domingo, 9 de noviembre de 2014

EL BLOC DEL CARTERO , ´El derecho a delirar',./ LA CARTA DE LA SEMANA, TENGO MAS MALA LECHE AHORA QUE EN OT,. RISTO MIJIDE-- PUBLICISTA,./ VIAJANDO CON CHESTER, Para tratar la independencia de cataluña,. / DOMINGO CINE, LA RED SOCIAL,./ REVISTA GIGANTES, BALONCESTO- LIGA,. FUENLABRADA-94-REAL MADRID-96-,.

TÍTULO: EL BLOC DEL CARTERO ,´El derecho a delirar',.

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Esta fecha de hoy me invita especialmente a escribir cosas como las que se suceden a continuación. Es precisamente hoy cuando considero oportuno escribir de un libelo divertido y delirantemente sensato acerca de la realidad diaria de la Cataluña de hogaño. Ramón de España, periodista de la mejor Barcelona que he conocido, escribió hace poco El manicomio catalán, un ácido y desternillante retrato de la realidad político-social del noreste peninsular. El libro, sujeto a cinco ediciones, no fue en ningún momento referido por los medios de comunicación catalanes -a excepción de una cita que del mismo hizo Françesc de Carreras-, ni tampoco exhibido en las librerías de la comunidad, que lo ocultaban temerosas de violar alguna sensibilidad nacionalista con iracundas consecuencias. Vuelve ahora, y ahora es precisamente indicada su lectura, con un rotundo y políticamente incorrecto volumen titulado El derecho a delirar, en el que desfilan los acontecimientos acaecidos desde el 11 de septiembre de 2013 hasta hoy y que hacen pensar al autor que sus conciudadanos se han vuelto literalmente locos, dejándose alienar con técnicas norcoreanas y poniéndose a las órdenes de un par de arpías que se atreven a decirle al Gobierno catalán lo que tiene que hacer, cómo, cuándo y dónde.
Los delirios de esta Cataluña en la que las interlocutoras válidas son un par de monjas y otro par de mesiánicas activistas, están consiguiendo motivar la risa de la ciudadanía española en general cuando comprueba que la ensoñación catalanista está más cerca de Walt Disney que de los iconos con los que pretende relacionarse, Martin Luther King o Ghandi. Las fantasías de ayer y hoy, especialmente hoy, son las que les corresponden a un régimen en el que se suceden varias realidades infestadas de delirio: desde la catalanidad de Colón, Cervantes o santa Teresa hasta los deseos indisimulables por asignarle a Cataluña un futuro homologable a Kosovo o a la aldea de Astérix. Delirante es que el jefe de la oposición y el socio del Govern sean la misma persona, el plañidero y gemebundo Oriol Junqueras, o que la heroína de la independencia subvencionada, Carmen Forcadell, parezca una suerte de Pilar Primo de Rivera en modo orgánico septentrional. Es delirante, señala con cruel acierto Ramón de España, que en la España de Franco solo se pudiera ser español de una manera y ahora, que se puede ser español según le plazca a cada uno, se imponga en Cataluña una sola forma de ser catalán. Ya dijo José María Aznar y perdón por citar al malvado Belcebú que este proceso no dividirá especialmente España, sino que fracturará de forma perversa a Cataluña.
Esta es una revolución de pequeños burgueses. Pequeños burgueses egoístas. Pequeños burgueses educados en la factoría independentista de la escuela catalana. Ser nacionalista es lo más previsible, burgués, rancio y mediocre que puede ser un joven, y a ello se dedican con innegable y enternecedora contumacia. No les interesa explorar ningún otro escenario ni territorio ideológico que aquel que alimenta el único plano dimensional en el que han sido formados. Asegura Ramón que si en Madrid se exhibiese tanta camiseta y tanta bandera de forma correctamente organizada y alineada como se hizo en las últimas performances del independentismo catalán, hoy estaríamos hablando abiertamente de fascismo. Los primeros en decirlo serían los miembros de esa pandilla de leninistas cuyo discurso era viejo cuando Ramón y yo, que somos contemporáneos íbamos a la universidad, y que ahora parecen los magos de todas las soluciones populistas.
Miren, hagamos cuentas hoy, precisamente hoy: el independentismo de pata negra nunca fue más allá del 20 por ciento; tampoco fue menos. Sostiene Ramón de España que el otro 25 por ciento es fruto de la manipulación y de sus aparatos de agitprop, TV3, Cataluña Radio y la prensa subvencionada. Y del gregarismo humano. Ese 25 por ciento puede convertirse en una panda de borregos que vuelva a cambiar inmediatamente de opinión. Y el 30 por ciento que dice que no sabe o no contesta... sí sabe: solo espera a decir qué es lo que más le conviene. Todo, por lo tanto, no está perdido.
Recuerden. El derecho a delirar. La Esfera de los Libros. Ramón de España. Hay libros que parecen escritos para días muy concretos. Como este domingo.

TÍTULO: LA CARTA DE LA SEMANA, TENGO MAS MALA LECHE AHORA QUE EN OT,.

 RISTO MIJIDE-- PUBLICISTA,.foto,.

Yo nunca me sentaría en el Chester, porque ahí pringa todo el que quiere ocultar algo y yo pringaria seguro,.

Risto Mejide: «Yo ya salgo muy criticado de casa»

Acaba de publicar «No busques trabajo», un libro en el que defiende con pasión y provocación el autoempleo,.

