TÍTULO: DESAYUNO- CENA- MIERCOLES-A LOS 40, TODOS COQUETOS,.
A los 40, los hombres se vuelven coquetos y otra cosa. Sienten que entran en un tiempo doloroso. La quinta década les huele a decrepitud ...foto.
Desayuno galletas de crema con cafe con leche,.
Cena, revuelto con esparragos queso, pan, beber agua, postre una naranja,.
TÍTULO: El sorteo del 11/11 de la ONCE repartirá un primer premio de 11.000.000 euros,.
A los 40, los hombres se vuelven coquetos y otra cosa. Sienten que entran en un tiempo doloroso. La quinta década les huele a decrepitud ...foto.
Los varones buscan la eterna juventud en el deporte o la gastronomía-foto,.
A los 40, los hombres se vuelven coquetos y otra cosa. Sienten que
entran en un tiempo doloroso. La quinta década les huele a decrepitud
porque dejan oficialmente de contar para las estadísticas juveniles.
Como normalmente no han conseguido todo aquello con lo que soñaron o,
incluso, nada de aquello con lo que soñaron, se dejan llevar por una
fuerza interior que los empuja a cuidarse para mantenerse jóvenes y
también los empuja a otra cosa. Esa otra cosa es lo que entraña
verdadero peligro.
La coquetería se manifiesta en el retorno a las colonias. No a los perfumes de Reyes y del Día del Padre, sino a comprarse ellos mismos el 'eau' de lo que sea. Controlada la fragancia como primer golpe de presentación, unos se apuntan a los detalles capilares, otros a las cremas variadas y la mayoría moderniza su vestuario buscando en la moda reciente alguna inspiración: si hay que dejar que caigan los tejanos, pues que caigan; si tienen que ajustarse pues que se ajusten; si hay que buscar camisetas sofisticadas, se buscan.
Una vez satisfecha la coquetería, que permite escapar de la decrepitud acechante o, cuando menos, engañarse a uno mismo con la cohetería luminosa de lo 'fashion', llega el momento más delicado, que es la elección de la otra cosa, del factor equis que los salvará definitivamente del paso del tiempo. Y es aquí donde el cuarentón se la juega. Es más, conviene rezar, quien sepa, o encomendarse a una bruja, quien no tenga más remedio, para que los espíritus conduzcan al damnificado por un buen camino y no acaben destrozando su vida entre los 40 y el postrer paroxismo.
En general, la crisis de los 40 se disuelve, además de en la ya mentada coquetería, en el descubrimiento o redescubrimiento de la sexualidad, del amor pasional, de la gastronomía, del deporte en sus múltiples facetas, del ecologismo en todas sus variantes o de cualquier otra faceta de la vida que sea externa, abierta, reconfortante y estimule glándulas de esas que expelen, generosas, extraños elixires llamados endorfinas, dopaminas y otros compuestos hormonales que conducen rápidamente hacia la felicidad instantánea, o sea, la que dura un instante.
Es importante, en el trance de la cuarentena, orientar al varón rampante por el buen camino. Hay que procurar que se haga amigo de ciclistas, que se apunte a un gimnasio que lo agote, que se haga socio de un club de cervezas, de una sociedad gastronómica, de una peña de amigos del vino.
Si la cosa se pone fea, y antes de que la sexualidad, o mucho peor, el amor pasión se conviertan en el peligroso atajo hacia la inmortalidad, conviene buscar un capricho que entretenga, contente y, sobre todo, distraiga al cuarentón en crisis de las aficiones destructivas. Si quiere una moto, hay que dejarle que se compre una moto, incluso acompañarlo a verla y ayudarle a financiar su compra. Si se le mete en la cabeza un 4x4, bienvenido sea el vehículo grandote, aunque solo lo quiera para ir a ver a su madre al pueblo algún domingo. No le pongan pegas, razonen con él que así, con un maletero inmenso, se harán mejor las compras de los sábados.
Leía el otro día un artículo de Gregorio Morán de hace 20 años en el que contaba que a Alejo Vidal Cuadras la crisis de los 40 le llevó a la política. Pero eso era hace 20 años. Últimamente, eran raros los cuarentones que buscaban la redención y la eterna juventud en la política. Pero Podemos ha llegado arrasando y se ha convertido en otra opción-elixir con tanto atractivo como la gastronomía o la cata de cervezas artesanas.
Aunque mucho cuidado con la política, porque es traicionera y acaba afectando a la línea de flotación sentimental. No sé qué tiene, pero desequilibra tanto que desboca los instintos primarios, deja a los cuarentones inermes ante las emociones y los convierte en almas en pena que, necesitadas de afecto y autoestima, sucumben al primer envite de la lujuria, al primer reclamo de la codicia. Mejor cómprense una bicicleta.
La coquetería se manifiesta en el retorno a las colonias. No a los perfumes de Reyes y del Día del Padre, sino a comprarse ellos mismos el 'eau' de lo que sea. Controlada la fragancia como primer golpe de presentación, unos se apuntan a los detalles capilares, otros a las cremas variadas y la mayoría moderniza su vestuario buscando en la moda reciente alguna inspiración: si hay que dejar que caigan los tejanos, pues que caigan; si tienen que ajustarse pues que se ajusten; si hay que buscar camisetas sofisticadas, se buscan.
