La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - No hay corazón de las tinieblas , fotos.
No hay corazón de las tinieblas ,.
Hay una cosa trágica de grandes animales muertos en los viejos barcos varados y al filo del desguace, igual que en las hileras de vagones gastados por la intemperie y devastados por el óxido que se ven en las vías muertas junto a la estaciones, en paisajes de edificios de ladrillos en ruinas y cielos cárdenos de atardecer cruzados por cables de alta tensión. Los vagones de carga, los barcos viejos comiidos de herrumbre, los coches de segunda pintados de un gris de posguerra en los que tal vez viajmos durante noches eternas hace muchos años, tienen todo el sobrecogimiento de la decadencia y la destrucción, no suavizado por la dignidad melancólica de las ruinas nobles, de los escombros de un palacio o de una iglesia gótica. La carcasa cóncava de un navío volcado junto a una orilla se parece demasiado a la de una vaca o un caballo muerto al costado de un camino. Pero hay ruinas que aparecen en un puerto o en una esta ción de ferrocarril como despojos sonámbulos, barcos corroídos por el óxido que se hacen a la mar como zombies de barcos y largos convoyes de mercancías que no parecen transportar nada ni ser conducidos por nadie Y cruzan de noche como viniendo de explotaciones mineras perdidas en algún desierto, con un hermetismo de trenes secretos, de horribles trenes nocturnos de prisioneros canuno de campos de exteminio.Hay ahora mismo, en la costa occidental de África, un gran buque trágico que tal vez lleva años condenado al desguace y, sin embargo, continúa navegando por los mares del trópico, un buque fantasma que no puede atracar en ningún puerto, porque no hay ningún país que quiera admitir a los Varios miles de supervivientes, de fugitivos y muertos prematuros que viajan en él, millares de hombres y mujeres de piel oscura y anchos ojos aterrados que han logrado escapar de las matanzas multitudinarias de Liberia para encontrarse ahora arrojados a una desgracia no mucho menos cruel, a una travesía marítima para la que no hay rutas de navegación ni puerto de llegada. Miles de cuerpos arracimados en las cubiertas de chapa candente bajo el sol vertical, hacinados en una asfixia de bodegas oscuras en las que brillarán sus ojos y sus facciones sudorosas igual que en las bodegas de los barcos negreros que siguieron cruzando el Atlántico hasta hace menos de siglo y medio. Es la misma visión, el mismo horror no suavizado por el tiempo, sino dilatado como una epidemia cada vez más letal, como un apocalipsis que se ceba sobre África desde que a los comerciantes europeos y árabes se les despertó la codicia de los metales, de las pieles, de las maderas preciosas, del marfil, de los esclavos.
En las bodegas de ese barco fantasma de muertos en vida, de ese mercante desahuciado cuya mercancía humana es una ciénaga de desesperación y enfermedad, de fiebre y sed y diarrea, lo que viaja es el corazón de las tinieblas, el espanto que vio Joseph Conrad en las siniestras colonias del rey de los belgas, un ciego desastre de explotación y maldad, de respetables libros de cuentas y cuellos atados con cadenas y espaldas desolladas por látigos.
Antes de leer a Joseph Conrad, mi imaginación ignorante y ávida se había alimentado con las novelas racistas de exploraciones africanas que vienen teniendo tanta popularidad desde el siglo XIX. Sin duda muchas de las desgracias de África le vienen de haber despertado tantos sueños y tantos terrores europeos: desde mucho antes de que Julio Veme inventara un vuelo en globo entre Zanzíbar y el golfo de Guinea, África ha sido el destino de un número excesivo de fabulaciones, de desatados sueños de aventura o de enriquecimiento, de evangelización y de búsqueda de ciudades prohibidas, de paraísos terrenales y tesoros ocultos. En mi primera adolescencia yo vivía trastornado por el África de los mapas y la de las novelas, por las aventuras falsas de Alan Quattermain y las no mucho más verdaderas de Burton y Speeke en busca de las fuentes del Nilo y de Henry Morton Stanley siguiendo el rastro del doctor Linvingstone sin otra finalidad que la de obtener unas declaraciones exclusivas. En el cine, África era una transparencia en tecnicolor sobre la cual resaltaban la piel blanca y la melena cobriza de Deborah Kerr y el dandismo fatuo de Stewart Granger, que ejercía una he roicidad basada sobre todo en la indumentaria y en la disponibilidad ilimitada de los porteadores negros para caerse despeñados por los desfiladeros o sucumbir a los ataques de las fieras carnívoras y de las tribus hostiles. Uno crecía, se iba haciendo cinéfilo, y de Las minas del rey Salomón progresaba hacia Mogambo, y del delicado erotismo en blanco y negro de Maureen O'Sullivan a las opulencias en cinemascope de Ava Gardner, pero Clark Gable era igual de fantasma que Stewart Granger y los africanos seguían dividiéndose en porteadores dóciles y feroces nativos sin civilizar.