Licenciado en Administración y Dirección de Empresas y MBA por Esade, ha sido director creativo de varias de las agencias de publicidad más reconocidas de España, Risto Mejide, 39 años recién cumplidos, es ante todo un fenómeno televisivo por su papel de malo nominador de concursantes en Operación Triunfo o Tú sí que vales. Cuenta con más de 1,5 millones de seguidores en Twitter e imparte conferencias sobre márketing, personal branding, redes sociales y publicidad. Ha escrito varios libros de éxito, El pensamiento negativo, El sentimiento negativo, la novela Que la muerte te acompañe, ANNOYOMICS, El arte de molestar para ganar dinero y ahora publica No busques trabajo. 50 excusas para no autoemplearse, en colaboración con Juan Carlos Moreno. Todo empezó con un artículo de prensa en mayo y que comenzaba así: «No busques trabajo. Así te lo digo. No gastes ni tu tiempo ni tu dinero, de verdad que no vale la pena».
-El título de su libro, que exhorta a no buscar trabajo con seis millones de parados, hace honor a su fama de provocador.
-Parte de una premisa que creo que todo el mundo compartirá, que no se puede buscar algo que no existe, con lo cual es mucho más probable crear o inventar un puesto de trabajo hoy día que alguien te lo dé hecho.
-Pero crearse uno mismo su propio trabajo no es tarea fácil en la situación actual.
-Fácil no es, pero como digo en el libro, corrígeme si la alternativa te paga las facturas. Estamos todos en riesgo de alguna forma y cuando se está así no tienes opción de arriesgarte o no, no tienes más remedio.
-En el libro asegura que no hay que tener miedo al fracaso, porque se aprende.
-Absolutamente. La sociedad como tal ahora mismo se siente fracasada, tener seis millones de parados es un fracaso como sociedad. La clase política ha fracasado estrepitosamente. Y no hay perspectivas de que nadie nos vaya a sacar de este atolladero. Yo no me meto en el tema macroeconómico, porque no me compete, pero sí que creo que mientras esa solución no llega algo hay que hacer y a eso es lo que responde este libro.
-Propone el autoempleo más que emprender.
-El autoempleo es más amplio que el emprendimiento. No todo el mundo puede emprender, crear una empresa. Siempre lo digo, yo no habría creado una empresa si no fuera porque me crucé en mi camino con mi socio, que tiene muchas más cualidades de emprendedor. Habría sido autónomo seguramente. El autoempleo abarca al autónomo, pero también el trabajo dentro de una empresa. Aunque trabajes por cuenta ajena tienes clientes externos e internos, y estos últimos, tus jefes, son los primeros que tienen que sentir que eres imprescindible, básicamente para que no te despidan. Hacerte el imprescindible hoy por hoy es algo imprescindible para cualquiera que quiera tener trabajo.
-¿Qué consejos daría a alguien que quiera crearse su propio empleo?
-Lo gloso en las 50 excusas que se suelen poner para no hacerlo. El libro viene a ser enfréntate a tus miedos, porque te van a salir, el miedo al fracaso, el miedo a esto ya lo habrá hecho alguien, el miedo a si no ha funcionado antes por algo será. Lo primero que hay que hacer es enfrentarse a todos estos miedos y es un proceso interno. Y en segundo lugar tomar la iniciativa y plantarte delante de un potencial cliente. Cuando se habla de emprendimiento, automáticamente la gente va a la financiación, que es una vía de empezar una empresa, pero no es la única. Hay otra que se llama conseguir un cliente, que alguien te pague por tu servicio o por tu producto. Yo le llamo iluso, hay que encontrar el primer iluso y eso hoy es más fácil que un banco te dé equis miles de euros para montar una empresa. El primer paso es convencer a alguien de que tú eres imprescindible y que te necesita aunque no lo sepa.
-Asegura que hay que plantearse en qué es uno raro, especial.
-Porque al final hay tres vías para ganar dinero en esta vida. Ser el mejor, que es muy difícil porque solo hay un Rafa Nadal o un Steve Jobs. Ser el primero, que también es muy complicado y requiere cada vez más inversión y tener un músculo financiero importante. Y una tercera, ser el único, crearte tu propia categoría, hacer de tu rareza virtud y ser capaz de ponerlo en positivo. Siempre lo digo, yo puse en valor mi mala leche, tengo muy mala leche, y en vez de emplearla en casa lo hice en un plató y de ahí saqué un beneficio económico. Invito a la gente a hacer lo mismo.>
-En el libro dice que en la televisión también aportó su «honestidad brutal». ¿Es así normalmente, tiene esa mala leche y esa honestidad o es una pose?
-No es una pose, es un concentrado. Igual que el avecrem no te lo puedes tomar de golpe, lo tienes que diluir en una olla de equis litros, a mí me pasa lo mismo. No puedes seguir toda la vida nominando, diciendo las verdades a la gente. Pero sí que parte de una verdad, el concentrado de mí es esa honestidad, yo defiendo que la verdad dicha a tiempo y a la cara es mucho más beneficiosa que la mentira, que lo que hace es alargar un proceso que es perjudicial.
-¿En su vida privada es tan ácido?
