EL QUESO CASERIO - Joaquín Prat : «A veces me pierde la boca», fotos.
Joaquín Prat : «A veces me pierde la boca».
El comunicador sustituye a Ana Rosa Quintana al frente del matinal de Telecinco durante las vacaciones de la presentadora.«No me importa trabajar en verano», dice.
- Se vuelve a quedar sin vacaciones veraniegas...
- Tengo cuatro hijos en casa: el bebé, dos preadolescentes y uno adolescente. Para mí, el fin de semana comienza el lunes (risas). Es una locura, porque entre actividades extraescolares y recoger a los niños... Así que no me importa trabajar en verano.
- Segundo año que está solo al frente del programa.
- Pero me divierto mucho, me lo paso muy bien. Lo que más me cuesta de las dos primeras semanas es estar a tope desde las nueve de la mañana, cuando empieza la mesa política. Ya entiendo a Ana cuando llega a la mesa de sociedad a las once y ya no queda otra que bajar los brazos, por el cansancio mental.
- ¿No le apetecía tener un copresentador?
- Te ahorras la labor de cicerone, por decirlo de alguna forma. La máquina está engrasada y así no tienes que hacer la labor de adaptación. A ver, yo estoy encantado de que venga quien quiera venir, pero, insisto, aquí está todo el equipo perfectamente cimentado. Yo al final hago lo que me mandan, y me ha ido muy bien.
- ¿El reto es mejorar los resultados?
- Las audiencias son un tema que, por un lado, no quiero conocer si he perdido; pero si he ganado, me genera una especie de ansiedad. Son la jodienda de los que trabajamos en televisión. A pesar de que se marcha Ana Rosa, que es el referente y el gran reclamo, seguirá funcionando porque los contenidos están por encima de los personajes. Eso va en el sueldo.
- Ya no cambian tanto los contenidos en verano...
- Antes la mesa política duraba menos en verano, había actuaciones musicales... Ahora hay una unidad de acción con la temporada regular, no hay cambios. ¿Para qué vamos a cambiar si somos líderes? Esa es una frase que dice mucho Paolo (Vasile, consejero delegado de Mediaset).
La zona de confort
- ¿Qué tema les está dando más juego?- 'Supervivientes' ha sido un éxito este año y todavía nos queda la final. ¿Quién te hace hoy en día un 28% de 'share' si no es el fútbol? Esta edición está siendo especialmente exitosa y no podemos perderla de vista, así que seguirán pasando sus protagonistas por el plató. También está el tema de Toño Sanchís y Belén Esteban, sobre todo ahora que hay sentencia. El universo pantojil (Isabel Pantoja) siempre funciona...
- ¿No le atrae dar un salto a otro formato?
- Mi carrera siempre ha sido así, poquito a poquito, pero nunca me ha faltado trabajo. Para qué voy a querer hacer algo que me saque de mi zona de confort, los retos a veces son un caramelo envenenado... ¿Si fracasas, qué haces? He visto tantos fichajes estrellados que prefiero quedarme como estoy.
- ¿Algo que mejorar?
- Siempre se pueden mejorar muchas cosas. Yo la crítica siempre la hago conmigo, a veces no tengo un buen día o no estoy afortunado en mis comentarios, pero nunca critico a mis compañeros. Soy muy visceral y a veces me pierde la boca.
- ¿La saga Prat va a continuar en la tele?
- De los tres hijos no biológicos que tengo, uno apunta muchas maneras. El otro es muy pequeño, y tiene mi carácter para lo bueno y para lo malo... Sobre todo, cuando hace alguna trastada. Solo quiero que sean felices y que hagan lo que les apetezca, pero si deciden ser presentadores, que tengan en cuenta que es un oficio con el que hay que casarse.
TITULO: PESADILLA EN LA COCINA - JUEVES -20- JULIO - MONTE HERMOSO Y VAL-VERDE.