Una vez satisfecha la coquetería, que permite escapar de la decrepitud acechante o, cuando menos, engañarse a uno mismo con la cohetería luminosa de lo 'fashion', llega el momento más delicado, que es la elección de la otra cosa, del factor equis que los salvará definitivamente del paso del tiempo. Y es aquí donde el cuarentón se la juega. Es más, conviene rezar, quien sepa, o encomendarse a una bruja, quien no tenga más remedio, para que los espíritus conduzcan al damnificado por un buen camino y no acaben destrozando su vida entre los 40 y el postrer paroxismo.
En general, la crisis de los 40 se disuelve, además de en la ya mentada coquetería, en el descubrimiento o redescubrimiento de la sexualidad, del amor pasional, de la gastronomía, del deporte en sus múltiples facetas, del ecologismo en todas sus variantes o de cualquier otra faceta de la vida que sea externa, abierta, reconfortante y estimule glándulas de esas que expelen, generosas, extraños elixires llamados endorfinas, dopaminas y otros compuestos hormonales que conducen rápidamente hacia la felicidad instantánea, o sea, la que dura un instante.
Es importante, en el trance de la cuarentena, orientar al varón rampante por el buen camino. Hay que procurar que se haga amigo de ciclistas, que se apunte a un gimnasio que lo agote, que se haga socio de un club de cervezas, de una sociedad gastronómica, de una peña de amigos del vino.
Si la cosa se pone fea, y antes de que la sexualidad, o mucho peor, el amor pasión se conviertan en el peligroso atajo hacia la inmortalidad, conviene buscar un capricho que entretenga, contente y, sobre todo, distraiga al cuarentón en crisis de las aficiones destructivas. Si quiere una moto, hay que dejarle que se compre una moto, incluso acompañarlo a verla y ayudarle a financiar su compra. Si se le mete en la cabeza un 4x4, bienvenido sea el vehículo grandote, aunque solo lo quiera para ir a ver a su madre al pueblo algún domingo. No le pongan pegas, razonen con él que así, con un maletero inmenso, se harán mejor las compras de los sábados.
Leía el otro día un artículo de Gregorio Morán de hace 20 años en el que contaba que a Alejo Vidal Cuadras la crisis de los 40 le llevó a la política. Pero eso era hace 20 años. Últimamente, eran raros los cuarentones que buscaban la redención y la eterna juventud en la política. Pero Podemos ha llegado arrasando y se ha convertido en otra opción-elixir con tanto atractivo como la gastronomía o la cata de cervezas artesanas.
Aunque mucho cuidado con la política, porque es traicionera y acaba afectando a la línea de flotación sentimental. No sé qué tiene, pero desequilibra tanto que desboca los instintos primarios, deja a los cuarentones inermes ante las emociones y los convierte en almas en pena que, necesitadas de afecto y autoestima, sucumben al primer envite de la lujuria, al primer reclamo de la codicia. Mejor cómprense una bicicleta.
Desayuno galletas de crema con cafe con leche,.
Cena, revuelto con esparragos queso, pan, beber agua, postre una naranja,.
TÍTULO: El sorteo del 11/11 de la ONCE repartirá un primer premio de 11.000.000 euros,.
- El 11 del 11 de 2014 (11/11) es un día especial, el día del sorteo único de la ONCE. Este sorteo extraordinario tiene ...foto,.El 11 del 11 de 2014 (11/11) es un día especial, el día del sorteo único de la ONCE.
Este sorteo extraordinario tiene un espectacular reparto de premios. En primer lugar, un primer premio de 11.000.000 euros, 11 premios de 1.000.000 euros y miles de premios más a las cinco, cuatro, tres, dos y última cifra del primer premio.
El cupón ganador del premio principal estará formado por un número de cinco
cifras entre el 00000 y el 99999 y un número de serie comprendido entre el 001 y el 120.
Las cifras de los cupones premiados guardarán el mismo orden que las del número extraído en el sorteo. Los cupones ganadores de los premios primero, segundo, tercero y cuarto estarán formados por un número de cinco cifras entre el 00000 y el 99999. Salvo la primera, segunda, tercera y cuarta categoría de premios, no será acumulable ninguno de los premios del resto de categorías.
TÍTULO:MIERCOLES- CINE- BUSCANDO UN BESO A MEDIANOCHE,.- Reparto
- Scoot McNairy, Sara Simmonds, Brian Matthew McGuire, Katy Luong, Bret Roberts, Robert Murphy, Twink Caplan, Nic Harcourt,.
- Wilson tiene 29 años y ha llegado a la ciudad de Los Ángeles con la intención de olvidar sus desgracias: ha roto con su novia, su coche lo dejó tirado en Arizona y, además, le han robado el ordenador que contenía varios guiones en los que estaba trabajando. Sin planes de ninguna clase, se encuentra con Jacob, su mejor amigo, que le recomienda publicar un anuncio personal en la sección de contactos de Craig’s List: “Misántropo desearía conocer a misántropa”. Así comienza la historia de Wilson y Vivian. Ella también es de Texas. Llegó a Los Angeles para convertirse en actriz y acaba de abandonar a su novio. Juntos vivirán las últimas horas de un año que termina y las primeras de una historia que comienza.
