domingo, 8 de marzo de 2015

REVISTA XL SEMANAL, PORTADA, ARTURO PEREZ REVERTE,./ SILENCIO POR FAVOR,. AMAIA MONTERO CANTANTE,.

TÍTULO: REVISTA XL SEMANAL, PORTADA, ARTURO PEREZ REVERTE,.

En portada

Arturo Pérez-Reverte: "Cuando a la gente la acorralas, tiene dos caminos: resignarse a ser cordero o pelear",.

Arturo Pérez-Reverte publica nueva novela, 'Hombres buenos' (Ed. Alfaguara). Un canto a la amistad, a la conversación, al debate sereno de ideas y a los libros. Para hablar de ella, el escritor nos abre las puertas de su biblioteca particular y viajamos con él a París, donde transcurre la trama. 

En su última novela, 'Hombres buenos', Arturo Pérez-Reverte narra el viaje que realizan dos académicos españoles a París con la misión de adquirir la primera edición de 'L'Encyclopédie', para sumergirnos en un constante debate entre Lengua, Ciencia y Religión, entre razón & fe, entre la España posible y la España imposible, la que pudo ser y no fue.
Y lo hace a través de una serie de personajes ideológicamente opuestos, que transportan al lector en el tiempo hasta el París del siglo XVIII, prerrevolucionario, a punto de estallar, pero todavía brillante y fascinante intelectualmente. Y porque París se convierte en un personaje más de esta novela, nos citamos allí con Arturo Pérez-Reverte y, de su mano, seguimos los pasos de estos dos miembros de la Real Academia Española en su arriesgada empresa, para terminar en el café Le Procope, el mismo donde antaño se reunían Diderot, Montesquieu, Rousseau, Robespierre o Voltaire; y donde los protagonistas de esta novela llegaron a conocer a D'Alembert, Condorcet y Franklin. Por eso, la primera pregunta es obligada.

