martes, 8 de junio de 2021

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TITULO: Cartas en el tiempo - Jorge M. Reverte desentraña el desastre de Annual en su libro póstumo  ,.





Cartas en el tiempo ,.

'Cartas en el tiempo' -   Jorge M. Reverte desentraña el desastre de Annual en su libro póstumo  ,.

  Miércoles -9- Junio a las 20:00 en La 2 / fotos.

 

Jorge M. Reverte desentraña el desastre de Annual en su libro póstumo,.

'El vuelo de los buitres' analiza las claves de una derrota aplastante que cambió nuestra historia y precipitó la Guerra Civil,.

Recogida de cadáveres en la guerra de África./
 
Recogida de cadáveres en la guerra de África.

El 30 de junio de 1921, el Ejército español en la zona oriental del Protectorado de Marruecos, a las órdenes del general Manuel Fernández Silvestre, sumaba 361 oficiales y 9.303 soldados, repartidos en 121 posiciones, que disponían de 2.578 cabezas de ganado. Tres semanas después, las cifras pasaban a ser 588 jefes y oficiales, y

16.582 de tropa, además de 3.592 caballerías, distribuidas en 144 posiciones. Habría después una nueva revisión, y entonces aparecerían 845 jefes y oficiales, 20.139 de tropa y 5.251 cabezas de ganado. Pocos días más tarde, estas cifras no llegaban ni a la mitad. En la explanada de Annual, en las cuestas y los barrancos de Annual a Izumar, y más tarde en Monte Arruit, Nador, Zeluán y muchos otros lugares, los cuerpos exánimes de unos diez mil militares españoles, puede que más, alterarían las cuentas de forma dramática. Los hechos del barranco del Lobo, que apenas hacía doce años habían conducido a España, y singularmente a Barcelona, a una crisis social con pocos precedentes, se quedaban cortos ante la magnitud de lo sucedido en Annual el 22 de julio y, más fuerte aún, lo acontecido en el resto del territorio del Protectorado africano, donde algunas tribus rifeñas habían llevado a cabo una matanza gigantesca, acompañada de torturas sin cuento, de soldados y paisanos cristianos.

A muy pocos días de los terribles sucesos, un general apellidado Picasso recibió el encargo de buscar a los responsables de lo que se conoció muy pronto como el «desastre de Annual» en unos lugares, y como la «victoria de Annual», en otros. Picasso hizo en pocos meses un trabajo espléndido por su profundidad, su contención y su capacidad para no dejar nada suelto con los datos que se conocían por entonces. En 1923 el golpe militar de Miguel Primo de Rivera sirvió, entre otras cosas, para que los principales responsables de aquello no pagaran sus muchas culpas. Miles de cadáveres de oficiales del Ejército y de soldados de reemplazo quedaban pudriéndose bajo el sol africano sin que el país pudiera conocer de quién o de quiénes era la responsabilidad de aquellos bestiales hechos… Aparte de quiénes eran los autores directos, claro.

Las cifras de oficiales en activo se habían reducido por un sistema que nadie deseaba, pero no en la medida que España necesitaba. El procedimiento, por supuesto, nada tenía que ver con ninguna ley. En 1898, después del otro desastre colonial, el de Cuba y Filipinas, el Ejército español tenía 499 generales, cerca de seiscientos coroneles y unos 24.000 oficiales. Más del doble que el Ejército francés, de un país mucho más poblado y con unos recursos mucho mayores.

Ese desmesurado Ejército tenía unos deseos casi incontenibles de nuevas colonias que reemplazaran las perdidas en la desigual guerra con Estados Unidos. Los militares españoles eran decididamente colonialistas.

Como también lo era el Rey, o, mejor dicho, la Monarquía española. La mentalidad colonialista estaba muy extendida en toda Europa, aunque en el caso de España no tenía apenas territorio al que agarrarse… hasta que las grandes potencias europeas llegaron a un acuerdo para repartirse el norte de África. El continente africano había sido el blanco preferido para el gran reparto de tierra que los colonialistas europeos llevaron a cabo en busca de nuevos mercados y de unas riquezas minerales que se suponían desmesuradas. Por un tiempo, afortunadamente corto, hubo quien pensó en España que Melilla podía ser un nuevo Bilbao.

España y Francia, bajo el evidente predominio de la segunda, se repartieron el norte de África para llevar adelante una bondadosa política de protección que pudiera conducir a Marruecos a ser algún día un país civilizado y pasar a formar parte, o quizás no, del privilegiado núcleo de las grandes potencias.

