lunes, 7 de junio de 2021

Domingo-13- Junio - LIARLA PARDO - Fernando González, Gonzo ,./ ESPAÑOLES POR EL MUNDO - Bosnia y Herzegovina ,. / Donde viajan dos - Se mudó a Coripe por amor donde ha montado un negocio de estética,. / Escala humana - En la consulta del... filósofo,. . Miercoles -9-Junio . / LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea - Menos sal, muy poca carne, sin utensilios de plástico... así comeremos en 2030 ,.

 

 TITULO: Domingo - 13- Junio    -   LIARLA PARDO  - Fernando González, Gonzo,.

El domingo -13- Junio  a las 18:00 por La Sexta, foto,.

 Fernando González, Gonzo,.

 

No me pongo a la altura de alguien que te da un desplante»,.

Fernando González, Gonzo, vuelve a La Sexta con 'Salvados' para analizar el 'ciclón Ayuso', que en la campaña «parecía una artista reconocida y no una política»,.

Gonzo cuenta qué hay detrás de las 'Ayusadas' de Díaz Ayuso: "Construyeron  el personaje hace dos años"

El periodista Fernando González, Gonzo (Vigo, Pontevedra, 44 años), regresa a La Sexta con nuevas entregas de 'Salvados'. Para el programa de esta noche (21:25 horas), el equipo se infiltró en la campaña electoral de Isabel Díaz Ayuso para conocer mejor a la presidenta electa de la Comunidad de Madrid. La nueva temporada también abordará las inmatriculaciones de la Iglesia y el hundimiento de Ciudadanos.

–¿Existe el fenómeno Ayuso?

–Sabíamos que existía antes de empezar el reportaje. Antes de las elecciones, la peor de las encuestas le daba una subida importante sobre los resultados de hace dos años. Eso, sumado a su imagen como política, a su gestión de la pandemia y el enfrentamiento con el Gobierno, hacía intuir que el fenómeno Ayuso estaba instalado. Al ver los resultados decidimos llamar al programa 'el ciclón Ayuso'.

–¿Cuál cree que es el secreto de su éxito electoral?

–Son varios. En primer lugar cómo consiguió conectar su mensaje y las decisiones que tomó con los anhelos de gran parte de la sociedad madrileña. Si las elecciones se hubieran celebrado en mayo del año pasado, supongo que habría sacado peores resultados. Pero ahora, con la sensación de que poco a poco la pandemia se acaba y el ansia de recuperar la vida anterior, las medidas que ha ido tomando han sido valoradas por mucha gente. También por quienes igual hace un año votarían a otro partido.

–¿Qué le ha sorprendido más?

–La permisividad que tuvimos para hacer todo lo que le planteábamos. Fue muy fácil hacer el reportaje: acompañarla, que nos dedicara unos minutos. También la forma en que la gente que se le acercaba; le pedían 'selfies'. Parecía una artista reconocida en lugar de una candidata electoral.

–¿Su liderazgo pueda imponerse al líder nacional?

–Es un liderazgo emergente y amenazante para Casado. Eso se empieza a notar y respirar. La ambición política de Ayuso no se limita a la Comunidad de Madrid. Cuando un partido gana como el PP esta vez, es más difícil que se vea desde fuera si hay conflicto interno, pero sin duda Ayuso es ahora el referente que tiene más imagen de ganadora y alternativa al 'sanchismo', que es lo que vende el PP. Pablo Casado no ha ganado las elecciones. Quien sepa un poco de política sabe que eso genera movimientos en el partido y en la percepción de los ciudadanos para liderar la derecha española.

–¿Costó que aceptara la invitación al programa?

–No. Comparado con la de gestiones que hacemos para entrevistar a un político, ha sido relativamente fácil. Creo que a Ayuso también le interesaba salir en 'Salvados' justo tras las elecciones en Madrid.

–¿Todavía hay invitados que no se atreven a ir a 'Salvados'?

–Aún no hemos sido capaces de tener el 'sí' de Pedro Sánchez. El 'no' del presidente del Gobierno es la reticencia que más me fastidia. Trabajamos duro para que dentro de poco pueda estar en el programa.

