Conducido por Toñi Moreno, el espacio investiga el árbol genealógico de los personajes más queridos de nuestro país. El martes -20- Octubre , a las 22:30 por antena 3, etc.
EL SILENCIO POR FAVOR - DESAYUNO - CENA - DOMINGO -LUNES - Celia Villalobos ,.
Ha entregado su vida a la política pero hace un año que tomó la decisión más importante de su vida, dejarlo definitivamente para disfrutar de los suyos, a los que durante mucho tiempo no les dedicó todo el tiempo que hubiera querido. Así es su nueva vida.
- Celia Villalobos nos cuenta cómo es su vida después de abandonar la política.
- Celia Villalobos, una mujer que cambió la forma de hacer política.
Lo sabe todo de la política activa porque la ha vivido con total pasión desde que comenzó su andadura en Alianza Popular hasta que, hace un año, decidió abandonarla por coherencia personal. Una actitud poco frecuente que ha puesto de manifiesto que por encima de los intereses están las propias convicciones, que ella defiende a capa y espada. Celia Villalobos, feminista declarada, no dudó a la hora de votar a favor del aborto y del matrimonio entre personas del mismo sexo, pese a las críticas de los ideólogos de su partido. No así de los expresidentes Aznar y Rajoy, que siempre la apoyaron, el primero incluyéndola en las listas a las elecciones europeas de 1994 y al Congreso de los Diputados, y más tarde, nombrándola Ministra de Sanidad y Consumo.
Celia, ¿hay vida fuera de la política?
Hay mucha vida, distinta y espléndida. En mi caso, al dejar la política me he liberado, he vuelto a ser yo porque disfruto de mi tiempo, me divierto y hago todo lo que no pude hacer mientras estaba en política.
¿Qué hace que no hacía siendo diputada?
Hablar con absoluta libertad, aunque soy una persona que siempre he hablado y he dicho lo que he querido. Ahora dedico más tiempo a mi familia, a leer y a ir a la televisión; en definitiva, a buscarme la vida, porque no estoy dispuesta a jubilarme.
No habrá sido fácil dejar todo por lo que ha luchado.
Al principio es complicado, pero nunca tan complicado como cuando dejas de ser ministro y te despiertas a las 8 de la mañana y no suena el teléfono.
¿Fue el momento más duro de su carrera?
Fue difícil por cómo salí y porque pasas del todo a la nada, y eso es complicado de gestionar. Hay que saber adaptarse a todo, ya que el ser humano no puede pararse, sólo analizar los errores que hayas podido cometer y seguir viviendo, porque eso es lo fundamental.
¿Su móvil suena más o menos que hace un año?
La diferencia es que ahora estoy encantada de que sólo suene porque me llaman mis amigos, mis hijos, mi familia o porque me vayan a ofrecer una colaboración. Es una vida diferente.
¿Qué hábitos ha recuperado?
Yo antes me levantaba temprano, iba al Congreso, ya que era diputada por Málaga y vicepresidenta de la Mesa, tenía reuniones, cenas, y los fines de semana iba a Málaga a visitar los pueblos, a reunirme con gente para conocer de primera mano sus problemas.
"Hay mucha vida, distinta y espléndida fuera de la política"
Y actualmente, ¿qué hace en su tiempo libre?
En verano me levanto a las seis y media y voy a caminar, a correr ya no porque tengo un problema de rodilla, y en invierno me levanto a las ocho, voy al Retiro, ando seis o diez kilómetros, vuelvo a casa, me ducho, desayuno, y dos días en semana voy al programa de Màxim Huerta, una gran persona. Después de comer con Pedro, voy a ver a mis nietos o voy de compras...
¿Le preocupa la deriva de la política española?
Yo creo, Rosa, que cualquier ciudadano tiene que estar pendiente de lo que pasa porque hablamos de cuestiones que afectan a todos, y a mí, que he sido diputada del PP (siendo militante), me preocupa saber lo que hacen los nuevos dirigentes, pero ya desde fuera.
¿Qué me dice del Brexit?
Es terrible. Un primer ministro no puede equivocarse más de lo que se ha equivocado Boris Johnson, que para mí representa lo que es la nueva política, basada en la inmediatez, la demagogia y las redes sociales, que tienen más fuerza que el sentido común.
¿Cómo nos va a afectar a los europeos?
Lo viviremos de forma complicada, pero también los ingleses, porque quienes piensan que a partir de ahora todos tendrán trabajo y que la libra se va a disparar, se equivocan porque van a enfrentarse con una realidad muy dura.
