TITULO: MUJERES EN PRIMERA LINEA - LA CHICA LUNES -4- DOMINGO -10- JULIO - María Icíar Serrano Pianista y profesora de Conservatorio,.
Soñar con ser un buen pianista es el primer paso para el éxito,.
Estas actuaciones ponen el broche de oro a los cursos de los Ateneos de Cáceres y Badajoz,.
foto - María Icíar Serrano Pianista y profesora de Conservatorio,.
El filósofo alemán Friedrich Nietzsche, uno de los pensadores más
influyentes del siglo XIX, afirmaba que «sin música la vida sería un
error». Para no cometer ese descuido en el curso 2015/2016, el Ateneo de
Cáceres y el de Badajoz han organizado la actuación de la pianista
María Icíar Serrano. La intérprete vizcaína pone el broche de oro al año
cultural ateneísta con un concierto de música nacionalista española
esta tarde, a las 20. 30 horas, en la sede del Ateneo de Cáceres y
mañana, 1 de julio, a las 20.00, en el Salón de Plenos de la Diputación
de Badajoz.
¿Quién es María Icíar Serrano ?
Me gustaría definirme como una profesional de la música que desarrolla su actividad en las facetas de profesora y concertista.
¿Cómo fueron sus comienzos en el mundo de la música?
Animada por mis padres, que tenían la ilusión de que llegara a ser
profesora de piano, comencé los estudios de solfeo en Bilbao a los ocho
años. Desde entonces no he dejado nunca de estudiar música. Recuerdo que
en casa de mi abuelo había un antiguo piano-pianola en el que yo empecé
a tocar piezas sencillas. Puedo afirmar que siempre tuve claro que este
sería mi instrumento.
Entonces, ¿nadie le impulsó a decantarse por el piano?
Fui yo quien eligió este instrumento y quien indujo a mis padres a
comprarme uno bueno para comenzar a estudiar la carrera. Una de mis
motivaciones la encontré en una prima de mi abuelo paterno, de la que
siempre me habían hablado, que era profesora de piano en el
Conservatorio Superior de Madrid, además de concertista. En su familia
la música estaba en la sangre, ya que su hermano tocaba el violín en la
orquesta de RTVE, y su padre, el violonchelo. Aún conservo una postal
que me enviaron desde China, donde estaban dando una serie de
conciertos. Esta inspiración me hizo plantearme la música no sólo como
hobby, sino como una profesión.
¿Y cómo surgió la oportunidad de realizar dos conciertos en Extremadura?
Escribí al Ateneo de Cáceres y Badajoz tras el concierto que realicé
en el de Ourense. El fomento altruista de la cultura de esta red de
asociaciones, tan necesarias en nuestros días, me llevarán también al de
Madrid. Además, existe una relación personal con la región, ya que el
año pasado me adjudicaron una plaza de profesora interina en el
Conservatorio de Almendralejo, y puede que el próximo curso vuelva a
tener la oportunidad de trabajar allí. Estos conciertos serían para mí
una forma de comenzar mi labor docente.
¿Por qué deben los melómanos extremeños acudir a sus conciertos?
Creo que tanto la gente que acuda al Ateneo de Cáceres como al Salón
de Plenos de la Diputación de Badajoz y hasta yo misma podremos
disfrutar de una hora llena de buena música española para piano. Espero
que, como me ha ocurrido en otros lugares, el repertorio sea del agrado
de todos y que consiga acercarme al público. Estos conciertos forman
parte de una gira que comencé hace un año y que me llevará por diversas
salas de la geografía española.
Para realizar estos conciertos por todo el país de
manera altruista, incluso gastándose dinero de su propio bolsillo en
desplazamientos, estancias. se debe amar la música de verdad ¿Qué siente
cuando sube a un escenario?
En lo primero que pienso es en el público que ha acudido al
concierto. Cuando les veo sentados en sus butacas, esperando escucharme,
entonces sólo deseo ofrecerles la mejor versión de mí, la mejor
interpretación.
¿Cómo definiría el programa que ofrecerá en sus actuaciones?
