TITULO: Cena con mamá - Leiva , Viernes -20- Noviembre ,.
Viernes -20- Noviembre a las 22:00 en La 1, fotos.
Leiva,.
Leiva: "Yo no quiero dar conciertos así, pero mi jefe de gira está vendiendo birras por la playa y mi backliner reparte para Glovo",.
Leiva. Madrid, 1980. El 30 de diciembre de 2019, sin sospechar la que se nos venía encima, grabó un concierto multitudinario en Madrid que visto hoy parece ciencia ficción. Aquel directo se publica ahora, audio e imagen, bajo el título de Madrid Nuclear.
- Te leí hace poco que has llegado a un punto en el que intentas no decir nada en las entrevistas. ¿Debo preocuparme?
- No, hombre. El sentido en el que lo dije es que hoy estamos permanentemente preocupados por no molestar a cualquier colectivo. Como ahora mismo cualquier cosa que dices es motivo de ofensa o de escarnio en redes sociales, lo que está ocurriendo desafortunadamente es que nadie dice nada. Al final, como lector, las únicas entrevistas que me interesan son las de los traperos, que son los más libres, los que dicen las cosas sin medir... Pero los que estamos dentro del sistema, por así decirlo, nos callamos cada vez más. Es muy peligroso porque, al final, ya no sólo es que caigamos en la censura, sino que caemos en la autocensura que es peor todavía. Últimamente es muy difícil decir cosas porque vas con miedo y es normal. Ahora mismo todo el mundo va armado y dispara por cualquier cosa.
- ¿Echas de menos cuando eras más pobre pero más libre?
- Sí. En el fondo, más allá de la dimensión artística de cualquiera, cuando éramos pequeñitos, ¿qué nos atraía? Lo que decía y lo que hacía Sid Vicious. Esos eran los símbolos que te movían y que te hacían formar parte de algo, creer en un estilo de vida que gritaba: "Idos todos a tomar por culo". Y ahora mismo los que hacen eso son la gente del trap.
- Con todo, el punk fue 'mainstream'. Los Sex Pistols o los Clash aparecen en cualquier lista de grandes grupos junto a los Beatles. Pero al trap se le trata como una anécdota, una cosa residual. Ya no se entiende la rebeldía como algo positivo, sino peligroso.
- Sí, pero es que ahí radica el interés. Cuando era pequeño, cualquier declaración peligrosa, cualquier artista que estuviera andando sobre la cornisa, ahí es donde yo ponía el foco. Entiendo que los chavales estén conectados con el trap. Hace poco veía en La Resistencia a Cecilio G y entiendo que se cuelguen con él. Es un tipo que llega ahí y es un punki. Y yo agradezco verles porque me parece un golpe de aire fresco, porque cuentan cosas, porque salen totalmente drogados a una entrevista y creen en su movida. Me parece muy saludable. Otro tema es que luego llegue a casa y me ponga trap que, aunque hay cosas que me parecen interesantes, no es lo habitual. Pero me gusta lo libres que son. Eso en mi generación lo estamos perdiendo.
- Hace 25 años, hacer y decir lo que fuera, por muy en el límite que estuviera era normal en la música. Lo hacía gente de éxito Robe Iniesta o, a su manera, Jota, de Los Planetas.
- Lo del indie era distinto, todo envuelto en un halo mucho más molongui. Extremoduro sí era eso. No hacían entrevistas y Robe siempre ha dicho las cosas de una manera muy áspera, muy cruda y muy incómoda. Una cosa es hacer declaraciones que molen y otra cosa es hacer lo que ha hecho Robe, que ha sido meter el dedo en la herida siempre. Y esto se ha acabado. Una de las partes negativas de las redes sociales es que ahora todo el mundo tiene miedo a decir algo porque te van a vapulear, los de la izquierda y los de la derecha... Cualquiera te va a dar caña. Entonces, claro, es difícil atreverte. Es un momento en el que somos cada vez menos libres.
- ¿Ahora, al escribir sientes que alguien te está mirando por encima del hombro?