XL. ¿Sigue siendo París la meca de las luces?
A.P.-R. ¡Nooo! [Rotundo y con pena]. Hoy, no es más que un decorado para turistas. Lo bueno que tienen los libros es que, cuando vas por los lugares envilecidos por el turismo analfabeto de hoy, te permite amueblarlos con la memoria de cuanto has leído en ellos. Visto así, París sigue viviendo de aquella herencia del siglo XVIII, en el que se concentraron tantas luces, tanto talento, tanto futuro, tantas ideas. Y esto ocurre también en Madrid, en Roma, en Venecia y en cualquier lugar del mundo. Por eso es tan triste el viajero sin libros. Sin libros, no somos más que turistas analfabetos.
XL. ¿Es la primera vez que escribe una novela en la que aparece usted como narrador?
A.P.-R. No, en La Reina del Sur ya aparecía una voz narradora propia; pero sí es la primera vez que aparezco como narrador explicando cómo he escrito la novela; a la hora de plantearla, vi que necesitaba ese desdoblamiento. Son historias y personajes reales mezclados con la ficción.
XL. Desde hace doce años ocupa el sillón T, ¿cómo fue aquel choque viniendo del mundo del que procedía?
A.P.-R. Yo venía de un mundo áspero, el de reportero, en el que llevaba 21 años de camisa remangada, pantalón vaquero y mochila al hombro. Para mí fue un cambio, la corbata todos los jueves y ese ritmo más lento y educado, tan distinto al que yo había vivido. Pero como hubo hombres buenos que me acogieron con mucho afecto y me guiaron muy bien, me adapté con facilidad. Digamos que mi parte mejor si es que la tengo se debió a estos hombres buenos que me acogieron.
XL. ¿También ahora hay debate en la Academia?
A.P.-R. Claro, no siempre estamos de acuerdo. Hay debates muy vivos y de mucha altura; igual se encuentran una autoridad lingüística y una autoridad práctica. Yo puedo defender la necesidad del acento en las palabras 'sólo', 'éste' o 'aquél' frente a un teórico que dice que hay que quitarlo. Yo trabajo todos los días con la lengua y sé que necesito el acento para trabajar. Ese debate entre la práctica y la teoría es muy frecuente. Y no siempre se gana ni siempre se pierde.
XL. El debate al que me refería es el que se plantea en la novela, más ideológico: el conservadurismo frente a las nuevas ideas, el Antiguo Régimen frente a la Ilustración... 
A.P.-R. Ese debate ideológico ya no lo hay. Afortunadamente, la ideología está fuera de ella desde hace mucho tiempo. Una prueba de esto es que, cuando Franco ordenó a todas las academias españolas proveer las plazas de aquellos miembros que se habían exiliado, la Real Academia Española (RAE) fue la única que no lo aceptó y mantuvo las plazas de los que se fueron hasta que volvieron del exilio. Y eso lo hicieron académicos franquistas. La Academia hace gala de esa independencia siempre: con Franco, con las presiones de las ultrafeministas y con las de los políticamente correctos. 
XL. Cuenta en este libro que, en un principio, hizo creer a los académicos de la RAE que estaba escribiendo una novela en la que uno de ellos iba asesinando a todos los demás, y que se titularía: Limpia, mata y da esplendor. Y, al parecer, todos querían ser el asesino.
A.P.-R. Es una invención. El desafío de un novelista es conseguir que la ficción pase por realidad y que el lector se la crea.
XL. Entonces, ¿la parte en la que explica cómo se ha documentado para hacer esta novela también está llena de ficción? ¿Hasta cuando explica cómo desempolvó sus antiguos floretes para experimentar en una clase de esgrima lo que iba a vivir uno de sus protagonistas enfrentado a un duelo?
A.P.-R. ¡También eso es mentira! [Ríe]. La novela está llena de trampas, tanto cuando cuento cómo la he escrito como cuando desarrollo la trama. Son dos historias entremezcladas en las que hay realidad y ficción en ambas.
XL. El pacto que hacen los dos académicos hombres malos para evitar que sus compañeros traigan LEncyclopédie es un trato entre canallas ideológicamente opuestos. 
A.P.-R. Exacto, son los radicales de uno y otro signo que impidieron a la España razonable y serena encontrar su camino; tan perniciosos el uno como el otro. En el siglo XVIII, España estuvo a punto de levantar cabeza, de salir del calabozo de oscurantismo, de sacristía y monarquías despóticas... pero tuvimos muy mala suerte.
XL. Parece describir una constante en nuestro país.
A.P.-R. Es que es así, piensa en la Constitución de Cádiz de 1812. ¿Por qué no pudo ser aplicada? Porque era imposible, era tan utópica, tan arrogante y tan ajena a la realidad española que fracasó. La arrogancia de los doceañistas unida a la vileza de los reaccionarios hizo que no se pudiera aplicar.
XL. Pero los dos hombres buenos, los académicos que viajarán a París para traer LEncyclopédie sin vileza, también representan esas dos Españas.
A.P.-R. ¡Esta es la historia! Uno de ellos quiere hacer conciliable fe y razón; y el otro es el científico seco, cartesiano, incrédulo, escéptico y agnóstico. Yo quiero demostrar con esta novela que es posible el diálogo, la concordia y la conversación entre dos hombres de ideas opuestas mediante el respeto, la cultura y la educación; y que justamente la intervención de los dos extremos radicales y egoístas es la que impide esta fraternidad. Esta novela es un canto a la amistad, al respeto y a la cultura como patria común, como lugar de conciliación. Son dos tipos distintos que se hacen amigos en el curso de su viaje, azaroso y peligroso, y se admiran y se cuidan. Ellos son esa España que pudo ser. Y es que el español radical no quiere convencer al enemigo, lo quiere vencer y exterminar.
XL. Pero ahora...
A.P.-R. [Me interrumpe]. Ahora, también; en eso, no hemos cambiado. Esta novela tiene una gran actualidad. Es una novela que vale para entender el presente.
XL. En ella hay hombres malos, malísimos, que, a la luz de LEncyclopédie, se salvan con cierta honra. ¿Redime a los sanguinarios por ilustrados?
A.P.-R. Digamos que hay malos revertianos, sí; que están en todas mis novelas. Son malos con códigos. Alatriste es un caso clarísimo; y, en este libro, lo es el abate Bringas, que está inspirado en un personaje real el abate Marchena, un español que vivió en Francia, revolucionario, fanático, de esos que duermen mal, pero que es honrado, porque hay verdugos honrados. Uno puede ser un asesino o un degollador y ser honrado; y uno puede ser respetable socialmente y ser un canalla. Este matiz es muy importante, porque la Revolución Francesa fue eso. ¿Hasta qué punto Robespierre era honrado o no? Eran asesinos, pero, a lo mejor, eran honrados porque pensaban que así saneaban la humanidad.
XL. ¡Jesús!, que diría el bibliotecario de su novela.
A.P.-R. Es que la honradez no tiene que ver con la maldad, son cosas distintas. No siempre se tiene clara esa línea porque, a veces, piensas que un demagogo presuntamente honorable puede ser más deshonesto que un asesino consecuente, que piensa que lo que está haciendo puede cambiar el mundo para mejor. Es un tema muy delicado.
XL. Sí que es delicado, sí; en los tiempos que corren, justificar el asesinato para cambiar el mundo provoca conflicto y polémicas encendidas, seguro.
A.P.-R. Todo esto es muy complejo y hay que expresarlo con sumo cuidado porque es un tema muy delicado, porque no se trata de justificar el asesinato. No, no, no, no. ¡No mezclemos! No estamos hablando del asesinato, estamos hablando de la guillotina; y la guillotina no asesina, ejecuta. ¡Contextualízalo, por favor! ¡Seamos rigurosos! Los reaccionarios radicales a lo mejor eran más honrados que los presuntos hombres honorables que no querían sangre.
XL. Este abate sanguinario de su novela hace continuamente alusión a que España, aunque un par de siglos más tarde, también vivirá su revolución. ¿Ve tanto paralelismo entre la Revolución Francesa y la Guerra Civil española?
A.P.-R. ¡Claro, todo! La injusticia, la opresión, la barbarie, el pueblo inculto y manipulado por unos o por otros, la desesperación del hambre, la angustia de quien no ve salida lleva a extremos y a estallidos. Y eso ocurrió en la Rusia de los zares, en la Revolución Francesa, en la Guerra Civil y en América Latina; y puede volver a ocurrir en el futuro. Cuando a la gente la acorralas, tiene dos caminos: resignarse a ser un cordero en manos del verdugo o pelear. La España del año 36 estaba al límite: la pobreza y la incultura... Había zonas con una miseria absoluta, en unas condiciones terribles. Y ahí está el material con el cual los ideólogos se hacen a la hora de aplicar sus ideas. Te aseguro que ninguna revolución triunfa si no hay una masa disponible para ser revolucionada.
