La atención al volante y la disposición a reaccionar de inmediato
ante cualquier imprevisto es fundamental para garantizar la seguridad de
los ocupantes del vehículo y del resto de usuarios de la calzada. Sin
embargo, la realidad es muy distinta. «
Tres de cada cien conductores están dando positivo en los niveles de alcohol,
nueve de cada cien están dando positivo a los controles de droga,
fundamentalmente cocaína, cannabis y anfetaminas, y uno de cada cien
está dando positivo a alcohol y drogas», según destaca la
directora general de Tráfico, María Seguí.
La primera mujer al frente del organismo ha hecho de la lucha contra el
alcohol y drogas «el caballo de batalla» de la DGT
-que hoy presenta el balance de siniestralidad de 2014-, para lo que
propugna políticas de «tolerancia cero con la conducción sin estar en
condiciones optimas y eso significa pleno entendimiento, plena capacidad
cognitiva, cero alcohol, cero drogas ilegales, entendiendo por estas la
cocaína, el cannabis y las anfetaminas».
Seguí, médica de formación, asegura que
«un porro es una sustancia que impide la conducción en plenas capacidades».
Por ello, afirma que «no solo como conductores no debemos hacerlo
(consumir estupefacientes antes de ponerse al volante), sino que el
resto de la ciudadanía tiene que estar alerta al hecho que de cada diez
vehículos con los que cruzamos en la carretera uno de esos conductores
está dando positivo a estas sustancias».
La responsable de la DGT reconoce que disminuyen los casos de alcohol,
pero lanza la alarma por el incremento del consumo de droga. De los
1.874 conductores sometidos al test salival durante la semana anterior a
la Navidad, 448 dieron positivo (24%) y seis de ellos fueron puestos a
disposición judicial por presentar signos evidentes de estar bajo sus
efectos. Entre las drogas consumidas, el cannabis estuvo presente en 325
casos y la cocaína en 140. Algunos conductores dieron positivo en las
dos.
Estos controles vienen a confirmar que
los resultados del Estudio de Prevalencia de Consumo de drogas realizado por la DGT en 2013.
Como droga de único consumo, la sustancia más utilizada por los
conductores continúa siendo el cannabis (4,4%), seguida de la cocaína
(2,0%), pero el 1,2% de ellos han consumido varias sustancias. «Para
conducir hace falta estar capacitados en todo momento física y
cognitivamente», reitera Seguí en cada una de sus comparecencias, porque
el consumo de estas sustancias «aumenta la frecuencia de la colisión,
su gravedad y consecuencias».
Seis millones de pruebas
La
DGT se puso como objetivo para 2014 el realizar las pruebas de alcohol a
seis millones de conductores y las de drogas a otros 20.000.
Para ello Tráfico continuó la implantación progresiva de equipos para el
test salival, de manera que pueda ser realizado en todos y cada uno de
los siniestros de manera complementaria al test de alcoholemia. Seguí
explica que los controles preventivos de la Agrupación de Tráfico de la
Guardia Civil tienen el «afán de proteger a los propios conductores que
abusan y a la propia ciudadanía».
Pero es que, además,
en
España «estamos a la cabeza de las iniciativas legislativas para la
prevención y control del uso y abuso de las drogas al volante».
Según Seguí, este mes «presentamos nuestras estrategias y nuestras
políticas ante la comisión de las Naciones Unidas responsable de la
reducción de las muertes por accidentes de tráfico. España es un ejemplo
y modelo y uno de los tres únicos países que ya tienen desarrollada una
legislación completa y extensa».
En concreto,
la nueva Ley de Seguridad Vial prohíbe conducir con presencia de drogas en el organismo del conductor,
quedando excluidas las sustancias que se utilicen bajo prescripción
facultativa y con una finalidad terapéutica. Esta infracción
administrativa está castigada con una sanción de 1.000 euros y la
detracción de seis puntos del carné.
Por su parte,
el Código Penal tipifica como delito la conducción bajo la influencia de drogas,
lo que castiga con las pena de prisión de tres a seis meses o la multa
de seis a doce meses y trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y
uno a noventa días, y en cualquier caso, a la privación del derecho a
conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y
hasta cuatro años.
TÍTULO: LA BICICLETA CON ANNA SANCHIS CICLISTA,.