- El otro día estuve charlando hasta tarde con Joaquín Sabina en su casa y utilizamos exactamente esas palabras. Debatíamos si existe esa figura ahora mismo en el cuarto de un creador y, aunque los dos pensábamos que no, en el fondo yo creo que sí estamos revisando mucho más lo que decimos y lo que escribimos. Pero no hay que dejar entrar a esa sombra en el cuarto de un creador, porque sería el principio del fin.
- La actitud de estrella de rock también se está perdiendo. Tú siempre la has cuidado.
- Hasta un punto. Tenemos que tener claro dónde estamos y dónde vivimos. Esto es España y nuestros camerinos son casetas de obra, así que tampoco nos podemos creer lo que no somos. Hay que tener sentido del humor con nuestro oficio y poco a poco te vas tomando cada vez menos en serio a ti mismo. Yo me tomo en serio el compromiso con el oficio y con la canción, pero no me vuelvo loco. Cuando tenía 23 años sí que lo entendía de otra manera y hacía destrozos de todo tipo. Ahora lo veo desde otro punto de vista, me he serenado y lo que me gusta es ver qué destrozos hacen otros.
- Siempre he tenido la sensación, por tus referencias y por cómo hablas de música, que te hubiera gustado hacer más rock del que has hecho, ¿es así?
- No, de verdad. Es que hay que ser consciente de que uno tiene las posibilidades que tiene. Yo consumo música de todo tipo, me encanta Chet Baker y me encanta Motörhead, aunque es verdad que lo que más he escuchado en mi vida ha sido rock. He tenido la suerte de tener un hermano mayor con una discografía cojonuda, muy buenos amigos y un barrio (la Alameda de Osuna) donde había un movimiento de rock flipante. Con Malahierba (su primer grupo), en el 93, yo tenía 13 años y hacíamos versiones de los Kinks o los Doors mientras la gente de nuestra edad estaba tocando Offspring, pero conforme ha pasado el tiempo he descubierto que me gusta escribir otro tipo de canciones y, además, no tengo las aptitudes para el rock que tiene Carlos Tarque. En cualquier caso, nunca sentí que tuviera que demostrar mi condición de rockero, sencillamente me he encontrado mejor en la canción que en la militancia en el rock. Tienes que hacer lo que está acorde con lo que eres. Me encanta escuchar a los Zeppelin y mi banda favorita son los Faces, pero sé que yo no puedo ser Rod Stewart. Soy lo que soy.
- En casi todas las profesiones creativas, tus limitaciones dan forma a tu carrera.
- Sí, te vas descubriendo según avanzas. Al empezar yo era baterista, luego empecé a tocar el bajo con Pereza, después pasé a tocar la guitarra y cantar y, al final, me he dado cuenta de que el papel en que mejor me encuentro es siendo un contador de historias. Tengo unas limitaciones vocales importantes y, sí, al final la semilla de mi estilo son la imperfección y todas las cosas que no tengo. Las aptitudes de las que carezco han generado mi estilo y sería absurdo si no lo reconociera. Al principio esas limitaciones me generaban inquietud, pero cada vez estoy más a gusto donde estoy.
- El directo que publicas se grabó el 30 de diciembre de 2019, la fecha es tremenda, el penúltimo día antes del Apocalipsis que es 2020.
- Así es. En medio del confinamiento severo yo estaba trabajando en la edición de este concierto: las imágenes, las mezclas, equilibrando el volumen de público y, sobre todo, viendo imágenes. Y, claro, me daba cuenta de que absolutamente todo lo que ocurre en ese concierto hoy está prohibido. Todo. Todo lo bueno que hay en ese concierto, todo lo que ves y te conmueve, sería imposible hoy. Era otra vida. Este virus es muy ladrón, nos ha privado de las cosas que más nos gustan. Ya no digo abrazarte y cantar con 20.000 personas, digo compartir un mini de cerveza. Eso ahora mismo parece un pasado lejano, pero ahí, en ese concierto de hace menos de un año, está todo: un montón de gente con sus vasos en alto, abrazados, cantando, un camerino lleno de colegas brindando. Eso representa una vida que estaba aquí al lado y que cada vez vemos más lejana. Por eso creo que, desafortunadamente para el mundo, pero afortunadamente para la edición de un disco en directo, es el mejor momento para sacarlo, para recordarle a la gente: "Venimos de aquí, no os olvidéis, esta es la vida a la que queremos volver".
- Como 'El Último Vals' de The Band, es una fiesta de despedida.
- Exactamente. Hablaba con Bunbury anteayer y pensábamos si se va a modificar de modo permanente el ritual del show a partir de ahora. Nos daba mucho miedo. Por si acaso, el último concierto que hice con público me quedé bien a gusto.
- ¿Cómo ves el futuro de la música en directo?
- No lo sé, nadie lo sabe. En mi caso, tengo tan interiorizadas la música y la gira como algo que me gusta y me divierte que meter todas esas restricciones, que son necesarias como ciudadanos, convertiría a una gira en algo que no quiero que sea. Yo no quiero viajar en la furgo con mascarilla y tocar para gente sentada con mascarilla y distancia de seguridad. Si me puedo permitir no dar conciertos así, y puedo por ahora, prefiero no hacerlo. Por respeto al ritual, a mí y al público. Pero ahí surge la enorme contradicción entre mi situación y la de los técnicos, que no se pueden permitir parar si quieren llevarse algo a la boca. Ahí es donde vienen las angustias. Yo tengo la suerte de haber trabajado toda la vida con amigos y no puedo desentenderme de su situación. Y, joder, mi road manager que es un capo y lleva toda la vida en esto, se ha comprado una nevera para vender birras en la playa en Tenerife y mi backliner está repartiendo para Glovo. Ese es el panorama y es muy complicado.
- ¿Y qué vas a hacer?
- Esto es lo que estamos estudiando. Aunque toque, sigo teniendo un problema, porque la reducción de público te acota libertades. Nosotros somos treinta y pico en gira y yo no puedo dar trabajo a todo el mundo actuando en aforos reducidos, porque es imposible que sea rentable. Entonces, tengo que dejar fuera a parte del equipo, de mis amigos, y eso es muy difícil para mí. Pero si en algún momento hay que buscar la manera para que la gente no se arruine, lo tendremos que hacer, claro.
- ¿Por ahora, hasta cuándo vas a parar?
- Fue tan estresante todo este año, que teníamos como 45 shows y estábamos cada semana viendo si se cancela el concierto o no, que hasta enero no voy a decidir nada. Si en enero se puede, saldremos a tocar el año que viene e intentaré recuperar los conciertos que hemos perdido en 2020. Siendo realistas, con mi dimensión de público me parece poco verosímil que en julio estemos metiendo 20.000 personas en un recinto, pero quién sabe...
- Hablabas de Bunbury, ¿dudas cómo él de la versión oficial sobre la pandemia?
- No, no, no. Tengo una amistad enorme con él y le admiro mucho, pero no comparto su visión. En este caso prefiero hacer caso a los científicos. Le respeto y no le criminalizo por pensar distinto, pero no lo comparto.
- Siempre has sido súper discreto con tu vida personal, pero en 'Nuclear', tu anterior disco, te abriste mucho. Pasado algo más de un año, ¿fue una buena idea?
- Sí, creo que sí. El autor tiene un compromiso con la canción y te tienes que exponer. Salvo que tengas el talento de Serrat, Santi Balmes o Sabina, que son brillantes a la hora de inventarse vidas para sus canciones y que parezcan las suyas sin serlo, los demás tenemos que tirar de la nuestra y contar lo que nos sucede. Así que, inevitablemente, hay que exponerse. Cuanto más te expones, por lo general la canción es mejor. Me costó, pero con los años me he dado cuenta de que esto funciona así. Cuanto más pasas de puntillas con metáforas, más humo nubla la canción. Así que estoy contento con Nuclear, con lo que conté, cómo lo conté y desde dónde lo conté. No me arrepiento.
- El mes pasado, publicaste junto a Joaquín Sabina 'Partido a Partido', una canción vinculando la situación que vivimos y la filosofía del Cholo Simeone. El Atleti vale para todo.
