sábado, 1 de enero de 2022

Un país en la mochila - Retoman el belén viviente en Tiétar tras el parón por la pandemia ,. / AQUI HAY TRABAJO - Hay un problema de adultos, tenemos dificultad para todo lo que requiera compromiso,. / 80 cm - La tristeza de Van Aert a pesar de ganar todo lo que disputa,.

  TITULO: Un país en la mochila -Retoman el belén viviente en Tiétar tras el parón por la pandemia,.

 Retoman el belén viviente en Tiétar tras el parón por la pandemia,.

 

Retoman el belén viviente en Tiétar tras el parón por la pandemia

En las representaciones han participado cerca de 500 personas vestidas para la ocasión,.

foto / Cerca de medio millar de vecinos participaron de forma activa en el Belén Viviente organizado por el Ayuntamiento de Tiétar en la plaza, que se venía celebrando durante las últimas cuatro décadas pero que sufrió un parón a consecuencia de la pandemia.

De ahí la satisfacción del alcalde, Luis Perona, quién agradecía la implicación de los vecinos y la buena afluencia de visitantes a las recreaciones organizadas en torno a la llegada de San José y María a la posada, el posterior nacimiento del niño Jesús y la presencia de los Reyes Magos.

«Hubo de todo, incluso niños cantando villancicos, puestos de artesanos, el portal,... al menos habría 500 personas, vestidas para la ocasión», explica el primer edil, lo que propició la singular ambientación de toda la plaza.

Las representaciones comenzaron en la tarde del sábado de la pasada semana, prolongándose por espacio de dos horas. Para concluir cocinaron migas, castañas, chocolate y café para todos los asistentes, al igual que en anteriores ocasiones,.

 

TITULO:  AQUI HAY TRABAJO - Hay un problema de adultos, tenemos dificultad para todo lo que requiera compromiso,. 

 Hay un problema de adultos, tenemos dificultad para todo lo que requiera compromiso,. 

«Sentí mucho miedo cuando tuve que decir que quería ser cura»

Thierry Rabenkogo -gabonés, de 35 años-, Adrián González -leonés, de 36 años- y Daniele Copola -italiano, de 30 años- serán los primeros tres presbíteros que Luis Ángel de las Heras ordenará como sacerdotes desde su llegada a León | «Yo mismo me he hecho la pregunta de para qué sirve un cura» | «Antes lo tenía todo y me dedicaba a hacer el payaso, pero llegaba a mi casa y me sentía sólo», foto,.

Nunca es fácil tomar una decisión, elegir el camino y acertar en un cambio trascendental.

Recibir la llamada, saber detectarla y dar el primer paso hacia una vocación fue el inicio de un recorrido que ha llevado a Thierry, Adrián y Daniele al final de su formación y dar la zancada final a su ordenación.

León celebrará la próxima semana -el 24 de junio, festividad de San Juan- la conversión de tres presbíteros en sacerdotes, la primera con Luis Ángel de las Heras como obispo, y una de las más numerosas en muchos años.

Será ese el momento reafirmarse de una respuesta a aquella llamada que no fue fácil contestar.

Thierry Rabenkogo (Gabón, 1986)

Thierry Rabenkogo procede de Gabón y lleva 14 años viviendo en León. Aquí quiso hacer Ciencias Políticas, acabó en Derecho, y su plan de vida le condujo, en plena pandemia, al hospital, un lugar donde domina la ciencia sobre lo espiritual, lo que le envolvió en una pregunta. «Estoy allí -en el hospital- de capellán y es verdad que tu presencia no se entiende muy bien, ¿qué hace un capellán en el hospital? Y yo mismo me he hecho esa pregunta: ¿para qué sirve un cura? ¿es necesario? Por eso hay que tener una base bien sólida». En el Caule ha podido comprobar lo «deshumanizado» de una enfermedad como la covid-19, con la que le ha tocado lidiar desde el mes de febrero y en la que ha podido «acompañar» a gente mayor, sin familiares cerca, entre la enfermedad y la muerte.

«Nos hemos quedado en una estructura y quedamos en lo mismo que un partido político, donde, si quieres ser, tienes que cumplir unos requisitos; y no, Dios te quiere tal como eres»

Thierry Rabenkogo

Rabenkogo se bautizó a los 14 años y desde entonces ha estado ligado a la parroquia, la iglesia y los campamentos de verano. «Mi objetivo era poder viajar y trabajar en una multinacional o una ONG. Un año paré y dije: ¿cuál es la voluntad de Dios para mí? Y opté por servir al otro y servir a Dios, eso fue lo que elegí».

Este gabonés reconoce a la Iglesia la necesidad de unos cambios que no siempre llegan al ritmo que la sociedad espera. Y, precisamente ahí, ubica el éxito de esta religión.«La Iglesia aguanta porque sabe hacer los cambios cuando tiene que hacerlos, no como otras instituciones humanas que se basan en las modas». Los cambios que ve necesarios llegarían sobre la forma de vivir la vida sacramental. «Necesitamos comunidades vivas, que la gente vea que no es un grupo o una actividad extraescolar o hobbie en el que si cumplo, soy miembro. Esto es mucho más amplio».

Adrián González (León, 1985)

Junto a él se ordenará Adrián González. Este leonés, que ya ejerce en San Francisco de la Vega, reconoce lo difícil que fue dar el paso a su conversión al sacerdocio, y para lo que fueron clave sus amigos. «Sentí mucho miedo cuando tuve que decir que quería ser sacerdote. Fui con mucho miedo a mis amigos, pero fue lo que más me animó. Ellos lo vieron bien y la respuesta fue de alegrarse e incluso alguno me dijo que ya era hora y que estaba claro, algo que yo no había visto casi nunca -ríe-».

