¡ BUENOS DIAS JAVI Y MAR ! - CADENA 100 ,.
Lo mejor del programa ¡Buenos días, Javi y Mar! que se emite cada mañana en CADENA 100 de 06:00 a 11:00 y que presentan Javi Nieves y Mar Amate,etc.
Al rincón de pensar - Martes -2- Junio .
Al rincón, anteriormente conocido como Al rincón de pensar,
fue un programa de televisión español en el que cada semana dos
personajes de plena actualidad (cantantes, políticos, actores,
deportistas) se someterán a las preguntas Risto Mejide en su particular
rincón. Se emitió los martes a las 00:00 horas en Antena 3., etc.
Emprendedores a pesar del coronavirus.
Nuevos proyectos,.
Cuando se habla de cientos de empresas que cerrarán, existen autónomos que acaban de inaugurar su nuevo negocio o están a punto de hacerlo,.
La
crisis sanitaria no les ha detenido, solo ha retrasado sus proyectos.
Ni siquiera el nuevo escenario incierto les ha hecho dar un paso atrás.
Un rocódromo, un pub y una sala de ocio en la capital pacense, un
despacho de abogados en Plasencia o un 'show room' de carpintería
interior y una pastelería en Cáceres, además de una barbería y una
pizzería en Mérida son algunos ejemplos de gente que acaba de arrancar
su negocio en Extremadura o está a punto de hacerlo. Pese a los estragos
del coronavirus, sus sueños siguen adelante.
Soledad Baraínca: «Ver mi nuevo local cerrado era deprimente»
Soledad Barainca llevaba meses dándole vueltas a un nuevo negocio, una zona de ocio para niños, adolescentes y adultos. Las invitaciones para la inauguración las envió por 'guasap' a sus contactos el 13 de marzo, un día antes de que se decretara el estado de alarma, que coincidió con el día previsto para el estreno de Como-2, nombre de su nuevo local en la calle Francisco Luján de Badajoz. La desolación fue total, pero no tiró la toalla. Esta se semana acaba de abrir sus puertas.
No se acercó a su nuevo local de ocio, recién terminado, en toda la cuarentena. «No volví a ir por pena. Verlo con la verja echada era deprimente. A diario tenía dudas sobre si seguir adelante o no, leyendo todos los BOE, DOE, llamando a organismos para que me informaran sobre este tipo de negocios. Pensé que no abriría hasta el año que viene». Esta semana ha abierto al fin con las restricciones anunciadas por el Gobierno. «Fue el cumpleaños de un joven que hace 18 años y ha invitado a sus nueve mejores amigos», dice entusiasmada. El local en cuestión, de 140 metros cuadrados en dos alturas, se alquila a grupos de personas (ahora diez como máximo) y dispone de televisión, música, videoconsolas, máquina de arcade y estancias para niños, adolescentes y adultos.
Antonio Guerrero: «En mi entorno todos me lo desaconsejaban»
Antonio Guerrero, empresario pacense que lleva 25 años en la hostelería, sigue adelante con su idea de abrir un pub cuando el sector se mueve en la cuerda floja. «He sido el único que he tirado adelante con la idea pese a que en mi entorno todos me lo desaconsejaban. Me decían que abandonara la idea, pero soy optimista». En su caso abrirá Carmina Café Copas, en la barriada de Valdepasillas de Badajoz.
El pub de Antonio Guerrero aún está en obras, paralizadas con el estado de alarma. Espera terminarlo a final de mes para inaugurarlo a mediados de junio. Está inspirado en la figura de Carmina Ordóñez, persona a la que admira porque siempre fue a su aire.
«Ya tengo un restaurante, el Quotidiano Arte Sabor, y noté por los clientes que había una demanda para las copas de la sobremesa en la zona, así que cogí otro local y ahora los dueños me han dado facilidades para que siguiera adelante». Guerrero sabe que la hostelería está llena incertidumbres, pero el pasado lunes retomó las obras de decoración, inspirada en la ciudad de Marrakech.
«Estoy a la expectativa sobre cómo se comportará la gente. Mi pronóstico es que volver a los bares no será tan escalonado como se dice. Habrá restricciones de aforo, pero será puntual. Yo me quedo con el carácter español, que se sobrepone a todas la crisis y es muy social. En cuanto sea posible la gente se echará a la calle, aunque también soy consciente de que si se da un rebrote pasaremos al otro extremo. Lo contemplo, pero hay que apostar», señala este empresario.
Iván Delgado y Raúl Palomar: «Lo teníamos al 90% cuando se decretó el estado de alarma»
En otra punta de la capital pacense, concretamente en la salida hacia la carretera de Sevilla, Iván Delgado y Raúl Palomar, dos jóvenes escaladores de menos de treinta años, llevaban cuatro meses trabajando en su propio rocódromo, Zima, que además de instalación deportiva quiere ser un espacio social para todas las edades. «Era nuestro sueño y además teníamos cierta experiencia, así que como vimos que este deporte va al alza nos lanzamos a construirlo nosotros porque nuestros recursos eran limitados», relata Delgado. En septiembre eligieron la nave apropiada, de 640 metros cuadrados, se pusieron a diseñar el interior y un par de meses después arrancaron ellos mismos a construir la estructura, el trabajo más duro. «La idea era abrirlo en marzo, pero cuando lo teníamos ejecutado al 90% y la fachada a medio pintar se decretó el estado de alarma». Como a tantos otros empresarios que lo habían arriesgado todo, de repente surgieron dudas. No obstante, pese a los problemas en transporte para proveerse de material, siguieron trabajando.
Para estos dos jóvenes la fecha de apertura de su rocódromo es una incógnita. La otra gran duda, añaden, es si cuadrarán las cuentas debido a que habrá menos público, por lo que le gustaría que las administraciones –Junta, Gobierno, Ayuntamiento– fueran sensibles a este tipo de iniciativas. «Lo más fácil hubiera sido echarse atrás, pero sabemos que podemos crear empleo, fomentar una actividad deportiva saludable y por eso cualquier ayuda en estos momentos es bien recibida», apuntan.