- Salió de una comida con una gente muy maja del club. La idea de partido a partido en la situación en la que estamos nos parecía una filosofía más al día que nunca. Aquí no existe el futuro, partido a partido, día a día... Es hoy, hoy, hoy, hoy, luchar hoy con todo y mañana ya veremos. Nos parecía muy bonito desde la filosofía del Atleti mandar un mensaje al mundo. Y llamé a Joaquín sabiendo que él también es muy del Atleti y que no hay nadie mejor para hablar de supervivencia. Si alguien tiene horas de vuelo en la supervivencia, es él. Nos juntamos, hicimos la canción y estamos encantados de que el mensaje haya trascendido a los colores y haya mucho madridista al que le gusta.
- El fútbol uniendo, no es tan habitual.
- El otro día hablando con Sabina recordábamos que nos presentó Guti. Somos amigos gracias a él, por esa época golfa que tuvo que andaba pululando y nosotros salíamos mucho con él. Hicimos con Guti una portada para el As que recuerdo con mucho cariño porque fue la primera vez que Pereza éramos portada de algo. Curiosamente, yo he tenido muchos amigos en el Real Madrid.
- Juntos pero no revueltos.
- No, no. El Atlético de Madrid es el equipo de mis sueños. Estuve en el campo en el primer partido de Liga, el del estreno de Luis Suárez y luego estuve tomando una cerveza con Cholo y le vi con las cosas claras. Hay una conexión Joao Felix-Luis Suárez que sueño con ella. A mí es que tener a Suárez en mi Atleti me encanta. Yo lo veía en el Barça y siempre pensaba cómo molaría ese tío en mi equipo. Y cuando Joao Felix juega, son palabras mayores. Estoy muy ilusionado este año.
TITULO:
Imprescindibles' estrena en La 2 - Muere Theo Vargas, el cadismo pierde a su voz ,. Domingo
-22- Noviembre,.
Domingo - 22- Noviembre a las 21:30 horas en La 2, foto,.
Muere Theo Vargas, el cadismo pierde a su voz,.Cádiz CF Nos deja a los 62 años, demasiado joven, todo Cádiz y el periodismo llora con la triste noticia,.
Este miércoles falleció Theo Vargas. Tristísima noticia para el cadismo y el periodismo deportivo a partes iguales. A los 62 años y tras haber sufrido el coronavirus en la parte más dura de la pandemia de marzo a mayo y lograr recuperarse, nos dejó ayer tras no superar un último proceso médico según comunican medios locales.
El periodista algecireño Teodosio Vargas-Machuca López, más conocido popular y profesionalmente como Theo Vargas posee una dilatada trayectoria profesional.
Más de 35 años como locutor deportivo en la Cadena Ser, primero en Radio Algeciras y luego durante 25 años en Radio Cádiz pero también como redactor y articulista para cabeceras tanto locales (Diario de Cádiz o La Voz) como nacionales. En sus inicios acompañó a Joaquín Prat en el programa "Cita a las 5", entrevistando a estrellas de la canción. Colaboró también en el departamento de comunicación del club gaditano antes de su jubilación.
Se apaga la voz del cadismo y el recuerdo de cada uno de los cadistas que haya seguido al equipo durante estas últimas décadas. Narrador de más de 3000 partidos del equipo amarillo vivió y narró con su personal estilo el recorrido del equipo en todas las categorías. Se va parte de la historia del Cádiz CF.
Se quedan en nuestra memoria históricas narraciones como los ascensos de los años 80, la época Irigoyen y las liguillas y sobre todo la voz protagonista del Cádiz cada domingo en su ostracismo en segunda B, el soniquete de los cadistas emigrados que no podían pisar el templo amarillo. En Primera, en Segunda o Segunda B, ahí teníamos a Theo cada domingo.
Theo, en su cabina, con su estampa del Nazareno de Santa María, gritará los goles de su equipo desde el cielo cadista. Se va una parte de la historia y la memoria del club y del cadismo. El mejor homenaje lo tiene con su equipo del alma en la división de oro. Otra triste pérdida para este extraño 2020 que se ha llevado a dos estandartes amarillos, Michael Robinson y Theo Vargas.