Para ello, los estados coloniales tenían que conseguir algunos logros, como erradicar las hambrunas constantes o acabar con el analfabetismo. Cosas del subdesarrollo. Silvestre, que era el jefe del Ejército en Melilla, lo veía muy claro antes de liarse a tiros con quien osaba no obedecerle en la parte que le había tocado a España, el Rif, la más dura y agreste del norte de África:

Sería una inhumanidad, y se nos podría hacer gravísimo cargo por ello, dejar que muera de hambre un territorio que hemos venido a proteger y civilizar. Y ninguna ocasión mejor que ésta se puede presentar para que vea el indígena las ventajas de nuestra intervención, para que sienta cariño y gratitud a la Nación que lo salva de la miseria y de la muerte; y para que los demás pueblos observen también que somos capaces de resolver airosamente este conflicto, tomando medidas adecuadas en lugar de limitarnos a mirar, con los brazos cruzados, cómo van desapareciendo, por docenas diarias, todos aquellos que no pueden soportar las privaciones que sufren, y cómo quedan un gran número en tal estado de anemia y de consunción, que serán siempre cadáveres ambulantes sin lograr restablecerse jamás.

Silvestre se conmovía al ver a sus «protegidos» perseguidos de forma tan pertinaz por el hambre. Porque en 1921 se cumplían cuatro años desde que comenzara el ciclo de sequías aún vigente. Al parecer, sólo él, y nadie más, tenía el derecho a someter, matándoles si era preciso, a los duros rifeños. A los rifeños, que, orgullosos, se rebelaban levantando una bandera que a los generales españoles les resultaba muy extraña, la de blad es siba, la del territorio rebelde.

En 1921, Silvestre tenía sus propios planes: haciendo de Annual la base de operaciones de sus contingentes, preveía lanzar sus tropas sobre el frente temsamaní, cortar en dos la línea del río Amekrán y, con un avance múltiple, plantarse en la desembocadura de otro río, el Nekor. Desde allí, tenía al alcance de su mano el sueño de todos los generales españoles que habían guerreado en la zona: Alhucemas, la inviolada. No le salió bien.

Y eso a pesar de que estaba apoyado por una potencia europea. Renqueante, pero potencia, con una población que llegaba a más de veinte millones, y un PIB enormemente superior al del Rif. Por muy mal que estuviera España, sus diferencias con esta agreste pero pequeña región de Marruecos eran enormes.

Jorge M. Reverte. 

Mejor le salió, en cambio, a Mohamed Abd el-Krim, que se puso al frente de un casi imposible aglomerado de tribus, que sumaban unos pocos cientos de miles de habitantes, a los que convenció para que se unieran a su idea de «guerra total», del pueblo en armas en pos de la que él veía como República del Rif. Un sueño contra otro.

Un guerrillero moderno anticolonialista luchó contra el Ejército de una potencia europea. Y venció.

Este libro es la historia de ese enfrentamiento que duró pocos meses, pero se fraguó durante años, porque empezó en lugares como Fez mucho tiempo antes. Un combate que se resolvió con una escandalosa derrota provisional de las tropas coloniales españolas en un lugar llamado Annual, aunque siguió en otros sitios, como Nador, Zeluán o, sobre todo, Monte Arruit. Entre ocho y trece mil soldados españoles perdieron la vida en aquellos días. Algunos a manos de los rifeños y otros a causa de la sed, el hambre, el paludismo, el agotamiento… Las responsabilidades sobre aquellos hechos quedaron bastante aclaradas por la instrucción impecable del general Picasso. Su expediente, con cientos de declaraciones de los supervivientes, constituye, sin duda, una fuente inestimable para todo aquel que pretenda reconstruir la historia del desastre de Annual.

Aunque Picasso, como es natural, dejó algún fleco suelto en su investigación. Flecos que han servido para que algunos historiadores plantearan tomas de partido extremas con la Corona de por medio. Y por eso hay autores que han desarrollado trabajos al respecto, algunos de ellos muy interesantes. Los de Julio Albi de la Cuesta, Juan Pando Despierto, Luis Miguel Francisco o tesis doctorales como las de Pablo La Porte, Alfonso Caballero Echevarría, María Gajate Bajo, Alfonso Iglesias Amorín, Jorge Luis Loureiro Souto, Charles Richard Pennel o El Mesaudi Faris-Ahmed.

La posible responsabilidad de Alfonso XIII en los hechos me parece de menor interés. En todo caso, se queda en un supuesto apoyo al general Silvestre para que se lanzara a sus planes de coquista. Si Alfonso XIII fue responsable de lo sucedido, lo fue por su actitud machista y sus atributos de rey indiscutido.

Lo que Annual puso en solfa fue el sistema, la pulsión colonialista europea. Los generales Manuel Fernández Silvestre y Felipe Navarro tienen, según el trabajo que sigue, una seria responsabilidad en los hechos acaecidos entre el 22 de julio y el 10 de agosto de 1921 en el norte de África. Su incompetencia raya la irresponsabilidad en todo el relato. Una incompetencia que es característica, una vez más, de todo el sistema colonial, de toda su planificación, que por ejemplo se basaba, sin la menor duda, en casi un centenar y medio de posiciones sin recursos propios y aislables por el enemigo. Abd el-Krim le dio una respuesta sencilla a esa planificación: la que en este libro se llama «estrategia de la sed». A la que se añade un sabio uso de su relación con las cabilas, las tribus con las que Silvestre habría tenido que llevar una política muy distinta.

