TITULO: A
vivir que son dos días - A vivir - Cadena SER - Culturas 2 - Jorge Fernández Díaz - Un gobierno al que se le escapa la tortuga ,.
A vivir que son dos días - A vivir - Cadena SER,.
Escucha 'A vivir', con Javier del Pino, el programa líder de las mañanas del fin de semana en la Cadena SER.
Jorge Fernández Díaz - Un gobierno al que se le escapa la tortuga ,.

foto / Jorge Fernández Díaz,.
La máquina libertaria de vapulear personas y
defender lo indefendible se enfocó durante estos meses en cualquier
persona que señalara los déficits gemelos del Gobierno: la gestión y la
política. Ya saben: colectivistas, golpistas, cucarachas, ensobrados,
viejos meados o simplemente necios: no la ven. Hasta que de pronto los
hermanos Milei la vieron, arrojaron al jefe de los ministros por la
ventana y colocaron en la cabina a un veterano con la misión de ordenar
la casa destartalada, ineficiente y semivacía —se calcula que todavía no
nombraron a unos 1.500 funcionarios relevantes—, con el objetivo de que
no se les vuelva a escapar la tortuga (como el día en que dejaron sin
gas a la Argentina y tuvieron que ir corriendo a pedirle al “comunista”
Lula Da Silva que los salvara del caos, o cuando se dieron cuenta de que
tenían olvidadas y arrumbadas toneladas de alimentos para desposeídos
en situación de extrema emergencia) y con la meta de animar mientras
tanto el diálogo con el “nido de ratas”, donde están cifradas algunas
cosas menores, como la reforma económica, la confianza de los inversores
y la gobernabilidad. El veterano en cuestión, que tampoco es un
especialista en administrar la cosa pública, fue bastante sincero: el
Presidente “no entiende la política argentina”. Esto, que podría ser una
boutade o una grave denuncia, es en verdad una jactancia: para el
ungido, que jamás se ensucia las manos, esa materia es turbia y tediosa;
hay que colocar su imagen lo más lejos posible de ella. Ahora que
comienzan a asumir su propia crisis gestionaria y a reconfigurar en
parte el “gobierno revolucionario”, podrían pedir disculpas a sus
críticos zarandeados, pero no lo harán porque estos muchachos —como los
de antes, como los de siempre— se las saben todas. El actual temple
esperanzador de las víctimas sufrientes del pasado disimula por el
momento las notables trastadas del presente. Una advertencia: los
errores administrativos se suceden a tal velocidad que, de no tomar el
toro por las astas, éstos podrían acabar con la luna miel. El desdén por
el Estado los ha conducido a subestimar su gerenciamiento y a empeorar
sus prestaciones: el Presidente debería tener mucho cuidado de no ser
más anarco que capitalista.
"En
política, sucede al revés que en la vida privada: hay que cuidarse de
las plegarias desatendidas, puesto que éstas crean al tiempo impiadosos
verdugos con alfanjes afilados"
Todo eso no modifica, sin embargo, el contexto: el ciclón de votos
dejó a todos sus competidores confundidos y en falsa escuadra. Está
claro que ninguna de las otras fuerzas políticas leyó muy bien las
nuevas demandas sociales, acaso porque las miraba desde una identidad
rígida o un prejuicio ideológico. Fenómeno que se registra también en la
Europa culta y experimentada, donde el centrismo se niega a comprender
que la creciente preocupación por la inmigración descontrolada no es un
mero signo de xenofobia o “una preocupación de la derecha”, salvo porque
le han regalado precisamente a ésta semejante insumo para que lo
transformara en rentable bandera. Néstor Kirchner sabía que para
gobernar era imprescindible aguzar los sentidos, estirarse al máximo
para que la pelota no entrara y flexibilizar posiciones para no cederle
causas novedosas al enemigo. Fue así como desoyó la relativización
progre del drama de la inseguridad y se abrazó a los requerimientos de
Juan Carlos Blumberg; su viuda, en cambio, quedó amarrada a las teorías
de Zaffaroni y se desentendió de un problema real con el que sus
adversarios fabricaron sus más eficaces catapultas. El peronismo de
izquierda cedió también la lucha contra la inflación y contra el cepo, y
se deshizo del carácter productivista para quedar enredado en el
quebranto de un estatismo inepto y un pobrismo estéril. También
combatió, como si su reloj se hubiera detenido en 1945, el
“individualismo”, o dicho de otro modo: la autonomía y la
autorrealización, y el emprendorismo que los consagra, sin discernir que
esa clase de libertad constituye la religión laica del siglo XXI. En
política, sucede al revés que en la vida privada: hay que cuidarse de
las plegarias desatendidas, puesto que éstas crean al tiempo impiadosos
verdugos con alfanjes afilados. Las encuestas demuestran que muchísimos
jóvenes se volvieron mileístas y enemigos de la cultura woke: no
advirtió el progresismo argento, con sus adoctrinamientos y su agresiva
teoría de género, y sus excesos y cancelaciones de moda, que colocaban
en el banquillo de los acusados a cientos de miles de varones inocentes,
y no tuvieron la inteligencia luego de integrarlos a una virtuosa
campaña feminista en un rol que no fuera el de ofrecerse como simples
sospechosos y blancos fijos. La ideologitis y el militantismo, que
resultan dos inflamaciones de las ideas y de las nobles militancias, son
culpables de algunas de estos ingredientes con los que la nueva derecha
cocinó a fuego lento su guiso espeso y venenoso.
