LA HORMA DE MI ZAPATO, EL OBJETO Y YO, ZAPATILLAS VIEJAS - MORTADELO Y FILEMÓN - Revista Grada - El director Jayro Bustamante , fotos,.
El director Jayro Bustamante,.
«Si algo me motivó a hacer 'La llorona' fue impulsar la idea de justicia»,.
El director Jayro Bustamante estrena en las salas su último filme, donde usa el mito latinoamericano como metáfora del genocidio en Guatemala,.
El escritor, director y editor Jayro Bustamante estrena esta semana en España su cinta 'La llorona', el último filme de su trilogía dedicada a Guatemala. La compleja historia política sobre la situación actual en su Guatemala natal inspiró a Bustamante a explorar delicados temas a través del género de terror. Los momentos más escalofriantes de 'La llorona' ocurren en medio de la noche cuando el general protagonista deambula por los oscuros pasillos de su cavernosa vivienda al son de los débiles sonidos de gritos espeluznantes, proporcionando una metáfora adecuada para la lucha de los ciudadanos comunes frente al genocidio de las fuerzas autoritarias. En la cinta, don Enrique Monteverde es un anciano general militar procesado por incitar la matanza de los indígenas mayas ixiles durante la Guerra Civil de Guatemala. Mientras el general y su familia se esconden en su suntuosa mansión, uno de los sirvientes es una extraña mujer indígena que parece convocar a los fantasmas de los asesinados para perseguir las noches sin dormir de la familia.
-Con 'La llorona' usted cierra una trilogía muy personal.
-Yo prefiero llamarla un tríptico, ya que no existe un vínculo entre las tres películas. Cada uno de estas cintas representa un insulto, una palabra que encarna la historia de discriminación de Guatemala. Mi primer filme se tituló 'Ixcanul' (2015), un insulto en lengua indígena. En mi segunda película, 'Temblores', el insulto es 'gay'. En mi país, se identifica esa palabra con el machismo y la misoginia, porque los guatemaltecos piensan que ser un poquito femenino es ser menos que los demás. El tercer insulto, elegido para la obra final, y que inspira 'La llorona', es 'comunista'. El vocablo no tiene nada que ver con una idea política, sino que se refiere a todas las personas que defienden los derechos humanos. Vivimos en un reino de corrupción política en Guatemala y si la gente no acepta los derechos humanos pueden suceder cosas horribles como el genocidio que ya sucedió durante la guerra civil.
-La película se inspira en el mito de una mujer que ahogó a sus hijos y que, como un fantasma arrepentido, vaga por el mundo.
-Mi idea es mucho más progresista. Aunque la llorona es una leyenda muy misógina, también es querida. Decidí transformarla y hacerla llorar por toda la gente desesperada que busca justicia. La generación mayor, representada por el general, carece de humanidad y empatía. Creen que son héroes porque mataron y defendieron a la nación contra sus enemigos.
-Su 'llorona' aparece para hacer cumplir un karma.
-Si algo me motivó fue impulsar una idea de justicia. Los personajes son individuos que necesitan que una fuerza o un espíritu llegue de otro mundo para que ellos reaccionen. De lo contrario, seguirán pensando que son las mejores gentes.
-¿Por qué decidió terminar su tríptico con esta película?
-En Guatemala hay un movimiento en marcha en este momento que quiere fingir que la vida es maravillosa y que no pasa nada malo. Hay gente que incluso dice que no hubo genocidio en años recientes y yo quería confrontar esas ideas. Sabía que hacerlo como un drama no sería atractivo para el público y quise probar con el terror, dando espacio a la metáfora de la llorona como una madre tierra llorando por sus hijos.
-¿Cómo estructuró la temática en el género?
-Comencé escribiendo un guion de terror leyendo los testimonios de quienes vivieron la guerra. Luego le fui añadiendo los elementos necesarios para conseguir atraer a una audiencia más amplia, que puede no estar interesada en el horror puro y se inclina hacia el suspense o el thriller psicológico.
-Se pueden encontrar referencias a películas como 'El exorcista', los zombis de George A. Romero...
-Creo que es importante conocer la cultura en que se desarrolla la narración. En este caso, conocía la historia de Guatemala, pero también investigué y descubrí que la gente consume sobre todo películas de terror y de superhéroes. Si quería que la gente invirtiera tiempo en mi mensaje, debía darles algo muy entretenido y eso he hecho. He combinado lo que el público busca con lo que yo quiero informar. Guatemala sigue siendo un país muy conservador y muy duro. Tuve la suerte de encontrar un grupo de gente dispuestos a hacer esta película conmigo; los actores y el equipo, todos coincidimos en que era importante contar lo sucedido.
-Esta historia es una oda a las mujeres que reclaman su lugar.
-El poder de la feminidad es muy importante en esta historia. La llorona representa la libertad de todos los que viven discriminados y en Guatemala no tenemos problemas con las minorías, tenemos problemas con la mayoría. Discriminamos a los indígenas que son más de la tercera parte de la población y discriminamos a las mujeres, que son la mitad.
TITULO: Como Sapiens,.
Cachuela contra la pandemia,.
Olores y sabores,.
Cómo recordar el tiempo en que éramos felices y no lo sabíamos,.
De todos los puentes del año, el de los Santos es el más cacereño. En Cáceres, este fin de semana salíamos al campo a asar castañas. Esta costumbre está muy extendida por la España occidental, pero hay lugares como Ourense y Cáceres donde lo de asar castañas en el campo y en una lata es casi un deber inexcusable. Este año, la pandemia ha acabado con las castañas asadas en grupo.
Escribir en tiempos de pandemia permite entender los estados de ánimo y descubrir que evocar el tiempo pasado, tan necesario ahora, tan buscado, es uno de los recursos más seguros para llegar al lector y tocar su fibra sensible. El Día de las Castañas que no va a poder ser despierta en los cacereños recuerdos, estimula sentimientos y se suceden las anécdotas en la sobremesa.
Hace cerca de 40 años leía 'La nostalgia ya no es lo que era', autobiografía de la actriz francesa Simone Signoret. Compré el libro porque me gustó el título y así descubrí la vida de aquella mujer casada con Yves Montand, Oscar a la mejor actriz por 'Un lugar en la cumbre' y musa de la intelectualidad francesa de la Rive Gauche. Recuerdo haber visitado su tumba en el cementerio del Père-Lachaise y la memoria me lleva enseguida a París y a las ciudades que visitábamos cuando podíamos viajar.
Pero no hace falta irse muy lejos para descubrir que la nostalgia ha vuelto a ser lo que era y que, robando la frase al memorable final de 'Casablanca', siempre nos quedarán los recuerdos. Cualquier detalle sirve para suscitar el pasado, cuando éramos felices y no lo sabíamos. Aquel tiempo en que iba a visitar a mis padres y los besaba al llegar y al partir. Cuesta habituarse a no mostrar cariño. Es duro no besar a tus padres desde marzo.
La otra mañana, yendo a trabajar, a la altura del Gran Teatro, me llegó el olor a churros que subía desde la plaza Marrón. En otoño, temprano, Cáceres huele a churros y ese aroma aceitoso que, en cualquier lugar puede resultar desagradable, en Cáceres nos hace sonreír porque nos recuerda que aunque la enfermedad aceche y esté prohibido casi todo lo que nos emociona, podemos recuperar el tiempo perdido gracias a los olores y a las conversaciones.
Bastó contar a la hora de la comida el golpe de nostalgia que me provocó el olor a churros para que la sobremesa se convirtiera en un ejercicio de recuperación de las sensaciones de la infancia. La pandemia, las normas que estrangulan la convivencia y los sacrificios que hacemos para preservar nuestra salud y la de los otros nos están obligando a buscar refugios seguros donde encontrar la calma y la emoción. Por ejemplo, la memoria olfativa: olor a churros por el Gran Teatro y, 50 metros más adelante, el olor casi comestible de las tortas del Casar reventonas de la charcutería de Martín y el de las gambas a la plancha del bar El Norte, aunque en realidad olía a las cabezas de gambas que el señor Gutiérrez colocaba sobre la plancha del bar para que, crepitando, despidieran un aroma a marisco que tentaba a quienes pasaban por la plaza de San Juan.
Cada ciudad tiene sus olores y sus sabores, todos valen si se trata de recurrir a la nostalgia para combatir el agobio. La misma mañana en que el olor a churros me hizo feliz, invité a mis alumnos a desayunar. Lo hago todos los años a principio de curso para que tomen notas, realicen un ejercicio proustiano y escriban después recurriendo a los resortes creativos de la percepción y la memoria. Los alumnos de la provincia de Cáceres pidieron churros grandes; los de Badajoz, una tostada gigante con cachuela. Los caminos de la nostalgia son inescrutables.
Peter Falk, el teniente Colombo y el perro - Trump prepara el Pentágono para defenderle . , fotos,.
Trump prepara el Pentágono para defenderle,.
Alarma entre los generales y analistas ante los nombramientos de leales en altos cargos,.
Donald Trump no se irá así como así. Al presidente le quedan diez semanas en el poder en las que puede hacer mucho daño a la democracia e incluso orquestar un auto golpe de estado para quedarse en el poder.
Las alarmas se dispararon el lunes con el despido del Secretario de Defensa Mark Esper, el tercero que ocupa el cargo durante el mandato de Trump. Esper rompió con su comandante en jefe en junio pasado tras participar involuntariamente en la polémica foto del presidente Biblia en mano frente a la iglesia de St. John para la que había ordenado dispersar por la fuerza a manifestantes pacíficos. «No sabía lo que había pasado, pensé que íbamos a pasar revista a las tropas», se excusó dos días después.