XL. En su novela hace una crítica constante a la fe y a la Iglesia, como contrapunto a la ciencia, a la razón y a la libertad, sin considerar que, gracias a la Iglesia, se transmitió la cultura durante siglos y se pudo conservar un valiosísimo patrimonio en tiempos difíciles. Y tampoco admite la fe razonada...
A.P.-R. Vamos a ver, uno de los dos académicos que viajan a París, el bibliotecario, sí defiende a la Iglesia. Pero es importante dejar claro que yo, Arturo Pérez-Reverte, hablo muy poco y que las opiniones de los protagonistas están todas tomadas de comentarios ilustrados del siglo XVIII. Por la boca de estos dos personajes hablan Jovellanos, Moratín, Cadalso, Diderot, Rousseau... Cuando los protagonistas manejan conceptos sobre la mujer, la patria, la familia, la razón, Dios, la fraternidad o el futuro, yo no opino, yo me limito a poner en su boca todos estos conceptos. Yo he ido recogiendo un material que estaba ahí, no es Arturo Pérez-Reverte el que opina, sino Moratín, Cadalso, Jovellanos...
XL. Sin embargo, no hay que hilar fino para saber que se está identificando con uno de los protagonistas, con el académico más abierto a las nuevas ideas, el caballeroso marino que todo lo razona y que se muestra contrario a determinadas creencias religiosas que tacha de supersticiones...
A.P.-R. Vamos a ver, lo que ocurre es que tú me has estado leyendo en el XLSemanal durante 20 años y tienes una información que el lector normal no tiene. Tú sabes que el almirante y yo compartimos muchos puntos de vista, pero eso no quiere decir que yo sea el almirante. Tú estás viciada por el conocimiento que tienes del autor.
XL. ¡Ya! [Risas]. Le pregunto a Arturo Pérez-Reverte, no al almirante, ¿no ve posible una conciliación entre razón y fe?
A.P.R. En el siglo XVIII era posible, ahora es más difícil. El mundo ha evolucionado y hemos recorrido mucho camino; hay más conocimiento; el ser humano dentro de lo que cabe es más lúcido... Y creo que mantener ahora ciertos dogmas de fe frente a una lógica ilustrada es más difícil.
XL. No hablo de dogmas, hablo de una creencia razonada.
A.P.-R. En aquella época había una Iglesia ilustrada que creía compatibles fe y razón y por eso me ocupo de ella en la novela que era perfectamente respetable; por ejemplo, el padre Feijoo. Pero quiero dejar muy claro que en esta novela no hago ninguna crítica a la Iglesia, no pongo en ningún momento a la religión como enemigo. De hecho, había ilustrados creyentes en la propia Academia, que no me los he inventado yo; e incluso había inquisidores ilustrados que fueron quienes dieron el permiso para traer L'Encyclopédie. No es una novela maniquea.
XL. Los académicos se presentan ante el embajador de España en París, el conde de Aranda, con el que usted no se resiste a dar un toque de dignidad a la masonería.
A.P.-R. Es un toquecito [sonríe], ni siquiera de dignidad porque el almirante se burla de la masonería cuando recuerda su pertenencia como una anécdota de juventud. El almirante es demasiado inteligente como para tomarse la masonería en serio. Mi bisabuelo era grado 33 de la Logia Aurora de Cartagena y conozco muy bien la masonería; y era una cosa folclórica, aquello no tenía nada de serio, como ahora los rotarios... son simplemente clubes.
XL. Para este viaje, la Academia eligió dos hombres honrados, en una época en la que la corrupción estaba a la orden del día.
A.P.-R. Siempre hubo gente honrada, antes y ahora. Cuando a mi padre lo bajaron a la tumba, recuerdo que un tipo que estaba detrás de mí dijo de él: «Era un hombre honrado y un caballero». Oír eso en el siglo XXI anima, creo que es un epitafio magnífico, para mi padre y para cualquier ser humano. Yo no soy un tipo muy de emociones, y escuchar aquello me emocionó. Esta novela es una especie de manual de dignidad en tiempos revueltos. Intenta proporcionar al lector argumentos de honradez, de serenidad y de cultura para sobrevivir en tiempos oscuros; porque siempre hay esperanza, siempre hay maneras de salvarse, analgésicos, amistades y afectos. Siempre hay gente a la que amar. Incluso cuando eres ya mayor, como el almirante, hay mujeres como madame Dancenis a las que amar. Dicen que yo soy un tipo pesimista y lo soy porque tengo muy mal concepto del género humano y, sin embargo, he escrito una novela optimista.
XL. Se dice en ella que los españoles somos los primeros enemigos de nosotros mismos, empeñados en apagar las luces allá donde se enciendan. 
A.P.-R. Esto es verdad y sigue siéndolo, basta mirar los periódicos. No hemos cambiado nada.
XL. ¿Cree que apagamos cualquier luz que se nos presente?
A.P.-R. ¡Hombreee! Éramos una España moderna que había empezado a salir del agujero, despegando para arriba, respetada fuera... Y, de pronto, hemos caído otra vez en el charco de la corrupción; del paletismo local; del caciquismo de pueblo, de barrio y de autonomía; de la falta de sentido común; de intentar destruir lo que con tanto esfuerzo habíamos construido... Esto es muy español. Y esta novela intenta enfrentarse a eso precisamente.
XL. Dice que nos resulta cómodo ser menores de edad.
A.P.-R. Es verdad. En España, a los que nos quieren hacer mayores de edad o los exiliamos o los fusilamos. Esta novela demuestra que hay una tercera vía: sentarnos a hablar con ellos.
XL. Sin embargo, hasta los malos de la historia son hombres patrióticos, a su manera.
A.P.-R. Es verdad, en el siglo XVIII eran muy patriotas. Tanto los de la izquierda como los de la derecha. Todos tenían un sentido de la patria. En la Guerra Civil, la izquierda más radical, más comunista y anarquista hablaba de España sin ningún complejo. Pero, luego, la palabra 'España' ha sido tan contaminada por el franquismo que fue dejada de usar por la izquierda; y ese fue el grave error, convertirla en patrimonio exclusivo de la derecha. Cuando llegó la izquierda al poder, en vez de limpiar la contaminación que tenía la palabra 'España', en vez de rehabilitarla, la apartaron. En España siempre hubo una izquierda patriótica, hasta en la Guerra Civil, y esto es muy importante subrayarlo.
XL. Un inciso quizá del todo extemporáneo: ¿el revolucionario abate Bringas votaría hoy a Podemos? 
A.P.-R. [Horrorizado]. Escribe por respuesta: «Sonora carcajada».
XL. Cambio de tercio. Como era de esperar, el marino, con su elegante estilo, atrae a las dos únicas mujeres interesantes de la novela y lo hace con frases contundentes.
A.P.-R. [Ríe]. Pero, ojo, todo eso está tomado de historias, de frases sacadas de libros de salones... no hay nada mío ahí.
XL. Veamos... «Las Jezabel, las Salomé, las Pompadour... siempre dieron buen juego a la hora de perderse hombres y reinos».
A.P.-R. ¡Esa frase sí es mía, sí! [Ríe]. Pero está en boca de un personaje misógino, que es el abate Bringas; eso no lo digo yo ni lo dice el almirante. Todo hay que situarlo en boca de cada cual. Las mujeres en esta novela están tratadas con un respeto enorme. Nadie puede decir que hay un tratamiento machista.
XL. Sigo: «Una mujer hermosa nunca tiene cuarenta años, tiene treinta o tiene sesenta».
A.P.-R. ¡La frase es mía también, sí!, y la dice el almirante [ríe]. Pero es que es verdad. Y vale para una mujer hermosa o para una mujer inteligente.
XL. Dice madame Dancenis al almirante: «Las mujeres empleamos el día para pedir y la noche para conceder».
A.P.-R. Madame Dancenis es la mujer clásica del París libertino, con una categoría intelectual importante. Era una mujer que leía a Voltaire, es un retrato de la mujer elevada, una tía de categoría a la que trato con respeto y rigor histórico.
XL. Y el almirante le dice a madame Dancenis otra frase lapidaria: «Una mujer como usted puede fallar en la ortografía, pero jamás en el estilo».
A.P.-R. ¡Es buena esa, eh! Jajaja. Estas que estás diciendo son frases mías, sí; para que luego digan que son frases machistas.
XL. ¡Para que luego diga usted que nos equivocamos quienes identificamos al almirante con Arturo Pérez-Reverte! Sin destripar demasiado la novela, tiene un final feliz y romántico...
A.P.-R. Es que es una novela muy tierna también, llena de afectos, respeto y cuidados entre los personajes. Quizá sea de mis pocas novelas optimistas y románticas.

