DESAYUNO--CENA--MARTES--EL SALETE SOUND,-fotos,.
Una familia de Mérida sonorizó cines e iglesias de media región,.
Su padre electrificó y automatizó la fuente luminosa de Montjuic. Dos
de sus hermanos fueron premios nacionales de operadores de cabina de
cine compitiendo con 'la crème de la crème' de las cabinas
cinematográficas: los valencianos y los catalanes. Él ha montado cines
por Extremadura y Andalucía, ha arreglado neveras en Ceclavín y en
Talarrubias y fue el mejor mecánico de España de la firma Cointra.
Les presento a Francisco Salete Alhaja, de los Salete de Mérida, una familia dividida en dos mitades muy específicas: son 12 hermanos, las cinco chicas se dedican o dedicaron a la medicina (enfermeras, matronas, médicos) y los cinco hermanos, a la electricidad, el sonido y el cine.
El patriarca de la familia, Arturo Salete, trabajaba en su ciudad, Barcelona, en las empresas Siemens y Bosch. Tras montar la fuente de Montjuic, entró en la empresa Ossa, dedicada a la cinematografía (cámaras, equipos, salas). Lo envían a Extremadura para que monte el cine María Luisa y sonorice el cine Liceo, que era mudo, ambos en Mérida. Conoce a la emeritense María Alhaja, se enamoran, se casan y empieza a montar cines por todo el Suroeste, desde el Marilá de Montánchez hasta el Gran Cinema de Ayamonte.
«Mi padre montaba el cine y yo enseñaba al operador. Después montamos en casa una fábrica de amplificadores de sonido. En las ferias de Mérida, los feriantes venían a casa para que les montáramos los conos y las bobinas de los altavoces», recuerda Francisco aquellos tiempos en que los técnicos de sonido eran una rareza.
En realidad, eran una rareza hasta los taxis». «No me olvido de una vez que tuvimos que reparar el cine de Magacela. Sería por 1959. Fuimos mi padre y yo en tren. Lo acompañaba siempre porque era asmático y no podía cargar con peso. Al llegar, un señor nos preguntó que si éramos los del cine, le respondimos que sí y le preguntamos por el taxi que habíamos pedido. El empresario cinematográfico nos señaló dos burros y nos dejó de piedra: Ahí lo tienen», sonríe Francisco al evocar historias.
El padre montaba los cines y el hijo enseñaba al operador. La fama de los Salete traspasaba las fronteras extremeñas. Cuando venían grupos de moda a tocar al teatro Alcazaba de Mérida, los músicos se pasaban por casa de los Salete para encargarles equipos de sonido. El 'Salete Sound' realzaba la música de Los Brincos, Los Pekenikes o Los Sírex. Las anécdotas se suceden mientras Francisco, ya jubilado, detalla que acabó trabajando en los estudios de TVE en Mérida, donde se jubiló tras 20 años llevando la parte técnica, el aire acondicionado y la calefacción. Pero antes vivió anécdotas que parecen sacadas de una película neorrealista como cuando fueron a arreglar el cine Marilá de Montánchez. Su dueño, además de pasar películas, vendía ataúdes, que almacenaba en el mismo cine, su hermano se metió en uno, se cerró la tapa y lo encontraron de milagro, cuando, aterrorizado, ya estaba agotado de gritar.
Cuando la televisión y el vídeo acabaron con los cines de pueblo, los Salete se especializaron en sonorizar iglesias. Y cuando todos los curas de la región pudieron predicar megafónicamente, Francisco se centró en la reparación de lavadoras y frigoríficos. La casa Cointra lo envió a Cádiz, donde esta marca no tenía casi ventas y en un año sembraron la región de calentadores hasta el punto de que Francisco fue condecorado con el título de mejor mecánico de Cointra del año en España, uno de esos premios sencillos, pero entrañables, que para muchas personas justifican una vida sin más ambiciones que ser un profesional eficiente. En 2014, Antonio recibió el premio Miradas en el IX Festival de Cine Inédito de Mérida. Sus hermanos Arturo y Luis ya lo habían recibido en la cuarta edición del festival.
El último cine que reparó Francisco Salete fue el de La Zarza, en 2004. Ha estado funcionando hasta este verano. La última película que proyectó fue 'Ocho apellidos vascos'. Francisco Salete admira a su dueño: «Se llama Mauro. Tenía una cabina impresionante. Era un romántico del cine».