Se licenció en Ingeniería de Minas y dio al paso al profesorado con las Matemáticas hasta que avanzó con decisión en la encrucijada de su vida. Tuvo un momento en que sintió que el señor le pedía ser sacerdote, pero él sentía que no quería ser cura y puso la pelota en su tejado para hacerse la gran pregunta. «Se dice muchas veces: hágase tu voluntad, pero esa voluntad no siempre coincide con la del señor. Ahí se abrió un nuevo mundo, que tiene sus dificultades, pero al final lo compensa todo».

«Decidí entrar al seminario para discernir y ver si la llamada que me hacía el Señor era verdadera y era al sacerdocio»

Adrián González

Por ello decidió entrar en el Seminario Mayor de León, donde pudo discernir y ver si esa llamada era verdadera y era para ser sacerdote. «Las ganas de servir al mundo, a las personas y al Señor y a su Iglesia. Ese es el resumen de todo, porque no hay mejor voluntad que la del Señor, que quiere el bien y el amor para todos».

Una vez en el seminario, pudo comprobar que una vida que desde fuera puede verse aburrida y alejada de la realidad social, se convirtió en un tesoro para él. «Fue un momento muy especial e importante en mi vida por convivir con gente que no es tu familia, que te da un punto de tensión para observarte y poner de tu parte para hacer un clima de convivencia cristiana».

Daniele Copola (Italia, 1991)

En el Redemptoris se ha formado Daniele Copola, un siciliano, de Palermo, del camino neocatecumenal al que el idioma le costó y que se ha sentido acogido en León. «Me ha sorprendido mucho porque pensaba que era una ciudad fría, con montañas y nieve, pero me siento acogido por todos».

En este tiempo ha recorrido varios pueblos de la provincia en los que ha invitado a reflexionar sobre su propia experiencia vital. Cistierna, Gradefes, Almanza, Izagre y ahora en Villablino, pero también en otras provincias por las que ha cumplido «la misión»: evangelizar puerta por puerta, con mi experiencia y sin nada en los bolsillos.

«Me ha sorprendido mucho León porque pensaba que era una ciudad fría, con montañas y la nieve, pero me siento acogido por la gente y por todos»

Daniele Copola

«Vivimos en una sociedad donde todo está en redes sociales, es apariencia todo el tiempo; pero no se reflexiona sobre lo que se ve: quién soy y para qué vivo. Preguntas esenciales a las que yo he encontrado respuesta a través de Jesucristo», apunta este joven de 30 años.

Daniele descubrió a través de la fe la plenitud. «Era un adelescente que tenía de todo: moto, independencia, hacía el payaso, me gustaba llamar la atención...; tenía todo, pero llegaba a mi casa y me sentía solo. Yo he buscado la manera de rellenar ese vacío y yo aposte´por Jesucristo, y no he perdido nada y lo he ganado todo».

La ordenación, por San Juan

Los tres se encuentran ya en 'capilla', a la espera de recibir sus votos, en la salida de un camino que les llevará hasta la Catedral de León para culminar un proceso y convertirse en pastores del cielo.

«Quiero pdoer llegar a la mujer y al hombre de hoy y anunciar a Dios vivo, pero sabiéndome débil, pobre y humilde y así poder llegar al hombre de hoy», avanza Thierry. «Antes era momento de recibir y ahora será de entregar, eso cambia. Nosotros tenemos la gracia de poder consagrar y poder dar la gracia a los enfermos. Nos toca donarnos completamente», confiesa Daniele.

TITULO: 80 cm -La tristeza de Van Aert a pesar de ganar todo lo que disputa,.

 

La tristeza de Van Aert a pesar de ganar todo lo que disputa,.

El belga del Jumbo ha conquistado las seis pruebas de ciclocross, pero asegura que su felicidad no está siendo completa en la temporada de barro.


La tristeza de Van Aert a pesar de ganar todo lo que disputa

foto / Wout van Aert va camino de realizar la temporada perfecta en ciclocross, al menos desde que empezó su temporada de barro, más tarde que muchos de los que se limitan a competir en esta modalidad. Pero desde que ha aterrizado en el barro, el belga del Jumbo ha ganado las seis pruebas que ha disputado, la última este pasado jueves en Loenhout (Bélgica). Una carrera en la que los locales coparon el podio, pero no hubo afición para celebrarlo debido a las restricciones por el coronavirus.

"Es una lástima, esta carrera se suele correr con el circuito lleno", apuntó Van Aert tras la victoria. Y es que el ciclista belga no entiende que se haya prohibido la presencia de público en una prueba que es al aire libre y fue crítico en declaraciones a Het Laatste Nieuws. "Yo corro también para la gente y este debería ser el mejor momento de la temporada. Esperaba con ansias el período navideño, cuando las masas volvieran a estar presentes en las carreras. Pero es francamente triste. Uno puede sentarse en un café con cien personas sin mascarilla porque estás consumiendo, y no puedes ver una carrera al aire libre con mascarilla".

De hecho, el campeón belga aseguró que estas victorias le dan satisfacción porque le gusta ganar, pero por nada más. Y es que en Bélgica hay una gran polémica con el deporte en general y el ciclocross en particular, ya que las restricciones se han suavizado en sectores como la cultura y el deporte pide que se apliquen también para ellos. Desde la federación belga se preparan un plan con el que convencer a las autoridades y entre los que estaría la mascarilla obligatoria en las carreras, distancias y restricciones en consumo de alcohol.

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