sábado, 9 de enero de 2016

REVISTA MUJER HOY PORTADA DE CERCA - LA ACTRIZ KATE MARA,./ SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO - CLAVES PARA ALIGERAR TU VIDA ( EN 10 PASOS ),.

TÍTULO: REVISTA MUJER HOY PORTADA DE CERCA - LA ACTRIZ KATE MARA,.

Kate Mara en la premiere de los 4 Fantásticos-foto--Kate Mara actriz La interpretación me ha curado,.

Fue astronauta en 'Marte' y amante de un peligroso político en 'House os cards'. Pero fuera de la pantalla pocos conocen a la auténtica Kate Mara. Una actriz todoterreno, que nos habla de su hermana 
Kate Mara tiene una mirada que te atrapa. Por momentos, sus ojos dan una sensación de cercanía y vulnerabilidad, pero al instante resultan opacos, oclusivos, como si fueran dos discos de vinilo llenos de polvo. La suya es una mirada que cambia dependiendo del tema que se trate o de si le gusta o no la pregunta. De niña detestaba ir al colegio y era muy tímida. Siempre quiso ser actriz, un destino imprevisible en su deportista y aristocrático hogar: su familia paterna dirige los designios de los Giants de Nueva York desde su fundación; la materna está al frente de los Steelers de Pittsburgh desde 1933.
Si hubiera sido un chico, es probable que se hubiera dedicado al fútbol americano, pero su vida ha seguido otros derroteros. Lleva 17 años en el cine, pero la fama mundial le llegó en la televisión en el papel de la enigmática periodista Zoe Barnes, la amante del peligroso político Frank Underwood. Ahora acaba de ser elegida por la organización Women in Film como Rostro del Futuro ("Face of the Future"), un premio patrocinado por Max Mara.
Mujerhoy. ¿Cree que ha cambiado algo la situación de las mujeres en el cine desde que empezó su carrera con 14 años?
Kate Mara. Cuando era pequeña, no le daba vueltas a este tipo de cosas. Luego, conforme fui creciendo, empecé a ser consciente del número tan reducido de mujeres con las que me cruzaba en el trabajo. En la mayoría de los casos, en una película hay una actriz protagonista y para de contar; el resto son todo hombres: no solo los actores, sino también los técnicos, los productores, los directores. Es un entorno abrumadoramente masculino. En los últimos años, se ha comenzado a poner el acento en las desigualdades, y ya era hora.
MH. ¿Algún atisbo de que algo esté cambiando?
KM. Recientemente, he participado en la película Marte (The Martian), dirigida por Ridley Scott, en la que Jessica Chastain y yo interpretamos a dos astronautas. El mero hecho de que, de cinco protagonistas, dos fuésemos mujeres nos parecía una gran conquista. Durante el rodaje, me sorprendía a mí misma preguntándome: "¿Por qué me parece tan emocionante levantarme cada día sabiendo que voy a trabajar con Chastain?". Me di cuenta de que no era solo porque sea una actriz fantástica, sino porque no es muy habitual que me toque trabajar con otra mujer.
MH. Su familia no viene del mundo del espectáculo, sino del fútbol americano. Uno de sus bisabuelos, Tim Mara, fue el fundador del equipo de los New York Giants; y el otro, Art Rooney, de los Pittsburgh Steelers. ¿Qué cosas tuvo que aprender al aproximarse a un mundo tan distinto del que provenía?
KM. De todo. Mi familia y yo no sabíamos nada de nada, ni siquiera qué era un agente, ni el hecho de que fuera necesario contar con los servicios de uno. Tuvimos que aprenderlo todo desde cero. Mi madre ha estado a mi lado desde el principio, y todo lo hemos ido descubriendo juntas.
MH. ¿Y qué papel desempeña la moda en su vida?
KM. Un papel fundamental. Para meterse en la piel de un personaje, hace falta comprender cuál es su aspecto, cómo viste, cómo habla, qué acento tiene. Así que, para mí, ha sido siempre un elemento muy importante desde el punto de vista profesional. Luego, con los años, el mero hecho de vestirme se ha ido convirtiendo en una diversión, a la vez que en una forma de expresión personal. Mi estilo cambia y evoluciona constantemente, como mi personalidad.
