TITULO: Domingo -7- Febrero LIARLA PARDO - Carlos Latre ,.
El domingo -7- Febrero a las 18:00 por La Sexta, foto,.
Carlos Latre ,.
Carlos Latre responde a las críticas por su imitación a María Jesús Montero: "Si ven en eso una mofa, el problema es suyo",.
El humorista ha afirmado que "están absolutamente equivocados" los que vieron "una mofa o una crítica" en su imitación a la ministra de Hacienda.
Carlos Latre ha respondido en Liarla Pardo a las críticas que recibió por parte de personas que creían que se estaba metiendo con el acento andaluz. "Lo siento por ello. Era una imitación, nada más. Si ustedes quieren ver una mofa de un acento, están absolutamente equivocados, nada más lejos de la realidad. No es mi estilo", ha manifestado.
Además, el humorista ha defendido que es "un enamorado de Andalucía", pero que si Montero habla de esa manera, la hará de esa manera. "Si usted ve ahí una crítica o una mofa, el problema es suyo porque no existe", ha expresado.
A la hora de imitar a Carmen Calvo o María Jesús Montero, dice que hay "muchísima diferencia" entre ambas. "Carmen Calvo tiene una forma de hablar más suave y María Jesús es más basta", ha expresado metiéndose en la piel de cada una, a lo que ha añadido que "el acento es muy importante, pero también lo que desprende el personaje".
"Yo antes era muy purista de la imitación, pero ahora es mucho más importante lo que tú ves en el personaje a través de mí que la propia imitación", ha afirmado.
TITULO: ESPAÑOLES POR EL MUNDO - Ripollés ,.
Ripollés,.
Ripollés - fotos,. Ripollès | ||
---|---|---|
Comarca | ||
Ubicación de Ripollés | ||
Coordenadas | 42°16′16″N 2°15′19″ECoordenadas: 42°16′16″N 2°15′19″E (mapa) | |
Capital | Ripoll | |
Entidad | Comarca | |
• País | España | |
• Comunidad | Cataluña | |
• Provincia | Gerona | |
Subdivisiones | 19 municipios | |
Superficie | Puesto 13.º | |
• Total | 956,6 km² (2,98%) | |
Población (2016) | Puesto 28.º | |
• Total | 25 101 hab. (0,33%) | |
• Densidad | 26,24 hab/km² | |
Gentilicio | ripollés, -a | |
Sitio web oficial | ||
El Ripollés (oficialmente en catalán, Ripollès)1 es una comarca española, situada en la provincia de Gerona, Cataluña. Se engobla dentro del ámbito de las comarcas gerundenses, en los valles de Ripoll, Ribas y Camprodón.
Limita con las comarcas de Baja Cerdaña, Bergadá, Osona y La Garrocha en España, y con Vallespir, Conflent y Alta Cerdaña en Francia.
Geografía
El Ripollés es una comarca montañosa situada en el Pirineo, que se encuentra dividida de norte a sur en el Pirineo axial y los prepirineos, aunque estos últimos se dividen en ocasiones en Prepirineos y Subpirineos.2
Atractivos turísticos
- Ripoll: El mayor atractivo turístico de la capital reside dentro del ámbito de la cultura y en el de las ferias. Podemos visitar el monasterio de Santa María de Ripoll donde veremos su impresionante pórtico considerado como una de las mejores obras del románico a nivel mundial complementándose con las escenas representadas en los capiteles del claustro. Muy cerca se encuentra el museo etnográfico donde además de una completa colección sobre la vida en el pirineo desde la prehistória hasta la actualidad se puede contemplar la magnífica colección de armas de Ripoll.
Entre las ferias destacan la de 40 Horas en el mes de abril que lleva celebrándose varios siglos.
Economía
La comarca del Ripollés tenía un PIB en 2017 de 595,3 millones de euros, el 0,25% del de Cataluña, de 234 680 millones de euros, ligeramente por debajo de la proporción en cuanto a habitantes, 25 000 sobre un total de 7 600 065 hab. en 2018, que representan el 0,33% del total. De ahí que el PIB por habitante esté por debajo de la media, 23 900 euros sobre una media de 31 200 euros, el 76,7% de la renta per cápita media. Sin embargo, la renta familiar disponible bruta en 2016 era de 16 500 euros sobre una media de 17 000 euros, el 97,3%, lo que la sitúa cerca de la normalidad.
