Fronteras al límite / foto
Miércoles a las 23.30
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Fronteras al Límite se traslada hasta la frontera de México con
Guatemala. El equipo de TVE ha acompañado a los inmigrantes que huyen de
la crueldad de las 'maras' en su huida hacia una vida mejor en Estados
Unidos. La reportera María Ibáñez se ha subido con ellos en 'La
Bestia', para contar de primera mano cómo es este viaje. Un duro,.
TÍTULO: COPA EUROPA - BAYERN MUNICH -3- BARCELONA -2- ,.
El cielo Azulgrana sobre Berlin,./ foto
Barcelona. De Rijkaard a Luis Enrique, pasando por Guardiola y
Vilanova. El Barça selló este martes en Múnich su pase a la final de
Berlín, con la que culminará la década más brillante de la historia del
club. Será la cuarta final de la máxima competición continental en 10
años, que corrobora que la entidad blaugrana, a pesar de los cambios en
la dirección o en la presidencia, mantiene un modelo deportivo de éxito.
La derrota en Múnich no empaña una eliminatoria casi redonda, saldada
con un amplio 5-3 (3-0 en la ida) y tras la que el Barça se prepara para
la posibilidad de jugar el partido del siglo (éste sí, no como otros),
el que enfrentaría a los azulgrana y a los blancos en la capital
alemana.
Resultado Final ,.
El barcelonismo sueña con un choque épico y mezclado de la alta tensión política, porque que nadie se engañe: muchos catalanes preferirían un triunfo histórico en Champions ante el Madrid que la independencia de Cataluña.
Si los de Ancelotti juegan la final, el Barça será más que nunca en Berlín lo que Vázquez Montalbán calificó como el «ejército desarmado» de Cataluña. Pero aún queda hasta el 6 de junio y la 'Juve' es dura de pelar.
El Barça, por tanto, espera rival. Viajará a Berlín, después de hacer escala en Múnich. El cuadro azulgrana tuvo un partido de vuelta relativamente plácido para ser una semifinal, pero empezó sufriendo. Guardiola y Luis Enrique repitieron el once de la ida y se retaron en un duelo de alto voltaje que arrancó eléctrico. Y cargado de nervios para los blaugranas. Cuando Benatia, en el minuto 7, remató a la red un saque de esquina, un sudor frío recorrió la espalda del barcelonismo.
Los alemanes imploraron el milagro y durante siete minutos creyeron en él. Hasta que Messi, Suárez y Neymar se dieron cuenta de cómo ganar la espalda a Benatia y Boateng, una pareja de centrales con muy poca cintura y que sale retratada de la eliminatoria. El uruguayo tiró el desmarque, Messi dio el pase interior, Suárez asistió a Neymar y el brasileño devolvió la tranquilidad a los blaugrana.
El segundo tanto de Neymar, después de un par de buenas paradas de Ter Stegen, acabó de hundir al Bayern. Los alemanes presionaron arriba, el Barça salió en largo y quien peinó fue Messi (ya ha hecho varias este año, lo que da a pensar que es fruto de la pizarra), que dejó solo a Suárez, quien volvió a asistir a Neymar. El tridente blaugrana hacía de las suyas y Berlín se unía ya de facto al ramillete de grandes capitales europeas del currículum azulgrana en la Champions: Londres, París, Roma y la capital alemana.
La segunda parte tuvo otro color. Los bávaros buscaron la portería de Ter Stegen con insistencia y a tumba abierta, aunque más por vergüenza torera y por ganar el partido, que por fe en una remontada que era una quimera. Pero si algo tienen los alemanes es orgullo y también un equipazo. Y Lewandowski y Müller forman una pareja atacante temible.
El polaco hizo lo que quiso con Mascherano en el empate a dos. Quedaba media hora y los alemanes al menos soñaban con maquillar la vuelta, porque el año pasado el Madrid ya les endosó un 7-0 global en las semis y este año no podían sufrir una nueva humillación. Guardiola llegó hace dos años con la vitola de genio a la capital de Baviera y en lo que a la Champions se refiere no ha mantenido el nivel de su predecesor, Jupp Heynckes, que se marchó ganando la 'orejona'.
Müller, a falta de un cuarto de hora, hizo el tercero y aún fue capaz de ponerle picante al choque. Jugando a la heroica, como solo saben hacer los alemanes, fue cuando se mostraron más fieros. El Barça, mientras, apenas creó peligro en toda la segunda parte. Trató de enfriar el choque, defendió más agrupado y sufrió las embestidas germanas. Pero el pase a Berlín ya no peligraba.