Pero tal vez la herida que más duele en el sensible cuerpo de los
compañeros perdidosos sea el sesgo plebeyo que revela el voto a Javier
Milei. Uno de los activos más valorados por los peronismos de todas las
épocas, es el de presuntamente representar a los sectores más humildes y
recoger de ellos la “conciencia popular”, escudo protector contra
cualquier cuestionamiento ético u operativo. Como “el pueblo nunca se
equivoca”, cuando éste muda bruscamente de monta, el militante tiende a
culparse de ceguera política y a revisar su sistema de creencias: nadie
quiere quedar afuera de un nuevo 17 de octubre. Los replanteos
intelectuales en que están sumidos hoy no se detienen ni siquiera en una
hipotética catástrofe de Milei; presienten que el asunto a estudiar es
justamente esa metamorfosis profunda del cuerpo social que lo entronizó y
que lo sobrevivirá. ¿Qué debería hacer el peronismo frente a esa nueva
sociología? That is the question.
"Para huir del Polo Sur el pueblo argento aceptó marchar hacia el Polo Norte, ignorando otros destinos intermedios y más amables"
También comienza a revisarse el estatismo cerril que emergió en la
“década ganada”, y es ahí donde el candidato prematuro Axel Kicillof
—acaso advertido de que no debe radicalizarse sino ir en busca del
centro como hizo el PT para destronar a Bolsonaro— tiene serias
dificultades, puesto que es paradigma de lo que ya no funciona, sigue
incrementando la burocracia bonaerense y formulando propuestas de mayor
gasto público, y además ofrece un flanco muy débil: cada semana llegan
noticias de su ya legendaria mala praxis y provienen de los tribunales
de Estados Unidos, donde el fondo Burford busca embargar activos o tomar
la propiedad del 51% de YPF, o en su defecto depredar las reservas del
Banco Central para quedarse con 16.000 millones de dólares. Kicillof lo
hizo, y contra ese yerro imperdonable no hay verso emancipador que valga
ni promesa de buena pericia que sea verosímil. El resto del peronismo
observa el panorama desde el puente y emite señales de desazón y
perplejidad; el radicalismo no está mejor: carece de un liderazgo
nacional competitivo, sus votantes han decidido bancar por ahora la
peripecia de Milei y se ha ido reduciendo el sector que lo sostenía: la
clase media, no como cultura aspiracional (sigue siendo masiva), sino
como realidad concreta y mensurable. Algo similar le ha sucedido al
sindicalismo: se le ha evaporado mucha de su clientela. ¿Encarnan los
radicales una opción centrista y reparadora a futuro; pueden aspirar a
algo más que a manejar distritos importantes? ¿Qué es ser radical y qué
es ser peronista después de la implosión del sistema? ¿Y quién apuesta
hoy un dólar por la sobrevida del PRO, luego de que sus patitos se hayan
puesto en fuga y sus líderes queden atados definitivamente al buque del
mileísmo? En los hechos, los amarillos tienden a ser fagocitados por la
derecha stone porque han olvidado su vieja patria republicana y
desarrollista con balcones centristas a la calle, para entregarse a una
aventura cerrada y conducida por una secta ideológica y por una diarquía
desconfiada. Nada es lo que fue, puesto que para huir del Polo Sur el
pueblo argento aceptó marchar hacia el Polo Norte, ignorando otros
destinos intermedios y más amables. “Es muy fuerte la correntada, pero
lo más probable es que no pasemos de una noche blanca a otra, sino que
nos detengamos al final muy cerca del Trópico, donde hace calorcito todo
el año”, afirma uno de los más optimistas. Flota en el aire que el
ungido tiene lo que casi nadie: buena estrella y buena fortuna. No se
puede refutar esa superstición; tampoco la certeza de que carece de
orden mental y la necesaria obsesión por gerenciar el día a día. Cuidado
porque, al revés que los diamantes, la suerte y la paciencia no son
eternas.
TITULO: LA
BRUJULA ONDA CERO - La Linterna La Cope - Sánchez lleva al PSOE al límite y solo una minoría cree ya que continuará ,.
LA BRUJULA ONDA CERO,.
La Brújula es un programa de radio de la emisora española Onda Cero, presentado y dirigido por David del Cura.
Es el tercer espacio en audiencia en la franja nocturna,
retransmitiéndose entre las 20 y las 24 horas, tiempo que dedica a un
análisis de la actualidad, el deporte, la economía (con el espacio
denominado La Brújula de la Economía) y el debate político., etc,.
La Linterna La Cope ,.
'La Linterna' es el programa de radio informativo, político y económico, cultural y de debate nocturno de la Cadena COPE. Dirigido y presentado desde 2009 por Ángel Expósito, se emite de lunes a viernes de 19:00 a 23:30 horas, correspondiendo la última hora de los viernes a 'La Linterna de la Iglesia', dirigida y presentada por Faustino Catalina,.
Sánchez lleva al PSOE al límite y solo una minoría cree ya que continuará,.
ABC contacta con 48 dirigentes de todo el país. La incertidumbre es la norma y solo 7 de ellos creen que sigue,.

foto / Pedro Sánchez de espalda,.
En el partido anida un sentimiento de desafección y se asume que el golpe de efecto sería continuar, pero con costes,.
El PSOE espera el veredicto de Sánchez sumido en la desazón:
"¿Cómo es posible que nadie hiciera nada para evitar esto?"". Ay,
pobres, qué sería de ellos sin su puto amo. "Sánchez comparece hoy en La
Moncloa para hacer pública la decisión que ha tomado tras estos días en
los que el país se ha sumido en un letargo". Bueno, a nivel político,
porque la peña en realidad ha seguido con sus vidas sin ningún problema.
Lo malo vendrá ahora, porque los Kinchner españoles han dado un golpe
de Estado. Jueces inhabilitados, medios cerrados. Eso es lo que piden
los Sánchez- Gómez y sus comandos Instxaurrondos. "El juez que investiga a la esposa de Sánchez, víctima de una campaña de acoso:
"Que le llegue pronto su San Martín"", cuenta Ángela Martialay. Hoy,
Sánchez, anunciará oficialmente que España es una dictadura.
"Él
ha montado todo este número para seguir, para convocar a sus fieles en
torno a Ferraz, una calle estrecha donde unos pocos miles lucen más que
en la Plaza de Oriente que siempre llenaban los manifestantes cuando los
convocaba Franco", dice Santiago González.
Dice Federico Jiménez Losantos que
"los Kirchner han sido peores, y los Sánchez-Gómez se parecen a los K.
De ellos, vía Garzón, han copiado el lawfare, los «bulos y calumnias», y
la conjura de jueces fachos, periodistas y políticos de oposición, a
los que injurian personalmente".
"Con mayoría parlamentaria asegurada, se quedaría a triturar jueces y medios. Sin la Ley de Amnistía no la tiene, así que se quita de en medio, echa al PSOE al monte y a la Brigada Intxaurrondo a cazar periodistas.
¿La democracia? En Don Juan: «Imposible la hais dejado, para vos y para
mí». Pero su Comando Papel seguirá disparando a medios, jueces y
oposición. Tras el padre, madre, hermano y novio de Ayuso, injuriados
por Sánchez, la SER ataca a la hija del juez. Delito: concejal del PP,
ir a un acto de la APM". Esto es lo que nos espera.
Maite Rico dice que "Sánchez comparte el caudillismo populista de
López Obrador y el narcisismo enfermizo de Donald Trump. Cuando no les
salen bien las cosas, cuando quieren evitar la rendición de cuentas,
recurren a la vieja táctica de los autócratas: victimizarse, apelar a
las masas y polarizar. Sánchez lanza aspavientos epistolares y el PSOE
le organiza romerías de plañideras, encabezadas por «periodistas» que
impugnan el oficio, cineastas alborotados, intelectuales orgánicos y
militantes acarreados (dicen en México) en autocares. La cartelería para
la ocasión, por cierto, es de una abracadabrante estética falangista".
"Estamos entrando en un juego muy peligroso.
El Gobierno azuza el guerracivilismo y hostiga a los medios que
informan sobre el caso Begoña. El Confidencial sufre ataques
informáticos. El juez que lo admite a trámite recibe amenazas. ¿Vale la
pena que Pedro siga? Para nuestra democracia, desde luego que no". Si no
se va, se acabó la democracia. Acabaremos todos en la cárcel o
exiliados.
Raúl
del Pozo dice que "el sábado, en Ferraz, el Partido Socialista, en
honor de su líder, como si fuera el Cristo de Medinaceli, y de su esposa
organizó un fervorín y se presentó como el único que puede
garantizar la democracia, acusando a la derecha de embarrar el debate".
Absolutamente patético y antidemocrático.
"La
política en España es un combate de injurias y gana el que es mejor con
la propaganda, y en eso el mejor es el PSOE. Lo demostró el sábado en
Ferraz presentándose demagógicamente como el único garante de la
democracia". "Se han presentado como salvadores de la democracia aunque
la hayan herido, y fue un acierto que los barones se abrazaran con los
militantes. Y tuvieron el cuajo de gritar, los que han pactado con la
reacción nacionalista y han mentido tanto, que pararán el odio, la
mentira y la caverna". Nunca hubiéramos pensado que llegaríamos a vivir
lo que estamos viviendo.
El País
"Incertidumbre total ante el silencio de Pedro Sánchez sobre su decisión". Parece
que depende de Begoña. "Encerrado con su esposa y sus hijas durante
cinco largos días en La Moncloa, Pedro Sánchez no ha querido compartir
con nadie más el proceso de su decisión. No hay reuniones, no hay
despachos ordinarios, no atiende a colaboradores. Solo contesta a
mensajes, de forma cariñosa, agradeciendo el apoyo. Y ha dado pruebas de
que le emocionó lo que se vivió el sábado en la calle Ferraz, según
algunos dirigentes. Pero todo son respuestas muy escuetas, sin dar
pistas sobre su decisión". El mundo en vilo pendiente del Amado Líder.
"Crece la hipótesis de que Sánchez va a seguir.
Otra cosa es cómo lo justificaría, qué giro tendría que hacer para
explicar este proceso de reflexión de cinco días que ha tenido en shock
no solo al PSOE, sino a buena parte del país". No tiene nada que
justificar. Me quedo porque mis súbditos me lo han suplicado como buenos
siervos.
Martín Caparrós dice que "este lunes es un día especial,
o debiera serlo: un hombre va a decir si renuncia a su puesto de
trabajo, un hombre va a decir si prefiere conservar el empleo más
importante del país —¿después del Rey?— o prefiere conservar la
tranquilidad de su familia". ¿Pero en qué país viven los socialistas?
"Este lunes es el Día de Sánchez. Que se enfrenta a las consecuencias
poco halagüeñas de su propia decisión: o dice que sigue y queda como un
caprichoso sin sustancia o dice que se baja y queda como un débil que
pone a su país, decíamos, en un aprieto grave". Un caprichoso sin
sustancia, muy buena definición.
"Yo
creo que su única salida sería una entrada fuerte: proclamar que se
queda para asegurar que lo que les ha pasado a él y a su señora —y a
tantos otros— no pueda pasar más", dice sin menciona a Díaz Ayuso. "Y
que, para eso, lanzará una campaña seria y decidida, bien articulada,
para sanear la justicia española". Que dé un golpe de Estado como le
pide el Comando Intxaurrondo.