En cuanto a ocupación, el sector manufacturero es el que ocupa a más trabajadores, con 2966 persons en 2011, seguido del comercio y la reparación de vehículos (1417 personas), la construcción (1166 persoans), la agricultura (386 personas) y el suministro de agua y el saneamiento (155 personas).3
El sector con mayor valor añadido bruto es el de servicios (323,4 millones de euros en 2017), seguido de la industria (176,6 millones), la construcción (37,6 millones) y la agricultura (8,4 millones). En el sector sevicios, el factor más importante es de las actividades inmobiliarias, técnicas y administrativas (92,1 millones), seguido de la administración (88,3 millones), el comercio (56,3 millones) y la hostelería (44,6 millones). En industria, el sector más importante es el de alimentación, textil, madera, artes gráfiques, química y caucho, con 81,1 millones, muy igualado con metalurgia, maquinaria, material eléctrico y de transporte (79,6 millones) y una nada despreciable industria extractiva, energía, agua y residuos (15,9 millones).4
Población y motorización
La mayor densidad de población se da en el municipio de Ripoll, con 144 hab/Km², y la menos en Las Llosas, con 1,9 hab/km² y Quralbs, con 2 hab/km². Frente a una población residente todo el año de 27 229 personas, había en la comarca, en 2018, 13 855 turismos, uno por cada dos habitantes, que, junto con las motocicletas (2543), los vehículos industriales (4713) y otros (954) suman 22 065 vehículos.
Agricultura
En cuanto a la agricultura, solo se labran 2266 ha de las 792 425 ha que comprende el municipio, y se usan como pastos permanentes 21 654 ha. En 2009 había 460 explotaciones agrarias, de las que 415 con ganadería, un total de 23 575 vacas, 12 200 ovejas y 16 038 cerdos.5
Turismo
En 2018, había en la comarca 65 hoteles con 2396 plazas, y 14 cámpines con 4824 plazas, además de 145 casas de turismo rural con 1027 plazas.
Industria
Los polígonos industriales se concentran en el Baix Ripollès (el Bajo Ripollés): Campdevanol (Colonia Herand, Colonia Pernau, Colonia Molinou, Polígono El Molinou, Polígono Pla de Niubó, Zona La Creu y Zonas Comforsa) , Campelles (Polígono industrial Can Costa, Colonia Perramón), Camprodón (Cal Iglesias, Antiga Fábrica Birba, Pla de Sant Ramon, Can Birba), Ribas de Fresser (Polígono Manufacturas Max Plàstic, Zona Carretera de Puigcerdá, SUC "Colonia Perramón", PE "Aigua de Ribes"), Ripoll (Poligons Industrials Ripoll, Estamariu, Pintors, Mas d'en Bosch, La Barricona, Casanova de Baix, Rocafiguera, Colona Santa María El Roig), San Juan de las Abadesas (Cal Gat, Coromina del Bac, Tallers Casals, Sector Estiluz, Colonia Llaudet, Sectgor Cotolla, Tèxtil Abadesses SA, Sector del Cementiri y San Pablo de Seguríes (El Mariner).6
En el ranking de empresas destacan, en Ripoll, Comercial CBG (22,5 millones de facturación),7 importadora y distribuidora de productos italianos en el mercado español; Matrix,8
una empresa de inyección de moldes que pertenece al grupo S&P
(Soler & Palau), con 65 empleados y una facturación de 8,5 millones
en 2018, y la Comercializadora LERSA, (La Eléctrica de Ripoll SA),9 con una facturación de 4,3 millones y que produce electricidad en dos centrales hidroeléctricas ubicadas en Ribas de Fresser y en Campelles. En Campdevanol, Solter,10 empresa que fabrica equipos de soldadura. En Camprodón, Celulosa Industrial del Alto Ter (CIAT),11 productora de celulosa moldeada que tiene la planta principal en San Sadurní de Noya. En Ribas de Fresser, Max Service,12 diseño de componentes, con cuatro plantas, de las que Mas Plastic se encuentra en Ribas., etc,.