El París de Arturo :«Sin libros, no somos como viajeros más que turistas analfabetos»
-Una de las pocas callejuelas del Quartier Latin que todavía mantiene los empedrados del siglo XVIII, tal y como Pérez-Reverte las describe en su último libro.
-Como buen bibliófilo, Pérez-Reverte no pierde ocasión de rebuscar entre los puestos de libro viejo. «París, hoy, no es más que un decorado para turistas», dice el autor.

-El café Le Procope fue lugar de reunión de intelectuales ilustrados. En él, los protagonistas de la novela compartieron tertulia con D'Alembert, Condorcet y Franklin.
-Parada obligada en una terraza del Boulevard Saint Germain. «En la Academia hubo hombres buenos que me acogieron», comenta el escritor durante la entrevista. «Mi parte mejor, si es que la tengo, se la debo a ellos».

TÍTULO: SILENCIO POR FAVOR,.  AMAIA MONTERO CANTANTE,.

Resultado de imagen de SILENCIO POR FAVOR AMAIA MONTERO CANTANTE,.Se habla de... ¡Silencio por favor! Amaia Montero

-foto-Amaia Montero, nacida en Irún en 1976, vive ahora en Madrid. Saltó a la fama con La Oreja de Van Gogh. En solitario desde 2008. Arranca la gira 'Si Dios quiere, yo también'.
Parece que los tres años de espera entre disco y disco habían dejado a los fans con ganas de más Amaia Montero (Irún, 1976): el disco Si dios quiere, yo también saltó al número uno de las listas en su primera semana; y ahora arranca la gira colgando el cartel de «entradas agotadas». Asegura que mantiene una buena relación con sus antiguos compañeros de La Oreja de Van Gogh, aunque prefiere eludir la pregunta que hacía referencia a ellos. Será que no siempre una imagen vale más que mil palabras y ella prefería, en ese caso, explicarse con los matices que permite el verbo. Por lo demás respondió con paciencia e imaginación a todas las preguntas, sorprendida en algún momento por el nivel de detalle de las mismas. «Caray, se ve que me conoces bien». texto y fotos: daniel méndez
Dice que lo que más le cuesta de las giras es despedirse de su familia. ¿Tan mal lo lleva?
«Escribir una canción es como desnudarse», ha dicho. ¿Podría explicarse?
Se ha llevado palos en la vida y ha salido adelante. ¿Cómo lo ha conseguido?
¿Es cierto que se santigua siempre antes de salir al escenario?
Dice que todo ha cambiado desde que la música no se escucha solo en formato físico. ¿Prefiere el CD al MP3?
Tres años entre disco y disco. ¿Qué ha hecho todo este tiempo?
Más de 400.000 seguidores en Twitter. ¿Cómo lo lleva?

