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DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - Judith Jáuregui .
DESAYUNO - CENA - MARTES -
MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - Judith Jáuregui ,. fotos,.
Judith Jáuregui ,.
Judith Jáuregui, pianista: "Toca arrimar el hombro entre artistas y promotores",.
Judith Jáuregui. San Sebastián, 1985. La pianista sacará su sexto disco en junio, este miércoles, 20 de mayo, actuará en streaming para el festival 'Música en Segura' y en julio ofrecerá dos conciertos con público. Se acerca la era postcovid en la música clásica.
- Va a actuar desde su casa en la 'Primavera Online' del festival 'Música en Segura', que tuvo que cancelar las actuaciones en directo por el coronavirus.
- Será un concierto desde mi estudio. En estos tiempos desérticos, volver a tocar para un público y estar conectada con él a través de las nuevas tecnologías es muy emocionante. Habrá música de Robert y Clara Schumann, Chopin y unas danzas rumanas muy brillantes, positivas y populares, en el mejor sentido de la palabra.
- Este festival se ha desarrollado, en las ediciones anteriores, en un entorno idílico, en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas en Jaén.
- Sí, es muy especial porque reúne naturaleza y música. Puedes tocar en un bosque con los pies descalzos sobre la hierba; es uno de mis sueños. Además, con el público se establece una relación muy cercana.
- ¿Es arriesgado presentar un nuevo disco con la que está cayendo?
- Pues sí, pero los discos son arriesgados desde hace muchos años. El mundo discográfico lleva mucho tiempo tambaleándose, pero como artista y pianista, creo en la biografía sonora de cada disco y en contar una historia en cada uno de ellos.
- ¿Cómo afrontan los artistas esta pandemia del Covid-19?
- De manera muy complicada porque ves que se te va cayendo todo y no sabes cómo vas a salir de ésta ni cómo va a salir el mundo de la cultura; es un problema grave. Pero quiero mantener el espíritu optimista. Ahora tocar arrimar el hombro entre artistas y promotores y también estar en el estudio y reencontrarte con el instrumento. Dentro de dos meses podré sentir de cerca la respiración común con el público en una sala, el 18 de julio, en la Schubertiada de Valdegovia. A finales de julio, estaré en otro festival en Pamplona tocando en un ensemble pequeño al aire libre. Ese reencuentro va a ser muy emocionante.
- ¿La música clásica se ve más afectada?
- Al no ser una música de masas, como puede ser la pop, en los medios recibe menos atención. La clásica siempre ha tenido más dificultades y en una crisis, más aún. Es una música inmensa, pero, al ponerle la etiqueta de clásica, parece que puede ahuyentar a quienes piensan que no la van a entender; y no es así. Va directa al corazón. Hay que atreverse a descubrirla y desmitificarla. Eso se logra si la llevamos a los colegios y se escucha desde la infancia.
- Hay artistas que se enfadan cuando alguien dice que escucha música clásica para relajarse.
- ¡Ponte un Chaikovski! A mí también me ha molestado. Es absurda esa idea de que para dormir te pones música clásica. Yo no puedo trabajar con ella porque me voy, no me concentro. En cuatro minutos puedes tener todo un mundo de emociones e impactos.
- Defiende que la música no entiende de barreras, pero la clásica parece menos dada a las fusiones.
- No creas. Tengo una fusión muy bonita con jazz con el pianista cubano Pepe Rivero, en el que versionamos a Chopin. He tenido proyectos con música y literatura, como el que hice con José Sacristán sobre Machado; fue inolvidable.
- La cultura es la gran olvidada para los gobiernos. En esta crisis también.
- Sí. Países como Alemania ha aprobado medidas para los artistas, la música y la cultura desde el principio porque es un bien esencial. Aquí echamos eso de menos. Por supuesto que lo primero es la salud, pero cuando sanemos, vamos a tener que reconstruirnos. Nos ha dolido ver que la cultura no era un pilar de esa reconstrucción.
- Los críticos dicen de usted que es una artista de refinamiento expresivo, pulsación luminosa y gran personalidad.
- Es difícil hablar de uno mismo así. Yo intento que cada interpretación sea honesta con el compositor, conmigo misma y con los valores que son importantes para mí, tanto en la vida y como en la música, como expresar, compartir, emocionarme y poder tener esa comunión con el público. En un concierto, como la adrenalina está tan alta, el aplauso no lo escucho, pero el silencio sí lo oigo perfectamente. En el silencio pasa todo, es donde está la energía de la conexión con el público y donde está la magia que se crea alrededor de la música y la emoción.
- Hay quien afirma que aprender piano es una maratón, no una carrera de 100 metros.
- Sí, es una carrera de fondo. Lo que hoy toco con 35 años será distinto dentro de 30 años porque pasará por el filtro de las vivencias. Eso es apasionante y yo soy una privilegiada por poder vivirlo.
- ¿A qué edad empezó?
- A los 5 años. Tuve mucha suerte con mis primeros profesores, porque vieron que me gustaba tocar para los demás, por empatizar con la gente y crear un idioma común.
- ¿Cuántas horas dedica al día al piano?
- Depende de los repertorios, pero aquí no hay fines de semana; es diario. No cuento las horas, que pueden ser seis u ocho, y otros días nada porque viajas. A veces me preguntan si sacrifico cosas, pero como la música me ha dado tanto: he viajado desde pequeña y he conocido a gente maravillosa, en ningún momento he sentido esto como un sacrificio.
- Fue alumna en Munich del maestro ruso Suchanov.
- Empecé con él a los 18 años. Lo normal es tener una hora y media o dos a la semana y yo tenía tres al día. Fueron tres años increíbles. No tengo palabras para agradecerle todo lo que me enseñó. Yo llegué como un volcán de emociones y él me enseñó a enfocarlas en el piano. Aprendí casi todo a nivel técnico, aunque no quiero olvidar a mis profesores anteriores, que fueron muy importantes y me dieron una visión muy abierta de la música.
- Ha colaborado con la Prague PFK Philharmonia, Das Neue Orchester Köln o la Sinfónica de Aarhus, entre otras.
- Tocar con orquesta es grandioso. Sientes la unión de 70 u 80 músicos en el escenario, la vibración, la unión... Se crea un clima de gran intensidad.
- ¿Por qué hay tan poquísimas mujeres dirigiendo orquestas?
- Es un tema que viene de la tradición que arrastramos, pero hoy eso está cambiando y cada vez hay más directoras que están haciendo un trabajo maravilloso. En España tenemos a Virginia Martínez. Esperemos que dentro de unos años la presencia femenina no sea noticia; es a lo que aspiro.
- ¿Cómo se imagina la época 'postcovid'? ¿Seremos mejores o no?
- Me han molestado los dos mensajes que hemos oído. Ni el 'todo va a salir bien', porque no ha sido así y hay mucha gente que ha perdido familiares, negocios y posibilidad de ingresos. Y tampoco eso de que 'esto es una guerra' porque hay gente que la ha vivido y no es lo mismo. La prudencia me mantiene en una posición observadora y reflexiva. No sé si saldremos mejores y más fuertes. Pero sí siento y deseo que lo que estamos viviendo nos puede ayudar a despertar. Creo que esta crisis puede abrirnos las puertas de la conciencia, tanto individual como social. Y profundizando en eso conseguiremos ser mejores.
El martes -19- Mayo las 22:35 por La 1,foto.
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