MAS QUE COCHES - Coche PEUGEOT 308 - La Fórmula 1 en el Circuit, este muerto está muy vivo , fotos,.
La Fórmula 1 en el Circuit, este muerto está muy vivo,.
GP España F1 2019 CONFIDENCIAL MARCA

A partir de allí, los rumores de que Liberty y el Circuit había cerrado las conversaciones se dispararon. "Es cierto que en enero pensábamos que a estas alturas podríamos realizar el anuncio, pero ha habido ajustes que nos han obligado a retrasarlo todo. Seguimos interesados y Liberty también", confiesa la misma fuente.

En los últimos años, esta prueba ha cerrado con un déficit anual de unos 6 millones de euros, compensados con creces con los más de 50 millones que el evento deja en Cataluña cada año: Hoteles llenos, restaurantes, peajes y gasto de los aficionados en Barcelona, el Vallés y alrededores. A la Generalitat le sigue compensando el desembolso de unos 6,5 millones que aporta al canon cada año y también al ayuntamiento de la Ciudad Condal (1,5 millones), que ahora pone su nombre directamente en el trazado de Montmeló. Las próximas elecciones municipales también tienen algo que ver en el mencionado retraso.
"El de 2019 no será el último GP de F1 en Barcelona, nada de eso. Al menos a día de hoy", dicen de forma más rotunda desde el departamento de Comunicación del Circuit.
La vuelta a Jerez es casi inviable
Ante proliferación de noticias en el mismo sentido, hay quien ha visto la oportunidad de recuperar la F1, como el Circuito de Jerez, que necesitaría una obra que ronda los 4 millones para adaptar la actual pista a la exigencias de un GP de F1 y después reunir los 20 millones del canon, algo que se antoja complicado. Han presentado una propuesta en serio a Liberty, pero ya saben que es más un sueño que una posibilidad factible. Los test de invierno ya son otra historia.TITULO: Para Todos La 2 ,.
Gente mayor. Reportaje con Concha García, una mujer octogenaria que pasó de dibujar en su ordenador a diseñar para Disney. ( foto ),.
Emprendedores sociales. Antonella Broglia nos presenta el trabajo de Mikulas Kroupa que recoge testimonios de la guerra y la postguerra en Chequia para aprender del pasado y que no se repitan los errores cometidos.
En qué mundo vivimos. Jorge de los Santos analiza los dominios. ¿Quién domina el mundo? ¿Quién se deja dominar y por qué necesitamos ser dominados? ¿Es una necesidad contraria a las aspiraciones de libertad individual?,.
TITULO: Gigantes de La 2 - Ceferino López, fotógrafo Hago fotografías de cosas feas de Mérida a las que les busco la belleza ,. - Jueves -9- Mayo ,.
Gigantes de La 2 - Programa de entrevistas, de cincuenta minutos de duración y emisión semanal, para La 2 Jueves -9- Mayo ,. - 23:50 de Televisión Española. Presentado por Mari Cruz Soriano,.
Ceferino López, Hago fotografías de cosas feas de Mérida a las que les busco la belleza,.
foto - Ceferino López, fotógrafo y autor de la exposición 'Ciudad incierta' | La sala de exposiciones del centro cultural Santo Domingo acoge hasta el 26 de mayo esta muestra sobre una visión muy personal de la ciudad,.
La Mérida real no es la que percibimos, ni la que nos han obligado a ver. La Mérida real está llena de imperfecciones y de grandes errores que muchas veces pasan inadvertidos a nuestros ojos. Esa Mérida que se esconde bajo una amalgama de cables de la luz mal puestos, de carteles descoloridos por la luz del sol que prometían paraísos que no se construyeron o detrás de fachadas imposibles. Esa es la Mérida que ha captado la cámara de fotos de Ceferino López (Mérida, 1954) y que ha reunido en la colección 'Ciudad Incierta', que se puede admirar en la sala de exposiciones del centro Cultural Santo Domingo.-¿Esta muestra surge, de forma espontánea, de sus paseos por Mérida o ha sido algo premeditado y buscado?
