TÍTULO: REVISTA MUJER HOY PORTADA DE CERCA - LA ACTRIZ Meryl Streep,.
REVISTA MUJER HOY - foto,.
foto--Meryl Streep "No quiero ser modelo de nadie, pero me siento responsable",.
Su talento inconmensurable y su coherencia personal
han hecho de ella un referente. A punto de celebrar 45 años de
prodigiosa y galardonada carrera, la actriz se muestra más combativa que
nunca en favor de la igualdad.
Puede que solo haya tres o cuatro
intérpretes en la actualidad tan conocidos como Meryl Streep. A su lado,
la fama de todos los demás resulta ridícula. Es ella. Es Meryl. Y
punto. Su mera presencia ilumina cualquier película y
la convierte en acontecimiento.
En Sufragistas, la última que ha estrenado, su papel como la ideóloga y
activista Emmeline Pankhurst es secundario, pero inolvidable. Otra vez.
El efecto Meryl lo sufren incluso sus compañeros de trabajo. En Ricky
una película donde también canta, otro de sus talentos, el actor Rick
Springfield admitía haberlo sufrido: "Cuando la conoces siempre hay que
superar ese momento: "¡Dios mío, es Meryl Streep!". Y pasarlo rápido
para ponerte a trabajar. Afortunadamente, ella es consciente de que
causa ese complejo en los demás y es muy cortés". Y agregaba,
volviéndose hacia ella: "Es algo por lo que habrán pasado todos los
actores con los que has trabajado, ¿no? Quizá con la excepción de Robert
de Niro". "Sí, a él no se le veía para nada impresionado", respondía la
actriz, con una
magnífica sonrisa llena de ironía.
Pero lo cierto es que, cuando Robert de Niro la conoció, se quedó tan
alucinado con su talento como todos los demás. De hecho, cuando De Niro
vio a aquella desconocida en un montaje neoyorquino de El jardín de los
cerezos a finales de los años 70,
la propuso para el reparto de
'El cazador'. Y no se equivocó. Gracias a ese papel, ella consiguió la
primera de sus 19 nominaciones al Oscar. El resto es historia.
Meryl tiene la asombrosa capacidad de hacernos creer que no existe
personaje que no le encaje como anillo al dedo. Tampoco se puede contar
ningún fracaso en los 45 años de carrera de esta mujer de 66 años.
Películas malas, sí, pero una mala actuación jamás. Si el lector tiene
menos de 30 años, lo más probable es que la recuerde como la implacable
editora de una revista de moda en El diablo viste de Prada (David
Frankel, 2006). Si es algo mayor, no habrá podido olvidar a la joven
madre polaca y su grito silencioso de dolor en 'La decisión de Sophie'
(Alan J. Pakula, 1982), por la que ganó su segundo Oscar; o a
la aristocrática dama Karen Blixen de 'Memorias de África' (Sydney Pollack, 1985).
Sin embargo, su papel más importante es una suerte de quintaesencia de todos los demás:
su continua labor de denuncia de las prácticas sexistas y discriminatorias por
razones de edad que están tan arraigadas en Hollywood. Como quien no
quiere la cosa, la actriz lleva años en el centro de los debates sobre
las políticas de género de la industria cinematográfica que, en los
últimos meses, son inevitables cuando se entrevista a cualquier
estrella. ¿La razón? El pasado año, la filtración de unos correos
electrónicos provenientes de Sony puso de manifiesto que Jennifer
Lawrence, ganadora de un Oscar, había recibido unos honorarios
sensiblemente menores que los de Jeremy Renner, compañero de reparto en
La gran estafa americana (David O. Russell, 2013). Desde entonces, el
tema es inevitable.
"Alguien podría replicar comenta Streep con notable diplomacia, que
la popularidad de esa película se debe bastante más a Jennifer Lawrence
que a Jeremy Renner y, tras un suspiro, añade tajante. Son ese tipo de
cosas las que me irritan profundamente". Esto último es algo que se puso
de manifiesto en la última gala de los Oscar, cuando se vio a la
veterana actriz ponerse en pie ante el discurso de Patricia Arquette
sobre
las desigualdades salariales en la meca del cine.