–¿Y temas que sean difíciles de tratar?

–Depende. Los hay más complicados. Esta temporada llevamos una investigación nuestra, y el responsable de lo que contamos, sabiendo que tiene que dar la cara por decisiones muy controvertidas, no nos facilita la información para poder contrastar datos. Cuando investigas algo que no ha salido a la opinión pública y que supondrá una mala imagen, todo el mundo trata de protegerse.

–Abordarán el hundimiento de Ciudadanos. ¿Qué pasó para que desplomara así?

–En el programa de Ciudadanos nos centramos en esos 196 días desde las elecciones de abril hasta noviembre de 2019, cuando consigue 10 escaños. Pero también analizamos los momentos previos, porque Ciudadanos pactó con el PSOE para una investidura fallida y luego con Rajoy. Creo que hubo un error de cálculo y falta de olfato político por parte de Albert Rivera, cegado quizá por las altas posibilidades de las encuestas para ser presidente del Gobierno. Cuando antepuso eso, dejó de cumplir lo que planteaba Ciudadanos; un partido que podía pactar con izquierda y derecha para conseguir gobiernos reformistas. Toni Roldán dice que Rivera comete el mayor error político que hubo desde la Transición al no querer pactar con Sánchez tras las elecciones de abril.

–¿Ha fracasado la 'nueva política' con Rivera e Iglesias fuera de ella?.

–No lo creo, desde el momento en el que uno de esos dos partidos consiguió entrar en el Gobierno, incluso con resultados electorales regulares, tirando a malos. Eso no es un fracaso. Han conseguido cuotas de poder. Lo que fracasó fueron las estrategias de partido; uno está en proceso de descomposición y otro en declive, cada vez con menos apoyo. Los nuevos liderazgos políticos, como el de Ayuso, vuelven a salir del bipartidismo.

–Esperanza Aguirre le cortó su entrevista. ¿Cómo se actúa ante un desplante así?

–Intentado mantener la calma, sin generar más tensión de la que ocasionó Aguirre, y dejando claro que, si se marcha, es porque no quiere responder a las preguntas. Intento no ponerme a la altura de alguien que nos hace ese desplante.

–¿Se les quedan temas en el tintero?

–Los internacionales, que requieren viajar al extranjero, lo que no podemos hacer por la pandemia. La actualidad política y social del país marca el camimo. Esta temporada no pensamos meter a Pablo Iglesias, pero al anunciar su retirada de la política pasa a ser objetivo de 'Salvados'. Será uno de los programas que veamos.

TITULO:  ESPAÑOLES POR EL MUNDO -Bosnia y Herzegovina,.

 

Españoles en el mundo - Bosnia y Herzegovina,.

Españoles en el Mundo: Bosnia y Herzegovina | RTVE - YouTube

foto / Españoles en el mundo visita Bosnia-Herzegovina, en el corazón de los Balcanes, un país que presume de la mezcla de culturas, tradiciones y religiones y de hospitalidad. El espacio recorre junto a Javier, Inma, Marcos, Víctor y José Rafael y la reportera Eva Rojas, que debuta en el formato, los emplazamientos más reconocibles de las dos ciudades principales: Sarajevo y Mostar. Descubre pueblos como Medjugorje, centro de peregrinación católica más importante del país, Citluk y Etno Selo, así como su abrupta y sorprendente naturaleza con exponentes de obligada visita como las Cataratas de Kavrice, formadas al paso del río Neretva.


TITULO:   Donde viajan dos - Se mudó a Coripe por amor donde ha montado un negocio de estética,.

Se mudó a Coripe por amor donde ha montado un negocio de estética,.

 
Los Repobladores | Se mudó a Coripe por amor donde ha montado un negocio de  estética

foto / Ana es natural de Valencia, pero decidió vivir en Coripe (Sevilla) por amor.

Ana venía a Coripe de vacaciones los veranos, ya que su padre era natural del pueblo y fue de pequeña cuando conoció a su marido. El se fue con ella a Valencia, pero no se adaptaba a los ritmos de la ciudad.