-Creo que sí, lo que pasa es que la acidez empieza por uno mismo. La crítica bien entendida empieza por criticarte a ti mismo. A veces me preguntan si me duelen las críticas y respondo es que no sabes cómo me critico yo mismo. Yo salgo muy criticado de casa. Es una gran ventaja y algo de lo que también hablo en el libro. Tú mismo tienes que ser tu primer crítico, el más feroz. Yo lo soy. Es una manera extraordinaria de blindarse. No hay críticas buenas o malas, hay críticas útiles e inútiles. A estas para qué les vas a hacer caso, las descartas de tu vida. Pero las útiles hay que agradecerlas, decir a quien te la haya hecho gracias.
-¿Qué crítica le ha sido útil?
-Muchísimas. Una vez pronuncié un taco en televisión y gente diversa me dijo que no debería utilizar una palabrota porque para ofender no hace falta insultar y tenían toda la razón. Para conseguir lo que se quiere no hace falta el recurso fácil del insulto.
-Le han acusado de haber humillado a los concursantes de «Operación Triunfo» o «Tú sí que vales» con sus comentarios.
-Si lo hago es por síndrome del padre autoritario, que dice lo hago por tu bien. Tal cual, yo he creído que eso iba a ser útil para aquella persona, unas veces lo he logrado y otras no, una cosa es la intención y otra el resultado.
-¿Pero se ha pasado alguna vez?
-No, porque si la intención ha sido buena, el resultado puede ser exitoso o un fracaso.
-La gente le tiene encasillado en ese papel de malo de esos programas, pero sus apariciones hablando de la situación política y económica han sorprendido. ¿Eso muestra que no se le conoce bien?
-La gente conoce un aspecto y afortunadamente, durante el último año, ha habido dos vectores que he abierto a nivel mediático y que me han servido mucho para llegar a cierto público al que con los programas no había llegado. El primero han sido los artículos semanales en El Periódico y el otro esas intervenciones, que han sido dos, en el programa de Jordi González. La misma mirada crítica que aplicaba sobre un concursante la aplico sobre una realidad social con la intención de ayudar, de que sea útil para los demás. Si algo he hecho en estos siete años de profesión mediática ha sido crearme una marca, guste más o menos.
-Eso es lo que está diciendo a la gente en su libro, que se sepa vender.
-Efectivamente. Tenía que glosar en algún momento los trucos o las características que debe tener alguien para crearse su propia marca y esos son los consejos que doy aquí.
-En el libro hace una crítica muy dura a los políticos, aconseja a los parados que no confíen en ellos porque no les van a solucionar su problema. ¿No es peligroso meter a todos los políticos en el mismo saco?
-Sí, pero es más peligroso creértelos. Es lo que le decía antes, hay que elegir entre un peligro y otro. Para mí, es muchísimo más peligroso sentarte a esperar a que venga un político a solucionarte. Ahora. Ojalá de aquí a seis meses le esté hablando de una realidad radicalmente distinta, pero no tiene pinta. Qué quiere que le diga, he perdido la fe en los políticos. Más que ayudarnos yo lo que pido a un político es que no me ponga trabas. Jamás he pedido una subvención en ninguna empresa que he montado y espero no tener que pedirla nunca. En estos momentos un político es un obstáculo para muchas cosas.
-Analizando las 50 excusas se ve que vencerlas es muy difícil.
-Son excusas que nos ponemos antes de iniciar cualquier proyecto nuevo en la vida, profesional o personal, no solo para buscar trabajo. Salen muchas de esas excusas. Mònica Terribas me decía que son excusas que nos podríamos dar en Cataluña con el proceso soberanista. Son miedos internos y el primer enemigo que tiene cualquiera que empieza algo está dentro, no fuera.
-¿Cómo ve el proceso soberanista?
-Yo soy partidario de la consulta. Creo que preguntar no debería ser delito. Hasta me daría morbo saber cuánta gente está a favor y en contra.
-¿Usted está a favor de la independencia?
-Yo ahora mismo estoy a favor de la consulta. Quiero que se pregunte a los catalanes y que se expresen, que no pasa nada. No tendría que llamarse derecho a decidir sino derecho a preguntar, que es muy diferente.
-Defiende que hay que saber copiar ideas de los demás.
-Sí. Crear algo nuevo es cada vez más difícil y la originalidad está sobrevalorada. Copiar una idea de otro y que funcione es el día a día del emprendedor. Hay tremendos ejemplos, sobre todo en empresas tecnológicas, de que copiando lo que han hecho en otros países se ha tenido éxito. Pero no solo en cuenta a idea de negocio, sino en mejora, innovación. La innovación muchas veces no la tienes que sufragar tú, a lo mejor la ha hecho otro. Las ideas no valen nada, lo que vale es la ejecución de esas ideas, lo difícil es llevarlas a cabo. Hay que saber copiar y hay que saber compartir, porque nadie ha hecho algo importante completamente solo en la historia.
-Su apellido es gallego.
-Correcto, Meixide. Tengo entendido que mi bisabuelo era de Padrón, me lo dijo mi abuelo. En la guerra castellanizaron el nombre y apuntaron Mejide.
-¿Qué relación tiene con Galicia?
-Me encanta, tengo muchos amigos gallegos, los veranos que puedo voy. Pero soy un amante del buen tiempo y cuando vas allí tienes que hacerlo en un estado de ánimo determinado.