Un mes después de los Oscar, la actriz cómica Amy Schumer cosechó un
gran éxito con un sketch donde ponía verde a ese Hollywood recalcitrante
que considera a las mujeres mayores de 40 años como asexuadas. En este
Last fuckable day ("El último día follable", con el estilo soez e
incisivo que es marca de la casa), Amy Schumer comparte pantalla con
Tina Fey, Patricia Arquette y Julia Louis-Dreyfus. Su reunión tiene un
propósito especial: celebrar juntas el último día en el que, según los
medios de comunicación, resultará creíble que algún ser humano quiera
tener sexo con Julia Louis-Dreyfus. "¿Te acuerdas de cuando Sally Field
era el rollete de Tom Hanks y dos días después estaba interpretando a su
madre en Forrest Gump?", dice una lacónica Tina Fey. Desde entonces, el
vídeo ha recibido casi cuatro millones de visitas en internet.
"¿Tú lo has visto? pregunta Streep con entusiasmo. Es muy, pero que
muy divertido". Y tras recordarlo se pone un poco más seria. "En mi
opinión,
si eres mujer, no puedes dejar de ver el doble rasero que se aplica a todo en esta vida. Porque
el hecho es que no hay ningún sector que se libre, pero el mío es
especialmente... ¿cómo decirlo? ¿Cómo tildarlo con diplomacia?".
¿Atrozmente sexista? Según un estudio publicado a principios de este mes
a cargo de la Annenberg School, de la Universidad del Sur de
California, ninguna de las 100 películas más taquilleras del 2014
contaba con una protagonista femenina que rebasase los 45 años. De los
107 directores que figuran en la investigación solo dos eran mujeres: un
raquítico 1,9%. Hollywood presume de ser una industria progresista,
pero, entonces, ¿por qué existen estadísticas como esta?
Matthew Hammet Knott, autor de la columna Heroínas del cine en el portal de internet Indiewire, tiene su propia teoría: "
Hacer películas es una operación de riesgo,
ya que es un producto básicamente comercial concebido en términos
empresariales. Desde fuera, no es fácil entender hasta qué punto es
determinante el miedo al fracaso, lo cual acaba propiciando que se tire
siempre por lo seguro, es decir: esas tramas, tan masculinas, que tienen
que ver con el liderazgo y el ejercicio del poder".
"Hay muy pocas realizadoras sostiene Streep. Y, en gran medida, es
algo que tiene que ver con una política de enchufes y recomendaciones.
Pasa lo mismo que en el terreno de las finanzas: todos estaban
compinchados para repartirse el trabajo entre los mismos, y así iba el
mundo. Pero esto está cambiando. Es inevitable". Precisamente, como un
instrumento de cambio está concebida una de las iniciativas de la
actriz:
un taller de escritura de guiones destinado a mujeres mayores de 40 años.
Además, la actriz no solo financia estas becas a nuevas cineastas en
su Laboratorio de Escritoras, también es coherente con su feminismo a la
hora de elegir sus papeles. El último ejemplo es Sufragistas, un filme
que no podría ser más apropiado para el momento actual. Además de por la
temática un
retrato social, político y personal del
movimiento en favor del voto femenino en la Inglaterra de inicios del
siglo XX, está dirigida por Sarah Gavron y escrita por otra mujer, Abi
Morgan. Pero Meryl prefiere no pecar de exceso de optimismo.
"No me engaño. Incluso en mi carrera, estos trabajos son burbujas de
aire en una industria dirigida por hombres y donde domina la narrativa
masculina". ¿Dirige de manera diferente una mujer? "No se puede
generalizar. Muchos directores resuelven el trabajo muy rápidamente.
Pero lo que sí es cierto es que las mujeres abren más el círculo y hacen
que el trabajo sea más colectivo. Y
tengo la sensación de que con ellas no hay tantos celos ni sentimientos de propiedad".