El periodismo, la familia cadista y el mundo del fútbol no ha parado de dedicar homenajes desde que se conociera su fallecimiento.
Manuel Vizcaíno
"Theo era mi amigo. Siempre he mantenido que la base de un Cádiz grande es recordar su historia y Theo es historia del Cádiz CF. Ha contado momentos muy importantes del Cádiz, con su sapiencia e independencia durante muchísimos años. Ahora hay que saber homenajear a alguien tan sincero con su pasión que era el Cádiz", señalaba el máximo dirigente. Cabe recordar que Theo Vargas estuvo muy vinculado en su última etapa profesional al Cádiz CF, ya que fue asesor del actual Consejo de Administración.
Dani Garrido,.
"Siempre habrá que recordar una voz y una sonrisa que estarán eternamente vinculadas al Cádiz CF y que siempre formará parte de nuestras vidas", ha dicho Garrido, quien ha lamentado que la pena es "muy grande". "Nuestra admiración hacia él no viene del ámbito profesional, sino de ser oyentes", ha detallado.
Manolo Lama,.
"Hoy se nos ha ido un PEDAZO de periodista,.
Hoy se nos ha ido un NARRADOR como pocos.
Hoy se ha ido un tío COJONUDO.
Un beso fortísimo para su familia, sus amigos y compañeros
HOY SE HA IDO UN TROZO DE HISTORIA DE CADIZ.
Que te vaya muy bien Theo Vargas",.
Pedrerol,.
"Cuántas horas de radio juntos. Descanse en paz, Theo Vargas",.
TITULO:
De seda y hierro - Como lo oyes . Domingo -22- Noviembre ,.
El Domingo -22- Noviembre , a las 20:20 por La 2, foto,.
De seda y hierro - Como lo oyes,.
Aborda la discapacidad auditiva en distintas etapas de la vida.
La prueba de cribado auditivo universal ha supuesto un cambio radical en el tratamiento de la sordera. Unax, a sus 6 años sabe bien lo que es convivir con un implante auditivo, gracias a él, su vida no se diferencia demasiado de la de cualquier niño de su edad. Ainhoa ha conseguido superar todas las previsiones con su evolución y, pese a que le dijeron que con los implantes, no podría apreciar bien la música, ahora participa en obras de teatro musical. La discapacidad auditiva no ha impedido a Daniel estudiar una carrera de fisioterapia y sacar una oposición para trabajar en un hospital desde el que intenta ayudar a quien lo necesita. Después de una intensa vida laboral, Araceli se niega a bajar el ritmo y llena su tiempo con decenas de actividades mientras pide que la sociedad se fije más en los problemas de audición de la tercera edad.
TITULO:
Noche Sexo - Monica y el sexo - Desnuda sobre el amor ,.
El viernes -20- Noviembre 0.40 / Cuatro, foto,.
Desnuda sobre el amor,.
'Marco Antonio y Cleopatra', amor y poder,.
El director Cecil B. DeMille fue el padre del cine-espectáculo gracias a una visión de las cosas simplificada hasta el exceso. Decía, por ejemplo: «A los norteamericanos lo único que les importa es el sexo y el dinero». Con este tipo de análisis como punto de partida, creó películas míticas en la historia del séptimo arte, pero también estableció un modelo de estética que dominó el mundo durante años. La grandilocuencia, el esplendor, lo titánico bañado en oro. El cine como fuegos artificiales y sin mensajes complicados. Su forma de entender el entretenimiento ha perdurado hasta hoy -se aprecia bien en algunas televisiones-, aunque quizás con menos presupuesto.
En 1934 se atrevió a llevar a escena 'Marco Antonio y Cleopatra', una de las grandes historias de amor trágico de todos los tiempos. Su personal perspectiva cargó de erotismo la pasión entre el militar romano y la reina de Egipto. La actriz que da vida a Cleopatra llevaba unos vestidos tan ceñidos que en ocasiones no se podía sentar. Su corte de esclavas no le iba a la zaga. DeMille llegó incluso a burlar la censura en una escena en la que, al fondo, se vislumbra a una mujer desnuda.
