TITULO: LAS HUCHAS DE LAS MONEDAS -CONVIVIR CON LA GUERRA,.
LAS HUCHAS DE LAS MONEDAS -CONVIVIR CON LA GUERRA , fotos,.
El sino de las bolsas sigue marcado tanto por la evolución del conflicto entre Rusia y Ucrania como por la respuesta que den los Bancos Centrales a una inflación absolutamente descontrolada.
La guerra no da -de momento- señales que permitan pensar en un desenlace ni rápido ni positivo, manteniéndose la incertidumbre entre los inversores ante las nefastas consecuencias que pueda acabar desencadenando esta invasión. Por otro lado, los Bancos Centrales se encuentran ante la disyuntiva de combatir la inflación (en EE. UU. el 7´5 % y en Europa el 5´8%) o proteger la economía de los impactos que pueda tener este conflicto, sin subir los tipos de interés ni retirar los estímulos. Todo indica que se decantarán por la primera de las opciones, es decir, subida paulatina de tipos y retirada de compra de bonos.
Con estas premisas, los mercados han tenido un saldo muy diferente: mientras el Nikkei japonés y los índices americanos cerraran con ganancias, los europeos lo hicieron con saldos mixtos, imponiéndose los números rojos en la mayoría de plazas, con la excepción de Londres y Milán.
Aquí el Ibex, frenó el rally alcista de las últimas semanas (desde mínimos del día 7 ha subido más del 16%) y fue el índice con peor saldo en el viejo continente, (-1,03%) cerrando en los 8.330 enteros.
Las pérdidas que por segundo año consecutivo publicó Siemens Gamesa, provocaron un aluvión de ventas, desplomándose la compañía de renovables un 13,90%, acumulando un descenso anual superior al 20% (más del 40% si lo extendemos al último ejercicio).
Entre los valores que lograron cerrar en positivo, destacaron las subidas de Repsol (+8,43%) y Arcelor (+10,18%) beneficiados ambos por el nuevo repunte de las materias primas.
El crudo volvió a dispararse hasta los 119 dólares/barril, presionado su precio por el ataque que se produjo el lunes en una refinería de Arabia Saudí y la posibilidad de boicot al petróleo ruso si persiste el conflicto entre el Kremlin y Kiev, propuesta del presidente estadounidense en la cumbre de Bruselas de este pasado viernes.
En el mercado de deuda, la rentabilidad de los bonos sigue su escalada situándose la del nuestro en el 1,44%, la del alemán en el 0,58% y el americano en el 2,47%. A pesar de estas subidas, la prima de riesgo bajó 9 puntos básicos, hasta los 86 enteros.
Estas tensiones, han llevado a la tasa para préstamos hipotecarios en Estados Unidos hasta el 4´5 %, nivel máximo desde hace tres años.
Las bolsas empiezan a interiorizar la prolongación del conflicto (el jueves se cumplió un mes desde el comienzo de la invasión) y su consecuente impacto económico. La inflación, ahora sí, será el único objetivo de los Bancos Centrales.
TITULO: LOS 50€ BILLETES - BILLETE 1.000 PESETAS - LOS ARBOLES PERDIDOS - Extremadura cuenta con 167.059 mujeres trabajando, la cifra mas alta de la serie ,.
LOS 50€ BILLETES - BILLETE 1.000 PESETAS - LOS ARBOLES PERDIDOS - Extremadura cuenta con 167.059 mujeres trabajando, la cifra mas alta de la serie . , fotos,.
Extremadura cuenta con 167.059 mujeres trabajando, la cifra mas alta de la serie ,.
El emprendimiento en Extremadura empieza a tener rostro de mujer. Pese a que aún hay que seguir incidiendo en medidas para conseguir la igualdad real en cuanto a empleo, salario y formación con respecto a los hombres, mucho se ha avanzado en los últimos años gracias a las políticas activas de empleo puestas en marcha por la Administración. Solo hay que echar un vistazo a la última Encuesta de Población Activa (EPA), la cual refleja que la Comunidad Autónoma nunca antes había tenido tantas mujeres trabajando con 167.059, creando 3.650 empleos (+2,2%), mientras que el país lo hace a un ritmo del 4% en el mismo. Esto hace que la tasa de empleo suba 1 punto hasta el 37%, la más alta de la serie histórica de la EPA, pero a 15 puntos todavía de distancia de la de los hombres y a 7 de la de España que se queda en este año en el 44,75%.
Además, en lo que va de legislatura, las mujeres de la región recogen todo el empleo creado con 6.655 más, mientras que los hombres pierden 1.006 puestos de trabajo. De hecho, el incremento del empleo entre ellas en este lapso de tiempo (del 4,15% en términos relativos) supera al crecimiento que se produce en la media del país (+1%) siendo Extremadura la segunda Comunidad Autónoma con mayor subida del empleo en las mujeres en este periodo tras la Región de Murcia.
En cuanto al paro, entre las mujeres se ha reducido en 3.333 (-5,7%) situando el número de paradas en 54.957. En concreto, durante 2021, Extremadura contó con el menor número de mujeres paradas desde el año 2010, una evolución que es más positiva que la de España donde el paro entre ellas baja en un 1,1%. A ello hay que sumar que Extremadura es la segunda región en la que más desciende el desempleo en las mujeres tras Asturias.
A su vez, su tasa de paro ha caído 1,5 puntos porcentuales situándose en el 24,77%, el porcentaje más bajo desde el año 2008. Al mismo tiempo, la reducción de la tasa de paro de las mujeres de Extremadura es mayor que la de España (aquí la reduce en 7 décimas), “aunque seguimos teniendo el mayor porcentaje de mujeres paradas de todas las Comunidades Autónomas”, afirman a Regiondigital.com fuentes de la Consejería de Educación y Empleo.
Haciendo referencia a la que ha sido su evolución durante la legislatura, el paro también se reduce entre ellas un 10,5% con 6.444 mujeres menos desempleadas, suponiendo el 60% del descenso en el paro regional en este periodo, mientras que España incrementa su desempleo un 6,44%.
EVOLUCIÓN DEL DESEMPLEO FEMENINO
Así pues, el número de mujeres desempleadas que están registradas en el Servicio Extremeño Público de Empleo de Extremadura (SEXPE), en febrero de 2022, desciende en 457 (-0,77%) con relación al mes anterior, siendo la cifra total de paradas 58.959. También, en los últimos 12 meses el desempleo femenino se ha reducido en 10.114 personas, lo que supone una caída del 14,64%, mientras que en términos absolutos la bajada del paro registrado en las mujeres es superior a la de los hombres (-9.554).
En la actualidad, el perfil de la mujer parada de Extremadura tiene una edad entre 25 a 44 años, que ha trabajado anteriormente en el sector servicios, especialmente en hostelería y comercio y con un bajo nivel de cualificación, predominando las mujeres que no han finalizado la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Así pues, en la región las mujeres desempleadas, representan el 62,5% del total del paro regional.
No obstante, desde Educación y Empleo consideran importante reseñar la caída de las paradas que llevan más de un año buscando empleo en estos últimos doce meses: “con una bajada del 34%, con 18.366 mujeres menos en esta situación, lo que ha supuesto el 65% del total de la caída de los parados de larga duración en Extremadura”. Así, el número de mujeres totales en esta situación (25.034) es la cifra más baja de los últimos 10 años.