Uno de los momentos más vibrantes de Ricki, la historia de una mujer
que lo abandona todo (incluida su familia) para alcanzar su sueño de
convertirse en una estrella de rock, es un monólogo donde Meryl dirige
toda su ira hacia Mick Jagger y lo que representa: "Evidentemente, él no
crió a todos esos hijos dice su personaje. Él era una estrella del
rock. Y más importante aún es lo que no era, y él no era una madre. ¿Lo
veis? Papá puede hacer lo que le dé la gana: jugar con fuego,
engancharse a las drogas, pasar de la familia. ¿Qué pasa si, en el
camino, va dejando víctimas colaterales? ¿Qué importancia tiene eso si
ha sido capaz de escribir grandes canciones?".
Le comento que esas palabras me evocan Kramer contra Kramer, el
clásico de 1979, dirigido por Robert Benton, en el que Meryl Streep y
Dustin Hoffman encarnaban a unos padres divorciados que se peleaban por
la custodia de su hijo. "¡A mí también! Estoy totalmente de acuerdo",
exclama la actriz. En aquella película Streep reescribió su discurso de
alegato en el juicio (al parecer, para desesperación de Hoffman), de
forma que Joanna Kramer dejase de parecer "una bruja defensora de los
derechos de la mujer", según apuntaba la primera y misógina versión del
guión.
El papel le valió su primer Oscar.
Pero, a diferencia de algunos de sus personajes, ella sí ha sido capaz de hacer realidad sus dos sueños:
conseguir ser una estrella y tener una vida familiar feliz.
La actriz tiene cuatro hijos: Henry, que es músico; Grace y Mamie, que
también son actrices; y Louisa, modelo. Y los cuatro son fruto de la
relación que Streep tiene con el escultor Donald Gummer desde hace 37
años.
"Cuando eres una mujer trabajadora, todos los días tienes que hacer
algún tipo de concesiones comenta. A una mujer siempre se le exige mucho
y desde diferentes frentes, y eso acaba provocando un sentimiento de
culpa en ella que la sociedad suele ver con buenos ojos. La verdad es
que,
en cualquier profesión, se espera de los hombres que ejerzan la paternidad de un modo completamente diferente".
Por supuesto, ella sigue al pie del cañón, tratando además de dar
ejemplo. Solo en la última década, ha trabajado con más realizadoras que
cualquier otra gran estrella. La teoría del escritor Matthew Hammet
Knott autor de Heroínas de cine es que "al participar en películas muy
taquilleras, Streep ha sido determinante a la hora de trazar el retrato
de las mujeres de su generación, contribuyendo a conformar una imagen
diferente de ellas en el público general".
Y añade que incluso una película superficial como ¡Mamma mia!, el
musical de Abba que llevó a la gran pantalla Phillida Lloyd en 2008 y
alcanzó una recaudación de unos 600 millones de euros,
puede ser también un motor de cambio gracias a la presencia de la
actriz. "En ella vemos a una mujer de mediana edad que se niega a pedir
disculpas por un pasado promiscuo. Por desgracia, eso es algo muy raro
de ver, y no debemos desdeñar el poder de transformación política y
social que puede conllevar ese discurso".
"Todos somos responsables de lo que hacemos en este mundo sentencia
Streep. Es una cosa que defiendo a ultranza. Claro que hay gente que
tiene que hacer cosas en las que no cree y no tiene más remedio que
hacerlas por una necesidad económica. Pero alguien como yo, que puede
tomar sus propias decisiones...
No tengo la intención de ser modelo de nada, -reconoce-, pero, desde luego, me siento
responsable".
Puede que sea por este tipo de cosas (además de, claro, por su
talento fuera de lo común) por lo que Meryl Streep se ha convertido en
una figura tan querida. El portal satírico de internet The Onion (La
cebolla) lo resumió mejor que nadie declarando a Meryl Streep
"injuzgable" por un jurado formado por sus iguales, debido a que "no
tiene igual", un titular que el propio presidente
Barack Obama citó al hacerle entrega de la Medalla Presidencial de la Libertad. Y añadió: "
Adoro a Meryl Streep. Su marido sabe que la adoro. Y también Michelle sabe que la adoro. Ninguno de los dos puede hacer nada al respecto."
Meryl se ríe cuando se lo recuerdo. "Por un lado, está la imagen que
la gente se ha creado de ti misma... Y, por otro... añade con
sencillez, está la persona. Y la persona no es más que eso: una persona.
En mi fuero interno, me siento como quien está feliz por haber
conseguido en su día una beca de estudios y, luego, ha logrado enviar a
sus hijos a la universidad. Estoy profundamente agradecida por todo.
¿Sabes una cosa? No me creo "Meryl Streep". Y, con una medio sonrisa que
parece más bien una disculpa, matiza: "Sea lo que sea eso de "ser Meryl
Streep". Yo solo me siento yo misma".
Una foto en la que una jovencísima Meryl Streep viaja en metro se ha
convertido estos días en viral. Lo que tiene de especial es el texto que
la acompaña:
"Esta soy yo volviendo a casa tras una audición para King Kong en la que me dijeron que era demasiado "fea" para el papel". La
foto no corresponde a aquel momento, sino que es varios años posterior,
y esas palabras no las ha escrito la actriz, sin embargo la historia
que cuenta es real: Meryl fue rechazada para protagonizar aquella
película que finalmente pasaría a la historia interpretada por Jessica
Lange. Y esta ha sido la manera en la que su fiel legión de fans ha
logrado difundir esta historia de superación. Casi 40 años después de
aquel fracaso, la actriz acumula 19 nominaciones al Oscar y lo ha ganado
tres veces.
TÍTULO: SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO - ELLAS SERÁN LAS PROTAGONISTAS DE 2016,.
ELLAS SERÁN LAS PROTAGONISTAS DE 2016,.foto.
Por su papel político o su compromiso social. Por
sus investigaciones o sus hazañas deportivas. Este año, vamos a hablar
mucho de ellas.
Hillary Clinton, ¿señora presidenta?
El acontecimiento del año serán las elecciones
presidenciales en Estados Unidos. Por primera vez, una mujer puede ser
candidata a ocupar el despacho oval. Estamos ante un cerebro excepcional
y una voluntad de hierro, capaz de desmarcarse del papel del primera
dama (1993- 2001), para ser senadora (2001-2009) y secretaria de Estado
(2009- 2013). ¿Saldrán las mujeres ganando?
Angela Maerkel, a por otro mandato
Las buenas intenciones de la canciller alemana al dar refugio a los
desplazados sirios pueden pasarle factura en este año electoral. Por si
acaso, ha prometido reducir el número de potenciales asilados. Todo sea
por sumar otra presidencia a sus dos lustros al frente del Gobierno.
Dilam Rouseff, entre juegos y crisis
La presidenta brasileña será un año difícil, no solo por renegociar a
la baja el presupuesto de los JJ.OO. de Río. Aunque va superando las
protestas por corrupción contra su Gobierno, la crisis no augura
tranquilidad.
Lilian Tintori, La oposición en Venezuela
La influencia de la esposa de Leopoldo López, dirigente de Voluntad
Popular y preso político, promete multiplicarse. Su papel como defensora
de los derechos humanos no eclipsa su creciente papel político como la
cara visible de la oposición.
Marine de Pen y Marion Maréchal-Le Pen, Mirando al 2017
Las herederas de la extrema derecha francesa pugnarán por consolidar
los resultados de las elecciones regionales. Su objetivo: convencer a
más votantes (tienen a casi siete millones) de cara a las presidenciales
de 2017.
Mary de Dinamarca, defiende a las mujeres
Copenhague será sede en mayo de la cuarta conferencia global Women
Deliver, un encuentro al más alto nivel para tratar problemas de las
mujeres, en el que la princesa Mary tendrá un papel destacado. Su
organización, The Mary Foundation, trabaja contra el aislamiento de las
mujeres más vulnerables y tratará de impulsar sinergias en favor de su
lucha.
