jueves, 9 de julio de 2020

Viva la vida - Javier Solana, Exsecretario general de la OTAN .SABADO- 11- Julio ,./ VIVA LA VIDA - Felipe González , DOMINGO -12- Julio. / Ese programa del que usted me habla con - El Mar Menor empieza a disipar sus tinieblas,. / TIERRA DE TOROS - Oviedo estudia utilizar la plaza de toros para retrasmitir ferias taurinas,.

TITULO: Viva la vida -   Javier Solana, Exsecretario general de la OTAN   . ,.SABADO -11- Julio,.

El sabado -11- Julio a las 16:00 por Telecinco , foto,.


  Javier Solana, Exsecretario general de la OTAN ,.


«Sorprende la simpleza con que se abordan los grandes problemas»


Javier Solana, fotografiado durante la entrevista./José Ramón Ladra
Javier Solana, fotografiado durante la entrevista.

Está preocupado por un aumento de la tensión en varios puntos del planeta y la falta de líderes capaces de reforzar el papel de las instituciones multilaterales. «Todo ello, en un año electoral en EE UU», advierte,.




Javier Solana (Madrid, 1942) es el político español que ha ocupado cargos de mayor relevancia en la esfera internacional. Fue secretario general de la OTAN y jefe de la diplomacia europea, además de varias veces ministro en los gobiernos de Felipe González. Al principio de la pandemia estuvo hospitalizado alrededor de un mes, varios días incluso en la UCI, pero se ha recuperado por completo y mantiene una actividad muy intensa derivada del ejercicio de su Cátedra de Liderazgo y Gobernanza Democrática en Esade y su participación en el patronato de la Fundación Alternativas, entre otras ocupaciones. Desde allí sigue el día a día de la situación del mundo.
- Las noticias sobre la pandemia lo tapan todo pero da la impresión de que está creciendo la tensión en el mundo. ¿Lo ve también así?
- Esa apreciación no es ninguna tontería. Está volviendo una tensión creciente que viene derivada sobre todo de la mala relación entre China y EE UU. Las instituciones del multilateralismo están en baja y esa tensión entre ambos países es grave porque se produce en un año electoral en EE UU, y todo cuanto dice y hace el presidente está teñido de electoralismo. Es un momento delicado, sí.
- Las instituciones internacionales están a la baja, dice, y tampoco parece que haya muchos líderes con peso e influencia indiscutibles.
- En el mundo de hoy no hay liderazgo y eso lo aprovechan algunos para hacer cosas que de otra manera no harían. Lo estamos viendo también en la crisis entre India y China, un viejo problema no resuelto entre dos potencias nucleares, pero que llevaba tiempo sin mostrarse. Y además está también por ahí Pakistán, otra potencia nuclear. Es un episodio de tensión muy mala en un lugar donde no pasaba nada desde hace muchos años.
- Parece que China, que hasta hace bien poco era un actor discreto en el panorama internacional, tiene sobre sí ahora todos los focos.
- Y además le salpican otros conflictos, como el reavivado entre las dos Coreas, que también afecta a Japón y de manera más indirecta a EE UU. Pero las cosas no se quedan ahí, porque en Oriente Medio la posición tan dura de Netanyahu y el apoyo tan extraordinario de Trump no hace más que avivar las llamas.