DIFERENCIA DE SALARIOS
Con respecto a los salarios, la Encuesta Anual de Estructura Salarial del Instituto Nacional de Estadística (INE) relativa al periodo 2018-2019, pone de manifiesto que las mujeres perciben un salario menor que los hombres, con diferencias notables, causada por un conjunto de factores que reflejan que la situación de las mujeres “siempre ha sido peor en prácticamente todas las variables relevantes del mercado de trabajo”, apunta la Consejería de Educación y Empleo.
Prueba de ello es que en 2019, último año disponible, el salario medio de las mujeres era de 18.012,58 euros, mientras que el de los hombres llegaba a los 21.823,73 euros. Ellas percibían un 17,5% menos de salario que ellos o 3.811,15 euros menos, una situación de desigualdad salarial que se ha reducido desde 2015 en 3,2 puntos porcentuales.
TASA DE ABANDONO ESCOLAR Y DE EMANCIPACIÓN
Otro de los aspectos a tener en cuenta es la tasa de abandono escolar, la cual entre las mujeres de Extremadura se situaba en 2021 en el 9%, 5 puntos porcentuales por debajo de la del total regional (14%) y 9,8 puntos porcentuales por debajo de la de los hombres (18,8%). De este modo, se trata del porcentaje más bajo de la serie histórica de esta tasa.
Respecto a 2020, según la Consejería de Educación y Empleo, la tasa de abandono escolar de las mujeres baja 3 puntos porcentuales y desde el inicio de esta legislatura en 4 puntos.
La tasa de emancipación de las mujeres jóvenes alcanzaba en 2021 el 20,59% (el porcentaje más alto desde el 2013) superando a la de los hombres en 2,8 puntos y a la media regional que se quedaba en el 19,16% en 2021 en 1,43 puntos. De esta forma, se incrementa su tasa respecto a 2020 en 2,42 puntos porcentuales y en la legislatura en 9 décimas.
POLÍTICAS ACTIVAS DE EMPLEO REGIDAS POR LOS PRINCIPIOS DE IGUALDAD DE OPORTUNIDADES
Para lograr estas cifras, hay que tener en cuenta que en todas las políticas activas de empleo de la Consejería de Educación y Empleo de la Junta de Extremadura rigen los principios de igualdad de oportunidades y no discriminación en el empleo y en particular la igualdad de trato entre mujeres y hombres. Prueba de ello, son los programas que incentivan la contratación de mujeres en prácticas y su transformación en contratación indefinida de personas jóvenes con titulación a través de dos programas.
El primero de ellos contempla ayudas a la contratación en prácticas de personas jóvenes tituladas universitarias, con titulación de formación profesional o de certificado de profesionalidad; el segundo, posee ayudas a la transformación en indefinidos de los contratos en prácticas subvencionados en el Programa I. De hecho, si es mujer, la cuantía de las ayudas se incrementa, al igual que cuando las empresas tienen implantados Planes Empresariales de Igualdad de Género.
También existen otras ayudas a la contratación de personas con discapacidad en el mercado ordinario, cuyas cuantías aumentan en el caso de que las personas contratadas sean mujeres con discapacidad. A ellas se une el Fomento de Empleo para la Economía Social, con la creación de empleo estable en el ámbito de la economía social mediante dos programas, cuyas cuantías serán de 12.500 euros para mujeres víctimas de violencia de género y de 11.500 euros para el resto de mujeres; así como el Programa de Ayudas para el fomento, la consolidación y modernización del empleo autónomo, aumentando también la cuantía de ayudas hasta los 9.000 euros en beneficio de la mujer desempleada.
17 LANZADERAS DE EMPLEO
Además, en 2021 se pusieron en marcha un total de 17 Lanzaderas de Empleo, 13 preferentemente en el medio rural y otras cuatro en Badajoz, Plasencia, Mérida y Cáceres. Este programa gratuito de orientación laboral ayuda y guía a personas en situación de desempleo a reactivar su búsqueda de trabajo con nuevas técnicas y herramientas, reforzando las competencias transversales y las digitales.
De todas ellas, las de la capital extremeña y la capital cacereña fueron exclusivas para mujeres. Así, podían participar mujeres en desempleo, con edades comprendidas entre los 18 y los 60 años de todos los niveles formativos (ESO, Formación Profesional, Bachillerato, Universidad, Master, etc.) y proceder de cualquier sector profesional, con o sin experiencia previa. Por lo que si hablamos de las 17 Lanzaderas llevadas a cabo en la región, el 75,16% de las personas participantes fueron mujeres.
También es importante citar los Programas de Formación en Alternancia con el Empleo, tales como el Colaborativo Rural, el de las Escuelas Profesionales Duales de Extremadura o el Crisol, en cuya determinación de los criterios de selección del alumnado trabajador, se procura la mayor adaptabilidad a las víctimas de violencia de género. Además, en la baremación de estos tres programas de empleo, reciben 0,25 puntos más aquellas mujeres que sean desempleadas.
A ello también hay que sumar las acciones formativas con compromiso de contratación dirigidas a personas trabajadoras desempleadas, programa consistente en la convocatoria de subvenciones dirigidas a empresas y entidades que asuman un compromiso de contratación de al menos el 40% de las personas que finalicen las acciones formativas. Tendrá prioridad para las mujeres. También están las empresas de Inserción, que permiten la creación de empleo protegido para los colectivos vulnerables y la contratación de personal técnico de orientación y acompañamiento que facilite la adaptación al empleo para los mismos (mujeres víctimas de violencia de género o víctimas de trata de personas).
De la misma manera, el MRR que plantea en el componente 23 una reforma de las políticas públicas para promover un crecimiento inclusivo y sostenible desde el punto de vista económico y social. Este componente contempla varias inversiones, en el ámbito de las Políticas Activas de Empleo y la inclusión social.
Concretamente, una de las inversiones de este componente es: C23.I2 Empleo mujer. Se trata de programas que fomentan el empleo de mujeres y tratan de reducir la brecha de género, apoyando a las mujeres en el ámbito rural y urbano, impulsando acciones de formación e inserción para víctimas de violencia de género y favoreciendo la transversalidad de género en las políticas activas de empleo. Hay ayudas a la conciliación, por tener hijos menores de 3 años o ser familia monoparental.
Finalmente, la Consejería de Educación y Empleo está elaborando un paquete de medidas para la igualdad de oportunidades y de acceso a las políticas activas de empleo, en el que se incluyen varios programas destinados a mujeres (Programas de oportunidad laboral, de fomento del empleo y de conciliación familiar y laboral).
1.636 MUJERES FUERON ATENDIDAS EN LOS PAE DURANTE 2021
No obstante, las ayudas que ofrece la Administración autonómica para una mujer que quiera emprender un nuevo negocio también llegan desde la Consejería de Economía, Ciencia y Agenda Digital. La Red de Puntos de Acompañamiento Empresarial (PAE) surge para dar respuesta a la necesidad de acercamiento al territorio de los servicios públicos de apoyo a la empresa y a las personas emprendedoras. Integrada por cinco oficinas ubicadas en Badajoz, Cáceres, Don Benito, Mérida y Plasencia, y gestionada a través de Extremadura Avante, esta red ofrece acompañamiento empresarial en toda la región.
