domingo, 26 de julio de 2015

DESAYUNO - CENA - DOMINGO - LUNES - MIGUEL SOSA,./ TRAZOS - CARTA DEL ESTADO,. / DOMINGO - LUNES - CINE - TRISTANA,.

TÍTULO: DESAYUNO - CENA - DOMINGO - LUNES - MIGUEL SOSA,.

-foto-Miguel Sosa "El lenguaje no es machista, machista es el ciudadano que lo utiliza de ese modo"

Soy calipédico (que procrea hijos bellos), dromomaniaco (que va de un lado para otro) y cultipicaño (culto y festivo). He publicado 'El pequeño libro de las 500 palabras para parecer más culto' (Ed. Alienta).
XLSemanal. Por curiosidad, ¿le entienden sus hijos cuando les habla? 
Miguel Sosa. Perfectamente, porque no hablo como escribo. Mi hija Nuria dice que tengo verborrea para disimular mi timidez.
XL. ¿Es verdad que se ha leído varias veces el diccionario?
M.S. Sí. ¿Tú solo lo has leído una vez?
XL. ¿Leído? Solo hago consultas. 
M.S. Igual tengo ese trastorno obsesivo-compulsivo de consultar el diccionario. Me gusta y me divierte.
XL. A cada palabra que propone le sigue una cita literaria de ejemplo...
M.S. Todo está inventado. Salvando las enormes distancias, nuestro primer diccionario el de Autoridades era eso. Con citas de Quevedo, Cervantes...
XL. Cuenta que Cervantes usó 23.000 palabras distintas en el Quijote. 
M.S. Y cien años después de escribirlo se publicó el primer Diccionario de la Lengua y contenía 46.000. Así era Cervantes, un tipo culto que no lo parecía pero lo era.
XL. ¿Cuántas palabras usamos?
M.S. De promedio, unas cinco mil.
XL. Veamos. Anabolena: «mujer alocada y trapisonda»...
M.S. El diccionario no solo sirve para que te concedan una hipoteca, sino también para zaherir a otros. Y, claro, está lleno de términos para insultar.
XL. ¿El lenguaje es machista?
M.S. Machista es el ciudadano. Primero es el pensamiento y luego la palabra. Si no usas esa palabra, no serás machista, no serás sexista, no serás...
XL. ¿No ha pensado en presentarse a Pasapalabra?
M.S. Me lo han dicho muchas veces, pero me daría muchísima vergüenza.
XL. ¿Qué político es el Castelar actual?
M.S. Ninguno; sería como comparar a Tierno Galván con Ana Botella solo por haber sido alcaldes de Madrid.
XL. ¿Usa las palabras que propone en este pequeño diccionario?
M.S. Algunas sí. Nuestro idioma lo compartimos con un premio Nobel de literatura como Vargas Llosa o con un tronista de un programa televisivo. Tu responsabilidad es saber dónde pones el listón: arriba o abajo. Yo prefiero estar arriba.
XL. ¿Es de los que echan la culpa de todos los males a la televisión?
M.S. Lo cierto es que antes en la tele salía un premio Nobel de literatura para hablar de libros; ahora solo lo sacan porque a lo mejor se ha liado con una señora famosa. Esta es la sociedad que estamos construyendo.

Desayuno,.


Arranque vegetal «Me levanto a las 6:30 y tomo un cuenco de judías blancas hervidas en caldo vegetal y otro de espinacas con aceite y sal. También un rooibos, que no tiene teína».

Cena - Pescado con huevo frito, pan, tomate y lechuga, beber agua, postre un trozo de tarta,.

TITULO: TRAZOS - CARTA DEL ESTADO,.

12504190.jpg foto,.

