La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - Tres de cada mil mujeres de 20 a 39 años son víctimas de violencia machista , fotos,.
Tres de cada mil mujeres de 20 a 39 años son víctimas de violencia machista,.
- El número de mujeres víctimas de violencia de género aumentó un 7,9% en 2018
- También subió el número de víctimas de violencia doméstica un 6,9%
Más de tres de cada mil mujeres de 20 a 39 años están reconocidas como víctimas de violencia machista por
lo que o bien ellas cuentan con una orden de protección o sus parejas o
exparejas con medidas cautelares tras haberlas agredido.
Es uno de los datos extraídos de la Estadística de Violencia Doméstica y Violencia de Género (EVDVG) que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) con datos del Registro Central para la Protección de las Víctimas de la Violencia Doméstica y de Género, que depende del Ministerio de Justicia.
Según este informe, en 2018 el número de mujeres víctimas de violencia de género aumentó un 7,9% hasta las 31.286, cifra que refleja que 1,5 de cada mil mujeres de más de 14 años está inscrita en los registros de víctimas de violencia de género.
El informe recuerda que violencia de género es "todo acto de violencia física o psicológica (incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad) que se ejerza contra una mujer por parte del hombre que sea o haya sido su cónyuge o esté o haya estado ligado a ella por una relación similar de afectividad aún sin convivencia".
Mientras que la violencia doméstica es "todo acto de violencia física o psicológica ejercido tanto por un hombre como por una mujer, sobre cualquiera de las personas enumeradas en el artículo 173.2 del Código Penal (descendientes, ascendientes, cónyuges, hermanos, etc.) a excepción de los casos específicos de violencia de género".
En el tramo de edad de entre 60 y 64 años y en el de 18 a 19 años es donde mayores aumentos se produjeron. En concreto, entre las mujeres de 60 a 64 años las víctimas se incrementaron un 15,1%, y en el caso de las jóvenes, un 10,9% más. Por contra, el mayor descenso se produjo entre las mujeres mayores de 75 años, que decreció el número de víctimas un 12,1%.
Teniendo en cuenta su lugar de nacimiento, casi dos de cada tres víctimas de violencia de género fueron mujeres españolas, un 64,9%, una proporción similar al año anterior. De las víctimas extranjeras, las de África y América presentaron las tasas más elevadas, y las de Asia y Oceanía, las más bajas.
Por comunidades autónomas, Andalucía (con 7.047 víctimas), Comunitat Valenciana (4.794) y Comunidad de Madrid (3.656) son las regiones con mayor número de víctimas inscritas.
En el lado opuesto, Ceuta y Melilla y la Comunidad Foral de Navarra, donde se registraron menos víctimas de violencia machista. Destacan La Rioja y Canarias por ser donde mayor incremento de víctimas se produjeron en 2018 (47,1% y 24,8%, respectivamente).
El INE destaca que los mayores aumentos en el número de denunciados por ejercer violencia machista sobre sus parejas o exparejas se produjo entre los más jóvenes. En el tramo de 18 a 19 años se incrementaron los denunciados un 14,1% y en el tramo de 25 a 29, un 11,9%, mientras que en los hombres de más de 75 años, se registró un descenso de 7,8%.
Sobre su origen, también dos de cada tres denunciados, el 65,1%, habían nacido en España. De los nacidos en el extranjero, las tasas más elevadas de denunciados correspondieron a los nacidos en África y América. Las más bajas se dieron entre los nacidos en Asia y Oceanía.
Sobre la relación que mantenían la víctima y el agresor, en el 20,9% estaban casados, el 22% mantenían una relación de pareja de hecho, el 5,9% estaban divorciados y el 23,2% eran exparejas.
En 2018, se registraron 37.670 infracciones penales relativas a asuntos de violencia de género, un 8,7% más que en 2017. Del total, se contabilizaron 37.644 delitos y 26 faltas. Los delitos más frecuentes fueron lesiones (50,4%), torturas y otros delitos contra la integridad moral (19,1%) y amenazas (16,9%).
También se dictaron 98.044 medidas cautelares, un 9,1% más con respecto a 2017, de las que el 74,3 % fueron de penales y el 25,7 % civiles.
Entre las penales, fundamentalemente fueron prohibición de aproximarse a determinadas personas (36,2%), prohibición de comunicarse con determinadas personas (35,3%) y libertad provisional (14,2%), y entre las civiles, determinación del régimen de prestación de alimentos, del régimen de custodia y del régimen de visitas. En violencia de género se dictó sentencia firme en menos de un año a siete de cada diez personas.
