España Directo - Dejarse los hígados ,./ Mi casa es la vuestra - La socialista Meritxell Batet, elegida nueva presidenta del Congreso ,. Viernes -24- Mayo,. / Detrás del muro - PÁGINA DOS - El escritor y editor Jorge Herralde ,. / ANTENA 3 TV | MASTERS DE LA REFORMA,.
TITULO: España Directo - Dejarse los hígados,.
Pelear
para vivir. Hace cinco años los pacientes de hepatitis C se lanzaron a
la calle en demanda del revolucionario tratamiento. / foto,.
Hace
cinco años los enfermos de hepatitis C se rebelaron para pedir ser
tratados con un fármaco que se les negaba porque valía 54.000 euros. Hoy
todos los pacientes están curados, pero los expertos expresan su alarma
por el exagerado precio de los medicamentos innovadores 125.000
personas han recibido Sovaldi, el remedio contra el VHC. Ahora quedan
por tratar quienes ignoran que son portadores del virus,.
Hace algo menos de cinco años los enfermos de hepatitis C
se amotinaron contra las autoridades sanitarias. Después de décadas de
tratamientos dolorosos y en muchos casos ineficaces, por fin se disponía
de un medicamento, el Sovaldi (nombre comercial del
sofosbuvir), que lograba unas tasas de curación del 95%. Lo malo es que
el laboratorio propietario de la patente, Gilead, lo vendía a un precio
exorbitante, hasta el punto de que un tratamiento de doce semanas
rondaba los 54.000 euros.
«Los medicamentos tienen
efectos secundarios, y es que a veces nos hacen inmensamente ricos».
Esta frase se atribuye a un alto directivo de Gilead, multinacional
farmacéutica que comercializa el Sovaldi. Médicos Sin Fronteras
(MSF) adujo en su día que la compañía cobraba un precio mil veces
superior al de su coste de producción. Gilead podía pedir lo que se le
antojara porque dominaba un mercado cautivo compuesto por pacientes que
metían presión a sus gobiernos para no morir.
En
plena crisis económica, el Ministerio se resistía a universalizar la
administración de la terapia, de modo que limitó tanto su prescripción
que sublevó a los enfermos. Durante 94 días, los portadores del virus se
encerraron en el Hospital Doce de Octubre de Madrid y la protesta se
propagó a otras comunidades autónomas. «Había una enorme demanda social.
Además, en la fijación de precio del producto se estableció un nuevo
paradigma: el PIB del país. Si se tiene en cuenta que las estimaciones
hablaban de centenares de miles de enfermos, una dispensación masiva
hacía que se consumieran los presupuestos sanitarios. Pero nosotros
exigíamos el derecho a ser tratados», dice Adolfo García, quien se ha
curado ya de la dolencia y que participó en el movimiento para que se
dispensara rápidamente el producto.
«Se han sentado las bases para la eliminación de la hepatitis C en España»
j. garcía-samaniego, hepatólogo
«Los sospechosos de portar el virus no recelan si se tienen que someter a la prueba»
josé maría molero, médico
Hoy todos los enfermos han recibido la sustancia o un cóctel de medicamentos más modernos,
salvo los que ignoran que son portadores del VHC (causante de la
hepatitis C), cuya cifra puede oscilar entre los 50.000 y los 70.000.
La prescripción a cuentagotas de los antivirales soliviantó a los pacientes, que se agruparon en torno a la Plataforma de Afectados de Hepatitis C.
El actual presidente de la organización en Madrid, Adolfo García,
recuerda que en aquellos tiempos hubo momentos tensos, por ejemplo
cuando presentaron una denuncia contra la ministra Ana Mato y otros
cargos del departamento por «homicidio por omisión» y denegación de
auxilio. La iniciativa fue rechazada por el Tribunal Supremo, pero la
demanda era una muestra de la indignación que inflamó a los pacientes.
El guardián de las cuentas públicas, Cristóbal Montoro, les culpó de
alterar el equilibrio presupuestario e incrementar el déficit del
Estado. Al cabo de año y medio, surgieron nuevas moléculas fabricadas
por otras empresas de la competencia y el tratamiento se abarató de
manera notable. García estima que han recibido los antivirales unas 125.000 personas;
primero los enfermos graves y muy graves, los que presentaban cirrosis y
cáncer de hígado, y después el resto. «Yo calculo que ahora el precio
debe de estar en torno a los 8.000 euros», apunta el dirigente de la
plataforma.
Rápida amortización
«Un equipo de
investigadores de la Universidad de Liverpool, dirigido por Andrew Hill,
apuntó que la creación de la innovadora molécula costó 116 millones de
euros», asegura la directora de la Fundación Salud por Derecho, Vanessa
López. Llama la atención que, solo en nueve meses de 2014, Gilead ingresó por ventas de su medicamento en Europa y EE UU 9.000 millones de euros.
El fármaco fue inventado por la empresa Pharmasset, que fue absorbida
por Gilead para hacerse con la patente. En apenas tres cuatrimestres,
Gilead amortizó los 9.500 millones que supuso la adquisición, lo que da
idea de la enorme rentabilidad del producto.
