Contra el ritmo de la muerte - foto.
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Si sufre usted un infarto comprando, mejor que sea en Andalucía,.
Si sufre usted una parada cardiorrespiratoria, rece para que haya cerca un desfibrilador o, cuando menos, una persona que sepa realizar maniobras de soporte vital básico. O sea, que le sepa dar un masaje cardíaco y le haga correctamente la respiración boca a boca mientras llega la ambulancia con el desfibrilador. Cada minuto que pase sin masaje o sin desfibrilador, sus esperanzas de vida disminuyen un 10%. Los desfibriladores han bajado mucho de precio. No hace mucho, una asociación de vecinos de Cáceres intentó hacer una cuestación para comprar uno. Rifas, donativos, colectas... Nada, fue imposible, no consiguieron el dinero. Hoy se pueden comprar desde 1.000 euros.
El desfibrilador es ese aparato de manejo sencillo que, mediante una descarga eléctrica, consigue o facilita que desaparezca esa arritmia maligna que se conoce como fibrilación ventricular o «ritmo de la muerte». ¿Hay muchos en Extremadura? Pues no demasiados, aunque cada vez hay más y, desde 2012, al menos todas las ambulancias de la región llevan uno. De todas maneras, si sufre usted un contratiempo vascular, mejor que sea, por ejemplo, en Andalucía, donde está regulado que todos los negocios, a partir de un determinado número de clientes o visitantes, tengan uno.
Antes les hablábamos de una asociación vecinal de Cáceres que intentaba hacerse con uno de estos aparatos. Analicemos la situación «desfibrilatoria» de la capital cacereña, ejemplo de lo que sucede en el resto de Extremadura. En Cáceres, hay una treintena de desfibriladores. Están situados en lugares acreditados como cardioprotegidos caso del Hipercash del polígono de Casar, Carrefour, el Centro Comercial Ruta de la Plata, las facultades universitarias, los edificios de la Junta o el Multiusos.
Curiosamente, en el estadio Príncipe Felipe no hay ninguno (aunque durante los partidos sí hay ambulancias). Sorprendentemente, el del edificio Múltiples se instaló en la última planta. Extrañamente, en el ayuntamiento no hay. En conclusión: si sufre usted una parada cardiorrespiratoria, mejor que le dé en una facultad o en un partido de LEB Oro.
De formar a los ciudadanos en el manejo de los desfibriladores se encargan en Extremadura 34 empresas y entidades acreditadas por la Junta de Extremadura. Una de ellas es Soporte Vital Cáceres, fundada en 2010 por tres técnicos de emergencias sanitarias: Óscar Pascual, Javier Pascual y Víctor Manuel Moreno. Tiene carácter de asociación, la forman una veintena de profesionales de Cáceres y Badajoz e imparten cursos bien de manera altruista, bien cobrando, aunque el dinero se destina a la compra de material y a formación. «Enseñamos maniobras simples, que podemos realizar con nuestras manos y permiten salvar vidas», resume Óscar.
Lo primero que enseñan es a distinguir entre una inconsciencia simple, o sea, un mareo (se debe llamar al 112, pero no es necesario hacer masaje cardíaco), y una con peligro de la vida. En el segundo caso, los síntomas son que la víctima no respira ni tiene pulso y hay que colocarla en posición lateral de seguridad, más o menos como cuando dormimos de lado, para que no se obstruya la vía aérea si tiene vómito.
El siguiente paso es iniciar la resucitación cardiopulmonar realizando 30 compresiones o masajes cardiacos (en el centro del tórax, hundiéndolo unos cinco centímetros en un adulto), que se alternan con dos insuflaciones o respiraciones boca a boca (mentón hacia arriba, nariz tapada, boca sellada con nuestros labios y se insufla aire hasta que se eleva el tórax). O sea, 30-2-30-2, etcétera.
Si hay un desfibrilador cerca, su uso por una persona formada en el manejo es muy sencillo. Se enciende y nos va indicando las maniobras a realizar (coja los electrodos, colóquelos en el pecho de la víctima...). El aparato valora el ritmo cardíaco y la descarga aconsejada, indica cómo aplicarla y analiza a la víctima cada dos minutos mientras se continúa con el masaje. De esta manera se combate el «ritmo de la muerte».
TÍTULO: Equipo de investigacion clan de los Romualdos droga,.
EL VIERNES A LAS 22:30 HORAS EN LASEXTA,.
'La Familia S.A', en Equipo de Investigación, foto.
Una familia de narcotraficantes esconde dos millones que ganan poniéndolos a nombre de los vecinos de su barrio. 'La Familia S.A', este viernes a las 22:30 horas en Equipo de Investigación, en laSexta.
laSexta emite el viernes una nueva entrega de Equipo de Investigación titulada La Famila S.A.
Después de una década de investigaciones la justicia condena a una
familia de Málaga por tráfico de drogas y blanqueo de capitales. Diez
años de instrucción para dar caza a Los Romualdo, un clan de etnia
gitana que monta una infraestructura perfectamente organizada para la
venta de estupefacientes.
Equipo de investigación
cuenta en La Famiila S.A. como el clan ha dado un paso más. No sólo
vende la cocaína más pura de la provincia. Además se garantizan que no
dejan rastro de los millones que ganan con el narcotráfico.
Sus proveedores son colombianos. Bajo
sus órdenes tienen más de 27 personas dedicadas al transporte,
distribución e incluso el blanqueo del dinero ilícito. Los reporteros
de Equipo de Investigación se adentran en su centro de operaciones, el
barrio de Palma – Palmilla, uno de los más deprimidos de la provincia de Málaga, dominado por el paro, la miseria y la droga. Es un territorio que Los Romualdo
se disputan con otros clanes dedicados al mismo negocio. Conseguimos
hablar con el patriarca que media en los ajustes de cuentas.
Entramos en el mayor punto de venta de
estupefacientes de la barriada, lo llaman el edificio fantasma. Tras las
puertas de sus 52 viviendas, que parecen estar abandonadas, se vende
cocaína y heroína. Son auténticos bunkers para que la policía no tenga
fácil llegar a ellos.
Pero lo que más llama la atención a los
investigadores es que la familia de narcotraficantes tiene a todo un
ejército de testaferros que esconde su gran patrimonio de la droga:
parados, limpiadoras o niñeras. Todos son vecinos de clase baja del
barrio Palma – Palmilla, que ponen a su nombre coches de alta gama,
casas, terrenos e incluso cuentas bancarias en las islas Caimán de los que disfrutan Los Romualdo.
Localizamos el refugio de los capos
de la organización. Un matrimonio y su hijo. Viven en un barrio
tranquilo alejado del territorio donde mueven la droga. En una casa que
tienen a nombre de su limpiadora. Llevan una vida discreta y poco
ostentosa pero la policía les sigue pisando los talones. Todas las
pesquisas este viernes en La Familia S.A, en Equipo de Investigación.