"Sánchez lleva al PSOE al límite y solo una minoría cree ya que continuará".
Por Dios, que tío tan pesado. "El partido la aceptará, sea la que sea.
Pero empieza a extenderse el sentir de que cualquier decisión traerá
consigo heridas de difícil cicatrización. Incluso en el caso de su
continuidad, que vendría seguida de un enorme júbilo, comienza a
identificarse una sensación de incomodidad con las formas del
presidente. Siempre al límite". Vaya, a ver si la pataleta de Pedrito
les despierta las neuronas.
"El
órdago planteado a la ciudadanía es de tal magnitud que Sánchez no
puede comparecer hoy como si no hubiera pasado nada", dice el editorial.
" Si decide continuar, deberá explicar muy bien qué es lo que le llevó a
amenazar con renunciar a su cargo y qué le hizo pensar que ser
presidente del Gobierno de España ya no merecía la pena. Si continúa,
tiene que extenderse sobre las condiciones en que lo hace, y confesar si
sigue pensando que hay una «constelación de cabeceras
ultraconservadoras» que participan de una «operación de acoso y derribo»
en su contra".
"Independientemente
de lo que anuncie en su comparecencia ante la opinión pública, el daño
que Pedro Sánchez ha infligido al país ya es irreparable". Después de
gobernar como un déspota, "su penúltimo acto político ha sido reclamar
la atención de todos los españoles por la vía de someterlos a un
suspense inaceptable en una democracia europea, donde se supone que la
previsibilidad de la conducta del Estado debe ser un requisito
irrenunciable y donde se espera de un jefe del Ejecutivo la
responsabilidad de no enfrentar a la ciudadanía, de no cargar contra el
Poder Judicial, de no criminalizar a la prensa libre y, en definitiva,
de actuar como nexo de unión de la sociedad, no como disolvente de todo
consenso cívico y político". Todo lo contrario que Sánchez, el niñato
irresponsable.
Ignacio
Camacho dice que "el presidente ha sido proclamado mártir y con o sin
él, con o sin primarias, con la investidura de un sucesor designado o
con un adelanto de elecciones generales, la izquierda y sus socios van a
lanzarse en tromba al ataque contra los sectores que ha señalado como
responsables de este supuesto sabotaje. Y en primera línea, los medios
de comunicación y los jueces –ojo a la reforma de la instrucción para
otorgársela a los fiscales–, declarados oficialmente enemigos
irreconciliables. De una crisis así sólo se puede salir, si se sale, con
una desesperada fuga hacia adelante".
Para
José Peláez, "por el bien de todos, espero que se vaya. Y que se
recupere. En ese orden. Me preocupa más el PSOE que deja. Cuesta creer
que el partido que una vez modernizó España se haya convertido en esta
caricatura iliberal, inculta y fascistoide". Ya ves.
"Sánchez
instala al PSOE en el populismo". En el fascismo, diría yo. El fin de
semana parecían norcoreanos o nazis. "El PSOE ha roto con la tradición
socialdemócrata sistémica para derivar hacia un modelo de partido
personalista, con un liderazgo tan acusado y cercano al cesarismo que no
tiene precedente en los referentes europeos. Una mutación histórica,
con respecto a su cultura más racional y mucho menos plebiscitaria de lo
que se ha visto este fin de semana. Y el problema es que esta deriva
tiene muy difícil marcha atrás para los futuros liderazgos del partido".
Marhuenda dice que "el caudillo populista
sigue encerrado en su castillo meditando su futuro. Creo que a estas
alturas nadie se puede sentir ofendido por utilizar los términos
caudillo y populista, porque los ha confirmado con su decisión de
anunciar que se tomaba unos días para reflexionar sobre si sigue o no
como presidente del Gobierno".
"Nadie sabe si seguirá o renunciará, pero ha montado un follón
monumental, así como un acoso insólito contra los medios de comunicación
que no le apoyan y la independencia del Poder Judicial". En todo caso,
en una sabremos si Pedro se queda o se va. A ver qué decide Begoña. Si
se queda, ya sabemos las consecuencias. Tendrá que ser impunidad para él
y su esposa.
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