LAS LLAVES - A un centímetro de la pedrea, fotos.
segunda b
A un centímetro de la pedrea,.
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Si el Mérida elimina al Rápido de Bouzas, que esta noche pisará el Romano en la ida de cuartos, percibiría su primer pellizco económico del torneo,.
Entre el hacer las cosas bien y el hacerlas mal hay un término medio, a veces aceptable, que consiste en no hacerlas, que decía Machado. Y el Mérida, desde su estreno ante el Jumilla, decidió tomarse en serio esta Copa Federación. Todo lo serio que le permitía la Liga, claro. Es decir: querer ganar con una mezcla de titulares y de menos habituales. Pero querer. En ese verbo radica la clave.
No es la primera vez que redundamos en que la Copa Federación es un torneo que solamente acapara la atención al principio y al final, que es justo donde se huele el dinero. Lo del medio es una travesía por el desierto del Gobi. Pero el Mérida ya atisba un oasis, porque esta noche iniciará la última eliminatoria antes de la pedrea: eliminar al Rápido de Bouzas, sexto clasificado de la Tercera gallega, supondría garantizarse 12.000 euros, que es lo que paga la Federación Española a los equipos semifinalistas. Y a tenor de los rivales que quedan en pie (cuatro Terceras más y dos Segunda B del cartel del Mérida) no sería descabellado pensar en los 90.000 euros del premio final. Y ese era el objetivo inicial del club.
Pero primero, el Rápido, el rival que más y mejor conoce Antonio Gómez de todos a los que se ha enfrentado desde que llegó. Por eso cuando el entrenador del Mérida dice que hay que resolver la eliminatoria en la ida, habrá que hacerle mucho caso. Que es, de hecho, lo que ha hecho el equipo en las dos eliminatorias anteriores (Jumilla y Badajoz): sentenciar en la ida. Por la categoría del rival y su racha en Liga, no sería descabellado que lo volviese a hacer.
El equipo entrenado por Jorge Otero, que jugó con España en Estados Unidos'94 e Inglaterra'96, pisará esta noche el Romano con una carga de cuatro derrotas consecutivas en su Liga. O sea que anímicamente se encuentra en el punto opuesto en el que le espera el Mérida. Si las sensaciones ante el UCAM, en cuanto a seriedad y actitud, supuso un chute de confianza en el plantel, lo de Jaén el pasado domingo rayó la sobredosis. Además, que la plantilla está a un centímetro de la mariscada que le prometió la semana pasada el entrenador en Vigo. «Si medio encauzáis la eliminatoria con el Rápido de Bouzas en el Romano...», les dijo Antonio Gómez.
No obstante, la trayectoria del conjunto vigués en Copa Federación es digna de ser subrayada: se impuso en la fase autonómica eliminando al Deportivo B, al Alondras y al Cerceda (este último en la final, 3-0). Y ya en fase nacional, se deshizo primero del Ciudad Rodrigo (con un parcial de 3-1) y después, del mismísimo Pontevedra (con un parcial de 3-3).
El técnico del Mérida entrenará esta mañana con los que no vayan a jugar por la noche. Los elegidos completarán una sesión más suave. Antonio Gómez ofrecerá la lista de convocados tras el entreno. Salvo Troiteiro, Pedro Conde y las dos últimas incorporaciones, podrá contar con el resto. Se presupone otra oportunidad para la segunda unidad, después de que ésta la desechara hace dos semanas en el Nuevo Vivero, según el cuerpo técnico.
De otro lado, y a la espera de que lo confirme el club, Canal Extremadura Radio adelantó ayer que Valentín Germán ha dejado de ser director deportivo del Mérida.
El Comité de Bioética apuesta por la vacunación obligatoria,.
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El fallecimiento del pequeño de Olot por culpa de la difteria reabrió el debate sobre la obligatoriedad de que los más pequeños estén vacunados de enfermedades que están prácticamente erradicadas en el mundo occidental. Un debate encendido en Estados Unidos, donde el sarampión se ha convertido en un verdadero problema en estados como California. Hay barrios de Los Ángeles que tienen unos índices similares a los de Sudán del Sur, país en los antípodas de desarrollo que el gigante norteamericano. Ante este debate surgido ante el auge de los antivacunas, el Comité de Bioética de España (CBE) quiso ayer ofrecer su punto de vista sobre la vacunación, que consideran «fundamental» y «necesaria».
Cree fundamental esta medida cuando se pierda el 'efecto rebaño' sin tener que esperar a que se produzca una epidemia o un brote,.foto
El análisis realizado por el equipo de expertos valora diferentes aspectos, como la situación legal de la vacunación -en España no es obligatoria, aunque está recomendada por todas las sociedades científicas- y los rechazos paternal y social y las diferentes soluciones que se pueden tomar para evitar más posturas contrarias a estos protectores sanitarios y la creencia de que algunas vacunas producen enfermedades. El Comité aboga por amplificar las campañas de información, pero mira con malos ojos que no haya un texto obligatorio en esta materia. «La ausencia de una norma que permita promover una medida pública de vacunación obligatoria fuera del supuesto concreto de epidemia se muestra como un déficit de nuestro sistema jurídico, sobre todo, atendidas las recientes experiencias de los países de nuestro entorno y algunos casos acaecidos», explica el documento.
Esta vacunación obligatoria se puede imponer cuando se pierda el 'efecto rebaño'; es decir, cuando los efectos de una protección general se vean requesbrajados. Además, citá al Comité Nuffield del Reino Unido, que consideró que había dos circunstancias para tomar esta decisión: cuando se trata de enfermedades contagiosas y serias y cuando la erradicación es posible. Además, también señalan que es fundamental trabajar para dejar bien claro cuáles son las vacunas «indispensables» para la salud colectiva donde se valoren los riesgos y beneficios «con exclusión de intereses meramente comerciales, demagógicos u oportunistas».
El Comité de Bioética de España cree fundamental que haya un calendario vacunal común en todas las comunidades autónomas, una medida «indispensable» para que sea percibida «por la población como una expresión de la ausencia de un verdadero criterio científico e indiscutible». Otro de los objetivos del Comité es que los propios sanitarios se vacunen, por ejemplo, de la gripe. «El profesional sanitario, ante todo, no puede dañar al paciente y, negándose a vacunar, se puede afirmar que lo está haciendo», explica.
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