Cuestión de liderazgo

- Antes hablaba de falta de liderazgo. ¿Tiene la impresión de que en el orden internacional empieza a pesar mucho la política del 'sálvese quien pueda'?
- No sé si tanto, pero es cierto que el liderazgo mundial está muy bajo y muchos de los líderes nuevos son poco partidarios de dar juego a las instituciones internacionales. Eso hace que la defensa de los bienes públicos globales pierda fuerza. A mí me parece sorprendente la simpleza con la que se refieren a los grandes problemas los líderes globales.
«Está volviendo una tensión creciente que viene derivada de la mala relación entre EE UU y China»
- Pues con la próxima retirada de Angela Merkel no parece que la situación vaya a mejorar.
- Merkel es justo un gran ejemplo de lo contrario de lo que hablamos. Tiene una gran consistencia y creo que en el tiempo que le queda en la política va a trabajar en el buen sentido. El esfuerzo se nota porque acaba de asumir la presidencia por turno de la UE y ya ha convocado para septiembre una cumbre con China. Me parece muy relevante.
- Rusia mantiene un poder militar muy grande y quiere mantener su influencia. ¿Usted teme la posibilidad de una guerra o eso es algo que ya al menos en Occidente no vamos a ver?
- Una guerra global al estilo de las dos mundiales del siglo XX es algo que yo creo que no tiene posibilidad alguna de suceder, aunque le reconozco que en el vaticinio hay también un componente de deseo. Pero en ese sentido me preocupa el vocabulario que se está manejando ahora respecto de algunos conflictos.
- ¿A qué se refiere?
- En relación con la tensión entre EE UU y China se está hablando de 'guerra fría'. No es prudente usar esas palabras en este momento, porque corremos el riesgo de que de tanto escucharlo terminemos por asumir que es efectivamente una guerra. La situación es difícil pero tengo gran confianza en el papel de la UE.
- ¿Por qué?
- El papel que ha asumido en la respuesta económica a la pandemia ha mostrado que es capaz de un gran ejercicio de solidaridad.
- Sin embargo, el euroescepticismo crece, también en España. O crecía antes de la pandemia.
- Si España no estuviese en Europa no sé cómo saldríamos de esta crisis, porque estaríamos en una situación infinitamente peor. Me gustaría saber cómo se van a sentir los ingleses dentro de unos meses, estando fuera de la UE. Que Europa debería ser más rápida en sus decisiones, seguro. Pero fíjese en lo que se tarda también aquí en tomar algunas medidas porque hay que pactarlas con las autonomías. La complejidad siempre es más lenta que la simplificación, pero es el sistema que nos hemos dado.
- Hablábamos de tensión. Usted ha escrito sobre lo que puede significar respecto de otros problemas como los medioambientales.
- Es algo que debe preocuparnos. La única buena noticia en mitad de todo lo que se está oyendo en la campaña presidencial en EE UU es que Biden ha anunciado que si gana volverá a sumar al país al Acuerdo de París. Me parece algo crucial porque con la paralización económica por la pandemia ha bajado el CO2 pero en cuanto recuperemos el ritmo de actividad volverá el problema. Se trata de que las inversiones que se hagan para recobrar la actividad vayan encaminadas en todo el mundo a frenar las emisiones. Es una obligación moral de todos.
- ¿Es más fácil o más difícil conseguir esos objetivos en un momento en que hay corporaciones industriales y financieras que tienen más poder que muchos estados?
- Existen entidades que trabajan con tecnologías muy sofisticadas que también deberán pensar muy seriamente cómo se comportan en este y otros aspectos. Deberán sentirse actores con un papel mucho más relevante en la esfera internacional para que el mundo sea mejor, y deberán entender que sus beneficios tienen que contribuir al bienestar social global. Pero también ahí veo motivos para el optimismo.
«Me gustaría saber cómo se van a sentir los ingleses dentro de unos meses, ya fuera de la UE»
- ¿En qué se basa?
- Hace poco estuve con un alto responsable de una gran firma cuyo nombre no le puedo dar por razones de confidencialidad, pero le aseguro que se mostró muy dispuesto a participar de esta forma que le digo.