Víctor Gómez: «Hemos decidido tirar hacia adelante»
Víctor Gómez tiene su empresa, Aludec Innovación & Confort, en Plasencia, pero decidió ampliar su negocio en Cáceres con un punto de exposición para su carpintería interior. «Queríamos inaugurarlo el 26 de marzo, pero nos pilló el estado de alarma cuando nos quedaban los últimos detalles, así que paramos la obra, la cual hemos retomado esta semana porque hemos decidido tirar hacia adelante».
El empresario cacereño dice que nunca tuvo dudas. De hecho, mantiene intacto su objetivo de crecer un 20% en este año 2020, en el que prevé contratar a unas doce personas antes de que acabe el año y sumarlas a una plantilla que oscila entre 25 y 32 empleados según el volumen de encargos. Dice que sobre su mesa ya está revisando tres currículums.
De momento, Gómez, tras el parón, este lunes reincorpora a una persona a la que le aplicó un ERTE hace varias semanas. «He firmado varios contratos esta semana pasada y entiendo que mi mercado va a seguir activo. Tengo suerte porque trabajo con clientes de alto poder adquisitivo que no van a dejar de hacer las obras previstas. No sé si acertaré o no al crecer justo en este momento, pero son clientes potentes y no pensé en aplazar la ampliación de mi empresa».
José Carlos Zorita: «Trabajo sin empleados y esto alivió mi situación»
Si hay un caso que tenía todo a favor para seguir adelante con su primer negocio es el del joven de 21 años José Carlos Zorita, de Mérida. Sus padres le prestaron el dinero para poner en marcha su propia barbería –The Barber House– y usó un local familiar para arrancar. Apenas había pasado un mes cuando se decretó el estado de alarma. «Trabajo solo sin empleados y esto alivió un poco mi situación, así que en cuanto se pude volví a abrir el pasado lunes, día 4. No he dado abasto desde entonces, por eso soy optimista. De hecho, si viene otra cuarentena aguantaré gracias a que el local es mío».
Jesús Sánchez: «El que no rema el aguase lo lleva»
Otra persona que no se ha echado atrás es el abogado placentino Jesús Sánchez. En realidad ejerce desde 2012, pero fue cuatro días antes del estado de alarma cuando decidió dar un empujón a su actividad fusionándose con su pareja, que tiene una inmobiliaria. «Así lo decidimos porque en realidad cada operación de compraventa o alquiler tiene una base jurídica. Y aunque los juicios se hayan suspendido los abogados somos un servicio esencial y ahora preveo que llegará más trabajo del habitual, ya que mucha gente ha estado pensando en casa y ahora para dar algún paso solo le falta consultar a un abogado».
Según explica desde Plasencia, «a partir de ahora es una situación nueva para todos, la gente tiene miedos, pero los problemas siguen ahí y como abogado no podía dar un paso atrás porque el que no rema el agua se lo lleva».
Álvaro Guisado: «Hasta dentro de dos años no volveremos a la normalidad»
Algo parecido ha pensado Álvaro Guisado, que tenía una pizzería en Badajoz desde 2017, el año pasado montó otra en Cáceres y está a punto de arrancar con otro establecimiento en Mérida. Pertenece a la franquicia 'Pizzería Carlos', con 70 locales en toda España. En su caso el volumen de negocio ha bajado a la mitad y el estado de alarma lo cogió con su nuevo local recién abierto y mucha incertidumbre por delante. «Claro que tuve dudas –rememora– porque el volumen de ventas no será el mismo. Si en Badajoz los pedidos a domicilio son el 50%, en Cáceres son el 30% y yo lo que tengo que potenciar es la sala porque ahí la gente prueba mi producto y luego lo encarga. Pero ahora solo puedo servir a domicilio y no puedo hacer cuponeo».
Pese a todos estos contratiempos, Guisado pidió información a la franquicia sobre cómo aumentar las medidas de seguridad sanitarias y finalmente decidió seguir adelante con la ampliación de su negocio a través de un nuevo local en Mérida cuando la cuarentena bloqueó los trámites para habilitar la terraza que tenía prevista. Ahora calcula que podría tener la licencia la próxima semana y va a por todas, dice. «Y eso que sé que hay miedo en la gente y menos dinero en el bolsillo. De hecho calculo que hasta que no pasen dos o tres años no volveremos a la normalidad».
Santiago Hdez. y Raquel Bermejo: «He echado muchas cuentas para ver hasta dónde llegar»
Con este panorama otro empresario que ha dado un paso es Santiago Hernández, que junto a su socia Raquel Bermejo tiene un negocio de pastelería en el centro de Cáceres. Se llama 'Mi dulce Esther' y ofrece pasteles sin gluten y sin lactosa. En realidad abrieron hace dos años. «Tenía éxito y alquilamos un local más grande que terminamos de montar justo dos días antes de la declaración del estado de alarma. Íbamos a contratar a dos personas y de repente todo se fue al carajo. El alquiler había que pagarlo y el dueño del obrador nos perdonó una parte, pero hemos reconducido el negocio porque abrir al público tenía más gastos y no sabíamos cómo iba a ir la cosa», explica.
Servir a domicilio –prosigue– cree que es la manera más segura, así que han adquirido una furgoneta isoterma porque nadie les asegura que vaya a ir gente a la tienda con tantas medidas de distanciamiento y temores. «Dudas no hemos tenido, pero he echado muchas cuentas para ver hasta dónde llegar sin endeudarte. Nadie sabe si habrá un rebrote o nos van a meter otra vez en cuarentena. Creemos que es la manera de perder menos dinero, pero seguir hay que seguir», dice.
Soledad Baraínca: «Ver mi nuevo local cerrado era deprimente»
Soledad Barainca llevaba meses dándole vueltas a un nuevo negocio, una zona de ocio para niños, adolescentes y adultos. Las invitaciones para la inauguración las envió por 'guasap' a sus contactos el 13 de marzo, un día antes de que se decretara el estado de alarma, que coincidió con el día previsto para el estreno de Como-2, nombre de su nuevo local en la calle Francisco Luján de Badajoz. La desolación fue total, pero no tiró la toalla. Esta se semana acaba de abrir sus puertas.