En cuanto al lugar de nacimiento de las víctimas, el 82,6% de las mujeres y el 86,1% de los hombres habían nacido en España.
En 2018 hubo 5.093 denunciados por violencia doméstica (3,8 % más), en su mayoría hombres (72,6 %). En este caso, el número de infracciones penales se elevó a 6.028 (6.024 delitos y cuatro faltas).
Por comunidades autónomas, donde mayor número de víctimas se registraron fueron en Andalucía (1.649), Comunitat Valenciana (1.030) y Cataluña (815). Y por contra, donde menor número de víctimas se registró fue Melilla (13), Ceuta (21) y La Rioja (61).
Sobre la relación que mantenían víctima de violencia doméstica y agresor, el INE señala que en el 28,1% de los casos las víctimas fueron hijos, en el 27,4% fue la madre, en el 10,7% el padre y en el 9,8% los hermanos.
Es uno de los datos extraídos de la Estadística de Violencia Doméstica y Violencia de Género (EVDVG) que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) con datos del Registro Central para la Protección de las Víctimas de la Violencia Doméstica y de Género, que depende del Ministerio de Justicia.
Según este informe, en 2018 el número de mujeres víctimas de violencia de género aumentó un 7,9% hasta las 31.286, cifra que refleja que 1,5 de cada mil mujeres de más de 14 años está inscrita en los registros de víctimas de violencia de género.
El informe recuerda que violencia de género es "todo acto de violencia física o psicológica (incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad) que se ejerza contra una mujer por parte del hombre que sea o haya sido su cónyuge o esté o haya estado ligado a ella por una relación similar de afectividad aún sin convivencia".
Mientras que la violencia doméstica es "todo acto de violencia física o psicológica ejercido tanto por un hombre como por una mujer, sobre cualquiera de las personas enumeradas en el artículo 173.2 del Código Penal (descendientes, ascendientes, cónyuges, hermanos, etc.) a excepción de los casos específicos de violencia de género".
Española y con 36 años, perfil de la víctima de violencia machista
En cuanto al perfil de la víctima de violencia de género del 2018, la estadística revela que casi la mitad de ellas, el 47,3%, fueron mujeres entre 25 y 39 años, siendo la edad media de 36,5 años.En el tramo de edad de entre 60 y 64 años y en el de 18 a 19 años es donde mayores aumentos se produjeron. En concreto, entre las mujeres de 60 a 64 años las víctimas se incrementaron un 15,1%, y en el caso de las jóvenes, un 10,9% más. Por contra, el mayor descenso se produjo entre las mujeres mayores de 75 años, que decreció el número de víctimas un 12,1%.
Teniendo en cuenta su lugar de nacimiento, casi dos de cada tres víctimas de violencia de género fueron mujeres españolas, un 64,9%, una proporción similar al año anterior. De las víctimas extranjeras, las de África y América presentaron las tasas más elevadas, y las de Asia y Oceanía, las más bajas.
Por comunidades autónomas, Andalucía (con 7.047 víctimas), Comunitat Valenciana (4.794) y Comunidad de Madrid (3.656) son las regiones con mayor número de víctimas inscritas.
En el lado opuesto, Ceuta y Melilla y la Comunidad Foral de Navarra, donde se registraron menos víctimas de violencia machista. Destacan La Rioja y Canarias por ser donde mayor incremento de víctimas se produjeron en 2018 (47,1% y 24,8%, respectivamente).
Español, de 39 años, perfil del denunciado por violencia machista
Durante 2018, en el registro de violencia de género, un total de 31.250 hombres fueron denunciados, lo que supuso un 7,8% más que en el año anterior. Casi la mitad de los denunciados, el 48,1%, tenían una edad entre 30 y 44 años, siendo la media de edad de 39,3 años.El INE destaca que los mayores aumentos en el número de denunciados por ejercer violencia machista sobre sus parejas o exparejas se produjo entre los más jóvenes. En el tramo de 18 a 19 años se incrementaron los denunciados un 14,1% y en el tramo de 25 a 29, un 11,9%, mientras que en los hombres de más de 75 años, se registró un descenso de 7,8%.
Sobre su origen, también dos de cada tres denunciados, el 65,1%, habían nacido en España. De los nacidos en el extranjero, las tasas más elevadas de denunciados correspondieron a los nacidos en África y América. Las más bajas se dieron entre los nacidos en Asia y Oceanía.
