miércoles, 5 de noviembre de 2025

El paisano - Viernes - 14 - Noviembre - Arroyomolinos de León (Huelva) ,. / HOSPITAL - Salud - Un robot muestra que algún día las máquinas pueden sustituir a los cirujanos humanos ,./ VACACIONES - EUROPA DE PELICULA - Capadocia, qué ver en el paisaje lunar de Turquía ,. / VUELTA AL COLE - Caravana educativa - Alcalá de Henares ,. / EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - En la tuya o en la mía - Miercoles - 12 - Noviembre - Karen Hao ,. / EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - viernes - 14 - Noviembre - Isabel Coixet - Hija del volcán ,.

 

 TITULO: El paisano - Viernes - 14 - Noviembre - Arroyomolinos de León (Huelva),.

Viernes - 14 - Noviembre  a las 22:10 horas en La 1 , foto,.

 Arroyomolinos de León (Huelva),.

 Arroyomolinos de León – holapueblo

Alma Farinelli, con 44 años, es de Buenos Aires y decidió cambiar de vida tras la pandemia. Quería criar a sus hijos en un lugar más seguro y con mayor libertad de lo que la capital de Argentina le estaba brindando. Ella siempre se ha dedicado a la producción de eventos culturales y un pueblo de Andalucía en el que vivir y desarrollar su profesión. Gracias a un programa de repoblación conoció Arroyomolinos de León.

Este lugar la acogió plenamente como migrante, le facilitó la integración y el sentimiento de pertenencia. Aquí decidió emprender y ha logrado demostrar que lo que ella hace, proyectos culturales y tecnológicos -como la impresión 3D-, puede desarrollarse desde un pueblo pequeño.

TITULO: HOSPITAL - Salud - Un robot muestra que algún día las máquinas pueden sustituir a los cirujanos humanos  ,.

Un robot muestra que algún día las máquinas pueden sustituir a los cirujanos humanos,.

 

foto - El nuevo sistema, que combina IA generativa y aprendizaje automático, ha realizado con un 100% de precisión algunas de las tareas quirúrgicas necesarias para extirpar vesículas de cerdo.

El nuevo sistema, que combina IA generativa y aprendizaje automático, ha realizado con un 100% de precisión algunas de las tareas quirúrgicas necesarias para extirpar vesículas de cerdo,.

Hace casi cuatro décadas, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA) y la NASA comenzaron a impulsar proyectos que hiciesen posible realizar cirugías a distancia, en el campo de batalla o en el espacio. De aquellos esfuerzos iniciales surgieron sistemas robóticos quirúrgicos como Da Vinci, que funcionan como una extensión del cirujano y le permiten realizar intervenciones poco invasivas con controles remotos y visión en tres dimensiones. Pero eso sigue siendo un humano utilizando una sofisticada herramienta. Ahora, la incorporación de la inteligencia artificial generativa y el aprendizaje automático al control de sistemas como Da Vinci comienzan a hacer imaginable la aparición de robots cirujanos autónomos.

Este miércoles la revista Science Robotics publica los resultados de un estudio realizado por investigadores de las universidades Johns Hopkins y Stanford en el que presentan un sistema capaz de realizar de forma autónoma varios de los pasos de una cirugía, aprendiendo de vídeos de humanos operando y recibiendo órdenes con lenguaje natural, como lo haría un médico en prácticas. 

 

Como en el aprendizaje de un humano, el grupo de científicos ha ido incorporando a su formación pasos necesarios para completar una cirugía. El año pasado, el equipo de la Johns Hopkins, liderado por Axel Krieger, entrenó al robot para hacer tres tareas quirúrgicas básicas: manejar una aguja, elevar tejido corporal y suturar. Este entrenamiento se realizó a través de la imitación y de un sistema de aprendizaje automático parecido al que utiliza ChatGPT, pero sustituyendo las palabras y el texto por un lenguaje robótico que traduce a matemáticas los ángulos del movimiento de la máquina.

