TITULO: Juego de Niños - Ajedrez para la salud ,. Sábado - 10- Abril ,.
Juegos de niños,.
Sabado - 10- Abril a las 22:00 por La 1, fotos,.
Juego - Ajedrez para la salud ,.
Ajedrez para la salud,.
«Es una terapia motivadora porque no deja de ser un juego»,.
La mayoría vemos el ajedrez como un mero juego de mesa, quizás ahora más presente que nunca en nuestro imaginario o rutina por el éxito de la serie 'Gambito de Dama', pero no todos lo consideraríamos ciencia. Sin embargo, sus 64 escaques bicolores y los característicos movimientos de sus 32 piezas se utilizan, desde hace años, como una terapia aplicada a la salud mental, que permite entrenar y rehabilitar distintas funciones cerebrales. Diversos estudios lo avalan y sus conclusiones son similares: el ajedrez, además de un pasatiempo, es una herramienta que interviene en la mejora de las funciones cognitivas como la percepción, la memoria, la atención, el racionamiento, la planificación, la organización, la resolución de problemas o la capacidad viso-espacial. Así pues, el ex campeón mundial de ajedrez José Raúl Capablanca no se equivocaba al decir que «el ajedrez es algo más que un juego; es una diversión intelectual que tiene algo de arte y mucho de ciencia».
La metodología utilizada en las terapias basadas en el ajedrez toma como referencia las características y reglas del juego tradicional, pero el tablero es un mural que se cuelga en la pared y se practica en grupo. En el Club de ajedrez Magic de Extremadura, lo aplican desde 2009 con un método propio, denominado ECAM, que que cuenta con una batería de más de 400 ejercicios. Su actividad abarca programas para personas mayores, desempleados, presos, drogodependientes, afectados de ictus, personas con Síndrome de Down y aquellas que tienen Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
«Los ejercicios que proponemos en cada taller están adaptados a las necesidades de los participantes. Es decir, con personas mayores trabajamos más los distintos tipos de memoria, porque esta suele decaer con el envejecimiento; mientras que con gente con Síndrome de Down incidimos más en tareas que fomentan la atención sostenida y las habilidades visoespaciales», expresa Juan Antonio Montero, presidente del club, psicólogo y creador del método ECAM.
Un ejercicio para trabajar la memoria demorada, por ejemplo, consiste en colocar 3 o 4 piezas en el mural, dar 30 segundos a los sujetos para que memoricen su posición, retirarlas y pedirles, antes escoger a alguien para recologarlas, que cuenten de 50 a 0 restando cinco o canten la tabla de multiplicar del 7. «Se llama memoria demorada porque, entre medias, incluimos un estímulo que distrae al cerebro y le dificulta recordar la posición de las piezas, haciendo que trabaje», señala Montero.
Pedagogía del éxito
Si lo que quieren es fomentar la memoria de trabajo, es decir, la que manipula la información que se memoriza, lo hacen de esta otra forma. Colocan 3 o 4 piezas en el mural, dejan que los participantes memoricen su posición durante un minuto, las retiran y les hacen preguntas. ¿Cuántas piezas había? ¿De qué color eran? ¿Había alguna que no se había movido de su posición inicial? ¿Si alguna de ellas se mueve puede dar jaque a rey negro? Por ejemplo, si un peón está en la segunda o la séptima fila es que no se ha movido, porque esa es su posición inicial en una partida de ajedrez tradicional, y si tiene enfrente al rey, le podrá hacer jaque. «Aunque se practique en grupo, el trabajo es individual, porque cada persona hace sus cálculos de forma independiente», cuenta el presidente del club.
Para trabajar las habilidades visoespaciales y la atención sostenida tienen otro ejercicio que toma al caballo como protagonista. Consiste en que esta pieza vaya capturando, con su característico movimiento en L, a las otras que se han colocado en el tablero. Lo llaman 'Fórmula 1'.
La dificultad de las actividades también se adapta a cada grupo y el grado de complejidad aumenta de forma progresiva. «Practicamos la pedagogía del éxito, es decir, que la persona que escogemos para resolver cada ejercicio tenga una probabilidad alta de resolverlo correctamente, con el fin mantener su motivación. Así, para las primeras tareas, que son más fáciles, sacamos a personas cuyo deterioro cognitivo es más grave, mientras que para las últimas, que son más difíciles, sacamos a los que tienen una afección más leve», agrega el especialista.
«Aunque se está 'trabajando', la sensación de los usuarios es de estar jugando« Jose antonio montero
La gran ventaja del ajedrez es que, incluso cuando se utiliza como terapia, sigue manteniendo su componente lúdico de juego, por lo que es atractivo para cualquier público, independientemente de su edad o circunstancia. «Aunque se está 'trabajando', la sensación de los usuarios es de estar jugando, por lo que son muy frecuentes los aplausos cuando los compañeros lo hacen bien, especialmente si alguien que tiene dificultades resuelve algún ejercicio que se supone que estaba por encima de sus capacidades. Todo eso es muy motivador para la gente y es algo que no ocurre con otros sistemas de entrenamiento o rehabilitación cognitiva que, aunque pueden ser excelentes, no siempre generan dicho componente competitivo y divertido», opina Montero.
Eso sí, no hay que olvidar que «antes de planificar cualquier estrategia de rehabilitación con personas con algún tipo de disfunción cognitiva es necesaria la evaluación especializada de cada caso, con el fin de individualizarla y adaptarla a las necesidades concretas de cada sujeto. También es importante contar con la motivación de las personas y sus preferencias, ya que no a todo el mundo le gusta lo mismo. Estos son aspectos claves para que la rehabilitación cognitiva sea eficaz y no genere frustración ni abandono», advierte Silvia Gil, neuróloga especializada en alzhéimer y miembro de la Sociedad Española de Neurología.
TITULO: LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE - Hay heroes tanto en el mal como en el bien ,.
LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE - Hay heroes tanto en el mal como en el bien,. ,fotos.
Hay heroes tanto en el mal como en el bien,.
El autor recuerda el sacrificio de miles de españoles, muchos de ellos valencianos, que dejaron su vida en la isla,.
El 25 de febrero de 1895, con el llamado «Grito de Baire», comenzó la que sería la guerra definitiva de independencia cubana, al término de la cual España perdería sus últimas posesiones ultramarinas. Factores geográficos, económicos, sociales, políticos y tecnológicos influyeron sobre el proceso y sus resultados finales.
Por su situación estratégica, Cuba siempre fue mirada como un territorio a dominar por los Estados Unidos. Desde este país llegaron las principales cantidades de armas y recursos para los insurrectos remitidos por la emigración cubana, la hostilidad encubierta bajo el disfraz de su amistad hacia España y las tropas que llevaron a la derrota de la metrópoli; una metrópoli que cometió error tras error mientras mantuvo la soberanía sobre la isla.
Cuando comenzó la guerra, las tropas españolas en Cuba eran de unos 20.000 hombres, sin contar los voluntarios organizados en la isla. El 29 de marzo de 1895 desembarcó en la zona oriental de Cuba el general independentista Antonio Maceo, mientras que al mes siguiente lo hicieron Máximo Gómez y José Martí, hijo de valenciano y canaria, caudillo de la independencia de su país, que pronto se unirían a Maceo. El 19 de mayo, en el combate de Dos Ríos, murió José Martí.
Bajo los mandatos como capitanes generales de Cuba de los generales Calleja, Martínez Campos,Weyler y Blanco, la guerra tuvo sus altibajos, sin llegar a un resultado definitivo con las operaciones. Fueron enviados a Cuba unos 220.000 hombres, de los que volvieron 45.000 durante la guerra y 146.000 cuando terminó. El número de fallecidos superó los 50.000.
El 25 de abril de 1898, Estados Unidos declaró la guerra a España. El 3 de julio tuvo lugar el hundimiento de la escuadra del almirante Cervera, rindiéndose Santiago de Cuba el 12 del mismo mes.
A partir de entonces comenzó la repatriación final de los soldados españoles. El primer barco salió de Santiago de Cuba el 10 de agosto y el último llegó a Cádiz el 30 de abril de 1899.
El 4 de marzo de 1899 llegó al puerto de Valencia el vapor francés 'Cheribon'. El viaje resultó bastante tranquilo, aunque hubo que lamentar dos muertos en la travesía. Además de cuatro compañías del Batallón Luchana, el barco transportaba el escuadrón del 'Sesma', regimiento de Caballería radicado entonces en Valencia.
En los 122 años transcurridos desde entonces, se han colocado placas y monumentos en recuerdo de los combatientes de aquella guerra en muchos lugares de España, aunque han sido raros los dedicados a los soldados valencianos, de los que murieron, según nuestros datos, 4.204 (948 de la provincia de Castellón; 1.66 de la de Valencia y 1.290 de la de Alicante).
La corporación municipal de Moncada dedicó una calle, en 1952, al soldado Juan Devis Monleón, premiado con la cruz laureada de San Fernando. Hubo cuatro laureados más: Bernardo Badal Suay (Cirat, Castellón), Antonio Vidal Fernández (castellonense de adopción), Manuel Nebot (Castellón) y Jaime García Borredá (La Ollería, Valencia). Probablemente también recibieron los homenajes merecidos.
Aunque no lo sepan bastantes lectores, hay una placa en recuerdo de José Martí, el líder de la independencia cubana, en la plaza del Miracle del Mocadoret, en Valencia. Allí vivió de pequeño con su familia desde 1857 a 1859, como puede leerse en la placa que tuvimos la oportunidad de mostrar a los historiadores cubanos asistentes al Congreso Internacional sobre la Guerra de Cuba, celebrado en nuestra ciudad el año 2017.