Durante el año 2021, un total de 3.727 extremeños, 2.091 hombres y 1.636 mujeres, han sido atendidos en la red, recibiendo al menos un servicio de los que prestan los PAE, entre los que se encuentran asesoramiento en la construcción de un proyecto empresarial, así como información sobre permisos y normativas; crear una empresa en una mañana a través de un único trámite; solicitar subvenciones adaptadas a las necesidades de las empresas; o identificar opciones de financiación y facilitar contacto con entidades financieras.
Registrar la marca de la empresa, productos o servicios; apoyo en la búsqueda de nuevos mercados y así como a vender en otros países; acceso a servicios de formación desarrollados desde la Red PAE; y apoyo a la consolidación de los proyectos empresariales a través del Plan de Acompañamiento al Autónomo y Pyme, son otros de los servicios de los que dispone para atender a la sociedad extremeña.
MÁS DE 1.400 MUJERES FORMAN LA RED CONECTADAS EN EME
Otro ejemplo de ayuda para la mujer emprendedora extremeña es Conectadas en EME. Con datos actualizados hasta el pasado 17 de marzo, esta red profesional para la promoción de las mujeres en el emprendimiento, la empresa y el liderazgo en el ámbito empresarial en Extremadura, la forman en la actualidad más de 1.400 mujeres. Creada en el año 2018, facilita a las usuarias un espacio virtual y diferentes actividades a través de las cuales compartir experiencias y aprendizaje, hacer networking, crear sinergias y la posibilidad de hacer negocio de forma conjunta para crecer.
Para ello, esta red nace como uno de los resultados de la Estrategia de Mujeres Emprendedoras puesta en marcha por la Dirección General de Empresa, junto con las organizaciones más representativas de la región que apuestan por fortalecer el papel de la mujer en el tejido económico. Su actividad cogió impulso a partir del 2018 con una programación de desayunos de negocios en los que son las propias empresarias y emprendedoras de la red las personas expertas que comparten sus conocimientos y experiencias para nutrir al resto de la red.
Actualmente 1.436 empresarias y emprendedoras se han registrado en la plataforma. Se han desarrollado más de 50 actividades, en las que han participado más de 3.600 empresarias y emprendedoras. La red se ha adaptado a la situación de la pandemia, desarrollando 37 de sus actividades online. Entre la programación de acciones, se encuentran los Desayunos EME, encuentros en los que las participantes dan a conocer sus empresas, comparten experiencias y pueden establecer relaciones de colaboración o hacer negocio entre ellas.
De hecho, en cada desayuno una de las participantes imparte una charla-taller sobre algún tema relacionado con su empresa o profesión. Para ello, la programación de Desayunos EME se ha desarrollado por diferentes localidades de la Región, ajustando las temáticas a las necesidades de las empresarias; estrategias de motivación, habilidades directivas, herramientas para mejorar el marketing, claves para mejorar la gestión financiera…
En la actualidad, se está trabajando en futuras actuaciones para potenciar a las empresarias y emprendedoras, como la realización de un catálogo empresarial online de mujeres profesionales de Extremadura. Además, se celebrará una feria empresarial de mujeres para visibilizar a las empresarias de la región; y se desarrollará una nueva edición del programa de Formación en Habilidades Directivas, tras el éxito de participación de las anteriores convocatorias.
Cabe destacar que los próximos Desayunos EME se llevarán a cabo el 26 de abril en Piornal, Desayuno EME: “El poder del propósito”; el 24 de mayo en Pasarón de la Vera, Desayuno EME: ¿Conoces tus derechos y obligaciones bancarias?, y el 21 de junio en Monesterio, Desayuno EME: Chatbots. Automatiza tus conversaciones e impulsa tu negocio.
CEMOPAC, ESTRUCTURAS METÁLICAS
Recientemente se ha celebrado otro en Trujillo, concretamente el pasado día 22, bajo el título ‘FINANZAS CON EME: la emoción de vivir de tus rentas’, al que acudió Coronada Ortiz Sánchez (26-01-1986), propietaria de CEMOPAC, una empresa de estructuras metálicas con sede en su localidad de nacimiento Villafranca de los Barros (Badajoz), que fue creada en el año 2019, justo antes de empezar la pandemia de la Covid-19. No obstante, conoce esta labor de siempre. Y es que viene tocando el material del hierro y demás desde que empezó con su novio, hoy ya su marido, “que lleva toda la vida trabajando en el sector del metal, con más de veinte años de experiencia”. Precisamente, fue este uno de los motivos por los que decidieron arrancar en esta nueva experiencia laboral juntos, tal y como ha reconocido en una conversación con Regiondigital.com.
De estos dos últimos años de crisis han salido “bien, porque como no teníamos trabajadores por entonces, solo teníamos nuestro gasto de autónomo y demás, pero claro que nos vimos afectados por toda la situación, porque encima que estábamos empezando, nos tocó la china ésta, pero supimos salir al tener también otras ventajas”. Además, “como era para nosotros, para casa, si necesitábamos hacer más horas para que saliesen más números, pues echábamos más horas”, insiste. Mientras que su pareja se dedica a fabricar y montar, ella realiza todas las gestiones propias de oficina, pero también va a medir, fabrica…, “siempre estoy con la ropa de obra”.
Tras pasar algunos baches de salud tanto Coronada como su marido, ambos decidieron contratar a un trabajador al que están formando desde hace cuatro meses y que está realizando cursos de soldadura de distintos materiales como hierro o acero. Y es que CEMOPAC se dedica a estructuras metálicas, montaje de paneles sándwich, cerrajería tanto en forja como en acero inoxidable. De este último material hacen también barandillas, rejas, cascadas para piscinas, fuentes… “todo lo que sea de hierro y de acero inoxidable lo podemos trabajar, ya sean cosas grandes como pequeñas -perchas, mobiliario para la casa, mesas, sillas, entraditas, paragüeros…-, todo lo que nos digan lo hacemos”.
De la misma forma, se dedica a hacer mobiliario urbano –maceteros- y han realizado un árbol que tienen previsto exponer en la Feria de los Stand que se celebrará próximamente en Don Benito. “Ojalá que caiga en gracia a alguien y diga ‘venga, que yo te lo muevo’, porque es un diseño nuevo que lo hemos hecho nosotros con un diseñador y está súper chulo”, subraya Coronada, quien pertenece a la red Conectadas en EME y ya ha acudido a tres reuniones dentro de los Desayunos que promueve. Fue en el primero de ellos, celebrado en Villafranca, donde desconociendo a lo que iba, descubrió que eso era lo que ella necesitaba.
“Yo iba supuestamente a una charla de un tema en concreto que me interesaba, pero cuando llegamos allí y vi que había un montón de mujeres, no sabía en realidad qué era. Ya allí me enteré de todo, tuvimos que presentar, explicar y dar a conocer la empresa, solo teníamos un minuto, porque fuimos entre unas 80 o 90, no podíamos explayarnos. Después he vuelto a ir a Mérida a dos mesas redondas y el pasado martes fui a otra charla de finanzas en Trujillo”, recalca. Así pues, Coronada dice que está “súper contenta” con este proyecto, del que se quiere informar más, “estar más metida”.