Finalmente ella se alejó de su familia y se vino con él al pueblo, donde ha montado un negocio de estética y donde es directora de la escuela de música.

Ana echa muchísimo de menos a sus padres, pero nunca se ha arrepentido de su decisión, pues la tomó por amor y ha ganado en calidad de vida en un entorno tan privilegiado como el de la Sierra Sur de Sevilla en plena Vía Verde.

TITULO : Escala humana -En la consulta del... filósofo    ,.  , Miercoles   -9- Junio ,.

El Miercoles  -9- Junio a las 21:00 por La 2, foto,.

En la consulta del... filósofo,.

Si los problemas del día a día te generan malestar, hay una opción diferente al diván o las pastillas,.

En la consulta del... filósofo

Una de las acepciones que la Real Academia de la Lengua recoge para la palabra filosofía es «fortaleza o serenidad de ánimo para soportar las vicisitudes de la vida». Es decir, que se podría utilizar como terapia para paliar el malestar existencial, según propuso en su tesis doctoral el filósofo granadino Omar Linares, desde hace unos años al frente del gabinete de Asesoramiento Filosófico Thelos Resumiendo, que «no siempre que nos sentimos mal es porque tenemos un problema psicológico, sino que los problemas de la vida a veces nos provocan un malestar porque no sabemos cómo gestionarlos». Ahí es donde aparece la figura del consultor filosófico.

«Se trata de algo poco conocido en España –explica él–, una idea puesta en práctica en la Alemania de los años 80 del pasado siglo pero que hunde sus raíces en la antigua Grecia». Señala que el boom se produjo con el libro 'Más Platón y menos Prozac', del canadiense Lou Marinoff, un 'best seller' publicado en 1999 con el subtítulo de 'Cómo aplicar la filosofía a los problemas cotidianos' que, en su primera parte, 'Los nuevos usos de la sabiduría antigua', plantea esta disciplina como rebosante de un gran potencial terapéutico. El año anterior, Marinoff había fundado la American Philosophical Practitioners Association (APPA) para formar asesores filosóficos que ayudaran a sus clientes a resolver sus conflictos. En España no llegan a la treintena, entre ellos Linares: «Académicamente ha habido un rechazo a este tipo de práctica, porque existe la idea de que hay que vivir para la filosofía y no de ella, y que lo único que se puede hacer es enseñarla. Pero esto se va superando. En cuarto de carrera tuve un profesor bastante ignorante que nos habló muy en contra y eso fue lo que me empujó a investigar».

En realidad, Linares no se dedica a citar a los filósofos clásicos a sus pacientes –mejor dicho consultantes–, aunque los haya estudiado: «Para ser consultor filosófico hay que tener la carrera, es evidente, aunque luego yo no diga a la persona que tengo enfrente que si Descartes propuso esto o lo otro. Además, hice el doctorado sobre este tema y me he formado mucho tiempo. Lo que pretendo es acompañar a la persona para que tome conciencia de lo que está viviendo. Cuando sentimos ciertos conflictos y tenemos la sensación de que no deberíamos estar sufriendo pero no podemos evitarlo, toca hacer un trabajo de toma de conciencia para cambiar la perspectiva, y llegamos ahí con cuestionamiento y diálogo».

A juicio de Soledad Hernández, de Consulta Filosófica, mucha de la mala fama de esta práctica, de las reticencias, proviene de «algunos que se han dedicado a hacer una especie de 'coaching' con ella y la han degradado a una especie de consultorio 'new age' vendiendo humo». «Esto no es 'fast food' espiritual', no hay recetas simplistas como '7 pasos para alcanzar la felicidad'», le apoya Linares.

Hernández aclara que si te deprimes «porque has perdido a un ser querido es absolutamente normal, o si te encuentras mal porque has dejado el trabajo o has roto con tu pareja. Y no deberías tratarlo en principio desde el punto de vista psicológico, sino desde el diálogo, porque esos sentimientos son normales, no hay nada patológico ahí».