Nuevos temores

- Otro de los problemas de los que se habla poco en los últimos meses es del terrorismo. ¿Ha dejado de preocupar?
- Ningún país ha bajado la guardia en ese asunto, desde luego. Se habla menos porque creo que hay menos terrorismo. Pero somos conscientes de que hay muchos canales en los que puede actuar, lo mismo atacando las Torres Gemelas que en el ciberespacio o liberando un virus... aunque eso lo veo menos probable.
- Pues es un temor que se está extendiendo porque se puede paralizar el planeta, literalmente, solo liberando en los lugares adecuados un virus con un alto nivel de contagio. ¿Qué se puede hacer ante eso?
- El ataque de un virus ya lo estamos viviendo, aunque proceda de la propia naturaleza. La frecuencia con que surgen infecciones por virus es conocida: podríamos repasar ahora la lista de los últimos años (gripe aviar, SARS, gripe A, ébola, Zika), y debemos recordar que ni siquiera tenemos un remedio para la malaria. No ha habido terrorismo y sin embargo todo eso se ha producido.
- Y asusta.
- Pero estamos aprendiendo a enfrentarnos a problemas así a gran velocidad. En esta crisis tardamos algo en reaccionar, quizá porque tuvimos menos información de la precisa. Luego ya se han tomado muchas medidas. La vacuna es la gran esperanza, pero llevará un tiempo y mientras tanto no podemos hacer dejación de nuestra propia responsabilidad para frenar los contagios.
- El filósofo Slavoj Zizek ha escrito que de esta crisis global por la pandemia surgirá un mundo guiado por un comunismo basado en la solidaridad y la ciencia. ¿Qué le parece?
- Nunca me ha gustado hacer previsiones sobre el desarrollo del mundo en años venideros. Pero sí pienso que podemos obtener algunas lecciones de esta crisis. Por ejemplo, que la OMS tiene que ser una institución fundamental en la globalización, que cuente con todos los medios.
- De momento, la retirada de EE UU la deja con menos recursos.
- La paradoja es que cuando más se necesita una organización así, el país más poderoso de la Tierra, por decisión de Trump, se retira. También será más necesaria que nunca la Organización Mundial del Comercio, cuyo director se marcha en septiembre. Será fundamental encontrar a alguien que cuente con un fuerte consenso en torno a su figura, y que sea una personalidad importante y respetada.
- ¿El mundo es hoy más seguro de lo que lo era a finales del siglo XX? Cuando parece que unos temores se diluyen, llegan otros.
- El mundo tiene hoy unos problemas que producen inseguridad pero los vamos a vencer. En el caso de la pandemia, supongo que se conseguirá con una vacuna pero, si se repite, seremos capaces de resolver la crisis a mayor velocidad. Ya sé que el anuncio de que una pandemia podía llegar estaba ahí y cuando se hizo realidad no teníamos ni mascarillas, y son esas cosas las que dan miedo.
«La única buena noticia es que Biden ha dicho que, si gana, EE UU volverá al Acuerdo de París»
- Justificado.
- Vivir tiene siempre un componente de riesgo. Nunca sabes lo que puede suceder cuando sales a la calle: puede alcanzarte el disparo de alguien o arrollarte un camión. En casos como el que estamos viviendo, hay que ser prudentes y tener preparados los mecanismos necesarios para curar si se produce algo así de nuevo.
- Usted puede hablar de eso con conocimiento directo.
- Y quiero subrayar el enorme valor de la sanidad pública, que es maravillosa incluso con los recortes sufridos en los últimos años, que habría que tratar de revertir. Tenemos que estar orgullosos de un sistema que, aquí como en otros sitios de Europa, atiende con carácter universal. En cambio, ya está viendo lo que sucede en otros lugares, donde la gente muere literalmente en la calle.


TITULO:  VIVA LA VIDA -   Felipe González  ,   ,. DOMINGO -12- Julio.


El domingo -12- Julio a las 16:00 por Telecinco , foto.

 Felipe González ,.


Felipe González lamenta que el Gobierno de coalición parece a veces «el camarote de los hermanos Marx»,.


El expresidente del Gobierno Felipe González /EFE
El expresidente del Gobierno Felipe González,.

El expresidente socialista también ha recordado la necesidad de «respetar las decisiones del Consejo de Ministros» que «son colegiadas» y sus debates «secretos»,.




Felipe González nunca ha sido un entusiasta del Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos, y según pasa el tiempo es más escéptico sobre su viabilidad futura. Al expresidente del Gobierno le molesta el clima competititvo que, a su entender, se ha instalado entre los socialistas y los morados. «A veces», señaló este jueves, el Consejo de Ministros «se parece mucho al camarote de los hermanos Marx, que cuando uno propone algo, otro dice 'y yo dos huevos duros más'».
«No me gusta esta dinámica», apuntó este jueves en un acto informativo organizado por Nueva Economía Forum vía telemática. González se refería a las pujas que se suscitan en ocasiones con las medidas económicas y sociales, como el Ingreso Mínimo Vital o la derogación de la reforma laboral, en las que unos ministros, generalmente de Unidas Podemos, pretende ir más lejos en las propuestas que hacen los representantes del PSOE.
Tampoco son de su agrado las filtraciones de las deliberaciones del gabinete y que trasciendan las posiciones confrontadas de los ministros. Los debates, subrayó, son «secretos», las decisiones, «colegiadas», y solo los acuerdos son «públicos».


González también emplazó a los líderes de las fuerzas políticas, sin hacer distinciones entre Gobierno y oposición, a que desarmen sus discursos y busquen acuerdos para combatir las secuelas sociales y económicas que ha dejará la pandemia de la Covid-19. «Tienen la obligación» de entenderse y alcanzar «unos pactos que son inexcusables». Para ello, prosiguió, todos tienen que «guardar las navajas que parece que tienen en la boca», y ponerse a «discutir los temas de interés general». Puso el ejemplo de las cuentas del Estado, un terreno en el que acuerdo debería abarcar «varios» Presupuestos.
En vez de eso, lo que se ve cada semana en el Congreso es «un debate de búsqueda del culpable» de la crisis sanitaria y sobre los errores en su gestión. «No perdamos el tiempo», los ciudadanos, afirmó el expresidente, no quieren esa dialéctica, necesitan «pactos, acuerdos. Están cansados de que lo que se discute en el Parlamento tenga poco que ver con la realidad».
«La crispación política -apuntó- dificulta los pactos» y aplaudió al líder de los eurodiputados de Ciudadanos, Luis Garicano, que ha reclamado a los partidos una tregua de seis meses para pactar la salida de la pandemia.

TITULO:  Ese programa del que usted me habla con -  El Mar Menor empieza a disipar sus tinieblas,.

El martes -7- julio por La 2 a las 21:30, fotos,.

 

El Mar Menor empieza a disipar sus tinieblas

Signos de esperanza Los primeros proyectos de 'vertido cero', unos incipientes acuerdos políticos y la presión ciudadana apuestan por la recuperación de la albufera murciana, ocho meses después de la aparición de toneladas de peces muertos,.


La pérdida de arena ha estrechado las playas a causa de las riadas. /J.M Rodríguez/AGM
La pérdida de arena ha estrechado las playas a causa de las riadas.