Les presento a Francisco Salete Alhaja, de los Salete de Mérida, una familia dividida en dos mitades muy específicas: son 12 hermanos, las cinco chicas se dedican o dedicaron a la medicina (enfermeras, matronas, médicos) y los cinco hermanos, a la electricidad, el sonido y el cine.
El patriarca de la familia, Arturo Salete, trabajaba en su ciudad, Barcelona, en las empresas Siemens y Bosch. Tras montar la fuente de Montjuic, entró en la empresa Ossa, dedicada a la cinematografía (cámaras, equipos, salas). Lo envían a Extremadura para que monte el cine María Luisa y sonorice el cine Liceo, que era mudo, ambos en Mérida. Conoce a la emeritense María Alhaja, se enamoran, se casan y empieza a montar cines por todo el Suroeste, desde el Marilá de Montánchez hasta el Gran Cinema de Ayamonte.
«Mi padre montaba el cine y yo enseñaba al operador. Después montamos en casa una fábrica de amplificadores de sonido. En las ferias de Mérida, los feriantes venían a casa para que les montáramos los conos y las bobinas de los altavoces», recuerda Francisco aquellos tiempos en que los técnicos de sonido eran una rareza.
En realidad, eran una rareza hasta los taxis». «No me olvido de una vez que tuvimos que reparar el cine de Magacela. Sería por 1959. Fuimos mi padre y yo en tren. Lo acompañaba siempre porque era asmático y no podía cargar con peso. Al llegar, un señor nos preguntó que si éramos los del cine, le respondimos que sí y le preguntamos por el taxi que habíamos pedido. El empresario cinematográfico nos señaló dos burros y nos dejó de piedra: Ahí lo tienen», sonríe Francisco al evocar historias.
El padre montaba los cines y el hijo enseñaba al operador. La fama de los Salete traspasaba las fronteras extremeñas. Cuando venían grupos de moda a tocar al teatro Alcazaba de Mérida, los músicos se pasaban por casa de los Salete para encargarles equipos de sonido. El 'Salete Sound' realzaba la música de Los Brincos, Los Pekenikes o Los Sírex. Las anécdotas se suceden mientras Francisco, ya jubilado, detalla que acabó trabajando en los estudios de TVE en Mérida, donde se jubiló tras 20 años llevando la parte técnica, el aire acondicionado y la calefacción. Pero antes vivió anécdotas que parecen sacadas de una película neorrealista como cuando fueron a arreglar el cine Marilá de Montánchez. Su dueño, además de pasar películas, vendía ataúdes, que almacenaba en el mismo cine, su hermano se metió en uno, se cerró la tapa y lo encontraron de milagro, cuando, aterrorizado, ya estaba agotado de gritar.
Cuando la televisión y el vídeo acabaron con los cines de pueblo, los Salete se especializaron en sonorizar iglesias. Y cuando todos los curas de la región pudieron predicar megafónicamente, Francisco se centró en la reparación de lavadoras y frigoríficos. La casa Cointra lo envió a Cádiz, donde esta marca no tenía casi ventas y en un año sembraron la región de calentadores hasta el punto de que Francisco fue condecorado con el título de mejor mecánico de Cointra del año en España, uno de esos premios sencillos, pero entrañables, que para muchas personas justifican una vida sin más ambiciones que ser un profesional eficiente. En 2014, Antonio recibió el premio Miradas en el IX Festival de Cine Inédito de Mérida. Sus hermanos Arturo y Luis ya lo habían recibido en la cuarta edición del festival.
El último cine que reparó Francisco Salete fue el de La Zarza, en 2004. Ha estado funcionando hasta este verano. La última película que proyectó fue 'Ocho apellidos vascos'. Francisco Salete admira a su dueño: «Se llama Mauro. Tenía una cabina impresionante. Era un romántico del cine».
TÍTULO: REVISTA GIGANTES, LIGA BALONCESTO, UNICAJA-99-REAL MADRID-92-,.
Resultado final,.
UNICAJA-99-REAL MADRID-92-,.
El Unicaja, líder de la clasficación, se enfrentará al Real Madrid tras ... El espectáculo de la Liga de baloncesto, etc,.
TÍTULO : Hollywood tiembla ante el fracaso de filmes millonarios,.
Spielberg y Lucas prevén que las entradas de las superproducciones costarán 25 dólares y 7 las de películas independientes, foto,.