En la consulta

No hay diván en la consulta de Linares, dos sillas frente a frente «porque se trata de dialogar». Y en la primera sesión, Hernández pregunta al consultante «de qué quiere hablar. Si tiene algo en especial, un tema. Le pido que formule una pregunta concreta, pasar de las ideas a la práctica. No hablar sobre conceptos abstractos, como libertad o muerte, sino de cuestiones concretas. Pero a veces no es tan fácil formular esa pregunta y nos pasamos esa primera hora soltando un montón de cosas, ideas enlazadas de manera incorrecta. En la segunda sesión ya decidimos por dónde vamos». El precio oscila entre los 50 y los 70 euros por hora.

Marta y Félix son nombres ficticios para dos personas reales que han recibido consulta 'online' con Linares. Ambos conocieron esta figura del consultor filosófico gracias al libro de Marinoff. Felix: «Lo leí allá por 2008 y me pareció espantoso, un auténtico panfleto. Fue más tarde, cuando, en plena depresión, me dio por leer ensayo filosófico, y empecé a considerar la idea».

– ¿Había acudido al psicólogo?

Félix: Sí, en múltiples ocasiones. Fracaso tras fracaso. Soy un chico de 38 años, homosexual, nacido en un pueblo de Andalucía. He sufrido 'bullying' y he vivido en una familia con muchos problemas. Una vida tratando de escapar de muchas cosas pero con éxito: conseguí un buen trabajo, buenos amigos, etc. Pero al final del camino yo seguía tremendamente triste... cansado ya. Muy afectado. Los psicólogos me ofrecían fórmulas crípticas, charlas asépticas y en las terapias me resultaba muy difícil dejar de sentirme 'paciente'. Porque ser el paciente conlleva, de forma implícita o explícita, cierto grado de obediencia, de reconocimiento al profesional y de subordinación. Sentía que la comunicación con los psicólogos no se daba de una manera que a mí me fuera a ayudar a medio o largo plazo. Así que los abandoné.

Marta: En mi caso acudí al psicólogo y al psiquiatra. Llevaba con depresión y ansiedad bastante tiempo a consecuencia de la enfermedad de mi madre. No sabía cómo enfrentarla. Mi estado de ánimo iba en función del día que ella tenía: si tenía un día bueno, yo estaba tranquila; si ella estaba mal, la tristeza se apoderaba de mí y apenas podía hacer mi vida. Había días en que lo único que hacía era quedarme en la cama.

– ¿Cómo supo que necesitaba un consultor filosófico?

Félix: Como ejercicio de autoterapia, después de leerme unos cuantos clásicos del pensamiento occidental, pensé que sería bueno empezar a estudiar filosofía en serio. Me ayudaba. Encontraba más preguntas que respuestas, y preguntas válidas que me ayudaron a desmontar un mundo hecho en torno a asunciones externas y nunca cuestionadas.

Marta: Me veía en una situación sin salida y necesitaba probar algo nuevo y distinto. Los especialistas citados me ayudaron en cierta manera, pero no acababa de encontrar lo que buscaba.

Félix: He luchado por salir de situaciones difíciles. Me he tragado la receta del 'pelea por tus sueños' cuando ni sueños tenía, porque lo que quería era vivir tranquilo. Tras años de precariedad, armarios, emigración, rupturas sentimentales, etc... me encontré en la treintena sin saber exactamente qué hacer con mi vida, triste y completamente agotado. Tenía trabajo, una casa, un matrimonio... pero llegó la hora de pagar el dichoso peaje.

– ¿Qué es lo que le proporcionó el consultor?

