Todos los artistas tenemos una pequeña vocación de eternidad,.
A Juan Valderrama, Badajoz le recuerda a una de las paradas fijas en las giras de su padre. Historias de la infancia que revive como cantante cuando pisa el López de Ayala. Allí presentará el día 13 'Ambrosía', un disco diferente a todo lo que ha hecho hasta ahora en sus doce años de carrera. Explora caminos como el jazz o los boleros y dice que no quiere quedarse como «un coplerillo» más.Dice usted que no existen los géneros, que en realidad sólo existe la buena música. ¿Una declaración de intenciones de lo que se va a encontrar el público que vaya a verlo al López?
La gente espera de mí siempre la versión más flamenca, tirando a la copla, pero la buena música le gusta a todo el mundo. No soy un artista que haga siempre el mismo disco. Hay que seguir avanzando y explorando.
Cambia de registro, pero sigue componiendo sus canciones.
La composición es un trabajo muy artesanal. Pero la gente tiene una
visión muy mística del autor. Lo imaginan de madrugada, con luna llena y
fotos de sus amores en la mesa. Pero yo madrugo mucho. Prefiero
escribir por la mañana y hay melodías que te vienen a la cabeza cuando
sales del gimnasio o haces la compra. Ahora me han pedido canciones para
Parrita y como me gusta mucho, pues le he dicho que sí. Yo soy incapaz
de hacer una canción sin pensar en el intérprete. TÍTULO: CAFE, COPA Y ATLETISMO,.atleta, Adel Mechaal,.
Funcionario y atleta, Adel Mechaal es el "tapado" que no quiere dar tregua en Praga,.
Adel
Mechaal, uno de los atletas del momento después del doblete histórico
que consiguió en Antequera, ha decidido que en el Europeo correrá los
3.000 metros y dejará los 1.500 para el Mundial,.
El Campeonato de Europa de Pista Cubierta arranca este viernes en Praga. Allí, 31 atletas españoles, 9 mujeres y 22 hombres, lucharan por conseguir una medalla para España. Entre ellos estará Adel Mechaal, uno de los atletas del momento después del doblete histórico
que consiguió en Antequera en el Campeonato de España, proclamándose
campeón de 1.500 y de 3.000 metros listos. El de Palamós ha decidido que
en el Europeo correrá los 3.000 y dejará la prueba de menos distancia para el Mundial de Pekín (China) del próximo verano. Atleta por las mañanas y funcionario por
las tardes, Adel Mechaal no puede hacer dobles sesiones, por lo que
trata de sacar el máximo rendimiento en cada entrenamiento. Asegura a El
Confidencial que llega “de tapado” a esta competición y espera “luchar con los mejores por una medalla”.
“Físicamente me encuentro muchísimo mejor que en Antequera y eso me da mucha esperanza. Esta última semana, los entrenamientos han sido estratosféricos. Si en Antequera demostré estar bien, llego en un estado de forma mucho mejor”, son las palabras de Mechaal antes de partir para Praga. La confianza que demostró en el Campeonato de España hace menos de dos semanas se ha extendido hasta ahora y el de Palamós está imparable y dispuesto a seguir reivindicándose: “La clave para hacer el doblete fue lo que pasó en el Europeo de Zúrich el pasado verano. Allí, se me saltaron los clavos de la zapatilla izquierda y competí medio cojo. Fue un palo muy gordo del que me costó recuperarme física y psicológicamente y quería reivindicar que eso no fue por mal estado físico ni por los nervios, si no por problemas mecánicos. Cuando salió el calendario, vi la posibilidad de hacer el 3.000 y los 1.500, porque había 15 minutos de diferencia para recuperar, y estaba dispuesto a hacerlo. Llegaba con las mínimas europeas logradas en las dos pruebas, por lo que iba sin presión. Todo salió a pedir de boca”.
“Físicamente me encuentro muchísimo mejor que en Antequera y eso me da mucha esperanza. Esta última semana, los entrenamientos han sido estratosféricos. Si en Antequera demostré estar bien, llego en un estado de forma mucho mejor”, son las palabras de Mechaal antes de partir para Praga. La confianza que demostró en el Campeonato de España hace menos de dos semanas se ha extendido hasta ahora y el de Palamós está imparable y dispuesto a seguir reivindicándose: “La clave para hacer el doblete fue lo que pasó en el Europeo de Zúrich el pasado verano. Allí, se me saltaron los clavos de la zapatilla izquierda y competí medio cojo. Fue un palo muy gordo del que me costó recuperarme física y psicológicamente y quería reivindicar que eso no fue por mal estado físico ni por los nervios, si no por problemas mecánicos. Cuando salió el calendario, vi la posibilidad de hacer el 3.000 y los 1.500, porque había 15 minutos de diferencia para recuperar, y estaba dispuesto a hacerlo. Llegaba con las mínimas europeas logradas en las dos pruebas, por lo que iba sin presión. Todo salió a pedir de boca”.