TÍTULO: VIAJANDO CON CHESTER, Para tratar la independencia de cataluña,.

Para tratar la independencia de cataluña,.foto,.
 
Para este viaje tan excepcional, donde los puntos de vista y las ... En el lado opuesto del sofá (ya sea el lado catalán o el ... Su deseo es lograr la independencia plena.
 Risto Mejide recorre los límites geográficos que separan Cataluña de Aragón, la Comunidad Valenciana y Francia para charlar con ciudadanos anónimos y políticos de todas las ideologías sobre la posibilidad de independencia de Cataluña y las consecuencias que tendría sobre su vida diaria. Este domingo 9 de noviembre, a partir de las 21:30 h, en Cuatro.

El 9N también ha llegado a “Viajando con Chester”. Uno de los días marcados en rojo en la agenda política nacional no podía pasarle por alto a Risto y su inseparable sofá. Sin embargo, en esta ocasión no serán los altos representantes políticos y sus ideas sobre la independencia o la unidad quienes tengan la ocasión de exponer y debatir sus argumentos. “Viajando con Chester” se embarca en una travesía por la línea fronteriza que separa Cataluña de las comunidades y países limítrofes para conocer las opiniones de los primeros implicados, físicamente hablando, en la posible independencia de Cataluña. Ciudadanos anónimos y representantes políticos de pequeñas poblaciones, acostumbrados a cruzar diariamente fronteras imaginarias, protagonizan este programa especial, “Fronteras catalanas”.
Para este viaje tan excepcional, donde los puntos de vista y las opiniones son tan dispares, Chester¸ el involuntario tercer protagonista de cada programa, ha optado por “secesionarse” en dos, una mitad con la bandera española y otra con la senyera catalana. La pregunta implícita en su tapicería, y con la que recibirá a todos sus invitados, está clara: “¿En qué lado te quiere sentar?”. En el lado opuesto del sofá (ya sea el lado catalán o el español) Risto irá recibiendo a los 13 invitados que explicarán sus diferentes puntos de vista, a pie de frontera, respecto a la independencia de Cataluña. ¿Repetirán argumentos ya usados desde las altas esferas de Madrid y Barcelona o, por el contrario, enseñarán que en los límites geográficos este tema se vive distinto?

Primera parada: Puente Montañana, un pueblo partido por la mitad
Risto y Chester llegan a la frontera de Huesca y Lérida, hasta Puente Montañana, un pueblo partido, literalmente, en dos. Hay casas con el salón en Aragón y la cocina en Cataluña. Aquí el concepto frontera es cuanto menos difuso, pues sus vecinos se pasan el día atravesándolas sin darse cuenta. Tanto es así que hasta los políticos parecen haber cruzado la línea de sus partidos y se encuentran en el otro lado. Javier Bergua, alcalde de Puente de Montañana (CDF, Convergencia de la Franja) está en contra de la independencia; Mercè José, concejala del PP, está a favor. Y entre medias, Toñet Ferro, un pastor ya entrado en años, que tiene respuestas para todos: “A mis ovejas nadie las pedirá pasaporte. Pastarán como siempre,  donde esté la mejor hierba”.

Xavier Ricou, periodista, pondrá el punto sobre la í en tan controvertida cuestión y hará cambiar de parecer a Risto en más de una ocasión. Y de dos. Y de tres.

Segunda frontera: El Valle de Arán, independientes de la independencia
Lo que Risto y su sofá encuentran en uno de los enclaves más hermosos de la geografía peninsular es cuanto menos sorprendente. Aquí no hay polémica sobre si se sienten franceses, catalanes o españoles. La respuesta es mucho más sencilla (y compleja a la vez): son araneses. Y punto. Su deseo es lograr la independencia plena. “ Los agravios catalanes respecto a Madrid se reproducen en el caso de Arán respecto a Cataluña”, explica Francesc Boya, líder de Unitat d’Aran y senador del PSC. Sobre otra polémica cuestión, la Liga de Fútbol y el futuro de los equipos catalanes, hablará Henry De Laguerie, periodista y corresponsal francés en Barcelona de Radio Europe1: “El Barça ha preguntado de forma muy discreta a ver si puede jugar en Francia. A la gente que le gusta el fútbol en Francia estaría encantada, pero claro…”.
 Tercer enclave: Senia, el río que marca dónde te queda el hospital
Alcanar en la margen izquierda; Vinaròs, en la derecha. Cataluña y Comunidad Valenciana con el río Senia como frontera natural. Dos partidos gobernantes, ERC y PP, enfrentados. Y unos vecinos unidos por cuestiones tan básicas como el hospital de referencia al que acuden (Alcanar lo tiene a 30 kilómetros. Vinaròs, sólo a seis) o la lucha contra la plataforma gasística Castor, que afecta a las costas de ambos municipios. ¿Seguiría todo igual con la independencia?

De nosotros sólo se acuerdan cada cuatro años, cuando toca que nos movilicemos y vayamos a las urnas”, resume Inma Castell, también periodista. 

TÍTULO: DOMINGO CINE, LA RED SOCIAL,.
Reparto
La red socialJesse Eisenberg, Andrew Garfield, Justin Timberlake, Armie Hammer, Joseph Mazzello, Max Minghella, Rashida Jones, Brenda Song, Rooney Mara, Malese Jow, Trevor Wright, Dakota Johnson, Emma Fitzpatrick, Caleb Landry Jones, Aaron Sorkin,.
 
 na noche de otoño del año 2003, Mark Zuckerberg (Eisenberg), alumno de Harvard y genio de la programación, se sienta delante de su ordenador y lleno de entusiasmo empieza a desarrollar una nueva idea. Lo que comenzó en la habitación de un colegio mayor pronto se convirtió en una revolucionaria red social. Seis años y 500 millones de amigos después, Mark Zuckerberg es el billonario más joven de la historia. Pero a este joven emprendedor el éxito no le ha traído más que complicaciones personales y legales. Escrita por Aaron Sorkin basada en el libro "The Accidental Billionaires" de Ben Mezrich, "The Social Network" narra la historia de los jóvenes fundadores de la popular red social Facebook, especialmente de su creador más conocido, Mark Zuckerberg. Su leyenda reza: "No se hacen 500 millones de amigos sin hacer unos cuantos enemigos."
 
TÍTULO: REVISTA GIGANTES, BALONCESTO- LIGA,. FUENLABRADA-94-REAL MADRID-96-,.
 
Resultado Final,
 
FUENLABRADA-94-REAL MADRID-96-,.
 
El Real Madrid rentabilizó un gran tercer cuarto para ganar al Montakit Fuenlabrada (94-96) ..foto, .etc,

REVISTA XL SEMANAL , EN PORTDA, LEOPOLDO FERNANDEZ PUJALS,./ SILENCIO POR FAVOR,.Ara Malikian,.

TÍTULO: REVISTA XL SEMANAL , EN PORTDA, LEOPOLDO FERNANDEZ PUJALS,.

Leopoldo Fernández Pujals: "Meterse en algo para perder no va conmigo".foto,.

En portada del XL Semanal,.

Leopoldo Fernández Pujals: "Meterse en algo para perder no va conmigo",.

Este empresario ha tocado el cielo dos veces. Primero creó de la nada Telepizza, la convirtió en un gigante y se embolsó con su venta 300 millones de euros. Luego se lanzó al mundo de las telecomunicaciones. Transformó la quebrada Jazztel en otro éxito y con su venta va a obtener otros 500 millones. ¿Cuál es el secreto de su éxito? Hablamos con él. 
El Midas cubano acaba de dar su segundo pelotazo tras la venta de Jazztel, con la que se embolsará cerca de 500 millones de euros. El primer golpe de suerte le vino de la mano de Telepizza, empresa que él mismo creó en 1986 con una inversión inicial de 350.000 pesetas y cuyo valor, diez años después, llegó a los 340.000 millones de pesetas cuando él vendió sus acciones. Pero suerte y pelotazo son dos términos que utiliza la prensa y que Leopoldo Fernández Pujals no admite, pese a escucharlos con frecuencia cuando se refieren a él.
Leo, como lo llaman amigos y conocidos, nació en La Habana hace 67 años, en el seno de una familia adinerada que se exilió en Florida, huyendo del régimen castrista, cuando él apenas contaba 13 años. El patrimonio familiar se redujo entonces a tres relojes de oro, que el niño ocultó en los bolsillos del pantalón cuando dejaron Cuba. Sus primeros dólares los obtuvo cortando el pelo por un dólar, con una maquinilla conseguida al canjear los puntos obtenidos por las compras en un supermercado. Hoy, es el único empresario español que ha situado dos empresas en el IBEX.
Dentro de unos días, la editorial Espasa Calpe publica su biografía, Apunta a las estrellas y llegarás a la Luna, de la que es autor. Por este motivo, el empresario ha posado en exclusiva para XLSemanal en su finca de San Pedro de las Dueñas (Segovia). Después, el aún presidente de Jazztel nos ha recibido en su casa de las Bahamas. Allí lo entrevistamos.
XLSemanal. ¿Qué nacionalidad tiene?
Leopoldo Fernández Pujals. Española, porque renuncié a la norteamericana; aunque, como nunca renuncié a la cubana, tendría que decir que cubana y española.
XL. ¿Dónde ha vivido?
L.F.P. Durante 13 años en Cuba, 16 en la costa este de los Estados Unidos, uno en Vietnam... y el resto entre España y las Bahamas.
XL. ¿Dónde tiene su residencia fiscal?
L.F.P. Aquí, en las Bahamas, donde vivo gran parte del año.
XL. ¿Ha llamado a su puerta un inspector de Hacienda?
L.F.P. No, nunca he tenido problemas con Hacienda; aunque ahora me están empezando a hacer una inspección. Parece que nos están poniendo en fila india [sonríe].
XL. ¿Nunca le han detectado un pufo, por pequeño que sea?
L.F.P. No, intento cumplir siempre la ley.
XL. ¿Cuándo considera que una persona ha triunfado?
L.F.P. Triunfar es conseguir tu sueño, y eso nada tiene que ver con enriquecerse.
XL. ¿Cuál ha sido el suyo?
L.F.P. El mío, cuando salí de Cuba, era ser alguien con nombre y apellidos. Por el trauma que me provocó pasar, del día a la noche, a ser solo un número de la Seguridad Social, en un país extraño y con diferente idioma.
XL. ¿Dejó de ser alguien cuando vivió sin fortuna?
L.F.P. En Cuba, nuestro dinero era viejo, de cuatro generaciones. En Florida, yo no era nadie. Tenía recursos modestos y, cuando iba a cualquier sitio, nadie me conocía. Tú tienes que sentir que, cuando vas a un sitio, los demás saben quién eres... ¿Correcto? El mío fue un cambio de vida total, durante los primeros 30 días lloré mucho. En mi casa había un mayordomo, un chófer, un cocinero, una cocinera, un jardinero y dos empleadas más que atendían la casa...
XL. ¡Vamos, que había más gente de servicio que señores!
L.F.P. Más o menos [sonríe]. En el exilio vivimos en un barrio obrero. Yo me preguntaba: si Dios es bueno, ¿por qué diablos me ha ocurrido esto a mí? Además, en mi familia había una nube negra, porque un hermano de mi madre estuvo en presidio 27 años y 22 días.
XL. Su padre era notario en La Habana y pasó a ser repartidor con 45 años. Y su madre, arquitecta, tuvo que comenzar en Florida dando clases de español.
L.F.P. Mi padre sufrió mucho; yo lo veía amargado. De los dos, mi madre era la más fuerte y se dedicó a trabajar duro para que sus tres hijos pudieran graduarse. Cuando falleció, en 1971, solo se había graduado mi hermano mayor porque yo estaba en Vietnam. Lo primero que pensé fue: «¡Ha descansado!».
XL. Cuenta que era muy mal estudiante y que, por eso, ingresó en el Ejército.
