La visita de Alberto Chicote no pasa nunca desapercibida para ningún local de hostelería. Ni para las cafeterías y bares ni para los restaurantes. Todos los propietarios de las cocinas por las que ha pasado el famoso chef coinciden en que después de que se emita el programa tienen una efecto llamada que les hace ganar muchos clientes en poco tiempo. Los espectadores del programa que viven cerca del establecimiento en cuestión casi siempre se animan a ir a "curiosear" las mejoras introducidas por Chicote. Pero todo tiene un riesgo: si todo vuelve a la normalidad y se repiten tanto el mal ambiente que suele dominar los bares visitados por Pesadilla en la Cocina como los fallos en la carta, los clientes vuelven a abandonar estos negocios.


Dicen las "estadísticas" que siete de cada diez locales visitados por el famoso chef que puso en marcha en La Sexta un programa que ya triunfaba al otro lado del charco en la televisión americana, que siete de cada diez establecimientos que salen en el programa no sobreviven y acaban cerrando sus puertas. No es el caso de un restaurante de Luarca que aún hoy, cuatro años después de que llegara Chicote sigue sirviendo menús.

Pero ¿qué opinan a día de hoy los clientes de este local asturiano renombrado como La Mariña de Luarca? Basta con ir a las páginas de internet en las que los consumidores dejan sus opiniones para darse cuenta de que las hay para todos los gustos. En Google, por ejemplo, predominan las positivas mientras que en otras redes como Tripadvisor ganan las malas. "Que haya gente que vota y pone un uno sin haber ido al local€ Es muy triste que se haga sólo por el programa", sentenciaba hace tan sólo unos días un cliente en el muro de este establecimiento. "Volveré, es un sitio más que recomendable para comer con una gran calidad de producto", añadió otro comensal. "La comida casera más que recomendable", afirmó un tercero. Pero ojo, que no son todos buenos.

"Entramos porque el resto de restaurantes no tenía sitio y no podíamos esperar ya que íbamos con un aniña pequeña. El camarero intentó ser amable pero en general no lo recomiendo. Para salir del paso y poco más. Prácticamente no le quedaba nada, en cocina tenían un lío tremendo con las comandas y la comida no fue nada agradable aunque la comida estuvo mejor de lo esperado para la pinta del local", opinó por su parte un cliente gallego en una conocida web en la que se dejan valoraciones sobre restaurantes y cafeterías. "En mi vida he visto nada igual. La realidad supera a la ficción. El jefe a voces, el camarero antipático, la comida horrible€", afirmó otro.