Félix: Se empieza eliminando esas barreras que, a priori, aparecen en una consulta filosófica. El trato ya es mucho más próximo, las sesiones están centradas en escuchar nuestro relato íntegramente... La comodidad y la apertura es enorme... Una salida del armario en toda regla. Y luego, las preguntas. Esas preguntas correctas para la vida. Preguntarnos por qué hacemos las cosas y si las razones por las que hacemos las cosas y sufrimos están suficientemente justificadas. El mundo entero se descompone para bien: los mil y un 'contratos' que firmamos con la sociedad y la cultura que nos rodea; contratos en fraude de vida, de los que sacamos bien poco. Los miedos que antes dirigían mis acciones empezaron a desvanecerse, a perder sentido. Estaba claro que, para salir de donde una vez tuve que salir, debí hacer sacrificios. La filosofía no saca del mundo, tienes que vivir en él. No obstante, gestionar las energías del día a día no tanto a los miedos sino ya a aquello que te hace feliz ayuda muchísimo a superar la angustia y la depresión.

– ¿Cuántas consultas necesitó?

Félix: Estuve un año con consultas bisemanales. Pasamos a vernos una vez al mes. Y ahora cada dos meses. No tengo intención de dejarlo.

Marta: Fueron unos meses. Al principio todas las semanas y, a medida que pasaba el tiempo, las íbamos espaciando. Hemos finalizado pero sé que podré contar con él siempre que lo necesite.

– ¿Cómo le ayudó a solucionar sus conflictos?

Félix: Gracias a mis conversaciones en la consulta he podido redirigir totalmente mi vida. No solo solucionar el conflicto... He ido más allá y ahora estoy tomando decisiones absolutamente revolucionarias.

Marta: Él iba haciéndome ver cosas sobre mí que yo no era capaz de ver: situaciones que yo enfrentaba de un modo en el que no estaba a gusto, sentimientos que ni siquiera sabía que tenía acerca de mí, de mi familia y amigos... Me dio las herramientas que me permitieron afrontar mi vida del mejor modo posible y gestionar el mal momento por el que pasaba. Y, sorprendentemente, me ayudó a darme cuenta de que dichas herramientas estaban dentro de mí y a mi alcance. Hicimos un trabajo de autoconocimiento muy importante. Ahora soy una persona con más confianza en mí misma, con una visión de la vida mucho más positiva, con la capacidad de enfrentarme a cosas que me causan dolor, pero sin sufrimiento. En definitiva, me ha hecho ser más feliz.

¿Por qué buscan la ayuda filosófica?

Soledad Hernández, de Consulta Filosófica, identifica los tipos de problemas que empujan a las personas a buscar ayuda en su consulta: «Tenemos padres que vienen con sus niños de entre 5 y 10 años porque no les hacen caso o hacen cosas que no se consideran 'normales', porque tienen un miedo excesivo a la oscuridad, se hacen pis en la cama... Luego están los adolescentes con problemas de identidad y la definición de su persona, chavales perdidos que no saben lo que les gusta ni a qué se van a dedicar tras la Selectividad, desmotivados, sin ganas de nada... En cuanto a los adultos, llegan personas preocupadas por la ruptura de su pareja, con problemas de infidelidades, bien porque están siendo infieles o porque la sufren. También porque no les gusta el trabajo que tienen. Luego hay gente más mayor, mayores de 50 y 60, que piensan que no pueden hacer un cambio radical en sus vidas y que se deben contentar con lo que tienen... Otros nos llegan con tratamientos psicológicos o psiquiátricos y yo les pongo como condición para atenderles que deben seguir con ellos, aunque conmigo obtienen una ayuda diferente para afrontar los problemas...».

TÍTULO: LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea  -Menos sal, muy poca carne, sin utensilios de plástico... así comeremos en 2030 ,.  

LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea - Menos sal, muy poca carne, sin utensilios de plástico... así comeremos en 2030  ,.  , fotos,.

El Miercoles -9-Junio a las 22:00 por antena 3,.

Menos sal, muy poca carne, sin utensilios de plástico... así comeremos en 2030

En cierto sentido, se producirá una «vuelta a lo tradicional», vaticinan los expertos,.