L.F.P. En la universidad, me dediqué a divertirme. Hay personas que lo pasan mal de jóvenes y, después, se hacen mujeriegos. Yo lo hice al revés: me divertí todo lo que pude. Luego, pacté con mi madre que, a mi vuelta de Vietnam, íbamos a montar un negocio juntos. Pero no pudo ser.
XL. ¿Se alistó para sentar cabeza?
L.F.P. En la Escuela de Oficiales, me enderezaron o me enderecé [sonríe]. La disciplina militar me endureció y me ayudó a madurar, sí. En el Ejército empecé a resaltar entre los norteamericanos, y aquello me dio confianza en mí mismo.
XL. Se fue a Vietnam y regresó con una medalla. Muchos soldados volvieron muy tocados de aquella guerra.
L.F.P. Cuando regresé de Vietnam, cada vez que alguien tiraba un cohete yo me echaba al suelo; o me bajaba del coche si se atascaba en un callejón. Eran reflejos de la guerra, que tardé en quitarme. Pero regresé con ganas de triunfar. Lo triste es que aquella guerra no se ganó... y meterse en algo para perder no va conmigo.
XL. Años después brilló como ejecutivo de ventas en Procter & Gamble. Casado y padre de dos hijos, viene a España con Johnson & Johnson. Pero en su cabeza continúa la idea de iniciar un negocio, algo que su mujer no comparte.
L.F.P. Ella estaba muy desilusionada porque, cuando acabé la universidad, yo quise montar varios negocios y no conseguí suficiente capital para ninguno de ellos; así que me centré en mi trabajo de ventas, con la idea de triunfar en una multinacional. Cambié mi sueño por el sueño de ella.
XL. Tras 17 años de matrimonio se separa de su mujer. Por las mañanas sigue siendo alto ejecutivo y, por las tardes, se pone el delantal de amasador de pizzas, en la que será su primera tienda: Pizza Phone.
L.F.P. Vi viable montar el negocio de las pizzas a domicilio porque en España no existía. Fui pionero. El local no me iba a costar mucho, cobraba al contado, no me parecía complicado hacer una buena pizza ni repartirlas... Contraté a un joven que decía que sabía.
XL. ¿Y no sabía?
L.F.P. Teníamos que perfeccionarlas y lo hicimos a base de invitar a unos chicos que salían de jugar al baloncesto por la zona; ellos, a cambio de comer pizza gratis, nos daban su opinión. Un miércoles se pusieron todos de acuerdo en cuál era la mejor y el viernes abrimos la pizzería.
XL. Dejó su anterior trabajo y se concentró en abrir nuevas tiendas. La segunda de ellas ya se llamó Telepizza y llegó a cubrir el 64 por ciento del mercado.
L.F.P. No podía dejar de crecer porque sabía que pronto vendría la competencia. Hay que crecer mucho para que otros no te aplasten y porque lo que no crece muere. Esas eran mis dos máximas.
XL. Para el gran despegue de Telepizza contrata a una directora de recursos humanos que, al cabo de unos años, termina siendo su segunda mujer: la española Marilina Vílchez, licenciada en Psicología.
L.F.P. Durante unos años no le dije nada, pero yo le oí decir una vez que quería casarse y tener hijos. Así que, cuando creí que había llegado el momento, le pedí que se casara conmigo.
XL. Bueno, no exactamente. La primera vez que salieron juntos, le dijo: «Tú y yo nos vamos a casar y a tener muchos hijos». ¿Aquello fue una orden?
L.F.P. Fue como si yo tuviera una bola de cristal, no una orden. Yo sabía que era lo que ella quería.
XL. ¡Hombre!, pero a lo mejor no con usted, que, además de ser su jefe, le lleva 20 años.
L.F.P. A lo mejor no; pero resultó que sí [se ríe]. Se lo dije un viernes y me contestó el lunes.
XL. ¿Llegó a tener alguna duda sobre la respuesta?
L.F.P. Digamos que tenía una alta probabilidad de que me dijera que sí por la manera en la que se comportó. Es verdad que no tenía el 'sí', pero tampoco el 'no' [risas].
XL. Marilina tenía que contratar a los repartidores de Telepizza seleccionando chicos universitarios, ¿por qué?
L.F.P. Primero, se trataba de un trabajo a tiempo parcial para personas que no tuvieran que mantener una familia. Y segundo, por lo general, la imagen de un universitario es mejor que la del que no lo es. Para mí era muy importante la imagen del personal porque subían a las casas de los clientes.
XL. Pero le durarían poco tiempo, el justo para acabar la carrera.
L.F.P. Correcto. Pero algunos moteros llegaron a ser directores de la empresa; otros, jefes de tienda o directores regionales. Toda la jefatura de Telepizza empezó desde abajo.
XL. Después de abrir la segunda tienda en Madrid, su hermano Eduardo vino de los Estados Unidos para entrar en el negocio. Y años después acabó expulsándolo a usted de Telepizza.
L.F.P. Yo tenía diferencias con mi hermano, pero él no fue el único traidor. La avaricia se apoderó de todos ellos. Mi hermano se unió a otros accionistas para echarme. Y lo hicieron hasta de la casa donde vivía con mi familia, porque era de la empresa. Solo cinco personas con principios a los que llamo «los cinco magníficos» se vinieron conmigo. Así que me tragué ese purgante y pensé en la forma de volver a presidir la empresa o de empezar de nuevo y hundirlos. Pero no hizo falta, ellos no pudieron vender porque el inversor quería que yo vendiera mis acciones y firmase un pacto de no competencia. Como no hice ninguna de las dos cosas, se quedaron sin comprador. Me veían como una amenaza.
