimar en diciembre, y convenció a Fabio Coentrao para que continuara. A los problemas ha echado agua limpia, que regenera. Las pequeñas crisis semanales que acompañan siempre al Madrid las ha ido resolviendo sin histerias, desde el sentido común.
"Nadie tiene más ganas que nosotros de la Champions", dijo antes del duelo ante el Bayern para reafirmar el protagonismo de su equipo, a la sombra de los alemanes desde el sorteo. La caseta está con él. ¿Su fórmula? Grandes dosis de inteligencia emocional, dando importancia a todos. Desde el principio reforzó los galones de los referentes de la plantilla, desde la portería, innovando con la alternancia para que Casillas jugara dos competiciones, hasta la defensa, leal con Ramos y Pepe, a pesar de la pujanza de Varane.
Tampoco dudó con Modric, su faro desde el comienzo, ni cuestionó jamás a Gareth Bale. A los jóvenes fichajes les ha dado minutos de calidad cuando ha tenido ocasión, como a Illarramendi o Isco, y ha tratado a los canteranos con delicadeza. Uno de ellos, Dani Carvajal, es ya una de las mejores noticias de una temporada pendiente del broche ideal.
TÍTULO: LA LISTA DE LA COMPRA,.CANCIÓN,.
En el mismo folio
la lista de la compra y una canción
como un cupón
de los ciegos
rima la soledad
con el atún en aceite vegetal
en oferta
¡vaya precios sin competencia!
una mano pide el cielo,
la otra en el cajón del pan
hay manchas de grasa
de llanto, de tinta
estoy harto de tanto frotar.
Tú que eres tan guapa y tan lista
tu que te mereces un príncipe, un dentista, ¡tu!
te quedas a mi lado
y el mundo me parece
más amable
más humano
menos raro.
¡Tú!
¡Qué bonito el mar!
cuando lo miro a tu lado
olvido las pateras
las mareas negras
los alijos incautados
la playa en donde
se dejan morir las ballenas
este infumable plato combinado
Y aunque me engañe
y me diga que no
siempre estás tú detrás
de mí mejor yo
que aunque no soy pa ti
que soy pa contigo
el mundo es tan redondo
como el “pirsin” de tu ombligo.
La cosa se pone dura sin tu aliento
siento con amargura
que estoy perdiendo la frescura
que se vuelve frío sin tu calor
y sin droga dura
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