MH. La definen como una persona tímida. ¿Es cierto?
KM. Ya no. La interpretación me ha curado. Concedes tantas entrevistas y acudes a tantas audiciones que al final te ves obligada a salir del cascarón. Me he acostumbrado a estar rodeada de gente muy dispar y de personas que no conozco. En cualquier caso, la timidez es uno de los motivos que me llevaron a elegir este camino. Con nueve años era tan introvertida que me resultaba más sencillo fingir que era otra persona antes que ser yo misma.
MH. El año pasado terminó su larga relación con el actor británico Max Minghella (hijo del director Anthony Minghella ) y ahora se la relaciona con Jamie Bell, con el que trabajó en la película Los cuatro Fantásticos..
KM. No siga por ahí. No voy a decir ni una sola palabra sobre mi vida sentimental.
MH. ¿Por qué?
KM. Es mucho mejor que el público sepa lo menos posible de tu vida personal, como en el viejo Hollywood, en el que la vida privada de las estrellas se mantenía en secreto. Los actores que más admiro hoy en día han tomado la misma decisión. Y, por otro lado, por algo se llama vida privada, ¿no?
MH. Preservar su intimidad no debe resultarle nada fácil.
KM. No se crea; basta con no responder a ciertas preguntas. Los paparazzi no suelen perseguirme.
MH. Dígame al menos qué tipo de hombre le gusta.
KM. Tampoco pienso responder a eso. Bueno, una cosa sí puedo decirle: no tengo un tipo de hombre ideal. Algunas de mis amigas se embarcan en relaciones con personas que siempre están cortadas por el mismo patrón. Yo no.
MH. Ha confesado que no siente rivalidad hacia su hermana Rooney, ¿es cierto?
KM. Bueno, de pequeñas nos peleábamos por quién hacía de Barbie y quién de Ken.
MH. ¿Y ya está? Algo de celos habrá, ¿no?
KM. Claro que los hay. Sin embargo, si mi hermana consigue un papel fabuloso, lo primero que pienso es: "Si no lo he conseguido yo, qué mejor que se lo lleve ella". Por suerte, nunca nos hemos visto disputando un mismo personaje, porque no tenemos nada que ver la una con la otra: ni en el aspecto físico, ni en nuestro modo de actuar, ni en la energía que desprendemos. Aunque tenemos la misma edad, y los papeles son los que son, de modo que es inevitable que haya algo de rivalidad. Pero, en nuestra educación, a ambas nos inculcaron una idea por encima de cualquier otra: que no hay nada más importante que la familia. Y eso es algo que nunca perdemos de vista. El trabajo es solo eso: trabajo.
MH. ¿Cómo se lo toman sus familiares cuando le toca rodar alguna escena escabrosa?
KM. Al principio no muy bien. Recuerdo que mi padre se quedó bastante descolocado cuando, con 14 años, me tocó hacer de una joven psicópata. Fue entonces cuando acuñé una frase que mi hermana y yo seguimos utilizando, más que nada para tomarles el pelo a mis padres, que ya están acostumbrados: "No es más que puro teatro, papá". La hemos repetido tantas veces que ha terminado llamando así a un caballo.
MH. ¿Aspira usted misma a formar su propia familia?
KM. Sí, algún día; es algo que me gustaría mucho. Soy consciente de que, en el momento en que traes un hijo al mundo, esa criatura pasa a ser tu prioridad número uno. Pero también querría trabajar como actriz toda la vida. Así que voy a hacer todo lo que esté en mi mano para lograr conciliar con éxito el trabajo y la familia.
MH. Ya que hablamos de sus inquietudes, ¿le interesa la política?
KM. No, en absoluto. Estoy dispuesta a partirme la cara por los derechos de los animales, pero no por cuestiones políticas.
MH. Ha grabado una campaña contra la cría intensiva de animales. ¿Cómo surgió?