Menos sal, muy poca carne, sin utensilios de plástico... así comeremos en 2030

El tango dice que 'veinte años no es nada', pero, en lo que se refiere a los hábitos alimenticios, supone una eternidad. Incluso una década es mucho tiempo y marca la diferencia con la anterior. Porque, si algo define la dieta de los españoles en los últimos 50 años, es el ritmo vertiginoso al que se han sucedido los cambios, que, además, hemos adoptado con pasmosa facilidad, casi sin darnos cuenta. Y la rueda sigue moviéndose: tanto nuestra pirámide alimenticia como el ritual de comprar comida y disfrutarla siguen variando. Y, a su compás, la industria alimentaria y de envases. ¿Es posible saber qué y cómo comeremos dentro de diez años? ¿Y cómo lo compraremos? Hay tendencias que ya se perfilan. Estos son, según cinco expertos, los cambios más relevantes. 

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1

Menos carne

«Ni hace falta tanta carne, ni es sostenible para el planeta. Así que nos alimentaremos sobre todo de plantas, lo que, según muchos estudios, es muy beneficioso para reducir el número de enfermedades crónicas», indica Eduard Baladia, dietista-nutricionista de la Academia Española de Nutrición y Dietética. En los 90 el consumo de carne llegó al tope, con 119 kilos por persona y año respecto a los 22 kilos que se consumían en 1961, y este siglo ya ha bajado otra vez a 93... y se prevé que ya no volverá a su edad de oro en los próximos años.

2

Búsqueda de nuevas fuentes de proteína

El ser humano necesita proteínas para vivir y no quiere abusar de la carne. Entonces, ¿de dónde las sacará? Se explotarán las fuentes de proteínas vegetales de mejor calidad, como la soja –en todas sus formas– o la quinoa, que aportan tanta cantidad de proteínas como muchas carnes o pescados y sin apenas grasa. Frutos secos, semillas... Nuestros platos llevarán estos añadidos de forma habitual: ahora mismo son un aliño sabroso, pero se van a convertir en un 'must', como las algas, que, de momento, no están muy popularizadas. Son muy ricas en proteínas (como la espirulina), carbohidratos, fibra, minerales y ácidos grasos poliinsaturados, además de tener numerosas vitaminas. Muchos expertos en nutrición las consideran 'el alimento del futuro', solas, como acompañamiento o como aliño: son sanas, su producción es ecológica y ayudan a perder peso –recordemos que la obesidad es ya un problema serio en los países desarrollados– por su bajo aporte calórico. Además, como hay gran variedad, cubren distintas necesidades y aportan diferentes sabores.

Una compra 'distinta'

A granel
«Empiezan a verse modelos de supermercados donde los alimentos y hasta productos de limpieza son a granel, como antes. ¡Hay máquinas expendedoras de champú donde rellenas tu propio bote!», indica Roberta, quien espera que esta tendencia tan 'eco' prospere. Desde luego, las bolsas de plástico deberían ser historia en 2030.
Retornables'
¿Quién no ha devuelto de niño los cascos de las botellas para recuperar unas monedas? En algunos países ya se vuelve a hacer con cierta normalidad y en España la tendencia va en esa dirección. «Reducir materiales es clave», dice Barbán.

¿Más nuevos nichos de mercado que crecerán? Sí, el de los insectos y sus larvas. Ahora mismo, en España un insecto no está considerado legalmente materia prima para comestibles. Pero, en cuanto la UE acabe el proceso de regularización de los denominados 'nuevos alimentos', ofrecerá un paraguas legislativo para todos los países de su entorno y el nuestro verá cómo el mercado se abre a, por ejemplo, las harinas fabricadas con gusanos (con un 60% de proteína), una cantidad muy superior a la que contiene la carne de vaca (un 33%), el pollo (23%), el salmón (un 22%) o los huevos (12%). Por ello, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura recomienda su uso desde hace años para alimentar a los más de 7.700 millones de personas que habitamos el planeta.