Silvestre sustituyó en parte la corrupción por la fuerza. Abd el-Krim la eliminó entregando parte de un sueño a cada cabila.

La guerra, que según este libro pretende demostrar la comenzó España cuando bombardeó Axdir en el mes de abril, fue un conflicto tan sucio y tan limpio como tantos otros… hasta Monte Arruit, que en la lengua de los rifeños se dice Arruí, eliminando la «te» introducida por la arabización. Algunos guerreros rifeños se ensañaron entonces con los indefensos soldados españoles después de haberse rendido. Fue una acción de justificación imposible, ni siquiera por los agravios acumulados, que dejó a España apesadumbrada, herida y revanchista. Pero también a un Abd el-Krim muy herido en su prestigio. Las imágenes de los cadáveres son inequívocas. Aquellos hombres sufrieron mucho antes de morir y por ello, después, pagaron justos por pecadores. Porque tras el descalabro militar sufrido en el Rif, el Ejército español desplegaría todo su poderío contra el pueblo rifeño, masacrando a mujeres y niños, exhibiendo una crueldad igualmente infinita para vengar a sus muertos.

El libro también mantiene una tesis al respecto, y es que Abd el-Krim no controló, ni mucho menos, la situación. Los hombres de Metalza, Beni Bu Yahi y Beni Bu Ifrur, fueron quienes cometieron los peores excesos, espoleados por el enemigo desarmado y por viejos rencores personales y estafas mineras. Los datos encontrados sugieren que los hombres de Abd el-Krim no participaron en las matanzas ni en las torturas masivas que siguieron a la rendición del general Navarro, o al menos no las encabezaron. Puede ser excesiva la interpretación de María Rosa de Madariaga sobre las pugnas rifeñas en torno al trato de los prisioneros y vencidos como algo cercano a una guerra civil; pero es una idea que tampoco debe descartarse.

Hablar de Marruecos sin referirse a los trabajos de esta historiadora sería, como mínimo, algo osado. Como también lo sería no hablar de los trabajos de Germain Ayache, Charles Richard Pennel, o de Zakya Daoud, indispensables para seguir la pista de Abd el-Krim y de sus hombres en sus derroteros.

Este libro no tendría sentido si no fuera por la calidad de sus fuentes. Cualquier trabajo sobre este asunto tropieza con el mismo obstáculo, que es el de que algunas culturas ofrecen al historiador una base documental muy poco amplia y fiable, lo que tiene que ver con su grado de alfabetización. Los archivos marroquíes no contienen apenas datos sobre el lado rifeño de la historia. Hay un enorme desequilibrio entre la documentación abundante y de buena calidad del Ejército español, recopilada casi toda ella por el Servicio Histórico Militar (SHM), y la escasísima y dispersa documentación rifeña. Esto ha obligado a buscar datos por otras vías que suelen ser extraordinarias: la memoria oral y la literatura, por ejemplo.

Los larguísimos poemas del Rif, algunos de los cuales se han traducido por vez primera al castellano desde el amazigh o el árabe para este libro, o las canciones infantiles han sido una buena fuente. Los poemas se los aprendían de memoria hombres mayores, que eran quienes tenían tiempo para ello.

La memoria oral tiene muchos peligros de inexactitud. El contraste de los datos ha sido uno de los trabajos más pesados que se han presentado a lo largo de los meses que ha durado la preparación de este libro. En algunos casos, la memoria oral da unos frutos muy magros para el trabajo invertido. Pero esa impresión se revela falsa cuando se ve que unas horas producen medio folio de historia de verdad. Un medio folio de mucho valor.

Para ese trabajo —no sólo para eso, por supuesto— ha sido fundamental la participación en el libro de un hombre de sólida cultura, M’hamed Chafih, un bocoia natural de Alhucemas que habla el castellano con soltura de castizo madrileño, además del árabe, el rifeño, o amazigh, y el francés. Su curiosidad es, con mucho, una de sus grandes virtudes. Su conocimiento profundo del Rif y de la idiosincrasia de su gente ha sido fundamental para este trabajo.

Sonia Ramos escribe historia. Y, además, investiga en historia. Es una excelente compañera de trabajo y una incansable perseguidora del dato minucioso. Con Sonia resulta una negligencia monstruosa ser coautor y no haber leído todos los libros que tratan del asunto, sea el que sea.

El trabajo de ambos le ha dado al libro un carácter muy superior al que tenía en un principio. Empezó como el capricho de un escritor obsesionado, que quería saber qué pasó de verdad en 1921 en el norte de África, y acabó en la elaboración de un libro al que ha sido preciso quitar cientos de páginas para que sea manejable.