LIGA FUTBOL, BARCELONA- 6 - RAYO -1-/ LIGA FUTBOL, Atético de Madrid-1 - Valencia-1-,/ REVISTA GIGANTES, LIGA BALONCESTO, JOVENTUT -80-REAL MADRID -81- / REVISTA GIGANTES, LIGA BALONCESTO, GRAN CANARIA -76-BARCELONA -70- / LA CHICA LUNES 9 DOMINGO 15 MARZO, Jaimie Bernhardt--MODELO,.

TÍTULO: LIGA FUTBOL,BARCELONA- 6 - RAYO -1- ,.

Resultado Final/ foto,.

  BARCELONA- 6 - RAYO -1- ,.

El Barca vuelve ser lider,.

El equipo de Luis Enrique no falla tras el batacazo del Madrid y golea al Rayo con un hat-trick de Messi y tantos de Suárez (2) y Piqué. El diez iguala a Cristiano con 30 goles.Rojas a Tito y Alves.
 Había perdido el primer puesto en la 10ª jornada tras perder con el Celta en casa y lo ha recuperado gracias a la derrota del Madrid y a su goleada.

TÍTULO: LIGA FUTBOL, Atético de Madrid-1 - Valencia-1-,.

Resultado Final / foto,.

Atético de Madrid-1 - Valencia-1-

La Liga se les pone ahora a tiro,.

Atlético y Valencia pelearán esta noche (21:00 Canal+1) por el tercer puesto y acercarse al líder. Los dos quieren aprovechar esta oportunidad.

TÍTULO : REVISTA GIGANTES, LIGA BALONCESTO, JOVENTUT -80-REAL MADRID -81-,.

Resultado Final, / foto,.

JOVENTUT- 80-REAL MADRID -81-

Un tiro libre de Sergio salva al Real Madrid en Badalona

Los de Laso remontaron 13 puntos en el tercer cuarto y luego siete en los últimos cinco minutos para ganar en Badalona. Sergio, Rudy y Ayón, claves.

 TÍTULO : REVISTA GIGANTES, LIGA BALONCESTO, GRAN CANARIA -76-BARCELONA -70- ,.

 Resultado Final, / foto,.

 GRAN CANARIA -76-BARCELONA -70- ,.

 Tavares y los triples del Gran Canaria tumban a un Barcelona decepcionante  que queda ya a tres victorias del Real Madrid. Nueva lesión de Abrines.

TÍTULO: LA CHICA LUNES 9 DOMINGO 15 MARZO,Jaimie Bernhardt--MODELO,.

Jaimie es adicta al gimnasio

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Jaimie es adicta al gimnasio

A FONDO, LA PUJANTE RUSIA DE PUTIN,./ PRIMER PLANO, VUELVE EL VENTE ALEMANIA PEPE,.

TÍTULO: A FONDO, LA PUJANTE RUSIA DE PUTIN,.

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Resultado de imagen de LA PUJANTE RUSIA DE PUTIN,'Rusia, tribunales a la carta' es el reportaje que estrena este domingo 'Documentos TV', en que muestra cómo empresarios y directivos se han convertido en grupos de riesgo para el arbitrario sistema judicial, según denuncian disidentes y activistas. La pujante clase media rusa opone resistencia a su Gobierno y las instituciones. Los colectivos anti Putin están convencidos de que los empresarios que no admitieron corruptelas fueron víctimas de juicios falsos. 
 
El documental cuenta con  sorprendentes testimonios de este grupo de riesgo que conforman los empresarios de la Rusia actual y la lucha de sus esposas por ganar la batalla a las prisiones de Putin.
Occidente tomó conciencia de la creciente oposición de la Rusia postsoviética hacia su gobierno y sus instituciones  a través de la acción protesta que llevó a las Pusy Riots de la catedral de Moscú a la cárcel.
La pujante y consumista clase media rusa, nacida del boom económico de la última década, está llenando las cárceles. Ciento veinte mil hombres de negocios y altos ejecutivos cumplen condena en la actualidad. Uno de cada seis ha sido acusado de delito económico y los colectivos que los defienden aseguran que el treinta por ciento de esos prisioneros son inocentes.
 
“Son víctimas de juicios falsos, encargados por sus rivales empresariales o por las mismísimas autoridades”, asegura en 'Rusia, tribunales a la carta' Zoya Svetova, periodista y miembro de 'Visitas a las cárceles', una de tantas organizaciones convencidas de que todos aquellos empresarios que no admitieron corruptelas son las nuevas víctimas del arbitrario sistema judicial, que los condena por lo que ellos denominan crímenes económicos.
 