El otro día, me llegó una carta certificada de la Seguridad Social. Tengo una aprensión contra el Estado. Por instinto, casi lo considero un enemigo natural. Sé que esto me convierte en un idiota según la acepción clásica que los griegos daban a la palabra, pero la carta me provocó un respingo porque parto de la creencia de que el Estado sólo se ocupa por iniciativa propia de los individuos para exprimirlos o multarlos; para cagarlos. Cualquier beneficio hay que arrancárselo. A veces, con barricadas en las calles. A mí me llega una carta del Estado, y el susto que me llevo es como si, al abrir el buzón, el mismísimo Montoro me saltara a la cara como el pulpo de Alien.
La carta luego tampoco fue para tanto. Pero malvada lo era, y verán por qué. En realidad, tenía como objeto comunicarme que había un error en la categoría en la que estaba cotizando según el contrato que me había hecho firmar la televisión con la que colaboro. La televisión me dio de alta en la categoría de Artistas. Sí, lo sé, yo también pensé que es un término hiperbólico, francamente pretencioso para lo que después hago. Pero, oiga, me hizo ilusión. Al firmar, me permitió sentirme como lo que no soy ni jamás seré. Un Sinatra. Alguien que, vestido con un albornoz en su camerino, recibe enormes cestas de frutas que le son entregadas por hermosas patinadoras en topless. Alguien que llena estadios. Que viaja en avión privado. Que acumula reclamaciones de paternidad. Que se cita con su decorador en la mansión de una isla del Caribe. Alguien como Mick Jagger, qué sé yo, en cualquier caso mejor de lo que en realidad soy y hago: un triste opinador como muchos otros, un traficante de tópicos, una vergüenza familiar. Quise creer que la televisión cumplía con una función terapéutica al hacernos sentir a sus opinadores como si estuviéramos autorizados incluso a caprichos como agua de Evian en la ducha del hotel o arrojar televisores por la ventana. ¡Artista! Qué feliz fui al firmar ese contrato. Fue llegar a casa y extrañarme que los niños no me pidieran autógrafos. También eché de menos a las groupies, porque pensé que se aparecían automáticamente en cuanto alguien era vinculado por contrato a la palabra artista.
Fue entonces cuando llegó el Estado. Por carta certificada. Con una prosa pelada y funcionarial, tremendamente cruel, el Estado hizo lo mismo que esos amigos o padres inclementes que te machacan los sueños recordándote que vales para mucho menos que aquello que intentas ser. «Deja de hacer el ridículo bailando y estudia para administrativo, que así al menos te colocarás de algo». «¿Artista, tú? Bueno, como hobby vale, pero algo de provecho tendrás que estudiar. Hazte algo con salidas y que no exija ser demasiado listo, politólogo, columnista...». Con una maldad gratuita, el Estado me comunicó que yo no soy ni seré nunca artista. Que deje de vivir en la impostura. Y que me resigne a aceptar mi verdadera condición, mi miserable naturaleza. En la carta, casi podía apreciarse el regodeo, como de abusón de patio del recreo, como de cainita gozador de las desgracias ajenas, como de aguafiestas vocacional, con que el Estado me dijo: «Usted pertenece a otra categoría, la de tertuliano». Lo dijo sabiendo que ser tertuliano es deshonroso, que arrastramos un enorme complejo de culpa quienes lo somos por necesidad aun conscientes de que quiebra nuestra dignidad de «personas humanas». Lo dijo sabiendo que pasar de la condición de artista a la de tertuliano es una degeneración peor que la del gobernador de Belmonte. Lo dijo sabiendo que aplastaba mis sueños igual que a Woody Allen le pisaban las gafas los matones del barrio en Toma el dinero corre. Ésta es la saña con la que el Estado nos oprime y tiraniza. Cuando no encuentra pretexto para exprimirte porque estás al corriente de pago, te envía una cartita sádica sin otra intención que herirte. No descarto recibir otra, en el futuro, en la que el Estado me comunique que juego al fútbol con el culo y soy feo.

Tristana TÍTULO: DOMINGO - LUNES - CINE - TRISTANA,.
Reparto
Catherine Deneuve, Fernando Rey, Franco Nero, Lola Gaos, Antonio Casas, Jesús Fernández, José Calvo, Vicente Solar,.
 
 Don Lope ha acogido a Tristana en su hogar para cumplir una promesa hecha a sus padres. Pero la joven es muy hermosa y se convierte en la obsesión del anciano, que a fuerza de tiempo y de paciencia consigue sus favores. Sin embargo, cuando ella conoce a un joven pintor que la enamora, decide cambiar radicalmente el rumbo de su vida.

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