TITULO: Donde viajan dos - Valencia viaja a EE UU a través del cine,.
Valencia viaja a EE UU a través del cine,.
La sala SGAE ofrece dos películas que retratan la emigración en América,.
El ciclo de cine social y de denuncia '7 días con causa', organizado por la Fundación SGAE en Valencia, ofrece este miércoles un programa doble compuesto por las películas 'La jaula de oro', de Diego Quemada-Diez, a las 18 horas, y 'De cometas y fronteras', de Yolanda Pividal, a las 20 horas. Ambos trabajos ofrecen un retrato de la situación de los emigrantes que viajan a Estados Unidos en busca de un futuro mejor. La sesión, cuya entrada es gratuita, tendrá lugar en la Sala SGAE Centre Cultura de Valencia.
'7 días con causa' consta de una docena de títulos, tanto películas documentales como de ficción, con los que se desea llamar la atención del público sobre distintas situaciones dramáticas que afectan a personas de diversas partes del mundo. El ciclo se exhibió durante los meses de junio y julio en la madrileña Sala Berlanga, y llega ahora a Valencia de la mano de la Fundación SGAE
'La jaula de oro', que ganó en el Festival de Cannes 2013 el premio 'Un cierto talento' al reparto, cuenta la historia de tres jóvenes de los barrios bajos de Guatemala que viajan a los Estados Unidos en busca de una vida mejor. La película no es un documental, sino una ficción basada en la realidad, recreada a partir de cientos de testimonios de migrantes () Quería dar voz a esos seres humanos que, ante la pobreza y la impasibilidad de las autoridades, desafían el orden fronterizo establecido y deciden emigrar sin documentos, jugándose la vida, explica el realizador Quemada-Diez.
'De cometas y fronteras' es el primer largometraje de Yolanda Pividal, periodista multimedia y documentalista española afincada en Nueva York desde 2005. Su trabajo se ha centrado en la exploración de la condición migrante en la gran ciudad y la vida en la frontera. La cinta ganó el premio al mejor documental en el San Diego Film Festival y en el Havana Film Festival de Nueva York.
TITULO : Escala humana - Reaprender a 'comer' tras sufrir un trastorno alimentario ,. , Miercoles -3- Febrero,.
El Miercoles -3- Febrero a las 21:00 por La 2, foto,.
Reaprender a 'comer' tras sufrir un trastorno alimentario,.
«Puedes recuperar el físico, pero si no tratas la parte emocional es fácil recaer»,.
Leire Martín era una niña ejemplar, buena y obediente, pero incapaz de expresar sus emociones. No se quejaba cuando la comida no le gustaba y tampoco protestó cuando, con 12 años, sus padres le dijeron que se iban a trasladar de pueblo. Su mente era un arsenal de inseguridades y preocupaciones, pero no las exteriorizaba, así que con los años se fueron acumulando. Fue al cumplir los 14 cuando a todas esas inquietudes se le sumó otra: el peso. Tuvo revisión médica y lo que vio al subirse en la báscula le asustó. «¿No es demasiado?», pensó. La doctora le dijo que estaba más sana que un roble, pero a ella le entraron dudas. Al día siguiente comenzó a restringir lo que comía. Tiraba el desayuno al váter, contaba las calorías que ingería, hacía abdominales por las noche… Consiguió adelgazar, tal como deseaba, pero cada vez que se miraba en el espejo se veía peor, lo que motivó que llevase todas esas conductas al extremo. Sin quererlo, y sin saberlo, cayó en un trastorno de la conducta alimentaria (TCA), un laberinto muy oscuro del que le costó años salir, y también mucho sudor y lágrimas.
«Cada vez que me llevaba algo a la boca mi mente empezaba a calcular cuántas calorías tenía y cómo gastarlas. Creo que las quemaba simplemente de pensar lo que tenía que hacer», ironiza ella, que acaba de publicar el libro 'Yo también quise ser como Ana y Mía' (Zenith), un cómic autobiográfico basado en su experiencia con la anorexia y la bulimia donde cuenta todo lo que aprendió en su camino hacia la recuperación. «Estas enfermedades están muy estigmatizadas, juzgadas y tratadas como un tema tabú, lo que lleva a las personas que los padecen a sentirse solas, incomprendidas y con miedo a expresar lo que les ocurre», destaca. Su objetivo es que quien tenga cerca a alguien que sufre un TCA pueda entender por lo que está pasando, comprenda sus actos y le pueda ayudar.