No se acercó a su nuevo local de ocio, recién terminado, en toda la cuarentena. «No volví a ir por pena. Verlo con la verja echada era deprimente. A diario tenía dudas sobre si seguir adelante o no, leyendo todos los BOE, DOE, llamando a organismos para que me informaran sobre este tipo de negocios. Pensé que no abriría hasta el año que viene». Esta semana ha abierto al fin con las restricciones anunciadas por el Gobierno. «Fue el cumpleaños de un joven que hace 18 años y ha invitado a sus nueve mejores amigos», dice entusiasmada. El local en cuestión, de 140 metros cuadrados en dos alturas, se alquila a grupos de personas (ahora diez como máximo) y dispone de televisión, música, videoconsolas, máquina de arcade y estancias para niños, adolescentes y adultos.
Antonio Guerrero: «En mi entorno todos me lo desaconsejaban»
Antonio Guerrero, empresario pacense que lleva 25 años en la hostelería, sigue adelante con su idea de abrir un pub cuando el sector se mueve en la cuerda floja. «He sido el único que he tirado adelante con la idea pese a que en mi entorno todos me lo desaconsejaban. Me decían que abandonara la idea, pero soy optimista». En su caso abrirá Carmina Café Copas, en la barriada de Valdepasillas de Badajoz.
El pub de Antonio Guerrero aún está en obras, paralizadas con el estado de alarma. Espera terminarlo a final de mes para inaugurarlo a mediados de junio. Está inspirado en la figura de Carmina Ordóñez, persona a la que admira porque siempre fue a su aire.
«Ya tengo un restaurante, el Quotidiano Arte Sabor, y noté por los clientes que había una demanda para las copas de la sobremesa en la zona, así que cogí otro local y ahora los dueños me han dado facilidades para que siguiera adelante». Guerrero sabe que la hostelería está llena incertidumbres, pero el pasado lunes retomó las obras de decoración, inspirada en la ciudad de Marrakech.
«Estoy a la expectativa sobre cómo se comportará la gente. Mi pronóstico es que volver a los bares no será tan escalonado como se dice. Habrá restricciones de aforo, pero será puntual. Yo me quedo con el carácter español, que se sobrepone a todas la crisis y es muy social. En cuanto sea posible la gente se echará a la calle, aunque también soy consciente de que si se da un rebrote pasaremos al otro extremo. Lo contemplo, pero hay que apostar», señala este empresario.
Iván Delgado y Raúl Palomar: «Lo teníamos al 90% cuando se decretó el estado de alarma»
En otra punta de la capital pacense, concretamente en la salida hacia la carretera de Sevilla, Iván Delgado y Raúl Palomar, dos jóvenes escaladores de menos de treinta años, llevaban cuatro meses trabajando en su propio rocódromo, Zima, que además de instalación deportiva quiere ser un espacio social para todas las edades. «Era nuestro sueño y además teníamos cierta experiencia, así que como vimos que este deporte va al alza nos lanzamos a construirlo nosotros porque nuestros recursos eran limitados», relata Delgado. En septiembre eligieron la nave apropiada, de 640 metros cuadrados, se pusieron a diseñar el interior y un par de meses después arrancaron ellos mismos a construir la estructura, el trabajo más duro. «La idea era abrirlo en marzo, pero cuando lo teníamos ejecutado al 90% y la fachada a medio pintar se decretó el estado de alarma». Como a tantos otros empresarios que lo habían arriesgado todo, de repente surgieron dudas. No obstante, pese a los problemas en transporte para proveerse de material, siguieron trabajando.
Para estos dos jóvenes la fecha de apertura de su rocódromo es una incógnita. La otra gran duda, añaden, es si cuadrarán las cuentas debido a que habrá menos público, por lo que le gustaría que las administraciones –Junta, Gobierno, Ayuntamiento– fueran sensibles a este tipo de iniciativas. «Lo más fácil hubiera sido echarse atrás, pero sabemos que podemos crear empleo, fomentar una actividad deportiva saludable y por eso cualquier ayuda en estos momentos es bien recibida», apuntan.
Víctor Gómez: «Hemos decidido tirar hacia adelante»
Víctor Gómez tiene su empresa, Aludec Innovación & Confort, en Plasencia, pero decidió ampliar su negocio en Cáceres con un punto de exposición para su carpintería interior. «Queríamos inaugurarlo el 26 de marzo, pero nos pilló el estado de alarma cuando nos quedaban los últimos detalles, así que paramos la obra, la cual hemos retomado esta semana porque hemos decidido tirar hacia adelante».
El empresario cacereño dice que nunca tuvo dudas. De hecho, mantiene intacto su objetivo de crecer un 20% en este año 2020, en el que prevé contratar a unas doce personas antes de que acabe el año y sumarlas a una plantilla que oscila entre 25 y 32 empleados según el volumen de encargos. Dice que sobre su mesa ya está revisando tres currículums.
De momento, Gómez, tras el parón, este lunes reincorpora a una persona a la que le aplicó un ERTE hace varias semanas. «He firmado varios contratos esta semana pasada y entiendo que mi mercado va a seguir activo. Tengo suerte porque trabajo con clientes de alto poder adquisitivo que no van a dejar de hacer las obras previstas. No sé si acertaré o no al crecer justo en este momento, pero son clientes potentes y no pensé en aplazar la ampliación de mi empresa».
José Carlos Zorita: «Trabajo sin empleados y esto alivió mi situación»
Si hay un caso que tenía todo a favor para seguir adelante con su primer negocio es el del joven de 21 años José Carlos Zorita, de Mérida. Sus padres le prestaron el dinero para poner en marcha su propia barbería –The Barber House– y usó un local familiar para arrancar. Apenas había pasado un mes cuando se decretó el estado de alarma. «Trabajo solo sin empleados y esto alivió un poco mi situación, así que en cuanto se pude volví a abrir el pasado lunes, día 4. No he dado abasto desde entonces, por eso soy optimista. De hecho, si viene otra cuarentena aguantaré gracias a que el local es mío».
Jesús Sánchez: «El que no rema el aguase lo lleva»
Otra persona que no se ha echado atrás es el abogado placentino Jesús Sánchez. En realidad ejerce desde 2012, pero fue cuatro días antes del estado de alarma cuando decidió dar un empujón a su actividad fusionándose con su pareja, que tiene una inmobiliaria. «Así lo decidimos porque en realidad cada operación de compraventa o alquiler tiene una base jurídica. Y aunque los juicios se hayan suspendido los abogados somos un servicio esencial y ahora preveo que llegará más trabajo del habitual, ya que mucha gente ha estado pensando en casa y ahora para dar algún paso solo le falta consultar a un abogado».