KM. La Humane Society me pidió que promocionara los Meatless Mondays ["los lunes sin carne"], es decir, la costumbre de no comer carne al menos un día a la semana. Y la verdad es que me pareció una idea estupenda. Es mi manera de poner un granito de arena. En general, no me resulta simpática la gente que anda imponiéndote su forma de ver las cosas. Cuando digo que soy vegana, veo que muchos se echan a temblar pensando que voy a afearles que se coman un muslo de pollo delante de mí. Y yo no soy ese tipo de persona. El objetivo de ese vídeo es que la gente sepa que la mayor parte de la carne que comemos es fruto de una serie de horribles torturas que se infligen a los animales. Yo misma no lo sabía y me he pasado muchos años comiendo carne sin parar. Cuando descubrí la forma en que crían a esos pobres animales, se me cerró el estómago.
Dos hermanas frente a frente:
Kate Mara
  • Su papel estrella. Zoe Barnes, la reportera de House of Cards.
  • Su futuro. La serie Captive y el drama bélico Leavey.
  • Su causa. Vegana, participa en campañas contra el maltrato animal.
  • Su corazón. Su ruptura con el actor Max Minghella ha roto el corazón a los fans.
  • Su estilo. Los genes irlandeses mandan en su melena pelirroja y también los estilismos lady.
Rooney Mara
  • Su papel estrella. Lisbeth Salander, la hacker de Millenium.
  • Su futuro. Coprotagoniza Carol, favorita para los Oscar.
  • Su causa. Ha creado la fundación Oweza, que ayuda a chabolistas de Kenia.
  • Su corazón. Acaba de prometerse con el guionista Charlie McDowell.
  • Su estilo. A su imagen gótica le van más el blanco y negro. Los sigue a rajatabla.
TÍTULO:   SI TIENES MINUTOS Y DESCANSO -  CLAVES PARA ALIGERAR TU VIDA ( EN 10 PASOS ),.

Claves para aligerar tu vidaCLAVES PARA ALIGERAR TU VIDA ( EN 10 PASOS- foto ),.

  • ¿Buscas un propósito (realizable) para acometer en 2016? Plantéate ante tu armario, pon orden y deshazte de paso del caos existencial. Las piezas de tu vida encajarán como puzzle. 
Este año, desmarquémonos de los buenos propósitos de toda la vida, demasiado vistos y frustrantes. Emprendamos uno que está al alcance de la mano y que, a decir de los gurús, supondrá una revolución vital absoluta: poner orden. Y no es que haya que buscarle un sentido rebuscado a la idea, sino de ceñirse al concepto clásico de organizar armarios, tirar trastos, archivar los papeles...
El resto, los efectos más profundos y existenciales, vendrán solos. Porque dicen los expertos que basta con colocar las cosas que nos rodean para que la vida comience a cambiar y las piezas encajen como un puzle: más orden equivale a más tiempo disponible, más serenidad, mejor armonía familiar, menos estrés, mayor bienestar. Deshacerse de lo que lo estorba es una manera de ocuparse de uno mismo y permite reencontrarse con la energía perdida, con los intereses personales arrinconados y con los objetivos vitales olvidados.
La japonesa Marie Kondo es la gran gurú del orden y está considerada como una de las mujeres más influyentes del mundo. Imparte cursos y conferencias multitudinarias, y ha vendido más de tres millones de ejemplares de sus libros. Según su experiencia, las personas que han puesto en práctica sus métodos organizativos vivieron una revolución integral: "Haber puesto su casa en orden afectó a todos los demás aspectos de su vida, incluidos trabajo y familia", afirma en su best seller La magia del orden (Ed. Aguilar), donde asegura que algo tan aparentemente trivial tiene efectos transformadores en nuestro modo de pensar y en cómo enfocamos el futuro.
"Básicamente, cuando organizas tu hogar también pones en orden tus asuntos y tu pasado. Como resultado, puedes ver con claridad lo que necesitas en tu vida y lo que no, lo que debes hacer y lo que no. Este proceso nos ayuda a identificar nuestros valores y reduce nuestras dudas y confusiones al tomar decisiones". Extraemos las mejores enseñanzas de organizadores expertos para que este sea uno de los propósitos cumplidos de 2016.
  • Observa, visualiza, imagina...