En ese punto remoto del Mar Menor donde se encuentra con el Mediterráneo, las doradas aletean desde que amanece en el laberinto ancestral de pesca de las encañizadas. Ya empiezan a sentir que no tienen escapatoria, y sacuden sus colas con una energía febril por salvar la vida. Son un trasunto con escamas de la lucha del Mar Menor. Aún en los salabres y a bordo de las barcazas de los pescadores, las 'dorás' se agitan por vivir hasta el desmayo. A pesar del espectáculo de muerte, son el mayor signo de vida que se encuentra actualmente en la albufera murciana, cinco años después de comenzar la turbidez de las aguas, cuatro años después de que perdiera el 85% de la vegetación submarina, y solo 8 meses después de la anoxia que volcó toneladas de peces muertos en las orillas. Un tiempo de espera demasiado largo para un enfermo sin tratamiento.
A pesar del negro historial, las aguas han tenido que oscurecerse aún más para que llegaran los primeros signos de esperanza. La comunidad científica, incluso en sus desacuerdos a lo largo del proceso de estudio de la laguna, ha coincidido en su asombrosa capacidad de resiliencia, que demostró en el año 2018, cuando recuperó parte de la pradera sumergida y clareó la columna de agua. Hace pensar en un futuro con vida para el Mar Menor, que fue famoso por sus aguas cristalinas que permitían ver caballitos de mar y bancos de peces desde la orilla.
Una de las razones para el optimismo es la aprobación de una de las primeras grandes obras del plan de 'Vertido Cero', que pactaron partidos políticos y agentes sociales. El colector de la zona norte del Mar Menor, que acaba de publicar la Confederación Hidrográfica del Segura como paso previo para contratar las obras por 70 millones de euros, evitará la entrada de 12 hectómetros cúbicos al año de nutrientes agrícolas a las delicadas aguas de la laguna, por medio de 55 kilómetros de canalizaciones. Recogerá estos vertidos nocivos, cargados de nitratos procedentes de la fertilización de cultivos, tanto los superficiales como los subterráneos, para desviarlos al Mediterráneo con un proceso previo de desnitrificación.
La compleja dinámica de la cuenca hidrográfica del Campo de Cartagena y el maratón de acciones por emprender no dejan de plantear dudas, a pesar de que el anuncio de las primeras obras haga pensar en un desbloqueo administrativo en torno al Mar Menor. El químico Ramón Pagán, de la plataforma ciudadana Pacto por el Mar Menor, lanza dos incógnitas. «Si el origen de la contaminación del acuífero es agrícola en un 85%, por qué gastar dinero de todos los españoles mientras la parte causante no pone un euro», plantea. Aún sería peor si, después de construir la compleja red de canales y colectores, no se pueden extraer los nitratos por falta de capacidad de la planta que debe construir la Comunidad Autónoma. «Hablamos de un caudal de 30.000 metros cúbicos al día; no hay planta en el mundo con esa envergadura», señala el químico.

Un proceso con ruido

Desde la encañizada, no se escucha el ruido del enfrentamiento político que, según la comunidad científica, ha bloqueado la llegada de soluciones. A ese paraje de aguas someras, espino negro y lentisco, donde solo habita el guardián de la encañizada, Julián Castejón, con su perro Cohete, no llegan los reproches que se han lanzado los partidos cada día mientras aún corre el contador de la entrada de nutrientes a la laguna, tanto con filtraciones subterráneas como en vertidos superficiales. Siempre fue así, pero en los últimos años se dispararon los aportes por el aumento de los regadíos y de las lluvias. Esa bolsa de 1.000 kilómetros cuadrados rebosante de agua con nitratos bajo el campo de Cartagena presiona sin tregua buscando salidas a la laguna. Ya sale por garajes y sótanos de edificios que fueron construidos sin aislamiento. Aflora en cultivos, con un exceso de humedad que pudre raíces, tubérculos y hortalizas. Con la panza llena de agua, el acuífero ya no traga ni la lluvia más liviana.
Con una mínima capacidad de absorción del terreno, las torrenciales llegan como una ola de barro, que baja desde varios kilómetros tierra adentro, cargada de todo lo que encuentra a su paso, hacia el 'desagüe' del Mar Menor. Los vecinos de Los Alcázares han sufrido desde septiembre de 2019 cuatro inundaciones que han destruido viviendas, negocios, recintos públicos y playas. Sometido a un continuo proceso de reparación, el municipio turístico no abandona las movilizaciones para reivindicar las obras antiinundaciones que les dejen salir a flote.
Con el paso lento de las licitaciones públicas, empiezan a anunciarse las primeras canalizaciones para evitar avalanchas de agua pero, tras infinidad de asambleas vecinales, foros científicos con asistencia masiva de ciudadanos, y manifestaciones multitudinarias, todos saben que el cambio deberá incluir una nueva mentalidad y una redistribución de los usos del territorio. En nada de eso hubo acuerdo entre el Gobierno regional, formado por una coalición PP-Cs, y el Ministerio de Transición Ecológica, con la socialista Teresa Ribera al frente y en continuo pulso con el sector agrícola murciano a cuenta del trasvase Tajo-Segura. Por eso el reciente acuerdo entre Ciudadanos, PP y PSOE en la Ley de Protección del Mar Menor, para incrementar la franja de protección desde los 500 metros en los que se plantó el Gobierno popular, hasta los 1.500 metros que pedían la oposición y los agentes sociales, enciende otra llama de esperanza. «Que se entiendan las administraciones sí da lugar al optimismo», afirma el científico Juan Manuel Ruiz, del Instituto Español de Oceanografía. Este especialista en vegetación marina pide «políticas valientes y de largo plazo, no soluciones para el bañista». «Si aprueban medidas para regular la agricultura, en 20 años podemos tener razones fundadas para el optimismo», asegura.
El biólogo señala la esperada reorganización agrícola que no termina de llegar, con la reconversión a secano de las casi 10.000 hectáreas de regadíos ilegales, que se extendieron al tiempo que las desaladoras ilegales. Enterradas en búnkeres, durante años preparaban para el riego el agua que sus propietarios extraían sin licencia del acuífero. Sin mirar atrás, se deshacían de la salmuera con vertidos a las ramblas, que iban a parar a la laguna en un continuo envenenamiento a base de nitratos y fósforo. El Juzgado de Murcia investiga a 80 empresas y 67 personas físicas en el conocido como caso 'Topillo'.