Katrine Camilleri y los refugiados
La suya es una de las voces más respetadas en el debate acerca de
cómo recibir en Europa a los desplazados por la guerra. Gracias a su
incansable labor al frente del Servicio Jesuita a Refugiados de Malta,
miles de personas reciben apoyo legal y atención médica. Y no duda en
denunciar el cierre de fronteras.
María Alcázar, en la cumbre humanitaria
La directora de Cooperación Internacional de Cruz Roja española
tiene un objetivo prioritario en 2016: la Cumbre Humanitaria que se
celebrará en Estambul en mayo, donde gobiernos y organizaciones tratarán
de encontrar un punto de encuentro en el apoyo a los desplazados.
Christiana Figueres, contre el cambio climático
La secretaria ejecutiva del Convenio de Cambio Climático de la ONU ha
pilotado las negociaciones de París para lograr un acuerdo contra el
calentamiento global. Es la arquitecta del pacto mundial, pero este año
ha de vigilar que se cumplan los compromisos y tratar de sumar a más
países al acuerdo.
Ertharin Cousin, alimentar a 100 millones
La llaman "la mujer que da de comer al mundo", porque trabaja cada
día para terminar con el hambre. Es la directora ejecutiva del Programa
Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, que alimenta a 100 millones de
personas.
Rosa Badía y el supercomputador
Esta investigadora del CSIC será una de las privilegiadas que operará
con MareNostrum4, uno de los supercomputadores más avanzados del mundo,
que llega al Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona (BSC) y
forma parte del macroproyecto europeo Human Brain, un esfuerzo de 135
laboratorios para tratar de imitar el cerebro humano.
Fabiola Gianotti busca partículas
La física italiana se va a convertir en la primera directora del
Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), fundado hace 60
años. Lleva 25 años trabajando en el acelerador de partículas que
permitió descubrir el bosón de Higgs.
Conxita Ávila, rumbo a la Ántártida
La bióloga de la Universidad de Barcelona es la única mujer que
lidera un proyecto en la expedición antártica española. Su objetivo es
desentrañar qué defensas químicas usan los invertebrados marinos y si
pueden convertirse en medicamentos.
Christiane Heinicke, vivir en marte
Esta ingeniera y física alemana es una de los seis investigadores que
vivirá durante 2016 como si estuvieran en Marte, para avanzar los
problemas de una futura colonización galáctica. Confinados cerca del
volcán hawaiano Mauna Loa por cortesía de NASA, han de hacer vida en una
base de
1.000 m2 y salir fuera de ella con traje espacial.
Leticia Moreira, contra el cáncer de colon
Gracias al test que ha diseñado, se podrán prevenir los casos de
cáncer de colon hereditarios. Va a recibir el premio Ramon Margalef de
la Universidad de Barcelona.
Toni Morrison, esperado nuevo libro
La autora de Beloved, Premio Nobel en 1993, publica nueva novela. God
Help the Child (algo así como "Dios se apiade de esa niña"), un libro
que se anuncia durísimo, donde la raza, la culpa y una figura materna
feroz protagonizan la dolorosa existencia de la protagonista.
Emma Suárez, nueva chica Almodóvar
En diciembre recibió el Premio Especial Márgenes a toda su
trayectoria, un aperitivo para un año de dulce. En marzo estrena
Julieta, el esperado regreso de Almodóvar. Luego seguirá La próxima
piel, de Isaki Lacuesta, y Las furias, el debut del autor teatral Miguel
del Arco.
Alicia Vikander, un año de estrenos
Si 2015 ha sido un paseo triunfal para la ultimísima musa de la
alfombra roja, 2016 no será menos. Atención a su lista de estrenos: La
chica danesa, sobre la pionera transgénero Lili Elbe; Burnt, con Bradley
Cooper; Tulip Fever, donde enamora al pintor del XVII que la retrata;
The Light Between Oceans, junto a su novio, Michael Fassbender; otra
secuela de la saga Bourne; y Submergence, de Win Wenders.