De niño yo oía vagas noticias sobre la guerra del Congo, sobre terroristas Mau Mau que acechaban a los europeos en la oscuridad densa de la selva y los degollaban con una silenciosa eficacia de leopardos. Pero luego África pareció que de jaba de existir porque ya no era el destino de los sueños de nadie, y sólo en los últimos años ha vuelto a los noticiarios y a las imaginaciones, despojada del prestigio de las aventuras y de los tesoros, convertida en un apocalipsis de miseria y de sangre del que los occidentales tendemos a apartar los ojos igual que de las llagas o la mutila ción horrible de un mendigo. Como un islote de acantilados y grutas de chatarra, ese buque de los fugitivos continuará tal vez en los próximos días su viaje sin destino. Pero África entera es cada vez más un inmenso barco desahuciado donde se hacinan y se pisan víctimas futuras a las que nadie ofrece piedad ni refugio, un continente fantasma donde ya no hay lugar para las mentiras de la literatura y del cine porque su única realidad diaria es el infierno.
TITULO: RADIO - TELEVISION - La casa de las piedras preciosas,.
RADIO - TELEVISION - La casa de las piedras preciosas, fotos.
La casa de las piedras preciosas,.
Nuestra profunda conexión con el universo implica relacionarnos con los elementos que, como nosotros, lo pueblan. Entre todos los entes con los que compartimos este singular planeta, las piedras y minerales que habitan sus entrañas han sido usados desde tiempos inmemoriales por reyes, magos, chamanes, adivinos y otros poderosos con distintos fines, y han sido elegidos por su rareza y hermosura.
Independientemente de los poderes metafísicos que hemos atribuido a los minerales (energéticos, mágicos, psíquicos, rituales o curativos), éstos habitan el imaginario de los hombres como símbolos, brillantes tesoros rodeados de historias y mitos, pedazos de nuestro planeta en los que hemos depositado nuestras más puras fantasías y metáforas, y es por esta razón que a todas luces pueden llamarse mágicos.
A continuación una pequeña lista de piedras y gemas que tienen singulares historias que contar…
Obsidiana
Tallado desde hace miles de años y en casi todas las culturas del mundo, este vidrio volcánico ha sido convertido en espejos, dagas, espadas, platos y artículos ornamentales de toda clase. Por su uso durante las guerras, esta piedra tenía simbolismos bélicos en las culturas mesoamericanas. Su imponente y misteriosa negrura (tal vez) la han convertido en un amuleto de protección.
Piedra de luna
Los romanos creían que esta piedra capturaba los rayos de la Luna en su interior, y de ahí su nombre y uso en ornamentos (además de su asociación, tanto en la cultura griega como en la latina, con deidades lunares femeninas). Ha sido utilizada como una piedra, profundamente femenina, para comunicarse con los dioses, y como acompañante de ritos adivinatorios.
Jade
Su intenso color la hace una de las piedras más usadas en la creación de joyería, y la etimología de su nombre (ilia, “entrañas” en latín) la relaciona con los riñones, pues antiguamente fue utilizada para tratar males en estos órganos. Además, el jade se usó con fines ceremoniales y también decorativos en las civilizaciones china, india, olmeca y maya. Actualmente se utiliza como amuleto para atraer la buena fortuna, la prosperidad y la abundancia.
Turquesa
Extremadamente valiosa por su rareza y hermoso color, su nombre proviene de Turquía, lugar desde donde era llevada a Europa en tiempos remotos. Por su parte, los aztecas la llamaron chalchihuitl, palabra que podría traducirse como “la que ha sido perforada” (pues así era usada en su joyería). En tiempos más modernos, la turquesa es una piedra utilizada por clarividentes y en rituales adivinatorios.