El modelo turístico

Desde el paisaje horizontal de la encañizada, Julián mira las torres de cemento de La Manga, que parecen avanzar como un ejército imparable. El modelo turístico elegido hace más de 40 años ha desplegado infinidad de urbanizaciones y 11 puertos deportivos en torno a los 73 kilómetros de costa del Mar Menor, donde las depuradoras urbanas no llegaron hasta hace una década mientras la población crecía y el ecosistema se deterioraba.
El que ha sido paraíso de los constructores vive ahora su propio debate de futuro. «El negacionismo ha sido agotador», afirma la profesora de Ciencias del Mar y Biología de la Universidad de Alicante Francisca Giménez Casalduero. Para la investigadora, reconocer el problema ha sido el primer paso para confiar «no en la recuperación, sino en la reinvención del Mar Menor». Después de 30 años estudiando el impacto de los vertidos urbanos en el medio marino, asegura que hay otros casos de restauración ambiental, como el de Tampa Bay (EEUU). Uno de los indicadores de la salud de la albufera será, para la investigadora, el reducto superviviente de nacras (Pinna nobilis), que se refugia ya solo en el Delta del Ebro y en el Mar Menor. A pesar de las agresiones recibidas durante décadas y de la lenta llegada de las soluciones, la científica destaca «la vida que ha quedado en las capas superficiales, con pequeñas poblaciones de fanerógamas y caballitos de mar. Aún queda esa vida, aunque herida, y será la que recolonice el Mar Menor adaptándose a los nuevos cambios, siempre que dejen de entrar los nutrientes».

