-foto--Kate Mara actriz La interpretación me ha curado,.
Fue astronauta en 'Marte' y amante de un peligroso
político en 'House os cards'. Pero fuera de la pantalla pocos conocen a
la auténtica Kate Mara. Una actriz todoterreno, que nos habla de su
hermana
Si hubiera sido un chico, es probable que se hubiera dedicado al fútbol americano, pero su vida ha seguido otros derroteros. Lleva 17 años en el cine, pero la fama mundial le llegó en la televisión en el papel de la enigmática periodista Zoe Barnes, la amante del peligroso político Frank Underwood. Ahora acaba de ser elegida por la organización Women in Film como Rostro del Futuro ("Face of the Future"), un premio patrocinado por Max Mara.
Mujerhoy. ¿Cree que ha cambiado algo la situación de las mujeres en el cine desde que empezó su carrera con 14 años?
Kate Mara. Cuando era pequeña, no le daba vueltas a este tipo de cosas. Luego, conforme fui creciendo, empecé a ser consciente del número tan reducido de mujeres con las que me cruzaba en el trabajo. En la mayoría de los casos, en una película hay una actriz protagonista y para de contar; el resto son todo hombres: no solo los actores, sino también los técnicos, los productores, los directores. Es un entorno abrumadoramente masculino. En los últimos años, se ha comenzado a poner el acento en las desigualdades, y ya era hora.
MH. ¿Algún atisbo de que algo esté cambiando?
KM. Recientemente, he participado en la película Marte (The Martian), dirigida por Ridley Scott, en la que Jessica Chastain y yo interpretamos a dos astronautas. El mero hecho de que, de cinco protagonistas, dos fuésemos mujeres nos parecía una gran conquista. Durante el rodaje, me sorprendía a mí misma preguntándome: "¿Por qué me parece tan emocionante levantarme cada día sabiendo que voy a trabajar con Chastain?". Me di cuenta de que no era solo porque sea una actriz fantástica, sino porque no es muy habitual que me toque trabajar con otra mujer.
MH. Su familia no viene del mundo del espectáculo, sino del fútbol americano. Uno de sus bisabuelos, Tim Mara, fue el fundador del equipo de los New York Giants; y el otro, Art Rooney, de los Pittsburgh Steelers. ¿Qué cosas tuvo que aprender al aproximarse a un mundo tan distinto del que provenía?
KM. De todo. Mi familia y yo no sabíamos nada de nada, ni siquiera qué era un agente, ni el hecho de que fuera necesario contar con los servicios de uno. Tuvimos que aprenderlo todo desde cero. Mi madre ha estado a mi lado desde el principio, y todo lo hemos ido descubriendo juntas.
MH. ¿Y qué papel desempeña la moda en su vida?
KM. Un papel fundamental. Para meterse en la piel de un personaje, hace falta comprender cuál es su aspecto, cómo viste, cómo habla, qué acento tiene. Así que, para mí, ha sido siempre un elemento muy importante desde el punto de vista profesional. Luego, con los años, el mero hecho de vestirme se ha ido convirtiendo en una diversión, a la vez que en una forma de expresión personal. Mi estilo cambia y evoluciona constantemente, como mi personalidad.
MH. La definen como una persona tímida. ¿Es cierto?
KM. Ya no. La interpretación me ha curado. Concedes tantas entrevistas y acudes a tantas audiciones que al final te ves obligada a salir del cascarón. Me he acostumbrado a estar rodeada de gente muy dispar y de personas que no conozco. En cualquier caso, la timidez es uno de los motivos que me llevaron a elegir este camino. Con nueve años era tan introvertida que me resultaba más sencillo fingir que era otra persona antes que ser yo misma.
MH. El año pasado terminó su larga relación con el actor británico Max Minghella (hijo del director Anthony Minghella ) y ahora se la relaciona con Jamie Bell, con el que trabajó en la película Los cuatro Fantásticos..
KM. No siga por ahí. No voy a decir ni una sola palabra sobre mi vida sentimental.
MH. ¿Por qué?
KM. Es mucho mejor que el público sepa lo menos posible de tu vida personal, como en el viejo Hollywood, en el que la vida privada de las estrellas se mantenía en secreto. Los actores que más admiro hoy en día han tomado la misma decisión. Y, por otro lado, por algo se llama vida privada, ¿no?
MH. Preservar su intimidad no debe resultarle nada fácil.
KM. No se crea; basta con no responder a ciertas preguntas. Los paparazzi no suelen perseguirme.
MH. Dígame al menos qué tipo de hombre le gusta.