Para ello, tienen un grupo de WhatsApp en el que cada una va poniendo los puestos de empleo que van saliendo por toda la geografía extremeña o lo que va haciendo cada una de ellas en sus negocios o empresas. También, según sus palabras, “nos informan de todas las ayudas que existen”, al tiempo que “nos proporcionamos entre unas y otras contactos o páginas web, porque hay de todo”. Eso sí, “lo que no había ninguna como yo”, porque es un trabajo que pertenece a un sector masculinizado.
De cara a este año, su deseo es “sobrevivir el día a día, porque tal y como estamos, claro que me gustaría crecer más, poder tener a otro trabajador más”. En este punto, recuerda que por el paro que se está produciendo en el sector del transporte, llevan semanas ya sin suministro de hierro. “Yo me cargué con previsión, pero nuestro trabajo depende de que uno quiera una reja de tal modelo o de tal material concreto, y luego llega otro que quiere otra cosa; yo he cogido lo que creo que puedo gastar, no he comprado material que no pueda salir”. También quiere adentrarse más en el grupo EME, seguir con su publicidad vía Facebook, y fabricar más mobiliario urbano y de casa “un poco más original”. Eso sí, “si estamos sin material no podemos fabricar nada, aunque yo tenga pensado hacer lo que sea, no puedo moverme por las carreteras”, concluye.
SRA. REFORMA
Con Mónica Guerrero Nieto (26-01-75), ingeniera de profesión, también ha charlado Regiondigital.com. Acaba de crear la empresa Sra. Reforma dedicada a reformas integrales o parciales en el interior de viviendas o de locales comerciales, con sede en Mérida. De padres extremeños que emigraron a Madrid, nació en la capital de España y cuando ya tuvo edad de estudiar regresó a la región en 1993, porque tenía muchas ganas de venirse a Extremadura. Desde 1997 vive en Mérida, considerándose una emeritense más.
Mónica lleva 21 años trabajando en la empresa privada, en gestión de servicios públicos. “Gestionaba servicios de agua, con lo cual el tema de contratas y de la coordinación de distintos tipos de trabajadores en obras, fontanería, electricidad…, lo conozco bastante bien”, asevera. A ello suma que algunos familiares también han tenido empresas de telecomunicaciones, así como de reformas. Así, se ha dado de alta en autónomo el pasado 15 de marzo, pero lleva intentando poner en marcha este proyecto desde hace unos meses.
“He estado dándole vueltas a cómo lo lanzaba, he creado una empresa de reforma, pero mi intención era hacerlo solamente con mujeres y cuando vi que se complicaba mucho, -había otras compañeras o compañeros empresarios que me aconsejaban que me inclinara más al mundo de la formación, si la intención era meter a las mujeres en la construcción”, detalla.
Sin embargo, finalmente, Mónica se ha decidido por su primera opción, puesto que cree que “es lo esencial”. Eso sí, de momento, “he tenido que meter a hombres para los puestos que requieren mayor experiencia, pero he encontrado mujeres muy válidas”. Por ahora, no tiene a ninguna contratada, “porque he empezado hace tan poquito -me acabo de dar de alta en la Seguridad Social, el Código Cuenta y demás-, pero tengo ya seleccionados a un maestro de albañil y a dos mujeres para peón”.
A su entender, pertenecer al Programa EME de la Junta “es una buena oportunidad, primero como formación, ya que me interesaba tener cierta formación y te ofrecen mucha formación e información, y además de forma gratuita, con lo cual está estupendamente. “Luego también porque es un medio para darte a conocer y para hacer networking que es algo muy importante. Entre todas nos apoyamos, al ser mujeres todas también es como que hay mucha sororidad, y como que tiramos mucho unas de otras”.
Así, según sus palabras, “cuando además nos gusta un proyecto, intentamos todas apoyarnos y darles publicidad y demás, y me gusta mucho el ambiente que hay, genera mucha confianza. Es mucha positividad la que desprende, por lo que ayuda mucho a lanzarte al vacío”.
A corto plazo, avanza que el objetivo de su empresa es mantenerse con las tres personas que ha contratado, “que ya es bastante, porque es difícil empezar una empresa, los dos primeros años son bastante difíciles”. Y es que “aunque hay ayudas por parte de la Junta y demás que te facilitan bastante, junto al apoyo que recibes en el PAE donde te van informando de todo, obviamente necesito que la empresa se conozca y asentarla en los dos primeros años”.
De este modo, una vez que esté asentada “mi idea es crecer, ir metiendo cada vez a más mujeres o, como mínimo, formarlas para que puedan trabajar en más empresas si no pudiera crecer y se me complicara el tener a mucha más gente en plantilla”. Sra. Reforma va a tener sede física en la capital extremeña, concretamente en una nave situada en el Camino de Mirandilla, número 15, donde Mónica tendrá su oficina para atender a todo el que acuda.
TITULO: LOS LIMONES - EL BOMBON DE HELADO - PAPELES QUEMADOS - Chimenea - Para querernos todos mejor ,. LOS LIMONES - EL BOMBON DE HELADO - PAPELES QUEMADOS - Chimenea - Para querernos todos mejor,. , fotos.
Para querernos todos mejor,.
Los autores Antonio Gamoneda, Esperanza Ortega, Óscar Esquivias, Elena Santiago y J.A. González Sainz comparten sus reflexiones sobre un momento del cual la sociedad solo podrá salir «mejor o peor, igual desde luego no»,.
«Habrá que ver si el sistema económico y productivo que tenemos es capaz de reaccionar en términos positivos y no solo de beneficio», desliza desde León el Premio Cervantes Antonio Gamoneda. «Deberíamos aprender, en un sentido comunitario, que es más necesario invertir en sanidad o en investigación que en defensa», argumenta la poeta palentina Esperanza Ortega, confiando en que, con el tiempo, la situación actual se pueda convertir «en un recuerdo, una rememoración».
Desde Madrid, el burgalés Óscar Esquivias, confiesa su preocupación por «cómo puede quedar la sociedad después de todo esto», por «las muchas personas que se van a ver sin trabajo y con importantes apuros económicos» y alerta del «riesgo de que se desmorone el frágil sistema cultural español». En Valladolid, la leonesa Elena Santiago subraya que «no hay palabras ya para explicar lo que está sucediendo», pero invita a intentar «apartar el miedo» para encontrar «caminos abiertos, que siempre los hay».
Y desde Soria, el Premio Castilla y León de las Letras J.A. González Sainz considera que «estamos obligados a revisar los criterios con los que nos hemos regido hasta en los últimos decenios» y asegura que «muchas cosas cambiarán», ya que «la importancia que dábamos antes a las cosas no será la misma». Son briznas de las personales miradas que algunas de las mejores plumas de Castilla y León lanzan a estos tiempos de incertidumbre, marcadas por la preocupación, la reflexión y la esperanza.
«Habrá que ver si el sistema económico y productivo que tenemos es capaz de reaccionar en términos positivos y no solo de beneficio», desliza desde León el Premio Cervantes Antonio Gamoneda. «Deberíamos aprender, en un sentido comunitario, que es más necesario invertir en sanidad o en investigación que en defensa», argumenta la poeta palentina Esperanza Ortega, confiando en que, con el tiempo, la situación actual se pueda convertir «en un recuerdo, una rememoración».