Sonia y M’hamed son, en realidad, coautores de este libro, al que han dedicado muchas horas entusiastas robadas a sus familias, y trabajando bajo las severas leyes que a todos nos ha impuesto la pandemia de la Covid-19.

He intentado ser fiel, a la hora de escribir la historia que el lector tiene entre manos, al espíritu de dos personas: Bárbara Tuchman y Santos Juliá. Al de ella, por su maravillosa insistencia en que la historia hay que contarla de modo que el lector disfrute. Y al de Santos porque supo unir una escritura de apariencia sencilla con el rigor y la creatividad que tanto admiramos en él.

Esta es una historia triste, porque acumula miles de historias tristes, casi todas de hombres jóvenes, españoles y rifeños, envueltos en una guerra colonial sin ningún sentido para los españoles y con todo el sentido para los rifeños, que defendían su casa, su tierra y querían volver a su independencia, discutible como todas, pero suya.

Al frente de los españoles, un general tan valiente como pagado de sí mismo, y, al frente de los rifeños, un increíble estratega sobrevenido, un hombre que aprendió sobre la marcha acerca del terreno en el que combatía y de quienes le siguieron. Fue, con seguridad, el más eficiente luchador, político y militar, anticolonialista de principios de siglo. Y uno de los primeros.

TITULO: Las rutas de Ambrosio - Las Reliquias ,.

El sabado -12- Junio  a las 19:10 por La 2, foto,.

  Las Reliquias ,.


Ruta de las Reliquias. Itinerarios culturales en Asturias


 Ruta engañosa porque aunque el perfil nos haga venirnos arriba es laaaaaarga. Con un día frío y ventoso salimos del puerto y tardamos un buen rato en dejar de sentir el desagradable viento. Pasamos la ermita de Trobaniello y continuamos por la pista que en ocasiones está hasta asfaltada. En un momento dado llegamos a una casa con un chorro de agua delante y allí mismo están los indicadores que nos mandarán dejar la pista y tomar el sendero que sale a la izda,senda que unas veces mejor y otras peor pero se camina bien(llevo el chip de la btt). En este caso casi recomendaría bajarla que subirla porque habría que descabalgar alguna que otra vez aunque por pequeños tramos, el problema es que son muchos metros de desnivel aunque si se tienen ganas, fuerzas, desarrollo y batería no es mala opción subirla. Pasamos por las proximidades de Ricabo y por los pueblos de Ronderos y Rodiles. Más tarde llegamos a Santa Marina donde aprovechamos en un pequeño área recreativa a comer el bocata, precisamente enfrente tenemos la mina Mariquita donde en 1973 por una explosión de grisú murieron 6 mineros. Allí mismo también comienza ya lo que se denomina Senda del Oso y que sin dificultad nos dejara en el final de etapa, Arrojo.


 TITULO: LAS RUTAS DE VERONICA -  Nuevo huesped   ,.

El sabado-12- Junio a las 18:10 por La 2, foto,.

  Nuevo huesped ,.

 Coronavirus: “La inyección que me ponen cada dos días debe de ser un  pelotazo” | Sociedad | EL PAÍS

 

La historia del empleado de banca Miguel Ángel Benítez, el primer paciente contagiado en España de COVID 19 -la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus- sin haber viajado a las zonas con brotes de la enfermedad en el extranjero, como la provincia china de Hubei o el norte de Italia, muestra lo complicado que es impedir la propagación mundial del virus y cuántos trastornos sociales con costes millonarios está provocando pese a la levedad de la mayoría de los casos.

El paciente, nacido hace 62 años en Huelva y vecino de la capital sevillana, se recupera favorablemente en una habitación en aislamiento en el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla. Su testimonio en una entrevista telefónica con Abc, publicada este viernes, las declaraciones del consejero andaluz de Salud, el médico Jesús Aguirre, a Canal Sur Radio también este viernes, la posterior aclaración del hijo del paciente y la información recabada por EL ESPAÑOL permiten reconstruir el itinerario de la relación del anfitrión humano con su huésped vírico a lo largo del tiempo y el espacio, y calcular el impacto potencial que ha tenido en otras personas que han tratado con él. Tanto porque les haya podido contagiar la enfermedad como porque les ha obligado a aislarse a su vez o tomar medidas especiales de observación que afectan a su trabajo y vida cotidiana.

