TITULO : MAS QUE COCHES - Primera pole de Checo Pérez, marcada por el accidente de Schumacher,.
El mexicano saldrá por delante de los grandes favoritos, Charles Leclerc y Carlos Sainz, que peleó hasta el último instante por el mejor tiempo,.
foto / La temporada 2022 de Fórmula 1 sigue empeñada en dar sobresaltos, y la clasificación del Gran Premio de Arabia Saudí es un ejemplo de ello. Primero, porque el triunfador no entraba en todas las quinielas: se preveía que Red Bull iba a ser el único equipo con posibilidades de evitar una pole de Ferrari, pero no que fuera Sergio Pérez. El mexicano saldrá por delante de Charles Leclerc y de Carlos Sainz, que, pese a los problemas de 'porpoising' –ese incesante y molesto cabeceo que padecen muchos de estos coches–, fue el más rápido de la Q1 y la Q2.
Aunque la sensación para Sainz es que el tercer puesto de la parrilla sabe a muy poco, consciente de que aún puede luchar por la victoria este domingo, la mejor noticia para él es que pudo apretarle las tuercas a Charles Leclerc. El líder del campeonato sigue siendo uno de los grandes candidatos, con permiso del español y de Pérez, que está pleno de confianza. Una de las grandes dudas será el comportamiento de Max Verstappen, que se quedó corto en su último ataque. Aunque el neerlandés tratará de demostrar sus galones, no tendrá fácil llegar al podio.
El cuarto puesto del '1' podría leerse como un mal resultado, de no saber el resultado del que fue el gran enemigo de 2021. Lewis Hamilton no disputó más que la Q1, ya que cayó eliminado a las primeras de cambio. No hubo accidentes, como le pasó en Brasil 2017, que hasta ahora era su última vez en quedarse fuera a las primeras de cambio, sino simplemente que no encuentra el ritmo óptimo en el W13. Mientras su compañero George Russell pasaba de rondas, sufriendo eso sí, él se tuvo que bajar del monoplaza plateado después de la primera tanda. Saldrá en una pobre 16ª posición y nadie lo entiende, ni él mismo. Su respuesta cuando le preguntaron: «Solo quiero irme a casa». ¿Usará como excusa el ataque de los hutíes el viernes para justificar su absoluta desconexión en este fin de semana?
La eliminación de Hamilton en la Q1 estaba siendo la noticia de la clasificación, pero un tremendo susto en medio de la Q2 hizo temer lo peor a todos. Restaban cinco minutos para que acabara, cuando Mick Schumacher perdió el control de su Haas a la salida de la curva 12. El día anterior, Fernando Alonso había controlado el Alpine en ese mismo punto, pero el alemán no tuvo los mismos reflejos y acabó estrellándose con violencia contra el otro lado de la pared. La organización se preocupó seriamente, vista la violencia del golpe, y no mostraron repeticiones del accidente hasta pasados unos minutos, cuando se confirmó que Mick estaba bien, consciente y que incluso había hablado con su madre por teléfono desde el centro médico al que le evacuaron. No obstante, por protocolo sanitario y precaución, decidieron llevarle al Hospital Rey Fahd de las Fuerzas Armadas, en Yeda, para que le realizaran pruebas.
Alonso, séptimo
Aún con el susto en el cuerpo, y pasada casi una hora sobre el horario previsto, se reanudó la clasificación, con Sainz y Leclerc como los favoritos por la pole hasta que les sorprendió Pérez, que ha tardado 215 grandes premios en lograr la primera de su cuenta particular.
Por detrás, el interés estaba puesto en Alpine. Tanto Esteban Ocon como Fernando Alonso sacaron lo máximo de un A522 que aún no está para colarse en los puestos de honor. El rendimiento del monoplaza rosa es netamente mejor que en Bahréin, lo que permitió a los dos estar en el 'top 10' con relativa comodidad e incluso intentar llegar a la parte alta. De nuevo, fue el francés quien logró el mejor tiempo de los dos y saldrá en una más que decente quinta plaza, con el español en un séptimo que sabe a poco. En lo positivo: si Ocon es capaz de clasificar en esa posición, se da por hecho que Alonso también. Entre ambos, George Russell, que salvó los muebles con el sexto de parrilla para Mercedes, si es que se puede considerar esto un consuelo para el que era el equipo dominador hace no tanto.
Visto lo visto, la carrera de este domingo puede ser memorable. La cercanía de los muros añade un extra de riesgo para quienes busquen los límites… y también una oportunidad para quienes sepan aprovecharlos.