En el nuevo experimento, dos cirujanos humanos experimentados realizaron demostraciones de cirugías de extirpación de la vesícula biliar en tejidos de cerdo fuera del animal. Se utilizaron 34 vesículas para recoger 17 horas de datos y 16.000 trayectorias que sirvieron a la máquina para aprender. Después, los robots, sin intervención humana y con ocho vesículas que no habían visto previamente, fueron capaces de realizar con una precisión del 100% algunas de las 17 tareas necesarias para extirpar ese órgano, como identificar ciertos conductos y arterias, sujetarlos con precisión, colocar clips de forma estratégica y cortar con tijeras. Durante los experimentos, el modelo fue capaz de corregir sus propios errores y de adaptarse a situaciones imprevistas.

En 2022, este mismo equipo realizó la primera cirugía robótica autónoma en un animal vivo: una laparoscopia en un cerdo. Pero ese robot necesitó que el tejido tuviese marcas especiales, dentro de un entorno controlado y siguiendo un plan quirúrgico establecido. En una nota de su institución, Krieger dijo que fue como enseñar a un robot a conducir por una ruta cuidadosamente trazada. El nuevo experimento que acaba de presentar sería —para el robot— como conducir por una carretera que no conocía a partir de, solamente, un aprendizaje general de cómo se maneja un coche.

José Granell, jefe del departamento de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello del Hospital Universitario HLA Moncloa, y profesor de la Universidad Europea de Madrid, considera que el trabajo del equipo de la Johns Hopkins “empieza a entrar en algo que se acerca a una cirugía real”. “El problema de la cirugía robótica de tejido blando es que la biología tiene mucha variabilidad intrínseca, y, aunque conozcas la técnica, en el mundo real hay muchos escenarios posibles”, explica Granell. “Pedirle a un robot que labre un hueso es fácil, pero en un tejido blando, todo es más difícil, porque se mueve, es impredecible saber cómo va a reaccionar cuando empujes, cuánto se va a desplazar, si cuando coja una arteria se va a romper si tiro demasiado”, continúa este cirujano, y remacha: “Esta tecnología cambia la forma de entrenar la sucesión de gestos que es la cirugía”.

Para Krieger, este avance nos lleva “desde robots que pueden ejecutar tareas quirúrgicas específicas a robots que realmente comprenden los procedimientos quirúrgicos”. El líder del equipo que ha realizado esta innovación gracias a la ayuda de la IA generativa asevera: “Es una distinción crucial que nos acerca significativamente a sistemas quirúrgicos autónomos viables en la práctica clínica, capaces de desenvolverse en la realidad desordenada e impredecible de la atención real a los pacientes”.

Francisco Clascá, catedrático de Anatomía y Embriología Humana de la Universidad Autónoma de Madrid, valora el avance, pero recuerda que “es una cirugía muy simple” y se realiza con órganos de “animales muy jóvenes, que no tienen el grado de deterioro y complicación de una persona con 60 o 70 años, que es cuando se suelen necesitar este tipo de cirugías”. Además, el robot sigue siendo mucho más lento que un humano realizando las mismas tareas.

Una meta que “está muy lejana”

Mario Fernández, jefe de sección de Cirugía de Cabeza y Cuello del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, en Madrid, considera interesante el avance, pero cree que la sustitución de cirujanos humanos por máquinas “está muy lejana”. Y advierte ante la fascinación por la tecnología sin tener en cuenta lo que aporta realmente; y además su precio, que hace que no llegue a todo el mundo.

“Conozco un hospital de la India, por ejemplo, en el que tienen un robot y pueden hacer dos sesiones al mes de cirugía en la que operan a dos pacientes. En total, 48 al año. Para ellos, la cirugía robótica puede dar para jugar y aprender, pero no es una realidad para los pacientes de allí”, señala Fernández, quien considera que “debemos apreciar” los progresos tecnológicos, pero que la cirugía se debe valorar por lo que aporta a los pacientes. Como ejemplo contrario pone “una técnica que se llama cirugía transoral con bisturí de ultrasonidos, que se desarrolló en Madrid y está en todo el mundo, se hacen seis pacientes diarios”.

Krieger considera que su prueba de concepto muestra que es posible realizar procedimientos quirúrgicos complejos de manera autónoma y que su sistema de aprendizaje por imitación se podrá llevar a más tipos de cirugías, algo que seguirán poniendo a prueba con otras intervenciones.

Para el futuro, Granell señala que, además de seguir superando retos técnicos, el proceso para la adopción de robots será lento porque en cirugía “somos muy conservadores con la seguridad del paciente”. Además, plantea cuestiones filosóficas como la superación de la primera y la segunda ley de la robótica planteada por Isaac Asimov: “Un robot no hará daño a un ser humano ni, por inacción, permitirá que un ser humano sufra daño” y “un robot debe obedecer las órdenes que le sean dadas por un ser humano, salvo cuando dichas órdenes entren en conflicto con la Primera Ley”. Este especialista señala la aparente contradicción que supone el hecho de que los cirujanos humanos “sí que hacemos un daño, buscando el beneficio del paciente; y esta es una dicotomía que [para un robot] habrá que resolver”.

TITULO: VACACIONES - EUROPA DE PELICULA - Capadocia, qué ver en el paisaje lunar de Turquía ,.

Capadocia, qué ver en el paisaje lunar de Turquía,.

La Capadocia es el sueño de cualquier viajero. La región más famosa de Anatolia debe visitarse por lo menos una vez en la vida,.

 

 foto - Globos aerostáticos sobrevolando el valle del amor de Capadocia.

La región histórica de Anatolia guarda uno de los mejores escenarios de Turquía. Hablamos, por supuesto, de la Capadocia, un paisaje lunar catalogado por la Unesco como patrimonio de la humanidad desde 1985. No es para menos, esta región que abarca las provincias de Kayseri, Aksaray Niğde y Nevşehir, es el sueño de cualquier viajero, ya sea desde el cielo o, incluso, bajo la tierra. Sus formaciones geológicas son únicas en el mundo, y la zona protegida supera las 9.500 hectáreas. ¿Qué esconden la “tierra de los caballos hermosos” y las “chimeneas de las hadas”? Esta región tallada por el hombre y por la naturaleza es, sin duda, uno de los paisajes más enigmáticos de Turquía, creado gracias a la erosión de las capas de la lava y las cenizas de las montañas volcánicas de Erciyes, Hasandağ y Güllüdağ. La lluvia, el viento y el hielo han moldeado un paisaje que tiene millones de años de vida. A medida que este iba siendo erosionado, las piedras de basalto permanecieron y formaron estructuras cónicas. Algunas de las cuales alcanzaron los 45 metros de altura con el tiempo debido a la erosión de la ceniza volcánica relativamente blanda que las rodeaba. Las civilizaciones que han ido habitando el lugar han excavado en ellas para crear viviendas, castillos e incluso ciudades subterráneas enteras, utilizadas como escondites por los primeros habitantes.

La gente local se refirió a estas formaciones rocosas únicas como “chimeneas de las hadas”, un nombre que ha perdurado a lo largo de los siglos. Es cierto que la naturaleza fue la responsable de crear este paisaje, pero fueron los habitantes de Anatolia quienes lo moldearon creando un museo al aire libre que es visitado por miles de personas cada año.

TITULO:  VUELTA AL COLE - Caravana educativa -  Alcalá de Henares ,.

 Caravana educativa - Alcalá de Henares ,.

 Caravana educativa - Alcalá de Henares

foto / Complutum, actual Alcalá de Henares, es el lugar elegido para recorrer el mundo clásico con Luis Quevedo y @unprofesordelatin Adrián Martínez, a través de varios talleres de escritura antigua, mosaicos romanos y los dioses del Olimpo. Y medirán la Tierra como se hizo por primera vez hace 2.000 años.

 

TITULO: EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - En la tuya o en la mía - Miercoles - 12- Noviembre - Karen Hao ,. 

En la tuya o en la mía  - Miercoles    -  12 - Noviembre ,.

 En la tuya o en la mía', presentado por Bertín Osborne, acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante aproximadamente una hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer mejor al invitado y también al propio Bertín Osborne, en La 1 a las 22:30, el miercoles -  12 - Noviembre  , etc.

 EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - En la tuya o en la mía - Miercoles - 12 - Noviembre - Karen Hao,.

Karen Hao,.

La ingeniera que destapa los trapos sucios de la IA,.

"Las tecnológicas operan como los imperios coloniales",.

 

fotos / Karen Hao es un dolor de muelas para Silicon Valley. Hija de inmigrantes chinos que trabajaban como científicos computacionales en Nueva Jersey, Hao parecía destinada a integrarse en la industria tecnológica. Estudió Ingeniería en el Instituto Tecnológico de Massachusetts y trabajaba en una start-up surgida del laboratorio X, el brazo ultrasecreto de Google. Pero lo que vio no le gustó. «La mayoría de estas empresas no se sostiene sin la financiación de fondos de capital riesgo (venture capital). Son estos fondos los que deciden qué tecnología llega al mundo. Y los guía el lucro rápido, no el bien social. Como no podía cambiar el sistema desde dentro, decidí documentarlo», explica. Primero destapó el infierno de cientos de miles de trabajadores en precario que entrenan a la inteligencia artificial. Su serie de reportajes impulsó una investigación del Congreso de Estados Unidos. Ahora desvela los trapos sucios de los amos de la IA.

En 2020, Hao publicó el primer gran perfil de OpenAI, que por entonces preparaba las primeras versiones de lo que terminaría siendo ChatGPT. El artículo contaba cómo la compañía estaba traicionando su misión original de transparencia que venía incluso en el nombre, open, 'abierto'. Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, la puso en la lista negra. Pero Hao siguió investigando y en mayo publicó Empire of AI. Altman intentó desacreditarla en X (antes, Twitter), pero logró el efecto contrario: los lectores se lanzaron a averiguar qué había en esas páginas que tanto le molestaba.

El libro entró en la lista de best sellers del New York Times. Península publica la edición española a finales de noviembre. Hao atiende a XLSemanal desde Hong Kong.

XLSemanal. ¿Cómo logró hablar con decenas de empleados y directivos de OpenAI para este último libro a pesar del veto de Sam Altman?

Karen Hao. Muchos querían hablar precisamente por ese primer artículo. Me decían: «Tú no publicas lo que quieren los jefes». Para algunos fue casi terapéutico. Otros sentían que estaban haciendo historia y querían que alguien lo contara.

XL. Su libro se titula Imperio de IA. ¿Por qué 'imperio'?

K.H. No son simples negocios. Operan a una escala y con una influencia extraordinaria. Y sus tácticas son idénticas a las de los imperios coloniales.

«Hay un submundo laboral invisible que, sin contrato y con salarios miserables, hace el trabajo sucio de la IA»

XL. ¿Qué tácticas?

K.H. Primero, se apropian de recursos que no son suyos: datos de Internet, material protegido de artistas y escritores… Segundo, la explotación laboral: un submundo invisible de gente sin contrato que hace el trabajo sucio de la IA por salarios miserables. Tercero, monopolizan el conocimiento: han contratado a los mejores científicos de IA del mundo, así que las investigaciones están condicionadas por sus intereses.

XL. ¿En qué sentido?

K.H. Es como si todos los científicos del clima trabajasen para petroleras. La investigación se centra en escalar modelos, en hacerlos más grandes, porque eso justifica inversiones astronómicas. Hay poquísima investigación independiente sobre la eficiencia o los daños de la IA. Por si todo esto fuera poco, además usan una narrativa de buenos y malos.

XL. Explíquese.

K.H. Se presentan como una misión civilizadora que traerá progreso a la humanidad. Pero advierten que si los «imperios malvados» –primero Google, ahora China– llegan antes será la ruina.

XL. Altman escribió que «la gente más exitosa construye religiones» y que «la mejor manera de construir una religión es fundar una empresa». ¿Va en serio?