Y ¿qué les pasa realmente? ¿Cómo se rebasa la línea entre querer perder peso y verse atrapada en un trastorno alimentario? «El conflicto con la comida es solo la punta del iceberg de un problema mayor que, generalmente, se gesta en la infancia, aunque la enfermedad no suele debutar hasta la adolescencia», expresa Natalia Seijo, psicóloga clínica especializada en trastornos alimentarios del Centro de Psicoterapia y Trauma de Ferrol (A Coruña).
«Lo que tienen en común los TCA es la niña o el niño herido que la persona lleva dentro» natalia seijo
Al tener base biológica, psicológica y social, los factores predisponentes de estos trastornos son variados. Entre ellos, el perfil de la personalidad, el entorno en el que se convive, el apego con el que se crece, actividades como el ballet o la gimnasia rítmica (en las que se prima la delgadez), estudiar en el extranjero, los cambios de vida (mudanza, traslado de ciudad), el divorcio de los padres, el acoso escolar, la ausencia de refuerzos positivos a lo largo de la vida (que nunca te digan nada bueno sobre ti), convivir en un ambiente culpabilizador o hiperexigente, crecer con mucha rigidez alimentaria en casa, tener algún caso de TCA en la familia, ver que tus padres hacen dieta constantemente o que prestan mucha atención a la apariencia corporal o los abusos físicos y emocionales, entre muchos otros. «Lo que tienen en común los TCA es la niña o el niño herido que la persona lleva dentro, donde se encuentran los traumas simples y los traumas complejos que ha vivido. Todos ellos son heridas que van dejando huella en su interior y que acaban exteriorizándose de muchas formas. La comida es una de ellas, porque las personas que padecen estos trastornos encuentran la manera de regularse a nivel emocional restringiendo lo que comen o dándose atracones y/o vomitando», explica Natalia Seijo.
Según una encuesta
- 34%
- de las chicas y el 22% de los chicos adolescentes de entre 12 y 16 años han hecho dieta para adelgazar sin control médico. De ellos, más del 50% lo ha acompañado de conductas de riesgo: vómitos, saltarse comidas o comer menos. Comportamientos determinantes para sufrir un TCA.
El corazón de la alcachofa
En España, 400.000 personas sufren un trastorno alimentario, de los cuales 300.000 son jóvenes de entre 12 y 24 años. La anorexia y la bulimia son los más conocidos y frecuentes, pero no los únicos. Existen otros, como el trastorno por atracón, el síndrome de comedor nocturno o el síndrome de hiperfagia o polifagia.
Las complicaciones físicas que provocan, así como las autolesiones y los intentos de suicidio de las personas que los sufren, convierten a los TCA en las enfermedades mentales con mayor mortalidad. Lluís Blanch, que vivió la anorexia nerviosa de su hija Gemma, recuerda que «al principio nos pareció la típica tontería de adolescente que quiere perder peso, pero ya en tratamiento llegué a temer por su vida en varias ocasiones». «Los cuatro años y medio que duró la recuperación fueron durísimos. Nuestra casa se convirtió en una 'cárcel', con los lavabos y la cocina cerrados, y con control absoluto sobre cualquier objeto con el que pudiese autolesionarse. No podíamos hacer nada sin pedir permiso a los médicos», cuenta este padre, que recomienda buscar ayuda especializada al menor caso de duda de que pueda haber un problema con la comida. Además, aconseja «que toda la familia acuda a terapia para gestionar mejor los sentimientos que surgen en una situación tan compleja». Desde que se enteró de la enfermeda de su hija, Blanch es voluntario de la Asociación Contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB).
«Nuestra casa se convirtió en una 'cárcel', con los lavabos y la cocina cerrados. No podíamos hacer casi nada sin pedir permiso» LLUÍS BLANCH
Gemma hacía gimnasia artística y, en un momento dado, empezó a obsesionarse con el peso. «Soy muy autoexigente y perfeccionista y llevé el deporte al extremo. En la comida encontré una forma de control y de focalizar mis inseguridades», expresa.