Según explica desde Plasencia, «a partir de ahora es una situación nueva para todos, la gente tiene miedos, pero los problemas siguen ahí y como abogado no podía dar un paso atrás porque el que no rema el agua se lo lleva».
Álvaro Guisado: «Hasta dentro de dos años no volveremos a la normalidad»
Algo parecido ha pensado Álvaro Guisado, que tenía una pizzería en Badajoz desde 2017, el año pasado montó otra en Cáceres y está a punto de arrancar con otro establecimiento en Mérida. Pertenece a la franquicia 'Pizzería Carlos', con 70 locales en toda España. En su caso el volumen de negocio ha bajado a la mitad y el estado de alarma lo cogió con su nuevo local recién abierto y mucha incertidumbre por delante. «Claro que tuve dudas –rememora– porque el volumen de ventas no será el mismo. Si en Badajoz los pedidos a domicilio son el 50%, en Cáceres son el 30% y yo lo que tengo que potenciar es la sala porque ahí la gente prueba mi producto y luego lo encarga. Pero ahora solo puedo servir a domicilio y no puedo hacer cuponeo».
Pese a todos estos contratiempos, Guisado pidió información a la franquicia sobre cómo aumentar las medidas de seguridad sanitarias y finalmente decidió seguir adelante con la ampliación de su negocio a través de un nuevo local en Mérida cuando la cuarentena bloqueó los trámites para habilitar la terraza que tenía prevista. Ahora calcula que podría tener la licencia la próxima semana y va a por todas, dice. «Y eso que sé que hay miedo en la gente y menos dinero en el bolsillo. De hecho calculo que hasta que no pasen dos o tres años no volveremos a la normalidad».
Santiago Hdez. y Raquel Bermejo: «He echado muchas cuentas para ver hasta dónde llegar»
Con este panorama otro empresario que ha dado un paso es Santiago Hernández, que junto a su socia Raquel Bermejo tiene un negocio de pastelería en el centro de Cáceres. Se llama 'Mi dulce Esther' y ofrece pasteles sin gluten y sin lactosa. En realidad abrieron hace dos años. «Tenía éxito y alquilamos un local más grande que terminamos de montar justo dos días antes de la declaración del estado de alarma. Íbamos a contratar a dos personas y de repente todo se fue al carajo. El alquiler había que pagarlo y el dueño del obrador nos perdonó una parte, pero hemos reconducido el negocio porque abrir al público tenía más gastos y no sabíamos cómo iba a ir la cosa», explica.
Servir a domicilio –prosigue– cree que es la manera más segura, así que han adquirido una furgoneta isoterma porque nadie les asegura que vaya a ir gente a la tienda con tantas medidas de distanciamiento y temores. «Dudas no hemos tenido, pero he echado muchas cuentas para ver hasta dónde llegar sin endeudarte. Nadie sabe si habrá un rebrote o nos van a meter otra vez en cuarentena. Creemos que es la manera de perder menos dinero, pero seguir hay que seguir», dice.
TITULO: LA NOCHE LARGA, MUJERES EN PRIMERA LINEA, - LA CHICA LUNES -1- DOMINGO -7- Junio - DOS DIAS Y UNA NOCHE - MARTES -2- Junio - Ana María ,.
DOS DIAS Y UNA NOCHE - MARTES -2- Junio.
El programa está conducido por la periodista catalana Susanna Griso. Cada semana visitará la casa de un personaje famoso relevante y mediante el hilo conductor de la entrevista, irá desgranando la vida de los famosos. Como novedad la periodista se instalará en las casas de los invitados durante dos días pasando una noche allí. El martes -2- Junio, a las 22:40 por antena 3, etc.
LA NOCHE LARGA, MUJERES EN PRIMERA LINEA, - LA CHICA LUNES -1- DOMINGO -7- Junio - DOS DIAS Y UNA NOCHE - MARTES -2- Junio - Ana María.
Ana María,.
Digna de una copla,.
Tras una azarosa vida llena de giros y sobresaltos, la mujer de Ortega Cano se consagra como personaje mediático,.Auténtica caja de sorpresas, la mujer de Ortega Cano ha logrado asombrar al propio torero, que a sus 66 años, y tras ocho de convivencia, ha admitido desconocer muchas cosas de la infancia de Ana María. «Desde que tengo uso de razón he querido tener un cuchillo en la mano para matar a mi padre», desveló la gaditana en una de las pruebas del 'reality' titulada (no por nada) 'El puente de las emociones'. Entre desgarradores sollozos, Aldón, la menor de seis hermanos, relató cómo en los episodios más violentos los hijos se escondían bajo la cama abrazados. «Fue una bestia humana. Durante años torturó a mi madre, que era un ángel caído del cielo. Al día siguiente yo agachaba la cara de vergüenza cuando la veía a ella con la cara morada».
El padre de Ana María enfermó y acabó muriendo de cáncer. «Ya hace veinte años que no está con nosotros y ahora ya está perdonado», declaró la superviviente al tiempo que reconocía que aquello marcó su adolescencia, la convirtió en una rebelde y la llevó a hacer «muchas barbaridades».
Ortega Cano, escaldado con los sinsabores de la fama, vive una experiencia agridulce ante la exposición mediática de su esposa. Por un lado, se siente orgulloso: «La veo ganadora, es una mujer con mucha raza y hasta el último instante va a darlo todo». Por otro, no oculta su deseo de que las aguas vuelvan a sus cauces. «Lo pasado, pasado está. Ahora nos toca vivir una etapa muy bonita. Trataré de que sea lo más feliz posible con nuestro niño (José María, de siete años), con su hija y con su nieta».
Pero es difícil vaticinar si después de su exitoso bautismo mediático, Aldón será capaz de regresar al segundo plano que antaño ocupó, o si por el contrario Ortega Cano tendrá que adaptarse a una 'nueva normalidad' en la que la estrella sea su mujer. De momento, el público ha descubierto a una Ana María Aldón mucho más lanzada y locuaz de lo que aparentaba. En Honduras no ha dudado en raparse el pelo («Está muy guapa, porque tiene una carita menudita», opina el torero) y ha salido triunfante de algunas pruebas de fuerza y habilidad que han tumbado a los más expertos.