Sobre la relación que mantenían la víctima y el agresor, en el 20,9% estaban casados, el 22% mantenían una relación de pareja de hecho, el 5,9% estaban divorciados y el 23,2% eran exparejas.
En 2018, se registraron 37.670 infracciones penales relativas a asuntos de violencia de género, un 8,7% más que en 2017. Del total, se contabilizaron 37.644 delitos y 26 faltas. Los delitos más frecuentes fueron lesiones (50,4%), torturas y otros delitos contra la integridad moral (19,1%) y amenazas (16,9%).
También se dictaron 98.044 medidas cautelares, un 9,1% más con respecto a 2017, de las que el 74,3 % fueron de penales y el 25,7 % civiles.
Entre las penales, fundamentalemente fueron prohibición de aproximarse a determinadas personas (36,2%), prohibición de comunicarse con determinadas personas (35,3%) y libertad provisional (14,2%), y entre las civiles, determinación del régimen de prestación de alimentos, del régimen de custodia y del régimen de visitas. En violencia de género se dictó sentencia firme en menos de un año a siete de cada diez personas.
Violencia de género aumenta también
También en 2018, lel número de víctimas de violencia doméstica aumentó un 6,9% hasta las 7.388 (4.596 mujeres y 2.792 hombres). Señala el INE que, a diferencia de la violencia de género, la doméstica afecta a todas las edades, destacando la incidencia en los menores, que son una de cada cuatro víctimas. La media de edad de las víctimas fue de 41,3 años.En cuanto al lugar de nacimiento de las víctimas, el 82,6% de las mujeres y el 86,1% de los hombres habían nacido en España.
En 2018 hubo 5.093 denunciados por violencia doméstica (3,8 % más), en su mayoría hombres (72,6 %). En este caso, el número de infracciones penales se elevó a 6.028 (6.024 delitos y cuatro faltas).
Por comunidades autónomas, donde mayor número de víctimas se registraron fueron en Andalucía (1.649), Comunitat Valenciana (1.030) y Cataluña (815). Y por contra, donde menor número de víctimas se registró fue Melilla (13), Ceuta (21) y La Rioja (61).
Sobre la relación que mantenían víctima de violencia doméstica y agresor, el INE señala que en el 28,1% de los casos las víctimas fueron hijos, en el 27,4% fue la madre, en el 10,7% el padre y en el 9,8% los hermanos.
TITULO: RADIO - TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO -Música '19 días y 500 noches', el disco que convirtió a Sabina en mito ,.
RADIO - TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO -Música '19 días y 500 noches', el disco que convirtió a Sabina en mito , fotos,.
Música
'19 días y 500 noches', el disco que convirtió a Sabina en mito
- El periodista Juan Puchades publica un libro que reconstruye la composición y grabación de la obra maestra del cantautor
- "Es un Sabina maduro que destila todo su oficio para ofrecer lo mejor como compositor", asegura el autor a RTVE.es
A lo largo de la década de los 90 Joaquín Sabina logró una importante popularidad a ambos lados del Atlántico. Discos como Física y química, Esta boca es mía' o Yo, mi, me... contigo habían conseguido ventas importantes y otorgado un enorme prestigio a su autor, a pesar de algunos tropiezos, como Enemigos íntimos, su colaboración con Fito Páez que terminó como el rosario de la aurora.
Pero la publicación en 1999 de 19 días y 500 noches supuso un antes y un después en la trayectoria del cantautor jienense que, a sus 'cuarenta y diez', vio cómo se convertía en uno de los artistas españoles más importantes del mundo.
A punto de cumplirse 20 años de su edición, el periodista y escritor Juan Puchades acaba de publicar 19 días y 500 noches: Sabina fin de siglo (Ediciones Efe Eme, 248 páginas, 20,90€), un libro que repasa en profundidad todos las aspectos de un disco esencial, que sigue plenamente vigente y que, a lo largo de estas dos décadas ha vendido más de un millón de ejemplares.
Desde su proceso de composición y grabación, pasando por su lanzamiento y gira posterior e incluyendo una revisión del tour conmemorativo que Sabina realizó en 2014, coincidiendo con los 15 años del disco.
"19 días y 500 noches juega un papel determinante en la carrera de Sabina. Marca el final de un tiempo, el que podríamos definir como el Sabina clásico, el que arranca a mediados de los 80, se consolida en los 90 y en ese momento de final de siglo lo impulsa directamente a la mitología", asegura a RTVE.es el autor del texto. Juan Puchades afirma que, con este trabajo, el cantautor se transformó "en mito, principalmente en América".