TITULO: Para Todos La 2 -La nueva extrema derecha quiere ser muy punk (y no le está yendo mal),.
La nueva extrema derecha quiere ser muy punk (y no le está yendo mal),.
fotos / La izquierda ya no tiene el monopolio de la rebeldía. La ultraderecha posmoderna reivindica la desobediencia, la guerrilla comunicativa y lo políticamente incorrecto,.
La rebeldía mola. Rebelde era James Dean (y lo era sin causa). Rebelde era la Alianza Rebelde de Star Wars. Rebelde era Ernesto Che Guevara, el de las camisetas. Desde la contracultura de los años sesenta, del Mayo del 68, la rebeldía es un valor considerado positivo y así se ha utilizado posteriormente en el discurso emprendedor y neoliberal, hasta invadir la publicidad. Boltanski y Chiapello, en su libro El nuevo espíritu del capitalismo (Akal), explicaron cómo el sistema capitalista había adoptado esas formas de coolness, rebeldía y flexibilidad, artística y social, para sus propios fines. Ojo, también fue rebelde el general Francisco Franco, y su rebeldía le convirtió en dictador, represor de otras rebeliones. La rebeldía puede ser muy diferente dependiendo de la cosa contra la que se rebele.
En los últimos tiempos la rebeldía también ha sido adoptada por la nueva extrema derecha, esa que dice rebelarse contra el “consenso progre”, la “dictadura de lo políticamente correcto”, la que dice las cosas “sin complejos”, la que adopta teorías conspiranoicas contra supuestas élites globales que manipulan el mundo desde la oscuridad. Es un relato inspirador que cosecha no pocos adeptos; es el caso de movimientos estadounidenses como el Tea Party o la alt right, la derecha alternativa, siempre dispuestos a crear escándalo y subvertir, aparentemente, el sistema: la irreverencia de Donald Trump. Alguna revista del ramo proclama que el conservadurismo es la nueva contracultura, el nuevo punk. ¿Quién sería entonces el nuevo Sid Vicious? ¿Javier Ortega Smith? En Vox se considera rebelde defender la “familia tradicional”, como aseguró Espinosa de los Monteros, o rechazar las medidas para promover la vacunación como una “dictadura sanitaria”.“Se trata de una rebelión contra las ‘élites progresistas’ en defensa de la ‘gente común”, según explica el ensayista argentino Pablo Stefanoni, autor de ¿La rebeldía se volvió de derechas? (Siglo XXI / Clave Intelectual), “a veces se usan imágenes que remiten a una suerte de Matrix progresista y la necesidad de tomar la pastilla roja para ver una realidad que el totalitarismo cultural progresista no dejaría ver”. Si las derechas de los años ochenta y noventa afirmaban que habían derrotado al comunismo, las extremas derechas actuales sostienen que la izquierda controla los principales aparatos ideológicos globales. El argumento apela a la teoría conspiranoica del llamado marxismo cultural: una vez perdida la lucha socioeconómica tras la caída de la Unión Soviética y la irrupción de lo neoliberal, la izquierda mantiene su hegemonía subrepticiamente a través de los relatos del feminismo, la igualdad, el ecologismo o el cambio climático. “Es curioso, porque la izquierda no se siente precisamente ganadora”, añade el experto.
A la extrema derecha actual también le gusta introducirse en el terreno de la izquierda para apropiarse de sus banderas. Por Europa van apareciendo líderes LGTB en partidos de ultraderecha, en lo conocido como “homonacionalismo”: se trata de captar a los homosexuales agitando el miedo a una invasión islámica que no tolere su orientación sexual (como en la novela Sumisión, de Michel Houellebecq, o en la conspiranoia de El Gran Reemplazo). El llamado ecofascismo es la versión ultraderechista del ecologismo. Una investigación realizada por el periodista Christian Raimo en 2018 demostró que muchos adolescentes romanos, aún apolíticos, piensan que la figura de Benito Mussolini es guay.
“El fascismo de la primera época también se presentaba como rupturista con el orden existente”, dice el historiador italiano Steven Forti, autor de Extrema derecha 2.0 (Siglo XXI), “el propio Mussolini, con su pasado socialista, se presentaba como fascista revolucionario”. La derecha quiere ser transgresora, de forma inteligente, ocupando un espacio tradicional de la izquierda, que no consigue imaginar nuevos horizontes. ¿Qué consecuencias pueden tener estas posturas punkis en el futuro? “No creo que sean rupturistas respecto al orden social, más bien recortan derechos y libertades, pero sin cambiar el orden real de las cosas”, concluye Forti, señalando lo crucial del fenómeno: que el nuevo punk derechista puede aumentar la injusticia y la discriminación.