3

Menos sal

La sal es el enemigo invisible. Abusamos de ella: algunas veces, porque nos pasamos al agregarla a los platos, pero, sobre todo, porque está presente, y normalmente en grandes cantidades, en alimentos procesados, ya que ensalza el sabor y es muy adictiva. De hecho, en torno al 80% de la sal que ingerimos es por esta vía, no porque enloquezcamos con el salero. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lleva años alertando de este problema: la mayoría de la población duplica la ingesta recomendada de sal –cinco gramos diarios–, lo que contribuye a la hipertensión arterial e incrementa el riesgo de padecer problemas de corazón y accidentes cerebrovasculares, dolencias que están en el top del ránking de causas de muerte en el mundo desarrollado. Ya se están tomando medidas al respecto para reducir drásticamente la cantidad de sal en los productos procesados para 2025. «Hay estudios que lo han vinculado al aumento de algunos tumores», apunta Baladia.

4

Aditivos, los justos

«Se van a ir mejorando las fórmulas para que contengan menos grasas y azúcares. Y también tendrán que evolucionar, ya que las nuevas fuentes de proteínas prioritarias –algas, insectos, legumbres– necesitarán sus propios aditivos para resultar más apetecibles», explica Begoña Pérez Llano, directora del Máster de Nutrición, Obesidad y Técnica Culinaria de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y profesora de Tecnología de los Alimentos.

«Pero, desde luego, sólo se utilizarán si su uso está muy justificado –indica Pérez Llano–. Por ejemplo, ya está prohibido echar colorantes para enmascarar que un alimento está en mal estado... Siempre deben mejorar el producto, no 'disfrazarlo», detalla. Esto ya se hace, claro: hay distintos organismos de seguridad alimentaria que se encargan de revisar periódicamente la lista de aditivos y sacan de ella a los que dan problemas de alergias, por ejemplo.

Además, en diez años, según vaticina Pérez Llano, los aditivos estarán pensados para diferentes segmentos de población. Por ejemplo, para hacer una hamburguesa vegetal apetecible para los que ya tengamos cierta edad, quizá haya que darle un toquecito de saborizante que nos recuerde a la carne con la que nos criamos, mientras que las nuevas generaciones, ya menos habituadas a este tipo de proteína, podrán apreciar más el sabor 'natural'.

5

Adiós al menajede plástico

La guerra contra el plástico que ya se ha iniciado... ¿cómo irá dentro de diez años? ¿Lo notaremos a la hora de comprar alimentos e ingerirlos? «¡Ya se nota un poco! La industria se está esforzando en hacer envases más sostenibles y usar nuevos materiales», indica Roberta Barbán, profesora del Grado de Diseño Digital de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Algunas cosas de uso común en nuestros rituales de alimentación habrán pasado a la historia en una década. «Las pajitas de plástico, los vasos y cubiertos de este material, lo mismo que los 'tuppers'... Parece que se hará como en Japón, donde nos llevan mucha delantera en esto. Allí, la gente, que en su mayoría come fuera de casa, tiene sus cubiertos personales de metal o madera y su botellita de vidrio o de otro material duradero para beber agua», apunta Roberta. También usan mucho sus cajas bento, una especie de bandeja con compartimentos para distintos alimentos que se puede cerrar y es fácilmente transportable. Digamos que es una especie de fiambrera como las de aquí, pero con distintos apartados. «Se les ve mucho en los trenes rápidos comiendo así, con sus cajas, que es mucho más ecológico porque generan pocos residuos», recuerda Barbán, que conoce muy bien las costumbres niponas.Comida menos procesada

La alimentación, más sana y vegetal, y sus envases... ¡también!

«El sector del envasado se enfrenta a un gran reto: la población mundial aumentará hasta 8.600 millones de personas en el 2030... Son muchas más bocas que alimentar», indica Ramiro Ortiz, director General de Tetra Pak Iberia. Esta empresa de envases de cartón sostenibles es pionera en lanzar pajitas de papel reciclado en Europa (2019) y también fabrica envases con plástico procedente de caña de azúcar (polímeros vegetales). «En 2020, Tetra Pak Iberia comercializó más de 500 millones de envases con polímeros vegetales y para 2021 esperamos se multiplique por cuatro». Es decir, sí, la industria se está poniendo las pilas. Les va la vida en ello.