K.H. No es retórica. Google quería «organizar la información del mundo». Hay ambición ahí, pero Google no te promete el cielo. Altman va más allá: se dio cuenta de que necesitas dar a la gente una creencia. Es la forma más poderosa de acumular control: ofrecer a inversores, empleados y usuarios algo en lo que creer que se vuelve más grande que ellos mismos.

XL. ¿Y eso es lo que ha pasado con la IA?

K.H. Exacto. Hablan de estas tecnologías como si fueran a traernos el nirvana. O la destrucción total si se hace mal.

XL. Muchas fuentes describen a Altman como un mentiroso compulsivo.

K.H. En Silicon Valley, para un líder visionario es más importante contar una buena historia que ser sincero.

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Alta tensión. Sam Altman, el director ejecutivo de OpenAI, antes de un evento reciente en Berlín.

XL. Compara a Altman con Elon Musk y ninguno sale bien parado…

K.H. Altman quiere que lo escuches, pero que no sepas lo que piensa. Musk habla sin filtro. Algunas personas prefieren a Musk porque creen que lo ven venir. Otras ven a Altman más estable. Y muchas no prefieren a ninguno y consideran que ambos tienen problemas profundos.

XL. El antiguo jefe de Altman, Paul Graham, dijo que si dejases caer a Altman en una isla de caníbales se haría con el poder en cinco años. ¿Está de acuerdo?

K.H. Tal vez. Sigue siendo increíblemente persuasivo y también acumulando poder como nadie, pero mucha gente ya no confía en él.

XL. Usted ha documentado cómo Altman ideó la metamorfosis de OpenAI: de organización sin ánimo de lucro a una de las empresas más lucrativas de Silicon Valley en solo 18 meses.

K.H. En sus inicios, OpenAI era una más del montón. Para volverse competitiva, el principal obstáculo era el talento. Necesitaban reclutar a investigadores top. No podía competir en salarios, pero sí en tener una misión, ese sentido de propósito que te inspira. Así convencieron a Ilya Sutskever, que dejó Google, aceptando un recorte de salario brutal. Lo invitaron a una cena a la que solo fue porque asistiría Musk (cofundador de OpenAI), que por entonces encarnaba esa idea del líder visionario.

XL.  Y el talento ya no fue un obstáculo…

K.H. Exacto. Una vez que OpenAI contrató a los mejores ingenieros, el obstáculo era el capital. Fue entonces cuando Altman potenció el enfoque comercial. Siempre va un paso por delante.

Los tres enemigos de Sam Altman

Ilya Sutskever: El golpe fallido

→El 17 de noviembre de 2023, Sam Altman fue despedido de OpenAI. La junta directiva, liderada por Ilya Sutskever, el científico jefe, le comunicó que ya no confiaba en su liderazgo. «Había dos pilares para Sutskever. Uno, lograr la inteligencia artificial general. Dos, hacerlo de forma responsable. El comportamiento de Altman ponía en riesgo ambos». explica Hao. Pero los empleados... Leer más

XL. ¿Cuánto depende la capitalización de la compañía de la promesa de alcanzar la inteligencia artificial general (AGI, por sus siglas en inglés), esa IA todopoderosa que lo cambiará todo?

K.H. Es esencial. Si miras los números, no tiene ningún sentido. Estas empresas no generan ni de lejos los ingresos necesarios para que la inversión tenga retorno.

XL. ¿Y por qué los inversores siguen dando dinero?

K.H. Por la creencia de que al final del túnel habrá algo tan transformador que lo justificará todo. La AGI es ese algo. El Santo Grial.

XL. Ha mencionado a Ilya Sutskever, que da la impresión de ser una figura atormentada. Como Oppenheimer con la bomba atómica…

K.H. Sutskever es un profeta de la AGI, pero al mismo tiempo le aterra. Le contaré una anécdota.

XL. Cuénteme.

K.H. En un retiro corporativo de OpenAI en un spa de las montañas de California, Sutskever reunió a sus científicos sénior. Imagíneselos sentados en círculo, vestidos con albornoces. Sutskever había encargado un monigote de madera que representaba «una AGI buena y benéfica para la humanidad». Tras el debate concluyeron que era engañosa y malévola. Y la quemaron.

XL. ¿Qué nos dice eso de la cultura dentro de OpenAI?

K.H. Que está impulsada por una búsqueda religiosa nunca vista antes en la industria tecnológica.

XL. ¿Y qué implica eso?

K.H. Que la autorregulación nunca funcionará porque para nada conciben que lo que hacen sea problemático. Lo ven como una llamada divina. Una vez que entiendes eso, ves que es muy peligroso dejar el desarrollo de esta tecnología solo en sus manos sin ningún tipo de contrapesos.

«La inteligencia artificial está impulsada por una búsqueda religiosa nunca vista en la industria tecnológica. Creen que siguen una llamada divina»

XL. DeepSeek, el gran rival chino, alcanzó las capacidades de OpenAI a una fracción del coste…

K.H. Fue un mazazo. Demostró que puedes conseguir lo mismo con mucho menos. DeepSeek lo mostró al público, pero la gente del mundillo lo sabía desde hace tiempo. No necesitas tanto tamaño, lo que importa es la ingeniería.

XL. Pero las valoraciones de estas empresas son estratosféricas. OpenAI vale 500.000 millones, ha superado a SpaceX como la start-up más valiosa del mundo…

K.H. Estamos ante una burbuja donde el gasto supera cualquier valor económico. Hablan de quemar un billón de dólares, cuando han generado diez mil millones en ingresos. Es una broma.

XL. Usted recorrió Chile documentando la implantación de centros de datos que consumen mil veces más agua que las comunidades locales. ¿Cómo justifican estas empresas su impacto ambiental?

K.H. Con una retórica mesiánica: están construyendo la inteligencia que resolverá el cambio climático. Frente a esa promesa, ¿a quién le importa que una comunidad se quede sin agua? Ese es su eterno comodín: no importan los problemas porque van a desaparecer cuando la AGI llegue y lo solucione todo.

XL. En Kenia, la India y Latinoamérica habló con etiquetadores de contenido para la IA, gente que se pasa el día revisando colonoscopias sin conocimientos médicos o moderando textos e imágenes violentas…

K.H. Sí, leían día tras día descripciones de abusos sexuales infantiles, todo tipo de horrores... Las empresas de Silicon Valley necesitan limpiar esa basura, pero nadie en San Francisco quiere ensuciarse las manos, así que externalizan el trauma psicológico pagando 80 céntimos por hora.

XL. La esclavitud moderna.

K.H.  Sí.

XL. Dice que le costó mantener la objetividad mientras escribía este libro. ¿Por qué?

K.H. Porque empecé a sentir una rabia profunda después de

entrevistar a los trabajadores de Kenia. ¿Cómo hemos permitido que se trate así a otros seres humanos? ¿No hemos aprendido nada de los últimos siglos? ¿Y cómo es posible que los desalmados que perpetran estos abusos sigan siendo elogiados como los heraldos del progreso? No tiene sentido.

 

TITULO : EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - viernes  -  14 - Noviembre  - Isabel Coixet - Hija del volcán  ,.    

MI CASA ES LA TUYA - VIERNES -   14 - Noviembre     ,.

MI CASA ES LA TUYA -', presentado por Bertín Osborne,.

acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante aproximadamente una hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer mejor al invitado y también al propio Bertín Osborne, en Telecinco  a las 22:00, el viernes  -  14 - Noviembre  ,etc.

  EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - viernes -  14 - Noviembre  - Isabel Coixet - Hija del volcán ,.

 Isabel Coixet - Hija del volcán ,.

 Isabel Coixet: Hija del volcán - XLSemanal - El Correo

 

 Isabel Coixet - foto ,.