El Barça se clasifica para su cuarta final en 10 años y emplaza al Madrid a jugar el partido del siglo,.
Barcelona. De Rijkaard a Luis Enrique, pasando por Guardiola y
Vilanova. El Barça selló este martes en Múnich su pase a la final de
Berlín, con la que culminará la década más brillante de la historia del
club. Será la cuarta final de la máxima competición continental en 10
años, que corrobora que la entidad blaugrana, a pesar de los cambios en
la dirección o en la presidencia, mantiene un modelo deportivo de éxito.
La derrota en Múnich no empaña una eliminatoria casi redonda, saldada
con un amplio 5-3 (3-0 en la ida) y tras la que el Barça se prepara para
la posibilidad de jugar el partido del siglo (éste sí, no como otros),
el que enfrentaría a los azulgrana y a los blancos en la capital
alemana.Resultado Final ,.
El barcelonismo sueña con un choque épico y mezclado de la alta tensión política, porque que nadie se engañe: muchos catalanes preferirían un triunfo histórico en Champions ante el Madrid que la independencia de Cataluña.
Si los de Ancelotti juegan la final, el Barça será más que nunca en Berlín lo que Vázquez Montalbán calificó como el «ejército desarmado» de Cataluña. Pero aún queda hasta el 6 de junio y la 'Juve' es dura de pelar.
El Barça, por tanto, espera rival. Viajará a Berlín, después de hacer escala en Múnich. El cuadro azulgrana tuvo un partido de vuelta relativamente plácido para ser una semifinal, pero empezó sufriendo. Guardiola y Luis Enrique repitieron el once de la ida y se retaron en un duelo de alto voltaje que arrancó eléctrico. Y cargado de nervios para los blaugranas. Cuando Benatia, en el minuto 7, remató a la red un saque de esquina, un sudor frío recorrió la espalda del barcelonismo.
Los alemanes imploraron el milagro y durante siete minutos creyeron en él. Hasta que Messi, Suárez y Neymar se dieron cuenta de cómo ganar la espalda a Benatia y Boateng, una pareja de centrales con muy poca cintura y que sale retratada de la eliminatoria. El uruguayo tiró el desmarque, Messi dio el pase interior, Suárez asistió a Neymar y el brasileño devolvió la tranquilidad a los blaugrana.
El Tourmalet
A partir de ahí, el partido ya fue otro. Los bávaros necesitaban
cuatro goles y el Tourmalet era demasiado puerto para subir sin plato
pequeño, sin agua y con el adversario tirando hachazos a lo Pantani cada
dos por tres. El tanto serenó a los de Luis Enrique, que como los
alemanes trataba de alargar las posesiones, si bien el peligro llegaba
siempre a la contra. Ninguno de los dos entrenadores quería un choque de
ida y vuelta, pero a veces las batallas no salen a pedir de boca de sus
generales.
El segundo tanto de Neymar, después de un par de buenas paradas de Ter Stegen, acabó de hundir al Bayern. Los alemanes presionaron arriba, el Barça salió en largo y quien peinó fue Messi (ya ha hecho varias este año, lo que da a pensar que es fruto de la pizarra), que dejó solo a Suárez, quien volvió a asistir a Neymar. El tridente blaugrana hacía de las suyas y Berlín se unía ya de facto al ramillete de grandes capitales europeas del currículum azulgrana en la Champions: Londres, París, Roma y la capital alemana.
La segunda parte tuvo otro color. Los bávaros buscaron la portería de Ter Stegen con insistencia y a tumba abierta, aunque más por vergüenza torera y por ganar el partido, que por fe en una remontada que era una quimera. Pero si algo tienen los alemanes es orgullo y también un equipazo. Y Lewandowski y Müller forman una pareja atacante temible.
El polaco hizo lo que quiso con Mascherano en el empate a dos. Quedaba media hora y los alemanes al menos soñaban con maquillar la vuelta, porque el año pasado el Madrid ya les endosó un 7-0 global en las semis y este año no podían sufrir una nueva humillación. Guardiola llegó hace dos años con la vitola de genio a la capital de Baviera y en lo que a la Champions se refiere no ha mantenido el nivel de su predecesor, Jupp Heynckes, que se marchó ganando la 'orejona'.
Müller, a falta de un cuarto de hora, hizo el tercero y aún fue capaz de ponerle picante al choque. Jugando a la heroica, como solo saben hacer los alemanes, fue cuando se mostraron más fieros. El Barça, mientras, apenas creó peligro en toda la segunda parte. Trató de enfriar el choque, defendió más agrupado y sufrió las embestidas germanas. Pero el pase a Berlín ya no peligraba.
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