El Extremadura rompe el fortin del Romano,.
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A pesar de cosechar su primera derrota como local en sus dos años de vida, el Mérida AD goza de una renta de siete puntos de diferencia,.
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El gol de Juanjo en el minuto 12 resuelve un partido de menos a más y que asegura la presencia matemática de los azulgranas en la fase ascenso,.foto
El Romano entero acabó cantando el ceremonial '¡campeones, campeones!' porque ni un alma de las 8.500 que acudieron duda que la distancia con su perseguidor es insalvable, pero la victoria del Extremadura en Mérida deja varias lecturas. (Lecturas de un partido, ojo, que no de una trayectoria). Por un lado, los de Juan Marrero han recobrado la competitividad perdida, la capacidad de sufrimiento, la esperanza. Y por el otro, los de Alcázar han descubierto que, primero, cuando le entran las prisas por ganar caen en la ansiedad y, segundo, que no se pueden relajar ni un nanosegundo ante rivales rayanos a su nivel. También confirmó la clasificación matemática del Extremadura para disputar la fase de ascenso a Segunda B.
El Extremadura salió bien posicionado atrás y con la intención de presionar hasta que le aguantara la batería. Según su técnico, le duró 35 minutos. Periodo en el que le dio tiempo a patentar el único gol del partido. Luego se defendió muy bien y tiró varias contras peligrosas. El Mérida salió a lo suyo, a dominar y madurar el partido, pero llegó con menos claridad que en otras ocasiones. Y cuando se aceleró, por las prisas y por el arsenal ofensivo que metió Alcázar tras el descanso, no le llegó para materializar algunas de las ocasiones que generó. Aún así, los emeritenses siguen siete puntos por encima de su perseguidor a falta de quince por disputarse. Todo un mundo. Para perder la Liga, el Extremadura debería ganarlo todo y el Mérida perder dos y empatar un partido de los cinco que le quedan. Lo de ayer fue más una prueba de cara a los playoffs que un partido decisivo para dilucidar el campeonato.
Tan de playoff que la primera parte fue una juerga para los teóricos y un tostón para los aficionados. Las expectativas buceaban muy por debajo de lo esperado. Sin apenas ocasiones claras ni de unos ni de otros, solo sobresalió el gol de Juanjo. Presionó el Extremadura una salida de balón del Mérida, robó, condujo Juanjo hasta el balcón del área y desde allí le pegó ajustado y raso sin que Sebas Gil pudiera hacer nada. El gol fortaleció aún más la idea del Extremadura, que consiguió que el partido se jugase a lo que él quería: lento y lejos de las áreas.
El Séptimo de CaballeríaAlcázar quiso acelerar el tempo en la segunda parte y colocó a su equipo más ofensivo. Sin pivote defensivo (quitó a Carrasco), Borja y Dani Alonso se encargaban de la construcción, Joaqui y Jorge Caballero de percutir por bandas y Camps (que entró por Toni) y Perera de tirar desmarques. Salió tan rabioso el Mérida que no dejó de rondar el área de Saavedra en los primeros cinco minutos de la segunda mitad. Luego se aplacó, pero porque tenía tantas ganas de llegar... que no llegaba. O mejor, que no creaba peligro claro. Y entonces Alcázar rizó más el rizo y metió a Cristo por Jonhy. Aquello era ya como el Séptimo de Caballería (de hecho, el primer balón que toca Cristo fue un gol anulado por un dudoso fuera de juego).
El acumular gente de ataque ocasionó que el Mérida se descubriera en defensa. Y por ahí pudo matar el Extremadura el partido tras un mano a mano de Juanito de la Cruz que sacó muy bien Sebas Gil en el 79' y un disparo flojo pero desde muy cerca de Diego que volvió a blocar el guardameta emeritense en el 80'. Por cierto, lo de Sabino ayer, entrega aparte, fue una lección en público de lo que el fútbol te enseña tras tantos años y años jugándolo. Para lo bueno y para lo malo.
Los últimos minutos no se jugaron porque el Extremadura así lo quiso. Así es que el Mérida, tras dos años de historia, tuvo que escribir su primera derrota en el Romano y dejar escapar los primeros puntos de la temporada ante su gente. Aún así sigue a siete. Todo un mundo.
TÍTULO: LIGA FUTBOL, TERCERA GRUPO 14, JEREZ-3-IBERITOS-0-,.
El Jerez sigue intratable en su campo,.foto
El equipo de Vázquez Bermejo da un paso casi decisivo para asegurar el playoff y mantiene el pulso por la tercera plaza con el Badajoz,.
Tras los dos tropiezos de Zafra y Coria, el Jerez necesitaba una victoria amén de conocer ya la derrota del Coria, con la que ampliar las distancias con el quinto a 10 puntos con 15en juego.