El problema de trastornos como la anorexia o la bulimia es que la persona genera tal miedo hacia la comida que, hasta que no reconoce que está enferma, la recuperación es muy difícil. «Una vez eres consciente de dónde estás, comienza un tira y afloja constante entre tus dos 'yos', el enfermo y el que se quiere curar», declara Leire. «Yo le pedía a mi madre que tachase la tabla nutricional de los productos para no contar las calorías y me ponía metas, como comerme una galleta a la semana. Un día te ves con fuerzas de comer lo que quieras y al siguiente te sientes culpable y comienzas a restringir la comida otra vez pero, poco a poco, va ganando tu fuerza de voluntad y las recaídas se espacian en el tiempo, hasta que vuelves a disfrutar comiendo. Eso sí, es un camino muy duro en el que te planteas abandonar a menudo».
«Yo le pedía a mi madre que tachase la tabla nutricional de los productos para no contar las calorías» leire martín
A Gemma, por su parte, le ayudaba mucho que todo el mundo que comiese con ella tuviera en el plato exactamente lo mismo, así como las terapias grupales e individuales, donde se trataban temas como la reincorporación de dietas o las emociones personales. «Fue un proceso de aprender a no controlarlo todo, porque mi parte enferma sentía un descontrol horrible cuando comía normal», expresa. «El apoyo que recibí de mi entorno también fue clave», destaca.
La psicóloga reconoce, sin embargo, que la parte emocional de estos trastornos muchas veces queda relegada a un segundo plano. «Hay enfoques de la psicología que se centran mayoritariamente en la conducta con la comida y dejan de lado las experiencias de vida, que muchas veces son el origen de los síntomas», sostiene. Es el caso de la terapia cognitivo-conductual, cuyo mayor inconveniente es que, al no trabajar las causas de este desorden, es más fácil recaer.
Por eso, en opinión y experiencia de Seijo, la terapia EMDR es más útil en estos casos, pues permite resolver el problema en profundidad desde el principio, haciendo frente tanto sus causas como a sus consecuencias. «Estos trastornos tienen la estructura de una alcachofa, con hojas 'defensivas' que protegen aquello que hace daño y que se evita ver porque duele, y un corazón interior, donde se albergan los traumas o experiencias adversas de vida de la persona y que provocan ese comportamiento. Ahí es donde es complicado llegar», concluye la especialista.
Se denominan webs 'Pro-Ana' (pro-anorexia) y 'Pro-Mía' (pro-bulimia) y son páginas en las que jóvenes que sufren trastornos alimentarios hacen apología de estas enfermedades. Ahí intercambian consejos sobre dietas y ejercicios con los que perder peso rápido y comparten sus vivencias y 'progresos', animándose entre ellos a seguir por ese camino.
Es estas comunidades Ana y Mía son presentadas como 'diosas' o 'princesas' a las que intentar parecerse. Cuentan, incluso, con sus diez mandamientos y todo gira en torno a que estar delgada es lo más importante. Sugieren así barbaridades como que adelgazar y no comer demuestran la auténtica fuerza de voluntad, que no se debe comer sin sentirse culpable, o sin castigarse después, y que una forma eficaz de adelgazar es morir de hambre.
«Yo consumí contenido de este tipo en redes sociales y es de las peores cosas que existen. Engancha a gente que está en momentos vulnerables, como si fuese una droga, y nos lleva a pensar que tenemos apoyo sobre algo perjudicial para nuestra salud. Son sitios en los que se normaliza un discurso que realmente es una locura», expresa Gemma.
«Afortunadamente, yo no llegué hasta ese punto, pero sé que también existen grupos de Whatsapp donde los propios chicos y chicas con TCA te hacen una encuesta y, según cómo de enferma estés, o lo que estés haciendo para adelgazar, te permiten entrar o no», añade Leire.