Muchos de los ciudadanos de la acomodada clase media rusa, que en su día apoyaron a Putin en las urnas,  salen hoy a la calle en protesta por una situación que legitima que el 99% de los juicios terminen en sentencias de cárcel. La nueva vanguardia anti gobierno se rebela ante “un sistema que no ha cambiado desde 1937, cuyo único objetivo es robarnos nuestro dinero y negocios, mientras protegen los intereses de oficiales corruptos”. Así lo denuncia en el documental Yana Yakovleva, una empresaria que pasó dos años en prisión.
TÍTULO: PRIMER PLANO, VUELVE EL VENTE ALEMANIA PEPE,.

Generación 1960-Generación 2015: Vuelve el "Vente a Alemania, Pepe",. fotos,.

En primer plano

Generación 1960-Generación 2015: Vuelve el "Vente a Alemania, Pepe"

Cada día se van más. Unos 50.000 al año. El número de españoles que enfila hacia Alemania recuerda las cifras de los años sesenta y setenta. Entonces, una comedia, 'Vente a Alemania, Pepe', retrató aquella inmigración. Ahora, otra, 'Perdiendo el norte', actualiza el fenómeno. Reunimos a estas dos generaciones en Múnich.
Que levante la mano el que tenga algún pariente, amigo o conocido en Alemania». Nacho Velilla buscaba un argumento para su próxima comedia cuando, una mañana, reunió a su equipo creativo. Corría el año 2012. Sobre la mesa, algunos recortes de prensa reclamaban su atención: «30.000 españoles se fueron el año pasado a Alemania, cifra que no se alcanzaba desde 1973»; «El Ministerio de Empleo prevé que entre 2010 y 2020 un millón de españoles emigren al exterior». En la sala había diez personas. Todas levantaron la mano. Velilla, el hombre detrás de series como Siete vidas o Aída y taquillazos como Fuera de carta y Que se mueran los feos, ya tenía lo que buscaba.
Tres años después, recién estrenada Perdiendo el norte, retrato de un grupo de jóvenes ultraformados buscándose la vida en Berlín, la marea hacia Alemania sigue creciendo. Al año son ya más de 50.000 los españoles entre quienes no parece haber calado el optimismo que transmiten agentes económicos y políticos en nuestro país. La cifra, de hecho, remite a la gran inmigración que llevó hacia tierras teutonas a más de 700.000 españoles entre 1960 y 1973 -retratada por Pedro Lazaga en Vente a Alemania, Pepe-, cuando el régimen de Franco encontró en tierras germanas una válvula de escape para canalizar parte del masivo flujo de trabajadores del campo que, sin cualificación alguna, emigraban hacia los centros industriales. Hoy, sin embargo, el panorama ha cambiado de forma radical.
Ya en 1960 se marcharon más de 30.000 personas y el flujo alcanzó su pico en 1965, rondando los 80.000 inmigrantes enfilando hacia la República Federal Alemana. Entonces, el Gobierno puso freno a la marcha de mano de obra cualificada, indispensable para el desarrollo de la incipiente industria española, pero hoy, entre quienes buscan el sueño germano, dos tercios poseen estudios superiores y mejor formación incluso que la media alemana. Una sangría de talento que, advierten ya los expertos, afectará al futuro de la economía española.«Yo fui a la escuela pública y después a la universidad pública comenta Asier Echebarrena, un ingeniero bilbaíno que trabaja para un gigante del automóvil en Múnich desde 2012. Mi educación la han pagado los españoles, lo sé, pero es que las condiciones que me ofrecen aquí nadie te las da en España. Para Alemania, desde luego, es un chollo. Venimos ya formados, pagamos impuestos aquí y ayudamos a sus empresas».
Multinacionales como BMW, Audi, Siemens o Airbus son un destino seguro para miles de ingenieros, informáticos, técnicos e incluso economistas españoles que o bien no encuentran trabajo en España o son atraídos por condiciones laborales que difícilmente encuentran en nuestro país. Los gigantes industriales alemanes, que ven imprescindible que sus empleados tengan una alta cualificación y un buen nivel de idiomas, no son la única tentación para quienes dejan España. A Baviera, la región con menos desempleo de toda Europa apenas un 2,6 por ciento, llegan españoles de toda condición que encuentran trabajo en poco tiempo en cualquiera de los sectores de la economía. 
Cierto es que muchos de ellos regresan. O no se adaptan al clima y las costumbres germanas o no encuentran trabajo, sobre todo si no hablan inglés ni alemán, pero el flujo hacia Alemania parece imparable si se tiene en cuenta que en el país centroeuropeo ya se jubila más gente de la que empieza a trabajar. Un diferencial que, en 2020, podría alcanzar al 60 por ciento. Berlín estima, de hecho, que en 2025 harán falta 5,4 millones de trabajadores cualificados más de los que el país tiene ahora. Una tarea a la que las autoridades teutonas vienen aplicándose desde hace unos años, hasta el punto de haber convertido al país en el segundo mayor destino de inmigrantes, por detrás de Estados Unidos, cuando hace cinco años ocupaba el octavo lugar, por detrás incluso de España o Italia. 
Quizá por eso la actitud de los alemanes respecto a los emigrantes españoles ha cambiado mucho desde los años sesenta. Ángel Alanis, que emigró en 1972, recuerda el humillante examen médico al que eran sometidos al llegar, «como si nos fuesen a llevar al matadero». María José González aterrizó en Múnich en 1965. «Mi padre murió al año de un infarto, cuenta, y nos quisieron echar de la casa. A mi madre le hicieron la vida imposible. Una vez que tenía que sacar punta a unos cables, le empezaron a sangrar los dedos. Le rogó a su jefa que le diera otro trabajo y esta la replicó: 'Cuando ya no tenga uñas, continúe con los dientes'». Juan Arjona, un ingeniero catalán de 31 años, cuenta otra historia: «Ahora, los españoles somos bienvenidos. Nos ven como personas honradas y trabajadoras, un legado que debemos agradecer a la generación que vino en los sesenta. Ahora, nos toca a nosotros mantener ese listón muy alto».