Desde Madrid, el burgalés Óscar Esquivias, confiesa su preocupación por «cómo puede quedar la sociedad después de todo esto», por «las muchas personas que se van a ver sin trabajo y con importantes apuros económicos» y alerta del «riesgo de que se desmorone el frágil sistema cultural español». En Valladolid, la leonesa Elena Santiago subraya que «no hay palabras ya para explicar lo que está sucediendo», pero invita a intentar «apartar el miedo» para encontrar «caminos abiertos, que siempre los hay».
Y desde Soria, el Premio Castilla y León de las Letras J.A. González Sainz considera que «estamos obligados a revisar los criterios con los que nos hemos regido hasta en los últimos decenios» y asegura que «muchas cosas cambiarán», ya que «la importancia que dábamos antes a las cosas no será la misma». Son briznas de las personales miradas que algunas de las mejores plumas de Castilla y León lanzan a estos tiempos de incertidumbre, marcadas por la preocupación, la reflexión y la esperanza.
Poesía «necesaria»
En su domicilio a los pies de la catedral de León, Antonio Gamoneda pasa estos días «algo aburrido por el claustro, pero de momento bien». Reconoce que el encierro apenas ha alterado sus rutinas, aunque sí echa de menos los «dos o tres breves paseos semanales» que solía hacer. Tras los primeros diez días de encierro, para los cuales se había provisto de lo que denomina como «una batería de sostenimiento» formada por películas, música y, cómo no, libros, el autor de 'Descripción de la mentira' decidió regresar al trabajo, a la escritura, que considera «una buena defensa en términos psíquicos».
En su cabeza bullen las ideas del que puede ser su próximo libro, un proyecto que lleva madurando «desde antes de la pandemia» y para el cual quizá ahora haya llegado el momento. « Como ya tengo muchos años no me planteo grandes trabajos. Quisiera escribir algo que todavía no sé si será una narración breve o media docena de narraciones muy breves, pero lo intentaré hacer libremente. Me gustaría ir directamente a la obra de arte, intentando crear algo un tanto desprendido de mi problemática, de mi ideología y de mi pensamiento en general», adelanta en declaraciones a Ical.
Gamoneda tiene la sensación de que la crisis del coronavirus conllevará la destrucción de una parte importante de la producción industrial, lo cual derivará en un incremento del desempleo, cuestiones que considera «de mucha gravedad». Sin embargo, pese a que considera que «la economía se va a erosionar de una manera realmente trágica», invita a que seamos conscientes de que « la Tierra va a mantener sus recursos potenciales y habrá que empezar a sacarlos otra vez».
Asimismo, subraya que la poesía es más «necesaria» si cabe en estos momentos de soledad y aislamiento. « Se dice que la poesía es inútil en términos prácticos e inmediatos, y posiblemente lo sea, pero permite intensificar la conciencia, el ánimo y crear una sensibilidad más intensa», concluye.
En su domicilio a los pies de la catedral de León, Antonio Gamoneda pasa estos días «algo aburrido por el claustro, pero de momento bien». Reconoce que el encierro apenas ha alterado sus rutinas, aunque sí echa de menos los «dos o tres breves paseos semanales» que solía hacer. Tras los primeros diez días de encierro, para los cuales se había provisto de lo que denomina como «una batería de sostenimiento» formada por películas, música y, cómo no, libros, el autor de 'Descripción de la mentira' decidió regresar al trabajo, a la escritura, que considera «una buena defensa en términos psíquicos».
En su cabeza bullen las ideas del que puede ser su próximo libro, un proyecto que lleva madurando «desde antes de la pandemia» y para el cual quizá ahora haya llegado el momento. « Como ya tengo muchos años no me planteo grandes trabajos. Quisiera escribir algo que todavía no sé si será una narración breve o media docena de narraciones muy breves, pero lo intentaré hacer libremente. Me gustaría ir directamente a la obra de arte, intentando crear algo un tanto desprendido de mi problemática, de mi ideología y de mi pensamiento en general», adelanta en declaraciones a Ical.
Gamoneda tiene la sensación de que la crisis del coronavirus conllevará la destrucción de una parte importante de la producción industrial, lo cual derivará en un incremento del desempleo, cuestiones que considera «de mucha gravedad». Sin embargo, pese a que considera que «la economía se va a erosionar de una manera realmente trágica», invita a que seamos conscientes de que « la Tierra va a mantener sus recursos potenciales y habrá que empezar a sacarlos otra vez».
Asimismo, subraya que la poesía es más «necesaria» si cabe en estos momentos de soledad y aislamiento. « Se dice que la poesía es inútil en términos prácticos e inmediatos, y posiblemente lo sea, pero permite intensificar la conciencia, el ánimo y crear una sensibilidad más intensa», concluye.
Apartar el miedo
Desde su domicilio en Valladolid, la también leonesa Elena Santiago intenta mantenerse «firme», ante tanto «dolor contenido» y recomienda buscar «pasos de salvación». «Son días realmente muy difíciles, con tanto sufrimiento en todo el mundo. Todo parece roto, destrozado, pero hay que buscar una comprensión y tenemos que apartar el miedo para sostener nuestros nombres. Hay que asomarse y comprobar que el viento y el sol siguen ahí, y nosotros con ellos, y levantar encuentros de vida. Hay que recoger todo aquello que nos emociona y nos sirve, y respirar», reflexiona.
La ganadora del Premio Castilla y León de las Letras reconoce que «nunca había conocido algo tan tremendo, que nos caía encima y nos destrozaba», Ante ello, «tenemos que buscar un camino nuevo; tenemos que volver a ser nosotros, incluso con más emociones, porque las estamos buscando y las vamos a encontrar».
En estos días de aislamiento, Elena Santiago sonríe ante iniciativas como los aplausos que, cada noche, se dedican desde las ventanas de todo el país a los profesionales sanitarios («parece que nos damos la mano con los vecinos que están enfrente, algo que nunca habíamos hecho», reflexiona), y aunque hace tiempo que trabaja en su próxima novela, la que será la 16ª, asegura que estos días le está costando «especialmente» enfrentarse al folio en blanco. « Me gusta ponerme a pintar. Hace muchos años que emborrono en colores todo lo que hace falta. Ahora estoy escribiendo poco porque escribo mal, se me encierra en la cabeza mucho la muerte y los colores que pintaba se están volviendo oscuros», señala.
Por ello desde el inicio del confinamiento se está centrando especialmente en releer a «viejos amigos» como Umbral o Jiménez Lozano, cuyos escritos le permiten «sentir» un «afecto» que, «todavía está muy lleno». «Quizá me estoy poniendo algo trágica y no quiero», advierte, «quiero abrigar lo que está muy frío», lanza esperanzada.
«Cuando alguien desaparece el dolor está ahí, pero la vida es eso. Debemos buscar lo más dulce para querernos, hablarnos y estar. Es muy difícil porque estamos asustados y con sufrimiento. Somos humanos y esto está sacudiendo unas oscuridades donde uno no sabe dónde tiene que ir, pero hay que buscar dónde ir», remacha.