El primer paso es... no mover un dedo. Hay que tomarse tiempo para observar el espacio con ojos nuevos e identificar lo superfluo. Marie Kondo propone un ejercicio de visualización: "Imagina tu vida y tu interior cuando el espacio esté en orden. El sentido tanto de desechar como de conservar cosas es ser feliz. Antes de empezar a organizar contempla el estilo de vida al que aspiras y pregúntate "¿Por qué quiero organizar?". Librarse del exceso hace nuestra vida más ligera, más libre y feliz.
El psicólogo Víctor Jiménez, autor de Cómo simplificar tu vida, sugiere "dirigir la mirada menos hacia lo saturado y más hacia los espacios en blanco, los silencios, lo natural... En pocas palabras, ir hacia lo simple". El autor se ha convertido en defensor acérrimo de la frugalidad. "La sencillez y la simplicidad permiten reacomodar las prioridades, para que lo esencial surja del fondo, como una figura en un cuadro".
  • ¿Tienes tendencia a acumular?
Los acumuladores han desarrollado un lazo tan fuerte con los objetos, que no pueden deshacerse de ellos sin tener el sentimiento de perder una parte de sí mismos. Responde a una necesidad de seguridad y evidencia una forma de ansiedad. Están los "acumuladores afectivos" que atesoran naderías diversas porque les evocan un recuerdo; los "acumuladores instrumentales", que no se atreven a tirar nada porque están convencidos de que tal o cual cachivache algún día les hará falta; los "acumuladores altruistas" almacenan cosas con la intención (siempre aplazada) de dárselo a otros.
Y por último están los "acumuladores económicos", que amontonan pertenencias porque les costaron un buen dinero. Todos suelen responder al mismo perfil de personas con dificultades para tomar decisiones. "Si indagamos en las razones de por qué no nos desprendemos de algo, sólo encontramos dos: apego al pasado y ansiedad por el futuro", sintetiza Kondo.
  •  Rompe la tradición y dí adiós a la culpa
Hay que tomar conciencia de la causa del desorden. Si no, igual que en un régimen de adelgazamiento mal diseñado, habrá un efecto rebote y el caos (como los kilos) volverá. Una de las causas más frecuentes es la herencia. Si nuestros padres no eran muy organizados, existe un alto riesgo de que sus caóticos hábitos nos hayan sido transmitidos. Las recetas de cocina se transmiten de generación en generación, no así los secretos familiares de una buena organización. "Cuando de organización se trata, todos somos autodidactas", señala.
Un segundo motivo frecuente es el sentimiento de culpa. Nos parece mal deshacernos de algo que nos regalaron, aunque ni nos guste, ni nos sirva, ni le prestemos jamás ninguna atención. Marie Kondo nos invita a tirar los remilgos a la basura: "El verdadero propósito de un regalo es ser recibido, transmitir los sentimientos de alguien. No debes sentirte culpable de tirarlo, solo agradécele la alegría de cuando lo recibiste". Así de sencillo.
  • Un desafío detrás de otro
Otra maestra internacional de la disciplina organizativa, Joanne Tatham, coach especializada en bienestar y fan del movimiento minimalista, ha creado un programa de 21 días para poner orden. Para alcanzar la meta, propone estrategias como deshacernos de un objeto al día, desafiarnos a pasar tres meses usando únicamente 30 prendas de vestir; o fijarnos un día a la semana libre de compras, en los que no iremos ni a por el pan... y no pasará nada. "Retarse a uno mismo ayuda a crear nuevos hábitos. Estas pequeñas acciones permiten evaluar mejor lo que poseemos, darnos cuenta de que hay muchísimas cosas que no echamos de menos en absoluto".
  • Definir un plan de ataque... y cumplirlo
Los hay partidarios del poco a poco, que proponen dedicarle a la tarea 15 minutos cada día. Te sorprenderás de lo que puedes hacer en ese tiempo. Un consejo: ser realista para no acabar frustrado. Y dos: desconectarse. Ni teléfono, ni tele... "Las interrupciones son el enemigo número uno de la eficacia y van arañando poquito a poco nuestro tiempo", dice Tatham. Otros son más radicales. Kondo afirma que solo seremos capaces de finalizar la tarea si lo hacemos de golpe "en un solo intento titánico". Eso implica dos pasos: tirar y guardar. Por este orden. Guardar crea la ilusión de haber resuelto el problema. Pero el desorden sigue creciendo debajo de las tapas de las cajas donde lo ocultamos. "No lo ves, pero el caos sigue allí".