«Desde hace años se lucha contra cualquier contenido, servicio o sector, como el de la publicidad o la moda, donde se lleven a cabo acciones que puedan inducir a desarrollar un TCA», expresa Lluís Blanch. En 2019, la Generalitat aprobó una ley para perseguir y sancionar a las empresas, plataformas y servicios digitales que recogen este tipo de contenidos, con multas que pueden llegar a los 100.000 euros, pero solo afecta a Cataluña.
TÍTULO:
LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea - Efecto nocebo, el lado oscuro del placebo ,.
LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea - Efecto nocebo, el lado oscuro del placebo ,. . , fotos,.
Este miércoles -3- Febrero a las 22.45, Antena 3,.
Efecto nocebo, el lado oscuro del placebo,.
Cuando crees que un tratamiento te va a hacer daño y termina haciéndotelo,.
Gonzalo sufre ataques de ansiedad desde hace varios años, pero se niega a tomar la medicación que le ha recetado su psiquiatra pese a que los episodios de «taquicardias y mareos» se repiten cada vez con mayor frecuencia e intensidad. No quiere ni oír hablar de pastillas. «Las he tomado un par de veces y me sentaron fatal. Incluso llegué a vomitar. Me encuentro mucho peor que si no tomo nada», asegura este joven madrileño, propietario de un pequeño negocio de alimentación al que se ve «obligado a faltar de vez en cuando» por su enfermedad. Su psiquiatra está convencida de que su caso mejoraría «notablemente» si tomase la medicación y no tuviese ese «miedo infundado» a los posibles efectos secundarios que se describen en el prospecto del fármaco, entre los que figuran «dependencia, náuseas, cefalea, visión borrosa, alteraciones del sueño y pesadillas». Y que, por supuesto, 'sufre' cada vez que toma una pastilla.
Lo que le ocurre a Gonzalo, ese empeoramiento de los síntomas de su enfermedad al tomar el tratamiento –o incluso sin tomarlo– por «las expectativas negativas que le atribuye a los fármacos» es lo que en la práctica clínica se conoce como efecto nocebo, el culpable de que algunas personas sufran efectos adversos al tomar un fármaco o recibir una instrucción sanitaria solo porque lo esperan de antemano. «Es como una especie de profecía autocumplida», resume la psiquiatra Rosa Molina.
¿Pastilla roja o azul?
Los estudios sobre el efecto placebo de las medicaciones arrojan conclusiones tan curiosas como que las pastillas de color rojo se consideran más efectivas que las de color azul, excepto en Italia, donde es justo al contrario, probablemente porque la gente se siente más identificada con el color azul de la camiseta de la selección de fútbol. También se piensa que tomar dos píldoras hace más efecto que tomar una aunque sea la misma dosis. Por otro lado, a afectos de percepción, una inyección funciona mejor que una pastilla, y una pastilla mejor que un fármaco en sobre...
A grandes rasgos, se podría decir que el nocebo es «el lado oscuro» del efecto placebo, mucho más conocido y que consiste precisamente en todo lo contrario. El clásico 'cura, cura, sana, culito de rana' que tampoco tiene nada de científico, pero que es capaz de acabar con algunos 'males' de un plumazo. «No cabe duda de que las expectativas que tiene un paciente sobre un tratamiento, ya sean positivas o negativas, juegan un papel decisivo en el éxito o fracaso del mismo», admiten los profesionales sanitarios.
Las personas que trabajan en el ámbito de la salud mental lo ven a diario. «Hay gente que nada más entrar en la consulta ya te dice que no cree en la psiquiatría o en las pastillas, como si fuese un acto de fe. En ese momento ya sabes que su evolución va a ser mucho más torcida de lo habitual. Un paciente que en condiciones normales respondería en un 70% a un antidepresivo, puede torpedear su recuperación simplemente porque no 'cree' en el tratamiento. Yo siempre les digo lo mismo: ¿Se ha leído usted el prospecto del paracetamol? Porque tiene más efectos secundarios que el fármaco que le estoy recentando yo y se los toma como caramelos. El estigma de la salud mental ya es un efecto nocebo 'per se'», precisa la doctora Molina, psiquiatra del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
«¡Siéntese bien!»
