Nuestro planeta: Terraformación,.
foto / Los astronautas dicen que cuando miras el planeta desde el
espacio te das cuenta de que es la vida la que le ha dado esa forma. El
cielo, los ríos, las rocas... la vida lo ha moldeado todo, pero no solo
crea, también tiene el poder de destruir. Este planeta no solo es
extraño, también da miedo.
TITULO: Días de cine clásico -Cine - Los cañones de Navarone , Miercoles -22- Mayo ,.
Este miércoles 22 de Mayo a las 22:00 en La 2 de TVE, foto,.
- Reparto
- Gregory Peck, David Niven, Richard Harris, Anthony Quinn, Stanley Baker, Anthony Quayle, James Darren, Gia Scala, Irene Papas, James Robertson Justice,.
- Durante la II Guerra Mundial (1939-1945), los alemanes dominan las aguas del Mediterráneo gracias a un eficaz sistema de defensa que los aliados no pueden contrarrestar. La causa de la superioridad alemana es el fortín de Navarone, que, gracias a sus gigantescos cañones, cierra el paso a la navegación por el mar Egeo.
TITULO:
Un país para escucharlo - Tarantino y su carta de amor a un cine desaparecido,.
Un país para escucharlo,.
- Martes 21 Mayo a las 23:00 horas en La 2, foto,.
Tarantino y su carta de amor a un cine desaparecido,.
'Érase una vez en... Hollywood' es la demostración de la enciclopédica cultura audiovisual de su creador, que por primera vez en su carrera homenajea a la televisión,.
Esta es una carta de amor. A una época en la que la televisión no se tomaba a sí misma en serio. A una industria que languidecía mientras que los "malditos hippies" (como se les califica en pantalla en numerosas ocasiones) tomaban las riendas del cine. Al cine europeo que servía de guarida a estrellas hollywoodienses en caída libre, al spaghetti wéstern, a Roman Polanski. Y sobre todo, a Sharon Tate. Todo eso y más es Érase una vez en... Hollywood, la película más esperada de esta edición de Cannes. Hace 25 años Pulp Fiction se llevó la Palma de Oro y Quentin Tarantino ha acelerado -aunque asegura que todavía le quedan detalles por pulir- para que su noveno filme llegara al festival francés.
No parece que Érase una vez en... Hollywood vaya a proporcionarle ni la Palma de Oro ni muchos Oscars a Tarantino. Pero sí que llegará al corazón de muchísimos cinéfilos. El director de Jackie Brown o Malditos bastardos es una enciclopedia cinematográfica andante. Su pareja protagonista, Rick Dalton (Leonardo DiCaprio) -un vaquero televisivo venido a menos, un personaje que rememora a Clint Eastwood- y su doble de acción, Cliff Booth (Brad Pitt, soberbio), viaja a trabajar a Europa y ahí el cineasta saca pecho de algunas películas y creadores que han madurado sus eclécticos gustos: el spaghetti wéstern de Sergio Corbucci (le denominan el segundo mejor director de este género para remarcar el tributo a Sergio Leone, que viene desde el título) y Joaquín Romero Marchent, a Nebraska-Jim, los paparazzis de Roma, los rodajes en Almería... Cuando su Tate-Robbie va al cine a ver una de sus películas, Tarantino no truca la pantalla y muestra secuencias reales de La mansión de los siete placeres y de El valle de las muñecas. También siembra innumerables guiños musicales: a los ya escuchados en el tráiler Los Bravos se suma, por ejemplo, José Feliciano con su versión de California Dreamin'.
Aunque donde realmente se deleita es en la televisión de finales de los cincuenta e inicios de los sesenta. En las películas de Tarantino los personajes veían la tele y hablaban de ella. En Érase una vez en... Hollywood por primera vez hacen televisión. Su remedo de Rawhide (en España, Cuero crudo), la serie que lanzó a la fama a Eastwood, se titula Bounty Law, y mimetiza sus historias. El cineasta pisa el acelerador para los guiños, mezcla realidad y ficción, hace cruzarse en una serie auténtica, Lancer, a su protagonista, el actor James Stacy -que encarnaba a un pistolero llamado Johnny Madrid-, con el Dalton de DiCaprio. Inspira al representante que encarna Al Pacino, llamado Martin Schwarzs, en el mítico publicista Martin Schwartz. Por la pantalla asoman Steve McQueen, Bruce Lee, Charles Manson, Sam Wanamaker, la serie The F.B.I., Roman Polanski y los amigos del matrimonio Polanski-Tate... Se nota que Tarantino disfruta en la reconstrucción de un Los Ángeles ya desaparecido, del que él vio en su infancia sus últimos rescoldos, un mundo más libre y a la vez más conservador, en el que cruzaban sus pasos la América surgida tras la II Guerra Mundial, con el Nuevo Hollywood, los hippies, en el que se movía el alcohol, las drogas y el sexo sin demasiadas contemplaciones.
Finalmente, La Familia, el grupo liderado por Charles Manson, que el 9 de agosto de 1969, hace ahora medio siglo, realizó la matanza en casa de Polanski-Tate. La película transcurre en un fin de semana de febrero de 1969 y durante el día de la masacre. Previamente surgían las dudas sobre cómo encararía estos asesinatos el cineasta, que ha encontrado en el guion que ha escrito durante cinco años una carambola para librarse del problema, y ha convertido a Érase una vez en... Hollywood en la película con menos violencia de su carrera. El retrato de La Familia es ajustado, no busca excusas y esparce en sus apariciones un terror palpitante. Ahí Tarantino sí explora caminos nuevos. Ahí Tarantino sí es Tarantino, el tipo que olisquea el riesgo y usa la palabra y los silencios como herramientas creativas, el hombre que entendió que lo peor que le puede pasar a una película es que aburra.
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