Nada hacía presagiar en la vida de esta humilde gaditana, que trabajó en una fábrica de punto y a los 27 años montó una frutería en Sanlúcar, el sorprendente giro que le tenía reservado el destino. Madre en solitario de Gema, que por entonces tenía 17 años, Ana María Aldón Lagomazzini acarreaba a sus espaldas un matrimonio fallido y varias relaciones fracasadas (una de ellas con un banderillero) cuando en febrero de 2012 conoció a Ortega Cano a través de unos amigos comunes. Se intercambiaron los teléfonos. Y, a los tres meses, ella se quedó embarazada.
No lo dudó. Dejó la frutería en manos de su hermana y se mudó a Madrid para estar al lado del torero, que por entonces vivía atormentado por el proceso judicial que acabó condenándole a prisión como responsable del accidente de tráfico en el que perdió la vida Carlos Parra.
Con su marido en la cárcel
José María, el hijo de la pareja, nació en febrero de 2013. Dos años y dos meses después, su padre ingresaba en el penal de Zuera. Con su determinación habitual, Aldón se instaló en Zaragoza para estar al lado de su marido, al tiempo que fomentaba la complicidad con su hijastra, Gloria Camila, con quien compartió muchas visitas a la cárcel. «Era la princesa de la casa –ha reconocido después–. Había que ganarse el sitio y el espacio». Y aunque algunos hablan de guerra solapada entre ellas, lo cierto es que Gloria ha sido la encargada de defender a la mujer de su padre desde el plató.Ahora, como el resto de finalistas, Ana María ha tenido que abandonar la isla y regresar a España, donde previsiblemente le esperan dos semanas de cuarentena antes de la gala final. Tras más de cien días en Honduras sin haber sido nominada, la mujer de Ortega Cano, que no será la más grande pero casi, suena como ganadora de la edición «más larga, complicada y extrema de 'Supervivientes'», tal como la ha definido su presentadora, Lara Álvarez.
TITULO: Viajeros Cuatro - No sin mi nueve,.
El Miércoles -27- Mayo a las 22:45 por La cuatro,foto,.
No sin mi nueve,.
La retirada de Aduriz es el último capítulo de una historia triste.
De todas las historias de la Historia del fútbol, la historia del nueve
que se retira es la más triste de todas. Un drama para los que no
sabemos vivir sin ariete. El ocaso del centrodelantero lo vislumbraba
Vicente Verdú hacia 1980 en su glorioso ensayo El Fútbol: mitos, ritos y
símbolos. "Se desnutren en labores que enferman su naturaleza", decía
el sabio.
Pero el nueve empezó a joderse cuando Di Stéfano descubrió que era tan bueno que podía liarla por todo el campo como nueve organizador, siguió con aquellas selecciones brasileñas modernas desde finales de los 70 que jugaban sin portero y pasaban del delantero centro (¿alguien recuerda a Serginho en España 82?), continuó con aquellos nueves de entrenador matándose a correr con los centrales (trabajo de equipo, se decía), sustituidos en el minuto 60 y con tres goles por temporada, y lo ha acabado de joder el superpoder goleador de Messi. Matamos al nueve cuando empezamos a añadirle adjetivos. Fue sinónimo de gol hasta que empezó a ser nueve falso, nueve trabajador, nueve que cae a bandas, nueve y medio.
Lo saben bien en el Real Madrid, donde miran a Haaland soñando en realidad con otro siete (Mbappé), después de minusvalorar la ausencia de un nueve al pensar que entre los demás gambeteadores compensarían la marcha de Cristiano Ronaldo, que no era nueve, es cierto, pero era un 7.911: un siete, un nueve y un once cubriendo todo el frente de ataque.
El gol ya llegará, piensan mientras se celebra a esos futbolistas que dicen preferir un pase de gol a marcarlo (casi siempre porque se les hace de noche ante la portería) y se ensalza lo accesorio. En un mundo con cada vez menos centros al área, el centrodelantero se difumina y está obligado a transformarse. Es tiempo de dieces, de medias puntas, de centrocampistas de posesión y de centrales sobrepreciados con buena salida de balón. Pero la realidad es tozuda. Cuando un nueve se va, siempre se lleva sus goles con él.
Pero el nueve empezó a joderse cuando Di Stéfano descubrió que era tan bueno que podía liarla por todo el campo como nueve organizador, siguió con aquellas selecciones brasileñas modernas desde finales de los 70 que jugaban sin portero y pasaban del delantero centro (¿alguien recuerda a Serginho en España 82?), continuó con aquellos nueves de entrenador matándose a correr con los centrales (trabajo de equipo, se decía), sustituidos en el minuto 60 y con tres goles por temporada, y lo ha acabado de joder el superpoder goleador de Messi. Matamos al nueve cuando empezamos a añadirle adjetivos. Fue sinónimo de gol hasta que empezó a ser nueve falso, nueve trabajador, nueve que cae a bandas, nueve y medio.
Lo saben bien en el Real Madrid, donde miran a Haaland soñando en realidad con otro siete (Mbappé), después de minusvalorar la ausencia de un nueve al pensar que entre los demás gambeteadores compensarían la marcha de Cristiano Ronaldo, que no era nueve, es cierto, pero era un 7.911: un siete, un nueve y un once cubriendo todo el frente de ataque.
El gol ya llegará, piensan mientras se celebra a esos futbolistas que dicen preferir un pase de gol a marcarlo (casi siempre porque se les hace de noche ante la portería) y se ensalza lo accesorio. En un mundo con cada vez menos centros al área, el centrodelantero se difumina y está obligado a transformarse. Es tiempo de dieces, de medias puntas, de centrocampistas de posesión y de centrales sobrepreciados con buena salida de balón. Pero la realidad es tozuda. Cuando un nueve se va, siempre se lleva sus goles con él.
TITULO: ¿Te lo vas a comer ? - Un mercado seguro, pero solo a medio gas,. - Cocina - Alberto Chicote .
El Miércoles -27- Mayo a las 22:45 por La sexta ,fotos,.
Un mercado seguro, pero solo a medio gas,.
Propuesta. Los vendedores creen que los puestos podrían ocupar más espacios del centro,.
Con
el perímetro cerrado y gel hidroalcohólico en la entrada para la
obligada desinfección de manos, con conos delimitando la distancia entre
el vendedor y el comprador y con dos metros de distancia entre los
puestos, el mercado de frutas y verduras regresó ayer a la ciudad.