Desde su domicilio en Valladolid, la también leonesa Elena Santiago intenta mantenerse «firme», ante tanto «dolor contenido» y recomienda buscar «pasos de salvación». «Son días realmente muy difíciles, con tanto sufrimiento en todo el mundo. Todo parece roto, destrozado, pero hay que buscar una comprensión y tenemos que apartar el miedo para sostener nuestros nombres. Hay que asomarse y comprobar que el viento y el sol siguen ahí, y nosotros con ellos, y levantar encuentros de vida. Hay que recoger todo aquello que nos emociona y nos sirve, y respirar», reflexiona.
La ganadora del Premio Castilla y León de las Letras reconoce que «nunca había conocido algo tan tremendo, que nos caía encima y nos destrozaba», Ante ello, «tenemos que buscar un camino nuevo; tenemos que volver a ser nosotros, incluso con más emociones, porque las estamos buscando y las vamos a encontrar».
En estos días de aislamiento, Elena Santiago sonríe ante iniciativas como los aplausos que, cada noche, se dedican desde las ventanas de todo el país a los profesionales sanitarios («parece que nos damos la mano con los vecinos que están enfrente, algo que nunca habíamos hecho», reflexiona), y aunque hace tiempo que trabaja en su próxima novela, la que será la 16ª, asegura que estos días le está costando «especialmente» enfrentarse al folio en blanco. « Me gusta ponerme a pintar. Hace muchos años que emborrono en colores todo lo que hace falta. Ahora estoy escribiendo poco porque escribo mal, se me encierra en la cabeza mucho la muerte y los colores que pintaba se están volviendo oscuros», señala.
Por ello desde el inicio del confinamiento se está centrando especialmente en releer a «viejos amigos» como Umbral o Jiménez Lozano, cuyos escritos le permiten «sentir» un «afecto» que, «todavía está muy lleno». «Quizá me estoy poniendo algo trágica y no quiero», advierte, «quiero abrigar lo que está muy frío», lanza esperanzada.
«Cuando alguien desaparece el dolor está ahí, pero la vida es eso. Debemos buscar lo más dulce para querernos, hablarnos y estar. Es muy difícil porque estamos asustados y con sufrimiento. Somos humanos y esto está sacudiendo unas oscuridades donde uno no sabe dónde tiene que ir, pero hay que buscar dónde ir», remacha.
Las cosas que cuentan no serán las mismas
Desde Soria, el escritor, ensayista, profesor y traductor J.Á. González Sainz asegura que, igual que Gamoneda (que limita su franja para recibir información a momentos puntuales de la mañana y la noche), ha decidido «reducir el horario de exposición a las noticias» por la sobreinformación que estos días recibimos de la pandemia. Según explica, a esta situación, «como a todas las adversidades, hay que echarle aguante», aunque se trate de algo para lo cual «nadie estaba preparado».
«Estos días me vienen a la memoria las maravillosas primeras páginas de 'El mundo de ayer', de Stefan Zweig. En ellas habla de los años anteriores a la primera guerra mundial y de cómo, sin darse cuenta, la sociedad estaba acostumbrada a seguridades, a equilibrios y a una racionalidad. Entonces se pensaba que la recaída en la barbarie ya no era algo propio de una sociedad tan avanzada y de buenas a primeras se vino todo abajo», apunta.
El ganador del Premio Anagrama reconoce que estamos viendo «una sacudida colosal», donde lo primero debe ser «recordar a las víctimas, tanto directas como indirectas, siempre concretas y reales», que están desapareciendo « con una aparatosidad y crueldad temedera». «Que no nos podamos despedir ni tocar a los seres queridos conllevará duelos muy difíciles a nivel personal, y el duelo de la sociedad también será importante. Estamos obligados a revisar todo: el sistema de globalización, la rentabilidad de las cosas que hasta ahora eran rentables, las conveniencias o la convicción de que gobernar las sociedades es gobernar los mensajes», argumenta.
En ese sentido, destaca que «los especialistas en controlar los mensajes y en ganar elecciones se han distanciado de la economía y la convivencia real, y han olvidado cómo se fracturan las sociedades». «Nosotros lo sabemos, porque lo hemos leído en los grandes libros, como 'De la edad conflictiva' de Américo Castro o los de Jimenéz Lozano. Por ellos sabemos cómo sociedades que convivían de forma más o menos armónica de repente se vienen abajo a causa de los clérigos, y hoy los clérigos son los ideólogos, que viven apartados de la racionalidad de la realidad», relata.
El director del Centro Internacional Antonio Machado está convencido de que la sociedad solo podrá salir de esta situación «mejor o peor, pero desde luego nunca igual». «Que salgamos adelante depende de si somos capaces de reflexionar con atención sobre las cosas reales y los criterios que hasta ahora nos regían. La historia ya nos ha demostrado en qué terminan las fórmulas revolucionarias o subversivas; los fascismos son un peligro real en los momentos en que la gente tiene dos caminos: o racionalizar y apechugar de la mejor forma posible, o buscar chivos expiatorios, que siempre nos ha gustado», advierte.
«Tienen que cambiar muchas cosas. Habrá un redimensionamiento de la importancia que dábamos antes a las cosas. Las cosas que cuentan no serán las mismas. El mundo de la comunicación, por ejemplo, no debería seguir como hasta ahora, con una sociedad en manos de la banalización y la tergiversación. Tendremos que evitar informarnos a través de toda la basura que fluye por algunos medios de comunicación o de las redes sociales, que lo que hacen es dar rienda suelta al pregonero, la maledicencia, la calumnia o el bulo. De todo ello, que ahora fluye como la pólvora, debemos guardarnos, y ahí los periódicos sólidos, que ofrecen una información tras la que hay alguien que responde, deben preponderar de nuevo», sentencia.
Desde Soria, el escritor, ensayista, profesor y traductor J.Á. González Sainz asegura que, igual que Gamoneda (que limita su franja para recibir información a momentos puntuales de la mañana y la noche), ha decidido «reducir el horario de exposición a las noticias» por la sobreinformación que estos días recibimos de la pandemia. Según explica, a esta situación, «como a todas las adversidades, hay que echarle aguante», aunque se trate de algo para lo cual «nadie estaba preparado».
«Estos días me vienen a la memoria las maravillosas primeras páginas de 'El mundo de ayer', de Stefan Zweig. En ellas habla de los años anteriores a la primera guerra mundial y de cómo, sin darse cuenta, la sociedad estaba acostumbrada a seguridades, a equilibrios y a una racionalidad. Entonces se pensaba que la recaída en la barbarie ya no era algo propio de una sociedad tan avanzada y de buenas a primeras se vino todo abajo», apunta.
El ganador del Premio Anagrama reconoce que estamos viendo «una sacudida colosal», donde lo primero debe ser «recordar a las víctimas, tanto directas como indirectas, siempre concretas y reales», que están desapareciendo « con una aparatosidad y crueldad temedera». «Que no nos podamos despedir ni tocar a los seres queridos conllevará duelos muy difíciles a nivel personal, y el duelo de la sociedad también será importante. Estamos obligados a revisar todo: el sistema de globalización, la rentabilidad de las cosas que hasta ahora eran rentables, las conveniencias o la convicción de que gobernar las sociedades es gobernar los mensajes», argumenta.