A lo largo de la obra, Puchades nos va descubriendo cómo se fue modelando un disco en el que, además de un repertorio imbatible (con canciones como "Barbie Superstar", "Cerrado por derribo", "De purísima y oro", "Una canción para la Magdalena" o el propio tema título), el sonido habitual de Sabina cambió, sobre todo por la insistencia de Alejo Stivel (cantante de Tequila), que gracias a este trabajo se convirtió en uno de los productores más cotizados de la música española.
"Creo que Alejo Stivel firmó aquí su gran producción y supo entender como nadie el sonido que necesitaban tanto Sabina como esa colección de canciones", comenta Juan Puchades, para quien el disco tiene "momentos de una brillantez absoluta".
Puchades, seguidor de la obra de Sabina desde inicios de los 80, asegura que 19 días... fue el disco que le demostró que el cantautor había logrado lo que estaba apuntando desde años y discos atrás: "Que su talento como compositor había relegado a todo el mundo en nuestro país, y me refiero tanto a la gente del pop y del rock como de la canción de autor. Es un Sabina maduro que ha destilado todo su oficio para ofrecer lo mejor como escritor de canciones".
"Es una portada que fue esencial para el éxito del disco y para fijar la imagen de Sabina en ese momento", comenta Puchades, que considera que es "la mejor de las suyas y probablemente está entre las mejores de la historia de la música popular española. Y sin embargo, fue fruto de la casualidad, del ojo clínico de un diseñador que vio que la portada no había que buscarla, que a las tantas de la madrugada, de casualidad, acababa de dar con ella. Menuda historia".
En su trabajo de campo, el autor también descubrió que la aparente sencillez del sonido del disco "llevó mucho esfuerzo y meses de trabajo en el estudio, con Sabina y Alejo Stivel teniendo muy claro lo que querían conseguir: una desnudez que alcanzaron trabajando sin descanso".
En ese sentido, el productor cuenta en el texto cómo un Sabina en estado de gracia se empeñaba en realizar constantes cambios en los versos, hasta que Stivel tuvo que decir 'basta' y dar por terminada una grabación que llevaba camino de ser interminable.
Tampoco deja de lado la relación del cantautor con la cocaína -que Sabina nunca ha negado- y la importancia que tuvieron sus vicios y costumbres durante la grabación. "Él mismo lo define como el disco de su juventud alargada hasta los 50", señala Puchades, para quien la obra ha aguantado perfectamente las dos décadas transcurridas desde su publicación gracias a su "sonido totalmente atemporal y a que parte de premisas musicales que unen el rock clásico con la tradición acústica de la canción popular latinoamericana y española. Y funciona con una naturalidad que pasma".
También es cierto que 19 días y 500 noches, como obra maestra que es, ha ensombrecido la producción posterior de Joaquín Sabina. "Lo que vino después es un Sabina marcado primero por el ictus, del que sale con un disco excelente (Dímelo en la calle) y luego vino la depresión, que marca otro gran disco (Alivio de luto)".
Poco a poco, según avanzaba el siglo XXI, el artista se fue alejando de la música y acercándose cada vez más a su círculo de amigos escritores. "Se ha prodigado poco en disco, aunque sus obras no son desdeñables. Pero hay que entender que no podemos esperar otro 19 días y 500 noches porque ese, como cualquier otro disco suyo o de cualquiera, es irrepetible", concluye Puchades,.
Pero la publicación en 1999 de 19 días y 500 noches supuso un antes y un después en la trayectoria del cantautor jienense que, a sus 'cuarenta y diez', vio cómo se convertía en uno de los artistas españoles más importantes del mundo.
A punto de cumplirse 20 años de su edición, el periodista y escritor Juan Puchades acaba de publicar 19 días y 500 noches: Sabina fin de siglo (Ediciones Efe Eme, 248 páginas, 20,90€), un libro que repasa en profundidad todos las aspectos de un disco esencial, que sigue plenamente vigente y que, a lo largo de estas dos décadas ha vendido más de un millón de ejemplares.
Desde su proceso de composición y grabación, pasando por su lanzamiento y gira posterior e incluyendo una revisión del tour conmemorativo que Sabina realizó en 2014, coincidiendo con los 15 años del disco.