¿Por qué damos tanta veracidad a la mentira?
Porque estamos en la política del titular más llamativo, o de lo que se dice en Twitter. A mí me alucina que el presidente de EE. UU. le dé el pésame por Twitter y no por teléfono a su homólogo de un país que ha sufrido un atentado terrorista. Ha cambiado la lógica de la política, la preocupación por las cosas importantes...
Políticos que hemos elegido los ciudadanos.
Claro, por eso tenemos derecho a criticarles y decir que nos hemos equivocado. Yo creo que eso llegará cuando los ciudadanos se den cuenta de que había cosas que no funcionaban del todo bien pero que esto funciona peor.
¿Qué diferencia hay entre ser alcalde o ministro?
La inmediatez en la solución de los problemas. En la política internacional o nacional planteas algo y tardas en ver resultados porque hay muchos actores; en cambio, en un ayuntamiento tomas una decisión y al cabo de un tiempo ves si te has equivocado o no.
¿De qué se siente más orgullosa?
De toda mi trayectoria como alcaldesa de Málaga. Yo quería una gran ciudad. Para mí el modelo era la Valencia de Rita Barberá o la Barcelona de Pascual Maragall, dos personas que me ayudaron mucho. Y eso lo ha conseguido Francisco de la Torre, el actual alcalde, haciendo realidad el modelo que diseñamos en 1995.
Que Málaga haya apostado por la cultura es un paso importante.
Málaga, que es la capital económica de Andalucía, no podía competir con la Costa del Sol como ciudad de vacaciones. Podía complementarse y es lo que se ha hecho. Ahora la gente va a Málaga para ver museos, comer en el puerto o ir al teatro.
"Me siento muy orgullosa de toda mi trayectoria como alcaldesa de Málaga"
¿Qué aprendió como política de a pie?
Muchas cosas: me sentí satisfecha de crear equipos, de que fuéramos capaces de distinguir lo importante de lo accesorio en el gobierno municipal, y sobre todo, el cariño de la gente. Yo paseo por Málaga y noto que me siguen queriendo.
¿Y de su paso por el Ministerio de Sanidad y Consumo?
Que cometí todos los errores que se podían cometer y uno más. Y como diputada por Málaga, siempre me he sentido vinculada a mi tierra.
Usted puso el acento andaluz en la política nacional.
Felipe González también lo hizo, pero hay una realidad, y es que los madrileños se creen que España es Madrid únicamente, porque aquí esta la Casa Real, el Gobierno Central, las instituciones, etc. Y eso hace que se sobrevalore lo que pasa en Madrid en detrimento de lo que pasa en el resto de España.
¿España está preparada para afrontar el coronavirus?
Este virus es complicado pero ya se ha organizado el Gabinete Técnico de Crisis, que en mi tiempo no existía y empezamos a preparar y que está compuesto por conocedores profundos de la salud y de expertos que dan respuesta al virus y a lo que los ciudadanos quieren saber.
¿Cómo evitar que cunda la alarma?
Los representantes de los medios han aprendido que no se puede crear alarma ni destrozar al ministro de turno, sea quien sea, porque estamos hablando de lo que más nos afecta, que es la salud. Todas las crisis que tienen que ver con la salud se convierten en grandes problemas.
¿Tiene miedo al contagio?
Yo no, porque pienso que lo más importante es estar vivo.
"Siempre he querido tomar mis propias decisiones, a veces consciente de lo que eso conllevaba"
Viendo cómo respira, no lo pongo en duda.
Porque yo me sobrepongo a los contratiempos y no estoy dispuesta a que me mate nadie, sólo a reconocer mis errores, a estar viva, a seguir trabajando y haciendo cosas pero no a que ningún periodista ni nadie diga: he matado a la Villalobos.
De usted se ha dicho que era de armas tomar, un verso suelto, ¿se identifica con esa imagen?
Es una realidad: yo he sido así en el colegio, con mis padres, porque siempre me he preguntado el por qué de las cosas. Siempre he querido tomar mis propias decisiones, a veces consciente de lo que eso conllevaba. Para mí es muy importante defender mis ideas y mis principios.
¿No le preocupan las críticas?
A lo único que tengo miedo es al miedo porque te paraliza y es lo peor que le puede pasar a un ser humano.
Se educó en un colegio de monjas.
Sí, en las Jesuitinas.
¿Qué aprendió?
No demasiado... Aprobé el bachillerato con ellas, quién era Platón, algo de latín y griego, y sobre todo, lo que es la intolerancia.