Más bien una muy pequeña parte de él, porque solo fueron cinco los puestos que inauguraron el regreso: uno de bacalao, otro de quesos y tres de frutas y verduras. Por eso lo que ayer se vivió en la Plaza Mayor no fue ni mucho menos el ajetreo típico de un día de mercado en el centro neurálgico placentino, sino otra cosa bien distinta. No hubo toqueteo ni degustación aprobatoria o condenatoria del producto ni intercambio de opiniones entre quienes lo venden y lo compran, ni con quienes se acercan ese día solo para charlar y dar una vuelta a disfrutar del ambiente mercantil.
«No hay el movimiento de antes ni mucho antes, pero las ventas no están nada mal, porque quienes acceden al recinto es porque quieren comprar», valoró Eduardo Escalante, del puesto de venta de bacalao. «Creo que salvaremos la mañana», agregó.
«Estamos contentos porque hemos vuelto a vender, a poner nuestro puesto en la plaza, aunque esto es muy diferente», reconoció Milagros Pavón al frente de su puesto de frutas y verduras y, como quienes ayer la acompañaban, con más de dos décadas en su cita puntual con el mercado en Plasencia.
«La venta no está mala, porque está viniendo gente poco a poco, pero creo que en los próximos días será mejor, porque hoy (por ayer), al ser el primer día, después de más de dos meses sin mercado, hay mucha gente que no se ha enterado», opinó.
«Está flojito, la verdad, posiblemente porque hay mucha gente que no sabía que hoy volvía el mercado», coincidió Pedro Antonio Oliva, vendedor de quesos de Ceclavín y fiel igualmente a su cita con el mercado de Plasencia. «Pero, aun así, y aunque la mitad que antes, estamos vendiendo», aseguró.
Ellos, en cualquier caso, han sido los primeros afortunados en poder volver a trabajar. «Somos a los que nos ha tocado venir, creo que por sorteo, en este primer día y yo, desde luego, estoy contento, tenía ganas de empezar; pero no estaremos en el siguiente, porque iremos rotando», explicó.
Sin embargo, consideran que se podrían haber instalado más puestos. «Por ejemplo habilitando otros espacios del centro como la plaza de la Catedral, San Esteban o San Nicolás», planteó Eduardo Escalante. «Habría más puestos, igualmente repartidos y cumpliendo las medidas de seguridad», argumentó. De la misma forma que el Ayuntamiento ha hecho con las terrazas, permitiendo su ampliación para que pudieran abrir con las mismas mesas que tenían antes del estado de alarma, «algo que me parece una idea muy buena, creo que esta ayuda también se nos podría haber brindado a nosotros, a los vendedores del mercado», concluyó.
Más bien una muy pequeña parte de él, porque solo fueron cinco los puestos que inauguraron el regreso: uno de bacalao, otro de quesos y tres de frutas y verduras. Por eso lo que ayer se vivió en la Plaza Mayor no fue ni mucho menos el ajetreo típico de un día de mercado en el centro neurálgico placentino, sino otra cosa bien distinta. No hubo toqueteo ni degustación aprobatoria o condenatoria del producto ni intercambio de opiniones entre quienes lo venden y lo compran, ni con quienes se acercan ese día solo para charlar y dar una vuelta a disfrutar del ambiente mercantil.
«No hay el movimiento de antes ni mucho antes, pero las ventas no están nada mal, porque quienes acceden al recinto es porque quieren comprar», valoró Eduardo Escalante, del puesto de venta de bacalao. «Creo que salvaremos la mañana», agregó.
«Estamos contentos porque hemos vuelto a vender, a poner nuestro puesto en la plaza, aunque esto es muy diferente», reconoció Milagros Pavón al frente de su puesto de frutas y verduras y, como quienes ayer la acompañaban, con más de dos décadas en su cita puntual con el mercado en Plasencia.
«La venta no está mala, porque está viniendo gente poco a poco, pero creo que en los próximos días será mejor, porque hoy (por ayer), al ser el primer día, después de más de dos meses sin mercado, hay mucha gente que no se ha enterado», opinó.
«Está flojito, la verdad, posiblemente porque hay mucha gente que no sabía que hoy volvía el mercado», coincidió Pedro Antonio Oliva, vendedor de quesos de Ceclavín y fiel igualmente a su cita con el mercado de Plasencia. «Pero, aun así, y aunque la mitad que antes, estamos vendiendo», aseguró.
Ellos, en cualquier caso, han sido los primeros afortunados en poder volver a trabajar. «Somos a los que nos ha tocado venir, creo que por sorteo, en este primer día y yo, desde luego, estoy contento, tenía ganas de empezar; pero no estaremos en el siguiente, porque iremos rotando», explicó.
Sin embargo, consideran que se podrían haber instalado más puestos. «Por ejemplo habilitando otros espacios del centro como la plaza de la Catedral, San Esteban o San Nicolás», planteó Eduardo Escalante. «Habría más puestos, igualmente repartidos y cumpliendo las medidas de seguridad», argumentó. De la misma forma que el Ayuntamiento ha hecho con las terrazas, permitiendo su ampliación para que pudieran abrir con las mismas mesas que tenían antes del estado de alarma, «algo que me parece una idea muy buena, creo que esta ayuda también se nos podría haber brindado a nosotros, a los vendedores del mercado», concluyó.
TITULO: Ven a cenar conmigo - Timido acercamiento a las terrazas,.
Tímido acercamiento a las terrazas,.
Desescalada. Pocos bares de Badajoz, Cáceres o Mérida pusieron veladores en la calle en el primer fin de semana de la fase 1,.
La
fase 1 llegó ayer a su primer fin de semana. Una prueba de fuego para
una hostelería que tiene limitados sus ingresos a lo que puedan sumar la
mitad de sus antiguos veladores. A falta todavía de una semana para
llegar a la fase 2, la timidez es la nota dominante entre los negocios y
sus clientes.
Ni el fin de semana ni el buen tiempo animaron ayer la hostelería en Badajoz. La inmensa mayoría de los locales siguió cerrado y los pocos que pusieron veladores tampoco tuvieron mucho éxito de convocatoria. Mucha cola en las pollerías y en los negocios de comida para llevar, pero lo de pararse a tomar el aperitivo en un local todavía cuesta.