Hollywood siempre se ha quejado de perder dinero, del riesgo que
supone producir una película y que el público no responda a la
inversión. Tres pesos pesados de la meca del cine (Steven Spielberg,
George Lucas y Steven Soderbergh) predicen una implosión inevitable en
la industria. El fracaso en la taquilla de media docena de películas que
costaron muchos cientos de millones llevaría, según ellos, a un cambio
sustancial en el precio de las entradas de cine. Para Lucas, la
metamorfosis que auguran ocurrirá pronto y obligará a que ver películas
de gran presupuesto salga más caro que aquellas producidas con menos
dinero. En el futuro que predicen estos gurús, el público tendrá que
pagar 25 dólares por una superproducción, frente a 7 por una cinta
independiente.
Lucas y Spielberg se presentaron ante un grupo de estudiantes universitarios para hablar sobre los grandes cambios que se esperan en el sector. «El gran peligro es una enorme implosión que obligue a un nuevo planteamiento del sistema cinematográfico. El camino a los cines para los productores de películas independientes es cada vez más pequeño. Hay que estudiar nuevos modelos de negocio», manifestó Lucas.
Siguiendo la ruta de las películas que han fallado en 2014 encontramos títulos como ‘Transcendence’, que costó 100 millones y recaudó en la taquilla norteamericana menos de 25. La cinta ‘El cielo es real’, producida con 12 millones, se estrenó el mismo fin de semana y consiguió el doble que ‘Transcendence’. Este es el cuarto fracaso seguido de Johnny Depp tras ‘El Llanero Solitario’, ‘Sombras tenebrosas’ y ‘Los diarios del ron’. Atrás quedan los taquillazos de la saga ‘Piratas del Caribe’.
El año que termina iba a ser el renacimiento de Kevin Costner. Sin embargo, el público no respondió y sus dos últimos filmes - ‘Jack Ryan: Operación Sombra’ y ‘Draft Day’- se hundieron en la taquilla estadounidense. Los 137 millones que recaudó la primera película en el mercado internacional no llegan para compensar los gastos de márketing y producción invertidos por el estudio en esta cinta.
‘Cuento de invierno’ fue el primer fracaso del año. Un extraño drama que Colin Farrell, Russell Crowe y Will Smith hubieran preferido no ver nunca. Con un coste estimado de producción de 60 millones de dólares, solo consiguió recaudar 31 en todo el mundo. ‘Al filo del mañana’ fue la gran apuesta de Tom Cruise para este año. Una cinta de 200 millones de dólares que en Estados Unidos recuperó 74.
Tampoco ha sido un buen año para Adam Sandler. ‘Juntos y revueltos’, que costó a la Warner 40 millones de dólares, debutó con la pobre cantidad de 14 millones en un fin de semana de tres días de vacaciones y solo recaudó en el mercado internacional 16 millones. La cinta, considerada por los críticos la peor de Sandler, es la tercera colaboración del actor con Drew Barrymore. Por su parte, ‘Hércules’, la fantasía protagonizada por Dwayne Johnson, consiguió en EE UU 79 millones de dólares cuando costó 110.
Otra película de sandalias y músculos que se estrelló en la taquilla fue ‘Pompeya’. A pesar de estar protagonizada por Kit Harington (Jon Snow en ‘Juego de Tronos’), el filme nunca superó los 60 millones de recaudación, quedando muy por debajo de las expectativas del estudio.
‘Sex Tape’ (‘Algo pasa en la nube)’ no fue lo suficientemente sexy como para seducir a la audiencia. Cameron Diaz y Jason Segel no pasaron de los 15 millones de dólares el fin de semana de su estreno. En total, logró arañar en Estados Unidos 30 millones. Y, aunque internacionalmente superó la barrera de los 100, la comedia entra de lleno en la categoría de fracaso.
TÍTULO MARTES CINE, BIENVENIDO, MISTER, MARSHALL,.
Lucas y Spielberg se presentaron ante un grupo de estudiantes universitarios para hablar sobre los grandes cambios que se esperan en el sector. «El gran peligro es una enorme implosión que obligue a un nuevo planteamiento del sistema cinematográfico. El camino a los cines para los productores de películas independientes es cada vez más pequeño. Hay que estudiar nuevos modelos de negocio», manifestó Lucas.
