DESAYUNO - CENA - VIERNES - Lamer y wasapear, fotos,.
Lamer y 'wasapear',.
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Ya hay soportes para dejar el cucurucho de helado y manejar el móvil,.
Las incomodidades aguzan el ingenio. En Extremadura, las altas temperaturas nos han especializado en trucos para combatirlas, ya sea construir casas con gruesos muros, procurar un patio interior con pozo y plantas, saber que a partir de las once de la mañana conviene cerrar las puertas y las ventanas, bajar todas las persianas y vivir en penumbra hasta que el sol decline, convertir el aire acondicionado y el ventilador en electrodomésticos casi tan necesarios como la lavadora... Recuerdo que en Galicia, además de combatir el calor con las ventanas abiertas, los ventiladores se acababan en las tiendas el primer día que el termómetro superaba los 30 grados. Allí nunca tuve aire acondicionado, ni tampoco lo he visto en las casas de ninguno de mis parientes asturianos, que los fines de semana se van a León a secarse.
Ese ingenio aguzado por el calor nos ha convertido en grandes comedores de polos y helados. Siendo niño, ya había en casa una heladera artesana de madera, que funcionaba echándole hielo y hacía unos helados de mantecado (antiguamente, los helados de vainilla se llamaban de mantecado) muy ricos. El hielo se distribuía en carros o en camionetas, que recorrían en verano las calles de Cáceres haciendo venta ambulante.
Cuando llegaron los primeros frigoríficos, congelábamos polos de cualquier cosa en las bandejas para hacer cubitos, que llenábamos de gaseosa de naranja, de leche azucarada o de algún otro líquido dulce y congelable. Vinieron después las heladeras eléctricas y hoy, la verdad, la oferta de helados en los supermercados es tan abundante y son tan baratos que hacer helados en casa no compensa.
El otro día, una abuela compraba junto a mí unos helados para sus nietas. El mío era de vainilla y caramelo, de una marca blanca y costaba menos de dos euros. Me preguntó que si salía bueno y le respondí que delicioso. Ella dudaba entre el mío y uno de una marca famosa que le costaba el doble. Tuvo que llevarse el caro. «Es que mis nietinas solo comen helados de esta marca que sale en la tele», se excusó. Yo le propuse que le hiciera en los cubitos unos polos de zumo de piña, que ya vería cómo le gustaban por la novedad y que les dijera que lo había aprendido viendo Master Chef. La abuela sonrió, pero se llevó el tarro caro.
Los helados más ricos que he comido nunca no los compré en Italia ni en Valencia, sino en el paseo de Cánovas de Cáceres y no eran de nueces de macadamia, dulce de leche ni stracciatella, sino de mantecado, salían de una especie de grifo y eran muy cremosos, nada de masas sólidas. Debían de considerarse una antigualla porque fueron sustituidos por las casetas de las marcas famosas, que no han vuelto a servir helados tan ricos. Quizás todo esto no sean más que mistificaciones de señor mayor, que convierte sus recuerdos de infancia en la cima de la delicia. Puede ser, pero yo no he vuelto a probar helados parecidos.
Hace unas semanas me sirvieron en Cuenca unos cucuruchos con un magnífico helado de avellana. Aunque lo que más me gustó fue el artilugio que trajo la camarera para soportar los conos. No lo había visto nunca, quizás porque soy poco sofisticado o porque pido pocos helados en los bares, pero me pareció un invento muy práctico: son unos soportes de metal que te permiten dejar el helado en posición vertical mientras te dedicas a otros menesteres, por ejemplo, a enredar con el móvil.
La camarera me confesó que esa había sido la razón del invento: el móvil. Antes de la popularización del teléfono celular, los clientes dedicaban todo su esfuerzo a lamer el helado. Con la tiranía del móvil, tomar en la terraza del bar un helado de cucurucho significaba tener que dejar durante unos minutos de consultar los mensajes y los clientes preferían beber a lamer. Antes, en verano, íbamos a los bares a lamer helados. Ahora, vamos a 'wasapear' y no nos importa tener la lengua ocupada, pero necesitamos tener las manos libres.
TÍTULO: EN PORTADA,.
- El 9 de julio a las 23:40h en la 2
Nueva oportunidad de ver en televisión el reportaje sobre 'Fracking' que rodamos en EE.UU.
" A todo gas ",.
Se calcula que solo en Pensilvania hay ya unos 7.000 pozos extrayendo energía mediante el método del 'fracking'... Y que en unos años se llegará a 100.000. Este estado norteamericano está repleto de partidarios y detractores de la novedosa técnica de extracción de gas que ha revolucionado el mercado mundial de la energía. Unos y otros hablan para En Portada en A todo gas. La polémica está servida. foto,.
TÍTULO: VIERNES - SABADO - CINE - RED DE MENDIRAS,.
- Reparto
- Leonardo DiCaprio, Russell Crowe, Mark Strong, Michael Gaston, Ali Suliman, Golshifteh Farahani, Sami Samir, Alon Aboutboul, Kais Nashif, Oscar Isaac, Simon McBurney, Michael Stuhlbarg,.
- Roger Ferris (Leonardo DiCaprio) es el mejor agente de la CIA. Su trabajo lo lleva de Oriente Medio a Washington. Cada uno de sus pasos depende de una voz al otro lado de un teléfono: la del veterano Ed Hoffman (Russell Crowe), responsable de las operaciones de la Agencia en todo Oriente Medio. Desde su confortable casa, Hoffman le sigue la pista a un líder terrorista que está sembrando el terror mediante atentados con bomba y parece capaz de eludir a la red de inteligencia más sofisticada del mundo. Para sacar a los terroristas de su madriguera, Ferris tendrá que entrar en su turbio mundo... Adaptación de la novela homónima de David Ignatius, antiguo columnista de asuntos internacionales del diario "The Washington Post".
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