Hay más de 83.000 afectados en el mundo (cifras aún mínimas en comparación con otras enfermedades), la mayoría en China, donde han muerto 2.788 personas. España registra hasta el 28 de febrero 32 casos, seis de ellos en Andalucía, y ningún fallecido. Los expertos calculan que cada infectado en el mundo ha contagiado a su vez de media a entre dos o tres personas. A tres del entorno inmediato de Miguel Ángel, entre ellas su mujer, les han hecho pruebas para comprobar si tienen coronavirus. También a 69 sanitarios que han tratado con él sin protección en el Hospital Virgen del Rocío, antes de que se confirmara su caso y fuera colocado en aislamiento, les han hecho análisis y los han enviado a casa, para que estén en observación, aunque no aislados, durante los hasta catorce días en que dura la incubación del covid-19. A última hora de este viernes, la Junta de Andalucía informó de que el médico (58 años) que trató a Miguel Ángel también estaba infectado [se encuentra en seguimiento  activo en su domicilio con todas las garantías de seguridad y atención]. Por el momento, no se han detectado más contagios secundario.  

El contagio no está claro

Jesús Aguirre, nuevo consejero de Salud y Familias de Andalucía.

Jesús Aguirre, nuevo consejero de Salud y Familias de Andalucía.

Miguel Ángel Benítez trabaja en una oficina del banco en Sevilla como director de créditos a pequeñas y medianas empresas (pymes). Entre sus ocupaciones está participar en el departamento de impagos, tratando con clientes morosos, a menudo por teléfono. En su puesto no atiende un flujo constante de público en ventanilla, aunque sí tiene contactos en persona con clientes que acuden a hacer gestiones de sus asuntos con él.

A finales de enero, un compañero de Miguel Ángel que trabaja en la oficina de Marbella asiste en esta ciudad de la Costa del Sol a una fiesta flamenca en la que trata con una pareja procedente de la ciudad china de Shanghái. (David Benítez, hijo del paciente de Sevilla, ha corregido al consejero andaluz de Salud, Jesús Aguirre, que por error había dicho este viernes que quien asistió a la fiesta de Marbella fue el propio Miguel Ángel y que las autoridades sanitarias sospechan que ese contacto con la pareja asiática es el origen del contagio).

El brote epidémico de la nueva cepa de coronavirus que causa covid-19 se detecta el mes anterior, en diciembre de 2019, en la ciudad china de Wuhan, capital de la provincia de Hubei. La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que el virus se transmite sobre todo a través de las gotículas, pequeñas partículas líquidas de saliva y mucosidades que expulsamos al toser, estornudar, exhalar o escupir. Dice que pueden alcanzar un metro de distancia, lo que se considera la distancia de seguridad, aunque el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC en sus siglas inglesas), el organismo de referencia para epidemias en Estados Unidos, eleva esa distancia a dos metros.

La OMS informa de que el periodo de incubación de este nuevo coronavirus, el tiempo que transcurre entre que una persona se infecta y le aparecen los primeros síntomas de la enfermedad, casi siempre leves (tos, dolores musculares, fiebre, dificultades respiratorias como neumonía), oscila entre 1 y 14 días, aunque estudios recientes han encontrado algún caso que alcanza hasta 24 días. Un contagiado sin síntomas, que se siente bien y desconoce que está infectado, puede ya contagiar a otros, aunque la probabilidad aumenta cuando ya presenta esos síntomas, que es cuando tose y estornuda y tiene más carga viral.

El paciente, que tarda varios días o semanas en curarse, sigue siendo contagioso hasta que los análisis (se hacen dos pruebas para descartar un posible falso negativo) confirman que ya no tiene el virus porque las defensas de su propio sistema inmune lo han destruido. Aún no hay una vacuna disponible y los medicamentos y la atención sanitaria sirven sólo para frenar los síntomas, evitar que el virus complique otras enfermedades subyacentes e impedir que el enfermo contraiga otras infecciones. La mortalidad en China por el covid-19 está en torno al 2%, aunque los expertos estiman que se tiende a rebajarlo y bajará del 1%. La gran mayoría de los fallecidos eran ancianos y/o padecían enfermedades graves previas.

Fiesta flamenca en Marbella

Fachada del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla.

Fachada del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla.

Unos días después de la fiesta flamenca de Marbella de finales de enero, en la primera semana de febrero, el jueves y viernes 6 y 7, los trabajadores de la entidad bancaria de las oficinas de Andalucía pertenecientes al departamento de cobro de morosos se reúnen en Málaga capital para su convención de cada año. Son unas 50 personas y entre ellas están Miguel Ángel y el compañero de Marbella que había estado días antes en la fiesta flamenca marbellí con la pareja de Shanghái. Se reúnen para su encuentro de trabajo en el hotel Eurostars, junto a la estación de tren María Zambrano de Málaga. Varios de ellos, una noche, van a un tablao en Málaga, Miguel Ángel se asoma, no le parece apropiado el ambiente y el grupo se va sin llegar a pasar tiempo allí ni interactuar con el público, lo que parece descartar que ése fuera el lugar de su contagio. Las reuniones de trabajo en el hotel y los almuerzos son los lugares más concurridos de su estancia.