XL. Consigue su propósito, preside de nuevo la empresa y la saca a Bolsa.
L.F.P. Volver a controlarla estuvo divino [sonríe]. Pero soy coherente: si no hubiera tenido socios, no la hubiese vendido. Pero perdí la mayoría (mi hermano tenía el 32 por ciento y los demás socios, el 28) y no encontré otra salida mejor.
XL. El día que Telepizza sale a Bolsa (1996) lo hace con un valor de 22.000 millones de pesetas, que se convierten en 30.000 millones al final de la jornada.
L.F.P. Eso en un solo día; pero, en año y medio, su valor fue de 340.000 millones de pesetas. La empresa, además, había entrado a formar parte del IBEX.
XL. Vendió entonces sus acciones y se hizo millonario. Muchos lo calificaron como su primer pelotazo.
L.F.P. ¿'Pelotazo'? Telepizza nació con una inversión de peccata minuta y llegó a valer 2000 millones. ¿Eso es un 'pelotazo'?
XL. Veo que lo de 'pelotazo' le sienta fatal.
L.F.P. Yo llamo 'suerte' al que compra un décimo de lotería y le toca el gordo. Y da un 'pelotazo' el que compra un terreno, se lo recalifican y lo que valía diez pasa a valer mil... y, a veces, a base de conexiones y enchufes. Empezar con una pizzería en la que pones lo que tienes y llegas a cubrir el 64 por ciento del mercado, cuando la número uno del mundo Pizza Hut cubría el 22 por ciento... ¿a eso se lo llama 'pelotazo'?
XL. Una vez retomado el control de su empresa, despidió a su hermano, a otros directivos más... ¡y a su mujer!
L.F.P. Después de lo ocurrido con mi hermano, decidí que no podía haber familiares en la empresa. Por eso despedí a Marilina también y la indemnicé [sonríe].
XL. ¿Nunca ha perdido la ilusión por seguir peleando?
L.F.P. No sé qué es eso. Siempre he sabido dónde estoy, dónde quiero llegar y cómo resolver las dificultades.
XL. Convertido en un hombre realmente rico, accede a la presidencia de Jazztel sin saber nada de telecomunicaciones.
L.F.P. Correcto, la palabra que me define en ese momento es temerario. No soy experto en leyes ni en finanzas, pero tengo buenas nociones de ambas cosas y sí soy experto en ventas. Cuanto más sube uno en la pirámide, más se convierte en un generalista; y lo que tienes que saber es qué pieza del conocimiento te falta para buscarla. Yo busqué un teleco en Londres, porque en España todos los expertos habían nacido con Telefónica y yo no quería dar empleo a nadie que viniera de ahí.
XL. ¿Es cierto que despidió a una persona que quiso cobrar 100.000 euros de comisión por haber intervenido en la negociación que lo llevó a la presidencia?
L.F.P. Recomendé que lo echaran, sí. La persona que vive de poner en contacto a otras personas está en su derecho de cobrar por ello. Pero este caballero estaba a sueldo en la empresa, no tiene nada que ver una situación con la otra. En esa empresa había mucho libertinaje arriba y lo que yo hice, rápido y veloz, fue eliminarlo.
XL. Invirtió 62 millones en una empresa que estaba a punto de suspender pagos.
L.F.P. Correcto. En ese momento, Jazztel tenía 5000 clientes de ADSL y en diez años hemos superado el millón y medio; y estoy convencido de que, de no haberse presentado esta OPA, llegaríamos a los dos millones antes de 2017. Pero han sido años muy complicados. Competimos contra gigantes. En tres momentos diferentes, me pude ir a la quiebra.
XL. Otra vez ha tenido mucha suerte en sus negocios.
L.F.P. Otra vez, sí. ¡Otro 'pelotazo'! ¡Qué suerte tiene el cubano! Dos veces me toca la lotería [se ríe].
XL. La OPA de Orange, que se resolverá en febrero, ¿es amistosa?
L.F.P. Digamos que no es hostil. Es buena la oferta.
XL. Y de nuevo el cubano consiguió colocar su segunda empresa en el IBEX.
L.F.P. Eso para mí tiene más valor que los millones.
XL. Ya, ya...
L.F.P. Es verdad. Hay personas con muchos millones, y eso me hace ser uno más de ese montón; pero dos empresas en el IBEX son dos medallitas que no tiene ningún otro.
XL. A usted ¿qué le resulta más fácil: contratar o despedir?
L.F.P. Contratar a nivel bajo es buscar personas formadas que tengan potencial; y contratar a nivel alto es buscar mirlos blancos, lo cual requiere paciencia y ojo... y una tarea posterior de formar y evaluar. Mientras que despedir es fácil, se hace por tres razones objetivas: por vago, por bruto o por corrupto. Si es vago, no vale; si es bruto, no vale; y, si es corrupto, mejor que esté en otro lado [se ríe].
XL. ¿Ha conocido muchos corruptos en sus empresas?
L.F.P. Más de los que quisiera; y al que he detectado ha ido para fuera. Cuanto más alto está uno, más escalones hay donde puede haber corrupción... y hay que hilar fino. XL. ¿Controlaba las tarjetas de crédito de sus directivos?L.F.P. En Telepizza no había ninguna; y en Jazztel, solo una.
XL. La suya.