Carlos Echevarría. 64 años. Burgos. Llegó en 1970.
"Nunca necesité el alemán para trabajar. Éramos todos españoles" 
España quería que se fuera la gente del campo, no los que teníamos formación. Yo soy maestro industrial, pero estaba harto de los dominicos. Vinieron de una empresa alemana a buscar personal y me apunté. Me vine por dos años, pero conocí aquí a mi mujer. Volví a España solo para hacer la mili. Vinimos un grupo grande y la empresa, donde estuve 25 años, compró un edificio de apartamentos para nosotros. Fuimos la envidia de todo Múnich. Yo no tenía ni idea de alemán y nunca lo necesité para trabajar. Lo he aprendido, claro, pero hasta hace dos años todo mi entorno laboral era español».
Asier Echebarrena. 31 años. Bilbao. Llegó en 2012. Mercedes Sanchéz. 34 años. Baza (Granada). Llegó en 2013. Se conocieron en Múnich.
"Aquí cobro un 30 por ciento más trabajando un 30 por ciento menos" 
Soy ingeniero industrial y, en mi sector, Alemania es una potencia. Empecé a estudiar alemán en 2004 e hice el Erasmus en Alemania. A la vuelta conseguí empleo en una compañía que trabaja para empresas alemanas. Y conocí al que hoy es mi jefe, que me llamó dos años más tarde. Yo entonces estaba en Seat, en Barcelona. Estaba bien, pero aquí gano un 30 por ciento más, trabajo un 30 por ciento menos, tengo horario flexible y 30 días laborales de vacaciones. No vine por la crisis, pero no creo que vuelva a España. Allí, nadie me ofrece estas condiciones. Hace frío, sí, pero soy de Bilbao... Además, aquí conocí a mi pareja, Mercedes. Trabajaba como camarera. Ahora, ella trabaja en lo suyo: como arquitecta».
LOS QUE LLEGARON EN LOS 60...
Héctor Rodríguez. 73 años. Tenerife. Llegó en 1963.
"Yo vine sin nada. El tren paró en Múnich y me quedé" 
Yo me vine sin nada. Soy mecánico naval. Empecé en barcos de una naviera sueca, pero el mar no era para mí. Subí a un tren para ir a trabajar a Estocolmo en una fábrica de motores. Pero paré en Múnich y me quedé. Como había venido por mi cuenta, me denegaron el permiso de trabajo. Tuve que volver a España y hacer el papeleo. Yo quería irme lejos de casa porque mi padre era militar y teníamos unas discusiones tremendas. Al no hablar alemán, empecé muy abajo, pero me pagaban más que en España. Eso sí, trabajaba una barbaridad. Con los años fui jefe de 350 personas».

María José González. 65 años. Zamora. Llegó en 1965.
"Había españoles en toda la industria. Éramos mano de obra barata" 
Nosotros hemos ayudado a Alemania con nuestro esfuerzo. Había españoles en todos los sectores de la industria. Éramos mano de obra barata y trabajábamos a destajo. Yo ganaba 3,50 marcos la hora. Por lo mismo, un alemán se embolsaba 7,50. Cuando vine, tenía 15 años. Mi padre consiguió un contrato en la Siemens y, después de muchos trámites, pudimos venir mi madre, mi hermano y yo. Hicimos de todo. En la fábrica y, al salir, a limpiar oficinas. Pero salimos adelante. Y me casé con un alemán».

Ángel Alanis. 62 años. Sevilla. Llegó en 1972.
"Al principio pasé hambre, pero luego he hecho mucho dinero" 
Cuando llegamos, mi mujer y yo nos acabábamos de casar y dejamos a nuestra hija recién nacida con mi suegra en Sevilla. Yo, con 19 años, ya era oficial ebanista y carpintero, pero, sin hablar alemán, tuve que empezar de pinche de cocina en un hotel. Al principio pasé hambre. Pero, en cuanto pude, me fui a trabajar a un comedor de Siemens. Me compré unas casetes de alemán e iba en el tranvía dale que te pego, hasta que me sentí seguro con el idioma y empecé a trabajar en la construcción. He hecho mucho dinero».