Amatista
Este cuarzo de tonos morados es usado como amuleto de protección y también favorece la meditación. Su nombre es el resultado de un mito griego: Dionysos, dios del vino y el desenfreno, se enamoró de la doncella llamada Amethystos, pero ella deseaba mantenerse casta; para ayudarla, la diosa Artemisa la transformó en una piedra blanca. Dionysos, humillado, vertió entonces vino sobre la piedra, que tomó el color morado que tiene hasta el día de hoy.
Zafiro
Piedra de la intuición y la comunicación con el mundo espiritual, su rareza, su azul profundo (aunque también existen zafiros amarillos, rosas y anaranjados) y espectacular brillo la hacen uno de los minerales más valiosos del mundo. Es la gema del mes de septiembre y fue asociada, en el mundo latino, con el planeta Saturno.
Rubí
Piedra del amor y la valentía, afrodisíaca por antonomasia, la presencia de hierro y cromo en este valioso mineral es responsable de su hipnotizante color rojo (también producto de procesos químicos de oxidación). Así, no es una casualidad que el nombre de este mineral venga del latín ruber, que significa “rojo”. En algunas culturas de Asia, los rubíes eran usados para decorar armaduras, vainas de espadas y se colocaban, en ocasiones, en los cimientos de los edificios para asegurar su futuro y resistencia.
Ópalo
Se trata de una de las piedras (clasificada como mineraloide, no mineral) más bellas por los hermosos colores tornasol que ostenta, generados por su capacidad de difracción de la luz. Su nombre, según los expertos, hace referencia a Ops, esposa de Saturno y diosa de la fertilidad en la mitología griega; otros sostienen que su nombre deriva de la palabra griega que en español resultaría en la voz “opaco”, una característica del ópalo. En la Edad Media era usada como amuleto para la buena fortuna, porque se creía que contenía las virtudes de todas las demás gemas. En épocas más recientes se ha utilizado como generadora de creatividad e inspiración.
Esmeralda
Su rango de color va del verde amarillento al verde azulado, y es considerada la piedra de la intuición, el amor y la abundancia. La esmeralda es una de las gemas más valiosas y reverenciadas. De acuerdo con una leyenda, tras sus viajes por América, Hernán Cortés volvió con una gran cantidad de esmeraldas a Europa. Una de ellas fue tallada con la cita bíblica Natos Mulierum non surrexit maior (“Entre aquellos nacidos de mujer, no se ha levantado otro mayor”) a petición de Cortés; para muchos cercanos al conquistador, el sacrilegio de marcar una piedra tan hermosa causó las derrotas de Cortés e incluso la muerte del rey Carlos IX de Francia.
Diamante
El diamante, tal vez la piedra más valiosa y también la más dura, tiene también el nombre más bello del mundo. La palabra adamant, voz griega de la que nace su nombre, significa “irrompible”, “incorruptible” o “no conquistable”. En la Edad Media los diamantes eran considerados las lágrimas de los dioses, y por eso fueron amuletos para la buena fortuna en las guerras. Esta piedra es hasta hoy considerada un objeto que, además de ser uno de los ornamentos más lujosos del mundo dotado de múltiples simbolismos, favorece la claridad mental y la iluminación espiritual, una que se asemeja a lo prístino de su apariencia.
TITULO: LIGA FUTBOL - BARCELONA -3- BETIS -4-,.
Resultado Final - BARCELONA -3- BETIS -4-, foto.
El Betis da la sorpresa y golea al Barça en el Camp Nou,.
El partido fue frenético aunque los sevillanos siempre mandaron en el marcador,.
El
Betis asaltó este domingo el Camp Nou en una exhibición ofensiva (3-4)
que descolocó al Barcelona, que a pesar de la derrota como local se
mantiene como líder de LaLiga Santander pero con menos margen de puntos.
Tras
un primer tiempo en el que el Betis dominó y se avanzó con los goles de
Junior (min.20) y Joaquín (min.34), el Barcelona se acercó al Betis con
un tanto de penalti de Messi (min.68), pero tres minutos después Lo
Celso, aprovechándose de un error de Ter Stegen, volvió a tomar la
iniciativa.
En
el minuto 79, Arturo Vidal daba esperanzas al Barcelona, que con un
jugador menos por la expulsión de Rakitic, veía como Sergio Canales
hacía el 2-4 en el minuto 82. En el tiempo añadido, Messi marcaría el
tercero para los azulgranas.