L.F.P. No, la del consejero delegado, y la controlaba el director financiero. Cuando oigo las cosas que están pasando en ciertas entidades, me da lástima por España. Todo lo que se publica de un corrupto daña la imagen de España y de ese gremio. Y la juventud no ve roles que copiar.
XL. ¿Cree que se están haciendo las cosas bien en España?
L.F.P. Para arreglar España, hay que dar una sacudida al olivo muy fuerte. Se requiere que personas como yo ya retiradas se metan en política, porque ya han aprendido cómo gestionar. Y de eso veo yo poco en España.
XL. ¿Usted sería un buen político? ¿Se está ofreciendo?
L.F.P. Yo sería un buen gestor, pero no un buen político porque no soy muy diplomático. No digo mentiras ni me embarro.
XL. ¿Ha apoyado económicamente a algún partido en España?
L.F.P. Una vez. Hace años, me pregunté por qué yo no había apoyado hasta entonces al partido más cercano a mi tendencia política, que es el PP. Le dije a mi abogado que enviara 100.000 euros como contribución a sus campañas. Lo cumplió y la siguiente noticia que tuve es que había un límite de 60.000 euros anuales para este tipo de ayudas y que me habían devuelto 40.000. Mi abogado trató con el que se encargaba de las finanzas.
XL. Luis Bárcenas.
L.F.P. Con ese caballero, sí. Allí no había nada de sobrecitos, fue una transferencia de mi cuenta bancaria a la del PP en Madrid: de banco a banco, cumpliendo la ley, pero sin saber que existía ese límite. Pero lo simpático fue que, cuando terminó el año, recibí una llamada del PP para decirme que les gustaría que les mandara los otros 40.000 euros [se ríe].
XL. ¿Y se los mandó?
L.F.P. Sí, se los envié. Mariano Rajoy me llamó para agradecerme el dinero. Luego salió la noticia de que ese Bárcenas tenía otros métodos de cobrar, pero el mío fue legal.
XL. Defíname qué es un tiburón en el mundo de la empresa.
L.F.P. Es un ser humano sanguinario.
XL. Usted le dijo a un amigo: «Tú nunca serás empresario porque no eres un cabrón». ¿Hay que serlo para llegar lejos?
L.F.P. Un cabrón es el que tiene que despedir a alguien y no lo duda. Si yo tengo que hacerlo, lo hago sin tartamudear. Pero los términos 'cabrón' y 'tiburón' no son sinónimos. Yo no soy un empresario sanguinario. El cabrón es un médico que extirpa un cáncer. Cuento en el libro que una vez Marilina no me hizo caso y contrató a un drogadicto que le dio pena. Le dije entonces que, si quería trabajar para los pobres, que se fuera con las monjitas, que en una empresa no estamos haciendo obras de caridad.
XL. Sin embargo, está invirtiendo a fondo perdido varias decenas de millones en mejorar la morfología del caballo de pura raza español. ¿Lo mandamos con las monjitas?
L.F.P. [Sonríe]. Desde hace 19 años traspaso dos o tres millones anuales, de mi cuenta de Suiza a mi cuenta en España, para cubrir las pérdidas de la Yeguada Centurión. Y continuaré haciéndolo hasta que tengamos un caballo de pura raza español que compita en el mundo con los mejores ingleses, holandeses, árabes...
XL. Y cría también halcones.
L.F.P. Son gerifaltes, que son los halcones más grandes, más rápidos y más bonitos del mundo, los que utilizaban los reyes para cazar. Yo solo los crío y los vendo a los tres o cuatro meses. Es una afición que se va a perpetuar en los países árabes donde hacen carreras de halcones. Ya existen premios sustanciosos y he oído que se ha vendido un gerifalte, blanco cien por cien, por 200.000 euros.
XL. Otro pozo sin fondo es su ayuda al exilio cubano.
L.F.P. Cuba tiene que volver a ser un país independiente. Estoy preparado para ayudar a levantar Cuba. Lo único que me preocupa es que lo hagamos de forma ética.
XL. Por cierto, con todo lo hablado aquí, ¿alguien se va a creer que en las Bahamas hemos comido en una pizzería y se ha llevado a casa las sobras?
L.F.P. Los que me conocen bien se lo creerán sin duda [risas].

TÍTULO: SILENCIO POR FAVOR, Ara Malikian,.
Ara Malikian
¡Silencio, por favor! Ara Malikian-foto,.

¡Silencio, por favor! Ara Malikian

Ara Malikian es violinista y nació en el Líbano hace 46 años. Lleva 15 en España. En dos días lo celebra en el Teatro Real, en Madrid. Su reto: llevar la música clásica al gran público.

 Libanés, de ascendencia armenia y residente en Madrid, en el barrio de Malasaña. «Me encanta: es como un pueblo», dice. Ara Malikian recibe a XLSemanal en su casa, arañando minutos entre foto y foto para acercarse a su pequeño recién nacido. Su padre, violinista, le enseñó a tocar y él lleva con este instrumento entre las manos desde que tiene uso de razón. Creció en un Beirut en guerra y a menudo tocaba con su padre en los refugios para espantar el miedo. Hoy, tan pronto actúa con Ángel Corella como ante un público de niños. O en el Teatro Real, con amigos como Los Secretos, Rafael Amargo o Emilio Aragón. Dará allí pasado mañana un concierto que conmemora sus 15 años en España y que será grabado en directo para su próximo disco, titulado, cómo no, 15.