Siguiendo la ruta de las películas que han fallado en 2014 encontramos títulos como ‘Transcendence’, que costó 100 millones y recaudó en la taquilla norteamericana menos de 25. La cinta ‘El cielo es real’, producida con 12 millones, se estrenó el mismo fin de semana y consiguió el doble que ‘Transcendence’. Este es el cuarto fracaso seguido de Johnny Depp tras ‘El Llanero Solitario’, ‘Sombras tenebrosas’ y ‘Los diarios del ron’. Atrás quedan los taquillazos de la saga ‘Piratas del Caribe’.
El año que termina iba a ser el renacimiento de Kevin Costner. Sin embargo, el público no respondió y sus dos últimos filmes - ‘Jack Ryan: Operación Sombra’ y ‘Draft Day’- se hundieron en la taquilla estadounidense. Los 137 millones que recaudó la primera película en el mercado internacional no llegan para compensar los gastos de márketing y producción invertidos por el estudio en esta cinta.
‘Cuento de invierno’ fue el primer fracaso del año. Un extraño drama que Colin Farrell, Russell Crowe y Will Smith hubieran preferido no ver nunca. Con un coste estimado de producción de 60 millones de dólares, solo consiguió recaudar 31 en todo el mundo. ‘Al filo del mañana’ fue la gran apuesta de Tom Cruise para este año. Una cinta de 200 millones de dólares que en Estados Unidos recuperó 74.
Tampoco ha sido un buen año para Adam Sandler. ‘Juntos y revueltos’, que costó a la Warner 40 millones de dólares, debutó con la pobre cantidad de 14 millones en un fin de semana de tres días de vacaciones y solo recaudó en el mercado internacional 16 millones. La cinta, considerada por los críticos la peor de Sandler, es la tercera colaboración del actor con Drew Barrymore. Por su parte, ‘Hércules’, la fantasía protagonizada por Dwayne Johnson, consiguió en EE UU 79 millones de dólares cuando costó 110.
Cuatro días de trabajo
Arnold Schwarzenegger debe reconocer que otro actor austriaco,
Christoph Waltz, es quien ahora seduce al público. Su cinta ‘Sabotaje’
recaudó 5 millones de dólares en su semana de estreno, los peores datos
de este actor en tres décadas de carrera. El filme logró 17 millones en
todo el mundo. Pero si en marzo el público se mostró frío con él, en
agosto le dejaría helado cuando ‘Los Mercenarios 3’ no superó los 60
millones. Muy lejos de las cifras conseguidas por las anteriores
entregas de la serie: la primera recaudó 100 millones y la segunda, 85.
Sylvester Stallone, productor de la cinta, debe recordar aún haber
pagado 3 millones a Harrison Ford por cuatro días de trabajo. Ni Mel
Gibson ni Antonio Banderas ni Silvester Stallone ni Arnold
Schwarzenegger impresionaron al público.Otra película de sandalias y músculos que se estrelló en la taquilla fue ‘Pompeya’. A pesar de estar protagonizada por Kit Harington (Jon Snow en ‘Juego de Tronos’), el filme nunca superó los 60 millones de recaudación, quedando muy por debajo de las expectativas del estudio.
‘Sex Tape’ (‘Algo pasa en la nube)’ no fue lo suficientemente sexy como para seducir a la audiencia. Cameron Diaz y Jason Segel no pasaron de los 15 millones de dólares el fin de semana de su estreno. En total, logró arañar en Estados Unidos 30 millones. Y, aunque internacionalmente superó la barrera de los 100, la comedia entra de lleno en la categoría de fracaso.
TÍTULO MARTES CINE, BIENVENIDO, MISTER, MARSHALL,.
- Reparto
- José Isbert, Lolita Sevilla, Manolo Morán, Alberto Romea, Elvira Quintillá, Luis Pérez de León, Félix Fernández, Fernando Aguirre, Joaquín Roa, Nicolás Perchicot, José Franco, Rafael Alonso, José María Rodríguez, Manuel Alexandre, Manuel Rosellón, Elisa Méndez, Matilde López Roldán, José Castillo, José Alburquerque, Pepito Vidal, José Vivó, Fernando Rey,.
- Años 50. Villar del Río es un pequeño y tranquilo pueblo en el que nunca pasa nada. Sin embargo, el mismo día en que llegan la cantante folclórica Carmen Vargas y su representante, se recibe la noticia de la inminente visita de un comité del Plan Marshall (proyecto económico americano para la reconstrucción de Europa). La novedad provoca un gran revuelo entre la gente, y el bonachón alcalde del pueblo (Pepe Isbert) propone a los vecinos que se disfracen al más puro estilo andaluz para causar buena impresión a los americanos que vienen a repartir dinero.