El compañero que había estado días antes en la fiesta de Marbella no ha sido diagnosticado como portador del virus, aunque ha podido haber pasado la enfermedad y recuperarse con síntomas leves o prácticamente inapreciables sin llegar nunca a ser detectado.

Suponiendo que haya sido este compañero el que le haya contagiado el virus en la reunión de trabajo a puerta cerrada de Málaga o se haya infectado por otra vía, el caso es que desde esos días Miguel Ángel, ya con el coronavirus en su organismo y por tanto con potencial para contagiarlo en encuentros humanos muy cercanos (la probabilidad es muy baja en todo caso, recordemos que tiene que lanzar partículas y que alguien las inhale), regresa a su trabajo en Sevilla capital y sigue su vida, que él define como “cartujana”, sencilla, de casa al trabajo y del trabajo a casa con su mujer, un paseo juntos con el perro por las tardes y algún encuentro con pocos amigos y familiares el fin de semana para tomar una cerveza.

El lunes 10 de febrero, tras la escapada laboral con sus compañeros de la semana anterior a Málaga, se incorpora a su oficina en Sevilla. Ese mismo día, como le ha contado a Abc, empieza a sentirse “con muchos dolores” y piensa que ha podido coger una gripe. Unos días después deja de ir al trabajo. El viernes 15 tiene fiebre alta. El lunes 18 de febrero su mujer llama al médico de cabecera y éste acude a verlo a su domicilio. Por unas placas en la garganta, le receta antibióticos (inútiles, porque no es una infección bacteriana sino vírica, algo que aún no saben). El jueves 20 sigue con 40 de fiebre, llaman al médico y les dice que acudan a Urgencias del hospital por sus síntomas de neumonía. En el Hospital Virgen del Rocío lo tienen en observación desde las 11 de la mañana del jueves 20 hasta las 19 horas del viernes 21. Los médicos no dan con el origen de su enfermedad. Como no ha estado en el extranjero, en principio no se plantean que tenga coronavirus. El martes 25 de febrero le hacen por la tarde le prueba del coronavirus y el miércoles 26 le comunican que ha dado positivo. Es sólo entonces cuando lo aíslan. Desde dos días antes estaba en aislamiento parcial y podía recibir visitas. Ahora sólo entran en la habitación los sanitarios que lo atienden, con mascarillas, gafas y guantes (el virus puede entrar por boca, nariz y ojos, al tocarse con las manos o al inhalar gotitas por vía aérea). El paciente, al que están aplicando un tratamiento experimental para mejorar sus síntomas, se encuentra bien y animado. “No se puede crear una alarma social”, dice tranquilo.

El banco, preparado

Los otros trabajadores que asistieron a la reunión del banco en Málaga siguen trabajando con normalidad y ninguno ha presentado síntomas del coronavirus. La entidad les ha enviado mensajes internos con las recomendaciones generales de prevención de contagio ya conocidas y les ha instado a alertar a los servicios de salud si se sienten mal, aunque, dado el tiempo transcurrido desde la convención de Málaga, tres semanas, consideran que ya han superado el tiempo de incubación de dos semanas calculado por la OMS y no hace falta que hagan cuarentena.

Cuando Miguel Ángel se dio de baja, pensaban que tenía una gripe. Y, de hecho, según subraya el consejero de Salud, la población tendrá que acostumbrarse a convivir con el covid-19 y normalizarlo como ocurre con la gripe común, que causa (por su difusión masiva mundial) más víctimas que el coronavirus.

De momento, un solo caso como el de Miguel Ángel (cuyos efectos no han sido más graves gracias a su hospitalización, aunque la mayoría de infectados pueden curarse en su domicilio) ha comportado una seria alteración para más de cien personas: el medio centenar de compañeros de la reunión de trabajo de Málaga, varios allegados en Sevilla y 69 sanitarios a los que han puesto bajo observación tras haberlo tratado sin protección en el hospital Virgen del Rocío. Ha pasado unas dos semanas y media desde que se contagió hasta que lo han aislado una vez confirmado su diagnóstico.

El coronavirus puede sobrevivir en superficies exteriores durante horas o unos pocos días (se estima en unos dos días a temperatura ambiente). En el cuerpo humano, resiste varias semanas. Miguel Ángel seguirá hospitalizado unos ocho o diez días más. Cuando los análisis den negativo dos veces, estará curado. Mientras tanto, se toma su caso especial con paciencia y humor: “Caso único podía haber sido para que me tocara la Primitiva, pero no esto…”.

 

TITULO:  ¡ Qué grande es el cine ! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES -18- Junio -Rafael Unquiles: "El periodista no se hace rico ni aquí ni en Abu Dabi",.

 

¡Qué grande es el cine!,.