Pero lo que realmente irritó a Trump fue su negativa a utilizar tropas en activo para reprimir las manifestaciones por el asesinato de George Floyd. Esper no creía en invocar la Ley de Insurrección «para tomar el control de las calles», como había dicho el comandante en jefe al pedir 10.000 tropas. En su opinión el uso de los militares contra su propio pueblo es «un último recurso» para una situación «urgente y extrema» que no se daba en ese momento. ¿Se dará el 20 de enero?
Su sucesor Christopher Miller es un leal de Trump que fue confirmado como director del Centro Nacional Antiterrorista apenas en agosto pasado. Peor ha sido el nombramiento de Kash Patel como su mano derecha. Desde que en 2018 ayudase al presidente a luchar contra la narrativa de las interferencias rusas en las elecciones de 2016 arremetiendo contra el FBI con acusaciones falsas, el nuevo jefe de gabinete del Secretario de Defensa ha tenido una carrera meteórica. Patel, un conspiracionista sin escrúpulos, fue ayudante del presidente del Comité de Inteligencia en la Cámara Baja David Nunes, el más leal que pueda tener Trump en el Capitolio, según el propio Steve Bannon. En poco tiempo ha escalado varios puestos dentro del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Su nombre resurgió también durante la investigación de Ucrania y se le considera el canal trasero de Trump en sus intentos de chantajear al país.
Como parte de esa masacre en la cúpula militar ha caído también James Anderson, jefe de Políticas, que dijo marcharse sabiendo que «el equipo perseverará a pesar de lo que tiene por delante». En su mensaje de despedida rogó al personal del Pentágono que nunca olvide «el juramento al cargo». Su dimisión o despido, aún no está claro, ha sido la puerta de entrada para el general de brigada Anthony Tata, otro conspiracionista al que Trump quiso nombrar secretario de Defensa a principios de año pero tuvo que retirar su nominación al hacerse públicos una serie de comentarios islamofóbicos y recelosos de otros cuerpos de seguridad que forman el llamado «deep state».
La purga seguía con la retirada del vicealmirante de la Marina Joseph Kernan, el más alto cargo de inteligencia en el Pentágono. Le reemplazará Ezra Cohen Watnick, un ex asesor de Michael Flynn, el general más conspiracionista de la campaña de 2016 que acuñó la consigna de «¡Encierrala!» con la que culpaba a Hillary Clinton de los atentados de Bengazi. Cohen-Watnick también había experimentado una importante carrera ascendente en la Casa Blanca de Trump.
La última adición de ayer era Douglas Macgregor, un coronel retirado del Ejército con el que Trump se ha familiarizado en las pantallas de Fox News, donde colaboraba habitualmente con sus opiniones. Ahora se las dará en exclusiva al nuevo secretario de Defensa, que lo ha nombrado su asesor.
«Esta claro que este presidente prefiere la lealtad a la capacitación», recordó Adam Smith, presidente del Comité de Servicios Armados de la Cámara Baja. Al congresista le preocupa el peligro de estas sustituciones en un momento vulnerable como la transición de poder, por la imagen que pueda dar a los enemigos de EEUU. Pero sobre todo, el que estos reemplazos sean el comienzo de una tendencia en la que el presidente despida o fuerce la dimisión de los altos cargos de seguridad nacional para llegar al momento crítico del 20 de enero rodeado de leales que le permitan mantenerse en el poder. «Los próximos 70 días van a ser muy precarios, en el mejor de los casos, y sumamente peligrosos en el peor».
Según diversas fuentes, Trump les ha ordenado que retiren las tropas de Afganistán antes de fin de año. Lejos de actuar como un presidente saliente, el mandatario ha pisado el acelerador decidido a no levantar el pie.
TITULO: HOY LE TOCA - La España de Luis Enrique, cal y arena,.
La España de Luis Enrique, cal y arena,.
foto / Al final del partido, Luis Enrique y Frank de Boer, viejos compañeros en el Barça en aquellos tiempos de Van Gaal, se despidierona afectuosamente. Para Luis Enrique el empate vale, para De Boer no tanto, pero dado que llegó al descanso perdiendo y que en la segunda mitad Holanda no sólo empató sino que dio una cara digna, también se fue conforme. Ese abrazo cortés entre ambos resume un partido tibio, en el que nadie mejoró ni perdió crédito. El hito de la noche fue que Sergio Ramos alcanzó, con un ratito final, los 176 partidos, que le igualan a Buffon como jugador europeo más internacional. Línea, y sigue para bingo.
Holanda tiene muy poco en estos tiempos. Hace algunos años el Madrid fichó a un líbero de allí, llamado Metgod, y Di Stéfano, su entrenador, lo llevó como un castigo. Viéndole una tarde en Málaga se volvió a su ayudante y le dijo: “Holanda volvió a ser lo que era: buena leche, buen queso, buena mantequilla y malos futbolistas”. El partido de ayer me trajo ese recuerdo. Esto no es lo que fue, ni antes ni después de Metgod (volvió a dar grandes jugadores Holanda más adelante). Algo de Van de Beek, el segundo tiempo de Dumfries y poco más. Depay, por el que suspira Koeman, no dio ningún argumento a su mentor.
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