lunes, 25 de enero de 2021

España Directo - Sola en un bar ,. / Mi casa es la vuestra - Lola Herrera . Viernes -29- Enero . / Detrás del muro - PÁGINA DOS - Entrevista al escritor Andrés Trapiello ,. / ANTENA 3 TV - MASTERS DE LA REFORMA - La reforma de la Casa de la Cultura se licita y costará 157.000 euros . / Jordi Évole y Lo de Évole - Yoweri Museveni,.

   TITULO:España Directo - Sola en un bar,.

 Sola en un bar,.

 Claves para ir sola a un bar y disfrutar de la experiencia | VIU | EL  COMERCIO PERÚ

foto / Un periódico sirve para envolver media docena de huevos, para evitar que se manche el suelo al pintar las paredes y para encender una chimenea. También sirve para informarse, según parece. Y para hundirse en él cuando estás sola en un bar y quieres evitar la mirada del otro, que te pregunta con los ojos qué haces ahí, huérfana. Fernando Simón es de los que te preguntan. «Nadie va a un bar a sentarse solo en una esquina», dijo. «Sí, un guionista», contestó Borja Cobeaga. Y un periodista. Y una cartera. Y un fontanero. Y una opositora a notarías. Y cualquiera que quiera resguardarse de la vida un rato. Un bar es, a veces, casi siempre, una trinchera.

Sin gente sola en los bares no tendríamos la mitad de los cuadros de Edward Hooper, ni la mitad de las películas: nada tan cinematográfico como un tipo bebiendo en una barra de bar con la corbata en el bolsillo, el whisky en la mano y el fracaso en la cara. Tampoco tendríamos la mitad de la literatura: Hemingway escribía en el bar que había debajo de su casa en París, Pérez Galdós hacía lo propio en el café Iberia y José Hierro en La Moderna. Gil de Biedma, otro aficionado, escribió: «La taberna es una asamblea; el bar, una congregación de solitarios en potencia». Ahora, los solitarios potenciales viven su soledad en casas llenas de gente, sin poder refugiarse en un bar en el que escapar de las voces familiares para dejarse arrullar por las voces de los desconocidos, los sonidos explosivos de la cafetera, el ruido metálico de los dos euros al dejarlos sobre la barra, el estruendo de las sillas al ser arrastradas. Un lugar donde los solitarios se sienten igual de solos, pero mejor. Y Simón sigue sin entenderlo. Con lo fácil que es.

 

TITULO: Mi casa es la vuestra -  Lola Herrera  ,.Viernes -29- Enero ,.

Viernes -29- Enero , a las 22.00, en Telecinco, foto,.

 Lola Herrera,.

Lola Herrera: "En este tiempo he tenido muchos bajones de ánimo",.


Foto: DANIEL DICENTA HERRERA

La gran dama de la escena se vuelve a meter por quinta vez en la piel de Carmen Sotillo, la viuda inmortal que creó Miguel Delibes en 'Cinco horas con Mario', que se representa en el Teatro Bellas Artes de Madrid.

