DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - El mundo de Leigh Bowery, diseñador y artista de 'performance', se exhibe en la Tate londinense ,.
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El mundo de Leigh Bowery, diseñador y artista de 'performance', se exhibe en la Tate londinense,.
Leigh Bowery,.
(Desayuno)
El mundo del diseñador, músico y artista de 'performance' Leigh Bowery (1961-1994), que revolucionó la escena nocturna londinense hace más de cuarenta años, llega a la Tate Modern de Londres como revulsivo para las nuevas audiencias del siglo XXI. 'Leigh Bowery!', que se presentó este martes a la prensa, recorre los 14 años de carrera del creador nacido en Australia, que falleció a los 33 en la capital británica de complicaciones relacionadas con el sida,.
(Cena )
"La carne es el tejido más fabuloso". La frase es de Leigh Bowery, el rompedor artista de la extravagante movida gay londinense del post-punk que convirtió su macizo cuerpo en un lienzo en constante reconfiguración. Boy George, quien interpretó al notorio y versátil creador australiano en el musical Taboo, lo considera «arte moderno con piernas» y otros contemporáneos reconocen su talento, ingenio, buen humor e incansable capacidad de reinvención.
Tres décadas después de su muerte a los 33 años a consecuencia de la pandemia del sida, la Tate Modern de Londres celebra por fin la genialidad artística del polifacético e influyente personaje en la exposición ¡Leigh Bowery! La muestra retrospectiva reúne por primera vez prendas y complementos de diseño propio, vestuario creado para los ballets del coreógrafo Michael Clark, vídeos y películas de la época, dibujos de los modelos pintados a mano, además de cientos de fotografías de amigos y conocidos.
Moda, música, arte, danza... Desde que aterrizó en Londres en 1980, Leigh Bowery huía de las etiquetas: «Si me encasillas, me anulas», se quejó una vez en una entrevista. Tenía 19 años, una máquina de coser que trajo desde Melbourne y una enorme ambición. Se propuso casi de inmediato «perder peso y aprender lo más posible» y, según la lista de resoluciones que aún se conserva, quería establecerse en el «mundo del arte, moda o literatura» y maquillarse «todos los días». No tardó en cumplir la mayoría de sus sueños.
La primera retrospectiva de Bowery producida por Tate Modern, que está abierta al público desde hoy hasta el 31 de agosto, abarca todas las facetas creadoras de su efímera trayectoria. En un recorrido por salas decoradas en ambientes particulares, desde el hogar a la disco y el estrado, de la calle a la galería e incluso a un espacio recomendado únicamente para mayores de 18 años, el visitante se empapa del espíritu transgresor de un agitador que rompió barreras sociales y costumbres establecidas durante la década de los años 80 hasta principios de los 90.
Fue el gran artista de la performance y diseñó su propia gama de vestuario, siempre llamativo, exagerado y complementario con su cuerpo. La ropa y el maquillaje eran instrumentos que le permitían reinventarse cada noche. «Keith se vestía de esa forma no porque fuera gay o trans, sino para no atenerse a las normas. Era un espacio de libertad para hacer lo que quería, para reinventar», ha comentado su hermana, Brownwyn Bowery-Ireland.
De su ilimitada imaginación nacieron trajes con telas de lunares que ascienden por el cuello y cubren la cara del protagonista. El pasamontañas subió de categoría en la cabeza de Bowery, a quien le gustaba «camuflar el cuerpo» porque, según explicó, «ocultando, puedes revelar, pero también puedes hacer lo contrario». La ahora mítica imagen de su calvicie rociada en pintura se exhibe en distintas versiones.
Bowery creía en la fuerza de la apariencia física. Defendía que había que afilar los bordes, sin limitarse a creaciones meramente «extravagantes» en una sociedad llena de «gente tan conservadora y austera». «Vístete como si tu vida dependiera de ello, o ni te molestes», sentenció en una frase que fue adoptada como lema del club del Soho Taboo, que dirigió durante unos 15 meses. Bowery fundó la legendaria discoteca, cuya historia recuperó Boy George en 2002.
Nicola Rainbird, costurera, viuda del artista y coproductora de la exposición, aparece en una Polaroid, de vuelta a casa, en un autobús nocturno. Fue la fiel colaboradora de Bowery y juntos protagonizaron el «renacimiento» de su relación en un simulacro de parto: ella nace desnuda y él corta el cordón umbilical formado por una ristra de salchichas. La escena se reproduce en la grabación de un directo de Minty,.