Uno de los barrios con más oferta fue San Roque. En su avenida principal, Ricardo Carapeto, abrieron cinco negocios. Cada uno con cuatro o cinco mesas bien dispersas por la ancha acera.
En la explanada del aparcamiento coincidieron a mediodía varias familias con niños que jugaban alejados unos de otros. Fue, junto con el Parque de Castelar, el sitio menos silencioso del centro ayer a mediodía. Castelar fue lo más parecido a su pasado.
En la Plaza Alta solo abrió el más próximo al arco. Los clientes también tuvieron espacio de sobra para distanciarse unos de otros.
La plaza de los Alféreces figura como otro epicentro habitual de los fines de semana. El perímetro lo pueblan negocios que ayer siguieron con la persiana cerrada. En un lateral trabajaban operarios reponiendo toldos, taladrando maderas y sujetando mamparas para cubrir la terraza de cara una inminente reapertura y en una esquina se pusieron dos veladores con pocas mesas.
Tampoco mucho movimiento en San Fernando. En este barrio, la actividad hostelera se concentra sobre el parque del supermercado y la pista de baloncesto. Todos cerrados y en algunos se veía el letro de 'Se traspasa' o 'Se alquila'. El mismo panorama en Carolina Coronado.
Siguiendo en dirección Portugal por la Margen Derecha, tampoco éxito en la Urbanización Guadiana. De la larga hilera de locales con toldos y sombras de esta explanada paralela a la avenida de Elvas solo uno abrió. Tuvo espacio de sobra para sus mesas.
En Valdepasillas, la amplia acera de Sinforiano Madroñero atrae a hosteleros para probar suerte en un barrio poblado por familias jóvenes y universitarios. Ayer solo había tres terrazas montadas entre la rotonda de La Granadilla y la de la carretera de Olivenza. El resto no se desplegó y también se leía el cartel de 'Se traspasa' en muchas ventanas.
La Marina, La Giraldilla, La Paloma, El Rincón de Julio, Argentina..., todos de ese recorrido, siguen con la persiana echada.
«Para un empresario es complicado arriesgarlo todo a la terraza cuando esta ni siquiera puede abrir completa y tienes a los trabajadores en un ERTE», explicaba a HOY el conocido hostelero de San Juan Francisco Palacios, propietario de Cafetería Centro. También participa junto a Juan Palacios en Montebola, que espera abrir a partir del día 25.
Precisamente en San Juan impregnaba ayer a mediodía una imagen de quietud y soledad muy lejana de lo que puede ser esa 'normalidad'.
Negocios cerrados, también en la Plaza Mayor. Apenas se veían no ya turistas sino paseantes. Uno que sí tenía la terraza y con buen ambiente y movimiento de personas era La Fusa, en San Pedro.
Otro barrio muy dado al tapeo es Nuevo Cáceres. Baco, Zalacaín o Venga Enseguía no estaban operativos. Tampoco el restaurante Pasadena. Más de una decena de mesas con clientes deseosos de recuperar el día a día y saborear algo fresco se veían en algunos bares de El Rodeo.
También han abierto las primeras terrazas en el Perú. Allí, frente a las Josefinas, está el Bar Juan XXIII. El Rincón de Europa mantiene sus pedidos a domicilio aunque se prepara para una apertura próxima.
«Hay pocos en marcha aunque los que están abiertos tienen bastante trajín. Ya tenemos ganas de salir», comenta José María, un cacereño que ha vivido el confinamiento con resignación y que no dudó en echarse a la calle ayer con su pareja aprovechando que ayer por la mañana no llovía.
Una de las excepciones es Al Andalus, en la barriada de Moctezuma. El negocio lo regentan Iovani Izquierdo y su pareja desde hace cuatro años. Ha permanecido cerrado desde el 14 de marzo. Ayer volvió y tuvo 13 mesas a pleno rendimiento. «Está yendo todo perfecto. Sin agobios, con la gente muy colaboradora y un comportamiento cívico», reseñaba Iovani con sus veladores ya listos.
Por contra, un paseo por la ciudad monumental y su entorno hace difícil encontrar actividad.
Tampoco funcionaron el Quiosco de la Música ni Bontá Gastronomía. Según su responsable, José Mostazo, este último abrirá el jueves. «Parece que habrá buena temperatura y queremos abrir ya», avanza. Mostazo ha creado un sello distintivo que hace alusión a un 'local limpio y seguro', libre de COVID-19, garantiza. La idea que se plantea es que ese sello de calidad se aplique en los 320 negocios de la asociación de hosteleros. «Queremos transmitir seguridad y que los clientes sepan que nos preocupamos por su salud», refrenda.
Pegatinas y carteles aluden a lavarse las manos con frecuencia, evitar el contacto físico y mantener distancias de seguridad.
Pocos bares abren todavía. En la plaza de España, por ejemplo, de cuatro veladores, solo desplegó las mesas uno. También lo hizo alguno de los soportales, que por la tarde tuvieron bastantes mesas ocupadas.
En la zona del Teatro, tampoco hubo actividad en la calle del Museo. Más éxito en el Paseo de Roma, junto a la parada de autobuses urbano. Los veladores en esta acera se pusieron separando cada sitio entre mamparas.
Algunos empresarios de plazas pequeñas como la Plazoleta Pizarro aprovecharon el espacio peatonal disponible para dispersar sus mesas para separar los clientes.
Ni el fin de semana ni el buen tiempo animaron ayer la hostelería en Badajoz. La inmensa mayoría de los locales siguió cerrado y los pocos que pusieron veladores tampoco tuvieron mucho éxito de convocatoria. Mucha cola en las pollerías y en los negocios de comida para llevar, pero lo de pararse a tomar el aperitivo en un local todavía cuesta.
Uno de los barrios con más oferta fue San Roque. En su avenida principal, Ricardo Carapeto, abrieron cinco negocios. Cada uno con cuatro o cinco mesas bien dispersas por la ancha acera.