- Hace unos años hice un libro, por encargo, que se llamaba 'Mérida cercana'. Allí plasmé una visión oficial, dulzona y bonita de todos los aspectos de la ciudad. Lo que nos organizan para que digamos que tenemos una ciudad muy bonita. Y por oposición o por contraste se me ocurrió la idea de hacer una Mérida Árida, como se llamaba al principio la colección. Pero durante el proceso de trabajo decidí a quitar ese nombre porque comprendí que lo que veía y fotografiaba podía verse en cualquier lugar del mundo. Se trata de bajar a la tierra, de pisar el suelo y mirar la ciudad con unos ojos más realistas y más críticos. Quizás la imagen que todos tenemos de la ciudad sea más o menos impuesta. Por circunstancia de cómo funciona el sistema, se nos mete en la cabeza una imagen que no es real y que está lejos de la realidad. Ya no vivimos el territorio, no lo compartimos. Tan solo utilizamos la ciudad para dormir y comer. No hay otra función. Y la brutalidad de esa mirada se plasma fácilmente en Mérida con el tipo de urbanismo que tiene.
Pretende que el espectador que vaya a ver su obra no se lo pase bien y se queje de lo que observa
-¿Cuánto tiempo ha tardado en recopilar todas las imágenes?- En 2017 me diagnosticaron un cáncer de próstata y, como parte del tratamiento, los médicos me recomendaron que anduviera. Me puse a dar paseos todos los días como un tonto y fue cuando pensé en comprarme una cámara pequeñita para ir haciendo fotos de lo que veía y me llamaba la atención. Unos días tenía suerte y encontraba temas. Otros días no. Y esa toma de imágenes se prolongó unos siete meses.
- ¿Y cómo llegó a descubrir esa otra cara de Mérida?
- En principio trabajaba a ciegas. No sabía lo que estaba haciendo. Iba de una manera intuitiva hasta que me di cuenta de por dónde iban los tiros y encontré el hilo conductor. A partir de ahí me resultó más fácil encontrar lo que estaba buscando. Y luego vino la fase de seleccionar las imágenes más llamativas entre las casi 4.000 que hice. En total, calculo que el proceso completo ha durado unos dos años.
- ¿Y qué fue lo que determinó sacar unas imágenes y no otras?
- Comencé con la idea bruta de sacar defectos de la ciudad. Defectos que puede sacar cualquiera que vaya a pasear, basura en un sitio, cables en otro... Pero me di cuenta que tenía que darle un nivel superior a algo que podía hacer cualquiera para que saliera un buen trabajo. Y poco a poco fui encontrando el punto. Unas veces porque la imagen era surrealista, otras veces por la luz que captaba... Hago fotografías de cosas feas de Mérida, pero tratándolas y mirándolas con cariño les busco la belleza.
Ciudad distinta
-¿Cómo definiría esta ciudad vista desde la perspectiva de la que hablamos?- La ciudad vista desde esa perspectiva desde la que la he mirado yo y la tiene que mirar cualquiera es un desastre, un caos y una desidia absoluta. Yo no me he inventado nada. Es lo que hay. Hay auténticos horrores ahí fuera. Todo parece funcionar en torno al centro y lo demás como si no existiera. Es la ruta que han creado para la visita del turista. Pero si uno se sale un poco de ahí lo que se ve es un escándalo.
-¿Tiene pensado hacer un recorrido con esta exposición por otros lugares?
- En principio no tengo ninguna idea de hacer rotar la muestra. Creo que es una exposición muy local, muy de Mérida, y quizás no se entendería muy bien fuera de aquí. En Mérida provoca un juego divertido en los espectadores, ya que muchos de ellos quieren averiguar dónde está lo que ven. Se crea una relación entre ellos y la obra, en principio, muy simpática. La gente cuando ve la muestra se lo pasa pipa. Y yo me digo que esto es una derrota porque ese no es el efecto que yo quiero conseguir. Yo quiero que lo pasen mal viendo lo que es y cómo está Mérida y que se quejen.