PESADILLA EN LA COCINA - JUEVES -20- JULIO:
Pesadilla en la Cocina es un programa de televisión español de telerrealidad culinaria, presentado por el chef Alberto Chicote, emitido habitualmente los jueves a las 22:30 en La Sexta,.
Alberto Chicote con Pesadilla en la cocina recorre los restaurantes de toda España para intentar solucionar los problemas de negocios al borde de la quiebra.
PESADILLA EN LA COCINA. Alberto Chicote se ha convertido en el terror de los cocineros. Su objetivo es reflotar restaurantes en crisis y enseñar, etc.
MONTE HERMOSO Y VAL-VERDE.
Monte-Hermoso y Val-Verde, foto.
Parece que por fin empezamos a reforestar con sensatez y conciencia,.
Está claro que los árboles autóctonos extremeños son los que son: olivo, encina, alcornoque, cerezo, roble, higuera, almendro y castaño. Si hacemos caso a los topónimos, también el avellano, pero nunca el pino y el eucalipto con que se repoblaron nuestros bosques durante la segunda mitad del siglo pasado.
En Las Villuercas, en Las Hurdes, en la campiña de Valencia de Alcántara y en Gata, los incendios marcan época y los nacimientos, los acontecimientos y las pérdidas sucedieron antes o después del incendio famoso de tal o cual año. Cuando voy a esas comarcas, tengo la sensación de que estoy recorriendo un territorio muy expuesto: disfruto del verde de los pinares y de la limpieza de la atmósfera, pero se me encoge el alma pensando en la fragilidad de un medio natural tan bello, pero tan impostado, llegado de fuera, plantado por imposición de grupos de presión de madereras y celulosas que necesitan ganar mucho y pronto y les importa un bledo la sostenibilidad, la naturaleza autóctona y el medio ambiente.
Por el contrario, cuando cruzo bosques inesperados de robles, me convenzo de que si no reforestamos con conciencia y con lógica es porque no nos da la gana. Recientemente, me he encontrado con dos robledales sorprendentes situados fuera de las zonas de sierra habituales del norte de Extremadura. Uno estaba en la llanura, en la zona de Guijo de Coria y Calzadilla. Al principio, creí que se trataba de una pequeña carballeira meramente anecdótica, pero no, era un gran robledal.
Aunque donde me sorprendió gratamente la naturaleza, hasta el punto de provocar emoción, fue recorriendo la perdida y solitaria carretera que une Garciaz con Madroñera, en la comarca de Trujillo. El asfalto cruza la sierra y durante kilómetros se suceden los robledales autóctonos, conformando un paisaje ejemplar del que deberíamos tomar nota para La Siberia, Las Villuercas, Las Hurdes, Gata, Valencia de Alcántara o Tentudía.
Nuestra relación histórica con los árboles es para echarse a llorar. Primero, La Mesta convirtió inmensos bosques mediterráneos de La Serena o del entorno de Cáceres en estepas desoladas. Después, las repoblaciones de pinos y eucaliptos convirtieron los bosques del norte de la región en peligrosas teas a merced de un rayo o de un desalmado.
Solo ahora, afortunadamente, parece que las experiencias desgraciadas nos están haciendo recapacitar y cambian las directrices forestales. Hace unas semanas, en unas jornadas del Club Senior Extremadura, Atanasio Naranjo insinuó que estaba colaborando en la reforestación de las zonas quemadas de Gata con árboles autóctonos capaces de proporcionar frutos y que no ardan como una tea en caso de incendio.
Más allá de Trump y sus veleidades, la lucha contra el cambio climático empieza aquí y ahora, rompiendo con la inercia de la madera fácil y apostando por la paciencia de la madera noble y la cosecha de fruto seco a largo plazo: el roble, el castaño, el avellano o el nogal. Hagamos caso a los topónimos: Casas del Castañar, Perales, Peraleda, Cañaveral, o sea, Monte-Hermoso y Val-Verde.