El hecho de que se
hayan tratado 125.000 enfermos desde abril de 2015 hay que interpretarlo
como «un éxito del que estar orgullosos». «Se han sentado las bases para la eliminación de la hepatitis C
en nuestro país», sostiene Javier García-Samaniego, jefe de la sección
de Hepatología del Hospital Universitario La Paz (Madrid) y coordinador
de la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España
(AEHVE). Para ser erradicada la enfermedad, sería necesario que hubiera
una vacuna, algo que se está aún investigando. No obstante, si se
redujera el número de casos a entre 5.000 y 10.000, se daría por
eliminado oficialmente el agente infeccioso, un objetivo que la OMS
espera alcanzar en el mundo para 2021.
En detalle
125.000
enfermos de hepatitis C
han superado la enfermedad gracias al tratamiento con Sovaldi. Los
expertos estiman que entre 50.000 y 70.000 personas portan el virus sin
saberlo. Los hepatólogos apuestan por estrategias de cribado para
detectar a los infectados. Entre los sospechosos de estar contagiados
figuran usuarios de drogas inyectables y hombres homosexuales.
Alta eficacia terapéutica:
Sovaldi, nombre
comercial del sofosbuvir, fue inventado por la empresa Pharmasset, que
fue comprada por la multinacional Gilead para hacerse con la patente.
Antes de su aparición, la hepatitis C era tratada con interferón, de
limitada eficacia terapéutica y que generaba numerosos efectos
secundarios. El Sovaldi, en cambio, curaba la dolencia en un 95% de los
casos. Al principio se administró solo a los enfermos graves y muy
graves, dado que costaba 54.000 euros. Con el tiempo, surgieron fármacos
más baratos.
9.000
millones de euros fueron
las ventas del Sovaldi en apenas nueves meses del año 2014. Después de
este medicamento, otros laboratorios han fabricado fármacos avanzados
para el tratamiento de la hepatitis, lo que garantiza la curación en el
100% de los casos. El elevado precio de la terapia hace que algunos
países no lo incluyan en su catálogo de prestaciones. Existen ofertas de
turismo sanitario para acceder al tratamiento en Egipto.
71
millones de personas
sufren hepatitis C en el mundo. Cada año mueren por esta causa 399.000
enfermos en el planeta. Entre un 15 y un 45% eliminan el virus de forma
espontánea. El 60-80% desarrolla una infección crónica.
García-Samaniego arguye que, posiblemente, España esté a la cabeza del planeta en cuanto al número de pacientes tratados,
por delante incluso de Francia e Italia. Con todo, los expertos aducen
que el plan estratégico contra la enfermedad adolece de falta de
ambición en la tarea de detectar personas que ignoran que son portadoras
del VHC. «Aparte de los grupos vulnerables (usuarios de droga que usan
jeringuillas, ciertos inmigrantes, personas que han recibido
trasfusiones sanguíneas y hemoderivados antes de 1991...), habría que
dirigirse a la población general, para lo cual se necesita el concurso
indispensable de la atención primaria», explica el hepatólogo.
El
VHC se transmite básicamente por el contacto con sangre infectada,
aunque también se puede contraer en relaciones homosexuales entre
hombres. Se calcula que en el mundo hay 71 millones de personas con infección a causa del virus de la hepatitis C,
mientras que en España los afectados se cifran en más de 200.000
individuos. Es muy raro que entre los portadores del virus se encuentren
personas menores de 40 años. La mayor parte de los infectados
pertenecen a una franja de edad de entre 45 y 70 años, personas que
contrajeron el virus por culpa del uso de drogas inyectables y la
exposición a sangre contaminada.
«La creación de la molécula contra el VHC costó 116 millones de euros»
vanessa lópez, sañud por derecho
«La dispensación masiva consumía los presupuestos. Pero exigíamos ser tratados»
adolfo garcía, presidente de plafhm
Prácticas de riesgo
José
María Molero, del grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad
Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), es partidario de
restringir la búsqueda de pacientes entre los grupos con prácticas de
riesgo. Cree que es relativamente fácil detectar a usuarios de drogas
por vía parenteral, hombres que hayan mantenido relaciones sexuales con
otros varones, receptores de trasfusiones cuando no había controles y
personas que se han tatuado o puesto un 'piercing'. En su opinión, es
más factible esta opción que enviar una carta a toda la población para
que se someta a un análisis serológico, mucho más caro y menos efectivo.
A la hora de encarar posibles pruebas diagnósticas, Molero no aprecia
reticencias entre los candidatos: «Por lo general, no se muestran
recelosos; es más, algunos usuarios de la sanidad que llevan a cabo
prácticas de riesgo piden ellos mismos controles periódicos. El problema de los consumidores de drogas es que están más alejados del sistema sanitario».
No están exentos de sufrir el contagio los toxicómanos que esnifan estupefacientes y comparten utensilios. «A veces la sangre es imperceptible a simple vista.
Con la inhalación de la droga aumenta mucho el flujo venoso de la nariz
y es relativamente frecuente la aparición de sangrados que no se ven en
el canutillo; basta con que haya restos hemáticos para adquirir el
virus», advierte José María Molero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario