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A vivir que son dos días - A vivir - Cadena SER - Algún día es hoy - Belén Rueda,.
A vivir que son dos días - A vivir - Cadena SER,.
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Algún día es hoy - Belén Rueda,.
A menudo he trabajado más que los hombres para llegar al mismo sitio,.
La entrevista,.
Belén Rueda. Actriz. La expectación rodea su regreso a los escenarios. Será el próximo 19 de agosto en el Teatro Romano de Mérida, encarnando a una Penélope que habla a los hombres y a la mujeres de hoy,.
Si el pintor Gonzalo Sicre dibujase a Belén Rueda envuelta en una de sus misteriosas penumbras de motel, resultaría difícil apartar la mirada de ella porque, observándola, todo se te pasa por la cabeza. Sigue siendo un misterio... A la actriz, que goza de popularidad y prestigio a partes iguales, Alicia en el país de las maravillas no se le parece absolutamente nada. Porque Belén Rueda, tras pelear y romper tópicos para demostrar su gran valía como actriz, conoce bien los sinsabores y el alto precio que se cobra el desamor, y arrastrar como una herida eternamente abierta la muerte de María, su hija fallecida antes de cumplir un año de vida, le tiene los pies en tierra y los ojos bien abiertos observando este mundo, hermoso y cruel.
Nacida en 1965, ya no se deja tentar por los cuentos chinos, ni por los de Lewis Carroll, ni por los cantos de sirenas. Presente en algunas de las películas que ya son historia del mejor cine español, actriz de éxito también en televisión, ahora regresa a los escenarios, que no pisaba desde que Tomaz Pandur la dirigió, en 2011, en 'La caída de los dioses'. Y lo hace a lo grande, protagonizando 'Penélope', con texto y dirección de Magüi Mira, cuyo estreno tendrá lugar en el Festival de Mérida, donde se representará hasta el 23 de agosto.
Para embarcarse en esta 'Penélope', en la que comparte cartel con María Galiana, Jesús Noguero o Maxi Iglesias, fue decisivo el poder de convicción que maneja la también actriz y directora de escena Magüi Mira, quien en esta ocasión, además de dirigir la función, es la autora del texto, basado en 'La Odisea' de Homero. «Quedó conmigo para hablar del proyecto antes de tener terminado el texto. Me contó su visión de Penélope y lo que quería contar, y desde el principio ya quise estar ahí. Le dije a mi representante que lo tuviese en cuenta», recuerda la intérprete, que reconoce que hacer teatro en Mérida le impone: «Siempre me pasa. Cuando hay un proyecto nuevo, me entra ese miedo inicial. Y Mérida impone mucho. Durante estos años, en los que he acudido al festival cada verano como espectadora, siempre decía: 'Madre mía lo que tiene que ser estar ahí, en ese escenario; menos mal que estoy entre el público, del otro lado, porque impresiona mucho'».
- Y cuando leyó el texto, ¿qué pensó?
- Me enamoró. Me gustó tanto esa Penélope en la que nos vamos a poder ver reflejadas tantísimas mujeres de hoy en día. Cuando llegaron los meses del confinamiento, pese a toda la incertidumbre que se generó con respecto a si se podría estrenar o no, yo no dejé de estudiarlo y de leer muchísimo sobre la tragedia griega, 'La Odisea', Homero, las mujeres en aquel tiempo. Magüi ha hecho una revisión del mito muy interesante, más allá de esa Penélope de la sumisión y de la fidelidad. Es verdad que casi siempre se cuenta la Historia desde el punto de vista de los hombres; en el caso de 'La Odisea', de Ulises, porque parece que, como se va a la guerra, ya no hay nada que interese más que eso. Pero no deja tampoco de ser interesante que durante veinte años Penélope lo esté esperando, y no sentada en una silla sin más. Tuvo su destino en sus manos, no se resignó. Mientras Ulises, rey de Ítaca, estuviera vivo, no podía sustituirlo nadie, pero en cuanto llegaron noticias de que estaba muerto, hubo muchos nobles pretendientes que querían el reino; ella -se dice que era una mujer muy inteligente y con mucha capacidad de convicción- consiguió engañarlos durante todos estos años para no casarse con ninguno de ellos. Y sigue ejerciendo de reina, aunque no de una manera directa, sino inventando todo tipo de argucias para seguir su vida, sin tener que casarse y sin renunciar a su posición. Estamos hablando de hace tantos siglos...; las mujeres no eran dueñas de su destino a nivel personal, ni tampoco podían mandar.
- ¿Y todo eso qué le recuerda?
- Que hay algunas cosas que, después de transcurrido tanto tiempo, siguen repitiéndose. Ya sabe: 'Tú eres una mujer', 'no tienes derecho a hablar', 'no tienes derecho a decidir'... Hay una frase en la obra que define a Penélope y a muchas mujeres de hoy: 'Soy 20 años mayor y 20 años mejor'.
- ¿Lo ha tenido usted más difícil, más complicado a veces, por el hecho de ser mujer?
- Sí, claro que hay momentos en los que tienes que trabajar más que los hombres para llegar al mismo sitio, en los que tienes que demostrar más claramente tu valía; sobre todo, a la hora de tener que dar órdenes, o de poner en marcha un proyecto que tiene que ver no solo contigo, sino con más gente. Claro que sí, y eso que en mi profesión hay una mentalidad mucho más abierta; pero, incluso así, hemos visto cómo haciendo lo mismo, los sueldos no son iguales.
- ¿Qué le gusta más de este personaje?
- Es una luchadora, no desfallece. Y, en su larga espera, ella aprende a conocerse a sí misma. Cuando llega Ulises le dice: 'Soy esta nueva mujer, y si te gusta como soy, bien, pero no pienso volver atrás'. Hay también un momento en el que se ve a un Ulises con unas dotes de mando muy poderosas, y a quien no le cuestionan nada. Ella también tiene dotes de mando, pero intenta convencer. Los nobles se ríen de ella, pero no se deja intimidar. Si no queréis que gobierne con vosotros, lo haré con los plebeyos. Su lucha es una lección para todos, como lo es su resistencia a desfallecer y que en la espera se conozca a sí misma, como le decía.
- ¿Usted es fuerte?
- (Sonríe). Hasta hace unos años, y según la educación que nos han dado, que te dijesen que eras fuerte era como un piropo. Ahora, he de confesarle que hay momentos en los que digo, claramente, 'no, no soy fuerte', porque en el momento en el que te pones ese cartel es como si tuvieses ya que poder con todo; y hay ocasiones en las que no puedes con todo, en las que necesitas ayuda, colaboración, y la iniciativa de otras personas. La etiqueta de fuerte puede ser también una trampa porque, al final, terminas resolviendo las cosas que te corresponden y las que no. Parece que, como eres fuerte, las cosas te resultan más fáciles. No, no, lo que pasa es que me lo trabajo, que me pongo a ello, que no espero siempre a que venga otro a resolverme las cosas. Es como cuando se elogia a alguien diciendo que tiene muchísimo talento...
- ¿A qué se refiere?
- A que nos olvidamos del trabajo, del esfuerzo que hay detrás. Recuerdo que cuando hice 'Mar adentro' con Alejandro (Amenábar), me decían siempre, 'es que tiene mucho talento'. Y es verdad, pero yo añadía, 'y trabaja muchísimo, se esfuerza muchísimo'.
- 'Mar adentro' nos descubrió a una Belén Rueda inesperada, en las antípodas de la actriz de comedia que nos alegraba la vida.
- Fue una gran suerte que Alejandro creyera en mí para ese personaje de Julia. Yo ni me lo creía, fue mi primera película, estaba interpretando a Lucía en 'Los Serrano'. Fue un personaje duro, pero me di cuenta de que con trabajo, con pasión, con esfuerzo, puedes llegar a hacer lo que quieras.
- Y se cayó la etiqueta de actriz de comedia.
- Ay, las etiquetas; a mí me han puesto y quitado etiquetas desde siempre. Cuando hice 'Mar adentro' (2004) me dijeron: '¿Drama tú?'. Después, en cine, seguí haciendo drama y, cuando Inés París me ofreció interpretar la comedia 'La noche que mi madre mató a mi padre' (2016), de nuevo las etiquetas: 'Pero, ¿cómo vas a hacer tú comedia, si eres una actriz dramática?'. Eso es maravilloso porque, si te las ponen y te las quitan, quiere decir que es creíble lo que estás haciendo, aunque es verdad que las etiquetas, en un momento determinado, te pueden limitar.
Guiar hacia la vida
- ¿Qué recuerda de aquella experiencia, que le valió el Goya a mejor actriz revelación?
- Me dejó tanta huella... Me había impactado tanto la historia de Ramón Sampedro (aquejado de tetraplejia desde los 25 años, su suicidio asistido abrió el debate sobre la eutanasia en España), que leí el guión de Alejandro con muchísima curiosidad. Qué sensibilidad para tratar a todos los protagonistas de la historia: al que estaba a favor de lo que quería hacer Sampedro, al que no lo estaba, y al que estaba confuso, como era el caso de mi personaje. Sampedro luchó para que se respetara su elección personal, no quería imponer nada a nadie.
- ¿Cómo se posiciona usted ante la eutanasia?
- Son decisiones que tiene que tomar uno individualmente, pero con ayuda de expertos. Personalmente, creo que hay que luchar junto a la persona que está viviendo un momento muy dramático, y que puede estar confusa, para guiarla hacia la vida, si es posible. Pero si llega un momento en el que se vive un momento terminal terrible, creo que es mucho más humano dejarlos ir. Yo he vivido situaciones muy extremas, en las que la persona ya no podía decidir, ni ver, ni hablar...; se te parte el alma. Por otro lado, también tengo claro que hay que respetar las creencias de las personas, y las decisiones que tome cada uno. Lo que no hay que hacer es tomarlas cuando emocionalmente estás muy afectado.