El partido en sí no tuvo otra historia que dominio del Jerez, que por ocasiones y oportunidades al término de los primeros 45 minutos debía haberse marchado al descanso con una amplía renta de goles por las ocasiones y oportunidades de las que gozaron los de Vázquez Bermejo.
En el minuto uno Jorge Zafra lanza una falta cometida sobre Chema en la que el balón toca en la barrera. En el minuto dos un centro de Chema fue rematado fuera por Juan Germán. Seguidamente llegó la única ocasión del Santa Amalia de todo el partido en un remate de Manolo que detuvo sin problemas Álex.
Después un pase de Chema y remate de Javi Bolaños despejó el portero visitante, uno de los más destacados del Santa Amalia. A los once minutos Juan Germán, desde 55 metros, vio adelantado al portero e intentó sorprenderle, pero el balón se marchó fuera.
En el minuto 16 un centro de Miguel Pérez al segundo palo, el balón lo recoge Juan Germán y rico estuvo a punto de marcar en propia puerta, pero el balón tras tocar en el larguero se marchó fuera.
Tras esto, saque de banda de Piriz y el balón después de tocar Miguel Pérez fue David el que envió a saque de esquina. A los 35 minutos el Santa Amalia se quedó con uno menos. Cinco minutos antes Manolo vio la primera amonestación y seguidamente la segunda al impedir Manolo un saque de puerta de Álex. Poco después llegaría el 1-0. Jorge Zafra botó un saque de esquina a la izquierda de David y Jesús Cruz de impecable remate de cabeza en el segundo palo envió el cuero a la red.
La segunda mitad se inició con dominio del Jerez en busca del segundo gol que le diera la tranquilidad. Así, en el minuto 47 falta que saca Jorge Zafra y el remate de cabeza de Juan Germán lo repelió el poste. Tres minutos más tarde centro de Jorge Zafra y el remate de Piriz se marchó alto.
A los 56 minutos nueva ocasión. Jorge Zafra lo intentó con un chut rápido que se marchó fuera. Continuaba acosando el Jerez a un meta visitante que se estaba erigiendo como héroe de su equipo, al que salvó de una mayor goleada. En el minuto 62 fue Miguel Pérez el que remató a la media vuelta y detuvo David. Dos minutos después, tras un córner, el rechace de David llegó a Juan Germán pero su disparo se marchó rozando el palo de la meta visitante.
Lo estaba mascando el Jerez y a diez minutos del final tuvo su merecido premio. Jugada de Chema, que se marchó de varios contrarios y con su pierna izquierda incrustó el balón a la izquierda de David. Gol que había buscado con insistencia un Jerez que cerró la cuenta goleadora en el descuento. Oli, tras varias jornadas ausente por lesión, sirvió un balón a Javi Bolaños, que con mucha tranquilidad puso el cuero en la escuadra.
TITULO: LIGA FUTBOL, TERCERA GRUPO 14, UP PLASENCIA-2-OLIVENZA-4-,.
El Plasencia ya se siente equipo de preferente,. foto
Se hunde en el puesto de colista de Tercera tras perder ante el Olivenza por 2-4,.
El Plasencia ya se sabe equipo de Regional Preferente. Es cierto que el deporte ha escrito páginas increíbles de remontadas imposibles, pero las caras de los jugadores placentinos tras acabar su partido ante el Olivenza (2-4) eran las de un equipo descendido.
La UPP necesitaba sumar los tres puntos, pero el partido no pudo empezar de peor forma posible. Sólo se llevaban seis minutos disputados cuando Edu Parri se descolgó de la línea defensiva y habilitó la posición de un desmarcado Silva, que no tuvo problemas para batir a Jaime en el mano a mano (0-1).
A partir de ahí, la primera parte fue de neto color local, si bien el Olivenza, de forma ocasional, daba algún que otro susto aprovechando la subida de los laterales placentinos. Pero las oportunidades de claridad sólo fueron unionistas. En el 12, Óscar Mateos obligó a intervenir a Sebas de forma espectacular a la salida de un córner. En el 15, Sergio Sánchez se entretuvo en el mano a mano ante el portero oliventino, pero Luismi recogió el balón suelto para golpear al larguero.
El Plasencia merecía el empate y éste acabó llegando tras un centro de David Albarrán y un cabezazo certero de Luismi que se elevó por encima de la posición de Sebas (1-1, minuto 41). Y tres minutos después, el 2-1. Luismi protegió de espaldas la recepción de un balón, Capa le agarró por detrás y Rubio Álvarez no dudó en señalar un claro e innecesario penalti. El propio capitán placentino anotó la pena máxima. Y aún pudo hacer la UPP el 3-1 antes del descanso, pero Sebas desvió a córner una gran falta lanzada por David Albarrán.
La UPP tenía el partido donde quería. Por eso, nadie entendió qué el equipo se echara tan atrás al iniciarse la segunda mitad. Surgía la incógnita de saber si era por falta de fuerzas o con el propósito de coger a su rival en alguna contra.
El Olivenza ganó metros y empezó a poner cerco a la portería de Jaime, que tuvo que intervenir a un cabezazo de Aton con marchamos de gol. En el área contraria, Jaime Vecino también pudo dar más ventaja a la UPP tras una buena jugada de Sergio Sánchez que Sebas abortó con una buena mano. Y entonces, en el minuto 64, llegó otro innecesario penalti, ahora a cargo de Álvaro Parri, que de forma incomprensible entró con todo a la incursión sin peligro de Monchu. Chicote hizo el 2-2.
A estas alturas de partido ya se adivinaba un Plasencia roto, con falta de frescura física y con mucha distancia entre líneas. Los cambios para solucionar este problema llegaron tarde. El canto del cisne unionista fue un remate de Luismi que se estrelló en el poste en el 67. A partir de ahí, la victoria visitante era cuestión de tiempo. Silva firmó el 2-3 en el 74 tras elevar el balón a la salida de Jaime. Y Chicote, casi a placer, anotó el 2-4 en el 88 ante un rival hundido.
El final de partido trajo un par de imágenes que nadie quiere ver. La desoladora de un Plasencia sabiéndose equipo de Preferente y la sonrojante de las celebraciones de algún jugador visitante. Una de las máximas del deporte es no bailar sobre la tumba de tu enemigo. Y eso es algo que no hizo el Olivenza, cuyos gestos de desmedida alegría –otros lo llamarían faltas de respeto-, se saldó con la expulsión de Pekas en tiempo de añadido y sucesivas tanganas a pie de campo.
La UPP necesitaba sumar los tres puntos, pero el partido no pudo empezar de peor forma posible. Sólo se llevaban seis minutos disputados cuando Edu Parri se descolgó de la línea defensiva y habilitó la posición de un desmarcado Silva, que no tuvo problemas para batir a Jaime en el mano a mano (0-1).
A partir de ahí, la primera parte fue de neto color local, si bien el Olivenza, de forma ocasional, daba algún que otro susto aprovechando la subida de los laterales placentinos. Pero las oportunidades de claridad sólo fueron unionistas. En el 12, Óscar Mateos obligó a intervenir a Sebas de forma espectacular a la salida de un córner. En el 15, Sergio Sánchez se entretuvo en el mano a mano ante el portero oliventino, pero Luismi recogió el balón suelto para golpear al larguero.
El Plasencia merecía el empate y éste acabó llegando tras un centro de David Albarrán y un cabezazo certero de Luismi que se elevó por encima de la posición de Sebas (1-1, minuto 41). Y tres minutos después, el 2-1. Luismi protegió de espaldas la recepción de un balón, Capa le agarró por detrás y Rubio Álvarez no dudó en señalar un claro e innecesario penalti. El propio capitán placentino anotó la pena máxima. Y aún pudo hacer la UPP el 3-1 antes del descanso, pero Sebas desvió a córner una gran falta lanzada por Albarrán.
La UPP tenía el partido donde quería. Por eso, nadie entendió que el equipo se echara tan atrás al iniciarse la segunda mitad.
El Olivenza ganó metros y empezó a poner cerco a la portería de Jaime, que tuvo que intervenir a un cabezazo de Aton con marchamos de gol. En el área contraria, Jaime Vecino también pudo dar más ventaja a la UPP tras una buena jugada de Sergio Sánchez que Sebas abortó con una buena mano. Y entonces, en el 64, llegó otro innecesario penalti, ahora a cargo de Álvaro Parri, que de forma incomprensible entró con todo a la incursión sin peligro de Monchu. Chicote hizo el 2-2.
A estas alturas de partido ya se adivinaba un Plasencia roto, con falta de frescura física y con mucha distancia entre líneas. El canto del cisne unionista fue un remate de Luismi que se estrelló en el poste en el 67. A partir de ahí, la victoria visitante era cuestión de tiempo. Silva firmó el 2-3 en el 74 tras elevar el balón a la salida de Jaime. Y Chicote, casi a placer, anotó el 2-4 en el 88 ante un rival hundido.
El final trajo un par de imágenes que nadie quiere ver. La desoladora de un Plasencia sabiéndose equipo de Preferente y la sonrojante de las celebraciones de algún jugador visitante, que se saldó con la expulsión de Pekas en tiempo de añadido y sucesivas tanganas a pie de campo.