En ese sentido, destaca que «los especialistas en controlar los mensajes y en ganar elecciones se han distanciado de la economía y la convivencia real, y han olvidado cómo se fracturan las sociedades». «Nosotros lo sabemos, porque lo hemos leído en los grandes libros, como 'De la edad conflictiva' de Américo Castro o los de Jimenéz Lozano. Por ellos sabemos cómo sociedades que convivían de forma más o menos armónica de repente se vienen abajo a causa de los clérigos, y hoy los clérigos son los ideólogos, que viven apartados de la racionalidad de la realidad», relata.
El director del Centro Internacional Antonio Machado está convencido de que la sociedad solo podrá salir de esta situación «mejor o peor, pero desde luego nunca igual». «Que salgamos adelante depende de si somos capaces de reflexionar con atención sobre las cosas reales y los criterios que hasta ahora nos regían. La historia ya nos ha demostrado en qué terminan las fórmulas revolucionarias o subversivas; los fascismos son un peligro real en los momentos en que la gente tiene dos caminos: o racionalizar y apechugar de la mejor forma posible, o buscar chivos expiatorios, que siempre nos ha gustado», advierte.
«Tienen que cambiar muchas cosas. Habrá un redimensionamiento de la importancia que dábamos antes a las cosas. Las cosas que cuentan no serán las mismas. El mundo de la comunicación, por ejemplo, no debería seguir como hasta ahora, con una sociedad en manos de la banalización y la tergiversación. Tendremos que evitar informarnos a través de toda la basura que fluye por algunos medios de comunicación o de las redes sociales, que lo que hacen es dar rienda suelta al pregonero, la maledicencia, la calumnia o el bulo. De todo ello, que ahora fluye como la pólvora, debemos guardarnos, y ahí los periódicos sólidos, que ofrecen una información tras la que hay alguien que responde, deben preponderar de nuevo», sentencia.
«Aprender» del momento
En su hogar vallisoletano, que comparte con su marido Gustavo Martín Garzo, la poeta palentina Esperanza Ortega recalca que ambos están sobrellevando «bastante bien» el confinamiento. «No somos personas que antes salieran mucho y estamos ocupados corrigiendo pruebas y trabajando, aunque nos preocupa todo lo que está sucediendo. Como a todo el mundo, nos asusta lo que pueda traer el futuro y en qué pueda derivar esta situación», subraya antes de señalar: « Es triste no poder vernos. Estamos viviendo algo especial, para lo que no estábamos preparados y sobre lo cual tendremos que pensar a posteriori».
Para ella, la realidad que nos rodea está impregnada de «un aspecto de pesadilla muy literario y cinematográfico». «Quizá pensábamos que esto podría ocurrir en Asia pero no en España, donde se han alterado todas las relaciones entre la gente que pasa por la calle. Ahora no te paras aunque conozcas a alguien y casi nos miramos con miedo. Siempre le estás dando vueltas a lo mismo, aunque sea inconscientemente», describe.
Con su particular sentido del humor, no puede evitar calificar como «funestos» algunos intentos poéticos que plagaron las redes sociales el pasado sábado, para conmemorar el Día Mundial de la Poesía. «Nunca había visto que se escribieran cosas tan malas y se leyeran cosas tan horribles», sonríe calificando como «otra plaga» los actuales intentos literarios sobre el coronavirus. «Quizá haya que escribir sobre esto, pero no ahora. La escritura necesita un tiempo, como un jamón, para curarse; un tiempo de reposo para que luego se elabore y aparezca la literatura, y se pueda narrar de forma literaria lo que está ocurriendo. Es posible que muchos acaben escribiendo sobre estos días, pero no de esta manera tan inmediata y oportunista», valora.
Ortega reivindica la necesidad de «aprender» del momento y que los gobernantes apuesten en los presupuestos por «prevenir pandemias y no hacer más recortes» en lo verdaderamente importante. «Hay que contratar más médicos y enfermeras, y prestigiar esas profesiones, que junto a la investigación son de las más importantes para la sociedad», reclama. A su juicio, «tanto los políticos como quienes les votamos deberíamos tener presente que lo importante es invertir en sanidad y en ciencia».
En su opinión, este momento nos está permitiendo volver a «valorar los pequeños gestos», desde «sentir el sol en la cara a poder pasear tu perro o sentir que respiras». «Hay que valorar más lo cotidiano, lo que es de todos», invita, aunque manifiesta su desconfianza sobre si en realidad lo conseguiremos: «Lo que estoy viendo por parte de la oposición política es que lo único que esperan es ver qué pueden conseguir con esto para ganar las próximas selecciones, algo similar a lo que pasó con la anterior crisis con el Gobierno de Zapatero. Me parece bochornoso y espero que la sociedad reflexione y rechace esas posturas egoístas y aprovechadas», exhorta.
Mientras trabaja corrigiendo las pruebas de lo que será su obra reunida, que próximamente verá la luz a través de la Editorial Dilema, la poeta y editora recalca su «tristeza» ante la situación que están atravesando estos días las librerías, obligadas a cerrar por la excepcional situación. «Portales como Amazon se estarán forrando, porque son la única manera de conseguir libros y otros productos. Resulta curioso que de esta situación se pueden aprovechar esas grandes empresas que ni siquiera pagan sus impuestos en España, algo que ya está perjudicando a los más pequeños. Temo que algunos incluso se vean obligados a cerrar y sería una verdadera pena», lamenta.
En su hogar vallisoletano, que comparte con su marido Gustavo Martín Garzo, la poeta palentina Esperanza Ortega recalca que ambos están sobrellevando «bastante bien» el confinamiento. «No somos personas que antes salieran mucho y estamos ocupados corrigiendo pruebas y trabajando, aunque nos preocupa todo lo que está sucediendo. Como a todo el mundo, nos asusta lo que pueda traer el futuro y en qué pueda derivar esta situación», subraya antes de señalar: « Es triste no poder vernos. Estamos viviendo algo especial, para lo que no estábamos preparados y sobre lo cual tendremos que pensar a posteriori».
Para ella, la realidad que nos rodea está impregnada de «un aspecto de pesadilla muy literario y cinematográfico». «Quizá pensábamos que esto podría ocurrir en Asia pero no en España, donde se han alterado todas las relaciones entre la gente que pasa por la calle. Ahora no te paras aunque conozcas a alguien y casi nos miramos con miedo. Siempre le estás dando vueltas a lo mismo, aunque sea inconscientemente», describe.
Con su particular sentido del humor, no puede evitar calificar como «funestos» algunos intentos poéticos que plagaron las redes sociales el pasado sábado, para conmemorar el Día Mundial de la Poesía. «Nunca había visto que se escribieran cosas tan malas y se leyeran cosas tan horribles», sonríe calificando como «otra plaga» los actuales intentos literarios sobre el coronavirus. «Quizá haya que escribir sobre esto, pero no ahora. La escritura necesita un tiempo, como un jamón, para curarse; un tiempo de reposo para que luego se elabore y aparezca la literatura, y se pueda narrar de forma literaria lo que está ocurriendo. Es posible que muchos acaben escribiendo sobre estos días, pero no de esta manera tan inmediata y oportunista», valora.