- También le dio suerte a otro de nuestros grandes cineastas, Juan Antonio Bayona.
- 'El orfanato' (2007) fue mi segunda película, y la primera de Jota. Recuerdo que vino, junto a Guillermo del Toro, a convencerme. La historia me pareció maravillosa, pero depende de cómo la cuentes. Jota me deslumbró. Recuerdo que le dije: 'Tengo que presentarte a Amenábar, os vais a entender a la perfección porque sois tal para cual'. He tenido la gran suerte de trabajar con los dos. De hecho, fíjese en que cuando salen directores como ellos, los americanos dicen 'este es para mí' porque consiguen, con presupuestos más reducidos de los habituales allí, resultados finales verdaderamente extraordinarios.
-¿No le hubiese gustado protagonizar después 'Lo imposible', por ejemplo? Daba totalmente el personaje.
- (Risas) Tengo la suerte de seguir llevándome muy bien con los directores con los que trabajo, y a veces les comento: 'Pero, ¿por qué no hacemos otra juntos?'. Es cierto que hay directores que cogen a una actriz y la convierten en su musa, pero no es mi caso (ríe). Naomi Watts estaba maravillosa en 'Lo imposible'. Jota me llamaba durante el rodaje y me decía: '¡Es igual que tú, es una entregada total'.
«El privilegio de abrazar»
- ¿Cuánto optimismo maneja?
-Mucho. Hay que ser optimista, sobre todo cuando tienes hijos. A partir de ese momento, creo que tienes la obligación de encontrar el lado positivo. Es cierto que pasan cosas muy terribles, pero han pasado siempre, y la gente ha combatido con lo que le ha tocado. No se pueden elegir las circunstancias.
- Como las de esta pandemia. ¿En qué ha cambiado usted?
- Tengo la impresión de que se ha desarrollando en todos nosotros una necesidad muy fuerte de comunicación con la gente a la que realmente quieres. Creo que somos ahora más conscientes del privilegio y la maravilla que es tenerlos a tu lado, poderlos abrazar, cuidarlos... Mis hijas se vinieron conmigo a casa; juntas escuchábamos las cifras espeluznantes de fallecidos, y juntas sufríamos por sus familias. Qué horror no poder, además, despedirte de tus seres queridos.
- ¿Cómo es ahora su relación con la popularidad?
- Ha cambiado con los años, me la he ido tomando de otra manera. Cuando va unida solo al tema de tu trabajo, pues muy bien, pero todo cambia si se entra en facetas de tu vida personal, sobre todo si te ocurre algo muy duro, muy triste, y ves como tu vida la convierten en una especie de culebrón; me parece cruel. A veces te influye, naturalmente. Ha habido momentos en los que decía 'no quiero salir de casa'. Por otro lado, me he encontrado con muchísima gente muy amable. Yo sé que me metía semana tras semana en millones de hogares, y que cuando eso pasa terminas convirtiéndote un poco en alguien como de la familia. Ahora estoy encantada, porque todo esto de la fama y la popularidad ha cambiado mucho, y ya no hace falta ser actor, ni cantante, ni deportista para ser famoso, y en ese sentido los que sí lo somos vivimos más tranquilos. Yo lo que quiero es seguir haciendo buenos trabajos, no perder el tiempo en tonterías y no complicarme la vida, ni complicársela a nadie con cosas que no merecen la pena.
La Brújula es un programa de radio de la emisora española Onda Cero, presentado y dirigido por David del Cura.
Es el tercer espacio en audiencia en la franja nocturna,
retransmitiéndose entre las 20 y las 24 horas, tiempo que dedica a un
análisis de la actualidad, el deporte, la economía (con el espacio
denominado La Brújula de la Economía) y el debate político., etc,.
La Linterna La Cope ,.
'La Linterna' es el programa de radio informativo, político y económico, cultural y de debate nocturno de la Cadena COPE. Dirigido y presentado desde 2009 por Ángel Expósito, se emite de lunes a viernes de 19:00 a 23:30 horas, correspondiendo la última hora de los viernes a 'La Linterna de la Iglesia', dirigida y presentada por Faustino Catalina.,
La policía controla las zonas carnavaleras de Badajoz para evitar concentraciones ,.
El viernes sorprendieron a 60 personas haciendo botellón en la Alcazaba y denunciaron a varios bares por cerrar después de las seis de la tarde,.
La
Policía Local estuvo desde las doce del mediodía de ayer controlando
los puntos calientes de la marcha carnavalera: San Francisco, Plaza de
España y también vigiló la zona de los bares del río, para evitar que se
produjeran concentraciones de gente y se cumpliera la limitación de
reuniones a un máximo de seis personas., etc,.
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