 

Jenifer de la Rosa vuelve a un país que apenas recuerda, a un pueblo que ya no existe, a una madre que tal vez siga respirando en algún lugar de Colombia o tal vez solo en su memoria. Tenía un año y medio cuando la arrancaron de la tierra que el Nevado del Ruiz había convertido en cementerio. Treinta años después, con una cámara en la mano y el corazón hecho un nudo, regresa a preguntar lo que nunca debió necesitar preguntar: quién soy, de dónde vengo, por qué yo sí sobreviví.

Es este un filme modesto en sus medios, inmenso en su alcance. No hay trampa ni cartón. Hay una cineasta que se desnuda emocionalmente frente a la cámara

El 13 de noviembre de 1985, más de 23.000 personas murieron cuando el volcán sepultó Armero bajo una avalancha de lodo y ceniza. Jenifer fue uno de los tantos niños que sobrevivieron y fueron dados en adopción fuera del país. Llegó a Valladolid con un año y medio, creció entre dos mundos, dos idiomas, dos silencios. Y ahora vuelve con una necesidad imperiosa de contar, de entender, de reconstruirse. 

Hija del volcán es una de esas películas que nos recuerdan que el cine no necesita efectos especiales ni grandes estrellas para conmovernos hasta los huesos. Necesita un punto de vista, una mirada propia, una verdad que late debajo de cada plano. Y Jenifer de la Rosa tiene eso: una historia tremendamente personal que, paradójicamente, se vuelve universal en cada fotograma.

El documental no busca el espectáculo del horror –ya hubo suficiente horror en 1985–, sino algo más difícil: la textura íntima del desarraigo. Esa sensación de ser extranjera en todas partes, incluso en el espejo. La cámara la acompaña con pudor, sin entrometerse, como quien sostiene la mano de alguien que tiembla. No hay travellings sofisticados ni iluminación de catálogo. Hay proximidad, hay verdad, hay una cámara que respira al mismo ritmo que su protagonista.

Lo que me conmueve de esta película es su negativa a dramatizar. No hay música manipuladora, no hay llantos ensayados, no hay voz en off impostada que nos explique qué debemos sentir. Solo la respiración entrecortada de quien busca y no encuentra, o encuentra demasiado poco, o demasiado tarde. La estructura fragmentaria, casi onírica, no es un capricho estético: es la única forma honesta de narrar una identidad rota, construida entre pedazos que no encajan del todo. Cada testimonio, cada documento hallado, cada conversación con otros supervivientes funciona como un espejo astillado que refleja los vacíos de toda una generación arrancada de sus raíces.

Jenifer no está sola: su historia es la de miles de niños adoptados que crecieron con un vacío en el pecho y un nombre que tal vez no era el suyo. La diáspora de los huérfanos, los que fueron salvados y perdidos al mismo tiempo. Y aquí está la magia de este documental hecho con un corazón inmenso: que lo personal se vuelve colectivo, que el dolor de una se convierte en el espejo donde miles de personas pueden reconocerse. Las voces de los otros supervivientes –calmas, resignadas, pero firmes– dan cuerpo a una memoria muchas veces silenciada, y el filme se transforma en un acto coral de resistencia contra el olvido.

En tiempos donde el cine parece obsesionado con los millones invertidos, con las franquicias y las secuelas de las precuelas, Hija del volcán nos devuelve a lo esencial: una persona con algo que contar y el valor de contarlo. No hay trampa ni cartón, no hay presupuesto que esconda la falta de ideas. Hay una cineasta que se desnuda emocionalmente frente a la cámara y nos invita a acompañarla en un viaje que es suyo, pero también nuestro. Porque todos, de alguna forma, somos hijos de algún volcán. Todos cargamos con ausencias, con preguntas sin respuesta, con la sensación de que algo fundamental se perdió en algún momento y ya no sabemos cómo recuperarlo. Es este un filme modesto en sus medios, inmenso en su alcance. Una prueba de que con un punto de vista interesante, tremendamente personal, se pueden contar las historias más universales. Y que en el barro del olvido, si alguien se atreve a escarbar con las manos desnudas, aún pueden germinar voces.