¡ ATENCION Y OBRAS ! CINE ,.
¡Atención y obras! es un programa semanal que, en La 2, aborda la cultura en su sentido más amplio, con especial atención a las artes escénicas, la música, los viernes a las 20:00 presentado por Cayetana Guillén Cuervo, etc, foto,.
REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - ESPAÑOLES EN EL PAIS DE DONALD TRUMP,.
ESPAÑOLES EN EL PAIS DE DONALD TRUMP,.
Hay quien tiene miedo, quien lo apoya a muerte y quien prefiere darle un margen de confianza. Siete españoles residentes en Estados Unidos analizan cómo ha recibido este país la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. fotos.
EN DENVER
Alicia Barrón: 42 años (Las palmas), profesora
EN MIAMI
Domingo Gándara: 60 años, Padrones (Pontevedra), restaurador
«Me gusta todo de Trump. No tiene tacha. No me cabe duda de que protegerá el planeta con ahínco y que los inmigrantes a los que permita quedarse tendrán los mismos derechos que cualquiera. Sobre su veto a naturales de ciertos países musulmanes, seguro que tiene sus razones de Estado; y en cuanto a tejer lazos con Rusia, será ventajoso para el país. Llevo aquí 33 años, soy republicano, tengo un restaurante en Miami -a las pymes, por cierto, nos bajará impuestos- y es el líder que estaba esperando este país. Eso sí, necesitará de dos mandatos para realizar sus promesas. Yo lo votaré otra vez».EN SILICON VALLEY
Juan Fernández: 37 años (Zaragoza), experto en iluminación
EN ENGLEWOOD, COLORADO
Aroa Mas: 26 años (Valencia), ‘au pair’, estudia dietética
«Llegué este diciembre y, justo cuando preparaba todo para venirme a Colorado, ganó Trump. A mis padres les entró miedo, pero, por suerte, la familia para la que trabajo cuidando a sus hijos es anti-Trump. Mis amigos aquí, que son casi todos de fuera, tienen miedo a viajar y no poder regresar. Acabo de llegar, pero no termino de entender que haya gente que vote a Trump para castigar al sistema y a las élites demócratas. Es algo que se me escapa… Y que le hayan votado mujeres, con lo machista que es, e inmigrantes, con el odio que transmite hacia ellos… Es difícil de creer. ¡Es que es lo peor! Cualquier cosa hubiera sido mejor que Trump».EN SILICON VALLEY
Rafael Carmona: 50 años (Madrid), abogado
«En el ambiente donde me muevo, el rechazo es visceral. La gente se manifiesta contra Trump porque sigue en estado de shock, de negación. No lo acaban de digerir. Yo prefiero ser cauto y darle un margen. Es cierto que ha entrado en la Casa Blanca como elefante en una cacharrería, pero también que enfrentará contrapesos, como ya sucede con los tribunales que han parado su decreto migratorio. Y, oye, que si a la gente no le gusta lo que hace, en cuatro años lo echan. Así es en este país. No es tan dramático. En todo caso, tanto Trump, tanto Trump, ya cansa. Quiere que hablemos de él sin parar y está consiguiendo su objetivo».EN MIAMI
Mercedes Torres: 46 años (Zaragoza), empresaria
«Desde que apareció Trump, prefiero no hablar de política con amigos. Todo es muy enconado y hay mucha gente que se ha destapado; como si hallaran de pronto al referente que esperaban para mostrarse tal como son. Hay muchas razones para estar en contra: su visión de la inmigración y los musulmanes, su proteccionismo -que afectará a mi empresa-, la percepción de que favorecerá sus negocios, las acusaciones de acoso a mujeres… ¡Que me las creo! Yo lo conocí hace años, en fiestas del mundo de la moda, como el cumpleaños de Heidi Klum, y nunca me gustó su ansia por ser siempre el centro de atención».EN SAN FRANCISCO
Patricia Casbas: 32 años, Lorca (Murcia), bioquímica
«Trabajo en una gran farmacéutica en San Francisco, una ciudad muy anti-Trump. Su llegada a la Casa Blanca ha desatado aquí una marea solidaria. Las fachadas de tiendas y casas se han llenado de carteles de apoyo a hispanos, musulmanes, negros, mujeres… y en The Castro, el barrio gay, hay más banderas arcoíris que nunca. En todo caso habrá que ver qué hace Trump de verdad. En campaña dijo que los precios de los fármacos tenían que bajar, pero luego se reunió con los jefes de los grandes laboratorios y, al salir, dijo todo lo contrario. No es tan poderoso como se cree».TITULO: EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - EL EJERCITO Y LOS GILIPOLLAS,.