¿Cuándo se le escapó a la izquierda el monopolio de la rebeldía? Se aduce que perdió la conexión con los más desfavorecidos y que se vendió a los valores woke de las minorías identitarias, lo que explicaría el triunfo de Trump, apoyado por las masas trabajadoras blancas abandonadas por el Partido Demócrata, frente a la “posmoderna” Hillary Clinton. La izquierda habría pasado de revolucionaria a puro establishment. No es un análisis descabellado.
TITULO: Gigantes de La 2 - Arturo Valls .- Jueves -14 - Abril,.
Gigantes de La 2 - Programa de entrevistas, de cincuenta minutos de duración y emisión semanal, para La 2 Jueves - 14- Abril 23:50 de Televisión Española.
Arturo Valls,.
foto / Arturo Valls: "Hoy hasta el más jeta e inútil está dirigiendo una empresa, un partido o un país",.
ARTURO VALLS. Valencia, 1975.Ejerce de protagonista y productor en el salto al cine de Camera Café, la serie que le convirtió en estrella hace 15 años. Alterna con soltura el mainstream y lo minoritario, aunque algunos desconfíen.
- Canta Sabina que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver. ¿Por qué has revivido Camera Café?
- Imagino que Sabina se refiere al riesgo de que el regreso no esté a la altura de las expectativas, pero en este caso no ha sucedido. Todo el proceso ha sido hedonista, pura diversión. Además, sentía que era una serie que merecía este homenaje porque ha quedado, la gente la recuerda con buen sabor de boca. Así que ha merecido la pena volver a donde fui feliz porque me he vuelto a divertir muchísimo.
- La mejor estrategia para eso siempre es llamar a Ernesto Sevilla.
- Exactamente. Si encima invitas a la fiesta a Ernesto, ya sabes que alguna risa va a caer. Además, ha hecho una labor de dirección cojonuda porque separar la cámara de la máquina de café para dinamizar la película era un reto indispensable y no había nadie mejor que él para hacerlo, porque es un tío que tiene mucho vigor, es muy efectista y maneja muchas referencias cinéfilas.
- ¿Cuánto has madurado en estos 15 años desde la serie?
- He aprendido a dejar de pensar en mí mismo todo el rato. Cuando fui padre cambió la cosa, se acaba ese egoísmo que todos tenemos a cierta edad y se acelera el proceso de maduración obligado, pero también he de decir que mantengo el espíritu de juventud. Cuando escucho a gente decir que desde que ha sido padre ha dejado de ir al cine, de viajar o de salir, no lo entiendo. ¿Por qué? Yo sigo haciendo todo eso, sólo que en vez de salir seis noches a la semana sales una o dos, porque ya cuestan más las resacas. Es verdad que a veces noto que somos una generación de eternos Peter Pan, pero, joder, es divertido.
- Quesada, tu personaje en Camera Café, es el tío que te cambió la vida y te convirtió en estrella 'mainstream'. ¿Le estás agradecido o le guardas un poquito de rencor?
- Muy agradecido porque nunca le he hecho ascos al mainstream. Es verdad que tengo un espíritu más underground, más minoritario, por las cosas que me gustan y al principio, con Caiga Quien Caiga, tenía un tono más gamberro y menos familiar. En realidad, Camera Café también empezó un poco en esa línea. De hecho, cuando Luis Guridi, el director, fue a Mediaset con el casting y le dijeron: "Esto no puede ser porque son todos feos". Efectivamente, en un producto puramente con vocación comercial todos serían guapos y yo no estaría aquí ahora. Lo que pasa es que pronto conectó con el gran público y ya cambió la cosa, pero yo no le guardo ningún rencor a Quesada. Ni siquiera a la popularidad, porque me llevo muy bien con la fama a pesar de que Rosalía dice que hay que tener cuidado con ella.
- Te lo preguntaba porque eres una persona seria encasillado como el tipo de los chistes malos. ¿Cómo te mueves en esa dicotomía?