¿Cómo es subir al escenario en estos tiempos tan extraños de pandemia?
Muy complicado porque estás mirando a ver qué día te van a decir que no vienes al teatro. Es como un suspense continuo después de estar meses encerrada en casa porque yo, por mi edad, soy de riesgo total.
¿Qué tal
lo ha llevado?
Yo en este tiempo he tenido muchos bajones de ánimo. Se lleva muy mal. Hay tantísima gente que lo está pasando tan mal, que se ha ido y que se va diariamente... Soy una mujer muy movida y he colocado todo lo de mi casa, lo he quitado y lo he vuelto a poner. Pero llegó un momento en que no había más que hacer. Quería volar.
¿Tiene ganas de ponerse la vacuna?
Yo sí. Cuando me manden, me la pongo.
¿Entiende que haya 17 criterios distintos para gestionar el Covid según cada comunidad autónoma?
Es muy complejo. El Gobierno central ha conservado las formas y nos han mantenido informados. Ha hecho lo que ha podido. Pero luego me sienta fatal que no haya sentido común en cada mandatario de cada región y que no sean capaces de ponerse de acuerdo en una cosa que nos atañe a todos. Es un cristo porque hay comunidades que plantean iniciativas y otras que montan una bronca por todo. Eso no soluciona nada. La crispación es una de las cosas más negativas que hay para la convivencia.
Uno de las pocas cosas buenas que ha traído la pandemia es que las toses han desaparecido de los teatros.
Sí. Yo creo que ha habido bastante menos catarros y gripes por la mascarilla, que nos ha salvado de muchas cosas.
¿Y los móviles? Usted se fue del escenario por un teléfono que sonaba insistentemente.
Ahora suenan menos. También hay menos gente en las butacas por la limitación de aforo.
¿Qué ha redescubierto del personaje Carmen Sotillo de 'Cinco horas con Mario' 41 años después?
Con el tiempo se van descubriendo nuevas cosas. Ahora, Carmen ha llegado a la esencia. Es esencia total. Con ésta son cinco etapas con el personaje y en cada etapa hemos hecho una limpieza.
La obra es un fiel reflejo de la España del franquismo en los años 60. ¿Quedan todavía vestigios de aquella época?
Sí. Hasta hace poco estaban bastante ocultos, pero ahora se dejan ver. Algunos grupos tienen la necesidad de retroceder, lo que sería una locura.
¿Y qué tal se lleva con Carmen? Reconozco que a mí es un personaje que me cae fatal.
Es muy humana y la entiendo. Es el resultado de dónde ha nacido, de quién la ha educado y la sociedad que existía en ese momento. Yo me llevo muy bien con ella porque me produce mucha compasión. Me da muchísima tristeza ese tipo de mujeres que atentan contra ellas mismas. Las mujeres no existíamos. Yo trabajo muchísimo con los silencios de Carmen, con lo que no dice. Trabajo desde el interior porque ella es una contradicción andante.
Usted ha tenido una relación conflictiva con la obra y tuvo que abandonarla por una crisis personal.
Hacía dos funciones diarias con giras que duraban meses descansando un solo día. Esta función tiene una gran carga y es muchísima responsabilidad para una persona sola. Entonces, no llevaba ni un apoyo de sonido. Los teatros no tienen la acústica necesaria. Ahora, al menos, tengo el apoyo del sonido porque la gente se ha vuelto más sorda. La sordera es una cosa que no se quiere reconocer. Hacer eso día a día, te come. Estaba agotada y deprimida.
Es una obra muy dura como para llevarse el personaje a casa.
Los actores hacemos el ejercicio de despojarnos en el camerino del personaje, pero te va minando por dentro. Yo necesitaba dejar de hacer la función para tomar aliento. En Barcelona, me desmayé al cuarto de hora del estreno y fue una cosa tremenda.
Una actriz tiene que mostrar las vísceras, ¿cómo lo hace usted?
No sé hacerlo de otra manera. Me implico hasta lo más profundo. Trabajo con todo mi ser interno y externo. Y con toda mi memoria vital. Uso mucho las imágenes porque en un monólogo tengo que recordar y narrar.
¿Alguna vez se ha quedado en blanco en pleno monólogo?
Sí, este texto está tan bien escrito que no puedes quitar ni una coma. Como se te vaya una palabra, se te va el párrafo. No puedes hilarlo. Al final, sales porque tienes serenidad para hacerlo.
Ha relatado que en durante una época no tenía libertad porque no era ni soltera ni separada ni viuda.
Durante la dictadura no te podías separar legalmente porque tenías que decir cosas que no eran verdad para poder gestionar la separación. Te casabas para toda la vida y si se rompía ese matrimonio te quedabas colgada de una punta porque no tenías ningún derecho como mujer. Y a los hombres ni siquiera se les exigía la manutención de los hijos. Fue horrible. No tenías derecho a nada.
¿En qué más ha sido pionera Lola Herrera?
He batallado como he podido. En la época en que me tocó vivir, todo era muy difícil. Ahora, hay mucha gente que de una patada llega a esta profesión, aunque muchísimos se quedan en el camino. Hay actores que, a la primera de cambio, están haciendo un papel protagonista. Entonces, en el teatro y en el cine había un camino que seguir y demostrar que estabas capacitado para lo que te encomendaban. Ahora hay muchas estrellas con 18 y 20 años. Aunque, luego, a partir de los 50 ya lo tienen dificilísimo las mujeres.
La directiva Sarah Harmon confesó que había llegado tarde a la fiesta del feminismo. ¿A usted también le ha pasado?
Hombre, claro. Yo voy con mi hija a todas las protestas que hay en la calle. Pero nosotras no podíamos levantar la voz. Había que hacer el servicio social para que te dieran el pasaporte y poder salir al extranjero. El servicio social era hacer punto, cosas para los bebés, aprender a guisar... Yo me rebelé y no lo hice. Se me levantaba el estómago con las cosas que oía allí.
¿Cómo fue?
Éramos familia de perdedores. El franquismo no era querido ni deseado y mi padre me dijo que no fuera. Que total no iba a tener coche ni iba a salir al extranjero
¿Hubo represalias?
No. Dejé de ir y ya está.
Concha Velasco contó que sufrió acoso por parte de personas importantes del mundo del cine. ¿Y usted?
No. He tenido suerte. Sé de bastantes compañeras que han tenido problemas, pero yo no. Daniel y yo nos hicimos novios enseguida y nos casamos. Y, luego después, imagínate que hubiera habido alguien. Le hubiera mandado a la mierda.
Usted hizo en el cine aquella película tan polémica de "Función de Noche", en la que se abría en canal al contar la crisis de pareja con su ex marido Daniel Dicenta.
Fue muy duro porque levantó mucha polvareda. Es lo mejor que he hecho por mí en mi vida, pero pagué un precio bastante duro. Fui juzgada de exhibicionista, perdí la amistad de compañeros, la familia protestó... No entendieron lo que pasaba ahí, que eran dos desgraciados que hablaban de lo mal que les había salido algo que hicieron con ilusión.
¿Fue ése uno de los motivos de que hiciese tan poco cine?
No. Yo entonces ya tenía 45 años. Yo no he hecho cine porque estaba centrada en el teatro. Descubrí el teatro encima del escenario y me volví loca por él. Yo realmente era una mujer de radio. Estaba en Radio Valladolid, luego pasé a Radio Madrid al cuadro de actores y, de ahí, al Teatro de la Comedia con Manuel Dicenta, que luego fue mi suegro. Fueron circunstancias no buscadas. Cuando se me pasó el susto del estreno, descubrí la magia y la pasión del teatro que dura hasta ahora.
¿Ha sufrido a directores déspotas?
Sí. En la época de la dictadura, la gente que tenía mando era un poco dictadora toda en general. En teatro y en televisión, había gente muy dictatorial y también muy mediocre. Trabajé con mucha gente mediocre e incluso mala.
¿En qué momentos de su vida se ha rebelado?
En muchos y me sigo rebelando ahora.
¿Por qué?
El mundo en el que vivimos, que no me gusta nada. Es muy injusto y cada vez es más individualista y mentiroso. Es un mundo de soledades y las relaciones son muy distintas. La manera de relacionarse de ahora mismo no me gusta.
Al contrario que a la mayoría de la gente, a usted las seguridades le molestan.
No quiero una seguridad que no me permita volar en un momento determinado. He hecho todo el camino de mi vida así. Cuando me han ofrecido una seguridad económica, que en esta profesión es muy difícil, siempre lo he rechazado. No me quería atar a algo.
¿Cada vez peca usted menos?
¡Ya casi se me han olvidado cuáles eran los pecados! [ríe] Tus límites para hacer algo deben ser los derechos de la persona que está enfrente. A mí me gusta la paz. No se puede pecar de soberbia. Soy una mujer de orden.
En estos tiempos de cirugía y bótox, usted no se ha hecho nada.
Me hice el cuello cuando tenía 50 años porque tenía papadita y me quedó estupendamente. A lo largo de los años, me he hecho tratamientos, pero hace cinco o seis años que me lo hago yo todo. Sólo voy a la peluquería.
¿Cómo se envejece con dignidad?
Hay que saber cumplir años y aceptarlo. Acomodarte a lo que puedes hacer en tu edad. Saber envejecer no es fácil, sobre todo, en un mundo donde la vejez está tan mal vista. Cuando empiezas a ver el deterioro físico, te incomoda. Ves cómo los huesecillos se van descolocando. Tienes que buscarte otros caminos para disfrutar que no sea sólo el externo. Le damos mucha importancia a lo externo. Vivimos una sociedad donde lo único que prima es tener 20 años y estar pimpante. Las chicas jóvenes empiezan muy pronto a hacerse cosas y, poco a poco, van perdiendo su físico. Tocan aquí y allá y se va perdiendo la fisonomía. No sé si se conocerán ellas mismas. Están horribles.