TITULO: ¡ Atención obras ! - Obligatorio matar pájaros,.
foto / Ahora
son el camalote, los patos, y el excremento de los perros. Pero las
plagas en Badajoz no son cosa de ahora. Siempre las hubo. Los patos, por
ejemplo, también abundaron en el pasado; no solo en el Guadiana, sino
por las calles, por las que además campaban cerdos y perros que se
comían a los niños. Los patos y gallinas disponían de un lugar propio:
el Ejido Patinero de San Roque, dispuesto sobre el que fuera Campo del
Osario en que se enterró a los cuatro mil degollados por Sancho IV «El
Bravo», en 1289. Pero la mayoría andaba por fuera.
Aunque no tanto como en otros lugares también se padecían plagas de termitas que se comían las casas. Aquí atacaban de vez en cuando devorando las más viejas; pero poblados no lejanos como Hijoviejo, Don Febrero, Corte de Peleas, Loriana y otros fueron engullidos por completo. Parece increíble, pero está documentado en mi libro 'Las poblaciones de la Baja Extremadura'.
Aunque para plagas temidas en Badajoz las de langosta y gorriones, que en bandadas de millones arrasaban las cosechas. Para combatirlas se organizaban rogativas sacando a San Roque, San Atón, la Virgen de Bótoa y otros santos y patrones; y la población salía al campo a extinguirla con sacos, palos, caballerías, y sobre todo, cerdos, muy eficaces devorando a las crías. Cada vecino, bajo pena de fuerte multa, debía presentar en el ayuntamiento las fanegas, sacos, o cabezas de animales muertos asignado o pagar operarios que lo hicieran.
La plaga de langosta de 1709 fue tal que, según las crónicas, «cuando se levantaba se oscurecía el sol». La de 1756 resultó tan grave, que como recurso extremo ante la emergencia el rey Felipe IV debió enviar a Badajoz desde Madrid la cabeza milagrosa de San Gregorio Ostiense, abogado especial contra las plagas. En las ocasiones más críticas debían salir a combatir la plaga hasta los niños de los colegios y hospicios, y los frailes y monjas de los conventos de clausura, constituidos en Unidades de Emergencia eventuales.
Más recientes son las de mosquitos procedentes de la infecta charca del Guadiana próxima a la Puerta de Palmas que invadían la ciudad en verano transmitiendo enfermedades y pestilencias, problema que no resolvió, y solo parcialmente, hasta el siglo XX, con el Caño de la Gambota que alejaba las aguas fecales un poco aguas abajo del río.
Aunque no tanto como en otros lugares también se padecían plagas de termitas que se comían las casas. Aquí atacaban de vez en cuando devorando las más viejas; pero poblados no lejanos como Hijoviejo, Don Febrero, Corte de Peleas, Loriana y otros fueron engullidos por completo. Parece increíble, pero está documentado en mi libro 'Las poblaciones de la Baja Extremadura'.
Aunque para plagas temidas en Badajoz las de langosta y gorriones, que en bandadas de millones arrasaban las cosechas. Para combatirlas se organizaban rogativas sacando a San Roque, San Atón, la Virgen de Bótoa y otros santos y patrones; y la población salía al campo a extinguirla con sacos, palos, caballerías, y sobre todo, cerdos, muy eficaces devorando a las crías. Cada vecino, bajo pena de fuerte multa, debía presentar en el ayuntamiento las fanegas, sacos, o cabezas de animales muertos asignado o pagar operarios que lo hicieran.
La plaga de langosta de 1709 fue tal que, según las crónicas, «cuando se levantaba se oscurecía el sol». La de 1756 resultó tan grave, que como recurso extremo ante la emergencia el rey Felipe IV debió enviar a Badajoz desde Madrid la cabeza milagrosa de San Gregorio Ostiense, abogado especial contra las plagas. En las ocasiones más críticas debían salir a combatir la plaga hasta los niños de los colegios y hospicios, y los frailes y monjas de los conventos de clausura, constituidos en Unidades de Emergencia eventuales.
Más recientes son las de mosquitos procedentes de la infecta charca del Guadiana próxima a la Puerta de Palmas que invadían la ciudad en verano transmitiendo enfermedades y pestilencias, problema que no resolvió, y solo parcialmente, hasta el siglo XX, con el Caño de la Gambota que alejaba las aguas fecales un poco aguas abajo del río.


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