  ¡Qué grande es el cine! fue un programa de cine dirigido por José Luis Garci y emitido por Televisión Española por su cadena La 2.
El programa comenzaba con una presentacLa actriz Juana Acostaión de la película que se emitía esa noche, posteriormente esta película se emitía y acababa con una tertulia entre Garci y los invitados del día sobre ella.1​ El programa comenzó a llevarse a cabo en enero de 1995 y comenzó sus emisiones el 13 de febrero del mismo año., etc.

 

¡ Qué grande es el cine ! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES -18- Junio - Rafael Unquiles: "El periodista no se hace rico ni aquí ni en Abu Dabi"., fotos,.

 

Rafael Unquiles: "El periodista no se hace rico ni aquí ni en Abu Dabi",.


El periodista Rafael Unquiles, ante el Burj Khalifa en Dubai.
 
El periodista Rafael Unquiles, ante el Burj Khalifa en Dubai.

Rafael Unquiles. Rute, 1964. Cuando las cosas se pusieron feas en España, este periodista hizo las maletas, se fue a Emiratos Árabes y fundó el digital 'El Correo del Golfo'. Allí se vacunó contra el Covid con la misma vacuna que el rey emérito y las infantas. Acaba de ser premiado por su trayectoria.

Hace nueve años, partió de Huelva hacia Oriente en un Chevrolet junto a su familia para crear el periódico 'El Correo del Golfo'.
Nos embarcamos en una aventura de futuro incierto. En Emiratos Árabes había una comunidad hispanoparlante en aumento y vimos la posibilidad de montar un proyecto. Además, mi mujer es periodista y mi hija acabada de terminar la carrera.
El viaje en coche tuvo que ser épico. ¿Cuánto tardaron?
Tengo muy buen recuerdo de ese viaje. Recorrimos toda Europa, Turquía, Irán... No llegamos en siete horas, ¡tardamos diez días! Tomas mayor conciencia del lugar a donde vas y la distancia a la que estás de tu casa.
¿Cómo decide trabajar de periodista en Dubái, la capital de uno de los siete emiratos que conforman los Emiratos Árabes Unidos, donde está la sede de 'El Correo del Golfo'?
 