- Saltándome los prejuicios y esa obligación de no se sabe quién según la cual no puedes pasar de una cosa a otra. Cierta gente es así: "Si tú cuentas chistes malos, tiras a gente por un agujero, te pones pelucas e imitas a Shakira, ¿qué coño haces produciendo a José Luis Cuerda?". Ese fue un problema que tuvimos con Los del túnel, que es una comedia agria y muy negra, pero como la producía y la protagonizaba yo, se vendió como una película comercial de Arturo Valls, el cachondo. Así que la gente esperaba ir al cine a las risas y se recibió regular. Pero me da igual porque yo tengo ese interés en apostar por la cultura y no tanto por el beneficio, devolverle de alguna manera a la sociedad todo lo que me ha dado (risas). Lo digo en serio, eh.
- En la peli, Quesada ha llegado a director de la empresa, es el triunfo del más jeta. ¿Qué nos quieres decir con esto?
- Vaya por delante que la película no es una peli de recados ni con un mensaje, que es puro entretenimiento, pero de manera velada muestra esto que vemos en nuestro día a día, que hay gente muy mediocre ocupando puestos importantes. Hoy cualquiera puede llegar a ser jefe, hasta el más jeta o el más inútil está dirigiendo una empresa, un partido político o un país. Esto ocurre, pero la peli está por las risas.
- Dejaste 'Ahora Caigo' por el estrés del examen de las audiencias. ¿Has ganado calidad de vida?
- Sin duda, yo también tengo suerte de llevar una carrera sólida, gozar de cierta versatilidad y saber que puedo permitirme elegir, variar y fallar. Tengo compañeros que dicen: "Si no hago esto, ¿qué hago?", porque están muy marcados. Lo de Ahora Caigo también tuvo que ver con el cansancio puro de hacer 10 años lo mismo, pero soy muy feliz de no haber abierto un portal de audiencias desde que lo dejé. Cada día con eso: está bajando, está subiendo, está bajando. Es una auténtica dictadura, aunque más duro me parece lo vuestro ahora con el clickbait, que lo sufrís vosotros y nosotros. Leo titulares sobre mí que no doy crédito. Me han inventado hasta una hija. Y el otro día leía que no paro de perder dinero basado en cuatro datos mal contrastados, con cero rigor y sin ningún sentido, todo para que tú al director del periódico le digas: "Mira cuánta gente se ha metido en esta noticia". Es tristísimo, la verdad.
- Acabas de ganar un Goya como productor del cortometraje 'Tótem loba'.
- A lo tonto, a lo tonto, sí. Fue muy sorprendente y muy emocionante porque, además, fue en Valencia, en mi tierra. Ya sabemos que esto de los premios hay que relativizarlo y decir que no son importantes, pero no son importantes si no te los dan. Cuando te los dan mola muchísimo, es un subidón. Y creo que el corto lo merece, sobre todo Verónica [Echegui, la directora] que tiene una mirada muy especial y ahí hay una tía que cuenta muy bien las historias con un discurso así muy interesante.
- Dijiste que no pensabas que la gala tuviera que ser una plataforma de reivindicación política y se montó lío.
- Creo que se malinterpretó porque utilicé una expresión que igual no fue la más adecuada, dije: "No marear con otras cosas". Eso tiene una connotación negativa que yo no quería darle, pero lo que sí sigo diciendo es que hay otros sitios para reivindicar cosas y que, sobre todo, esas reivindicaciones no sean orquestadas. Para mí es un error convertir la gala de los Goya en vamos a hablar de la guerra, vamos a hablar del #MeToo, vamos a hablar del hambre en el mundo. No, hablemos de cine y luego hay otros sitios donde por supuesto que hay que reivindicar todo este tipo de cosas. Creo que se entendió mal y, también, que mucha gente está siempre al quite para meterle el palo a cualquiera que se salga del discurso oficial de ese día, meterle el palo.
- Con las que tú has tenido con VOX a raíz de tu problema judicial con Rocío Monasterio por una obra, durante unos días fuiste su adalid.
- Sí, lo cogían como mira qué bien, piensa como nosotros. Me encanta el fútbol, al día siguiente fui al Wanda Metropolitano y mucha gente de ellos me cogía del brazo y me felicitaba en plan: "Muy bien, muy bien dicho, por fin alguien que dice la verdad". Y yo: "Que no, macho, que no era la intención, que no iba por ahí, que no soy de los vuestros" (risas). Lo único que digo es que, joder, ya que el cine español está tan cuestionado y tan denostado, sólo falta que además nos pongamos a reivindicar en nuestro día grande para que se vuelva a hablar de todo menos de cine y refuercen sus teorías.
- Estás preparando otro proyecto con Ernesto Sevilla, eres ya 'chanante' adoptivo.
- Sí, me adoptaron hace mucho, me han llamado para hacer algo en casi todos sus proyectos y como Ernesto y yo nos lo hemos pasado tan bien, ya tenemos en mente otra historia. Ahora estoy más centrado en el mundo de la producción y de la ficción que en el del entretenimiento. Estoy hecho un adulto.
- Ten cuidado con Ernesto que eres padre.
- Sí, sí, ya me lo conozco, pero yo soy el que a cierta hora digo: "Bueno, aquí te dejo". Si veo que va a sacar la momia fantástica, yo desaparezco.
TITULO: ¡ Atención obras ! -Cine - La española 'Cinco lobitos' y la boliviana 'Utama', indiscutibles ganadoras del Festival de Málaga,.
La española 'Cinco lobitos' y la boliviana 'Utama', indiscutibles ganadoras del Festival de Málaga,.
Jurado y público coinciden en premiar la cinta de Alauda Ruiz de Azúa, mientras que Leonardo Sbaraglia, Laia Costa y Susi Sánchez ganan los premios de interpretación,.
foto / Las quinielas se han cumplido. Las dos mejores películas que han pasado por el concurso de la sección oficial del 25 Festival de Málaga se han coronado en el palmarés. Tras la lectura de ganadores este sábado en el cine Albéniz, las Biznagas de Oro al cine español y a la producción latinoamericana se las han llevado respectivamente las óperas primas 'Cinco lobitos', de Alauda Ruiz de Azúa, y 'Utama', del boliviano Alejandro Loayza, que también ha obtenido el galardón al mejor director. Por su parte, la cinta vasca sobre una madre primeriza no solo ha convencido al jurado, sino también a los espectadores, ya que también ha obtenido el galardón del público. En el apartado interpretativo, el desnudo integral por dentro y por fuera del argentino Leonardo Sabaraglia en 'Ámame', se ha llevado el de mejor actor, mientras la pareja de madre e hija de 'Cinco lobitos', Laia Costa y Susi Sánchez, han compartido el de actriz principal.
El mayor número de galardones ha sido para 'Cinco lobitos', que ha sumado un total de cuatro al redondear su triunfo con el de mejor guion con la historia de una madre que se ve superada por la llegada de su bebé y que acude a casa de sus padres para tener ayuda. Un relato sobre la maternidad que acaba convirtiéndose en un reflexión más amplia sobre la familia cargada de sentimientos y emoción que ha arrebatado en esta edición del cuarto de siglo del festival, ya que en la jornada del viernes también se llevó cuatro premios no oficiales de esta edición. Un triunfo que consagra a otra primeriza como su protagonista, la directora Alauda Ruiz de Azúa, que une su nombre al de las numerosas cineastas que han salido catapultadas en la historia reciente del Festival de Málaga, como Carla Simón ('Verano 1993'), Elena Trapé ('Las distancias') y Pilar Palomero ('Las niñas'). De los últimos seis años, cuatro Biznagas de Oro al cine español tienen nombre de mujer.
La otra gran beneficiada del palmarés es la cinta boliviana 'Utama', en la que el debutante Alejandro Loayza pone en escena la historia de amor de dos ancianos quechuas del altiplano andino que se ven asediados por la sequía del cambio climático. Una cinta que también habla de la familia y lo hace en claves emocionales, lo que la ha hecho acreedora del premio a la música y el galardón del jurado de la crítica. Paradójicamente, el reconocimiento a la fotografía que se daba casi por seguro se lo ha llevado la coproducción de EE UU y México 'The Gigantes'.
Por su parte, el Premio Especial del Jurado ha sido para 'Mi vacío y yo', la radical propuesta de Adrián Silvestre sobre la toma de conciencia de una persona trans de lo que quiere hacer con su vida y con su cuerpo. Una cinta didáctica y necesaria que tiene su fuerza en la presencia de Raphaëlle Perez, que cuenta de forma íntima su propia historia. Los premios de reparto se lo han llevado dos actores latinoamericanos con el triunfo de la veterana brasileña Marcélia Cartaxo por 'La madre' (A Mae), y del chileno Nicolás Poblete que en 'Mensajes Privados' hace una desgarradora denuncia de una violación infantil que sufrió realmente cuando era niño por parte de su psiquiatra, que además era su tío.
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