Resulta paradójico que se pusiera tan pícaro cuando era el representante de la derecha dura en la industria de Hollywood. Una de las anécdotas más célebres de la cinematografía estadounidense es el juicio paralelo que le preparó en 1950 a su colega Joseph L. Mankiewicz, al que acusaba de comunista en plena época de la 'caza de brujas'. En una reunión del Sindicato de Directores, DeMille se disponía a sentenciarle al ostracismo cuando John Ford pronunció una frase para la posteridad: «Me llamó John Ford y hago westerns». Acto seguido, agregó: «No nos gustas, C. B.». Viniendo de quien venían, esas palabras condenaron al director de 'Marco Antonio y Cleopatra' y exculparon a Mankiewicz, quien, una década más tarde, rodaría también la vida de la última gobernante de la dinastía ptolemaica del Antiguo Egipto.
«Incluso cuando Cleopatra se muestra vulnerable,solo lo hace para acercarse a sus víctimas»
Alguien tan especial como Cecil B. DeMille no podía hacer una Cleopatra canónica. En la visión de un ultraconservador, consciente además del poder del sexo para aumentar la recaudación, su protagonista no podía ser más que una mujer fatal. Según la psicóloga, 'coach' y directora teatral Tonina Ferrer, la presenta como «el prototipo de persona con rasgos psicopáticos que se vale del erotismo para conseguir el poder. Incluso cuando se muestra vulnerable, solo es para acercarse a sus futuras víctimas».
Quien la encarna en la cinta es Claudette Colbert, una actriz francesa que llena la pantalla de curvas y miradas insinuantes. Le da réplica el británico Henry Wilcoxon, un fornido actor que había sido boxeador y campeón de buceo. La historia es archiconocida: la reina de Egipto seduce a Julio César para que le ayude a mantener el poder. Cuando el emperador es asesinado por Bruto, pone sus ojos en Marco Antonio, que cae en sus redes. Las intrigas les asedian hasta que Octavio envía una expedición de castigo. Derrotados, ambos se suicidan.
Escasa empatía
¿Cómo es la relación que se establece entre Marco Antonio y Cleopatra? «Tóxica», zanja Ferrer. En su opinión, los dos son «igual de débiles» y tienen una «dependencia absoluta» del otro. Él aparece como «la caricatura del macho-alfa, dominante y con escasa empatía», y los cimientos sobre los que construyen su vínculo son «el alcohol y el sexo». Después, el interés por mantenerse en el poder. «Además de sus problemas de relación -apunta la psicóloga-, ambos se enfrentan a una lucha sin cuartel en lo que, por decirlo de alguna manera, sería su vida 'profesional'», una presión que desequilibra más todavía a la pareja.
Los pilares deuna convivencia sana
La interdependencia como pegamento. La psicóloga Tonina Ferrer sostiene que una relación sana necesita interdependencia entre las partes. «Tiene que surgir del entendimiento entre dos personas que, de manera consciente, deciden compartir sus vidas -explica-. Si hay dependencia de alguno, en ese momento comenzarán los problemas y la infelicidad».
Sentimientos rentables.
«El amor bueno es el que produce buenas sensaciones y emociones, aunque eso no significa que no se vayan a producir conflictos o desencuentros en el curso de una relación -asegura Ferrer-. Puede parecer sencillo, pero no lo es. Debe existir el convencimiento de que uno quiere lo mejor para el otro. De esa manera, una relación te hace sentir tranquilo y te permite crecer como persona. El amor nunca puede dar pie a un infierno».
La igualdad imprescindible.
Una convivencia tóxica en pareja conlleva desequilibrio. «En una relación sana no puede haber luchas de poder, nadie debe intentar estar por encima del otro -advierte la psicóloga-. Las personas no son iguales ni dan y reciben lo mismo, ya se sabe. Pero es vital que los dos componentes tengan los mismos derechos y que exista una buena comunicación».
No hay comentarios:
Publicar un comentario