Un Sabina más crudo y desnudo
Puchades entrevista a los actores principales de aquella grabación (el propio Sabina, que cuenta numerosos detalles sobre la composición; el productor Alejo Stivel; los músicos que participaron -y los que no participaron- en las sesiones; los ejecutivos de su discográfica; los diseñadores de la portada...) para descubrir cada uno de los aspectos de un trabajo que nos presentó a un Sabina diferente, más crudo y desnudo y que, pese al impacto inicial, pasó pronto a ser el preferido para sus seguidores. "Es el disco de mi vida", asegura el cantautor en las páginas del libro."19 días y 500 noches juega un papel determinante en la carrera de Sabina. Marca el final de un tiempo, el que podríamos definir como el Sabina clásico, el que arranca a mediados de los 80, se consolida en los 90 y en ese momento de final de siglo lo impulsa directamente a la mitología", asegura a RTVE.es el autor del texto. Juan Puchades afirma que, con este trabajo, el cantautor se transformó "en mito, principalmente en América".
A lo largo de la obra, Puchades nos va descubriendo cómo se fue modelando un disco en el que, además de un repertorio imbatible (con canciones como "Barbie Superstar", "Cerrado por derribo", "De purísima y oro", "Una canción para la Magdalena" o el propio tema título), el sonido habitual de Sabina cambió, sobre todo por la insistencia de Alejo Stivel (cantante de Tequila), que gracias a este trabajo se convirtió en uno de los productores más cotizados de la música española.
"Creo que Alejo Stivel firmó aquí su gran producción y supo entender como nadie el sonido que necesitaban tanto Sabina como esa colección de canciones", comenta Juan Puchades, para quien el disco tiene "momentos de una brillantez absoluta".
Puchades, seguidor de la obra de Sabina desde inicios de los 80, asegura que 19 días... fue el disco que le demostró que el cantautor había logrado lo que estaba apuntando desde años y discos atrás: "Que su talento como compositor había relegado a todo el mundo en nuestro país, y me refiero tanto a la gente del pop y del rock como de la canción de autor. Es un Sabina maduro que ha destilado todo su oficio para ofrecer lo mejor como escritor de canciones".
Una portada que hizo historia
El libro recoge numerosas anécdotas relacionadas con la elaboración del disco. Una de las más llamativas, a la que el autor dedica un capítulo completo, es la de relacionada con la portada de 19 días y 500 noches: una fotografía en la que Sabina aparece fumando y con unas alas negras que, curiosamente, se tomó tres años antes de la publicación de la obra para un dominical sin que tuviera relación alguna con el disco. Los diseñadores la descubrieron por casualidad y la imagen se convirtió en inmortal."Es una portada que fue esencial para el éxito del disco y para fijar la imagen de Sabina en ese momento", comenta Puchades, que considera que es "la mejor de las suyas y probablemente está entre las mejores de la historia de la música popular española. Y sin embargo, fue fruto de la casualidad, del ojo clínico de un diseñador que vio que la portada no había que buscarla, que a las tantas de la madrugada, de casualidad, acababa de dar con ella. Menuda historia".
En su trabajo de campo, el autor también descubrió que la aparente sencillez del sonido del disco "llevó mucho esfuerzo y meses de trabajo en el estudio, con Sabina y Alejo Stivel teniendo muy claro lo que querían conseguir: una desnudez que alcanzaron trabajando sin descanso".
En ese sentido, el productor cuenta en el texto cómo un Sabina en estado de gracia se empeñaba en realizar constantes cambios en los versos, hasta que Stivel tuvo que decir 'basta' y dar por terminada una grabación que llevaba camino de ser interminable.
Tampoco deja de lado la relación del cantautor con la cocaína -que Sabina nunca ha negado- y la importancia que tuvieron sus vicios y costumbres durante la grabación. "Él mismo lo define como el disco de su juventud alargada hasta los 50", señala Puchades, para quien la obra ha aguantado perfectamente las dos décadas transcurridas desde su publicación gracias a su "sonido totalmente atemporal y a que parte de premisas musicales que unen el rock clásico con la tradición acústica de la canción popular latinoamericana y española. Y funciona con una naturalidad que pasma".
También es cierto que 19 días y 500 noches, como obra maestra que es, ha ensombrecido la producción posterior de Joaquín Sabina. "Lo que vino después es un Sabina marcado primero por el ictus, del que sale con un disco excelente (Dímelo en la calle) y luego vino la depresión, que marca otro gran disco (Alivio de luto)".
Poco a poco, según avanzaba el siglo XXI, el artista se fue alejando de la música y acercándose cada vez más a su círculo de amigos escritores. "Se ha prodigado poco en disco, aunque sus obras no son desdeñables. Pero hay que entender que no podemos esperar otro 19 días y 500 noches porque ese, como cualquier otro disco suyo o de cualquiera, es irrepetible", concluye Puchades,.
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