En una palabra, variado. Su principal finalidad es entretener y hacer
disfrutar al público con las trece piezas escritas por compositores de
la escuela nacionalista española.
Usted, que también se dedica a la enseñanza, ¿qué
les diría a los jóvenes que están empezando y sueñan con subirse a un
escenario?
Lo más importante es trabajar el repertorio con un buen profesor que
guíe sus pasos desde los comienzos. Que les motive a la vez que exija.
Hay que intentar superarse y perfeccionarse día a día. Partir de la
ilusión y soñar con llegar a ser un buen pianista es el primer paso a
dar para llegar a alcanzar el éxito. El piano es un instrumento
maravilloso y lleno de posibilidades. Su estudio tiene como resultado
gran cantidad de salidas profesionales y es importante que todos los
alumnos que empiezan las conozcan.
TITULO: LA SEXTA NOCHE ,.
laSexta Noche vuelve este sábado, a las 21:30 horas,.foto,.
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TITULO: TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - MI MADRE Y LA COMIDA CHINA,.
TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - MI MADRE Y LA COMIDA CHINA, fotos.
Mi madre y la comida china
Un restaurante oriental que encanta a las familias cacereñas,.
Mi madre fue el otro día a un restaurante oriental y le preguntó al
camarero que si era chino. La pregunta no tendría mayor importancia y
sería del todo lógica si no fuera porque el camarero se llamaba Juanjo,
había nacido en nuevo Cáceres, vivía en Cáceres el Viejo y tenía una
cara de cacereño de toda la vida que no podía con ella. Pero mi madre es
así: nunca había ido a un chino y pensaba que todo el personal era
oriental aunque hablara con acento extremeño inconfundible. Claro está que tampoco es para reírme de ella porque hace años,
cuando la dueña de ese mismo restaurante abrió el negocio, incorporando
por primera vez el sushi a la oferta gastronómica cacereña, yo titulé
que el restaurante se llamaba Gran José, cuando su nombre real era Big
House, pero como sé poco inglés, entendí y traduje bien lo de big, pero
confundí house con José. En fin...
Mi madre y yo patinamos en temas orientales, pero nos diferenciamos
en que a mí me vuelve loco la sopa ramen que sirven en el Big House,
espesita de fideos chinos, con su huevo, su carne y su de todo, mientras
que mi madre sentenció que para sopa de fideos, la suya, con la
sustancia del cocido y, también, su de todo, pero a la extremeña
(pernejón, bofera, panceta). Mi padre, que es más enreda y menos
integrista, disfrutó mucho de 'mi' Gran José, o sea, del Big House, un
restaurante cacereño que se ha convertido en recurso seguro para
celebrar comidas familiares y románticas veladas de jóvenes parejas.
En Cáceres hay dos Big House. Su propietaria es Qiao Ping Liu, que
abrió el primer restaurante en 2003 en Nuevo Cáceres e inauguró en 2007
el segundo en el centro comercial El Farallón del R66. De Liu siempre
dicen que es la hostelera más lista de Cáceres y debe de ser así porque
sus negocios tienen éxito y su segundo local es, quizás, el restaurante
más cómodo y mejor puesto de la ciudad. Ofrece incluso unos masajes
variados que complementan la comida. A mi padre le tienta el masaje de
orejas, pero creo que mi madre le dirá lo mismo que con los fideos, que
para sopas y masajes, los suyos.
Qiao Ping Liu es hija de una profesora de instituto de Lengua China y
de un capataz de un equipo de electricistas. Al cumplir los 18 años, su
padre le consiguió un visado para venir a España porque aquí, opinaba
él, estaban cien años más adelantados que en la ciudad china de Zhe
Jing, donde vivían.
En el Big House, al sentarte, te invitan a una copa de cava rosado y
ponen un pequeño aperitivo muy curioso y molón de habitas verdes. Quizás
no te las comas, pero son graciosas. Antes de marcharte, sacan unas
toallas calientes que relajan mucho. En medio, la opción más demandada
es un menú del día de 12.95 euros que incluye varios entrantes como la
sopa ramen o una deliciosa ensalada de queso, después, se puede escoger
entre rollitos vietnamitas, nem de pato, tosta de gambas o triángulos
fritos, para seguir con el plato fundamental (pato, pollo, ternera)
preparado al estilo oriental y acompañado por dos posibles tipos de
arroz.