 Resultat d'imatges de me resbala
En aquel momento, había finalizado la edición de EL MUNDO Huelva Noticias [que Rafael Unquiles dirigió] y la situación en la profesión no era muy boyante. En Emiratos Árabes no había ningún medio en español y pensamos que había que intentarlo. Pero era una cosa quijotesca. El agregado comercial de la Embajada española en Dubái nos dijo que estábamos locos. Ahora es de nuestros mayores fan. La gente va allí a vender naranjas, a trabajar en grandes empresas, o son médicos o ingenieros...
Pero periodistas...
Es un negocio más complejo porque se necesita una licencia y allí es caro vivir. En nuestro proyecto, entró un socio como accionista, que se quedó con el 50% de la sociedad, y eso nos dio la estabilidad que nos ha permitido cumplir los nueve años que llevamos ya allí.
¿A cuántos hispanohablantes va destinado el periódico que dirige?
Emiratos Árabes es similar en población y superficie a Andalucía, pero el 90% de los diez millones de personas que viven allí son extranjeros. Hispanohablantes somos unas 50.000 personas; la mayoría es española, pero también hay colombianos, mexicanos, venezolanos... El periódico llegó para dar servicios a esa comunidad y ha servido para vertebrarla y darle cohesión. Son pilotos, médicos, ingenieros, azafatas...
En la tierra de los 'petromillonarios', ¿atan a los perros con longanizas?
No, allí hay también dificultades. Es un país al que la gente va porque cobra más dinero. Si un ingeniero gana aquí 3.000 euros, allí serán 10.000. Un médico puede percibir dos o tres veces más que aquí. Los pakistaníes y los indios ganan 300 euros al mes, pero les pagan la casa, la comida y el transporte. Son 300 euros limpios con los que en su país vive una familia de 18 miembros. Ese dinero es ganar diez veces más que en su país. A nosotros nos puede parecer una explotación, pero para ellos no es así.
¿Los periodistas se pueden hacer ricos allí?
Los periodistas no nos podemos hacer ricos en ninguna parte; lo tengo más claro que el agua. Con 'El Correo del Golfo', desde luego, no nos vamos a hacer ricos, con sobrevivir ya nos damos con un canto en los dientes. El periodista no se hace rico ni aquí ni en Abu Dabi ni en Dubái.
¿Qué cifras maneja su digital?
El año pasado tuvimos cuatro millones de visitantes únicos. Es una cifra elevadísima, teniendo en cuenta que nos dirigimos a 50.000 hispanohablantes. Evidentemente, pescamos en otros países de la región y también en España, Colombia... Nuestro objetivo es informar de lo que le pasa a la comunidad hispanoparlante.
¿Qué informaciones logran más éxito?
Los perfiles de la gente que está trabajando allí y nos cuenta su historia. Puede ser un músico, un médico, un ingeniero... Hay casos sorprendentes, como el señor que le lleva los halcones al jeque de Abu Dabi o negocios de éxito.
Usted defiende el periodismo de provincias.
Sí, y nuestra mecánica de funcionamiento allí es así. Estamos siete u ocho periodistas y luego hay colaboradores, un par de fotógrafos y el diseño se hace desde Sevilla. Pero la presencia allí es importante. Somos un periódico de provincias y así funcionamos. Si hay que cubrir un evento, va el periodista con su libretilla y el fotógrafo. Da resultado porque que la gente nos ve en todos esos sitios y nos conoce.
Visto desde España, Emiratos Árabes parece un país donde puede haber ciertas dificultades para ejercer el periodismo.
Allí no existe censura previa allí. Es una cultura singular. El gobierno es una evolución de un régimen tribal, no es una monarquía absolutista. Para analizar Emiratos Árabes, hay que mirar también qué ocurre en la zona y este país es una isla donde verdaderamente se vive tranquilamente y no hay ningún problema. Es un país islámico, pero incluso en el Ramadán todo el mundo come en los restaurantes. Está todo diluido. Cuando me preguntan los españoles que vienen cómo deben ir vestidos, les digo que vayan como le dé la gana.
¿Una minifalda también?
Sí, claro. Emiratos Árabes es un país sumamente tolerante. Yo vivo en Al Marjan Island en el emirato de Ras Al Khaimah, que está en el norte, justo en el estrecho de Ormuz. Es un emirato más tradicional que Dubái, donde está la sede del periódico. En mi barrio hay emiratíes, egipcios, ingleses, pakistaníes, españoles... y hay mucha tolerancia, incluso en las playas. Cada uno va como quiere. En las playas se ve el 'burkini' y el biquini y no pasa nada. Es una sociedad donde la tolerancia es real porque no hay conflicto. Debería ser un ejemplo. Prueba de esa tolerancia es que, cuando en febrero de 2019 el Papa visitó el país, fue recibido a pie de escalerilla en el aeropuerto. Tuvo tratamiento de 'supervip'. Eso no lo hacen con nadie. Dieron vacaciones para todo aquel que quisiera ir a la misa del Papa y hubo autobuses gratis para desplazarse al estadio donde se ofició la celebración. ¿Te imaginas que viene a España el gran imán del Cairo y da un misa en un estadio con 100.000 musulmanes? ¿Le pondría el Gobierno español la alfombra roja y habría autobuses gratis para ir a verlo en un estadio? Hay una descompensación en cómo se ven las cosas en un país y en otro. Y todo esto no me lo han contado. Lo he visto yo con mis propios ojos. Los periodistas debemos gastar cuidado con ciertas cosas, pero es una sociedad tolerante y abierta.
A usted le administraron la misma vacuna que al rey emérito y las infantas.
Sí, la china Sinopharm, que luego he leído que la llaman la vacuna de los 'vip'. Pero todavía no está reconocida en España, no sé si por cuestiones médicas o económicas. En Emiratos Árabes, más del 80% de la población ya está vacunada. Es el segundo país del mundo, detrás de Israel, en el que va mejor la campaña. Allí, la vacuna está a disposición de cualquier persona. Mis hijas, por ejemplo, nos visitaron en Navidad y se la podían haber puesto y no son infantas. Y gratis, como los PCR.
¿El rey emérito está muy blindado en Emiratos Árabes?
Protegido por la familia real, pero no blindado. Es muy amigo de la familia del jeque que fundó el país. Cuando abdicó, en Emiratos Árabes lo siguieron tratando como a un rey. Él vive en un palacio que está en una isla y el acceso, por lo tanto, está restringido. Él entra y sale en helicóptero y come productos españoles.
El diario digital 'Huelva24' lo acaba de premiar por su trayectoria como periodista.
Agradezco muchísimo el premio. Lo siento muy mío porque los compañeros que lo dan trabajaron conmigo. En las redacciones, he sido de todo: desde monaguillo hasta el máximo responsable, y tensiones las llevo muy mal. Trato de mantener la 'entente cordiale' y hablar con todos para sacar el mejor periódico posible.
A todo esto, usted se fue a Emiratos Árabes y fundó un periódico, pero no habla inglés.
Sí, allí todo es en inglés, pero no lo hablo. Eso es otra barbaridad. Irte así, sin saber inglés, es de remate, pero bueno, la gente que está conmigo lo domina, porque hasta hacemos publicaciones en inglés. No pasa nada. Cuando lo necesito, voy con alguien que me traduce. Aquí lo que hay que ser es periodista. También es inaudito que alguien no lleve allí nueve años no haya aprendido todavía [Risas]. Pero llegados a este punto, yo ya lo llevo casi a orgullo: soy el único español que vive allí y no sabe inglés, y no pasa nada. Sé el inglés del 'grocery' para ir a comprar. Con los pakistaníes me entiendo muy bien porque ellos saben el mismo inglés que yo.

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