TITULO:  Detrás del muro - PÁGINA DOS - Entrevista al escritor Andrés Trapiello   ,.

Martes -26- Enero  a las 20.00, en La 2, foto.

 El programa recorre la capital española con la novela ‘Madrid’, su nuevo trabajo.

Página Dos - Entrevista al escritor Andrés Trapiello ,.

 Entrevista con Andrés Trapiello | Cultura | EL PAÍS

Página Dos', el programa sobre libros de La 2 dirigido y presentado por Óscar López, recibe al escritor Andrés Trapiello, que presenta su nueva novela, titulada ‘Madrid’. El espacio también charlará con Fernanda Trías, José Luís Peixoto y Eduardo Berti y recordará a Stendhal.

En ‘Madrid', el autor de ‘Salón de pasos perdidos’ hace un repaso sobre la historia de la capital de España, en la que entremezcla sus propias vivencias en la capital, desde que llegó de su León natal. Este libro es también la biografía de su autor.

Este martes, la escritora Fernanda Trías y los autores José Luís Peixoto y Eduardo Berti también harán un retrato de las ciudades donde viven, Bogotá, Oeiras y Burdeos, respectivamente.

La escritora y periodista Nuria Labari y Sergio Suárez darán a conocer a los espectadores cómo trabajan sus diarios; al mismo tiempo, que un grupo de niños que escriben los suyos.

Para finalizar, el programa recordará la figura de Stendhal, uno de los escritores preferidos de Trapiello.

 

TITULO: ANTENA 3 TV  -  MASTERS DE LA REFORMA -  La reforma de la Casa de la Cultura se licita y costará 157.000 euros  ,.
 
El Lunes -25- Enero a las 22:45 por  Antena 3, foto,.
 
 EuroFerroviarios ® :: El Punto de Encuentro de los Trabajadores Ferroviarios

La reforma de la Casa de la Cultura se licita y costará 157.000 euros,.

El trámite administrativo para la obra de reforma y reparación de la Casa de la Cultura sigue su curso. En este sentido, el Ayuntamiento informa de que está abierto el proceso de licitación. El proyecto contempla corregir las deficiencias de la cubierta del salón de actos, para solucionar el problema de filtraciones de agua,  etc,.

TITULO: Jordi Évole y Lo de Évole  -Yoweri Museveni ,.

 Este domingo -24- Enero , a las 21.30, La Sexta emite la última entrega de la primera temporada de 'Lo de Évole', dirigido y presentado por el propio Jordi Évole., foto,.
 
 Yoweri Museveni,. 


Yoweri Museveni, el último dinosaurio

Presidente de Uganda desde hace 36 años, acaba de ganar unas elecciones de dudosa legalidad en las que su rival, un popular rapero, fue previamente arrestado y juzgado, y el líder de la oposición no se presentó,.

Yoweri Museveni, el último dinosaurio

No sólo el lago Ness posee su particular monstruo. Los mares interiores de África, más vastos y profundos, también acogen fantasmas del Cretácico, denominados mokèle-mbembé, seres terroríficos capaces de devorar elefantes, según la creencia popular. Pero hay más. Algunos de estas bestias prehistóricas han abandonado sus escondites, colonizado la tierra y se han hecho con el poder. Las pruebas son irrefutables. El presidente ecuatoguineano Teodoro Obiang lleva 41 años en la poltrona, su colega camerunés Paul Biya, 38 y Yoweri Museveni ha alcanzado los 36 al mando del ejecutivo ugandés. Los dinosaurios del continente negro nacen, crecen, se reproducen y enriquecen, y se perpetúan en el poder. El fracaso o la renuncia no son una opción. Hay demasiados agravios acumulados y deseos de revancha. Antes morir que ceder el mando. Las elecciones celebradas la pasada semana en este último país ejemplifican la inquebrantable voluntad de permanencia.

Los tiranos se hacen. Uganda parece un fértil territorio para el exceso político. Tan sólo cuatro años después de la proclamación de su independencia, el presidente Milton Obote dio un autogolpe de Estado para impedir que el Parlamento investigara su gestión corrupta y represiva que causaba decenas de miles de víctimas. Ahora bien, el horror, en términos absolutos, llegó en 1971, cuando Idi Amin Dada se hizo con el control. A lo largo de una década, este psicópata acabó con medio millón de personas, por pertenecer a las étnia acholi o lango, ejercer como abogados, ser extranjeros, periodistas, artistas, intelectuales o cualquier otra peregrina razón.