Para acabar, el postre y en la bebida, incluida en el menú, tienen
mucho éxito las jarras de cerveza helada. Además, ofrecen diferentes
menús (mínimo para dos personas) como el japonés (28 euros): ensalada de
algas con marisco, sushi y sashimi, témpura mixta, langostinos
teppanyaki, solimillo teppanyaki, arroz japonés y postre.
Se trata, en fin, de una experiencia singular en un restaurante muy
cómodo, servido por cacereños, que mi madre cree chinos, y con platos
abundantes y bien preparados que saben rico, pero distinto, aunque mi
madre prefiera su sopa de cocido.
TITULO: REVISTA MUJER HOY DE CERCA PORTADA - CUERPO DIPLOMATICO, Úrsula Corberó, Amaia Salamanca y Megan Montaner:
-foto, Úrsula Corberó, Amaia Salamanca y Megan Montaner: cuerpo diplomático
Son tres de las actrices con más
talento de su generación. Curtidas en horas y horas de rodaje, ahora
comparten plató en 'La Embajada'. Las reunimos en una sesión única y
comparten con Mujerhoy sus retos.
Hay actrices que no solo derrochan encanto, sino que destacan por su talento.
Lo que ya es más raro es encontrar actrices que, además, agreguen un
tercer elemento a la fórmula del éxito: conocer el juego y sus reglas. Úrsula Corberó, Amaia Salamanca y Megan Montaner pertenecen a ese colectivo de elegidas.
Entre otras razones, porque las tres suman centenares de sesiones de rodaje que les han otorgado un buen grado de veteranía. Lo excepcional es que, a pesar de esas tablas, las tres forman parte de una generación de jóvenes actrices a las que aún les queda mucho por ofrecer. Una combinación de experiencia y juventud que han conseguido forjándose una carrera en un medio que ha renacido.
La explosión de la ficción televisiva de calidad ha puesto a sus pies la oportunidad perfecta para despuntar. Esta vez en 'La Embajada', la serie de Antena 3. "En esta profesión no dejas de aprender,
sobre todo de los compañeros, y estar en el mismo plató que Alicia
Borrachero, Tristán Ulloa o Belén Rueda es un sueño para mí", dice Megan Montaner, tras saludar con un impetuoso abrazo a Úrsula Corberó. Amaia se unirá al grupo nada más terminar de grabar.
Horas de rodaje
La experiencia y el plató que llevan encima las tres son impresionantes. Montaner pasó nada menos que 381 episodios interpretando a la partera Pepa Aguirre en 'El Secreto de Puente Viejo', un personaje que, cuenta sorprendida, la ha convertido en una celebridad en Italia. Corberó comenzó a los 13 años, en series autonómicas como Mirall trencat, antes de protagonizar 'Física o química'. Amaia Salamanca, por su parte, encarnó durante 185 episodios a Paula Dejardains en otro hit adolescente, 'Sin miedo a soñar (SMS)',
antes de meterse en la piel de Catalina, en 'Sin tetas no hay paraíso'.
Amaia ya había coincidido con Montaner en 'Gran Hotel', y con Ursula
Corberó en 'Sin tetas no hay paraíso'.
Con quien no se había cruzado nunca profesionalmente, y se alegra de hacerlo ahora, es con Belén Rueda. "Nos invitó a ver el segundo capítulo de la serie en su casa, así que la embajadora hizo de anfitriona en la vida real. Allí hicimos una porra con las cifras de audiencia".
No cuenta quién ganó, pero sí que ha descubierto en Rueda una compañera de la que quiere aprender. "Como persona es genial, muy cercana, natural... Y
como profesional es un pedazo de actriz. Siempre he creído que hay
muchos prejuicios con la gente que empieza en la tele, pero ella me dijo
que no me preocupara. Y tiene razón, ella misma es un buen ejemplo de
alguien que empezó en tele, ganó un Goya y ha seguido haciendo televisión sin que la encasillen", asegura Amaia.