Icíar Bolláin, cinco años sin ficción
Han hecho falta cinco años para que vuelva a la ficción, tras el
accidentadísimo rodaje de Katmandú, un espejo en el cielo. Lo hará con
El olivo, la historia de una chica que trabaja en una granja de pollos y
que es capaz de todo para que su abuelo, recupere las ganas de vivir.
Un filme que quiere ser "un canto al anticonformismo".
Katy Perry, la auténtica reina midas del pop
Ni Taylor Swift ni Miley Cirus ni Beyoncé. La cantante mejor pagada
del mundo (122 millones de euros en 2015) es la mujer que lo mismo viste
el pop-thrash carísimo de Jeremy Scott que el bling bling de H&M.
Perry anuncia disco para finales de 2016, pero la veremos antes con sus
estilismos epatantes.
Ana Botín, ¿tiempo de fusiones?
El mundo financiero se prepara para un año movido en el sector
bancario, y es probable que se pongan en marcha las fusiones con las que
se lleva especulando tanto tiempo. ¿La heredera del imperio
santanderino llevará la iniciativa de estos movimientos? Su expansión
hacia Brasil y otros mercados está asegurada.
Marissa Meyer, la incógnita de Yahoo
Acaba de dar a luz a mellizas que, probablemente, le darán más
alegrías que su carrera. Cada vez más cuestionada por los accionistas,
la CEO de Yahoo se la juega en un año en el que debe reestructurar la
compañía, eliminar productos no rentables y, posiblemente, despedir a
centenares de empleados.
Sol Daurella, la chispa de Europa
La mujer más rica de Cataluña estrena 2016 como consejera delegada de
Coca-Cola European Partner, que integra las operaciones de embotellado
de tres compañías regionales y da servicio a más de 300 millones de
consumidores en 13 países europeos.
Mary Barra, retos al volante
La directora general de General Motors se enfrenta a un año repleto
de retos. En 2016 presentará el primer coche eléctrico para el mercado
masivo y más investigación para utilitarios que se conduzcan solos y
dialoguen entre ellos en carretera.
Sun Yafang, dede China con 4G
La presidenta de Huawei es la empresaria más poderosa de China, pero
su país no es suficiente. La marca de móviles pretende liderar el
mercado español y superar a su competidor mundial, Samsung. Ojo al dato:
fue jefa de la MSS, la CIA china.
Garbiñe Muguruza, ¡Cuidado Serena!
Puede que la española sea la tenista capaz de poner contra las
cuerdas a Serena Williams. Potentes y resistentes ambas, Muguruza aún
tiene mucho saque que perfeccionar para amilanar a la estadounidense,
pero sus 22 años le permiten progresar. Sueña con ganar Wimbledon. Y
contra Serena.
Teresa Perales, los quintos Juegos
Sus 22 medallas ganadas en cuatro Olimpiadas la convierten en la
deportista paralímpica española más galardonada. La enfermedad que la
dejó en silla de ruedas a los 19 años motivó su zambullida en una
piscina que le ha dado alegrías a ella y emoción a nosotros. Llega a Río
con 40 años y su ilusión sumada a la de su hijo de cinco años, que
viajará con ella. La veremos en el podio, seguro.
Carolina Marín, la reina del bádminton
Su impresionante trayectoria la sitúa en las quinielas del Premio
Príncipe de Asturias del Deporte. En 2015 ha sido número uno del ranking
internacional, medalla de bronce de la Real Orden del Mérito Deportivo y
Premio Nacional del Deporte.
Yelena Isinbayeva, en lo alto de la pértiga
Esta legendaria pertiguista liderará la comisión que intente limpiar
la reputación del deporte ruso, después de que saliera a la luz un
programa de dopaje patrocinado por el Estado. Con 28 récords mundiales y
reciente mamá, intentará que la Federación Internacional le permita ir a
las Olimpiadas.
Shelly-Ann Fraser Pryce, la más rápida
El equivalente femenino de Usain Bolt y, como él, orgullo de Jamaica,
no se lo pondrá fácil a sus competidoras en los 100 metros lisos, que
efectúa en unos supersónicos 10,76 segundos. Su objetivo para 2016:
bajar de los 10,7 en Río.