La presión ciudadana fuerza el debate por una albufera sostenible
La mala salud del Mar Menor hizo despertar la conciencia ciudadana, que no ha vuelto a dormirse. Unos meses antes de la denuncia por parte de los grupos ecologistas ANSE, Greenpeace y Ecologistas en Acción del aumento de la turbidez de las aguas en 2015, cuando la laguna se convirtió en una 'sopa verde', hubo un grupo de ciudadanos y científicos organizándose para dar un paso adelante y crear la plataforma Pacto por el Mar Menor. Desde manifestaciones vecinales hasta charlas de sensibilización, incluso en otros idiomas para los residentes extranjeros, promovieron la mayor movilización de personas y asociaciones jamás conocida en la Región. A la labor de vigilancia y denuncia se unieron el colectivo de pescadores, los grupos ecologistas, asociaciones de vecinos y científicos. Juntos llevaron a la sede en Bruselas de la UE la degradación ambiental. «Vamos a seguir controlando de cerca todos los vertidos, que no han cesado», afirma el químico Ramón Pagán, quien destaca «el compromiso del Pacto de llevar estos delitos a los tribunales y de personarnos en todas las iniciativas del fiscal de Medio Ambiente». Han vuelto a reclamar a la UE que inspeccione sobre el terreno el estado de la laguna porque, según Pagán, «no queremos que el Mar Menor termine como un vertedero, sino que haya futuro para la laguna y para todos los que viven de ella».

 TITULO: TIERRA DE TOROS - Oviedo estudia utilizar la plaza de toros para retrasmitir ferias taurinas,.

 TIERRA DE TOROS,.

Tierra de Toros | Canal Extremadura,.

Programa presentado por Juan Bazaga dedicado al mundo del toro en nuestra región. Estamos atentos cada semana a la actualidad taurina Programa semanal de información taurina que se encarga de mostrar las tareas cotidianas de las faenas del toro en el campo, así como del perfil más humano , etc.

Oviedo estudia utilizar la plaza de toros para retrasmitir ferias taurinas,.


foto / La plaza de toros está en ruina. 


La plaza de toros está en ruina. / PIÑAQue Oviedo no sea una «ciudad taurina», en palabras del alcalde, Alfredo Canteli, no significa que los aficionados a los toros no puedan disfrutar de las corridas, eso sí, en formato televisivo. Así lo aseguró el regidor en referencia a la petición que realizó un grupo de aficionados, ante el coso de Buenavista el pasado fin de semana. Reclaman recuperarlo para celebrar corridas. Una propuesta que el alcalde rechazó porque «la idea es que no vuelva a haber toros en Oviedo».
Lo que no descartó es que la plaza de Buenavista sea utilizada para retransmitir eventos taurinos. «Es una idea que se va a llevar a cabo y a plasmar a través de una propuesta de pantalla gigante, para poder ir a ver allí todas las ferias importantes y disfrutar de las corridas», explicó ayer Canteli.
Todo cuando se logre recuperar y rehabilitar el coso taurino como espacio multiusos, en el que tendrá prioridad la celebración de conciertos y ferias de otra índole. La idea, según el alcalde, pasa habilitar una sala con una pantalla, mesas y sillas para que los aficionados a los toros puedan disfrutar, por ejemplo, de los Sanfermines o San Isidro.
«La idea es que no vuelva a haber toros, igual que no es posible la ópera en Gijón. Los toros en Gijón, la ópera en Oviedo»
Una propuesta que ya ha sido trasladada a algunos aficionados a la tauromaquia, que la han acogido de manera positiva. «Oviedo no es una ciudad taurina y la idea es que no vuelva a haber toros, igual que no es posible la ópera en Gijón. Los toros en Gijón, la ópera en Oviedo», zanjó.
El Ayuntamiento quiere impulsar la recuperación del coso como recinto para usos múltiples basándose en el plan director, pese a que ya fue rechazado por Patrimonio en 2014. La idea es rescatar la primera fase y convertirla en un proyecto básico, que se iría modelando de acuerdo a como avancen las conversaciones con Cultura.
El edificio está cerrado por ruina desde 2007, aunque está catalogado como Bien de Interés Cultural. Los trabajos supondrían el derribo del graderío alto, un añadido de postguerra de ínfima calidad, y la adecuación de las instalaciones para permitir su puesta en funcionamiento con un aforo reducido a 5.000 personas. La cubierta, que permitiría su uso en cualquier condición climatológica, se deja en suspenso.

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