No lograron dominarla.
Tampoco mi padre, ¡cómo lo iban a conseguir las monjas!
Tiene varios hermanos.
Ahora cuatro pero nos llevamos muy bien, tengo una magnifica relación.
¿Cuántas veces le han dicho: ¡que te calles Celia!?
Nunca, ni en reuniones familiares ni en nada. Han sido tan respetuosos que hablamos de la familia, de los hijos, los nietos, pero nunca de política.
¿Y eso por qué?
Porque me respetan y yo se lo agradezco. Bastante tenía durante toda la semana, como para que cuando nos reuníamos hablásemos de lo mismo. Ni siquiera en Navidades hablamos de política y eso que llegamos a reunirnos unos cuarenta. A veces ni siquiera con Pedro (mi marido) hablo de política.
No me lo creo.
Puedes creerme, sólo muy de vez en cuando.
Tienen tres hijos.
Amaya, Macarena y Pedro.
¿Cuál se le parece?
Macarena, porque Amaya y Pedro se parecen a su padre. Macarena es como yo, más impulsiva, más apasionada...
"A veces no hablo de política ni con Pedro, mi marido"
¿Cómo dos personas tan diferentes han sobrevivido a las inclemencias del tiempo?
Porque somos diferentes. Pedro es muy pacífico, solitario, tiene una cabeza muy bien amueblada, como Amaya, mi hija mayor. Dos personas capaces de analizar fríamente la realidad y distanciarse de los problemas, por eso llevamos tanto juntos, porque nunca se ha metido en mi vida.
¿Se ha sentido apoyada por su marido?
Sin lugar a dudas. Pedro siempre ha estado ahí para apoyarme.
¿Cómo les ha cambiado la vida ahora que ya no trabajan tanto?
Es diferente, antes salíamos los dos temprano por la mañana y no nos veíamos hasta la noche, compartíamos vacaciones y fines de semana. Hay que saber adaptarse a las circunstancias.
¿Qué hacen en su tiempo libre?
Pedro lee mucho, escribe, habla con sus amigos, analizan la política… A mí me gusta mucho la televisión, es un medio en el que me siento muy cómoda.
Alguien dijo que era un fenómeno televisivo.
Es verdad, de la televisión me atrae transmitir ideas, defender las mías a capa y espada, participar en debates, y si me ofrecen algo que me divierta, mejor.
Está en el programa de Màxim Huerta.
No sabes lo que ha supuesto para mí, ha sido como una reconversión, ya que yo estaba acostumbrada a debates enfrentándome a otros políticos, en cambio ahora hablamos de temas variados, con compañeros con los que lo paso muy bien.
"A mí me gusta mucho la televisión, es un medio en el que me siento muy cómoda"
Fue Jesús Hermida quien la descubrió.
Yo empecé con Antonio Herrero en un debate, 'Entre mujeres', con Paca Sauquillo y Pilar Salarrullana. Después me llamó Hermida, con el que participé en debates en los que defendía al PP como un partido de centro derecha y no como ogros que se comían niños crudos.
Defendió el aborto en contra de su propio partido.
También defendí el matrimonio entre personas del mismo sexo. Siempre he luchado por algo que no he conseguido: que se respete la libertad de voto en cuestiones que afectan a la moral pública.
¿Tan difícil es tener criterio propio en un partido político?
Hay miedo a perder votaciones, yo no lo creo, porque un partido no es monolítico en cuanto a ideas, por eso quería la libertad de voto en determinados temas.
¿Ha pagado un alto precio por ser coherente?
En la vida pagas precio por todo, y según algunos no he pagado ni la cuarta parte de lo que merecía, pero la suma total me favorece por mi tranquilidad personal, que es más importante que cualquier cargo.
¿Qué se puede hacer para recuperar el prestigio de la política?
Defender la democracia, porque si no lo hacemos, lo que viene es una dictadura.
"En la vida pagas precio por todo"
¿Cree que movimientos como el #MeToo calarán en la sociedad?
Hay mensajes sobre la mujer que quieren que pasemos de oprimidas a opresoras, yo sólo quiero igualdad. Dice el sociólogo Lipovetsky que la seducción no es la violación. Estoy de acuerdo, no se puede confundir acoso con seducción.
Ya lo dijo Catherine Deneuve.
La gran mayoría de los hombres no violan a las mujeres y los que lo hacen, van a la cárcel. Estamos dividiendo la sociedad en dos y eso no puede ser. Se trata de que los hombres entiendan que las mujeres tienen que desarrollar su vida como quieran.
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