En Cáceres quieren crear un sello de calidad distintivo para destacar las medidas sanitarias que toman en los locales
Costaba encontrar un sitio para sentarse. Desierta la plaza de España, San Francisco y Santa Marina. Tampoco se puso una mesa en enclaves habitualmente concurridos por estas fechas como Meléndez Valdés o Muñoz Torrero o la plaza de la Soledad. En Juan Carlos I solo abrió un velador y sin duda el que más gente tuvo en el centro fue el de la plaza de San Atón, junto al Hospital Provincial. En la explanada del aparcamiento coincidieron a mediodía varias familias con niños que jugaban alejados unos de otros. Fue, junto con el Parque de Castelar, el sitio menos silencioso del centro ayer a mediodía. Castelar fue lo más parecido a su pasado.
En la Plaza Alta solo abrió el más próximo al arco. Los clientes también tuvieron espacio de sobra para distanciarse unos de otros.
La plaza de los Alféreces figura como otro epicentro habitual de los fines de semana. El perímetro lo pueblan negocios que ayer siguieron con la persiana cerrada. En un lateral trabajaban operarios reponiendo toldos, taladrando maderas y sujetando mamparas para cubrir la terraza de cara una inminente reapertura y en una esquina se pusieron dos veladores con pocas mesas.
Tampoco mucho movimiento en San Fernando. En este barrio, la actividad hostelera se concentra sobre el parque del supermercado y la pista de baloncesto. Todos cerrados y en algunos se veía el letro de 'Se traspasa' o 'Se alquila'. El mismo panorama en Carolina Coronado.
Siguiendo en dirección Portugal por la Margen Derecha, tampoco éxito en la Urbanización Guadiana. De la larga hilera de locales con toldos y sombras de esta explanada paralela a la avenida de Elvas solo uno abrió. Tuvo espacio de sobra para sus mesas.
En Valdepasillas, la amplia acera de Sinforiano Madroñero atrae a hosteleros para probar suerte en un barrio poblado por familias jóvenes y universitarios. Ayer solo había tres terrazas montadas entre la rotonda de La Granadilla y la de la carretera de Olivenza. El resto no se desplegó y también se leía el cartel de 'Se traspasa' en muchas ventanas.
Lejana normalidad en Cáceres
En Cáceres lo que se ha dado en llamar 'nueva normalidad' está muy lejos de lo que era el día a día en la ciudad antes de la crisis. Se pudo comprobar ayer en las terrazas de los negocios de hostelería. La mayoría de ellas siguen cerradas pese a que tienen ya legalmente la posibilidad de abrir a mitad de su aforo. En un trayecto desde la plaza de Colón y Virgen de Guadalupe, dos puntos referentes de la ciudad, apenas se veían bares abiertos. Don Pancho, en la intersección con la avenida Virgen de la Montaña, es uno de los que más movimiento está demostrando, aunque ayer por la mañana no estaba a tope.La Marina, La Giraldilla, La Paloma, El Rincón de Julio, Argentina..., todos de ese recorrido, siguen con la persiana echada.
«Para un empresario es complicado arriesgarlo todo a la terraza cuando esta ni siquiera puede abrir completa y tienes a los trabajadores en un ERTE», explicaba a HOY el conocido hostelero de San Juan Francisco Palacios, propietario de Cafetería Centro. También participa junto a Juan Palacios en Montebola, que espera abrir a partir del día 25.
Precisamente en San Juan impregnaba ayer a mediodía una imagen de quietud y soledad muy lejana de lo que puede ser esa 'normalidad'.
Negocios cerrados, también en la Plaza Mayor. Apenas se veían no ya turistas sino paseantes. Uno que sí tenía la terraza y con buen ambiente y movimiento de personas era La Fusa, en San Pedro.
Otro barrio muy dado al tapeo es Nuevo Cáceres. Baco, Zalacaín o Venga Enseguía no estaban operativos. Tampoco el restaurante Pasadena. Más de una decena de mesas con clientes deseosos de recuperar el día a día y saborear algo fresco se veían en algunos bares de El Rodeo.
También han abierto las primeras terrazas en el Perú. Allí, frente a las Josefinas, está el Bar Juan XXIII. El Rincón de Europa mantiene sus pedidos a domicilio aunque se prepara para una apertura próxima.
«Hay pocos en marcha aunque los que están abiertos tienen bastante trajín. Ya tenemos ganas de salir», comenta José María, un cacereño que ha vivido el confinamiento con resignación y que no dudó en echarse a la calle ayer con su pareja aprovechando que ayer por la mañana no llovía.
Una de las excepciones es Al Andalus, en la barriada de Moctezuma. El negocio lo regentan Iovani Izquierdo y su pareja desde hace cuatro años. Ha permanecido cerrado desde el 14 de marzo. Ayer volvió y tuvo 13 mesas a pleno rendimiento. «Está yendo todo perfecto. Sin agobios, con la gente muy colaboradora y un comportamiento cívico», reseñaba Iovani con sus veladores ya listos.
Por contra, un paseo por la ciudad monumental y su entorno hace difícil encontrar actividad.
Tampoco funcionaron el Quiosco de la Música ni Bontá Gastronomía. Según su responsable, José Mostazo, este último abrirá el jueves. «Parece que habrá buena temperatura y queremos abrir ya», avanza. Mostazo ha creado un sello distintivo que hace alusión a un 'local limpio y seguro', libre de COVID-19, garantiza. La idea que se plantea es que ese sello de calidad se aplique en los 320 negocios de la asociación de hosteleros. «Queremos transmitir seguridad y que los clientes sepan que nos preocupamos por su salud», refrenda.
Pegatinas y carteles aluden a lavarse las manos con frecuencia, evitar el contacto físico y mantener distancias de seguridad.
En Mérida, por la tarde
En la capital autonómica las familias cambiaron las terrazas por los paseos por la periferia. El carril bici de Proserpina, la Ronda de los Eméritos o la carretera del Palo se llenaron de paseantes.Pocos bares abren todavía. En la plaza de España, por ejemplo, de cuatro veladores, solo desplegó las mesas uno. También lo hizo alguno de los soportales, que por la tarde tuvieron bastantes mesas ocupadas.
En la zona del Teatro, tampoco hubo actividad en la calle del Museo. Más éxito en el Paseo de Roma, junto a la parada de autobuses urbano. Los veladores en esta acera se pusieron separando cada sitio entre mamparas.
Algunos empresarios de plazas pequeñas como la Plazoleta Pizarro aprovecharon el espacio peatonal disponible para dispersar sus mesas para separar los clientes.
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