KM. Tampoco pienso responder a eso. Bueno, una cosa sí puedo decirle: no tengo un tipo de hombre ideal. Algunas de mis amigas se embarcan en relaciones con personas que siempre están cortadas por el mismo patrón. Yo no.
MH. Ha confesado que no siente rivalidad hacia su hermana Rooney, ¿es cierto?
KM. Bueno, de pequeñas nos peleábamos por quién hacía de Barbie y quién de Ken.
MH. ¿Y ya está? Algo de celos habrá, ¿no?
KM. Claro que los hay. Sin embargo, si mi hermana consigue un papel fabuloso, lo primero que pienso es: "Si no lo he conseguido yo, qué mejor que se lo lleve ella". Por suerte, nunca nos hemos visto disputando un mismo personaje, porque no tenemos nada que ver la una con la otra: ni en el aspecto físico, ni en nuestro modo de actuar, ni en la energía que desprendemos. Aunque tenemos la misma edad, y los papeles son los que son, de modo que es inevitable que haya algo de rivalidad. Pero, en nuestra educación, a ambas nos inculcaron una idea por encima de cualquier otra: que no hay nada más importante que la familia. Y eso es algo que nunca perdemos de vista. El trabajo es solo eso: trabajo.
MH. ¿Cómo se lo toman sus familiares cuando le toca rodar alguna escena escabrosa?
KM. Al principio no muy bien. Recuerdo que mi padre se quedó bastante descolocado cuando, con 14 años, me tocó hacer de una joven psicópata. Fue entonces cuando acuñé una frase que mi hermana y yo seguimos utilizando, más que nada para tomarles el pelo a mis padres, que ya están acostumbrados: "No es más que puro teatro, papá". La hemos repetido tantas veces que ha terminado llamando así a un caballo.
MH. ¿Aspira usted misma a formar su propia familia?
KM. Sí, algún día; es algo que me gustaría mucho. Soy consciente de que, en el momento en que traes un hijo al mundo, esa criatura pasa a ser tu prioridad número uno. Pero también querría trabajar como actriz toda la vida. Así que voy a hacer todo lo que esté en mi mano para lograr conciliar con éxito el trabajo y la familia.
MH. Ya que hablamos de sus inquietudes, ¿le interesa la política?
KM. No, en absoluto. Estoy dispuesta a partirme la cara por los derechos de los animales, pero no por cuestiones políticas.
MH. Ha grabado una campaña contra la cría intensiva de animales. ¿Cómo surgió?
KM. La Humane Society me pidió que promocionara los Meatless Mondays ["los lunes sin carne"], es decir, la costumbre de no comer carne al menos un día a la semana. Y la verdad es que me pareció una idea estupenda. Es mi manera de poner un granito de arena. En general, no me resulta simpática la gente que anda imponiéndote su forma de ver las cosas. Cuando digo que soy vegana, veo que muchos se echan a temblar pensando que voy a afearles que se coman un muslo de pollo delante de mí. Y yo no soy ese tipo de persona. El objetivo de ese vídeo es que la gente sepa que la mayor parte de la carne que comemos es fruto de una serie de horribles torturas que se infligen a los animales. Yo misma no lo sabía y me he pasado muchos años comiendo carne sin parar. Cuando descubrí la forma en que crían a esos pobres animales, se me cerró el estómago.
Dos hermanas frente a frente:
Kate Mara
- Su papel estrella. Zoe Barnes, la reportera de House of Cards.
- Su futuro. La serie Captive y el drama bélico Leavey.
- Su causa. Vegana, participa en campañas contra el maltrato animal.
- Su corazón. Su ruptura con el actor Max Minghella ha roto el corazón a los fans.
- Su estilo. Los genes irlandeses mandan en su melena pelirroja y también los estilismos lady.
- Su papel estrella. Lisbeth Salander, la hacker de Millenium.
- Su futuro. Coprotagoniza Carol, favorita para los Oscar.
- Su causa. Ha creado la fundación Oweza, que ayuda a chabolistas de Kenia.
- Su corazón. Acaba de prometerse con el guionista Charlie McDowell.
- Su estilo. A su imagen gótica le van más el blanco y negro. Los sigue a rajatabla.
CLAVES PARA ALIGERAR TU VIDA ( EN 10 PASOS- foto ),.
- ¿Buscas un propósito (realizable) para acometer en 2016? Plantéate ante tu armario, pon orden y deshazte de paso del caos existencial. Las piezas de tu vida encajarán como puzzle.