  • Lo sentimental, para el final
¿Qué será más fácil, empezar por colocar la despensa o los álbumes de fotos? Sin duda, lo primero. Con los recuerdos, el asunto se complica porque no existen criterios objetivos. Según Kondo, hay tres factores que dan valor a las pertenencias: función, información y apego emocional. Cuando se añade el elemento de rareza, se multiplica la dificultad para desprendernos de ello. Por eso el proceso será más fácil si empiezas con cosas que no supongan demasiado conflicto. Por el contrario, las fotos y las cartas, por ejemplo, son únicas e imposibles de reponer por lo tanto deben dejarse para el final. "Irás afinando poco a poco tus habilidades para tomar decisiones y acabará por parecerte sencillo", asegura.
  • Guardar o tirar, esa es la cuestión
Aquí lo crucial es elegir bien el criterio que nos ayude a dirimir el dilema. Está el criterio del tiempo (¿Has usado esto en el último año?); el criterio de cuánto es suficiente. (¿Cuántas sartenes o cacerolas juzgas suficiente?); el criterio del placer (¿Es bonito y te produce placer poseerlo?¿Te proporciona energía cuando lo miras o lo utilizas?). Para la autora de La magia del orden, el mejor criterio para elegir es saber qué es lo que nos hace felices o nos produce alegría.
"La noción de lo superfluo varía de una persona a otra. Pregúntate qué emociones te despierta determinado objeto". ¿Esos pantalones de la talla 36 que no usas desde hace años? Mejor hazlos desaparecer porque solo sirven para hacerte sentir culpable. ¡Adiós!
  • No te metas en territorio ajeno
O lo que es lo mismo, aunque estés en plena fiebre organizadora y le hayas cogido el truquillo al asunto de guardar, tirar, guardar, tirar... no debes caer en la tentación de traspasar fronteras. Por mucho que el cuarto de tu hijo sea una leonera o que los trasto que va esparciendo tu chico te desesperen, organizar sus cosas no te concierne (y mucho menos tirarlas). Tendrás que limitarte a predicar con el ejemplo, y dejar que el virus del orden se propague. "Desechar las cosas que te sobran a ti es la mejor forma de lidiar con una familia desorganizada. Cuando alguien empieza a organizar se produce una reacción en cadena", asegura, optimista, Marie Kondo.
  • Agrupa tareas
Un buen consejo para planear de manera inteligente, simplificar nuestra vida y ahorrarnos un buen montón de tiempo es agrupar las tareas semejantes, porque requieren un estado de ánimo similar (por ejemplo, el nivel de concentración, esfuerzo y habilidades implicadas es diferente para revisar y archivar el papeleo que para despejar de trastos el garaje). Del mismo modo, reuniendo las tareas que requieren desplazamiento, economizamos tiempo y dinero.
Por ejemplo: hacer compras, pasarte por correos, aprovechar para dejar en el punto limpio los trastos que deseas tirar, acometer tareas burocráticas y administrativas... Con una buena planificación perdemos menos minutos en colas, esperas, desplazamientos y transporte. Eso sin contar que todas estas tareas son enervantes, fuente de estrés y muchas veces muy frustrantes así que ganas energía y buen humor.
  • Pon en práctica nuevas rutinas
La coach Joanne Totham enumera algunas prácticas fáciles de adoptar y que una vez puestas en marcha se convertirán pronto en hábitos.
Uno: por cada cosa nueva que entre (sea comprada o no), una debe salir. Si te regalan un libro, regala a tu vez uno de los que ya tienes; si compras una camiseta nueva, deshazte de alguna de las viejas.
Dos: emprende sin demora ni aplazamientos las tareas rápidas que llevan menos de un minuto: tirar la publicidad del buzón al cubo del papel, colgar el abrigo en la percha al llegar a casa en lugar de tirarlo sobre una silla, fregar (o al menos llevar al fregadero) la taza del café... Tres: instala una bandeja en la que depositarás aquellas tareas que reorganizarás, sin falta, una vez por semana: las facturas, el correo...

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