LA LOTERIA DEL VIERNES - EL RELOJ -Papá, no soy tu niña , fotos.
Papá, no soy tu niña,.
Los adolescentes transexuales se suelen sentir desamparados ante la falta de información y aceptación. El tailandés Jay nos cuenta su caso,.
Jay siempre se había sentido muy solo. Nunca había pensado demasiado en ello y creía que, simplemente, era distinto. Pero hace algunos meses leyó casi por accidente un artículo compartido por uno de sus contactos en Facebook que le hizo preguntarse si su inadaptación sería el resultado de sentirse atrapado en un cuerpo que no le corresponde: ahora cree que es una persona transexual porque nació como chica, pero se siente como un chico.Tiene 17 años y vive en Bangkok con su madre y su padre. Como para otros muchos adolescentes de su edad, ha iniciado un curso complicado en el que debe estudiar muchas horas y terminar de elegir a qué va a dedicarse en el futuro. Él se define como un empollón, poco sociable y con contados amigos. Le fascina leer cómics de superhéroes y piensa estudiar ingeniería informática.
Sus gustos siguen los estereotipos de género masculinos que le explicaron en la escuela, pero a Jay siempre le han tratado como una niña. Cuando tenía ocho años y estudiaba en un colegio femenino, sus compañeras solían llamarle tomboy. Este término se traduce como marimacho y se utiliza cuando la apariencia y gustos de una chica se consideran poco femeninos, sin que esto influya en su género u orientación sexual.
En el instituto mixto donde estudia ahora no termina de encontrar su sitio. Las chicas le aburren, porque, según dice “siempre hablan de chicos”. Ellos, por el contrario, no lo aceptan porque, como dictan las reglas del centro, él viste minifalda, tiene el pelo largo hasta los hombros y utiliza el lavabo femenino.
Conocer su identidad le supuso un cierto alivio, porque en la sociedad hay ciertas reglas sobre lo que se espera de un hombre o una mujer, ya sea en su forma de vestir o comportarse. El idioma tailandés, además, lo complica todo un poco más, porque para hablar de forma educada, al acabar la mayoría de las frases se utilizan las partículas kha o kap. Si eres un chico, tienes que añadir kap, mientras que si eres una chica, kha.
Jay intentó utilizar kap durante una temporada, pero a sus padres y profesores no les pareció una buena idea. Él, por ahora, habla en femenino y mantiene su identidad en secreto. Ha pedido utilizar un nombre ficticio para contar su historia, por miedo a que esta llegue a su entorno inmediato. “Mi familia aún no lo sabe, tampoco mis amigos. No quiero decepcionarlos, prefiero esperar a empezar la universidad porque ya podré valerme por mí mismo”, explica con voz algo nerviosa.
Las personas trans no pueden cambiar de nombre o
sexo en sus documentos de identidad, incluso después de someterse a una
cirugía de reasignación de género
Ninguna organización sabe con certeza cuántas personas trans viven en Tailandia, según explica Suparnee Pongruengphant, oficial nacional de gobernanza, derechos humanos y LGBT del programa del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en el país asiático. “No todas las personas trans optan por salir a la luz”, dice, “y muchas de ellas, además, no cuentan con información sobre cómo tratar con el acoso escolar, la discriminación basada en el género o los tratamientos hormonales”.
Si Jay ha encontrado toda esta información es gracias a un grupo que conoció a través de su profesor de música, a quien le contó su secreto porque creía que era una persona liberal que podría entenderlo. El colectivo cuenta con casi mil miembros, aunque no todos ellos son demasiado activos. Se reúnen a menudo, lo que para Jay supone una buena compañía.
Las personas transexuales son muy visibles en las grandes ciudades tailandesas, pero como explica Pongruengphant, “la aceptación social no se corresponde”. Un estudio nacional elaborado por el PNUD que será publicado a finales de este año demuestra que la población general en Tailandia acepta más a las personas transexuales fuera de su familia que a las de su parentesco. La aceptación por parte de sus parientes cercanos y su entorno, dice Pongruengphant, “sigue siendo un gran desafío, especialmente en las áreas rurales”.
El currículum escolar no ayuda a los jóvenes como Jay a ganar confianza en sí mismos. Cheera Thongkrajai, funcionaria en el ministerio de Desarrollo Social y Seguridad Humana (MDHS), expone que en los libros de secundaria, las personas transexuales “se presentan como desviadas, no normales y antinaturales”, e incluso, “enseñan imágenes que las muestran como personas emocionalmente inestables que los estudiantes deben evitar”.
Estos libros también presentan una visión muy limitada de los roles de género. Expresan que las mujeres deben “llevar falda, ser suaves, cuidar bien su apariencia, hacer tareas domésticas, punto y arreglos florales”. Los hombres, en cambio, “deben vestir pantalones y practicar deportes como el boxeo o el fútbol”. El pasado mes de octubre algunos activistas solicitaron al Gobierno la revisión de estos libros. La queja se encuentra en trámite, pero el Ministerio de Educación ha declarado a la prensa que se va a hacer cargo del problema.
Los gustos de Jay siguen los estereotipos de género masculinos, pero siempre le han dicho que es una chica
En 2016, el MDHS presentó un proyecto de ley sobre el reconocimiento de género que, de aprobarse, permitirá que las personas trans puedan cambiar el nombre y el estatus de género de hombre a mujer o de mujer a hombre. La funcionaria Thongkrajai explica que la propuesta generó “mucha controversia y discusiones”, por lo que actualmente están investigando un poco más “para encontrar el modelo adecuado para Tailandia”.
Jay dice que cuenta los días para llegar a la universidad porque ha visto “chicas transexuales que utilizan minifaldas y chicos transexuales que llevan el pelo corto”. Muchos centros universitarios permiten que los estudiantes transexuales utilicen las prendas que elijan, aunque algunos todavía no siguen esta regla a pesar de que el Comité Nacional de Igualdad de género y el Comité Nacional de Derechos Humanos ya les han pedido que cambien esta política.
El chico cuenta con sarcasmo que sus pechos, al menos, no le suponen un problema porque por suerte son pequeños y fáciles de ocultar bajo la ropa. Cuando llegue el momento adecuado, le gustaría cortarse el pelo “al estilo militar”. No ha pensado todavía cómo se lo contará a sus padres, pero cree que ellos no saben lo que significa ser transexual. “Se quedarán muy sorprendidos”, dice, “sobre todo cuando les diga que me gustan las chicas”.
TITULO: LA BICICLETA - Peter Sagan: "Me alegro de que me queden pocos años en el ciclismo",.
LA BICICLETA -Peter Sagan: "Me alegro de que me queden pocos años en el ciclismo" , fotos,.
Peter Sagan: "Me alegro de que me queden pocos años en el ciclismo",.
El eslovaco habla de la falta de respeto en el pelotón y deja entrever su retirada en 2021,.
Peter Sagan, el portador del maillot arcoíris durante los últimos tres años, se sinceró en una entrevista para el medio holandés Fiets en la que desveló la falta de respeto reinante en el pelotón y el aparente hartazgo que sufre como una de las estrellas más mediáticas del ciclismo.
"A menudo, un ciclista era el capitán del pelotón completo. Hace quince años Mario Cipollini [otro campeón del mundo] era el jefe. Ya no es el caso. Creo que el respeto en el pelotón ha desaparecido", señala el eslovaco.
El líder de Bora-Hansgrohe sostiene que ahora los corredores "solo miran por ellos mismos" y que la falta de respecto empeora con el paso de los años. "Me alegro de que solo me queden unos pocos años. Es imposible para mí pasar otros quince años en este mundo del ciclismo", confesó el corredor de 28 años.
El seis veces ganador del maillot verde en el Tour de Francia también habló del estrés que supone ser uno de los corredores más mediáticos del pelotón: "No puedo vivir una vida normal. Los momentos de calma son muy raros".
"Todo ha cambiado para mí debido a la repetición de competiciones y viajes. Cuando me quedo en un hotel, ni siquiera sé si estoy en Bélgica, Estados Unidos o Francia", explica el eslovaco, que recuerda una anécdota sucedida la noche después de la llegada del último Tour de Francia, cuando tuvo que permanecer con 300 invitados de Bora-Hansgrohe hasta las dos de la mañana.
Quién sabe si Sagan, que tiene contrato con Bora hasta 2021, abordará su retirada del ciclismo o regresrá a su anterior disciplina, la mountain bike. Su encargado de prensa, Gabriele Uboldi, no da demasiadas pistas: "Ahora Peter solo piensa en su contrato. Cuando ese compromiso termine, decidirá si regresa al MTB o si continuará en la ruta":