Los inicios de Amaia en la televisión fueron cosa del azar. Estudiaba Derecho cuando se apuntó a una agencia de publicidad. "Siempre se trataba de hacer anuncios o fotos, pero un día me llamaron para una prueba en La Sexta. Nunca creí que me fueran a escoger porque era para una serie. Sin embargo, fui pasando castings hasta llegar a la prueba final. Pagaban 6.000 € al mes,
y para mí, una estudiante de 20 años, era una barbaridad. Así que
decía: "Mamá, no te preocupes que yo con esto hago caja y luego sigo con
los estudios".
Pero los proyectos nunca dejaron de llegar y así ha ido construyendo una carrera que suma una década de éxitos sin renunciar a la maternidad: ha sido madre en dos ocasiones, la última hace solo nueve meses, y está embarazada de su tercer hijo. En su caso, conciliar trabajo y familia no resulta tan complicado.
"Las actrices que tenemos hijos no hacemos nada distinto al resto de las madres. Yo tengo la suerte de contar con ayuda en casa
y hay millones de mujeres que no la tienen. Esas madres sí que hacen
encaje de bolillos", dice justo antes de que llegue un aviso: en cinco
minutos comienza la sesión de fotos y después vuelve el rodaje.
Los pies en la tierra
Para Megan Montaner las cosas han ido más rápido. De pequeña quería ser egiptóloga y después de eso pasó por otra decena de vocaciones. No se planteó ser actriz hasta los 20 años, cuando trabajaba de maquilladora en una televisión local de Huesca, la ciudad donde nació.
Pero cuando se le cruzó la idea por la cabeza, no tardó en decidirse. "Me vine a Madrid e hice un seminario con Cristina Rota; me gustó y dije: "Aquí me quedo".
Siguió estudiando mientras trabajaba como camarera. Pero contrató un
representante, empezó a hacer castings y consiguió su primer papel. De eso hace seis años.
Ha pasado del más absoluto anonimato a que, de vez en cuando, alguna
desconocida la abrace por la calle. Sin embargo, sigue hundiendo bien
los pies en la tierra.
"No entiendo que esta profesión pueda subírsele a alguien a la cabeza. Es un trabajo como otro cualquiera,
no hacemos nada extraordinario. Yo no salvo ninguna vida, así que no
tengo que ir por ahí con el cuello levantado", comenta. A ver las cosas
así de claras le ayudan sus amigos de toda la vida, su chico (el biólogo
Gorka Ortúzar), su hermano y, sobre todo, sus padres, a quienes describe como sus "mayores críticos".
"El día que dicen 'me ha gustado' hago la ola",
comenta esta cinéfila (y también seriéfila) fascinada con la
posibilidad que ofrece esta profesión de cambiar de piel. "Con los años
me voy volviendo más tímida, por eso me cuestan un poco las entrevistas,
porque tengo que ser yo misma".
Y por eso las escenas de cama tampoco son sus preferidas. "Yo no digo ni pío porque entiendo que forma parte de mi profesión, pero me cuestan", reconoce.
Juventud y experiencia
Úrsula Corberó es un torbellino de energía
y advierte que hoy "es peor todavía" porque ha dormido 10 horas. "Los
rodajes a veces tienen muchas horas de trabajo muy intensas, pero te
enganchan", afirma. Por si fuera poco, gracias al trabajo ha conocido a su nueva pareja, el actor argentino Chino Darín (hijo de Ricardo Darín), que interpreta a su novio en La Embajada.
"Sí, me he saltado la regla número uno, pero me alegro de
haberlo hecho", dice tras contar que es la primera vez que encuentra el
amor en un plató. De momento, lleva bien lo de trabajar con su pareja:
"A la vista está que se compatibiliza bien. No estamos para pasarlo mal
en la vida".
A pesar de ser una de las más jóvenes del reparto, lleva más de una década ante las cámaras. "Tuve mucha suerte porque no es fácil que tus padres tengan fe en ti cuando
les dices que quieres ser artista con seis años", recuerda. Su padre,
carpintero, y su madre, comercial, no sabían por dónde empezar, así que
terminaron apuntándola en una agencia.
"Empecé haciendo publicidad
y pasarela para niños y allí conocí a Mario Casas. Luego me empezó a
llamar la interpretación y como era de ideas fijas...", dice riendo. Por
eso la fama no le ha cogido por sorpresa. "Intento ser siempre yo misma. Eso puede ser bueno o malo. Por mi carácter o te caigo muy bien o me quieres pegar un tortazo, porque tengo una energía disparatada, pero nunca he querido renunciar a cómo soy.
Como me dijo Rossy de Palma: "No hagas caso de lo bueno que te dicen, pero tampoco de lo malo.
No hagas caso de nada porque, si estás pendiente de todo, puedes
volverte loca", reflexiona antes de salir del camerino, para
reencontrarse con Úrsula y Megan.
Así son las 'embajadoras'
Amaia
Salamanca (Coslada, Madrid, 1986). Saltó a la fama junto a Miguel Ángel
Silvestre con Sin tetas no hay paraíso. En 10 años ha hecho ocho
series, seis películas y una obra de teatro.
Megan Montaner
(Huesca, 1988). Megan es su nombre real, aunque usa el apellido de su
madre, que es francesa. Durante 380 capítulos interpretó a la partera
Pepa Balmes en El secreto de Puente Viejo, y ha participado en más de 10
series, entre otras Víctor Ros y Gran Hotel.
Úrsula Corberó (Barcelona, 1989). En su currículum figuran 12 series, una decena de películas y una obra de teatro. .
TITULO: 7 DIAS CITAS - NOCHE LARGA - SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO - VIEJUNA,.
La tuya es una pareja 'viejuna' / foto,.
Hablan siembre en plural, son
previsibles, aburridos, "hijocéntricos"... Mientras ser viejo es una
cuestión de edad, ser "viejuno" depende de la actitud. ¿Te reconoces?
Parejas "viejunas" que conjuntan sus
armarios. Él combina su polo azul klein con el bolso de su chica. Ella
se arriesga con un vestido pistacho para no afearle la elección de una
corbata de dudoso gusto.... Todo sea por salir, en perfecta armonía
cromática, a cenar con los amigos de siempre con los que ya hace una
década dejaron de discutir porque se conocen demasiado bien. En cada
encuentro se hacen los mismos chistes, se critica a los mismos cuñados... todo sucede en una coreografía perfecta que ha sido mil veces ensayada y rueda sola.
Ser
una pareja "viejuna" significa vivir en una balsa de aceite densa y
suave donde nunca hay sorpresas. Y sí, digámoslo cuanto antes: ser una
pareja sincronizadamente aburrida. Alcanzar ese estado del alma no tiene
nada que ver con la edad. Se han avistado parejas "viejunas" de solo un
año de antigüedad, que ya son capaces de terminar las frases del otro, o
que aplican la primera persona del plural a cada acto de su vida: "Nos
gustaría terminar este libro, lo tenemos en la mesilla"; "Después de
comer nos tomaremos las pastillas para dormir".
Decíamos que elevarse a la categoría de pareja "viejuna" no era un concepto temporal, sino un estado del alma y
la conciencia que se adquiere a fuerza de repetir comportamientos y de
verse a uno mismo como una pieza de una maquinaria cuasi perfecta: la
pareja que gira en torno a otro eje igual de sólido, los hijos. Una
pareja "viejuna" dedica el 80% de su tiempo a hablar de sus hijos, lo
que no quiere decir necesariamente que dedique todo su tiempo a ellos.
Pero hablar del asunto es un sacerdocio.
No crea, querida lectora,
que soy enemiga del orden o de la sincronía cromática. De hecho, es
posible que haya sido la mitad de una pareja "viejuna", porque nadie está a salvo de este fenómeno que
los anglosajones llaman MAM (middle aged marrieds, matrimonios de
mediana edad), que ahora se considera "la nueva norma". Y hay que
reconocer que, aunque sea una vez en la vida, todos añoramos la
normalidad. Y el aburrimiento.