Según explica Baladia, la gente va dándose cuenta de que la única forma de no meterse al cuerpo más sal, azúcares, grasas y calorías vacías de las que queremos es optar por alimentos frescos en detrimento de los elaborados. Por eso, a diez años vista, el dietista-nutricionista considera que «se ingerirá menos comida basura y se volverá a intentar recuperar la dieta mediterránea, con frutas y verduras frescas y grasas saludables». Pero, ojo, habrá que cambiar el modelo de agricultura si las frutas y verduras van a tener tanto protagonismo: «Nuestro modelo de producción agrícola, basado fundamentalmente en una agricultura intensiva que agota los suelos y los drena de minerales y nutrientes, está produciendo alimentos cada vez más pobres –alerta Jorge Angel, director médico del laboratorio Equisalud–. La buena noticia es que hay suplementos alimenticios que pueden solucionarnos esas carencias, pero es triste vislumbrar un futuro donde el papel de los complementos alimenticios no solo sea el de prevenir y mejorar trastornos, sino que se habrán convertido en una parte más de la cesta de la compra, completando aquello que no podemos encontrar en el plato».

6

Más legumbres

El haber abandonado tanto el consumo de legumbres es uno de los dramas gastronómicos de España. Son sanas, baratas... ¡y a la gente le encantan! En los años 60 se ingerían 20 gramos por persona y se ha reducido, según los expertos, a menos de la mitad. Algo que en el futuro está llamado a cambiar, debido al aumento de población y el encarecimiento de la carne.

7

Vegetarianismo basura

Nos dicen comida basura y a todos se nos vienen a la cabeza los mismos alimentos: fritos, hamburguesas, todo tipo de inventos con queso fundido y salsas... Pero en diez años el concepto se va a ampliar. Ya se está empezando, de hecho. Como la gente se va a decantar más por consumir plantas, la industria está al quite y ofrecerá productos vegetales procesados «que también son auténtica basura», alerta Baladia. Y, para hacerlos más apetecibles y sabrosos, «les añaden mucha sal y grasas». Por esto, en el futuro, tendremos que aprender a leer bien las etiquetas... «Mejorará el etiquetado, porque se les obligará a hacerlo mejor. Y siempre con códigos QR se podrá ver información detallada de los alimentos», apunta Barbán.

«Cuando creció el poder adquisitivo, nos fuimos a lo comercial»

Década a década va cambiando lo que comemos y la forma en que lo hacemos. Hace medio siglo, en España se comía en torno a las 13.00 horas y en familia, se ingería gran cantidad de pan (¡unos 800 gramos por cabeza al día!), muchísimas legumbres y poco o nada de alimentos procesados, que tuvieron su boom en los años 90, con la época de bonanza económica. Década a década va cambiando: ahora volvemos a hacer las comidas principales un poco más temprano –sí, nos 'europeizamos'–, pero seguimos alimentándonos mientras vemos la tele, con el 'tupper' en el trábajo y, a menudo, solos. Este es el presente... ¿y el futuro? Eduard Baladia lo ve así.

–¿Cómo comeremos en 2030?

–La transición nutricional indica que, cuando aumenta nuestro poder adquisitivo, dejamos de lado lo tradicional, comemos más fuera de casa y nos tiramos más a los alimentos ultraprocesados. Aquí este fenómeno ya se ha dado y creo que en el futuro cercano se va a volver a las cosas buenas que tenía la dieta tradicional. Más verduras y frutas frescas, más legumbres, menos carne, menos comida basura...

–Suena bien...

–Bueno, a ver... La industria alimentaria siempre va a intentar vendernos a los consumidores productos supuestamente sanos y sostenibles y que quizá no lo sean tanto.

–Por lo tanto, ¿tendremos que estar más atentos a lo que compramos para comer, no?

–El consumidor deberá revisar bien, sí, y tener un mínimo de educación alimentaria. Pero no sólo es su responsabilidad... ¡Los gobiernos deben legislar para protegernos!

–¿Cómo?

–Por ejemplo, como ya se ha hecho, evitando que la comida basura tenga supertamaños a precios reducidos y abaratando los productos frescos, pero para ello deberá ayudar a los productores. S. v.


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