... Y LOS DEL SIGLO XXI
Cristina Gutiérrez. 29 años. Fuenlabrada (Madrid). Llegó en 2013
"Venir a Alemania ha sido mi mejor decisión"
Yo tenía un trabajo fijo en Madrid, de encargada en una cadena de restaurantes. Llegó la crisis y en 2009 me despidieron. A partir de ahí sólo encontraba para 3, 6 o 9 meses. Incluso en un camping en Cantabria. Entonces, en verano de 2012, vi un reportaje en la tele, que en Alemania se necesitaba gente, y me puse a ahorrar y a estudiar con unos cds y por internet. Llegué el verano de 2013 con alemán e inglés muy básicos y mil euros. Pagué 300 de habitación y 300 de fianza y me puse a buscar. Diez días después entré de pinche de cocina en un restaurante, subí a subchef, luego chef y en febrero me ascendieron a directora de cocina. De pinche ganaba, incluyendo propinas, unos 1600 euros. En España imposible. Y ahora unos 3000 con propinas. Al principio mi familia no quería que viniera. Este verano vino mi madre a visitarme y me dijo: «No te vuelvas a España, hija mía». Cuando ahorre bien, igual vuelvo y me compro un piso. Hasta dentro de cinco años o más, no creo que España salga a flote. No sé si aguantaré tanto, pero venir aquí ha sido lo mejor que podía haber hecho.

Diego Díaz. 25 años. Fuengirola (Málaga). Llegó hace cinco meses.
"Trabajo de 'au pair' mientras aprendo alemán. Me queda mucho"
Estudié Comunicación Audiovisual. Como no encontraba nada, me metí en Málaga a trabajar en la OTA poniendo multitas [ríe]. Un día, cuando ya estaban despidiendo gente, decidí venirme a Alemania de au pair para aprender el idioma. Estuve tres meses en un pueblecito con una familia. Aprendí mucho, pero me vine a Múnich. Puse un anuncio al llegar, encontré una familia y ahora vivo con ellos. Así gano 300 euros, pero no pago casa ni comida y me pagan, por ley, un curso de alemán, que son otros 300 euros. Me queda mucho por delante, pero estoy contento».

Oliva Manzorro. 29 años. Cádiz. Llegó en 2012.
"Es más fácil integrarte si tienes una pareja alemana" 
Cuando terminé Comunicación, la crisis ya estaba ahí... Hice prácticas sin cobrar, estuve en Irlanda de au pair, trabajé de camarera, hice un máster... En la playa conocí a un bávaro. Tras diez meses con una relación a distancia, me dijo: 'Vente'. No me atraía nada Alemania, pero aquí estoy. Tuve suerte, porque vi una oferta de prácticas remuneradas de marketing on-line y me cogieron. Luego encontré trabajo en una empresa química. Mi experiencia ha sido muy buena, la verdad. Supongo que, al tener una pareja alemana, la integración es más rápida. Nos vamos a casar».

Mercé Adell. 31 años. Martorell (Barcelona). Llegó en 2013.
"En la escuela, ninguna compañera me hablaba. Fue duro" 
Yo soy educadora infantil. Estudiaba y trabajaba en una escuela, pero me quedé sin trabajo. Nos dijeron que en Alemania no tenían maestras suficientes y me vine. La escuela me puso un curso de alemán. La profesora nos trataba fatal a las españolas. Y en la escuela estaba todo el día como un mueble, ninguna compañera me hablaba. Dos chicas se volvieron a los dos meses. Yo me quedé, me apunté a una academia y, de pronto, vi que sabía más alemán del que creía. Encontré otra escuela y ahora estoy a gusto. Pero ha sido muy duro».


David Arranz. 26 años. Alcalá de Henares (Madrid). Llegó en 2013.
"Con 16 años, me dio la ventolera de aprender alemán. Cambió mi vida" 
Con 16 años, me dio la ventolera de aprender alemán y ha sido determinante en mi vida. Luego, durante la carrera ­-hice Derecho y Administración de Empresas-, me vine un año de Erasmus a Dresde y, después, me busqué unas prácticas para seguir en Alemania. No fue fácil, pero me cogieron en Airbus Group. Luego volví a España, acabé la carrera y a las dos semanas me llamaron de Airbus. Aquí estoy cobrando un sueldo impensable en España. Cada día se ven más españoles, se oye mucho español por la calle».

Nuria Cubero. 29 años. Puertollano (Ciudad Real). Llegó en 2012.
"No es fácil, pero aquí hay muchas ofertas de trabajo" 

Soy licenciada en Química. Tenía dos asignaturas que no acababa de aprobar y, en lugar de perder un año, me apunté a alemán en la Escuela de Idiomas. Al año siguiente decidí venirme de au pair. Contacté con una familia, pero no nos entendimos y, un mes después, de mutuo acuerdo, rescindimos el contrato. Yo pensé: 'Acabo de llegar, no me puedo volver a España'. Y me puse a buscar empleo. Siempre había estado estudiando, no tenía cualificación y mi alemán era muy básico, pero enseguida encontré trabajo en un restaurante como ayudante de cocina. En julio conseguí acabar la carrera, pero seguí en el restaurante mientras mejoraba mi alemán. En octubre logré un trabajo en una tienda de ropa como dependienta y cajera... y estoy mucho mejor. Hace menos de un mes conseguí, por fin, que me convaliden el título europeo y me he puesto como una loca a buscar trabajo relacionado con mi formación. Aquí hay una cantidad enorme de laboratorios y de ofertas. Creo que lo más difícil ya ha pasado».

Mejor tomárselo con humor
'Perdiendo el norte', la nueva comedia de Nacho Velilla, apunta a ser un éxito, como 'Ocho apellidos vascos'. ¿La trama? Hugo y Braulio, dos jóvenes universitarios hartos de no encontrar trabajo en España, emigran a Alemania en busca de oportunidades. Pronto descubrirán, sin embargo, que «no es oro todo lo que reluce» por allí. Protagonizada por Yon González, Blanca Suárez, Julián López y José Sacristán, entre otros, ya está en los cines.