Ortega reivindica la necesidad de «aprender» del momento y que los gobernantes apuesten en los presupuestos por «prevenir pandemias y no hacer más recortes» en lo verdaderamente importante. «Hay que contratar más médicos y enfermeras, y prestigiar esas profesiones, que junto a la investigación son de las más importantes para la sociedad», reclama. A su juicio, «tanto los políticos como quienes les votamos deberíamos tener presente que lo importante es invertir en sanidad y en ciencia».
En su opinión, este momento nos está permitiendo volver a «valorar los pequeños gestos», desde «sentir el sol en la cara a poder pasear tu perro o sentir que respiras». «Hay que valorar más lo cotidiano, lo que es de todos», invita, aunque manifiesta su desconfianza sobre si en realidad lo conseguiremos: «Lo que estoy viendo por parte de la oposición política es que lo único que esperan es ver qué pueden conseguir con esto para ganar las próximas selecciones, algo similar a lo que pasó con la anterior crisis con el Gobierno de Zapatero. Me parece bochornoso y espero que la sociedad reflexione y rechace esas posturas egoístas y aprovechadas», exhorta.
Mientras trabaja corrigiendo las pruebas de lo que será su obra reunida, que próximamente verá la luz a través de la Editorial Dilema, la poeta y editora recalca su «tristeza» ante la situación que están atravesando estos días las librerías, obligadas a cerrar por la excepcional situación. «Portales como Amazon se estarán forrando, porque son la única manera de conseguir libros y otros productos. Resulta curioso que de esta situación se pueden aprovechar esas grandes empresas que ni siquiera pagan sus impuestos en España, algo que ya está perjudicando a los más pequeños. Temo que algunos incluso se vean obligados a cerrar y sería una verdadera pena», lamenta.
Riesgos presentes
Sobre ello también profundiza Óscar Esquivias, que manifiesta su temor sobre la posibilidad de que «empresas como Amazon, AliExpress y otras similares acaparen todas las ventas», haciendo que, a partir de ahora, «recibamos todas las compras empaquetadas en casa», algo que conducirá a «la decadencia de las ciudades tal y como las conocemos en Europa, con sus calles vivas».
«Yo soy incapaz de pasar por delante de ciertos comercios, como las librerías, y no detenerme, al menos, a mirar sus escaparates, y lamentaría mucho que desaparecieran y solo pudiera comprar libros a través de una pantalla. A veces pienso que esta experiencia puede servir para construir una sociedad más solidaria, en la que se dé más importancia a lo público y se limiten las privatizaciones y la especulación inmobiliaria; otras soy pesimista y pienso que, una vez que pase todo, volveremos a las mismas. También veo el peligro de que arraiguen las ideas políticas autoritarias y extremistas, que es lo que en el pasado ha solido suceder en los tiempos de crisis», incide sobre un temor también planteado por González Sainz.
Desde Madrid, uno de los principales focos de la pandemia en España, Esquivias confiesa que le resulta «extraño» el «silencio» que reina estos días por las calles de la capital de España, donde reina «la sensación de estar en una ciudad triste, amedrentada, casi sitiada, en la que, por contraste, también se nota el empuje de la primavera». Reconoce que «nunca imaginó» que iba a vivir en primera persona «un confinamiento como el que conocía por las crónicas históricas o las fabulosas novelas de Defoe o Camus». « Se me hace extraño presenciar situaciones que para mí pertenecían al pasado remoto o a la literatura. Mi novela 'La ciudad del Gran Rey' también trata sobre personajes atrapados en una ciudad hostil y es deudora de aquellas lecturas», apunta.
Estos días, más que escribir, reconoce que se está «preparando para ello», si bien «de momento» no le ha entrado «ninguna tentación de escribir sobre la enfermedad o la reclusión». «Sí me acuerdo mucho de los citados Defoe y Camus, y de otras dos novelas (en este caso sobre la tuberculosis) que están entre mis favoritas: 'Perorata del apestado', de Bufalino y, por supuesto, 'La montaña mágica', de Thomas Mann», explica.
«Nadie sabe cómo nos va a cambiar esta epidemia», subraya el Premio Castilla y León de las Letras. « En mi caso, creo que poco. Echo de menos pasear por el campo, visitar exposiciones, ir a conciertos, al cine y al teatro, viajar, ver a mis amigos y mil cosas más, pero también puedo prescindir de casi todo y no me importa llevar una vida retirada, sobria e interior. Me preocupa más pensar cómo puede quedar la sociedad», remata.
Sobre ello también profundiza Óscar Esquivias, que manifiesta su temor sobre la posibilidad de que «empresas como Amazon, AliExpress y otras similares acaparen todas las ventas», haciendo que, a partir de ahora, «recibamos todas las compras empaquetadas en casa», algo que conducirá a «la decadencia de las ciudades tal y como las conocemos en Europa, con sus calles vivas».
«Yo soy incapaz de pasar por delante de ciertos comercios, como las librerías, y no detenerme, al menos, a mirar sus escaparates, y lamentaría mucho que desaparecieran y solo pudiera comprar libros a través de una pantalla. A veces pienso que esta experiencia puede servir para construir una sociedad más solidaria, en la que se dé más importancia a lo público y se limiten las privatizaciones y la especulación inmobiliaria; otras soy pesimista y pienso que, una vez que pase todo, volveremos a las mismas. También veo el peligro de que arraiguen las ideas políticas autoritarias y extremistas, que es lo que en el pasado ha solido suceder en los tiempos de crisis», incide sobre un temor también planteado por González Sainz.
Desde Madrid, uno de los principales focos de la pandemia en España, Esquivias confiesa que le resulta «extraño» el «silencio» que reina estos días por las calles de la capital de España, donde reina «la sensación de estar en una ciudad triste, amedrentada, casi sitiada, en la que, por contraste, también se nota el empuje de la primavera». Reconoce que «nunca imaginó» que iba a vivir en primera persona «un confinamiento como el que conocía por las crónicas históricas o las fabulosas novelas de Defoe o Camus». « Se me hace extraño presenciar situaciones que para mí pertenecían al pasado remoto o a la literatura. Mi novela 'La ciudad del Gran Rey' también trata sobre personajes atrapados en una ciudad hostil y es deudora de aquellas lecturas», apunta.
Estos días, más que escribir, reconoce que se está «preparando para ello», si bien «de momento» no le ha entrado «ninguna tentación de escribir sobre la enfermedad o la reclusión». «Sí me acuerdo mucho de los citados Defoe y Camus, y de otras dos novelas (en este caso sobre la tuberculosis) que están entre mis favoritas: 'Perorata del apestado', de Bufalino y, por supuesto, 'La montaña mágica', de Thomas Mann», explica.
«Nadie sabe cómo nos va a cambiar esta epidemia», subraya el Premio Castilla y León de las Letras. « En mi caso, creo que poco. Echo de menos pasear por el campo, visitar exposiciones, ir a conciertos, al cine y al teatro, viajar, ver a mis amigos y mil cosas más, pero también puedo prescindir de casi todo y no me importa llevar una vida retirada, sobria e interior. Me preocupa más pensar cómo puede quedar la sociedad», remata.
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