TITULO:
Atención obras - Cine - José María Pou. El actor catalán . Jueves -11- Febrero ,.
¡Atención Obras! - José María Pou. El actor catalán ,.
Jueves-11- de Febrero a las 20:00 en La 2, foto,.
Cayetana
Guillén Cuervo conversa con José María Pou. El actor catalán se sube
estos días al escenario del Teatro de La Latina en Madrid para
interpretar a Marco Tulio Cicerón en la obra "Viejo amigo Cicerón", bajo
la dirección de Mario Gas y con texto de Ernesto Caballero.
Pou, uno de nuestros grandes actores, se pone en la piel del célebre
orador y pensador romano, un ciudadano comprometido, consciente de sus
propios errores y ávido defensor de la honestidad y la integridad moral.
El montaje, estrenado el pasado mes de julio en el Festival
Internacional de Teatro Clásico de Mérida, discurre bajo la premisa de
mirar al pasado para entender el presente.
De Cicerón y de su larga y fecunda trayectoria profesional como actor, y
también como director de teatro, hay oportunidad de hablar con José
María Pou a lo largo de la entrevista en la que además de un reportaje
sobre "Viejo amigo Cicerón" se incluye otro en el Museo del Prado donde
recorreremos la exposición "Invitadas".
Una muestra que ofrece una reflexión sobre el modo en el que los poderes
establecidos defendieron y propagaron el papel de la mujer en la
sociedad a través del arte a lo largo del siglo XIX y parte del siglo
XX.
También estaremos con Lluís Homar, al frente de la Compañía Nacional de
Teatro Clásico desde el pasado mes de marzo, dirige su primer montaje en
esta institución, "La comedia de maravillas". Un espectáculo creado a
partir de varios sainetes de Don Ramón de la Cruz reunidos por la
dramaturga Lluisa Cunillé en un solo texto.
TITULO: TARDE DE CINE CON - La Sra. Lowry e Hijo: la aburrida impostura del prestigio,.
La Sra. Lowry e Hijo: la aburrida impostura del prestigio,.
foto / El prestigio es como la excelencia. En su apariencia de sustantivos abstractos disfrazados de rectitud moral, acaban por ser dos socorridas excusas para justificar, como poco, la falta de imaginación. O la más elemental defensa de los privilegios. La Sra. Lowry e Hijo, de Adrian Noble, es básicamente una película soportada por el prestigio de sus intérpretes (Timothy Spall y Vanessa Redgrave) y que no oculta su pautada, educada y se diría que evidente aspiración a la excelencia. Ni un gramo, en efecto, de imaginación. Y no será porque la historia no está toda ella atravesada de conflictos de carácter casi mitológico, por universales. El problema es, ya se ha dicho, el rigor cerca del más simple encorsetamiento con el que la cinta se desplaza por la pantalla, tan perezosa, ritual y triste como únicamente pendiente de los detalles de época.
Se cuenta la historia de una madre y un hijo. Ella aspiraba (y aún aspira en lo que transcurren los últimos días de su vida) a una existencia perfumada, elitista y perfectamente putrefacta. Él simplemente quería y quiere pintar. "Ni más ni menos", como dice reiteradamente por aquello de subrayar la modestia de todo lo que acaba por ser grande. Estamos ante la vida antes de alcanzar la fama y el reconocimiento del pintor delicadamente naif y profundamente vital L.S. Lowry. Lo que se dirime en sordina es, "ni más ni menos", que el peso agobiante de la tradición; la tiranía de la familia; la estupidez lacerante del clasismo; el ritual nada inocente de la defensa de los privilegios que escenifican los privilegiados; el rigor revolucionario de lo feo (el 'arte degenerado', que decían los nazis) para discutir la estética de mesa camilla... Todo eso y la capacidad de lo bello en su sentido primigenio para dar con la esencia misma del sentimiento. La "belleza de bodegón y barcos veleros al atardecer", se nos dice, es nada más que otra impostura a sumar a la lista donde ya figuran "prestigio" y "excelencia", por ejemplo.
La cinta simplemente se dedica a besar la superficie sin apenas hacer daño, sin molestar a nadie. Y eso, en su falta de ambición, es más que nada molesto
Todo eso, más que estar en la propuesta de Adrien Noble, debería estar. Porque, en efecto, de buena parte de todo eso trata la obra y la vida del sorprendente L.S. Lowry que, como un Brueghel de la segunda industrialización británica, se atrevió a captar con una sencillez cerca de la revelación el espíritu escondido de un tiempo nuevo, el orgullo con la cara manchada de negro de la clase trabajadora. La cinta simplemente se dedica a besar la superficie sin apenas hacer daño, sin molestar a nadie. Y eso, en su falta de ambición, es más que nada molesto.
Por supuesto, luego están Timothy Spall y Vanessa Redgrave. Y, se quiera o no, no queda más que arrodillarse. El primero recupera la gracia del pintor que ya hizo suya en la encarnación de Turner de la mano de Mike Leigh y se exhibe como ese actor tan cercano como enigmático, tan obeso como delgado, tan igual a sí mismo como lejano a cualquier definición. Y, a su lado, Redgrave en el papel de mala madre resentida hasta más allá de lo soportable, sencillamente es Redgrave. Llega un momento en la vida de todo actor grande en que, cuanto menos actúe, mejor. A Redgrave le basta estar para que consiga siempre que estemos con ella. Y así.
¿Que cómo es la película? No lo duden, elegante, prestigiosa, excelente incluso... Ahora, hay que sufrirla.
- +Sin duda, Timothy Spall y Vanessa Redgrave no son dos simples actores. Son Timothy Spall y Vanessa Redgrave. Y eso basta
- -La falta de imaginación demostrada por Adrian Noble es augurio de una carrera larga y próspera. Excelente incluso
TITULO: Historia de nuestro cine - Cine -Deprisa, deprisa - ,.Viernes-12- Febrero,.
El Viernes- 12- Febrero a las 22:15 por La 2, foto,.
- Reparto
- Pablo, "el Meca", "el Sebas", y Ángela son cuatro muchachos que quieren escapar del ambiente marginal en el que viven. Para ello, necesitan conseguir dinero, aunque no están dispuestos a trabajar durante años para poder ahorrar. Ellos sólo piensan en conseguirlo rápidamente y en vivir deprisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario