fotos,. Un trío en la cocina - Cocina - Ensalada de endibias,.
Ensalada de endibias,.
Ingredientes (4 personas):
- 300 g de endibias
- 8 espárragos
- 100 g de queso fresco
- 2 huevos cocidos
- aceite de oliva virgen extra
- vinagre
- sal
Elaboración de la receta de ensalada de endibias:
Esta ensalada de endibias, espárragos blancos, queso fresco y huevo cocido. ¡Perfecta para acompañar tus platos de carne!,.
Cuece los huevos en una cazuela con agua hirviendo. A los 10 minutos, retira, refresca, pela y pícalos en daditos.Suelta las hojas de las endibias, córtalas en juliana fina y colócalas en una fuente.
Corta los espárragos en trozos de 3 centímetros y agrégalos.
Corta el queso en daditos y añádelos. Agrega también el huevo picado. Sazona y aliña con aceite y vinagre. Sirve.
TITULO: Un país mágico -21 maravillas de Centroamérica ,.
El sabado -16- Febrero a las 18:30 por La 2, fotos.
21 maravillas de Centroamérica ,.
Del gran agujero azul de Belice al bosque nuboso de Monteverde, en Costa Rica, ruta por siete países fascinantes,.
Siete pequeños países hacen de bisagra entre la basta amplitud de Norteamérica y la diversidad natura de Sudamérica, pero no son un simple puente de paso. Cada uno de ellos esconde verdaderas maravillas naturales y artísticas que nos hablan de una historia en común y de una inmensa biodiversidad. Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, Centroamérica al completo, invitan a recorrer en una ruta sorprendente y con un toque aventurero sus grandes tesoros naturales.
1 Guatemala
Es un país mágico con un poco de todo: historia, gran diversidad cultural y etnográfica, bellezas naturales -desde montañas hasta playas tranquilas-, así como hermosos paisajes coloniales. La cultura maya está presente por todas partes.
Antigua, barroco a la sombra de los volcanes
Gigantescas cumbres volcánicas y laderas cubiertas de cafetales son
el telón de fondo de los diseminados vestigios de la ocupación española.
La antigua capital de Guatemala posee una belleza singular, carga
histórica y una interesante riqueza cultural. Es un destino turístico
imprescindible por su bien conservada arquitectura barroca y por las
numerosas ruinas de iglesias católicas (lo que queda después de los
numerosos terremotos de los últimos siglos). Un atractivo marco que
muchos viajeros anglosajones eligen para aprender español en sus
prestigiosos institutos.
Tikal, inmersión en la cultura maya
Los restaurados templos que se alzan en este rincón de la selva
guatemalteca (parcialmente talada) asombran por su monumental tamaño y
la brillantez arquitectónica. Lo comprobaremos si llegamos temprano a la
Gran Plaza de Tikal, uno de los grandes yacimientos mayas de
Mesoamérica. Activo durante 16 siglos, conforman un asombroso testimonio
de los hitos culturales y artísticos logrados por esta civilización.
Destaca especialmente el aéreo mirador situado sobre el templo IV, en el
extremo oeste del sitio. Igual de llamativa es la gran cantidad de
fauna y flora visible en los antiguos pasos elevados entre centros
ceremoniales; caminando con cautela será más fácil ver monos, arañas,
agutíes, zorros y pavos ocelados.
Lago Atitlán, conexión cósmica
De origen volcánico, este lago es uno de los destinos más
interesantes de Guatemala. Sereno y turbulento a un tiempo, está rodeado
de volcanes y pueblos como Santiago Atitlán, con una próspera cultura
indígena, o San Marcos, refugio para quienes desean conectar con su
energía cósmica. Además, la oferta de actividades al aire libre
–parapente en Santa Catalina Palopó, kayak en Santa Cruz La Laguna o
senderismo en torno al lago– invita a una estancia más prolongada.
Chichicastenango, un mercado único
Más que un lugar para comprar, este mercado que se monta dos veces
por semana es una animada ventana a la tradición indígena; un antiguo
punto de encuentro entre los habitantes de la región, que hablan maya
quiché, así como un lugar de gran carga espiritual. En la céntrica
iglesia de Santo Tomás y en el cerro de Pascual Abaj, situado en el
extremo meridional, los chamanes fusionan la iconografía cristiana con
rituales mayas. Además, Chichicastenango es un buen sitio para comprar
telas muy interesantes.2 Belice
Con un pie en las junglas de Centroamérica y otro en el Caribe, Belice combina como ningún otro país lo mejor de ambos mundos. Es uno de los destinos más caros de Centroamérica, pero merece la pena por su enorme diversidad cultural y sus paisajes únicos.
Kayak en el arrecife Glover
Como un collar de perlas, este deslumbrante atolón está formado por
media docena de islotes bañados por aguas azules. Su extraordinaria
ubicación, encaramado en una cadena montañosa sumergida en el borde de
la plataforma continental, lo convierte en un lugar fantástico para
darle al kayak de mar, tanto entre las islas como por las aguas poco
profundas de la laguna central. Mientras se palea es posible observar
rayas jaspeadas, rayas de espina, tortugas y un sinfín de peces
tropicales.
Submarinismo en el agujero azul
Las paredes verticales del monumento natural Blue Hole (Gran Agujero
Azul) descienden más de 120 metros hacia el fondo del océano. Pese a
estar cubierto hasta la mitad de sedimentos y detritos, es tan profundo
que logra crear una perfecta circunferencia de espectacular e intenso
azul, visible desde el cielo. Su interior alberga un denso bosque de
estalactitas y estalagmitas, así como grupos de tiburones de arrecife
–amén de multitud de esponjas e invertebrados- que acompañan a los
submarinistas. Un lugar increíble.
Caracol
Es el mayor yacimiento maya de Belice. Una ciudad antigua que en su
día rivalizó con Tikal en importancia y en cuya zona central –con
templos, palacios, talleres y mercados- aún es posible sentir la fuerza y
esplendor de antaño. Con 4,3 metros de altura, Caana (“palacio
celestial”) sigue siendo el edificio más alto del país. Además de por su
valor arqueológico, Caracol destaca por su abundante fauna selvática.
Hummingbird Highway
Quizá el tramo de carretera más hermoso de Belice, la Hummingbird
Highway (carretera del ruiseñor) ofrece vistas inigualables de los
montes Mayas en su tortuoso discurrir por junglas, huertos y aldeas. En
dirección suroeste desde Belmopán, la ruta avanza durante 79 kilómetros
hasta el desvío a la Southern Highway y a Dangriga. También propone
muchos motivos para hacer paradas de varias horas de duración, como, por
ejemplo, la exploración de la cueva de St. Herman; recorrer un sendero
circular por la selva o darse un chapuzón en las aguas cristalinas del
Blue Hole. Quienes prefieran darse una ducha con vistas únicas
encontrarán la cascada Barquedier carretera abajo.3 El Salvador
El surf, un deporte en auge en todo el mundo, ha rescatado a esta pequeña nación centroamericana como destino turístico internacional. Más allá de las olas, el país es un auténtico paraíso tropical con pueblos coloniales, parques nacionales y lagos volcánicos.
Surf en la costa sur
El Salvador cuenta con algunas de las mejores zonas de Centroamérica,
como Punta Roca, en la Costa del Bálsamo, donde se rodaron escenas de
la película clásica sobre surf El gran miércoles, así como las playas de El Sunzal y El Tunco.
Parque Nacional El Imposible
En la sierra Apaneca llamatepec, el bosque de El Imposible –o lo que
queda de un amenazado ecosistema- acoge gran variedad de animales y
plantas, como pumas, tigrillos, jabalíes, halcones ferruginosos y
águilas de cresta negra. Sus empinados caminos pueden estar embarrados
pero brindan majestuosas vistas de cumbres y del resplandeciente océano
Pacífico.4 Honduras
Submarinismo en las islas de la Bahía, ruinas mayas, ciudades coloniales, playas caribeñas y húmedas selvas de montaña. ¿Necesitas algún motivo para viajar a Honduras...?
Islas de la Bahía
El submarinismo atrae a visitantes de todo el mundo a estos tres
islotes (Roatán, Utila y Guanaja) ubicados a 50 kilómetros de la costa
norte de Honduras. Sus arrecifes forman parte de la segunda mayor
barrera de coral del mundo, tras la australiana.
Ruinas de Copán
Uno de los principales núcleos mayas vivió, creció y acabó por
desmoronarse misteriosamente en torno al yacimiento arqueológico de
Copán, declarado patrimonio mundial, y a un corto paseo desde la bella
localidad de Copán Ruinas. Es una maravilla contemplar las complejas
tallas de piedra y las colosales construcciones cuyos orígenes se
remontan al misterioso imperio maya.5 Nicaragua
Nicaragua recibe a los viajeros con paisajes volcánicos, arquitectura colonial y bosques vírgenes. Es un destino perfecto para la aventura, desde transparente Caribe hasta el agitado Pacífico.
Granada colonial
Granada ejerce un magnetismo inmenso. El encanto de la ciudad reside
en sus calles empedradas, sus polícromas casas e iglesias coloniales y
su candencioso ritmo vital. Aquí casi todas las excursiones se hacen a
pie y el mero desplazamiento desde una galería de arte hasta una iglesia
colonial, o un restaurante, puede ocupar la mayor parte del día. Desde
aquí se puede partir además hacia un sinfín de zonas salvajes, islas,
volcanes y pueblos de artesanos, situados en sus cercanías.
León revolucionaria
Ciudad señorial con contracorrientes revolucionarias, en León hay un
ambiente bohemio y ligeramente provocador, alimentado tanto por la
histórica revolución sandinista como por su condición universitaria. Se
puede pasar un buen día visitando la catedral, los museos y la zona del
centro, para después poner rumbo a las playas de arena color miel,
volcanes y pueblos que parecen del Salvaje Oeste.
Isla de Ometepe
La joya más preciada del lago Nicaragua lo reúne todo: volcanes
gemelos, laderas exuberantes surcadas por senderos, restos
arqueológicos, tirolinas, monos y aves, cascadas, olas que lamen los
umbrales y un relajante aire insular que mantiene a los viajeros
sosegados mientras recorren este paraíso recobrado. Gran parte del
encanto de la isla reside en sus alojamientos: desde lodges de lujo hasta albergues, campings o cabañas con alegre ambiente hippie.6 Costa Rica
Es el gran destino del turismo ecológico y de aventura en Centroamérica, con buenas infraestructuras, proyectos de sostenibilidad, un considerable nivel de seguridad y ausencia de ejército. Más de un tercio del país tiene protección medioambiental y reúne más biodiversidad que Estados Unidos y Europa juntos. Si a esto le añadimos volcanes, cascadas, intensos colores y playas desiertas para hacer surf, hay poco más que decir.
Bosque Nuboso de Monteverde
Con una superficie de 105 kilómetros cuadrados, el Bosque Nuboso de
Monteverde debe gran parte de su belleza natural a los cuáqueros que
abandonaron Estados Unidos en la década de 1950 como protesta por la
guerra de Corea, inculcando los principios conservacionistas a los
habitantes de la región. Pero por fascinante que sea la historia, la
verdadera magia de Monteverde reside en su propia naturaleza: un
misterioso País de Nunca Jamás con brumas que gotean, trepadoras
musgosas, helechos y bromelias, borboteo de arroyos y una vida que bulle
en constante evolución.
Volcán Arenal
Aunque los ríos de lava ya no iluminen la noche y el volcán
permanezca dormido, este poderoso gigante cónico sigue mereciendo una
peregrinación (hay varios senderos hermosos que permiten explorar la
zona, sobre todo el que sube al cerro Chato). Y aunque para los
científicos el volcán Arenal se mantiene activo, nadie lo diría a juzgar
por las vistas apacibles y el manto de neblina que lo cubre. Incluso
cuando se juntan las nubes y el frío corta el aire, podemos relajarnos
en sus muchas fuentes termales.
Costa del Pacífico
El litoral occidental de Costa Rica es perfecto para hacer surf, con
varios pueblos costeros donde la agenda del día casi siempre se reduce
al minucioso estudio de los informes sobre oleaje, aplicar una saludable
capa de protector solar y hacerse con unas cuantas cervezas Imperial
bien frías. Hay buenos rompientes para novatos y muchas olas para
cabalgar, entre ellas la segunda ola de izquierda más larga del mundo,
en Pavones.7 Panamá
El país está marcado por el famoso canal que lo atraviesa, especialmente ahora, debido a su reciente ampliación. Pero este estrecho territorio entre el Pacífico y el Atlántico tiene un poco de todo: una capital sofisticada y dinámica, un bello litoral, territorios indígenas y relajadas playas.
La ciudad de Panamá
La capital panameña es un denso horizonte urbano. Con casi un millón
de habitantes, la transformación está en el aire: desde una nueva zona
verde costera, hasta el esperado museo sobre la biodiversidad y el
metro, en construcción. Es cierto que el tráfico es intenso, pero el
hechizo persiste: la población es auténtica y la naturaleza nunca queda
lejos, ni tampoco sus encendidas puestas de sol.
Canal de Panamá
Uno de los mejores atajos del planeta, atraviesa la línea divisoria
continental uniendo dos océanos, Atlántico y Pacífico, en un obra de
ingeniería digna de admiración. Tan deslumbrantes como los colosales
cargueros de acero que atraviesan sus exclusas son las legiones de
criaturas que lo observan desde los márgenes de la selva. Dos centros de
visitantes cuentan con plataformas de observación y museos donde se
muestra su proceso de construcción y ampliación. Otra opción interesante
es sumarse a una interesante excursión en barco o kayak por sus aguas o
reservar un crucero y ver las exclusas por cuenta propia.
Archipiélago de Bocas de Toro
Es lógico que este rosario de islas caribeñas sea el principal centro
vacacional del país. Según los lugareños, aquí todo es bueno: pasear en
bicicleta playera, tararear un improvisado calipso en isla Bastimentos o
gozar de una relajada cena en una cabaña con techo de paja en el paseo
marítimo. Se puede hacer surf en los rompientes, bucear entre bellos
corales y grandes estrellas de mar o participar en programas de
voluntariado que ayudan a las tortugas marinas a anidar.TITULO: Diario de un nómada -La expedición Diario de un Nómada llega al estrecho de Magallanes,.
El domingo -17- Febrero a las 19:00 por La 2 , fotos.
La expedición Diario de un Nómada llega al estrecho de Magallanes,.
La expedición Diario de un Nómada, dirigida por el escritor Miquel Silvestre con objeto de producir una serie documental tras los pasos de los exploradores españoles olvidados, ha alcanzado el Estrecho de Magallanes, el punto más austral de esta aventura motociclista por Sudamérica.
La expedición se encuentra en Punta Arenas, ciudad de Chile que vigila el Estrecho de Magallanes en las cercanías del primer intento de asentamiento europeo en la costa magallánica: la malograda Ciudad del Rey Felipe, rebautizada como Puerto del Hambre tras la muerte por inanición de todos sus habitantes en 1584.
Desde su salida de Santiago de Chile el 22 de febrero, Diario de un Nómada ha recorrido cinco mil kilómetros de viento y grava por la Ruta 40 y Carretera Austral, ha atravesado cinco veces la cordillera de los Andes.
La expedición ha superado en seis ocasiones las fronteras entre Chile y Argentina, descendido de los 4.000 metros alcanzados en el paso Libertadores al nivel del mar, surcado el Buenos Aires, segundo mayor lago de América, contemplado el Cristo Redentor de los Andes, los poblados mapuche de la Araucania, las cenizas del volcán Puyehue, los hielos del Glaciar Perito Moreno y las aguas fusionadas de dos océanos.
El relato histórico de esta parte del viaje narra la fundación de Santiago de Chile por el extremeño Pedro de Valvidia, la conquista frustrada de la Araucania, la guerra contra los indígenas mapuches que duraría hasta el final de la colonia, la derrota española en Fuerte Tucapel, el origen de la inmigración alemana en Osorno y la exploración del río Santa Cruz.
También relata el descubrimiento del Valle de los Glaciares, la construcción de las grandes rutas patagónicas, el hallazgo del pasaje intercontinental que permitió la primera vuelta al mundo y la fundación y fracaso de la ciudad del Rey Felipe, primer intento de población estable del Estrecho de Magallanes y tumba de 300 colonos españoles.
El equipo técnico de Diario de un Nómada está compuesto por el escritor Miquel Silvestre, el alpinista argentino Heber Orona y el operador de cámara Antonio Piris.