El resto, los efectos más profundos y existenciales, vendrán solos. Porque dicen los expertos que basta con colocar las cosas que nos rodean para que la vida comience a cambiar y las piezas encajen como un puzle: más orden equivale a más tiempo disponible, más serenidad, mejor armonía familiar, menos estrés, mayor bienestar. Deshacerse de lo que lo estorba es una manera de ocuparse de uno mismo y permite reencontrarse con la energía perdida, con los intereses personales arrinconados y con los objetivos vitales olvidados.
La japonesa Marie Kondo es la gran gurú del orden y está considerada como una de las mujeres más influyentes del mundo. Imparte cursos y conferencias multitudinarias, y ha vendido más de tres millones de ejemplares de sus libros. Según su experiencia, las personas que han puesto en práctica sus métodos organizativos vivieron una revolución integral: "Haber puesto su casa en orden afectó a todos los demás aspectos de su vida, incluidos trabajo y familia", afirma en su best seller La magia del orden (Ed. Aguilar), donde asegura que algo tan aparentemente trivial tiene efectos transformadores en nuestro modo de pensar y en cómo enfocamos el futuro.
"Básicamente, cuando organizas tu hogar también pones en orden tus asuntos y tu pasado. Como resultado, puedes ver con claridad lo que necesitas en tu vida y lo que no, lo que debes hacer y lo que no. Este proceso nos ayuda a identificar nuestros valores y reduce nuestras dudas y confusiones al tomar decisiones". Extraemos las mejores enseñanzas de organizadores expertos para que este sea uno de los propósitos cumplidos de 2016.
- Observa, visualiza, imagina...
El psicólogo Víctor Jiménez, autor de Cómo simplificar tu vida, sugiere "dirigir la mirada menos hacia lo saturado y más hacia los espacios en blanco, los silencios, lo natural... En pocas palabras, ir hacia lo simple". El autor se ha convertido en defensor acérrimo de la frugalidad. "La sencillez y la simplicidad permiten reacomodar las prioridades, para que lo esencial surja del fondo, como una figura en un cuadro".
- ¿Tienes tendencia a acumular?
Y por último están los "acumuladores económicos", que amontonan pertenencias porque les costaron un buen dinero. Todos suelen responder al mismo perfil de personas con dificultades para tomar decisiones. "Si indagamos en las razones de por qué no nos desprendemos de algo, sólo encontramos dos: apego al pasado y ansiedad por el futuro", sintetiza Kondo.
- Rompe la tradición y dí adiós a la culpa
Un segundo motivo frecuente es el sentimiento de culpa. Nos parece mal deshacernos de algo que nos regalaron, aunque ni nos guste, ni nos sirva, ni le prestemos jamás ninguna atención. Marie Kondo nos invita a tirar los remilgos a la basura: "El verdadero propósito de un regalo es ser recibido, transmitir los sentimientos de alguien. No debes sentirte culpable de tirarlo, solo agradécele la alegría de cuando lo recibiste". Así de sencillo.
- Un desafío detrás de otro
- Definir un plan de ataque... y cumplirlo
- Lo sentimental, para el final
- Guardar o tirar, esa es la cuestión
"La noción de lo superfluo varía de una persona a otra. Pregúntate qué emociones te despierta determinado objeto". ¿Esos pantalones de la talla 36 que no usas desde hace años? Mejor hazlos desaparecer porque solo sirven para hacerte sentir culpable. ¡Adiós!
- No te metas en territorio ajeno
- Agrupa tareas
Por ejemplo: hacer compras, pasarte por correos, aprovechar para dejar en el punto limpio los trastos que deseas tirar, acometer tareas burocráticas y administrativas... Con una buena planificación perdemos menos minutos en colas, esperas, desplazamientos y transporte. Eso sin contar que todas estas tareas son enervantes, fuente de estrés y muchas veces muy frustrantes así que ganas energía y buen humor.
- Pon en práctica nuevas rutinas
Uno: por cada cosa nueva que entre (sea comprada o no), una debe salir. Si te regalan un libro, regala a tu vez uno de los que ya tienes; si compras una camiseta nueva, deshazte de alguna de las viejas.
Dos: emprende sin demora ni aplazamientos las tareas rápidas que llevan menos de un minuto: tirar la publicidad del buzón al cubo del papel, colgar el abrigo en la percha al llegar a casa en lugar de tirarlo sobre una silla, fregar (o al menos llevar al fregadero) la taza del café... Tres: instala una bandeja en la que depositarás aquellas tareas que reorganizarás, sin falta, una vez por semana: las facturas, el correo...
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