El antiguo maestro de escuela Yoweri Museveni participó en la destitución del tirano con su milicia, el Frente de Liberación Nacional, apoyado por Mozambique. El fin del dictador no trajo la democracia, sino la disputa entre los distintos caudillos y, tras otra asonada, Museveni se hizo con el ejecutivo. El dirigente impuso otra manera de hacer, menos brutal y más conciliadora con Occidente.

El antiguo guerrillero se ha convertido en un hombre de gesto bonachón, siempre a resguardo bajo su sombrero blanco de ala ancha. Bajo su mirada, el país ubicado en el corazón de África se ha abierto al mundo y adoptado una política económica liberal que atrae el placet del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Las inversiones en infraestructuras con el apoyo de Estados Unidos y Gran Bretaña, crearon incluso una ilusión de desarrollo. El saqueo de los recursos naturales del vecino Congo también ha contribuido a ese espejismo y al enriquecimiento de una élite.

La estrategia política de Museveni ha sido más sibilina que la de sus predecesores y responde a las nuevas formas políticas del continente. Su control es absoluto, pero, desde el año 2006, existe una democracia multipartidista puramente nominal. Se vota, sí, pero el resultado no puede alterar el orden impuesto. El presidente también desalienta las voces que lo critican. Kizze Besigye, el líder de la oposición, ha sido detenido, torturado y juzgado por un tribunal militar. Renunció a presentarse a los comicios de la pasada semana tras reiteradas derrotas y palizas físicas. Es médico y ha podido comprobar que la iniciativa política atenta gravemente contra la salud.

Museveni ha reformado la Constitución para permitir su reelección. Ha eliminado la limitación de mandatos y la de edad (75 años), hasta ahora impuesta a los aspirantes, ya que acaba de rebasarla él. Además de estas triquiñuelas, nadie duda de que cuenta con numerosos apoyos populares entre una clase media que ha crecido en las últimas décadas y en el campo, donde abunda el clientelismo y el recuerdo de épocas peores. Su pensamiento ultraconservador también le granjea el favor de amplios sectores de la población, tradicional en su fe y creencias. Cristiano integrista, se alió con la secta evangélica La Familia y criminalizó a la minoría homosexual, considerada ajena, según su pensamiento radical, al espíritu africano.

Los dictadores no cambian, pero sí sus pueblos. La irrupción de Bobi Wine en el escenario previo a las elecciones de la semana pasada ha alterado significativamente el status quo. El rival del dirigente, de 38 años, es un cantante de ritmo afrobeat extraordinariamente popular en un país de 44 millones de habitantes, de los que la mitad tienen menos de 15 años, y donde los ídolos del pop son mucho más admirados que los políticos seniles. Nacido en un 'slum' o arrabal de la capital Kampala, el nuevo candidato había insuflado cierta esperanza, sobre todo en las generaciones más jóvenes y urbanas.

Un 34% de los votos

Los métodos habituales no bastaron para disuadir a Wine de presentarse. Por supuesto, fue arrestado y juzgado, entregado a los militares y presionado de todas las maneras posibles. La Comisión de Comunicaciones de Uganda llegó a suspender a 13 emisoras de radio y televisión que informaron de la detención arbitraria del compositor e intérprete. Los mítines de la oposición fueron disueltos por el Ejército, aduciendo que no respetaban la distancia de seguridad en tiempos de pandemia. Todo ha sido en vano, incluso los disparos contra sus enardecidos partidarios que han provocado decenas de muertos.

Al final, con un 52% de participación en unas elecciones con sospechas de amaño, Bobi Wine obtuvo el 34% de los votos por el 58,64 % de Yoweri Museveni. Eso sí, con blindados en las calles y las conexiones a Internet cortadas para impedir la extensión de bulos o movilizaciones contra el gobierno.

Museveni defiende su identidad como 'mokèle-mbembé' y y protege a su hijo Muhoozi Kainerugaba, teniente general y probable delfín. Cualquier otra alternativa se antoja catastrófica para una élite vinculada al régimen, que se ha nutrido del presupuesto público, del contrabando de oro congoleño, el turismo y las inversiones extranjeras en la agricultura comercial y la minería. En Uganda no hay mucho margen para la inclusión de nuevos ritmos. Allí, desde hace treinta años, suena la misma música.

 
 

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