Otras veces es el propio profesional el que, queriendo ayudar, genera ese efecto nocebo. Por ejemplo, cuando un fisioterapeuta le dice a un paciente: 'siéntate bien' evidentemente lo que quiere es ayudarle, porque como profesional sanitario entiende que esa persona debería sentarse de una manera distinta a cómo lo hace habitualmente. «Lo que ocurre es que esta instrucción puede provocar en el paciente una conducta de hipervigilancia. Es decir, el estar constantemente pendiente de la postura le va a generar tensiones musculares en zonas donde no debería tenerlas. Consecuencia: acaba teniendo dolores por intentar sentarse bien. La intención del profesional era buena, pero en la práctica resultó fallida», explica Raúl Ferrer, vicesecretario general del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid.
Los médicos conocen bien el efecto placebo y saben cómo gestionarlo, pero no ocurre lo mismo con el nocebo, más desconocido para la mayoría de profesionales, y cuyas consecuencias para el paciente pueden ser, sin embargo, mucho más peligrosas. «Sabemos desde hace tiempo que las expectativas sobre la posibilidad de contraer una enfermedad pueden llegar a resultar tan peligrosas para algunos individuos como el propio virus que la causa», explicó en la BBC el reconocido neurólogo griego Dimos Mitsikostas al hablar sobre la magnitud del efecto nocebo en algunas personas.
El miedo y la hipervigilancia de posibles efectos adversos son, precisamente, dos de los factores que más alientan esta sensación de malestar. De ahí la importancia de cómo se transmiten los mensajes a los pacientes. «Tenemos que tener mucho cuidado porque a veces somos nosotros mismos los que generamos esa expectativa negativa sobre un tratamiento. No se trata de minimizar lo que tiene el paciente, pero se puede abordar de otra manera, porque nuestras palabras pueden hacer que el cuadro clínico empeore», admite la doctora Molina. Una opinión que comparte Raúl Ferrer. «El clásico 'te vas a quedar en silla de ruedas como no hagas tal cosa'. No podemos ser tan categóricos con los diagnósticos porque, aunque la intención del profesional no sea mala, puede estar haciendo más mal que bien de cara a la recuperación de ese paciente. El poder del efecto nocebo sobre determinados individuos es muy potente».
El precio de los fármacos
Los últimos estudios revelan que incluso el precio de los medicamentos influye en la percepción de qué efecto nos causará. Un experimento realizado por investigadores de la Universidad de Medicina de Hamburg-Eppendorf (Alemania) y publicado en la revista 'Science' concluyó que cuanto más caro es un fármaco mayor es el efecto placebo que genera. «Lo que sugiere que en la mente de las personas un medicamento más costoso se percibe como más efectivo que el barato. Pero no solo eso. Los efectos secundarios del medicamento más caro también son considerados más potentes que los del fármaco de menor precio. De manera que habrá pacientes que experimenten un empeoramiento de sus síntomas» fijándose ya solo en su precio.
El gran poder de los rumores malintencionados
El profesor de fisiología y neurociencia de la facultad de Medicina de la Universidad de Turín, Fabrizio Benedetti, toda una autoridad en el estudio de los efectos nocebo y placebo, hizo un experimento hace unos años para demostrar cómo afecta a nuestro cerebro la propagación de rumores relacionados con la salud, muchas veces malintencionados o sin base científica suficiente pero que mucha gente se cree a pies juntillas porque confían en la persona que lo difunde.
El investigador se llevó a un centenar de estudiantes a los Alpes italianos, situados a una altura de más de 3.000 metros. Antes del viaje le dijo a uno de los alumnos que la falta de aire por la altitud podría ocasionar migrañas. El rumor llegó a oídos de una cuarta parte de los estudiantes y, curiosamente, quienes lo sabían sufrieron dolores de cabeza mucho más acusados que los compañeros que ignoraban esa información.
Un estudio de la saliva realizado a los estudiantes sugestionados por el conocimiento de los supuestos efectos secundarios llegó a mostrar una exagerada respuesta a las condiciones de poco oxígeno, con una proliferación de enzimas asociadas a los dolores de cabeza por la altura. «El rumor llegó la bioquímica de sus cerebros –alertó Benedetti–. En los casos más extremos, en los que el miedo y las creencias son lo suficientemente fuertes, el coctel de hormonas resultante podría llegar a ser letal», advierte.