Puesto que los miles de valencianos que participaron en ella -en la que muchos murieron- merecen ser recordados, solicitamos a nuestro Ayuntamiento que tuvieran una calle en Valencia, que complementara la placa de José Martí, lo que confiamos en que se resolverá positivamente.
En noviembre del año 2020, tuvo lugar en Vigo -donde llegaron también muchos de los soldados repatriados de Cuba, algunos de ellos valencianos- la inauguración de un monumento levantado a expensas de la Autoridad Portuaria de aquella ciudad,en cuya placa se lee en sus últimas líneas: «O pobo de Vigo deu un notable exemplo de solidaridade e humanidade que non pode ser esquecido e debe ser lembrado».
Bien se merecen tener una calle y un monumento aquellos soldados valencianos, para que no sigan vigentes los versos que pueden leerse en el Almanaque de LAS PROVINCIAS para 1899, página 107:
¡Ni una cruz hay en sus pechos,
Ni un galón en sus brazos!
Vienen pálidos,deshechos,
Y rotos a machetazos.
Y aunque ese una bandera
Rescató herido,y aquél
Quedó manco en la trinchera
Por salvar al coronel
Serán los héroes obscuros
Que lucharon en defensa
Del territorio,seguros
De morir sin recompensa
Nada habían de ganar
Con vencer o no vencer
Con gloria o no,a trabajar
Si pueden,y a mal comer
Entre oración y oración
Sufridas,no resignadas
Dicen con tierna emoción
Las madres desconsoladas:
¿De qué han servido sus vidas?
¿Qué glorias se han alcanzado?
Eso, madres doloridas
Preguntádselo al Estado.
Todavía estamos a tiempo de reparar una injusticia con aquellos héroes de la guerra de Cuba.
TITULO: EL CLUB COMEDIA - Un cuadro es la suma de sus destrucciones,.
Un cuadro es la suma de sus destrucciones,.
foto / Cuando todo esto acabe, seguiremos viviendo y muriendo. De hecho, lo seguimos haciendo. Al margen de este virus nuevo, está el amor de antes, el dolor de siempre, que seguirá ahí cuando todas estas muertes de más sea muchas menos. Una vez me dijo Pablo Salazar que lo más duro cuando fallece alguien querido es que la vida sigue. El vacío del que se fue se va llenando de otra gente y otras cosas. Es lo peor y lo mejor. Las alegrías retornan. Como las penas. Se suceden. ¿Y qué queda? Poco. El recuerdo y el olvido van echándose pulsos. Toda esta situación de hoy, que acapara conversaciones, decaerá. Aparecerán nuevos asuntos aparentemente ineludibles mientras nos vamos yendo unos y llegan otros.
Niñas que no sabían leer antes de la pandemia, ahora leen. La vida cotidiana transcurre inexorable mientras en los medios y en las redes se habla de grandes acontecimientos y pequeñas fruslerías. Las elecciones, los debates candentes sobre si llevar o no mascarillas en la playa... se diluirán. Sin embargo, el miedo, las pasiones y los deseos más personales son resistentes, y su desaparición sí nos interpela. La cabeza ('el cabet a la feina') impulsa el día a día, pero sobre todo somos corazón. Y el corazón, escribió Ondaatje, es un órgano de fuego. Somos esa llama. El calor y la luz que desprende. Y alrededor de ese fuego llega y se va todo lo demás. Es importante no perder esa perspectiva porque no sabemos cuándo dejaremos de arder. Sofocados repentinamente por un chaparrón o un golpe de aire. Quizá agotados lenta, suavemente. Por eso temo este tiempo en el que los abrazos están prohibidos y no avivan fuegos, que perviven gracias al cuidado que pongamos al velarlos casi en solitario. No descuiden despedidas, saludos ni las estancias con los que aman. Incluso sin tocarse, reciban, despídanse y vivan con intensidad esos momentos que nunca aparecerán en este o en otros periódicos.
La suerte también influye. Hacía tiempo que un instinto fatalista, quizá heredado de él, me imponía despedirme de mi padre con una mirada larga. Sin reservar demasiado. La última vez que le vi vivo le dije, adiós papá. Lo observé con detenimiento. El respondió, adiós hijo. Y me miró. Nos dimos media sonrisa. Ninguno de los dos sospechaba que era la última vez que lo haríamos en voz alta. Pero lo hicimos bien. De corazón. El suyo dejó de latir hace una semana, al margen de toda esta nueva fatalidad. Dos días después, sonó el intermezzo de Cavalleria Rusticana cuando su cuerpo también se fue. Fue casual, pero no todos los azares de estos días serán malos. Ese fue el mejor azar y adiós posible, y permanecerá en mi corazón mientras siga siendo un órgano de fuego.
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