Foto - Pepito Grillo,.
EL EJERCITO Y LOS GILIPOLLAS,.
Convendría conocer al Ejército español aún mejor de lo que se le conoce. Tiempo hubo en que los cuarteles eran territorios poco abiertos, casi opacos. Sin nada que guardar o que esconder, por cierto. El Ejército era una cosa con olor a habitación antigua, llena de gente respetable, pero anquilosada en tiempos pretéritos. Entrar en estructuras supranacionales con el advenimiento de la Transición democrática supuso una apertura de ventanas y una liberación a las corrientes de aire que sólo ha hecho reportar modernidad y eficacia. Los periodistas más viejos recordamos aquellas recepciones en la Transición en la que todos estábamos pendientes de cualquier gesto de los generales, fuera de disgusto o de desaprobación: inmediatamente le sacábamos interpretación a cualquier mohín. Entonces los generales pesaban mucho. Con el tiempo, las cosas han cambiado tanto que en cualquier recepción real forman parte del paisaje amable de los invitados como uno más, compartimos risas y confidencias livianas, bebemos un vino y celebramos con prudencia las cosas de cada día. Es muy difícil pillar hoy en día a un general en un renuncio: son de una profesionalidad que desactiva a cualquiera, saben hasta dónde pueden llegar y cuál es el límite de las confidencias. Cualquier cargo civil es infinitamente más incontinente que un militar.
Hoy en día, salir licenciado de la Academia Militar de Zaragoza, a la que el estupefaciente alcalde de la ciudad pide «desmilitarizar», supone haber estudiado el equivalente a una dura ingeniería después de una importante criba de acceso. Pero supone, además, salir a la calle con una trascendente y serena idea de España y de la sociedad a la que hay que servir, importando poco las invectivas de cretinos como el mentado anteriormente o como los ignorantes que equiparan Ejército a violencia. Son días estos fáciles para la simpleza, para la reducción infantil de la realidad a escenas supuestamente angelicales: el Ayuntamiento de Barcelona, o alguno de sus iluminados concejales, pusieron la expresión de sustito por el hecho de que pudiera darse un encuentro en plena calle de escolares con militares uniformados, como si la sola visión de estos provocara en los impúberes un espasmo antidemocrático y violento. Diversos colectivos políticos de la provincia de Gerona -yo digo y escribo ‘Gerona’ cuando lo hago en castellano- protestaron y se movilizaron por el hecho concreto de que algunas unidades sitas en tal demarcación procedieran a distintos ejercicios tan inocentes como pasear por el monte. No se trataba de maniobras: las maniobras son otra cosa, simplemente es pasear con una mochila en la espalda y echarse cuerpo a tierra cada equis tiempo. Insospechadamente, como si se tratase de un ejército de ocupación formado por extranjeros, algún alcalde de vómito fácil y otras excrecencias municipales elevaron protestas por lo que consideraban una intolerable invasión. Faltó el célebre Romeva -consejero ‘de exteriores’ de la Generalidad- protestando ante Europa por la «invasión del Ejército español» en tierras catalanas, donde tienen precisamente su acuartelamiento. Una incontrolable colección de cretinos aplaude la decisión de la alcaldesa de Barcelona de manejar fraudulentamente el concepto de la paz e instar a la feria de la ciudad a que no permita la presencia de las Fuerzas Armadas en el Salón de la Infancia y la Juventud, que era una cosa a la que mi tía Marina me llevaba a mí de pequeño y en la que me lo pasaba en grande: se da el caso de que se triplica el stand y los jóvenes barceloneses lo visitan en tropel, no sé si para disgusto de su primera autoridad. Y así hasta la náusea.
El Ejército, los Ejércitos, han sido la infalible muestra de la extraordinaria evolución de la sociedad española. Hombres y mujeres de extraordinaria capacitación garantizan la defensa y otras operatividades de nuestro país. Y sólo le dan miedo a un puñado de gilipollas que esconde tras sus gestos otra intención: cambiar unas Fuerzas Armadas profesionales y extraordinariamente operativas por ejércitos de la Señorita Pepis al servicio de paisitos arrebatados a la soberanía nacional. Por no contar los servicios que a la sociedad civil realizan en medio mundo nuestros militares.
Si es que me da tanta pereza seguir. Qué manera de producir tontos tenemos en España. Más que botellines, que decía el inolvidable Manuel Ramírez y Fernández de Córdoba.
TITULO: Muere un corredor que participaba en una media maratón en Zaragoza,.