TITULO: LUNES-18 - MARTES -19- Abril - CINE - Ghost Rider. El motorista fantasma,.
«No quieren venir, mi suegro me dijo: 'Mejor morir en casa, que no saber dónde estoy'»
Ivan lleva muchos años en España, pero «las raíces siempre tiran» y en Ucrania está gran parte de su familia y amigos, algunos en el frente y otros ayudando en lo que pueden como su suegra que «después de jubilada ha vuelto a trabajar en el hospital»
Hace 16 años llegó a León y a pesar de hablar ucraniano, ruso y alemán no sabía nada de castellano. Empezó a trabajar en la construcción y luego en la hostelería. Años más tarde, detrás de la barra del bar conoció a la que hoy es su mujer. También ucraniana y de una ciudad cercana a la suya, pero que no conoció hasta llegar a León.
Aquí ha formado su vida y su familia, tiene un bar en la la capital y otro en Trobajo, pero su corazón está, ahora más que nunca, en Ucrania donde vive su madre, sus suegros, su hermana, su hermano y todos sus amigos.
«Nunca podía imaginar que se podía conocer eso», lamenta Ivan mientras recuerda que «es muy duro». Ha escuchado hablar de la guerra, aunque sus padres no la vivieron sus abuelos les contaban historias, «jamás piensas que puede ocurrir otra vez».
Ivan lleva muchos años en España, pero «las raíces siempre tiran» y en Ucrania está gran parte de su familia. Lamenta que «los niños no tienen comida, la gente se muere de frío, sin agua... es una cosa que no se puede desear a nadie».
Sus padres no quieren venir
Cuando se inició el conflicto, tanto Ivan como Mariana quisieron que sus padres vinieran a León, pero ellos no querían abandonar Ucrania. Siguen intentándolo con frecuencia, pero la respuesta es la misma. «Lo quisimos, pero ellos no quieren, ayer hablamos con mi suegro y dijo, 'mejor morir en mi casa caliente, que estar en no se donde'», asegura el joven.
Sus ciudades están en una zona que no ha sido atacada, aunque llegaron a bombardear el aeropuerto cercano para evitar comunicaciones. Agradece la solidaridad de leoneses y españoles que se han volcado con el conflicto y explica que allí también hay mucha gente que ayuda a sus vecinos. Ucrania está más unida que nunca.
«Lo quisimos, pero ellos no quieren, ayer hablamos con mi suegro y dijo, 'mejor morir en mi casa caliente, que estar en no se donde'»
«La gente de allí también ayuda a otros ucranianos, mi suegra es pediatra y está jubilada, pero la llamó mi mujer y le dijo '¿mamá vienes?' y le dijo 'no, quien va a quedar en el hospital'». Ivan explica a leonoticias que «hay enfermeras que dejaron su puesto, cogieron los niños y marcharon del país», no las culpa, entiende que hay muchas madres que lo único que quieren es «llevar a su hijo lo más lejos posible», pero los mayores, como su suegra, no quieren irse.
Ucrania no es Rusia
Ivan insiste en que sus paisanos no quieren pertenecer a Rusia y aquellos que quieran pueden irse, pero no se debe obligar a un país libre a retroceder en derechos y libertades. Recuerda las manifestaciones contra la guerra en ambos países y lamenta la represión rusa.
«No queremos lo que vemos en Rusia, que la gente protesta y se le cruza el cable, porque Putin está mal de la cabeza y 15 años de cárcel, ¿qué país es ese?», explica Ivan, para después recordar que «la gente se tira a los tanques antes de ir a Rusia».
«Las cosas que salen en la tele y lo que la gente graba no es ni la mitad, hay cosas que no se pueden ni ver, hay niños muertos, gente sin piernas, sin manos, sin palabras»
La situación a 4.000 kilómetros de distancia es complicada para Ivan que asegura que las imágenes de los medios de comunicación españoles no reflejan la realidad de un conflicto que está masacrando ciudades.
«Las cosas que salen en la tele y lo que la gente graba no es ni la mitad, hay cosas que no se pueden ni ver, hay niños muertos, gente sin piernas, sin manos, sin palabras», recuerda con horror los vídeos que le mandan desde su país. Desea que la guerra dure lo menos posible, pero es consciente de que «la gente piensa que va a volver, pero Jarkov, Jersón, Kiev... hay ciudades que están derruidas».
Mientras sigue poniendo cafés su móvil no deja de sonar. Amigos y conocidos en León preguntan dónde y cómo pueden ayudar y por ello su mujer lleva días sin poder acudir al bar a trabajar. Mariana está organizando alimentos, ropa y todos los objetos donados para enviar camiones y furgonetas a Ucrania. La respuesta desde León ha sido impresionante, ahora es necesario que pueda llegar a donde más se necesita.
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